Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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 BibliadeEstudioAdventistaHechos de los A: 14.BibliadeEstudioAdventista

La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de Hechos de los Apostoles.


 

Hch 14:1  Y aconteció en Iconio a una entrar ellos en la sinagoga de los judíos, y hablar, así que creyeron de judíos y helenos harta muchedumbre.
Hch 14:2  Pero los inconvencidos judíos excitaron y maltrataron(a)  las almas de las gentes contra los hermanos.
Hch 14:3  En tanto bastante tiempo pasaron libremente hablando en el Señor, el que testificaba la palabra de su gracia, dando que señales y prodigios hubiera por las manos de ellos;
Hch 14:4  pero dividióse la muchedumbre de la ciudad, y unos eran con los judíos, otros con los apóstoles.
Hch 14:5  Y, como hubo ímpetu, y de las gentes y de los judíos con los príncipes de ellos, para ultrajar y lapidarles,
Hch 14:6  comprendiendo(b)  refugiáronse en las ciudades de Licaonia: Listra y Derbe, y la circunvecindad;
Hch 14:7  y allí evangelizando estaban.
Hch 14:8  Y un varón impotente, entre listrios, de los pies, sentado estaba, cojo desde el vientre de su madre; el que jamás había andado.
Hch 14:9  Este oía a Pablo hablando; quien, fijándose en él y viendo que tiene fe para salvarse;
Hch 14:10  dijo con grande voz: «Levántate sobre tus pies recto». Y saltó; y paseábase;
Hch 14:11  Y las turbas, viendo lo que hizo Pablo, alzaron su voz, en licaonio, diciendo: «Los dioses, hechos semejantes a hombres, han descendido a nosotros»;
Hch 14:12  y llamaban a Bernabé, Júpiter, y a Pablo, Mercurio; puesto que él era el guía de la palabra;
Hch 14:13  y el sacerdote de Júpiter del que estaba(c)  delante de la ciudad, toros y coronas a las puertas trayendo, con las turbas quería sacrificar.
Hch 14:14  Mas, oyendo los apóstoles Bernabé y Pablo, desgarrando sus vestiduras, saltando fueron a la turba, gritando,
Hch 14:15  y diciendo: «Varones, ¿qué esto hacéis? También nosotros a par pasibles con vosotros somos —hombres; que os evangelizamos de estas cosas vanas volveros al Dios viviente; quien hizo el cielo, y la tierra, y la mar y todo lo en ellos;
Hch 14:16  quien en las pasadas generaciones dejó a todas las gentes andar por los caminos de ellas;
Hch 14:17  aunque no intestimoniado(d)  a sí mismo se dejó, bien obrando desde el cielo, a vosotros lluvias dando y tiempos fructíferos, llenando de alimento y regocijo vuestras almas».
Hch 14:18  Y, esto diciendo, apenas apaciguaron al pueblo que no sacrificaran a ellos.
Hch 14:19  Y sobrevinieron de Antioquía y de Iconio judíos, y persuadiendo a las turbas y lapidando a Pablo, arrastraban fuera de la ciudad; pensando que estaba muerto.
Hch 14:20  Mas, cercándole los discípulos, levantándose, entró en la ciudad; y, al siguiente día, salió con Bernabé a Derbe;
Hch 14:21  y, habiendo evangelizado a aquella ciudad y enseñado a bastantes, retornaron a Listra, y a Iconio y a Antioquía;
Hch 14:22  confirmando las almas de los discípulos, exhortando a permanecer en la fe, y que, «por muchas tribulaciones debemos entrar en el reino de Dios».
Hch 14:23  Y, habiéndoles, por iglesias(e) , elegido ancianos, orando con ayunos, encomendáronlas al Señor, en quien habían creído.
Hch 14:24  Y, atravesando la Pisidia, vinieron a la Panfilia:
Hch 14:25  y, hablando en Perge la palabra, descendieron a Atalía;
Hch 14:26  y de allí zarparon a Antioquía; de donde habían sido entregados a la gracia de Dios para la obra que cumplieron.
Hch 14:27  Y, llegando, y congregando la Iglesia, refirieron cuán grandes cosas hizo Dios con ellos; y que «abrió a las gentes puerta de fe».
Hch 14:28  Y pasaron tiempo no poco con los discípulos.

 


 

Hch 14:1  Igualmente en Iconio entraron en la sinagoga de los judíos, donde hablaron de modo que creyó una numerosa multitud de judíos y griegos.
Hch 14:2  Pero los judíos incrédulos excitaron y exacerbaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
Hch 14:3  Con todo, moraron allí bastante tiempo, predicando con gran libertad al Señor, que confirmaba la palabra de su gracia realizando por su mano señales y prodigios.
Hch 14:4  Al fin se dividió la muchedumbre de la ciudad y unos estaban por los judíos y otros por los apóstoles.
Hch 14:5  Y como se produjese un tumulto de gentiles y judíos con sus jefes, pretendiendo ultrajar y apedrear a los apóstoles,
Hch 14:6  dándose éstos cuenta de ello, huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra y Derbe, y a las regiones vecinas,
Hch 14:7  donde predicaron el Evangelio.
Hch 14:8  En Listra vieron a un hombre inválido de los pies, paralítico desde el seno de su madre y que nunca había podido andar.
Hch 14:9  Escuchaba éste a Pablo, que, fijando en él los ojos y viendo que tenía fe para ser salvo,
Hch 14:10  le dijo en alta voz: Levántate, ponte de pie. El, dando un salto, echó a andar.
Hch 14:11  La muchedumbre, al ver lo que había hecho Pablo, levantó la voz diciendo en licaonio: Dioses en forma humana han descendido a nosotros,
Hch 14:12  y llamaban a Bernabé Zeus y a Pablo Hermes, porque éste era el que llevaba la palabra.
Hch 14:13  El sacerdote del templo de Zeus, que estaba ante la puerta de la ciudad, trajo toros enguirnaldados, y acompañado de la muchedumbre quería ofrecerles un sacrificio.
Hch 14:14  Cuando esto oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestiduras y arrojándose entre la muchedumbre, gritaban:
Hch 14:15  diciendo: “Hombres, ¿qué es lo que hacéis? Nosotros somos hombres iguales a vosotros, y os predicamos para convertiros de estas vanidades al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto hay en ellos;"
Hch 14:16  que en las pasadas generaciones permitió que todas las naciones siguieran su camino,
Hch 14:17  aunque no las dejó sin testimonio de sí, haciendo el bien y dispensando desde el cielo las lluvias y las estaciones fructíferas, llenando de alimento y de alegría vuestros corazones.”
Hch 14:18  Con todo esto, a duras penas desistió la muchedumbre de sacrificarles.
Hch 14:19  Pero judíos venidos de Antioquía e Iconio sedujeron a las turbas, que apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, dejándole por muerto.
Hch 14:20  Rodeado de los discípulos, se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente salió con Bernabé camino de Derbe.
Hch 14:21  Evangelizada aquella ciudad, donde hicieron muchos discípulos, se volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
Hch 14:22  confirmando las almas de los discípulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones nos es preciso entrar en el reino de Dios.
Hch 14:23  Les constituyeron presbíteros en cada iglesia por la imposición de las manos, orando y ayunando, y los encomendaron al Señor, en quien habían creído.
Hch 14:24  Y atravesando la Pisidia, llegaron a Panfilia,
Hch 14:25  y, habiendo predicado la palabra en Perge, bajaron a Atalía,
Hch 14:26  y de allí navegaron hasta Antioquía, de donde habían salido, encomendados a la gracia de Dios, para la obra que habían realizado.
Hch 14:27  Llegados, reunieron la iglesia y contaron cuanto había hecho Dios con ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Hch 14:28  Y moraron con los discípulos bastante tiempo.

 


 

Hch 14:1  Cuando Pablo y Bernabé llegaron a la ciudad de Iconio, entraron juntos en la sinagoga de los judíos. Allí hablaron a la gente acerca de Jesús, y muchos judíos y gente de otros pueblos creyeron en él.
Hch 14:2  Pero los judíos que no creyeron en Jesús hicieron que se enojaran los que no eran judíos, y los pusieron en contra de los seguidores de Jesús.
Hch 14:3  Pablo y Bernabé se quedaron en Iconio por algún tiempo. Confiaban mucho en Dios y le contaban a la gente toda la verdad acerca del amor de Dios. El Señor les daba poder para hacer milagros y maravillas, para que así la gente creyera todo lo que decían.
Hch 14:4  La gente de Iconio no sabía qué hacer, pues unos apoyaban a los judíos, y otros a Pablo y a Bernabé.
Hch 14:5  Entonces los judíos, y los que no eran judíos, se pusieron de acuerdo con los líderes de Iconio, y decidieron maltratar a Pablo y a Bernabé, y matarlos a pedradas.
Hch 14:6  Pero Pablo y Bernabé se dieron cuenta y huyeron a la región de Licaonia y sus alrededores. Allí anunciaron las buenas noticias en los pueblos de Listra y Derbe.
Hch 14:8  En el pueblo de Listra había un hombre que nunca había podido caminar. Era cojo desde el día en que nació. Este hombre estaba sentado,
Hch 14:9  escuchando a Pablo, quien lo miró fijamente, y se dio cuenta de que el hombre confiaba en que él podía sanarlo.
Hch 14:10  Entonces le dijo en voz alta: «¡Levántate y camina!» Aquel hombre dio un salto y comenzó a caminar.
Hch 14:11  Al ver lo que Pablo hizo, los allí presentes comenzaron a gritar en el idioma licaonio: «¡Los dioses han tomado forma humana, y han venido a visitarnos!»
Hch 14:12  Y el sacerdote y la gente querían ofrecer sacrificios en honor de Bernabé y de Pablo. Pensaban que Bernabé era el dios Zeus, y que Pablo era el dios Hermes, porque él era el que hablaba. Y como el templo del dios Zeus estaba a la entrada del pueblo, el sacerdote llevó al templo toros y adornos de flores.
Hch 14:14  Cuando Bernabé y Pablo se dieron cuenta de lo que pasaba, rompieron su ropa para mostrar su horror por lo que la gente hacía. Luego se pusieron en medio de todos, y gritaron:
Hch 14:15  «¡Oigan! ¿Por qué hacen esto? Nosotros no somos dioses, somos simples hombres, como ustedes. Por favor, ya no hagan estas tonterías, sino pídanle perdón a Dios. Él es quien hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
Hch 14:16  Y aunque en otro tiempo permitió que todos hicieran lo que quisieran,
Hch 14:17  siempre ha mostrado quién es él, pues busca el bien de todos. Él hace que llueva y que las plantas den a tiempo sus frutos, para que todos tengan qué comer y estén siempre alegres».
Hch 14:18  A pesar de lo que Bernabé y Pablo dijeron, les fue muy difícil convencer a la gente de no ofrecerles sacrificios.
Hch 14:19  Pero llegaron unos judíos de Iconio y Antioquía, y convencieron a la gente para que se pusiera en contra de Pablo. Entonces la gente lo apedreó y, pensando que estaba muerto, lo arrastró fuera del pueblo.
Hch 14:20  Pero Pablo, rodeado de los seguidores de Jesús, se levantó y entró de nuevo al pueblo. Al día siguiente, se fue con Bernabé al pueblo de Derbe.
Hch 14:21  Pablo y Bernabé anunciaron las buenas noticias en Derbe, y mucha gente creyó en Jesús. Después volvieron a los pueblos de Listra, Iconio y Antioquía.
Hch 14:22  Allí visitaron a los que habían creído en Jesús, y les recomendaron que siguieran confiando en él. También les dijeron: «Debemos sufrir mucho antes de entrar en el reino de Dios».
Hch 14:23  En cada iglesia, Pablo y Bernabé nombraron líderes para que ayudaran a los seguidores de Jesús. Después de orar y ayunar, ponían las manos sobre esos líderes y le pedían a Dios que los ayudara, pues ellos habían creído en él.
Hch 14:24  Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y pasaron por la región de Pisidia hasta llegar a la región de Panfilia.
Hch 14:25  Allí anunciaron las buenas noticias, primero a los del pueblo de Perge y luego a los de Atalía.
Hch 14:26  Después tomaron un barco y se fueron a la ciudad de Antioquía, en la región de Siria. En esa ciudad, los miembros de la iglesia le habían pedido a Dios con mucho amor que cuidara a Pablo y a Bernabé, para que no tuvieran problemas al anunciar las buenas noticias.
Hch 14:27  Cuando Pablo y Bernabé llegaron a Antioquía, se reunieron con los miembros de la iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos. Les contaron también cómo el Señor los había ayudado a anunciar las buenas noticias a los que no eran judíos, para que también ellos pudieran creer en Jesús.
Hch 14:28  Pablo y Bernabé se quedaron allí mucho tiempo con los miembros de la iglesia.

 


 

Hch 14:1  Estando ya en Iconio, entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron en tales términos, que se convirtió una gran multitud de judíos y de griegos.
Hch 14:2  Pero los judíos que se mantuvieron incrédulos, conmovieron y provocaron a ira los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
Hch 14:3  Sin embargo se detuvieron allí mucho tiempo, trabajando llenos de confianza en el Señor, que confirmaba la palabra de su gracia con los prodigios y milagros que hacía por sus manos.
Hch 14:4  De suerte que la ciudad estaba dividida en dos bandos: unos estaban por los judíos, y otros por los apóstoles.
Hch 14:5  Pero habiéndose amotinado los gentiles y judíos con sus jefes, para ultrajar a los apóstoles y apedrearles,
Hch 14:6  ellos, sabido esto, se marcharon a Listra y Derbe, ciudades también de Licaonia, recorriendo toda la comarca,
Hch 14:7  y predicando la buena nueva.
Hch 14:8  Había en Listra un hombre cojo desde su nacimiento , que por la debilidad de las piernas estaba sentado, y no había andado en su vida.
Hch 14:9  Este oyó predicar a Pablo; el cual fijando en él los ojos, y viendo que tenía fe de que sería curado,
Hch 14:10  le dijo en alta voz: Levántate y mantente derecho sobre tus pies. Y al instante saltó en pie, y echó a andar.
Hch 14:11  Las gentes viendo lo que Pablo acababa de hacer, levantaron el grito, diciendo en su idioma licaónico: Dioses son éstos que han bajado a nosotros en figura de hombres.
Hch 14:12  Y daban a Bernabé el nombre de Júpiter, y a Pablo el de Mercurio: por cuanto era el que llevaba la palabra.
Hch 14:13  Además de eso el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba al entrar en la ciudad, trayendo toros adornados con guirnaldas delante de la puerta, intentaba, seguido del pueblo, ofrecerles sacrificios.
Hch 14:14  Lo cual apenas entendieron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgando sus vestidos, rompieron por medio del gentío, clamando,
Hch 14:15  y diciendo: Hombres, ¿qué es lo que hacéis? También somos nosotros, de la misma manera que vosotros, hombres mortales que venimos a predicaros que, dejadas esas vanas deidades, os convirtáis al Dios vivo, que ha creado el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto en ellos se contiene.
Hch 14:16  Que si bien en los tiempos pasados permitió que las naciones echasen cada cual por su camino,
Hch 14:17  no dejó con todo de dar testimonio de quién era, o de su divinidad, haciendo beneficios desde el cielo, enviando lluvias, y los buenos temporales para los frutos, dándonos abundancia de manjares, y llenando de alegría nuestros corazones.
Hch 14:18  Aun diciendo tales cosas, con dificultad pudieron recabar del pueblo que no les ofreciese sacrificio.
Hch 14:19  Después sobrevinieron de Antioquía y de Iconio ciertos judíos; y habiendo ganado al populacho, apedrearon a Pablo, y le sacaron arrastrando fuera de la ciudad, dándole por muerto.
Hch 14:20  Mas amontonándose alrededor de él los discípulos, se levantó curado milagrosamente, y entró en la ciudad, y al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe.
Hch 14:21  Y habiendo predicado en esta ciudad la buena nueva e instruido a muchos, volvieron a Listra, y a Iconio, y a Antioquía de Pisidia,
Hch 14:22  para corroborar los ánimos de los discípulos, y exhortarlos a perseverar en la fe, haciéndoles entender que es preciso pasar por medio de muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.
Hch 14:23  En seguida, habiendo ordenado sacerdotes en cada una de las iglesias, después de oraciones y ayunos, los encomendaron al Señor, en quien habían creído.
Hch 14:24  Y atravesando la Pisidia, vinieron a la Panfilia,
Hch 14:25  y anunciada la palabra divina en Perge, bajaron a Atalia;
Hch 14:26  y desde aquí se embarcaron para Antioquía de Siria de donde los habían enviado, y encomendado a la gracia de Dios para la obra o ministerio que acababan de cumplir.
Hch 14:27  Luego de llegados, congregaron la Iglesia, y refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.
Hch 14:28  Y después se detuvieron bastante tiempo aquí con los discípulos.

 


 

Hch 14:1 

Pablo y Bernabé en Iconio
  Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos.
Hch 14:2  Mas los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
Hch 14:3  Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.
Hch 14:4  Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles.
Hch 14:5  Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos,
Hch 14:6  habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina,
Hch 14:7  y allí predicaban el evangelio.

Pablo es apedreado en Listra
 
Hch 14:8  Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado.
Hch 14:9  Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,
Hch 14:10  dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
Hch 14:11  Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros.
Hch 14:12  Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.
Hch 14:13  Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.
Hch 14:14  Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces
Hch 14:15  y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.
Hch 14:16  En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos;
Hch 14:17  si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
Hch 14:18  Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.
Hch 14:19  Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Hch 14:20  Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe.
Hch 14:21  Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
Hch 14:22  confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
Hch 14:23  Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

El regreso a Antioquía de Siria
 
Hch 14:24  Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia.
Hch 14:25  Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia.
Hch 14:26  De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.
Hch 14:27  Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.
Hch 14:28  Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

 


 

Hch 14:1  Y aconteció en Iconio, que entrados juntamente en la sinagoga de los judíos, hablaron de tal manera, que creyó una grande multitud de judíos, y asimismo de griegos.
Hch 14:2  Mas los judíos que fueron incrédulos, incitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
Hch 14:3  Con todo eso se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con libertad en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, dando que señales y milagros fuesen hechos por las manos de ellos.
Hch 14:4  Y el vulgo de la ciudad estaba dividido; y unos eran con los judíos, y otros con los apóstoles.
Hch 14:5  Y haciendo ímpetu los judíos y los gentiles juntamente con sus príncipes, para afrentarlos y apedrearlos,
Hch 14:6  habiéndolo entendido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la tierra alrededor.
Hch 14:7  Y allí predicaban el Evangelio.
Hch 14:8  Y un hombre de Listra, impotente de los pies, estaba sentado, cojo desde el vientre de su madre, y jamás había andado.
Hch 14:9  Este oyó hablar a Pablo; el cual, como puso los ojos en él, y vio que tenía fe para ser sanado,
Hch 14:10  dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y saltó, y anduvo.
Hch 14:11  Entonces la multitud, visto lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses semejantes a hombres han descendido a nosotros.
Hch 14:12  Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque era el que llevaba la palabra.
Hch 14:13  Y el sacerdote de Júpiter, que estaba delante de la ciudad de ellos, trayendo toros y guirnaldas delante de las puertas, quería con el pueblo sacrificarles.
Hch 14:14  Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rotas sus ropas, se lanzaron a la multitud, dando voces,
Hch 14:15  y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo lo que está en ellos;
Hch 14:16  el cual en las edades pasadas ha dejado a todos los gentiles andar en sus caminos;
Hch 14:17  si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
Hch 14:18  Y diciendo estas cosas, apenas apaciguaron la gente, para que no les ofreciesen sacrificio.
Hch 14:19  Entonces sobrevinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le sacaron fuera de la ciudad, pensando que ya estaba muerto.
Hch 14:20  Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad y un día después, salió con Bernabé a Derbe.
Hch 14:21  Y como hubieron anunciado el Evangelio a aquella ciudad, y enseñado a muchos, volvieron a Listra, y a Iconio, y a Antioquía,
Hch 14:22  confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y enseñándoles que es necesario que por muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios.
Hch 14:23  Y habiéndoles constituido ancianos en cada una de las Iglesias, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en el cual habían creído.
Hch 14:24  Y pasando por Pisidia vinieron a Panfilia.
Hch 14:25  Y habiendo predicado la Palabra en Perge, descendieron a Atalia;
Hch 14:26  y de allí navegaron a Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían acabado.
Hch 14:27  Y habiendo llegado, y reunida la Iglesia, relataron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Hch 14:28  Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

 


 

Hch 14:1  And it came to pass in Iconium, that they went both together into the synagogue of the Jews, and so spake, that a great multitude both of the Jews and also of the Greeks believed.
Hch 14:2  But the unbelieving Jews stirred up the Gentiles, and made their minds evil affected against the brethren.
Hch 14:3  Long time therefore abode they speaking boldly in the Lord, which gave testimony unto the word of his grace, and granted signs and wonders to be done by their hands.
Hch 14:4  But the multitude of the city was divided: and part held with the Jews, and part with the apostles.
Hch 14:5  And when there was an assault made both of the Gentiles, and also of the Jews with their rulers, to use them despitefully, and to stone them,
Hch 14:6  They were ware of it, and fled unto Lystra and Derbe, cities of Lycaonia, and unto the region that lieth round about:
Hch 14:7  And there they preached the gospel.
Hch 14:8  And there sat a certain man at Lystra, impotent in his feet, being a cripple from his mother's womb, who never had walked:
Hch 14:9  The same heard Paul speak: who stedfastly beholding him, and perceiving that he had faith to be healed,
Hch 14:10  Said with a loud voice, Stand upright on thy feet. And he leaped and walked.
Hch 14:11  And when the people saw what Paul had done, they lifted up their voices, saying in the speech of Lycaonia, The gods are come down to us in the likeness of men.
Hch 14:12  And they called Barnabas, Jupiter; and Paul, Mercurius, because he was the chief speaker.
Hch 14:13  Then the priest of Jupiter, which was before their city, brought oxen and garlands unto the gates, and would have done sacrifice with the people.
Hch 14:14  Which when the apostles, Barnabas and Paul, heard of, they rent their clothes, and ran in among the people, crying out,
Hch 14:15  And saying, Sirs, why do ye these things? We also are men of like passions with you, and preach unto you that ye should turn from these vanities unto the living God, which made heaven, and earth, and the sea, and all things that are therein:
Hch 14:16  Who in times past suffered all nations to walk in their own ways.
Hch 14:17  Nevertheless he left not himself without witness, in that he did good, and gave us rain from heaven, and fruitful seasons, filling our hearts with food and gladness.
Hch 14:18  And with these sayings scarce restrained they the people, that they had not done sacrifice unto them.
Hch 14:19  And there came thither certain Jews from Antioch and Iconium, who persuaded the people, and, having stoned Paul, drew him out of the city, supposing he had been dead.
Hch 14:20  Howbeit, as the disciples stood round about him, he rose up, and came into the city: and the next day he departed with Barnabas to Derbe.
Hch 14:21  And when they had preached the gospel to that city, and had taught many, they returned again to Lystra, and to Iconium, and Antioch,
Hch 14:22  Confirming the souls of the disciples, and exhorting them to continue in the faith, and that we must through much tribulation enter into the kingdom of God.
Hch 14:23  And when they had ordained them elders in every church, and had prayed with fasting, they commended them to the Lord, on whom they believed.
Hch 14:24  And after they had passed throughout Pisidia, they came to Pamphylia.
Hch 14:25  And when they had preached the word in Perga, they went down into Attalia:
Hch 14:26  And thence sailed to Antioch, from whence they had been recommended to the grace of God for the work which they fulfilled.
Hch 14:27  And when they were come, and had gathered the church together, they rehearsed all that God had done with them, and how he had opened the door of faith unto the Gentiles.
Hch 14:28  And there they abode long time with the disciples.

 


 

Hch 14:1  En Iconio, entraron del mismo modo en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que gran multitud de judíos y griegos abrazaron la fe.
Hch 14:2  Pero los judíos que no habían creído excitaron y envenenaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
Hch 14:3  Con todo se detuvieron allí bastante tiempo, hablando con valentía del Señor que les concedía obrar por sus manos señales y prodigios, dando así testimonio de la predicación de su gracia.
Hch 14:4  La gente de la ciudad se dividió: unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles.
Hch 14:5  Como se alzasen judíos y gentiles con sus jefes para ultrajarles y apedrearles,
Hch 14:6  al saberlo, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y Derbe y sus alrededores.
Hch 14:7  Y allí se pusieron a anunciar la Buena Nueva.
Hch 14:8  Había allí, sentado, un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado.
Hch 14:9  Este escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo que tenía fe para ser curado,
Hch 14:10  le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies.» Y él dio un salto y se puso a caminar.
Hch 14:11  La gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres.»
Hch 14:12  A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era quien dirigía la palabra.
Hch 14:13  El sacerdote del templo de Zeus que hay a la entrada de la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas y a una con la gente se disponía a sacrificar.
Hch 14:14  Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestidos y se lanzaron en medio de la gente gritando:
Hch 14:15  «Amigos, ¿por qué hacéis esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que vosotros, que os predicamos que abandonéis estas cosas vanas y os volváis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay,
Hch 14:16  y que en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos;
Hch 14:17  si bien no dejó de dar testimonio de sí mismo, derramando bienes, enviándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y alegría...»
Hch 14:18  Con estas palabras pudieron impedir a duras penas que la gente les ofreciera un sacrificio.
Hch 14:19  Vinieron entonces de Antioquía e Iconio algunos judíos y, habiendo persuadido a la gente, lapidaron a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, dándole por muerto.
Hch 14:20  Pero él se levantó y, rodeado de los discípulos, entró en la ciudad. Al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe.
Hch 14:21  Habiendo evangelizado aquella ciudad y conseguido bastantes discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía,
Hch 14:22  confortando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a perseverar en la fe y diciéndoles: «Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.»
Hch 14:23  Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hch 14:24  Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia;
Hch 14:25  predicaron en Perge la Palabra y bajaron a Atalía.
Hch 14:26  Allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían partido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían realizado.
Hch 14:27  A su llegada reunieron a la Iglesia y se pusieron a contar todo cuanto Dios había hecho juntamente con ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Hch 14:28  Y permanecieron no poco tiempo con los discípulos.

 


 

Hch 14:1  En Iconio, Pablo y Bernabé entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos creyeron, tanto judíos como no judíos.
Hch 14:2  Pero los judíos que no creían suscitaron la mala voluntad de los no judíos contra los hermanos.
Hch 14:3  Sin embargo, los apóstoles se quedaron allí mucho tiempo, y confiados en el Señor hablaron con toda franqueza; y el Señor confirmaba lo que ellos decían del amor de Dios, dándoles poder para hacer señales y milagros.
Hch 14:4  Pero la gente de la ciudad estaba dividida, unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles.
Hch 14:5  Entonces, tanto los judíos como los no judíos se pusieron de acuerdo con las autoridades para maltratarlos y apedrearlos.
Hch 14:6  Pero Pablo y Bernabé, al saberlo, se escaparon a Listra y Derbe, pueblos de Licaonia, y a la región de alrededor,
Hch 14:7  donde también anunciaron la buena noticia.
Hch 14:8  En Listra había un hombre que no podía andar. Nunca había andado, porque era cojo de nacimiento. Este hombre estaba sentado,
Hch 14:9  oyendo lo que Pablo decía, y Pablo se fijó en él y vio que tenía suficiente fe para ser sanado.
Hch 14:10  Entonces le dijo con voz fuerte:
 –¡Levántate y ponte derecho sobre tus pies! El hombre se puso en pie de un salto, y comenzó a andar.
Hch 14:11  Al ver lo que Pablo había hecho, la gente empezó a gritar en la lengua de Licaonia:
 –¡Dioses en forma de hombre han bajado a nosotros!
Hch 14:12  y tomaron a Bernabé por el dios Zeus, y a Pablo por el dios Hermes, porque era el que hablaba.
Hch 14:13  El sacerdote de Zeus, que tenía su templo a la entrada del pueblo, trajo toros y adornos florales; y él y la gente querían ofrecerles un sacrificio.
Hch 14:14  Pero cuando Bernabé y Pablo se dieron cuenta, se rasgaron la ropa y se metieron entre la gente, gritando:
Hch 14:15  –Pero señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros somos hombres, como ustedes. Precisamente hemos venido para anunciarles la buena noticia, para que dejen y a estas cosas que no sirven para nada, y que se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
Hch 14:16  Aunque en otros tiempos Dios permitió que cada cual siguiera su propio camino,
Hch 14:17  nunca dejó de mostrar, por medio del bien que hacía, quién era él; pues él es quien les manda a ustedes la lluvia y las buenas cosechas, y quien les da lo suficiente para que coman y estén contentos.
Hch 14:18  Pero aunque les dijeron todo esto, les fue difícil impedir que la gente les ofreciera el sacrificio.
Hch 14:19  En esto llegaron unos judíos de Antioquía[1] y de Iconio, que hicieron cambiar de parecer a la gente; entonces apedrearon a Pablo y , creyendo que lo habían matado, lo arrastraron fuera del pueblo.
Hch 14:20  Pero cuando los creyentes se juntaron alrededor de Pablo, él se levantó y entró otra vez en el pueblo; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe.
Hch 14:21  Después de anunciar la buena noticia en Derbe, donde ganaron muchos creyentes, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía.
Hch 14:22  En estos lugares animaron a los creyentes, y recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les dijeron que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones.
Hch 14:23  También nombraron ancianos[2]
 en cada iglesia, y después de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían creído.
Hch 14:24  Pasando por la región de Pisidia, llegaron a la de Panfilia.
Hch 14:25  Anunciaron el mensaje en Perge, y luego fueron a Atalía;
Hch 14:26  allí se embarcaron para Antioquía, [3] la ciudad donde los habían encomendado al amor de Dios para el trabajo que ahora habían terminado.
Hch 14:27  Cuando llegaron a Antioquía, reunieron a los de la iglesia y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo el Señor había abierto la puerta a los no judíos, para que también ellos pudieran creer.
Hch 14:28  y Pablo y Bernabé se quedaron allí mucho tiempo con los creyentes.

 


 

Hch 14:1  Ahora bien, en Iconio entraron juntos en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que una gran multitud tanto de judíos como de griegos se hicieron creyentes.
Hch 14:2  Pero los judíos que no creyeron alborotaron las almas de gente de las naciones contra los hermanos e influyeron en ellas de mala manera.
Hch 14:3  Por lo tanto, ellos pasaron bastante tiempo hablando con denuedo por la autoridad de Jehová, quien daba testimonio de la palabra de su bondad inmerecida, concediendo que mediante las manos de ellos ocurrieran señales y portentos presagiosos.
Hch 14:4  Sin embargo, la multitud de la ciudad se dividió, y algunos estaban por los judíos, pero otros por los apóstoles.
Hch 14:5  Ahora bien, cuando se produjo un esfuerzo violento tanto de parte de gente de las naciones como de judíos con sus gobernantes, para tratarlos con insolencia y tirarles piedras,
Hch 14:6  ellos, cuando esto se les informó, huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra y Derbe y su comarca;
Hch 14:7  y allí siguieron declarando las buenas nuevas.
Hch 14:8  Ahora bien, en Listra estaba sentado cierto varón imposibilitado de los pies, cojo desde la matriz de su madre, y no había andado nunca.
Hch 14:9  Este estaba escuchando hablar a Pablo, el cual, mirándolo fijamente, y viendo que tenía fe para recibir la salud,
Hch 14:10  dijo con voz fuerte: “Levántate erguido sobre tus pies”. Y él se levantó de un salto, y echó a andar.
Hch 14:11  Y las muchedumbres, viendo lo que Pablo había hecho, levantaron la voz y dijeron en la lengua licaónica: “¡Los dioses se han hecho como humanos y han bajado a nosotros!”.
Hch 14:12  Y se pusieron a llamar Zeus a Bernabé, pero Hermes a Pablo, puesto que este era el que llevaba la delantera al hablar.
Hch 14:13  Y el sacerdote de Zeus, cuyo [templo] estaba delante de la ciudad, trajo toros y guirnaldas a las puertas, y deseaba ofrecer sacrificios con las muchedumbres.
Hch 14:14  Sin embargo, cuando los apóstoles Bernabé y Pablo oyeron de ello, se rasgaron las prendas de vestir exteriores y se lanzaron entre la muchedumbre, clamando
Hch 14:15  y diciendo: “Varones, ¿por qué hacen estas cosas? Nosotros también somos humanos que tenemos sufrimientos igual que ustedes, y les estamos declarando las buenas nuevas, para que se vuelvan de estas cosas vanas al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas [que hay] en ellos.
Hch 14:16  En las generaciones pasadas él permitió a todas las naciones seguir adelante en sus caminos,
Hch 14:17  aunque, verdaderamente, no se dejó a sí mismo sin testimonio, por cuanto hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando por completo sus corazones de alimento y de alegría”.
Hch 14:18  Y aun diciendo estas cosas, apenas pudieron hacer que las muchedumbres desistieran de hacerles sacrificios.
Hch 14:19  Pero unos judíos llegaron de Antioquía y de Iconio y persuadieron a las muchedumbres, y apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, imaginándose que estaba muerto.
Hch 14:20  Sin embargo, cuando los discípulos lo cercaron, él se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente partió con Bernabé para Derbe.
Hch 14:21  Y después de declarar las buenas nuevas a aquella ciudad y de hacer una buena cantidad de discípulos, volvieron a Listra y a Iconio y a Antioquía,
Hch 14:22  fortaleciendo las almas de los discípulos, animándolos a permanecer en la fe, y [diciendo]: “Tenemos que entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones”.
Hch 14:23  Además, les nombraron ancianos en cada congregación y, haciendo oración con ayunos, los encomendaron a Jehová, en quien habían llegado a creer.
Hch 14:24  Y pasaron a través de Pisidia y entraron en Panfilia,
Hch 14:25  y, después de hablar la palabra en Perga, bajaron a Atalia.
Hch 14:26  Y de allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la bondad inmerecida de Dios para la obra que habían ejecutado completamente.
Hch 14:27  Cuando hubieron llegado y hubieron reunido a la congregación, procedieron a contar las muchas cosas que Dios había hecho mediante ellos, y que había abierto a las naciones la puerta a la fe.
Hch 14:28  De modo que pasaron no poco tiempo con los discípulos.

 


 

Hch 14:1  Cuando Pablo y Bernabé llegaron a la ciudad de Iconio, entraron juntos en la sinagoga de los judíos. Allí hablaron a la gente acerca de Jesús, y muchos judíos y gente de otros pueblos creyeron en él.
Hch 14:2  Pero los judíos que no creyeron en Jesús hicieron que se enojaran los que no eran judíos, y los pusieron en contra de los seguidores de Jesús.
Hch 14:3  Pablo y Bernabé se quedaron en Iconio por algún tiempo. Confiaban mucho en Dios y le contaban a la gente toda la verdad acerca del amor de Dios. El Señor les daba poder para hacer milagros y maravillas, para que así la gente creyera todo lo que decían.
Hch 14:4  La gente de Iconio no sabía qué hacer, pues unos apoyaban a los judíos, y otros a Pablo y a Bernabé.
Hch 14:5  Entonces los judíos, y los que no eran judíos, se pusieron de acuerdo con los líderes de Iconio, y decidieron maltratar a Pablo y a Bernabé, y matarlos a pedradas.
Hch 14:6  Pero Pablo y Bernabé se dieron cuenta y huyeron a la región de Licaonia y sus alrededores. Allí anunciaron las buenas noticias en los pueblos de Listra y Derbe.
Hch 14:8  En el pueblo de Listra había un hombre que nunca había podido caminar. Era cojo desde el día en que nació. Este hombre estaba sentado,
Hch 14:9  escuchando a Pablo, quien lo miró fijamente, y se dio cuenta de que el hombre confiaba en que él podía sanarlo.
Hch 14:10  Entonces le dijo en voz alta: «¡Levántate y camina!» Aquel hombre dio un salto y comenzó a caminar.
Hch 14:11  Al ver lo que Pablo hizo, los allí presentes comenzaron a gritar en el idioma licaonio: «¡Los dioses han tomado forma humana, y han venido a visitarnos!»
Hch 14:12  Y el sacerdote y la gente querían ofrecer sacrificios en honor de Bernabé y de Pablo. Pensaban que Bernabé era el dios Zeus, y que Pablo era el dios Hermes, porque él era el que hablaba. Y como el templo del dios Zeus estaba a la entrada del pueblo, el sacerdote llevó al templo toros y adornos de flores.
Hch 14:14  Cuando Bernabé y Pablo se dieron cuenta de lo que pasaba, rompieron su ropa para mostrar su horror por lo que la gente hacía. Luego se pusieron en medio de todos, y gritaron:
Hch 14:15  «¡Oigan! ¿Por qué hacen esto? Nosotros no somos dioses, somos simples hombres, como ustedes. Por favor, ya no hagan estas tonterías, sino pídanle perdón a Dios. Él es quien hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
Hch 14:16  Y aunque en otro tiempo permitió que todos hicieran lo que quisieran,
Hch 14:17  siempre ha mostrado quién es él, pues busca el bien de todos. Él hace que llueva y que las plantas den a tiempo sus frutos, para que todos tengan qué comer y estén siempre alegres».
Hch 14:18  A pesar de lo que Bernabé y Pablo dijeron, les fue muy difícil convencer a la gente de no ofrecerles sacrificios.
Hch 14:19  Pero llegaron unos judíos de Iconio y Antioquía, y convencieron a la gente para que se pusiera en contra de Pablo. Entonces la gente lo apedreó y, pensando que estaba muerto, lo arrastró fuera del pueblo.
Hch 14:20  Pero Pablo, rodeado de los seguidores de Jesús, se levantó y entró de nuevo al pueblo. Al día siguiente, se fue con Bernabé al pueblo de Derbe.
Hch 14:21  Pablo y Bernabé anunciaron las buenas noticias en Derbe, y mucha gente creyó en Jesús. Después volvieron a los pueblos de Listra, Iconio y Antioquía.
Hch 14:22  Allí visitaron a los que habían creído en Jesús, y les recomendaron que siguieran confiando en él. También les dijeron: «Debemos sufrir mucho antes de entrar en el reino de Dios».
Hch 14:23  En cada iglesia, Pablo y Bernabé nombraron líderes para que ayudaran a los seguidores de Jesús. Después de orar y ayunar, ponían las manos sobre esos líderes y le pedían a Dios que los ayudara, pues ellos habían creído en él.
Hch 14:24  Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y pasaron por la región de Pisidia hasta llegar a la región de Panfilia.
Hch 14:25  Allí anunciaron las buenas noticias, primero a los del pueblo de Perge y luego a los de Atalía.
Hch 14:26  Después tomaron un barco y se fueron a la ciudad de Antioquía, en la región de Siria. En esa ciudad, los miembros de la iglesia le habían pedido a Dios con mucho amor que cuidara a Pablo y a Bernabé, para que no tuvieran problemas al anunciar las buenas noticias.
Hch 14:27  Cuando Pablo y Bernabé llegaron a Antioquía, se reunieron con los miembros de la iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos. Les contaron también cómo el Señor los había ayudado a anunciar las buenas noticias a los que no eran judíos, para que también ellos pudieran creer en Jesús.
Hch 14:28  Pablo y Bernabé se quedaron allí mucho tiempo con los miembros de la iglesia.

 


 

Hch 14:1  En Iconio sucedió lo mismo: entraron en la sinagoga y hablaron de tal manera que un gran número de ambos Judíos y Griegos vinieron a confiar.[95]
Hch 14:2  Pero los Judíos que no quisieron ser persuadidos alborotaron a los Gentiles y envenenaron sus mentes contra los hermanos.
Hch 14:3  Pero, a pesar de esto, Shaúl y Bar-Nabba permanecieron allí por mucho tiempo, hablando con audacia acerca del Adón, que daba testimonio al mensaje de su amor y bondad, capacitándolos para hacer señales y milagros.
Hch 14:4  No obstante, la gente de la ciudad estaba dividida; unos se unían a los Judíos no creyentes, y otros a los emisarios.
Hch 14:5  Eventualmente, los no creyentes ambos Judíos y Gentiles, junto con sus gobernantes, se lanzaron a maltratar a los emisarios y aun apedrearlos;
Hch 14:6  pero ellos se dieron cuenta y huyeron a Listra y Derbe, pueblos en Liaconia, y a los campos de la región circunvecina,
Hch 14:7  donde continuaron proclamando las Buenas Noticias.
Hch 14:8  Había un hombre viviendo en Listra que no podía usar sus pies, tullido de nacimiento que jamás había caminado.
Hch 14:9  Este hombre escuchó a Shaúl hablando, él, mirándole intensamente, y percatándose de que tenía fe para ser sanado,
Hch 14:10  dijo en alta voz: "¡Párate sobre tus pies!" El dio un salto y comenzó a caminar.
Hch 14:11  La multitud, cuando vio lo que Shaúl había hecho, empezó a gritar en lengua liacónica: "¡Los dioses han bajado hasta nosotros en forma de hombres!"
Hch 14:12  Ellos llamaron a Bar-Nabba "Zeus" y a Shaúl "Hermes," porque él había hablado más;
Hch 14:13  y el sacerdote de "Zeus," cuyo templo estaba en las afueras de la ciudad, trajo toros y guirnaldas a las puertas de la ciudad, con la intención de ofrecer sacrificios a sus dioses en unión con el pueblo.
Hch 14:14  Cuando los emisarios Bar-Nabba y Shaúl oyeron esto, rasgaron sus vestiduras y corrieron hacia la multitud, gritando:
Hch 14:15  "¡Hombres! ¿Por qué están haciendo esto? ¡Somos sólo hombres humanos como ustedes! Estamos anunciando Buenas Noticias; ¡vuélvanse de estas cosas inservibles al Elohim viviente, quien hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que en ellos hay![Sal 146:6]
Hch 14:16  En tiempos pasados, El permitió que la gente anduviera en sus propios caminos;
Hch 14:17  si bien no se dejó a sí mismo sin evidencia de su naturaleza, porque El hace buenas cosas, ¡dándoles lluvia del cielo y cosechas en sus temporadas, llenándoles con alimentos y a sus corazones con felicidad!"
Hch 14:18  Y, a pesar de decir esto, a duras penas mantuvo a la gente impedida de ofrecer sacrificios.
Hch 14:19  Entonces algunos Judíos no creyentes vinieron de Antioquía a Iconio. La gente se confabuló con ellos y apedrearon a Shaúl y, pensando que estaba muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad.
Hch 14:20  Pero sus talmidim se aglomeraron alrededor de él, se pudo levantar y regresó a la ciudad. Al día siguiente se fue a Derbe con Bar-Nabba.
Hch 14:21  Después de proclamar las Buenas Noticias en esa ciudad y de convertir a muchos en talmidim , regresaron a Listra, Iconio y Antioquía,
Hch 14:22  fortaleciendo a los talmidim, alentándoles a que permanecieran fieles a la fe, y recordándoles que es a través de pasar grandes tribulaciones que entramos en el Reino de YAHWEH.[96]
Hch 14:23  Después de designar ancianos para ellos en todas las Asambleas, Shaúl y Bar-Nabba, con oración y ayuno, les encomendaron al Adón en quien habían puesto su confianza.
Hch 14:24  Pasando por Pisidia, llegaron a Panfilia.
Hch 14:25  Después de anunciar el mensaje de YAHWEH en Perge, descendieron a Atalia; y de allí zarparon de regreso a Antioquía,
Hch 14:26  el lugar donde fueron entregados al cuidado de YAHWEH para el trabajo que ahora ya habían completado.
Hch 14:27  Cuando arribaron, reunieron a la Asamblea Mesiánica y reportaron lo que YAHWEH había hecho por medio de ellos, y cómo había abierto una puerta de fe a los Gentiles.
Hch 14:28  Y se quedaron allí por algún tiempo con los talmidim.

 


 

Hch 14:1  "Pablo y Bernabé fueron a la ciudad de Iconio y entraron en la sinagoga judía, como lo habían hecho en las demás ciudades. Hablaron tan bien, que muchos judíos y otros que no eran judíos creyeron."
Hch 14:2  Pero algunos judíos no creyeron e hicieron que los que no eran judíos pensaran mal de los creyentes.
Hch 14:3  "Entonces Pablo y Bernabé se quedaron en Iconio por bastante tiempo y hablaron con valentía acerca del Señor. Por medio de las señales milagrosas que ellos hacían, Dios respaldaba el mensaje de su generoso amor. "
Hch 14:4  "En la ciudad, unos estaban de acuerdo con los judíos, pero otros con los apóstoles, así que toda la ciudad estaba dividida."
Hch 14:5  "Algunos judíos, sus autoridades y otros que no eran judíos trataron de hacerles daño a Pablo y a Bernabé. Los querían matar a pedradas."
Hch 14:6  "Cuando Pablo y Bernabé se enteraron de esto, se escaparon a las ciudades licaónicas de Listra y Derbe, y sus alrededores."
Hch 14:7  Allí también anunciaron las buenas noticias.
Hch 14:8  En Listra había un hombre que nunca había podido caminar porque era inválido de nacimiento.
Hch 14:9  Este hombre estaba sentado escuchando y Pablo lo miró fijamente dándose cuenta de que el hombre tenía fe en que Dios lo podía sanar.
Hch 14:10  Entonces Pablo le dijo con voz fuerte: -¡Ponte de pie! El hombre saltó y empezó a caminar.
Hch 14:11  La gente se dio cuenta de lo que Pablo había hecho. Entonces empezaron a gritar en su propio idioma licaónico: -¡Los dioses se han convertido en hombres y han venido a nosotros!
Hch 14:12  "A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo lo llamaban Hermes, porque era el que tomaba la palabra."
Hch 14:13  El templo de Zeus estaba cerca de la ciudad. El sacerdote de ese templo trajo algunos toros y flores a las puertas de la ciudad pues él y la gente querían ofrecer sacrificios en honor a Pablo y Bernabé.
Hch 14:14  "Al ver esto, los apóstoles rasgaron sus vestidos, corrieron hacia la multitud y les gritaron:"
Hch 14:15  "-Señores, ¿qué es lo que están haciendo? ¡Somos seres humanos como cualquiera de ustedes! Estamos aquí para anunciarles las buenas noticias, para que se alejen de lo que no vale la pena y se acerquen al Dios viviente. Él creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos."
Hch 14:16  """En el pasado, Dios dejó que las naciones hicieran todo lo que quisieran."
Hch 14:17  "Sin embargo, no significa que no estuviera presente. Dios dio prueba de ello cuidándolos y dándoles lluvias y cosechas a su debido tiempo para que tuvieran alimento suficiente y estuvieran contentos""."
Hch 14:18  "Pablo y Bernabé les dijeron todo esto, pero aun así apenas pudieron impedir que la gente les ofreciera sacrificios."
Hch 14:19  "Entonces unos judíos vinieron de Antioquía e Iconio y convencieron a la gente para que se pusiera en contra de Pablo. Ellos le tiraron piedras, lo arrastraron fuera de la ciudad y lo dejaron allí creyéndolo muerto."
Hch 14:20  "Los seguidores se reunieron alrededor de Pablo, él se levantó y regresó a la ciudad. Al día siguiente, Pablo se fue con Bernabé a Derbe."
Hch 14:21  "Pablo y Bernabé también anunciaron las buenas noticias en Derbe, donde ganaron muchos seguidores, y luego regresaron a las ciudades de Listra, Iconio y Antioquía."
Hch 14:22  "En esas ciudades, fortalecieron a los seguidores y los animaron a seguir fieles, diciéndoles: ""Para entrar al reino de Dios tenemos que sufrir mucho""."
Hch 14:23  "Pablo y Bernabé nombraron ancianos líderes en cada iglesia. Después de orar y ayunar, Pablo y Bernabé los encomendaron al Señor, en quien habían creído."
Hch 14:24  Pablo y Bernabé pasaron por la región de Pisidia y entraron a la región de Panfilia.
Hch 14:25  Anunciaron el mensaje en la ciudad de Perge y luego fueron a la ciudad de Atalía.
Hch 14:26  "De allí, fueron en barco hasta Antioquía de Siria, de donde habían salido a hacer el trabajo que ahora terminaban. Allí también fue donde los creyentes los habían encomendado al generoso amor de Dios."
Hch 14:27  "Cuando llegaron, reunieron a la iglesia y le contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. Les contaron que Dios había abierto una puerta para que los que no son judíos también pudieran creer."
Hch 14:28  Pablo y Bernabé se quedaron allí con ellos por mucho tiempo.

 


 
 
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