Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 1.2.3 de Juan


 

1Jn 2:1  Hijitos míos, esto os escribo, para que no pequéis. Y, si alguno pecare, abogado tenemos para con el Padre: a Jesucristo justo;
1Jn 2:2  y él propiciación es por nuestros pecados; y no por los nuestros solamente, sino también por los de todo el mundo.
1Jn 2:3  Y en esto conocemos que le hemos conocido: si sus mandamientos guardamos.
1Jn 2:4  El que dice: que «le he conocido», y sus mandamientos no guarda, mendaz es; y en éste la verdad no está;
1Jn 2:5  pero, el que guardare su palabra, verdaderamente en éste la caridad de Dios consumada está. En esto conocemos que en él estamos.
1Jn 2:6  El que dice en él permanecer, debe, según aquél anduvo, también él andar.
1Jn 2:7  Amados, no mandamiento nuevo os escribo, sino mandamiento antiguo, que teníais desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído.
1Jn 2:8  Otra vez(a)  mandamiento nuevo os escribo; lo que es verdadero en él(b)  y en vosotros, porque las tinieblas pasan, y la luz la verdadera(c)  ya luce.
1Jn 2:9  El que dice en la luz estar y a su hermano odia, en las tinieblas está hasta ahora.
1Jn 2:10  El que ama a su hermano, en la luz permanece, y escándalo en él no hay;
1Jn 2:11  pero el que odia a su hermano en las tinieblas está y en las tinieblas anda y no sabe a donde va; pues las tinieblas han cegado sus ojos.
1Jn 2:12  Escríboos, hijitos, porque os han sido perdonados los pecados por su nombre.
1Jn 2:13  Escríboos, padres, porque habéis conocido al del principio(d) . Escríboos adolescentes, porque habéis vencido al malo.
1Jn 2:14  Os he escrito, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito, padres, porque habéis conocido al del principio. Os he escrito, adolescentes, porque fuertes sois, y la palabra de Dios en vosotros permanece, y habéis vencido al malo.
1Jn 2:15  No améis al mundo ni lo del mundo; si alguno ama al mundo, no está la caridad del Padre en él;
1Jn 2:16  porque todo lo del mundo: la concupiscencia de la carne(e)  y la concupiscencia de los ojos(f)  y la soberbia de la vida(g) , no es del Padre; sino que del mundo es.
1Jn 2:17  Y el mundo pasa, y la concupiscencia de él; mas, quien hace la voluntad de Dios, permanece por el siglo.
1Jn 2:18  Hijitos, última hora es, y, según habéis oído que anticristo viene; también ahora(h)  anticristos muchos se han hecho; por donde conocemos que última hora es.
1Jn 2:19  De nosotros salieron; pero no eran de nosotros; pues, si fueran de nosotros, hubieran permanecido con nosotros: —empero, para que se manifiesten que no son todos de entre nosotros.
1Jn 2:20  Y vosotros unción tenéis del Santo, y sabéis todo.
1Jn 2:21  No os he escrito, porque no sepáis la verdad, sino, porque la conocéis; y porque toda mentira de la verdad no es.
1Jn 2:22  ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Todo el que niega al Hijo, tampoco al Padre tiene; el que confiesa al Hijo, también al Padre tiene.
1Jn 2:24  Vosotros, lo que habéis oído desde el principio, en vosotros permanezca. Si en vosotros permaneciere, lo que desde el principio habéis oído, también vosotros en el Hijo y en el Padre permaneceréis.
1Jn 2:25  Y ésta es la promesa que él os ha prometido: la vida la eterna.
1Jn 2:26  Esto os he escrito acerca de los que os extravían.
1Jn 2:27  Y vosotros, la unción que recibisteis de él, permanece en vosotros, y no necesidad tenéis de que alguno os enseñe; sino, como su unción enséñaos acerca de todo (y verdadero es, y no es mentira) y según que os ha enseñado, permaneced en él.
1Jn 2:28  Y ahora, hijitos, permaneced en él; para que, si(i)  se manifestare, tengamos libre habla, y no nos avergoncemos en la parusia de él.
1Jn 2:29  Si supiereis que es justo, conoced que también todo el que hace la justicia, de él ha nacido.  

 


 

1Jn 2:1  (TEXTO OMITIDO)
1Jn 2:2  (TEXTO OMITIDO)
1Jn 2:3  Sabemos que le hemos conocido si guardamos sus mandamientos.
1Jn 2:4  El que dice que le conoce y no guarda sus mandamientos, miente y la verdad no está en él.
1Jn 2:5  Pero el que guarda su palabra, en ése la caridad de Dios es verdaderamente perfecta. En esto conocemos que estamos en EL
1Jn 2:6  Quien dice que permanece en El, debe andar como El anduvo.
1Jn 2:7  Carísimos, no os escribo un mandato nuevo, sino un mandato antiguo que tenéis desde el principio. Y ese mandato antiguo es la palabra que habéis oído.
1Jn 2:8  Mas, de otra parte, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en El y en vosotros, a saber, que las tinieblas pasan y aparece ya la luz verdadera.
1Jn 2:9  El que dice que está en la luz y aborrece a su hermano, ése está aún en las tinieblas.
1Jn 2:10  El que ama a su hermano está en la luz, y en él no hay escándalo,
1Jn 2:11  El que aborrece a su hermano está en tinieblas, y en tinieblas anda sin saber adonde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
1Jn 2:12  Os escribo, hijitos, porque por su nombre os han sido perdonados los pecados.
1Jn 2:13  Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno.
1Jn 2:14  Os escribo, niños, porque habéis conocido al Padre. Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.
1Jn 2:15  No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él la caridad del Padre.
1Jn 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que procede del mundo.
1Jn 2:17  Y el mundo pasa, y también sus concupiscencias; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre."
1Jn 2:18  Hijitos, ésta es la hora postrera, y corno habéis oído que está para llegar el anticristo, os digo ahora que muchos se han hecho anticristos, por lo cual conocemos que ésta es la hora postrera.
1Jn 2:19  De nosotros han salido, pero no eran de los nuestros. Si de los nuestros fueran, hubieran permanecido con nosotros; pero así se ha hecho manifiesto que no todos son de los nuestros."
1Jn 2:20  Cuanto a vosotros, tenéis la unción del Santo y conocéis todas las cosas. No os escribo porque no conozcáis la verdad,
1Jn 2:21  sino porque la conocéis, y sabéis que la mentira no procede de la verdad.
1Jn 2:22  ¿Quién es el embustero sino el que niega que Jesús es Cristo? Ese es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
1Jn 2:24  Lo que desde el principio habéis oído, procurad que permanezca en vosotros. Si en vosotros permanece lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
1Jn 2:25  Y ésta es la promesa que El nos hizo, la vida eterna.
1Jn 2:26  Os escribo esto a propósito de los que pretenden extraviaros.
1Jn 2:27  La unción que de El habéis recibido perdura en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe, porque, como la unción os lo enseña todo y es verídica y no mentirosa, permanecéis en El, según que os enseñó.
1Jn 2:28  Ahora, pues, hijitos, permaneced en El, para que, cuando apareciere, tengamos confianza y no seamos confundidos por El en su venida.
1Jn 2:29  Si sabéis que El es justo, sabed también que todo el que practica la justicia es nacido de El.

 


 

1Jn 2:1  Yo los quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el Padre.
1Jn 2:2  Dios perdona nuestros pecados, y los de todo el mundo, porque Cristo se ofreció voluntariamente para morir por nosotros.
1Jn 2:3  Nosotros sabemos que conocemos a Dios porque obedecemos sus mandamientos.
1Jn 2:4  Si alguien dice: «Yo soy amigo de Dios», y no lo obedece, es un mentiroso y no dice la verdad.
1Jn 2:5  En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios.
1Jn 2:6  El que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús.
1Jn 2:7  Hermanos en Cristo, no les estoy dando un mandamiento nuevo. Les estoy repitiendo un mandamiento muy antiguo, que ustedes ya conocen: se trata del mismo mandamiento que Dios les dio desde el principio.
1Jn 2:8  Sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, y ya saben lo que significa, como también Cristo lo sabe. Él es la luz verdadera, que brilla cada vez más fuerte, y que hace que la oscuridad vaya disminuyendo.
1Jn 2:9  Si alguno dice que vive en la luz, pero odia a otro miembro de la iglesia, en realidad vive en una gran oscuridad.
1Jn 2:10  El que ama a los demás, vive bajo la brillante luz de Dios y no causa ningún problema a los de su iglesia.
1Jn 2:11  Pero el que odia a otro cristiano, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.
1Jn 2:12  Hijos míos, les escribo porque Dios les ha perdonado sus pecados por medio de lo que hizo Jesucristo.
1Jn 2:13  A ustedes, los mayores, les escribo porque conocen a Jesús, quien ya existía desde antes de que Dios creara el mundo. A ustedes, los jóvenes, les escribo también porque han sido valientes, han derrotado al diablo, y han aceptado con sinceridad el mensaje de Dios. Les he escrito a todos ustedes porque han conocido al Padre.
1Jn 2:15  No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre.
1Jn 2:16  Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. Y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos, y el orgullo de poseer muchas riquezas.
1Jn 2:17  Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.
1Jn 2:18  Hijos míos, ya estamos viviendo los últimos días, y el mundo pronto se acabará. Ustedes han escuchado que antes del fin vendrá el Enemigo de Cristo. Pues bien, yo quiero decirles que ya han aparecido muchos enemigos de Cristo, y por eso sabemos que estamos en los últimos días.
1Jn 2:19  Estos enemigos de Cristo se reunían con nosotros, pero en realidad no eran de nuestro grupo. Si hubieran sido de nuestro grupo, se habrían quedado con nosotros. Pero se apartaron del grupo para mostrar claramente que no todos los que se reúnen con nosotros son de los nuestros.
1Jn 2:20  Cristo, el Hijo de Dios, los ha apartado a ustedes del mundo, y les ha dado el Espíritu Santo, y todos ustedes conocen la verdad.
1Jn 2:21  Por eso les escribo, porque sé que ustedes conocen la verdad, y saben que quien la conoce no puede mentir.
1Jn 2:22  Entonces, ¿quién miente? Pues el que dice que Jesús no es el Mesías. ¡Ese es el Enemigo de Cristo, pues rechaza tanto a Dios el Padre como a Jesús el Hijo!
1Jn 2:23  Cualquiera que rechaza al Hijo, también rechaza al Padre. Y si alguien acepta al Hijo, también acepta al Padre.
1Jn 2:24  Por eso, no dejen de hacer ustedes lo que se les enseñó desde el principio. Si continúan haciéndolo, entonces vivirán siempre unidos al Hijo y al Padre,
1Jn 2:25  pues Cristo nos ha prometido la vida eterna.
1Jn 2:26  Les estoy escribiendo para advertirles sobre algunos que quieren engañarlos.
1Jn 2:27  Pero ustedes tienen al Espíritu Santo, que Cristo puso en ustedes. Por eso no necesitan que nadie les enseñe, pues el Espíritu de Dios les enseña todo; y lo que él enseña no es mentira, sino la verdad. Por eso, sigan las enseñanzas del Espíritu Santo, y manténganse siempre unidos a Cristo.
1Jn 2:28  Ahora, hijos míos, sigan unidos a Cristo. Así, cuando él regrese, lo estaremos esperando confiadamente y no pasaremos por la vergüenza de ser castigados.
1Jn 2:29  Como ustedes saben, Jesucristo hace todo lo que le agrada a Dios. Por eso, también deben saber que todo el que hace lo que a Dios le agrada, es hijo de Dios. 

 


 

1Jn 2:1  Y él mismo es la víctima de propiciación por nuestros pecados; y no tan sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1Jn 2:2  Y si guardamos sus mandamientos, con eso sabemos que verdaderamente le hemos conocido.
1Jn 2:3  Quien dice que le conoce, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
1Jn 2:4  Pero quien guarda sus mandamientos, en ése verdaderamente la caridad de Dios es perfecta; y por eso conocemos que estamos en él, esto es, en Jesucristo.
1Jn 2:5  Quien dice que mora en él, debe seguir el mismo camino que él siguió.
1Jn 2:6  Carísimos, no voy a escribiros un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el cual recibisteis desde el principio ; el mandamiento antiguo es la palabra divina que oísteis;
1Jn 2:7  y no obstante, yo os digo que el mandamiento de que os hablo, que es el de la caridad, es un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en sí mismo y en vosotros; porque las tinieblas desaparecieron y luce ya la luz verdadera.
1Jn 2:8  Quien dice estar en la luz, aborreciendo a su hermano, o al prójimo, en tinieblas está todavía.
1Jn 2:9  Quien ama a su hermano, en la luz mora, y en él no hay escándalo.
1Jn 2:10  Mas el que aborrece a su hermano, en tinieblas está, y en tinieblas anda, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado.
1Jn 2:11  Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados están perdonados por el Nombre de Jesús .
1Jn 2:12  A vosotros, padres de familia, os escribo, porque habéis conocido al que existía desde el principio . Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno espíritu.
1Jn 2:13  Os escribo a vosotros, niños, porque habéis conocido al Padre. A vosotros, hijos míos, os escribo, porque sois valerosos, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y vencisteis al maligno espíritu.
1Jn 2:14  Ved, pues, lo que os escribo a todos: No queráis amar al mundo, ni las cosas mundanas. Si alguno ama al mundo, no habita en él la caridad o amor del Padre;
1Jn 2:15  porque todo lo que hay en el mundo, es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia u orgullo de la vida, lo cual no nace del Padre, sino del mundo.
1Jn 2:16  El mundo pasa, y pasa también con él su concupiscencia. Mas el que hace la voluntad de Dios permanece eternamente.
1Jn 2:17  Hijitos míos, ésta es ya la última hora, o edad del mundo; y así como habéis oído que viene el Anticristo, así ahora muchos se han hecho anticristos, por donde echamos de ver que ya es la última hora.
1Jn 2:18  De entre nosotros o de la Iglesia han salido, mas no eran de los nuestros; que si de los nuestros fueran con nosotros sin duda hubieran perseverado en la fe; pero ellos se apartaron de la Iglesia, para que se vea claro que no todos son de los nuestros.
1Jn 2:19  Pero vosotros habéis recibido la unción del Espíritu Santo, y de todo estáis instruidos.
1Jn 2:20  No os he escrito como a ignorantes de la verdad, sino como a los que la conocen y la saben; porque ninguna mentira procede de la verdad, que es Jesucristo.
1Jn 2:21  ¿Quién es mentiroso, sino aquel que niega que Jesús es el Cristo o Mesías? Este es un anticristo, que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:22  Cualquiera que niega al Hijo, tampoco reconoce al Padre; quien confiesa al Hijo, también al Padre confiesa, o reconoce.
1Jn 2:23  Vosotros estad firmes en la doctrina que desde el principio habéis oído. Si os mantenéis en lo que oísteis al principio , también os mantendréis en el Hijo y en el Padre.
1Jn 2:24  Y ésta es la promesa que nos hizo él mismo, la vida eterna.
1Jn 2:25  Esto os he escrito en orden a los impostores que os seducen.
1Jn 2:26  Mantened en vosotros la unción divina, que de él recibisteis. Con eso no tenéis necesidad que nadie os enseñe; sino que conforme a lo que la unción del Señor os enseña en todas las cosas, así es verdad, y no mentira. Por tanto estad firmes en eso mismo que os ha enseñado.
1Jn 2:27  En fin, hijitos míos, permaneced en él; para que cuando venga, estemos confiados, y que al contrario no nos hallemos confundidos por él en su venida.
1Jn 2:28  Y pues sabéis que Dios es justo, sabed igualmente que quien vive según justicia o ejercita las virtudes, es hijo legítimo del mismo.
1Jn 2:29  Mirad, qué tierno amor hacia nosotros ha tenido el Padre, queriendo que nos llamemos hijos de Dios, y lo seamos en efecto. Por eso el mundo no hace caso de nosotros, porque no conoce a Dios nuestro Padre. 

 


 

1Jn 2:1  

Cristo, nuestro abogado
  Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1Jn 2:2  Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1Jn 2:3  Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
1Jn 2:4  El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
1Jn 2:5  pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
1Jn 2:6  El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 

El nuevo mandamiento
 
1Jn 2:7  Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo,(A) sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
1Jn 2:8  Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
1Jn 2:9  El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
1Jn 2:10  El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
1Jn 2:11  Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
1Jn 2:12  Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
1Jn 2:13  Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
1Jn 2:14  Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
1Jn 2:15  No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1Jn 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1Jn 2:17  Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 

El anticristo
 
1Jn 2:18  Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
1Jn 2:19  Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
1Jn 2:20  Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
1Jn 2:21  No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
1Jn 2:22  ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
1Jn 2:24  Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
1Jn 2:25  Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
1Jn 2:26  Os he escrito esto sobre los que os engañan.
1Jn 2:27  Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
1Jn 2:28  Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
1Jn 2:29  Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él. 
 

 


 

1Jn 2:1  Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, Abogado tenemos delante del Padre, a Jesús, el Cristo Justo;
1Jn 2:2  Y él es la aplacación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
1Jn 2:3  Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos.
1Jn 2:4  El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él.
1Jn 2:5  Mas el que guarda su Palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él; por esto sabemos que estamos en él.
1Jn 2:6  El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.
1Jn 2:7  Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la Palabra que habéis oído desde el principio.
1Jn 2:8  Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es la verdad en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.
1Jn 2:9  El que dice que está en la luz; y aborrece a su Hermano, el tal aún está en tinieblas.
1Jn 2:10  El que ama a su hermano, está en la luz, y no hay tropiezo en él.
1Jn 2:11  Mas el que aborrece a su Hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
1Jn 2:12  Os escribo a vosotros, hijitos, que vuestros pecados os son perdonados por su Nombre.
1Jn 2:13  Os escribo a vosotros, padres, que habéis conocido a aquel que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, que habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, que habéis conocido al Padre.
1Jn 2:14  Os he escrito a vosotros, padres, que habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, que sois fuertes, y que la palabra de Dios mora en vosotros, y que habéis vencido al maligno.
1Jn 2:15  No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo; si alguno ama al mundo, la caridad del Padre no está en él.
1Jn 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo que es la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
1Jn 2:17  Y el mundo pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
1Jn 2:18  Hijitos, ya es la postrera hora; y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado a ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el último tiempo.
1Jn 2:19  Ellos salieron de nosotros, mas no eran de nosotros, porque si fueran de nosotros, hubieran sin duda permanecido con nosotros; pero esto es para que se manifestara que todos no son de nosotros.
1Jn 2:20  Mas vosotros tenéis la Unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
1Jn 2:21  No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como a los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.
1Jn 2:22  ¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera que confiese al Hijo, tiene también al Padre.
1Jn 2:24  Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permaneciente en vosotros. Porque si lo que habéis oído desde el principio fuere permaneciente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
1Jn 2:25  Y esta es la Promesa, la cual él nos prometió, que es vida eterna.
1Jn 2:26  Os he escrito esto de los que os engañan.
1Jn 2:27  Y la Unción que vosotros habéis recibido de él, permanece en vosotros; y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la Unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, permaneced en él.
1Jn 2:28  Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida.
1Jn 2:29  Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él. 

 


 

1Jn 2:1  My little children, these things write I unto you, that ye sin not. And if any man sin, we have an advocate with the Father, Jesus Christ the righteous:
1Jn 2:2  And he is the propitiation for our sins: and not for ours only, but also for the sins of the whole world.
1Jn 2:3  And hereby we do know that we know him, if we keep his commandments.
1Jn 2:4  He that saith, I know him, and keepeth not his commandments, is a liar, and the truth is not in him.
1Jn 2:5  But whoso keepeth his word, in him verily is the love of God perfected: hereby know we that we are in him.
1Jn 2:6  He that saith he abideth in him ought himself also so to walk, even as he walked.
1Jn 2:7  Brethren, I write no new commandment unto you, but an old commandment which ye had from the beginning. The old commandment is the word which ye have heard from the beginning.
1Jn 2:8  Again, a new commandment I write unto you, which thing is true in him and in you: because the darkness is past, and the true light now shineth.
1Jn 2:9  He that saith he is in the light, and hateth his brother, is in darkness even until now.
1Jn 2:10  He that loveth his brother abideth in the light, and there is none occasion of stumbling in him.
1Jn 2:11  But he that hateth his brother is in darkness, and walketh in darkness, and knoweth not whither he goeth, because that darkness hath blinded his eyes.
1Jn 2:12  I write unto you, little children, because your sins are forgiven you for his name's sake.
1Jn 2:13  I write unto you, fathers, because ye have known him that is from the beginning. I write unto you, young men, because ye have overcome the wicked one. I write unto you, little children, because ye have known the Father.
1Jn 2:14  I have written unto you, fathers, because ye have known him that is from the beginning. I have written unto you, young men, because ye are strong, and the word of God abideth in you, and ye have overcome the wicked one.
1Jn 2:15  Love not the world, neither the things that are in the world. If any man love the world, the love of the Father is not in him.
1Jn 2:16  For all that is in the world, the lust of the flesh, and the lust of the eyes, and the pride of life, is not of the Father, but is of the world.
1Jn 2:17  And the world passeth away, and the lust thereof: but he that doeth the will of God abideth for ever.
1Jn 2:18  Little children, it is the last time: and as ye have heard that antichrist shall come, even now are there many antichrists; whereby we know that it is the last time.
1Jn 2:19  They went out from us, but they were not of us; for if they had been of us, they would no doubt have continued with us: but they went out, that they might be made manifest that they were not all of us.
1Jn 2:20  But ye have an unction from the Holy One, and ye know all things.
1Jn 2:21  I have not written unto you because ye know not the truth, but because ye know it, and that no lie is of the truth.
1Jn 2:22  Who is a liar but he that denieth that Jesus is the Christ? He is antichrist, that denieth the Father and the Son.
1Jn 2:23  Whosoever denieth the Son, the same hath not the Father: (but) he that acknowledgeth the Son hath the Father also.
1Jn 2:24  Let that therefore abide in you, which ye have heard from the beginning. If that which ye have heard from the beginning shall remain in you, ye also shall continue in the Son, and in the Father.
1Jn 2:25  And this is the promise that he hath promised us, even eternal life.
1Jn 2:26  These things have I written unto you concerning them that seduce you.
1Jn 2:27  But the anointing which ye have received of him abideth in you, and ye need not that any man teach you: but as the same anointing teacheth you of all things, and is truth, and is no lie, and even as it hath taught you, ye shall abide in him.
1Jn 2:28  And now, little children, abide in him; that, when he shall appear, we may have confidence, and not be ashamed before him at his coming.
1Jn 2:29  If ye know that he is righteous, ye know that every one that doeth righteousness is born of him. 

 


 

1Jn 2:1  Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
1Jn 2:2  El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
1Jn 2:3  En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos.
1Jn 2:4  Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él.
1Jn 2:5  Pero quien guarda su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.
1Jn 2:6  Quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él.
1Jn 2:7  Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la Palabra que habéis escuchado.
1Jn 2:8  Y sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - lo cual es verdadero en él y en vosotros - pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya.
1Jn 2:9  Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas.
1Jn 2:10  Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.
1Jn 2:11  Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
1Jn 2:12  Os escribo a vosotros, hijos míos, porque se os han perdonado los pecados por su nombre.
1Jn 2:13  Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno.
1Jn 2:14  Os he escrito a vosotros, hijos míos, porque conocéis al Padre, Os he escrito, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al Maligno.
1Jn 2:15  No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1Jn 2:16  Puesto que todo lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas - no viene del Padre, sino del mundo.
1Jn 2:17  El mundo y sus concupiscencias pasan; pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre.
1Jn 2:18  Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es ya la última hora.
1Jn 2:19  Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.
1Jn 2:20  En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo sabéis.
1Jn 2:21  Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad.
1Jn 2:22  ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.
1Jn 2:24  En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre,
1Jn 2:25  y esta es la promesa que él mismo os hizo: la vida eterna.
1Jn 2:26  Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros.
1Jn 2:27  Y en cuanto a vosotros, la unción que de El habéis recibido permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas - y es verdadera y no mentirosa - según os enseñó, permaneced el él.
1Jn 2:28  Y ahora, hijos míos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su Venida.
1Jn 2:29  Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él.

 


 

1Jn 2:1  Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un defensor, [1] que es Jesucristo, y él es justo.
1Jn 2:2  Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados;[2]
 y no solo los nuestros, sino los de todo el mundo.
1Jn 2:3  Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerlo.
1Jn 2:4  Pero si alguno dice: "Yo lo conozco", y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él.
1Jn 2:5  En cambio, si uno obedece su palabra, en él se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo sabemos que estamos unidos a él.
1Jn 2:6  El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió Jesucristo.
1Jn 2:7  Queridos hermanos, este mandamiento que les escribo no es nuevo: es el mismo que ustedes recibieron desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que y a oyeron.
1Jn 2:8  y , sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, [3] que es verdad tanto en Cristo como en ustedes, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera.
1Jn 2:9  Si alguno dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad.
1Jn 2:10  El que ama a su hermano vive en la luz, y no hay nada que lo haga caer.
1Jn 2:11  Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego. [4]
1Jn 2:12  Hijitos, les escribo a ustedes porque Dios, gracias a Jesucristo, les ha perdonado sus pecados.
1Jn 2:13  Padres, les escribo a ustedes porque han conocido al que y a existía desde el principio. [5] Jóvenes, les escribo a ustedes porque han vencido al maligno. [6]
1Jn 2:14  Les he escrito a ustedes, hijitos, porque han conocido al Padre. Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que ya existía desde el principio. Les he escrito también a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y han aceptado la palabra de Dios en su corazón, y porque han vencido al maligno.
1Jn 2:15  No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no ama al Padre;[7]
1Jn 2:16  porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas.
1Jn 2:17  Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.
1Jn 2:18  Hijitos, esta es la hora última. Ustedes han oído que viene el Anticristo;[8] pues bien, ahora han aparecido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la hora última.
1Jn 2:19  Ellos salieron de entre nosotros; pero en realidad no eran de los nuestros, porque si lo hubieran sido se habrían quedado con nosotros. Pero sucedió así para que se viera claramente que no todos son de los nuestros.
1Jn 2:20  Cristo, el Santo, los ha consagrado a ustedes con el Espíritu, [9] y todos ustedes tienen conocimiento.
1Jn 2:21  Les escribo, pues, no porque no conozcan la verdad, sino porque la conocen; y ustedes saben que ninguna mentira puede venir de la verdad.
1Jn 2:22  ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo.
1Jn 2:23  Cualquiera que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.
1Jn 2:24  Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y si lo que oyeron desde el principio queda en su corazón, también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre.
1Jn 2:25  Esto es precisamente lo que nos ha prometido Jesucristo: la vida eterna. [10]
1Jn 2:26  Les estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañarlos.
1Jn 2:27  Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, [11] y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.
1Jn 2:28  Ahora, hijitos, permanezcan unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga.
1Jn 2:29  y a que ustedes saben que Jesucristo es justo, deben saber también que todos los que hacen lo que es justo son hijos de Dios. 

 


 

1Jn 2:1  Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan un pecado. Y no obstante, si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo.
1Jn 2:2  Y él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1Jn 2:3  Y en esto tenemos el conocimiento de que hemos llegado a conocerlo, a saber, si continuamos observando sus mandamientos.
1Jn 2:4  El que dice: “Yo he llegado a conocerlo”, y sin embargo no está observando sus mandamientos, es mentiroso, y la verdad no está en esta [persona].
1Jn 2:5  Pero cualquiera que sí observa su palabra, verdaderamente en esta [persona] el amor a Dios ha sido perfeccionado. En esto tenemos el conocimiento de que estamos en unión con él.
1Jn 2:6  El que dice que permanece en unión con él está obligado él mismo también a seguir andando así como anduvo aquel.
1Jn 2:7  Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo que ustedes han tenido desde [el] principio. Este mandamiento viejo es la palabra que ustedes oyeron.
1Jn 2:8  Otra vez, les escribo un mandamiento nuevo, un hecho que es verdadero en el caso de él y en el de ustedes, porque la oscuridad va pasando y la luz verdadera ya está resplandeciendo.
1Jn 2:9  El que dice que está en la luz y, sin embargo, odia a su hermano, está en la oscuridad hasta ahora mismo.
1Jn 2:10  El que ama a su hermano permanece en la luz, y en el caso de él no hay causa de tropiezo.
1Jn 2:11  Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y está andando en la oscuridad, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad le ha cegado los ojos.
1Jn 2:12  Les escribo, hijitos, porque sus pecados les han sido perdonados por causa del nombre de él.
1Jn 2:13  Les escribo, padres, porque ustedes han llegado a conocer al que es desde [el] principio. Les escribo, jóvenes, porque han vencido al inicuo. Les escribo, niñitos, porque han llegado a conocer al Padre.
1Jn 2:14  Les escribo, padres, porque han llegado a conocer al que es desde [el] principio. Les escribo, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al inicuo.
1Jn 2:15  No estén amando ni al mundo ni las cosas [que están] en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él;
1Jn 2:16  porque todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo.
1Jn 2:17  Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1Jn 2:18  Niñitos, es la última hora, y, así como han oído que [el] anticristo viene, aun ahora ha llegado a haber muchos anticristos; del cual hecho adquirimos el conocimiento de que es la última hora.
1Jn 2:19  Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de nuestra clase; porque si hubieran sido de nuestra clase, habrían permanecido con nosotros. Pero [salieron], para que se mostrara a las claras que no todos son de nuestra clase.
1Jn 2:20  Y ustedes tienen una unción del santo; todos ustedes tienen conocimiento.
1Jn 2:21  Les escribo, no porque no conocen la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira se origina de la verdad.
1Jn 2:22  ¿Quién es el mentiroso si no es el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, también tiene al Padre.
1Jn 2:24  En cuanto a ustedes, que lo que han oído desde [el] principio permanezca en ustedes. Si lo que han oído desde [el] principio permanece en ustedes, ustedes también continuarán en unión con el Hijo y en unión con el Padre.
1Jn 2:25  Además, esta es la cosa prometida que él mismo nos prometió: la vida eterna.
1Jn 2:26  Estas cosas les escribo acerca de los que tratan de extraviarlos.
1Jn 2:27  Y en cuanto a ustedes, la unción que recibieron de él permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les esté enseñando; antes bien, como la unción de él les está enseñando acerca de todas las cosas, y es verdad y no es mentira, y así como les ha enseñado, permanezcan en unión con él.
1Jn 2:28  Ahora, pues, hijitos, permanezcan en unión con él, para que cuando él sea manifestado tengamos franqueza de expresión y no se nos haga apartarnos de él avergonzados al tiempo de su presencia.
1Jn 2:29  Si ustedes saben que él es justo, adquieren el conocimiento de que todo el que practica la justicia ha nacido de él.

 


 

1Jn 2:1  Yo los quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el Padre.
1Jn 2:2  Dios perdona nuestros pecados, y los de todo el mundo, porque Cristo se ofreció voluntariamente para morir por nosotros.
1Jn 2:3  Nosotros sabemos que conocemos a Dios porque obedecemos sus mandamientos.
1Jn 2:4  Si alguien dice: «Yo soy amigo de Dios», y no lo obedece, es un mentiroso y no dice la verdad.
1Jn 2:5  En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios.
1Jn 2:6  El que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús.
1Jn 2:7  Hermanos en Cristo, no les estoy dando un mandamiento nuevo. Les estoy repitiendo un mandamiento muy antiguo, que ustedes ya conocen: se trata del mismo mandamiento que Dios les dio desde el principio.
1Jn 2:8  Sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, y ya saben lo que significa, como también Cristo lo sabe. Él es la luz verdadera, que brilla cada vez más fuerte, y que hace que la oscuridad vaya disminuyendo.
1Jn 2:9  Si alguno dice que vive en la luz, pero odia a otro miembro de la iglesia, en realidad vive en una gran oscuridad.
1Jn 2:10  El que ama a los demás, vive bajo la brillante luz de Dios y no causa ningún problema a los de su iglesia.
1Jn 2:11  Pero el que odia a otro cristiano, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.
1Jn 2:12  Hijos míos, les escribo porque Dios les ha perdonado sus pecados por medio de lo que hizo Jesucristo.
1Jn 2:13  A ustedes, los mayores, les escribo porque conocen a Jesús, quien ya existía desde antes de que Dios creara el mundo. A ustedes, los jóvenes, les escribo también porque han sido valientes, han derrotado al diablo, y han aceptado con sinceridad el mensaje de Dios. Les he escrito a todos ustedes porque han conocido al Padre.
1Jn 2:15  No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre.
1Jn 2:16  Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. Y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos, y el orgullo de poseer muchas riquezas.
1Jn 2:17  Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.
1Jn 2:18  Hijos míos, ya estamos viviendo los últimos días, y el mundo pronto se acabará. Ustedes han escuchado que antes del fin vendrá el Enemigo de Cristo. Pues bien, yo quiero decirles que ya han aparecido muchos enemigos de Cristo, y por eso sabemos que estamos en los últimos días.
1Jn 2:19  Estos enemigos de Cristo se reunían con nosotros, pero en realidad no eran de nuestro grupo. Si hubieran sido de nuestro grupo, se habrían quedado con nosotros. Pero se apartaron del grupo para mostrar claramente que no todos los que se reúnen con nosotros son de los nuestros.
1Jn 2:20  Cristo, el Hijo de Dios, los ha apartado a ustedes del mundo, y les ha dado el Espíritu Santo, y todos ustedes conocen la verdad.
1Jn 2:21  Por eso les escribo, porque sé que ustedes conocen la verdad, y saben que quien la conoce no puede mentir.
1Jn 2:22  Entonces, ¿quién miente? Pues el que dice que Jesús no es el Mesías. ¡Ese es el Enemigo de Cristo, pues rechaza tanto a Dios el Padre como a Jesús el Hijo!
1Jn 2:23  Cualquiera que rechaza al Hijo, también rechaza al Padre. Y si alguien acepta al Hijo, también acepta al Padre.
1Jn 2:24  Por eso, no dejen de hacer ustedes lo que se les enseñó desde el principio. Si continúan haciéndolo, entonces vivirán siempre unidos al Hijo y al Padre,
1Jn 2:25  pues Cristo nos ha prometido la vida eterna.
1Jn 2:26  Les estoy escribiendo para advertirles sobre algunos que quieren engañarlos.
1Jn 2:27  Pero ustedes tienen al Espíritu Santo, que Cristo puso en ustedes. Por eso no necesitan que nadie les enseñe, pues el Espíritu de Dios les enseña todo; y lo que él enseña no es mentira, sino la verdad. Por eso, sigan las enseñanzas del Espíritu Santo, y manténganse siempre unidos a Cristo.
1Jn 2:28  Ahora, hijos míos, sigan unidos a Cristo. Así, cuando él regrese, lo estaremos esperando confiadamente y no pasaremos por la vergüenza de ser castigados.
1Jn 2:29  Como ustedes saben, Jesucristo hace todo lo que le agrada a Dios. Por eso, también deben saber que todo el que hace lo que a Dios le agrada, es hijo de Dios.

 


 

1Jn 2:1  Mis hijitos, les estoy escribiendo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos a Yahshúa Ha Mashíaj, el Tzaddik, quien ruega al Padre por amor a nosotros.
1Jn 2:2  También El es el Kapparah por nuestros pecados; y no solamente por nuestros pecados, sino también por los de todo el mundo.[2]
1Jn 2:3  La manera que podemos estar seguros que le conocemos, es si estamos obedeciendo Sus mandamientos.[3]
1Jn 2:4  Cualquiera que diga: “Yo le conozco,” pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.[4]
1Jn 2:5  Pero si alguno hace lo que El dice, entonces verdaderamente el amor por YAHWEH ha llegado a la meta en él. Por esto estamos seguros que estamos unidos con El.
1Jn 2:6  Una persona que declara que está continuamente en unión con El, debe conducir su vida en la forma que El lo hizo.[5]
1Jn 2:7  Queridos amigos, no les estoy escribiendo un mandamiento nuevo. Por el contrario, es un mandamiento viejo que han tenido desde el principio; el mandamiento viejo es el mensaje que han oído anteriormente.
1Jn 2:8  Sin embargo, les estoy escribiendo un mandamiento nuevo, y su verdad es vista tanto en El como en nosotros, porque la oscuridad va pasando, y la luz verdadera ya resplandece.
1Jn 2:9  Cualquiera que declare que está en esta luz y al mismo tiempo odia a su hermano, todavía está en la oscuridad.[6]
1Jn 2:10  La persona que permanece amando a su hermano, se mantiene en la luz, y no hay nada en él que lo pueda hacer tropezar.
1Jn 2:11  Pero la persona que odia a su hermano está en la oscuridad; sí, está caminando en la oscuridad, y no sabe hacia donde se dirige, porque su oscuridad ha cegado sus ojos.[7]
1Jn 2:12  A ustedes hijitos, les escribo, porque sus pecados han sido perdonados por amor de El.
1Jn 2:13  A ustedes padres, les escribo,[8] porque han conocido al que ha existido desde el principio. A ustedes jóvenes, les escribo, porque han vencido al maligno.
1Jn 2:14  A ustedes hijitos, les he escrito, porque han conocido al Padre. A ustedes padres, les he escrito, porque le han conocido, a El, que ha existido desde el principio. A ustedes jóvenes, les he escrito, porque son fuertes; la Palabra de YAHWEH permanece en ustedes, y han vencido al maligno.
1Jn 2:15  No amen al mundo ni las cosas del mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él;[9]
1Jn 2:16  porque todas las cosas del mundo: los deseos de la vieja naturaleza, los deseos de los ojos, y las pretensiones de la vida, no son del Padre, sino del mundo.[10]
1Jn 2:17  Y el mundo está . pasando, junto con sus deseos. Pero aquel que hace la voluntad de YAHWEH permanece para siempre.
1Jn 2:18  Hijitos, ésta es la Ultima Hora. Ustedes han oído que un Anti-Mashíaj viene; y de hecho, muchos Anti-Mashíaj se han levantado en estos tiempos, por esto conocemos que es la Ultima Hora.
1Jn 2:19  Ellos salieron de nosotros, pero no eran parte de nosotros, porque si hubieran sido parte de nosotros permanecerían con nosotros.[11]
1Jn 2:20  Pero ustedes han recibido la unción del Mashíaj, del HaKadosh, y saben todas estas cosas.
1Jn 2:21  No les he escrito como si ignoraran la verdad, sino porque sé que la conocen, y porque ninguna mentira tiene su origen en la verdad.[12]
1Jn 2:22  ¿Quién es el mentiroso, sino la persona que niega que Yahshúa es el Mashíaj?[13] Tal persona es un Anti-Mashíaj, está negando al Padre y al Hijo.
1Jn 2:23  Todos los que niegan al Hijo, están también sin el Padre,[14] pero la persona que reconoce al Hijo, también tiene al Padre.[15]
1Jn 2:24  Lo que han oído desde el principio permanezca en ustedes. Si lo que han oído desde el principio[16] permanece en ustedes, también ustedes permanecerán en unión con el Hijo y con el Padre.
1Jn 2:25  Y esto es lo que El nos ha prometido: Vida Eterna.
1Jn 2:26  Les he escrito estas cosas porque hay gente que tratan de engañarlos.
1Jn 2:27  En cuanto a ustedes, permanece la unción Mesiánica que recibieron del Padre. Así que, no tienen necesidad de ser enseñados por nadie.[17] Por el contrario, su unción Mesiánica continúa enseñándoles acerca de todas las cosas, y es la verdad, no una copia, así como El les enseñó, permanezcan unidos con El.
1Jn 2:28  Y ahora hijitos, permanezcan unidos con El; para que cuando aparezca, podamos tener confianza, y en su venida no quedemos rezagados en vergüenza.
1Jn 2:29  Si saben que El es justo, también deben saber que El es el Padre de todos los que practican justicia.

 


 

1Jn 2:1  "Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante Dios: Jesucristo, el Justo."
1Jn 2:2  "Él sacrificó su vida para quitar nuestros pecados y no sólo los nuestros, sino los de todo el mundo."
1Jn 2:3  Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si hacemos lo que él nos manda.
1Jn 2:4  "Alguien puede decir: ""Yo conozco a Dios"", pero si no obedece sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en su vida."
1Jn 2:5  Pues el amor llega a su perfección cuando uno obedece lo que Dios enseña. La prueba de que andamos bien con Dios es la siguiente:
1Jn 2:6  "el que dice que vive en Dios, debe vivir como vivió Jesús."
1Jn 2:7  "Mis queridos amigos, no les estoy escribiendo un nuevo mandamiento, sino el que han tenido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ustedes ya han oído."
1Jn 2:8  "Por otra parte, les estoy escribiendo este mandamiento nuevo que ha sido demostrado en la vida de Jesús y en la de ustedes, porque la oscuridad está llegando a su fin y ya brilla la verdadera luz."
1Jn 2:9  "El que dice que vive en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad."
1Jn 2:10  "El que ama a su hermano vive en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga caer en el pecado."
1Jn 2:11  "Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la falta de luz lo deja sin poder ver."
1Jn 2:12  "Hijitos, les escribo porque sus pecados han sido perdonados por Cristo."
1Jn 2:13  "Padres, les escribo porque conocen al que siempre ha existido. Jóvenes, les escribo porque han vencido al maligno."
1Jn 2:14  "Hijos, les escribo porque conocen al Padre. Padres, les escribo porque conocen al que siempre ha existido. Jóvenes, les escribo porque son fuertes; el mensaje de Dios vive en ustedes y han vencido al maligno."
1Jn 2:15  No sigan amando al mundo ni a lo que hay en él. Si alguno ama al mundo es porque no tiene el amor del Padre.
1Jn 2:16  "Esto es lo malo del mundo: desear cosas sólo por complacer nuestras malas pasiones; dejarnos atraer por lo malo que vemos y sentirnos orgullosos de las cosas que tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del mundo."
1Jn 2:17  "El mundo está llegando a su fin junto con los deseos que hay en él; pero el que hace lo que Dios quiere, vive para siempre."
1Jn 2:18  "Hijos, el fin está cerca. Y así como han escuchado que el enemigo de Cristo va a venir, han aparecido ahora muchos enemigos de Cristo; por esto sabemos que el fin está cerca."
1Jn 2:19  "Los enemigos de Cristo estaban entre nosotros pero se fueron, pues realmente no eran de los nuestros. Si ellos de verdad hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado, pero se fueron y así demostraron que ninguno de ellos era realmente de los nuestros."
1Jn 2:20  "Cristo, el Santo, les dio a todos ustedes el don del Espíritu. Así que todos conocen la verdad."
1Jn 2:21  "No les escribo porque no conozcan la verdad, sino porque la conocen y porque saben que ninguna mentira viene de la verdad."
1Jn 2:22  "¿Quién es mentiroso? El que dice que Jesús no es el Cristo. El que dice eso es el enemigo de Cristo, pues rechaza tanto al Padre como al Hijo."
1Jn 2:23  "El que no cree en el Hijo, no tiene al Padre; pero el que acepta al Hijo, también tiene al Padre."
1Jn 2:24  "Asegúrense de mantenerse en la enseñanza que se les dio desde el principio, y de esta manera permanecerán en el Hijo y en el Padre."
1Jn 2:25  Dios nos ha prometido la vida eterna.
1Jn 2:26  Esto que les escribo tiene que ver con aquellos que los llevan por un camino equivocado.
1Jn 2:27  "En cuanto a ustedes, tienen el Espíritu como un don que recibieron de Cristo. Ese don vive en ustedes y por eso no necesitan que nadie les enseñe. Su don les enseña todo porque es verdad y no mentira. Ustedes permanezcan en Cristo, así como ese don les enseñó."
1Jn 2:28  "Así que hijitos míos, continúen viviendo en Cristo. Si vivimos así, no tendremos ningún miedo ni pasaremos vergüenza ante él cuando regrese."
1Jn 2:29  "Si ustedes saben que Cristo es bueno, también saben que todo aquel que hace lo bueno es hijo de Dios."

 


 
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