Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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 BibliadeEstudioAdventistaEvangelio.Marcos: 02.BibliadeEstudioAdventista

La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de Lucas.


 

Mar 2:1  Y, entrando de nuevo en Cafarnaúm, días después, se oyó que está en casa;
Mar 2:2  y juntáronse muchos, que ya no cabían ni delante de la puerta, y hablábales la palabra.
Mar 2:3  Y vienen trayendo a él un paralítico alzado por cuatro.
Mar 2:4  Y, no pudiéndole traer hasta él, a causa de la turba, destejaron el techo donde estaba, y perforando, descolgaron la camilla en que el paralítico yacía.
Mar 2:5  Y, viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, perdonados te están los pecados».
Mar 2:6  Y estaban algunos de los escribas allí sentados y considerando en sus corazones:
Mar 2:7  «¿Qué? ¿éste de este modo habla? Blasflema; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?»
Mar 2:8  Y luego, conociendo Jesús en su espíritu que así consideraban dentro de sí, díceles: «¿Qué? ¿esto consideráis en vuestros corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil: decir al paralítico: «Perdonados te están tus pecados»; o decir: «Levántate y coge tu camilla, y paséate?»
Mar 2:10  Pero para que sepáis que poder tiene el Hijo del hombre de perdonar pecados sobre la tierra; —(dice al paralítico):—
Mar 2:11  «Te digo, levanta, alza tu camilla y vete a tu casa».
Mar 2:12  Y levantóse y luego alzando la camilla, salióse delante de todos; que se extasiaron todos y glorificaron a Dios, diciendo que «así jamás hemos visto».
Mar 2:13  Y, salió de nuevo junto a la mar y toda la turba venía a él, y enseñábalos.
Mar 2:14  Y, pasando, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el telonio, y dícele: «Sígueme». Y, levantándose, siguióle.
Mar 2:15  Y acontece que, recostándose(a)  él en la casa de él, también muchos publicanos(b)  y pecadores se recostaron junto con Jesús y sus discípulos; pues eran muchos(c)  y le seguían.
Mar 2:16  Y los escribas de los fariseos, viendo que come con los pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: que «¿con los publicanos y los pecadores come?»
Mar 2:17  Y, oyendo Jesús, díceles: que «no necesidad tienen los fuertes de médico, sino los que mal están. No he venido a llamar justos, sino pecadores».
Mar 2:18  Y estaban los discípulos de Juan y los fariseos ayunando. Y vienen y dícenle: «¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, y los tuyos no ayunan?»
Mar 2:19  Y díjoles Jesús: «¿Acaso pueden los hijos del tálamo, mientras el Esposo está con ellos, ayunar? Cuanto tiempo tuvieren consigo al Esposo, no pueden ayunar;
Mar 2:20  mas, vendrán días, cuando les será quitado el Esposo, y entonces ayunarán en aquel día.
Mar 2:21  Nadie remiendo de paño no abatanado(d)  zurce en vestido viejo; que, si no, tira la plenitud(e)  la nueva de lo viejo, y peor rotura se hace.
Mar 2:22  Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; que, si no, romperá el vino los odres, y el vino se pierde y los odres. (Empero ¡vino nuevo en odres nuevos!)».
Mar 2:23  Y aconteció que en el sábado fue pasando por los sembrados, y sus discípulos empezaron a caminar arrancando las espigas.
Mar 2:24  Y los fariseos le decían: «Mira qué hacen en el sábado: lo que no es lícito».
Mar 2:25  Y les decía: «¿Jamás habéis leído qué hizo David, cuando necesidad tuvo y hambreó él y los con él?
Mar 2:26  ¿Cómo entró en la casa de Dios, bajo Abiatar, sumo sacerdote, y los panes de la proposición comió, que no es lícito comer sino a los sacerdotes, y dio también a los que con él estaban?»
Mar 2:27  Y decíales: «El sábado por el hombre ha sido hecho, y no el hombre por el sábado.
Mar 2:28  Así que señor es el Hijo del hombre también del sábado.»

 


 

Mar 2:1  Entrando de nuevo, después de algunos días en Cafarnaúm, se supo que estaba en casa,
Mar 2:2  y se juntaron tantos, que ni aun en el patio cabían, y El les hablaba.
Mar 2:2  Nadie cose un pedazo de paño sin tundir en un vestido viejo; pues el remiendo nuevo se llevaría lo viejo, y la rotura sería mayor."
Mar 2:3  Vinieron trayéndole un paralítico, que llevaban entre cuatro.
Mar 2:4  No pudiendo presentárselo a causa de la muchedumbre, descubrieron el terrado por donde El estaba, y, hecha una abertura, descolgaron la camilla en que yacía el paralítico.
Mar 2:5  Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Mar 2:6  Estaban sentados allí algunos escribas, que pensaban entre sí:
Mar 2:7  ¿Cómo habla así éste? ¡Blasfema! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Mar 2:8  Y luego, conociendo Jesús, con su espíritu, que así discurrían en su interior, les dice: ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu camilla y vete?
Mar 2:10  Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados — se dirige al paralítico —,
Mar 2:11  yo te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Mar 2:12  El se levantó, y, tomando luego la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos se maravillaban, y glorificaban a Dios diciendo: Jamás hemos visto cosa tal.
Mar 2:13  Salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la muchedumbre se llegó a El, y les enseñaba.
Mar 2:14  Al pasar vio a Leví el de Alfeo sentado al telonio, y le dijo: Sígueme. El, levantándose, le siguió.
Mar 2:15  Estando sentado a la mesa en casa de éste, muchos publícanos y pecadores estaban recostados con Jesús y con sus discípulos, que eran muchos de los que le seguían.
Mar 2:16  Los escribas y fariseos, viendo que comía con pecadores y publícanos, decían a sus discípulos: Pero ¿es que come con publícanos y pecadores?
Mar 2:17  Y oyéndolo Jesús les dijo: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos; ni he venido yo a llamar a los justos, sino a los pecadores."
Mar 2:18  Los discípulos de Juan y de los fariseos ayunaban. Vienen, pues, y le dicen: ¿Por qué, ayunando los discípulos de Juan y los de los fariseos, tus discípulos no ayunan?
Mar 2:19  Y Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los compañeros del esposo ayunar mientras está con ellos el esposo? Mientras tienen con ellos al esposo, no pueden ayunar.
Mar 2:20  Pero días vendrán en que les arrebatarán al esposo; entonces ayunarán."
Mar 2:22  Ni echa nadie vino nuevo en cueros viejos, pues el vino rompería los cueros y se perderían vinos y cueros; el vino nuevo se echa en cueros nuevos."
Mar 2:23  Caminando El a través de las mieses en día de sábado, sus discípulos, mientras iban, comenzaron a arrancar espigas.
Mar 2:24  Los fariseos le dijeron: Mira, ¿cómo hacen en sábado lo que no está permitido?
Mar 2:25  Y les dijo: ¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre él y los suyos?
Mar 2:26  ¿Cómo entró en la casa de Dios, bajo el pontífice Abiatar, y comió los panes de la proposición, que no es lícito comer sino a los sacerdotes, y los dio asimismo a los suyos?
Mar 2:27  Y añadió: El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.
Mar 2:28  Y dueño del sábado es el Hijo del hombre.

 


 

Mar 2:1  Después de varios días, Jesús regresó al pueblo de Cafarnaúm. Apenas se supo que Jesús estaba en casa,
Mar 2:2  mucha gente fue a verlo. Era tanta la gente que ya no cabía nadie más frente a la entrada. Entonces Jesús comenzó a anunciarles las buenas noticias.
Mar 2:3  De pronto, llegaron a la casa cuatro personas. Llevaban en una camilla a un hombre que nunca había podido caminar.
Mar 2:4  Como había tanta gente, subieron al techo y abrieron un agujero. Por allí bajaron al enfermo en la camilla donde estaba acostado.
Mar 2:5  Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus pecados.»
Mar 2:6  Al oír lo que Jesús le dijo al paralítico, unos maestros de la Ley que allí estaban pensaron:
Mar 2:7  «¿Cómo se atreve este a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados.»
Mar 2:8  Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les dijo: «¿Por qué piensan así?
Mar 2:9  Díganme, ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo?
Mar 2:10  Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados.» Entonces le dijo al que no podía caminar:
Mar 2:11  «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»
Mar 2:12  En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: «¡Nunca habíamos visto nada como esto!»
Mar 2:13  Después de esto, Jesús fue otra vez a la orilla del Lago de Galilea. Mucha gente se reunió a su alrededor, y él se puso a enseñarles.
Mar 2:14  Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Mateo hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: «Sígueme.» Mateo se levantó enseguida y lo siguió.
Mar 2:15  Más tarde, Jesús y sus discípulos estaban cenando en la casa de Mateo. Muchos de los que cobraban impuestos, y otras personas de mala fama que ahora seguían a Jesús, también fueron invitados a la cena.
Mar 2:16  Cuando algunos maestros de la Ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con toda esa gente, les preguntaron a los discípulos: —¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con gente de mala fama?
Mar 2:17  Jesús los oyó y les contestó: —Los que necesitan al médico son los enfermos, no los sanos. Y yo vine a invitar a los pecadores para que regresen a Dios, no a los que se creen buenos.
Mar 2:18  Una vez, los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando. Algunas personas fueron a donde estaba Jesús y le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no ayunan? Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos sí lo hacen.
Mar 2:19  Jesús les respondió: —Los invitados a una fiesta de bodas no ayunan mientras el novio está con ellos;
Mar 2:20  pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces los invitados ayunarán.
Mar 2:21  »Si un vestido viejo se rompe, nadie le pone un parche de tela nueva; porque al lavarse el vestido, la tela nueva se encoge y el hueco se hace más grande.
Mar 2:22  »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejo; porque al fermentar el vino nuevo hace que el cuero viejo se reviente. Así el vino nuevo se pierde, y los recipientes también. Por eso hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.
Mar 2:23  Un sábado, mientras Jesús y sus discípulos iban por un campo sembrado de trigo, los discípulos comenzaron a arrancar espigas.
Mar 2:24  Cuando los fariseos vieron esto, le dijeron a Jesús: —¡Mira lo que hacen tus discípulos! ¿Acaso no saben que está prohibido arrancar espigas en el día de descanso?
Mar 2:25  Jesús les respondió: —¿No han leído ustedes en la Biblia lo que hizo el rey David, cuando Abiatar era el jefe de los sacerdotes? David y sus compañeros sufrían gran necesidad y tenían mucha hambre. Entonces David entró en la casa de Dios y comió del pan especial, que sólo a los sacerdotes les estaba permitido comer, y lo compartió con sus compañeros. Además les dijo:
Mar 2:27  —El sábado se hizo para el bien de los seres humanos, y no los seres humanos para el bien del sábado.
Mar 2:28  Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.

 


 

Mar 2:1  Al cabo de algunos días volvió a entrar en Cafarnaúm.
Mar 2:2  Y corriendo la voz de que estaba en la casa, acudieron muchos, en tanto número, que no cabían delante de la puerta; y él les anunciaba la palabra.
Mar 2:3  Entonces llegaron unos conduciendo a cierto paralítico que llevaban entre cuatro;
Mar 2:4  y no pudiendo presentárselo por el gentío que estaba alrededor, descubrieron el techo por la parte bajo la cual estaba Jesús , y por su abertura descolgaron la camilla en que yacía el paralítico.
Mar 2:5  Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Mar 2:6  Estaban allí sentados algunos escribas, y decían en su interior:
Mar 2:7  ¿Qué es lo que éste habla? Este hombre blasfema: ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios?
Mar 2:8  Mas como Jesús penetrase al momento con su espíritu esto mismo que interiormente pensaban, les dijo: ¿Qué andáis revolviendo esos pensamientos en vuestros corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate, toma tu camilla y camina?
Mar 2:10  Pues para que sepáis que el que se llama Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados: Levántate (dijo al paralítico):
Mar 2:11  Yo te lo digo; coge tu camilla y vete a tu casa.
Mar 2:12  Y al instante se puso en pie, y cargando con su camilla, se marchó a vista de todo el mundo; de forma que todos estaban pasmados, y dando gloria a Dios decían: Jamás habíamos visto cosa semejante.
 
Mar 2:13  Otra vez salió hacia el mar, y todas las gentes se iban tras él, y las adoctrinaba.
Mar 2:14  Al paso vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el banco o mesa de los tributos, y le dijo: Sígueme; y levantándose al instante, lo siguió.
Mar 2:15  Aconteció después estando a la mesa en casa de éste, que muchos publicanos y gentes de mala vida se pusieron a ella con Jesús y sus discípulos; porque aun entre ellos eran muchos los que lo seguían.
Mar 2:16  Mas los escribas y fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, decían a sus discípulos: ¿Cómo es que vuestro maestro come y bebe con publicanos y pecadores?
Mar 2:17  Habiéndolo oído Jesús , les dijo: Los que están buenos no necesitan médico, sino los que están enfermos; así, yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Mar 2:18  Siendo también los discípulos de Juan y los fariseos muy dados al ayuno, vinieron a preguntarle: ¿No nos dirás por qué ayunando los discípulos de Juan y los de los fariseos, no ayunan tus discípulos?
Mar 2:19  Les respondió Jesús : ¿Cómo es posible que los compañeros del esposo en las bodas ayunen, el esposo está en su compañía? Mientras tienen consigo al esposo no pueden ellos ayunar.
Mar 2:20  Tiempo vendrá en que les quitarán al esposo; y entonces será cuando ayunarán.
Mar 2:21  Nadie cose un retazo de paño nuevo en un vestido viejo; de otra suerte, el remiendo nuevo rasga lo viejo, y se hace mayor el daño.
Mar 2:22  Tampoco echa nadie vino nuevo en cueros viejos, porque romperá el vino los cueros, y se derramará el vino, y los cueros se perderán. Por tanto, el vino nuevo en cueros nuevos debe meterse.
Mar 2:23  En otra ocasión, caminando el Señor junto a unos sembrados un día de sábado, sus discípulos se adelantaron y empezaron a coger espigas, y a comer el grano.
Mar 2:24  Sobre lo cual le decían los fariseos: ¿Cómo es que hacen lo que no es lícito en sábado?
Mar 2:25  Y él respondió: ¿No habéis vosotros jamás leído lo que hizo David en la necesidad en que se vio, cuando se halló acosado del hambre, así él como los que le acompañaban?
Mar 2:26  ¿Cómo entró en la casa de Dios en tiempo de Abiatar, príncipe de los sacerdotes, y comió los panes de la proposición, de que no era lícito comer sino a los sacerdotes, y dio de ellos a los que le acompañaban?
Mar 2:27  Y les añadió: El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado.
Mar 2:28  En fin, el Hijo del hombre aun del sábado es dueño.

 


 

Mar 2:1 

Jesús sana a un paralítico
  Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
Mar 2:2  E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.
Mar 2:3  Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
Mar 2:4  Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Mar 2:5  Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Mar 2:6  Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
Mar 2:7  ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Mar 2:8  Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?
Mar 2:10  Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):
Mar 2:11  A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Mar 2:12  Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.

Llamamiento de Leví
(Mt. 9.9-13; Lc. 5.27-32)
 
Mar 2:13  Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba.
Mar 2:14  Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
Mar 2:15  Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.
Mar 2:16  Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?
Mar 2:17  Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

La pregunta sobre el ayuno
(Mt. 9.14-17; Lc. 5.33-39)
 
Mar 2:18  Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Mar 2:19  Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.
Mar 2:20  Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
Mar 2:21  Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
Mar 2:22  Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo
(Mt. 12.1-8; Lc. 6.1-5)
 
Mar 2:23  Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo,[a] sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.(A)
Mar 2:24  Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo[b] lo que no es lícito?
Mar 2:25  Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;
Mar 2:26  cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes,(B) y aun dio a los que con él estaban?(C)
Mar 2:27  También les dijo: El día de reposo[c] fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.[d]
Mar 2:28  Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.[e]

 


 

Mar 2:1  Y entró otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa.
Mar 2:2  Y luego se juntaron a él muchos, que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la Palabra.
Mar 2:3  Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.
Mar 2:4  Y como no podían llegar a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Mar 2:5  Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Mar 2:6  Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones,
Mar 2:7  decían : ¿Por qué habla éste blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Mar 2:8  Y conociendo luego Jesús en su Espíritu que pensaban esto dentro de sí, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda?
Mar 2:10  Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico):
Mar 2:11  A ti te digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa.
Mar 2:12  Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto.
Mar 2:13  Y volvió a salir al mar, y toda la multitud venía a él, y les enseñaba.
Mar 2:14  Y pasando, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos , y le dice: Sígueme. Y levantándose le siguió.
Mar 2:15  Y aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y con sus discípulos; porque había muchos, y le habían seguido.
Mar 2:16  Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a sus discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y con los pecadores?
Mar 2:17  Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a enmienda.
Mar 2:18  Y los discípulos de Juan, y de los fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Mar 2:19  Y Jesús les dice: ¿Pueden ayunar los que están de bodas, cuando el Esposo está con ellos? Entre tanto que tienen consigo al Esposo, no pueden ayunar.
Mar 2:20  Mas vendrán días, cuando el Esposo les será quitado de ellos; y entonces, en aquellos días ayunarán.
Mar 2:21  Nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera el mismo remiendo nuevo tira del viejo, y la rotura se hace peor.
Mar 2:22  Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
Mar 2:23  Y aconteció que pasando él otra vez por los sembrados en sábado; sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.
Mar 2:24  Entonces los Fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen tus discípulos en sábado lo que no es lícito?
Mar 2:25  Y él les dijo: ¿Nunca leisteis qué hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que estaban con él;
Mar 2:26  cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?
Mar 2:27  También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado.
Mar 2:28  Así que el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.

 


 

Mar 2:1  And again he entered into Capernaum after some days; and it was noised that he was in the house.
Mar 2:2  And straightway many were gathered together, insomuch that there was no room to receive them, no, not so much as about the door: and he preached the word unto them.
Mar 2:3  And they come unto him, bringing one sick of the palsy, which was borne of four.
Mar 2:4  And when they could not come nigh unto him for the press, they uncovered the roof where he was: and when they had broken it up, they let down the bed wherein the sick of the palsy lay.
Mar 2:5  When Jesus saw their faith, he said unto the sick of the palsy, Son, thy sins be forgiven thee.
Mar 2:6  But there were certain of the scribes sitting there, and reasoning in their hearts,
Mar 2:7  Why doth this man thus speak blasphemies? who can forgive sins but God only?
Mar 2:8  And immediately when Jesus perceived in his spirit that they so reasoned within themselves, he said unto them, Why reason ye these things in your hearts?
Mar 2:9  Whether is it easier to say to the sick of the palsy, Thy sins be forgiven thee; or to say, Arise, and take up thy bed, and walk?
Mar 2:10  But that ye may know that the Son of man hath power on earth to forgive sins, (he saith to the sick of the palsy,)
Mar 2:11  I say unto thee, Arise, and take up thy bed, and go thy way into thine house.
Mar 2:12  And immediately he arose, took up the bed, and went forth before them all; insomuch that they were all amazed, and glorified God, saying, We never saw it on this fashion.
Mar 2:13  And he went forth again by the sea side; and all the multitude resorted unto him, and he taught them.
Mar 2:14  And as he passed by, he saw Levi the son of Alphaeus sitting at the receipt of custom, and said unto him, Follow me. And he arose and followed him.
Mar 2:15  And it came to pass, that, as Jesus sat at meat in his house, many publicans and sinners sat also together with Jesus and his disciples: for there were many, and they followed him.
Mar 2:16  And when the scribes and Pharisees saw him eat with publicans and sinners, they said unto his disciples, How is it that he eateth and drinketh with publicans and sinners?
Mar 2:17  When Jesus heard it, he saith unto them, They that are whole have no need of the physician, but they that are sick: I came not to call the righteous, but sinners to repentance.
Mar 2:18  And the disciples of John and of the Pharisees used to fast: and they come and say unto him, Why do the disciples of John and of the Pharisees fast, but thy disciples fast not?
Mar 2:19  And Jesus said unto them, Can the children of the bridechamber fast, while the bridegroom is with them? as long as they have the bridegroom with them, they cannot fast.
Mar 2:20  But the days will come, when the bridegroom shall be taken away from them, and then shall they fast in those days.
Mar 2:21  No man also seweth a piece of new cloth on an old garment: else the new piece that filled it up taketh away from the old, and the rent is made worse.
Mar 2:22  And no man putteth new wine into old bottles: else the new wine doth burst the bottles, and the wine is spilled, and the bottles will be marred: but new wine must be put into new bottles.
Mar 2:23  And it came to pass, that he went through the corn fields on the sabbath day; and his disciples began, as they went, to pluck the ears of corn.
Mar 2:24  And the Pharisees said unto him, Behold, why do they on the sabbath day that which is not lawful?
Mar 2:25  And he said unto them, Have ye never read what David did, when he had need, and was an hungred, he, and they that were with him?
Mar 2:26  How he went into the house of God in the days of Abiathar the high priest, and did eat the shewbread, which is not lawful to eat but for the priests, and gave also to them which were with him?
Mar 2:27  And he said unto them, The sabbath was made for man, and not man for the sabbath:
Mar 2:28  Therefore the Son of man is Lord also of the sabbath.

 


 

Mar 2:1  Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa.
Mar 2:2  Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra.
Mar 2:3  Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro.
Mar 2:4  Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.
Mar 2:5  Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados.»
Mar 2:6  Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones:
Mar 2:7  «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?»
Mar 2:8  Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate, toma tu camilla y anda?”
Mar 2:10  Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice al paralítico -:
Mar 2:11  “A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”»
Mar 2:12  Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.»
Mar 2:13  Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.
Mar 2:14  Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió.
Mar 2:15  Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían.
Mar 2:16  Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: «¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?»
Mar 2:17  Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»
Mar 2:18  Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?»
Mar 2:19  Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar.
Mar 2:20  Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
Mar 2:21  Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor.
Mar 2:22  Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.
Mar 2:23  Y sucedió que un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas.
Mar 2:24  Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?»
Mar 2:25  El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre,
Mar 2:26  cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»
Mar 2:27  Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.
Mar 2:28  De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.»

 


 

Mar 2:1  Algunos días después, Jesús volvió a entrar en Cafarnaúm. En cuanto se supo que estaba en casa,
Mar 2:2  se juntó tanta gente que ni siquiera cabían frente a la puerta; y él les anunciaba el mensaje.
Mar 2:3  Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico.
Mar 2:4  Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado.
Mar 2:5  Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo:
 –Hijo mío, tus pecados quedan perdonados. [1]
Mar 2:6  Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados, pensaron:
Mar 2:7  "¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Solo Dios puede perdonar pecados."
Mar 2:8  Pero Jesús en seguida se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó:
 –¿Por qué piensan ustedes así?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: 'Tus pecados quedan perdonados', o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda'?
Mar 2:10  Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados. Entonces le dijo al paralítico:
Mar 2:11  –A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Mar 2:12  El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios, diciendo:
 –Nunca hemos visto una cosa así.
Mar 2:13  Después fue Jesús otra vez a la orilla del lago; la gente se acercaba a él, y él les enseñaba.
Mar 2:14  Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo:
 –Sígueme. Leví se levantó y lo siguió.
Mar 2:15  Sucedió que Jesús estaba comiendo en casa de Leví, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, estaban también sentados a la mesa, junto con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían.
Mar 2:16  Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, preguntaron a los discípulos:
 –¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Mar 2:17  Jesús lo oyó, y les dijo:
 –Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Mar 2:18  Una vez estaban ayunando[2] los seguidores de Juan el Bautista y los fariseos, y algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron:
 –Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por quéno ayunan tus discípulos?
Mar 2:19  Jesús les contestó:
 –¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda, mientras elnovio está con ellos? Mientras está presente el novio, no puedenayunar.
Mar 2:20  Pero llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán.
Mar 2:21  "Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor.
Mar 2:22  Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y se pierden tanto el vino como los cueros. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos."
Mar 2:23  Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados, y sus discípulos, al pasar, comenzaron a arrancar espigas de trigo.
Mar 2:24  Los fariseos le preguntaron:
 –Oye, ¿por qué hacen tus discípulos algo que no estápermitido hacer en sábado?
Mar 2:25  Pero él les dijo:
 –¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión enque él y sus compañeros tuvieron necesidad y sintieron hambre?
Mar 2:26  Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados a Dios, que solamente a los sacerdotes se les permitía comer;[3] y dio también a la gente que iba con él. [4]
Mar 2:27  Jesús añadió:
 –El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para elsábado.
Mar 2:28  Por esto, el Hijo del hombre tiene autoridad también sobre el sábado.

 


 

Mar 2:1  Sin embargo, después de algunos días volvió a entrar en Capernaum, y corrió la noticia de que estaba en casa.
Mar 2:2  Por consiguiente, muchos se reunieron, a tal grado que ya no cabían, ni siquiera cerca de la puerta, y él se puso a hablarles la palabra.
Mar 2:3  Y vinieron unos hombres trayéndole un paralítico, llevado por cuatro.
Mar 2:4  Pero como no pudieron traerlo directamente a [Jesús] a causa de la muchedumbre, quitaron el techo por encima de donde él estaba y, habiendo cavado una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico.
Mar 2:5  Y cuando Jesús vio la fe de ellos, dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados son perdonados”.
Mar 2:6  Ahora bien, estaban allí algunos de los escribas, sentados, y razonaban en sus corazones:
Mar 2:7  “¿Por qué habla este hombre de esta manera? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados sino uno solo, Dios?”.
Mar 2:8  Pero Jesús, habiendo discernido inmediatamente por su espíritu que razonaban de aquella manera dentro de sí, les dijo: “¿Por qué razonan estas cosas en sus corazones?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil?, ¿decir al paralítico: ‘Tus pecados son perdonados’, o decir: ‘Levántate y toma tu camilla y anda’?
Mar 2:10  Pero para que sepan ustedes que el Hijo del hombre tiene autoridad para perdonar pecados sobre la tierra... —dijo al paralítico—:
Mar 2:11  Te digo: Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa”.
Mar 2:12  Con eso, él sí se levantó, y tomó inmediatamente su camilla y salió andando delante de todos ellos, de modo que todos ellos simplemente se embelesaron, y glorificaron a Dios, y dijeron: “Jamás hemos visto cosa semejante”.
Mar 2:13  Salió de nuevo a la orilla del mar; y toda la muchedumbre siguió viniendo a él, y les enseñaba.
Mar 2:14  Mas al ir pasando, alcanzó a ver a Leví [hijo] de Alfeo sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: “Sé mi seguidor”. Y levantándose, le siguió.
Mar 2:15  Más tarde sucedió que estuvo reclinado a la mesa en casa de este, y muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban reclinados con Jesús y sus discípulos, porque había muchos de ellos, y le seguían.
Mar 2:16  Pero los escribas de los fariseos, cuando vieron que comía con los pecadores y recaudadores de impuestos, se pusieron a decir a sus discípulos: “¿Come él con los recaudadores de impuestos y pecadores?”.
Mar 2:17  Al oír esto, Jesús les dijo: “Los fuertes no necesitan médico, pero los que se hallan mal sí. No vine a llamar a justos, sino a pecadores”.
Mar 2:18  Ahora bien, los discípulos de Juan y los fariseos practicaban el ayuno. De modo que vinieron y le dijeron: “¿Por qué practican el ayuno los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos no practican el ayuno?”.
Mar 2:19  Y Jesús les dijo: “Mientras el novio está con ellos, los amigos del novio no pueden ayunar, ¿verdad? Entretanto que tienen con ellos al novio, no pueden ayunar.
Mar 2:20  Pero vendrán días en que el novio les será quitado, y entonces ayunarán en aquel día.
Mar 2:21  Nadie cose un remiendo de paño no encogido en una prenda de vestir exterior vieja; si lo hace, su plena fuerza tira de ella, lo nuevo de lo viejo, y el desgarrón se hace peor.
Mar 2:22  Además, nadie pone vino nuevo en odres viejos; si lo hace, el vino revienta los cueros, y el vino se pierde, así como también los cueros. Más bien, el vino nuevo se pone en odres nuevos”.
Mar 2:23  Ahora bien, sucedió que él iba pasando por los sembrados de grano en día de sábado, y sus discípulos comenzaron a caminar y a arrancar las espigas.
Mar 2:24  De modo que los fariseos empezaron a decirle: “¡Mira eso! ¿Por qué están haciendo ellos en día de sábado lo que no es lícito?”.
Mar 2:25  Pero él les dijo: “¿No han leído ni siquiera una vez lo que David hizo cuando se halló en necesidad y le dio hambre, a él y a los hombres que estaban con él?
Mar 2:26  ¿Que entró en la casa de Dios, en el relato acerca de Abiatar el sacerdote principal, y comió los panes de la presentación, que a nadie es lícito comer, sino a los sacerdotes, y dio algo también a los hombres que estaban con él?”.
Mar 2:27  De modo que siguió diciéndoles: “El sábado vino a existir por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado;
Mar 2:28  así es que el Hijo del hombre es Señor hasta del sábado”.

 


 

Mar 2:1  Después de varios días, Jesús regresó al pueblo de Cafarnaúm. Apenas se supo que Jesús estaba en casa,
Mar 2:2  mucha gente fue a verlo. Era tanta la gente que ya no cabía nadie más frente a la entrada. Entonces Jesús comenzó a anunciarles las buenas noticias.
Mar 2:3  De pronto, llegaron a la casa cuatro personas. Llevaban en una camilla a un hombre que nunca había podido caminar.
Mar 2:4  Como había tanta gente, subieron al techo y abrieron un agujero. Por allí bajaron al enfermo en la camilla donde estaba acostado.
Mar 2:5  Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus pecados.»
Mar 2:6  Al oír lo que Jesús le dijo al paralítico, unos maestros de la Ley que allí estaban pensaron:
Mar 2:7  «¿Cómo se atreve este a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados.»
Mar 2:8  Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les dijo: «¿Por qué piensan así?
Mar 2:9  Díganme, ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo?
Mar 2:10  Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados.» Entonces le dijo al que no podía caminar:
Mar 2:11  «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»
Mar 2:12  En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: «¡Nunca habíamos visto nada como esto!»
Mar 2:13  Después de esto, Jesús fue otra vez a la orilla del Lago de Galilea. Mucha gente se reunió a su alrededor, y él se puso a enseñarles.
Mar 2:14  Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Mateo hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: «Sígueme.» Mateo se levantó enseguida y lo siguió.
Mar 2:15  Más tarde, Jesús y sus discípulos estaban cenando en la casa de Mateo. Muchos de los que cobraban impuestos, y otras personas de mala fama que ahora seguían a Jesús, también fueron invitados a la cena.
Mar 2:16  Cuando algunos maestros de la Ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con toda esa gente, les preguntaron a los discípulos: —¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con gente de mala fama?
Mar 2:17  Jesús los oyó y les contestó: —Los que necesitan al médico son los enfermos, no los sanos. Y yo vine a invitar a los pecadores para que regresen a Dios, no a los que se creen buenos.
Mar 2:18  Una vez, los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando. Algunas personas fueron a donde estaba Jesús y le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no ayunan? Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos sí lo hacen.
Mar 2:19  Jesús les respondió: —Los invitados a una fiesta de bodas no ayunan mientras el novio está con ellos;
Mar 2:20  pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces los invitados ayunarán.
Mar 2:21  »Si un vestido viejo se rompe, nadie le pone un parche de tela nueva; porque al lavarse el vestido, la tela nueva se encoge y el hueco se hace más grande.
Mar 2:22  »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejo; porque al fermentar el vino nuevo hace que el cuero viejo se reviente. Así el vino nuevo se pierde, y los recipientes también. Por eso hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.
Mar 2:23  Un sábado, mientras Jesús y sus discípulos iban por un campo sembrado de trigo, los discípulos comenzaron a arrancar espigas.
Mar 2:24  Cuando los fariseos vieron esto, le dijeron a Jesús: —¡Mira lo que hacen tus discípulos! ¿Acaso no saben que está prohibido arrancar espigas en el día de descanso?
Mar 2:25  Jesús les respondió: —¿No han leído ustedes en la Biblia lo que hizo el rey David, cuando Abiatar era el jefe de los sacerdotes? David y sus compañeros sufrían gran necesidad y tenían mucha hambre. Entonces David entró en la casa de Dios y comió del pan especial, que sólo a los sacerdotes les estaba permitido comer, y lo compartió con sus compañeros. Además les dijo:
Mar 2:27  —El sábado se hizo para el bien de los seres humanos, y no los seres humanos para el bien del sábado.
Mar 2:28  Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.

 


 

Mar 2:1  Después de un tiempo, Yahshúa regresó a Kefar-Najum; la voz se corrió de que había regresado,
Mar 2:2  y tanta gente se reunió alrededor de la casa, donde ya no quedaba espacio ni siquiera delante de la puerta.[7] Mientras les predicaba el mensaje,
Mar 2:3  cuatro hombres que cargaban a un paralítico vinieron a El.
Mar 2:4  No se podían acercar a Yahshúa por causa de la multitud, así que desmantelaron el techo sobre el lugar donde El estaba, hicieron una abertura y bajaron al paralítico acostado en una camilla.
Mar 2:5  Viendo la confianza de ellos, Yahshúa dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados."
Mar 2:6  Algunos maestros de la Toráh que estaban sentados allí, se dijeron a sí mismos:
Mar 2:7  "¿Cómo puede este hombre decir tal cosa? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados excepto Elohim?"
Mar 2:8  Pero inmediatamente Yahshúa, percibiendo en su ruaj lo que ellos decían, les dijo: "¿Por qué están pensando estas cosas?
Mar 2:9  ¿Qué es más fácil decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados o levántate, recoge tu camilla y camina'?
Mar 2:10  ¡Pero miren! Les pruebo a ustedes que el Ben Ha Adam tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Mar 2:11  Entonces le dijo al paralítico: "¡Te digo a ti! ¡Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa!"
Mar 2:12  Delante de todos, el hombre se levantó, recogió su camilla y enseguida se fue. Todos estaban grandemente sorprendidos y alabaron a YAHWEH, diciendo: "¡Nunca hemos visto nada como esto!"[8]
Mar 2:13  Yahshúa salió otra vez al lago. Toda la multitud vino a El y comenzó a enseñarles.
Mar 2:14  Y cuando pasaba de allí, vio a Levi Ben-Jalfai sentado a la mesa de recolección de impuestos, y le dijo: "¡Sígueme!" El se levantó y le siguió.
Mar 2:15  Mientras Yahshúa estaba en la casa de Levi comiendo, muchos cobradores de impuesto y pecadores estaban sentados con Yahshúa y sus talmidim, porque había muchos de ellos entre sus seguidores.
Mar 2:16  Cuando los maestros de la Toráh y los Perushim vieron que estaba comiendo con pecadores y cobradores de impuesto, dijeron a sus talmidim : "¿Por qué come El con cobradores de impuesto y pecadores?"
Mar 2:17  Pero, Yahshúa oyendo la pregunta, les respondió : "Los que necesitan médico no son los sanos, sino los enfermos. ¡Yo no vine a llamar a justos, sino a pecadores!"[9]
Mar 2:18  Los talmidim de Yojanán y los de los Perushim ayunaban, y vinieron a Yahshúa a preguntarle: "¿Por qué los talmidim de Yojanán y los talmidim de los Perushim ayunan y tus talmidim no ayunan?"
Mar 2:19  Yahshúa les respondió: "¿Pueden los invitados a la boda ayunar mientras todavía el novio está con ellos? Entre tanto el novio está con ellos el ayuno está fuera de la cuestión.
Mar 2:20  Pero el tiempo vendrá cuando el novio les será quitado, y cuando ese día llegue ayunarán.
Mar 2:21  Nadie cose un pedazo de tela sin encoger en un saco viejo; si lo hace, el parche se desgarra de la tela vieja y deja un hueco peor.
Mar 2:22  Y nadie pone vino nuevo en odres viejos; si lo hace, el vino reventará los odres y ambos, el vino y los odres, serán arruinados. En cambio el vino nuevo es para odres frescos, acabados de acondicionar.[10]
Mar 2:23  Un Shabbat, Yahshúa estaba pasando por unos sembrados de trigo; y mientras ellos caminaban, sus talmidim comenzaron a arrancar espigas.
Mar 2:24  Los Perushim le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué estás violando el Shabbat?"[11]
Mar 2:25  El les dijo: "¿No han leído nunca lo que David hizo, cuando sintieron hambre y necesitaban comida él y los que con él estaban?
Mar 2:26  Entró en la Casa de Elohim cuando Evyatar era kohen gadol y se comió el Pan de la Presencia, y dio también a los que estaban con él, que era prohibido a todos y sólo los kohanim pueden comer."[12]
Mar 2:27  Entonces, dijo a ellos: "El Shabbat fue hecho para la humanidad, no la humanidad para el Shabbat;[13]
Mar 2:28  por tanto, el Ben Ha Adam es el Adón aun del Shabbat."[14]

 


 

Mar 2:1  Unos días después Jesús regresó al pueblo de Capernaúm. Se escuchó el rumor de que él estaba en casa.
Mar 2:2  "Mucha gente se reunió con él. Había tanta gente que no quedaba espacio ni en la puerta. Cuando Jesús les estaba enseñando,"
Mar 2:3  llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico.
Mar 2:4  "Pero como había tanta gente, no podían acercarlo a Jesús. Así que decidieron quitar parte del techo y hacer un hueco por donde bajaron la camilla con el enfermo."
Mar 2:5  "Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al paralítico: -Hijo, tus pecados quedan perdonados."
Mar 2:6  Entre la multitud estaban sentados unos maestros de la ley que pensaban:
Mar 2:7  """¿Por qué se atreve este hombre a hablar así? Es una ofensa contra Dios, sólo Dios puede perdonar pecados""."
Mar 2:8  Jesús supo inmediatamente lo que estaban pensando y les dijo: -¿Por qué están pensando así?
Mar 2:9  "Puedo demostrarles que el Hijo del hombre tiene el poder de perdonar pecados en la tierra. Tal vez piensen que es más fácil que diga a este paralítico: 'tus pecados quedan perdonados', porque eso no se puede comprobar. Pero si le digo: '¡levántate, recoge tu camilla y anda!', y así sucede, entonces quedará comprobado que sí tengo ese poder. Así que Jesús le dijo al paralítico:"
Mar 2:10  "Puedo demostrarles que el Hijo del hombre tiene el poder de perdonar pecados en la tierra. Tal vez piensen que es más fácil que diga a este paralítico: 'tus pecados quedan perdonados', porque eso no se puede comprobar. Pero si le digo: '¡levántate, recoge tu camilla y anda!', y así sucede, entonces quedará comprobado que sí tengo ese poder. Así que Jesús le dijo al paralítico:"
Mar 2:11  "-A ti te digo: ¡levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa!"
Mar 2:12  "Entonces, el hombre se levantó y en seguida recogió su camilla y salió caminando frente a todos. Todos estaban asombrados y alababan a Dios diciendo: -Nunca hemos visto algo así."
Mar 2:13  "Jesús salió otra vez hacia la orilla del lago. Toda la multitud lo siguió, y él les enseñaba."
Mar 2:14  "Jesús iba caminando y vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde se pagaban los impuestos. Jesús le dijo: -Sígueme. Entonces Leví se levantó y lo siguió."
Mar 2:15  "Después Jesús fue a cenar a casa de Leví. Muchos cobradores de impuestos y pecadores cenaron junto con Jesús y sus seguidores, porque muchos de ellos también lo siguieron."
Mar 2:16  "Cuando los maestros de la ley, que eran fariseos, vieron que Jesús estaba comiendo con cobradores de impuestos y pecadores, les preguntaron a los seguidores de Jesús: - ¿Por qué come Jesús con cobradores de impuestos y pecadores?"
Mar 2:17  "Pero Jesús los oyó, y les dijo: -Los sanos no necesitan médico, los enfermos sí. Yo no he venido a invitar a los buenos a que me sigan, sino a los pecadores."
Mar 2:18  "Al ver que los seguidores de Juan y los fariseos estaban ayunando, algunos se acercaron a Jesús y le preguntaron: -Los seguidores de Juan el Bautista y los de los fariseos ayunan, pero tus seguidores no. ¿Por qué?"
Mar 2:19  "Jesús les contestó: -Cuando hay una boda, ¿cómo pueden ayunar los amigos del novio mientras él está con ellos? No pueden ayunar mientras él esté presente."
Mar 2:20  Pero llegará el día en que el novio tenga que irse y entonces ayunarán.
Mar 2:21  """Nadie arregla un vestido viejo con un retazo de tela nueva, porque la tela nueva se encoge y rasga el vestido viejo, y entonces más se romperá."
Mar 2:22  "Ni tampoco echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino revienta los cueros. Así se dañan tanto el vino como los cueros. Más bien se echa el vino nuevo en cueros nuevos""."
Mar 2:23  "Un día de descanso Jesús iba por unos sembrados, y sus seguidores empezaron a arrancar espigas mientras caminaban."
Mar 2:24  "Los fariseos empezaron a decirle: -Oye, ¿por qué ellos están haciendo eso? Está prohibido en el día de descanso."
Mar 2:25  Y Jesús les dijo: -¿No han leído ustedes lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron necesidad y hambre?
Mar 2:26  "Cuando Abiatar era el sumo sacerdote, David entró a la casa de Dios y comió los panes que se ofrecen a Dios y se los dio a sus compañeros. Y ustedes bien saben que no se permite a nadie comer de esos panes, sino sólo a los sacerdotes."
Mar 2:27  "Entonces Jesús les dijo a los fariseos: - El día de descanso se hizo para beneficio de la gente, no la gente para beneficio del día de descanso."
Mar 2:28  "El Hijo del hombre es Señor de todos los días, hasta del día de descanso."

 


 
 
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