Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  W74
 


  Apocalipsis 06

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Apo 6:1  Y vi que abrió el Cordero uno de los siete sellos; y oí uno de los cuatro vivientes, diciendo, cual con voz de trueno: «Ven y ve».
Apo 6:2  Y vi, y he aquí un corcel albo, y el sentado en él, teniendo arco, y diósele corona, y salió venciendo, y para vencer(a) .
Apo 6:3  Y, cuando abrió el sello, el segundo, oí al segundo viviente diciendo: «Ven».
Apo 6:4  Y salió otro corcel, rojizo, y al sentado en él diósele quitar la paz de la tierra y para que unos a otros se degollaran, y diósele cuchilla grande(b) .
Apo 6:5  Y, cuando abrió el sello el tercero, oí al tercer viviente diciendo: «Ven». Y vi, y he aquí un corcel negro, y él sentado en él, teniendo balanza en su mano.
Apo 6:6  Y oí cual voz en medio de los cuatro vivientes, diciendo: «Ración de trigo a denario, y tres raciones de cebada, a denario; y al aceite y al vino no dañes(c) .
Apo 6:7  Y, cuando abrió el sello el cuarto, oí voz del cuarto viviente, diciendo: «Ven».
Apo 6:8  Y vi, y he aquí un corcel jalde, y el sentado sobre él, —su nombre: «la muerte»; y el infierno seguíale, y dióseles potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar en espada, y en hambre y en muerte, y por las fieras de la tierra.
Apo 6:9  Y, cuando abrió el quinto sello, vi por debajo del altar las almas de los degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
Apo 6:10  Y clamaban con voz grande, diciendo: «¿Hasta cuándo, el Soberano, el santo y verdadero, no juzgas y vindicas nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra?
Apo 6:11  Y dióseles a cada uno estola alba, y díjoseles que reposaran todavía tiempo pequeño, hasta completarse, y sus consiervos y sus hermanos los que habían de ser matados cual, también ellos(d) .
Apo 6:12  Y vi, cuando abrió el sello el sexto, y terremoto grande fue, y el sol fue tornándose negro cual cilicio(e) , y la luna entera fue tornándose cual sangre,
Apo 6:13  y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como una higuera arroja sus higos invernizos, de viento grande sacudida:
Apo 6:14  y el cielo fue cediendo, como libro que se arrolla; y todo monte e isla de sus lugares moviéronse.
Apo 6:15  Y los reyes de la tierra y los magnates, y los tribunos, y los ricos, y los fuertes, y todo siervo y libre ocultáronse en las cavernas y en las peñas de los montes;
Apo 6:16  y dicen a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y ocultadnos de la faz del sentado en el trono, y de la ira del Cordero;
Apo 6:17  porque ha llegado el día el grande de la ira de ellos; ¿y quién se puede sostener?».

 


 

Apo 6:1  Así que el Cordero abrió el primero de los siete sellos, vi y oí a uno de los cuatro vivientes que decía con voz como de trueno:
Apo 6:2  Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer aún.
Apo 6:3  Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo viviente que decía: Ven.
Apo 6:4  Salió otro caballo, bermejo, y al que cabalgaba sobre él le fue concedido desterrar la paz de la tierra, y que se degollasen unos a otros, y le fue dada una gran espada.
Apo 6:5  Cuando abrió el sello tercero oí al tercer viviente que decía: Ven. Miré y vi un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Apo 6:6  Y oí como una voz en medio de los cuatro vivientes que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario, pero el aceite y el vino ni tocarlos.
Apo 6:7  Cuando abrió el sello cuarto oí la voz del cuarto viviente que decía: Ven.
Apo 6:8  Miré y vi un caballo bayo, y el que cabalgaba sobre él tenía por nombre Mortandad, y el infierno le acompañaba. Fueles dado poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por la espada, y con el hambre, y con la peste, y con las fieras de la tierra.
Apo 6:9  Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que guardaban.
Apo 6:10  Clamaban a grandes voces, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, Santo, Verdadero, no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la tierra? Y a cada uno le fue dada una túnica blanca, y les fue dicho que estuvieran callados un poco de tiempo aún, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Apo 6:11  (TEXTO OMITIDO)
Apo 6:12  Cuando abrió el sexto sello, oí y hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro como un saco de pelo de cabra, y la luna se tornó toda como de sangre,
Apo 6:13  y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra como la higuera deja caer sus higos sacudida por un viento fuerte,
Apo 6:14  y el cielo se enrolló como un libro que se enrolla, y todos los montes e islas se movieron en sus lugares.
Apo 6:15  Los reyes de la tierra, y los magnates, y los tribunos, y los ricos, y los poderosos, y todo siervo, y todo libre se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes.
Apo 6:16  Decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y ocultadnos de la cara del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero,
Apo 6:17  porque ha llegado el día grande de su ira, y ¿quién podrá tenerse en pie?

 


 

Apo 6:1  En el momento en que el Cordero rompía el primero de los siete sellos, oí que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno: "¡Acércate!"
Apo 6:2  Miré entonces, y vi salir un caballo blanco. El que lo montaba llevaba en la mano flechas y un arco, y le dieron una corona. Había vencido a sus enemigos, y salía dispuesto a seguir venciendo.
Apo 6:3  Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí que decía el segundo de los seres vivientes: "¡Acércate!"
Apo 6:4  Salió entonces un caballo rojizo. Y Dios le dio permiso al jinete de acabar con la paz del mundo y de hacer que unos a otros se mataran. Y le dieron una gran espada.
Apo 6:5  Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que decía el tercero de los seres vivientes: "¡Acércate!"
Luego vi un caballo negro. El que lo montaba llevaba una balanza en la mano.
Apo 6:6  Y de en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: "El salario de todo un día de trabajo sólo alcanzará para comprar un kilo de trigo o un kilo de cebada. ¡Pero no dañes ni el aceite ni el vino!"
Apo 6:7  Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí que decía el cuarto de los seres vivientes: "¡Acércate!"
Apo 6:8  Después vi un caballo pálido y amarillento. El que lo montaba se llamaba Muerte, y el representante del reino de la muerte lo seguía. Y los dos recibieron poder para matar a la cuarta parte de los habitantes de este mundo con guerras, hambres, enfermedades y ataques de animales salvajes.


El quinto sello
Apo 6:9  Cuando el Cordero rompió el quinto sello, debajo del altar vi las almas de los que habían sido asesinados por anunciar el mensaje de Dios.
Apo 6:10  Decían con fuerte voz: "Dios todopoderoso, tú eres santo y siempre dices la verdad. ¿Cuándo te vengarás de los que nos mataron? ¿Cuándo los castigarás?"
Apo 6:11  Entonces Dios les dio ropas blancas y les dijo que debían esperar un poco más, porque aún no habían muerto todos los cristianos que debían morir como ellos.


El sexto sello
Apo 6:12  Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré, y hubo un gran terremoto. El sol se oscureció y la luna se puso roja como la sangre.
Apo 6:13  Las estrellas cayeron del cielo a la tierra, como cae la fruta del árbol cuando un fuerte viento lo sacude.
Apo 6:14  Además, el cielo fue desapareciendo, como cuando se enrolla una hoja de pergamino, y todas las montañas y las islas fueron cambiadas de lugar.
Apo 6:15  Entonces todos los reyes de la tierra y toda la gente importante intentaron esconderse en las cuevas y entre las rocas de las montañas. Lo mismo hicieron los comandantes de los ejércitos, los ricos, los poderosos, los esclavos y los que eran libres.
Apo 6:16  Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas:
"¡Caigan sobre nosotros para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero!
Apo 6:17  Ha llegado el día en que Dios y el Cordero nos castigarán, y nadie podrá resistir el castigo".

 


 

Apo 6:1  Yo miré; y he ahí un caballo blanco, y el que lo montaba tenía un arco y se le dió una corona, y salió victorioso para continuar las victorias.
Apo 6:2  Y como hubiese abierto el segundo sello, oí al segundo animal, que decía: Ven y verás.
Apo 6:3  Y salió otro caballo rojo; y al que lo montaba se le concedió el poder de desterrar la paz de la tierra, y de hacer que los hombres se matasen unos a otros; y así, se le dio una gran espada.
Apo 6:4  Abierto que hubo el sello tercero, oí al tercer animal, que decía: Ven, y verás. Y vi un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en su mano.
Apo 6:5  Y oí cierta voz en medio de los cuatro animales, que decía: Dos libras de trigo valdrán un denario, y seis libras de cebada a denario también; mas al vino y al aceite no hagas daño.
Apo 6:6  Después que abrió el sello cuarto, oí una voz del cuarto animal, que decía: Ven y verás.
Apo 6:7  Y he ahí un caballo pálido y macilento, cuyo jinete tenía por nombre Muerte, y el infierno le iba siguiendo, y se le dió poder sobre las cuatro partes de la tierra para matar a los hombres a cuchillo, con hambre, con mortandad y por medio de las fieras de la tierra.
Apo 6:8  Y cuando hubo abierto el quinto sello, vi debajo o al pie del altar las almas de los que fueron muertos por la palabra de Dios y por ratificar su testimonio.
Apo 6:9  Y clamaban a grandes voces, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor (tú que eres santo y veraz), difieres hacer justicia y vengar nuestra sangre contra los que habitan en la tierra?
Apo 6:10  Se le dio luego a cada uno de ellos un ropaje o vestido blanco y se les dijo que descansasen o guardasen en paz un poco de tiempo, en tanto que se cumplía el número de sus consiervos y hermanos, que habían de ser martirizados también como ellos.
Apo 6:11  Vi así mismo cómo abrió el sexto sello; y al punto se sintió un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, o de cerda, y la luna se volvió toda roja como sangre.
Apo 6:12  Y las estrellas cayeron del cielo sobre la tierra, a la manera que una higuera, sacudida de un recio viento, deja caer sus brevas.
Apo 6:13  Y el cielo desapareció como un libro que es enrrollado; y todos los montes y las islas fueron movidos de sus lugares.
Apo 6:14  Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los tribunos, y los ricos, y los poderosos, y todos los hombres, así esclavos como libres, se escondieron en las grutas y entre las peñas de los montes;
Apo 6:15  y decían a los montes y peñascos: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel Señor que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero,
Apo 6:16  porque llegado es el día grande de la cólera de ambos, ¿y quién podrá soportarla?
Apo 6:17  Después de esto vi cuatro ángeles que estaban sobre los cuatro ángulos o puntos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplasen sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre árbol alguno.

 


 

Apo 6:1  Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos,  y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno:  Ven y mira.
Apo 6:2  Y miré,  y he aquí un caballo blanco;  y el que lo montaba tenía un arco;  y le fue dada una corona,  y salió venciendo,  y para vencer.
Apo 6:3  Cuando abrió el segundo sello,  oí al segundo ser viviente,  que decía:  Ven y mira.
Apo 6:4  Y salió otro caballo,  bermejo;  y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz,  y que se matasen unos a otros;  y se le dio una gran espada.
Apo 6:5  Cuando abrió el tercer sello,  oí al tercer ser viviente,  que decía:  Ven y mira.  Y miré,  y he aquí un caballo negro;  y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Apo 6:6  Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes,  que decía:  Dos libras de trigo por un denario,  y seis libras de cebada por un denario;  pero no dañes el aceite ni el vino.
Apo 6:7  Cuando abrió el cuarto sello,  oí la voz del cuarto ser viviente,  que decía:  Ven y mira.
Apo 6:8  Miré,  y he aquí un caballo amarillo,  y el que lo montaba tenía por nombre Muerte,  y el Hades le seguía;  y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra,  para matar con espada,  con hambre,  con mortandad,  y con las fieras de la tierra.
Apo 6:9  Cuando abrió el quinto sello,  vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
Apo 6:10  Y clamaban a gran voz,  diciendo:  ¿Hasta cuándo,  Señor,  santo y verdadero,  no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?
Apo 6:11  Y se les dieron vestiduras blancas,  y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo,  hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos,  que también habían de ser muertos como ellos.
Apo 6:12  Miré cuando abrió el sexto sello,  y he aquí hubo un gran terremoto;  y el sol se puso negro como tela de cilicio,  y la luna se volvió toda como sangre;
Apo 6:13  y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra,  como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
Apo 6:14  Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla;  y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Apo 6:15  Y los reyes de la tierra,  y los grandes,  los ricos,  los capitanes,  los poderosos,  y todo siervo y todo libre,  se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
Apo 6:16  y decían a los montes y a las peñas:  Caed sobre nosotros,  y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono,  y de la ira del Cordero;
Apo 6:17  porque el gran día de su ira ha llegado;  ¿y quién podrá sostenerse en pie?

 


 

Apo 6:1  Y miré cuando el Cordero hubo abierto el primer sello, y oí al primero de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve.
Apo 6:2  Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado encima de él, tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió victorioso, para que también venciese.
Apo 6:3  Y cuando él hubo abierto el segundo sello, oí al segundo animal, que decía: Ven y ve.
Apo 6:4  Y salió otro caballo bermejo, y al que estaba sentado sobre él, le fue dado poder de quitar la paz de la tierra; y que se maten unos a otros; y le fue dada una gran espada.
Apo 6:5  Y cuando él hubo abierto el tercer sello, oí al tercer animal, que decía: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado encima de él, tenía un yugo en su mano.
Apo 6:6  Y oí una voz en medio de los cuatro animales, que decía: Un cheniz de trigo por un denario, y tres chenizes de cebada por un denario; y no hagas daño al vino, ni al aceite.
Apo 6:7  Y cuando él hubo abierto el cuarto sello, oí la voz del cuarto animal, que decía: Ven y ve.
Apo 6:8  Y miré, y he aquí un caballo verde; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra.
Apo 6:9  Y cuando él hubo abierto el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían.
Apo 6:10  Y clamaban a alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?
Apo 6:11  Y les fueron dadas sendas ropas blancas, y les fue dicho que aun reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que sus compañeros consiervos, sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos fuesen cumplidos.
Apo 6:12  Y miré cuando él hubo abierto el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna fue hecha toda como sangre.
Apo 6:13  Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra; como la higuera echa sus higos cuando es movida de gran viento.
Apo 6:14  Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte e islas fueron movidas de sus lugares.
Apo 6:15  Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las piedras de los montes;
Apo 6:16  y decían a los montes y a las piedras: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
Apo 6:17  porque el gran día de su ira es venido, ¿y quién podrá estar delante de él?

 


 

Apo 6:1  And I saw when the Lamb opened one of the seals, and I heard, as it were the noise of thunder, one of the four beasts saying, Come and see.
Apo 6:2  And I saw, and behold a white horse: and he that sat on him had a bow; and a crown was given unto him: and he went forth conquering, and to conquer.
Apo 6:3  And when he had opened the second seal, I heard the second beast say, Come and see.
Apo 6:4  And there went out another horse that was red: and power was given to him that sat thereon to take peace from the earth, and that they should kill one another: and there was given unto him a great sword.
Apo 6:5  And when he had opened the third seal, I heard the third beast say, Come and see. And I beheld, and lo a black horse; and he that sat on him had a pair of balances in his hand.
Apo 6:6  And I heard a voice in the midst of the four beasts say, A measure of wheat for a penny, and three measures of barley for a penny; and see thou hurt not the oil and the wine.
Apo 6:7  And when he had opened the fourth seal, I heard the voice of the fourth beast say, Come and see.
Apo 6:8  And I looked, and behold a pale horse: and his name that sat on him was Death, and Hell followed with him. And power was given unto them over the fourth part of the earth, to kill with sword, and with hunger, and with death, and with the beasts of the earth.
Apo 6:9  And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
Apo 6:10  And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
Apo 6:11  And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
Apo 6:12  And I beheld when he had opened the sixth seal, and, lo, there was a great earthquake; and the sun became black as sackcloth of hair, and the moon became as blood;
Apo 6:13  And the stars of heaven fell unto the earth, even as a fig tree casteth her untimely figs, when she is shaken of a mighty wind.
Apo 6:14  And the heaven departed as a scroll when it is rolled together; and every mountain and island were moved out of their places.
Apo 6:15  And the kings of the earth, and the great men, and the rich men, and the chief captains, and the mighty men, and every bondman, and every free man, hid themselves in the dens and in the rocks of the mountains;
Apo 6:16  And said to the mountains and rocks, Fall on us, and hide us from the face of him that sitteth on the throne, and from the wrath of the Lamb:
Apo 6:17  For the great day of his wrath is come; and who shall be able to stand?

 


 

Apo 6:1  Y seguí viendo: Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz como de trueno: «Ven».
Apo 6:2  Miré y había un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor, y para seguir venciendo.
Apo 6:3  Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo Viviente que decía: «Ven».
Apo 6:4  Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande.
Apo 6:5  Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer Viviente que decía: «Ven». Miré entonces y había un caballo negro; el que lo montaba tenía en la mano una balanza,
Apo 6:6  y oí como una voz en medio de los cuatro Vivientes que decía: «Un litro de trigo por denario, tres litros de cebada por un denario. Pero no causes daño al aceite y al vino.»
Apo 6:7  Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto Viviente que decía: «Ven».
Apo 6:8  Miré entonces y había un caballo verdoso; el que lo montaba se llamaba Muerte, y el Hades le seguía. Se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra, = para matar con la espada, con el hambre, con la peste y con las fieras de la tierra. =
Apo 6:9  Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron.
Apo 6:10  Se pusieron a gritar con fuerte voz: «¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra?»
Apo 6:11  Entonces se le dio a cada uno un vestido blanco y se les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a ser muertos como ellos.
Apo 6:12  Y seguí viendo. Cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto; y el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre,
Apo 6:13  = y las estrellas del cielo cayeron = sobre la tierra, = como la higuera = suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte;
Apo 6:14  y = el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, = y todos los montes y las islas fueron removidos de sus asientos;
Apo 6:15  y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, = se ocultaron en las cuevas y en las peñas = de los montes.
Apo 6:16  Y = dicen a los montes = y las peñas: = «Caed sobre nosotros = y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero.
Apo 6:17  Porque ha llegado = el Gran Día de su cólera y ¿quién podrá sostenerse?» =

 


 

Apo 6:1  Luego vi cuando el Cordero rompía el primero de los siete sellos, y oí que uno de aquellos cuatro seres vivientes decía con voz que parecía un trueno: "¡Ven!"
Apo 6:2  Miré, y vi un caballo blanco, [1] y el que lo montaba llevaba un arco en la mano. Se le dio una corona, y salió triunfante y para triunfar.
Apo 6:3  Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí que el segundo de los seres vivientes decía: "¡Ven!"
Apo 6:4  y salió otro caballo. Era de color rojo, y el que lo montaba recibió poder para quitar la paz del mundo y para hacer que los hombres se mataran unos a otros; y se le dio una gran espada.
Apo 6:5  Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que el tercero de los seres vivientes decía: "¡Ven!" Miré, y vi un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Apo 6:6  y en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: "Solamente un kilo de trigo por el salario de un día, y tres kilos de cebada por el salario de un día; pero no eches a perder el aceite ni el vino."
Apo 6:7  Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí que el cuarto de los seres vivientes decía: "¡Ven!"
Apo 6:8  Miré, y vi un caballo amarillento, y el que lo montaba se llamaba Muerte. Tras él venía el que representaba al reino de la muerte, y se les dio poder sobre la cuarta parte del mundo, para matar con guerras, con hambres, con enfermedades y con las fieras de la tierra.
Apo 6:9  Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a los que habían sido degollados por haber proclamado el mensaje de Dios y haber sido fieles a su testimonio.
Apo 6:10  Decían con fuerte voz: "Soberano santo y fiel, ¿cuándo juzgarás a los habitantes de la tierra y vengarás nuestra muerte?"
Apo 6:11  Entonces se les dieron ropas blancas, [2] y se les dijo que descansaran aún por un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus hermanos que, en el servicio a Dios, tenían que ser muertos como ellos.
Apo 6:12  Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré, y hubo un gran terremoto. El sol se volvió negro, como ropa de luto; toda la luna se volvió roja, como la sangre,
Apo 6:13  y las estrellas cayeron del cielo a la tierra, como caen los higos verdes de la higuera cuando esta es sacudida por un fuerte viento.
Apo 6:14  El cielo desapareció como un papel que se enrolla, y todas las montañas y las islas fueron removidas de su lugar.
Apo 6:15  y los reyes del mundo se escondieron en las cuevas y entre las rocas de las montañas, junto con los grandes, los jefes militares, los ricos, los poderosos y todos los esclavos y los hombres libres;
Apo 6:16  y decían a las montañas y a las rocas: "¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero!
Apo 6:17  Porque ha llegado y a el gran día del castigo, ¿y quién podrá resistir?"

 


 

Apo 6:1  Y vi cuando el Cordero abrió uno de los siete sellos, y oí a una de las cuatro criaturas vivientes decir con voz como de trueno: “¡Ven!”.
Apo 6:2  Y vi, y, ¡miren!, un caballo blanco; y el que iba sentado sobre él tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo y para completar su victoria.
Apo 6:3  Y cuando abrió el segundo sello, oí a la segunda criatura viviente decir: “¡Ven!”.
Apo 6:4  Y salió otro, un caballo de color de fuego; y al que iba sentado sobre él se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; y le fue dada una gran espada.
Apo 6:5  Y cuando abrió el tercer sello, oí a la tercera criatura viviente decir: “¡Ven!”. Y vi, y, ¡miren!, un caballo negro; y el que iba sentado sobre él tenía en su mano una balanza.
Apo 6:6  Y oí una voz como si fuera en medio de las cuatro criaturas vivientes decir: “Un litro de trigo por un denario, y tres litros de cebada por un denario; y no dañes el aceite de oliva ni el vino”.
Apo 6:7  Y cuando abrió el cuarto sello, oí la voz de la cuarta criatura viviente decir: “¡Ven!”.
Apo 6:8  Y vi, y, ¡miren!, un caballo pálido; y el que iba sentado sobre él tenía el nombre Muerte. Y el Hades venía siguiéndolo de cerca. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con una espada larga y con escasez de alimento y con plaga mortífera y por las bestias salvajes de la tierra.
Apo 6:9  Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener.
Apo 6:10  Y clamaban con voz fuerte, y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”.
Apo 6:11  Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.
Apo 6:12  Y vi cuando abrió el sexto sello, y ocurrió un gran terremoto; y el sol se puso negro como saco de pelo, y la luna entera se puso como sangre,
Apo 6:13  y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como cuando una higuera sacudida por un viento fuerte echa sus higos aún no maduros.
Apo 6:14  Y el cielo se apartó como un rollo que se va enrollando, y toda montaña y [toda] isla fueron removidas de sus lugares.
Apo 6:15  Y los reyes de la tierra y los de primer rango y los comandantes militares y los ricos y los fuertes y todo esclavo y [toda] persona libre se escondieron en las cuevas y en las masas rocosas de las montañas.
Apo 6:16  Y siguen diciendo a las montañas y a las masas rocosas: “Caigan sobre nosotros y escóndannos del rostro del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero,
Apo 6:17  porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, y ¿quién puede estar de pie?”.

 


 

Apo 6:1  En el momento en que el Cordero rompía el primero de los siete sellos, oí que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno: «¡Acércate!»
Apo 6:2  Miré entonces, y vi salir un caballo blanco. El que lo montaba llevaba en la mano flechas y un arco, y le dieron una corona. Había vencido a sus enemigos, y salía dispuesto a seguir venciendo.
Apo 6:3  Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí que decía el segundo de los seres vivientes: «¡Acércate!»
Apo 6:4  Salió entonces un caballo rojizo. Y Dios le dio permiso al jinete de acabar con la paz del mundo, y de hacer que unos a otros se mataran. Y le dieron una gran espada.
Apo 6:5  Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que decía el tercero de los seres vivientes: «¡Acércate!» Luego vi un caballo negro. El que lo montaba llevaba una balanza en la mano.
Apo 6:6  Y de en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: «El salario de todo un día de trabajo sólo alcanzará para comprar un kilo de trigo o tres kilos de cebada. ¡Pero no subas el precio del aceite ni del vino!»
Apo 6:7  Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí que decía el cuarto de los seres vivientes: «¡Acércate!»
Apo 6:8  Después vi un caballo pálido y amarillento. El que lo montaba se llamaba Muerte, y lo seguía el representante del reino de la muerte. Y los dos recibieron poder para matar a la cuarta parte de los habitantes de este mundo, con guerras, hambres, enfermedades y ataques de animales salvajes.
Apo 6:9  Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a las almas de los que habían sido asesinados por anunciar el mensaje de Dios.
Apo 6:10  Decían con fuerte voz: «Dios todopoderoso, tú eres santo y siempre dices la verdad. ¿Cuándo te vengarás de los que nos mataron? ¿Cuándo los castigarás?»
Apo 6:11  Entonces Dios les dio ropas blancas, y les dijo que debían esperar un poco más, porque aún no habían muerto todos los cristianos que debían morir como ellos.
Apo 6:12  Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré, y hubo un gran terremoto. El sol se oscureció, y la luna se puso roja como la sangre.
Apo 6:13  Las estrellas cayeron del cielo a la tierra, como cae la fruta del árbol cuando un fuerte viento lo sacude.
Apo 6:14  Además, el cielo fue desapareciendo, como cuando se enrolla una hoja de pergamino, y todas las montañas y las islas fueron llevadas a otro lugar.
Apo 6:15  Entonces todos los reyes de la tierra, y toda la gente importante, intentaron esconderse en las cuevas y entre las rocas de las montañas. Lo mismo hicieron los comandantes de los ejércitos, los ricos, los poderosos, los esclavos y los que eran libres.
Apo 6:16  Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros, para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero!
Apo 6:17  Ha llegado el día en que Dios y el Cordero nos castigarán, y nadie podrá resistir el castigo.»

 


 

Apo 6:1  Y vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como en voz de trueno: "¡Vete!"[44]
Apo 6:2  Miré, y allí delante de mí había un caballo blanco; su jinete tenía un arco y le fue dada una corona; y salió cabalgando, como un conquistador, para conquistar.[45]
Apo 6:3  Cuando rompió el segundo sello, oí al segundo ser viviente decir: "¡Vete!"
Apo 6:4  Otro caballo salió, uno rojo; y a su jinete se le dio el poder para quitar la paz de la tierra y hacer que la gente se asesinaran unos a otros, a él se le dio una gran espada.
Apo 6:5  Cuando rompió el tercer sello, oí al tercer ser viviente decir: "¡Vete!" Miré y allí delante de mí había un caballo negro, y su jinete tenía una balanza en la mano.
Apo 6:6  Entonces oí lo que sonó como una voz de entre los cuatro seres vivientes, que dijo: "¡Dos libras de trigo por el jornal de un día! ¡Seis libras de cebada por el mismo precio! ¡Pero no dañen el aceite ni el vino!"
Apo 6:7  Cuando rompió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "¡Vete!"
Apo 6:8  Miré y allí delante de mí había un caballo pálido con aspecto enfermizo. El nombre de su jinete era Muerte, y el Sheol le seguía detrás. Le fue dada la autoridad para matar a una cuarta parte del mundo por guerra, por hambruna, por plagas y con los animales salvajes de la tierra.
Apo 6:9  Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por proclamar la Palabra de YAHWEH, esto es, por dar testimonio.[46]
Apo 6:10  Ellos gritaban a gran voz: "Rey Soberano, HaKadosh, el Unico verdadero. ¿Cuánto tiempo antes de que juzgues a la gente de la tierra y tomes venganza de nuestra sangre?"
Apo 6:11  A cada uno le fue dada una vestidura blanca, y les fue dicho que esperaran un poco más, hasta completar el número de sus consiervos y de sus hermanos, que serian muertos igual que ellos.[47]
Apo 6:12  Entonces miré cuando El rompió el sexto sello, y hubo un gran terremoto; el sol se puso negro como ropa usada en luto y la luna llena se volvió color rojo sangre.
Apo 6:13  Las estrellas del cielo cayeron a la tierra, así como caen los higos a tierra cuando el árbol de higos es estremecido por un fuerte viento.[48]
Apo 6:14  Y el cielo retrocedió como un pergamino que se enrolla, y toda montaña e isla fueron movidas de su lugar.
Apo 6:15  Entonces los reyes de la tierra, los gobernantes, los generales, los ricos y poderosos; en verdad todos, esclavo y libre, se escondieron en cuevas y entre las rocas y las montañas;
Apo 6:16  y dijeron a las montañas y rocas: "¡Caigan sobre nosotros, y escóndannos[Os 10:8] de la faz del que está sentado en su trono, y de la furia del Cordero!
Apo 6:17  Porque el Gran Día de la furia ha llegado, y ¿quién lo puede soportar?"[49]

 


 

Apo 6:1  "Cuando el Cordero rompió el primer sello, oí a una de las cuatro criaturas que decía con voz de trueno: ""¡Ven!"""
Apo 6:2  "Entonces vi que delante de mí había un caballo blanco. Su jinete tenía un arco, recibió una corona y salió con ánimo triunfante para vencer una vez más."
Apo 6:3  "Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí que la segunda criatura decía: ""¡Ven!"""
Apo 6:4  "Entonces salió otro caballo rojo como el fuego. Su jinete había recibido el poder de quitar la paz de la tierra y hacer que la gente se matara entre sí, y para ello se le dio una gran espada."
Apo 6:5  "Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí a la tercera criatura que decía: ""¡Ven!"" Entonces vi delante de mí a un caballo negro y a su jinete con una balanza en la mano."
Apo 6:6  "Y escuché algo como una voz que salía de entre las cuatro criaturas y decía: ""Un kilo de trigo o tres kilos de cebada por el salario de un día, pero que no haya escasez ni de aceite ni de vino""."
Apo 6:7  "Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí la voz de la cuarta criatura que decía: ""¡Ven!"""
Apo 6:8  "Entonces miré y delante de mí había un caballo amarillento. Su jinete se llamaba Muerte y el Hades lo seguía muy de cerca. A ellos se les dio el poder sobre la cuarta parte del mundo para poder matar a la gente por medio de la guerra, del hambre, de las enfermedades y de los animales salvajes."
Apo 6:9  "Cuando el Cordero rompió el quinto sello, miré debajo del altar y vi las almas de quienes habían sido asesinados por ser fieles al mensaje de Dios y al testimonio que habían recibido."
Apo 6:10  "Gritaban muy fuerte: ""Señor santo y verdadero, ¿cuándo vas a juzgar a los habitantes de la tierra y a castigarlos por habernos asesinado?"""
Apo 6:11  Cada uno recibió una vestidura blanca y se les dijo que esperaran un poco más porque aún había algunos hermanos y siervos de Cristo que debían ser asesinados como habían sido asesinados ellos.
Apo 6:12  "Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré y hubo un gran terremoto. El sol se oscureció como si estuviera de luto y la luna se puso toda roja como la sangre."
Apo 6:13  "Las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como los higos verdes caen de la higuera cuando soplan fuertes vientos."
Apo 6:14  El cielo desapareció como un pergamino que se enrolla y todas las montañas e islas se movieron de su lugar.
Apo 6:15  "La gente se escondió en cuevas y detrás de las rocas de las montañas. Todos se escondieron: reyes, gobernantes, generales; ricos y poderosos, esclavos y libres."
Apo 6:16  "Todos les decían a las montañas y a las rocas: ""Caigan sobre nosotros y escóndannos del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero."
Apo 6:17  "El gran día de su ira ha llegado y nadie podrá sobrevivir""."

 


 
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