Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  W204
 


 BibliadeEstudioAdventistaHechos de los A: 10.BibliadeEstudioAdventista

La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de Hechos de los Apostoles.


 

Hch 10:1  Y un varón en Cesarea, por nombre Cornelio, centurión del manípulo, el llamado itálico;
Hch 10:2  piadoso y temiendo a Dios, con toda su casa, haciendo limosnas muchas al pueblo y rogando a Dios de continuo;
Hch 10:3  vio, en visión, manifiestamente, como alrededor de la hora nona del día, a un ángel de Dios venir a él y decirle: «Cornelio».
Hch 10:4  Y él, fijándose en él, y medroso poniéndose, dijo: «¿Qué es, Señor?» Y díjole: «Las oraciones tuyas y las limosnas tuyas han ascendido en memorial, delante de Dios.
Hch 10:5  Y ahora manda varones a Yope y haz venido a cierto Simón que se sobreapellida Pedro;
Hch 10:6  éste hospédase cerca de cierto Simón curtidor; cuya casa está junto a la mar; éste hablaráte qué debes hacer».
Hch 10:7  Y, como se retiró el ángel, el que le hablaba, llamando dos de sus domésticos y un soldado piadoso de los que le asistían;
Hch 10:8  y, narrando todo ello a ellos, envióles a Yope.
Hch 10:9  Y al siguiente día, caminando aquéllos y a la ciudad acercándose, ascendió Pedro al terrado a orar alrededor de la hora sexta;
Hch 10:10  y púsose hambriento; y quería gustar. Y, preparando aquéllos, vino sobre él un éxtasis.
Hch 10:11  y vio al cielo abierto, y descendiendo un recipiente, como un lienzo grande, con cuatro puntas bajando sobre la tierra,
Hch 10:12  en el que había todos los cuadrúpedos y reptiles de la tierra y volátiles del cielo.
Hch 10:13  Y vino voz a él: «Levantándote, Pedro, mata y come».
Hch 10:14  Y Pedro dijo: «Jamás, Señor; pues nunca he comido todo común e impuro».
Hch 10:15  Y voz de nuevo, por vez segunda, a él: «Lo que Dios ha purificado, tú no comuniques(a) ».
Hch 10:16  Y esto aconteció hasta tres veces; y luego recibido fue el recipiente en el cielo.
Hch 10:17  Y, como dentro de sí vacilaba Pedro: qué fuese la visión que vio, he aquí los varones los enviados de Cornelio, preguntando por la casa de Simón, detuviéronse en el atrio;
Hch 10:18  y, llamando averiguaban: si «Simón, el sobreapellidado Pedro, aquí se hospeda».
Hch 10:19  Y, Pedro reflexionando sobre la visión, díjole el Espíritu: «He aquí varones dos, buscándote;
Hch 10:20  empero, levantándote, desciende, y vete con ellos, nada considerando; pues yo les he enviado».
Hch 10:21  Y, descendiendo Pedro a los varones, dijo: «He aquí yo soy el que buscáis; ¿qué causa por la que estáis aquí?»
Hch 10:22  Y ellos dijeron: «A Cornelio, centurión, varón justo y temiendo a Dios, y testimoniado, de toda la gente de los judíos, revelado fue por un ángel santo hacerte venir a su casa y oír palabras de ti».
Hch 10:23  Llamándoles, pues, adentro, hospedó; y al siguiente día, levantándose, salió con ellos; y algunos de los hermanos, de Yope fueron con él.
Hch 10:24  Y al siguiente día entró en Cesarea; y Cornelio estaba aguardándoles, habiendo convocado sus parientes y necesarios(b)  amigos.
Hch 10:25  Y como aconteció entrar(c)  Pedro, encontrándole Cornelio, cayendo a los pies, adoró.
Hch 10:26  Mas Pedro levantóle, diciendo: «Alza: también yo mismo hombre soy».
Hch 10:27  Y, conversando con él, entró; y halla reunidos muchos;
Hch 10:28  y dijo a ellos: «Vosotros sabéis como ilegal es para varón judío adherir o acercarse a alienígena; y a mí Dios mostró a nadie común o inmundo decir —a hombre(d) ;
Hch 10:29  por lo cual también irreplicadamente he venido, habiéndoseme hecho venir. Pregunto, pues: ¿con qué palabra habéisme hecho venir?»
Hch 10:30  Y Cornelio dijo: «Desde cuarto día hasta esta hora, estaba yo, la nona, orando en mi casa; y he aquí un varón detúvose a faz mía en veste radiosa;
Hch 10:31  y dijo: «Cornelio, escuchada ha sido tu oración; y las limosnas tuyas recordadas han sido a faz de Dios.
Hch 10:32  Manda, pues, a Yope y llama acá a Simón, que se sobreapellida Pedro: éste hospédase en casa de Simón, curtidor, junto a la mar».
Hch 10:33  Al punto, pues mandé a ti; y tú bellamente has hecho viniéndote. Ahora, pues, todos nosotros a faz de Dios estamos aquí a oír todo lo ordenado a ti por el Señor».
Hch 10:34  Y, abriendo Pedro la boca, dijo: «En verdad comprendo que no es de faz aceptador Dios;
Hch 10:35  sino que en toda gente el que le teme y obra justicia aceptable a él es.
Hch 10:36  La palabra envió a los hijos de Israel evangelizando paz por medio de Jesucristo. Este es de todos Señor.
Hch 10:37  Sabéis la venida palabra a través de toda la Judea; empezando de la Galilea, con el bautismo que predicó Juan(e) : a Jesús de Nazaret:
Hch 10:38  cómo ungióle Dios con Espíritu Santo y fuerza; el cual pasó bien haciendo y sanando a todos los esclavizados por el diablo; pues Dios era con él.
Hch 10:39  (Y ¡nosotros, testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y Jerusalén!); al que también arrebataron suspendiendo de leño.
Hch 10:40  A éste Dios resucitó al tercer día y dióle manifiesto hacerse,
Hch 10:41  no a todo el pueblo, sino a testigos preelegidos por Dios: nosotros que hemos con él comido y con él bebido después de resurgir él de muertos;
Hch 10:42  y mandónos predicar al pueblo y testimoniar que éste es el determinado por Dios, juez de vivientes y muertos.
Hch 10:43  A éste todos los profetas testifican: remisión de pecados recibir por su nombre todo el que cree en él».
Hch 10:44  Aún hablando Pedro estas palabras, cayó el Espíritu, el Santo, sobre todos los que oían la palabra.
Hch 10:45  Y arrobábanse los de circuncisión fieles, cuantos vinieron con Pedro, de que también sobre las gentes el don del Espíritu, el Santo, se ha derramado;
Hch 10:46  pues oíanles hablar en lenguas y magnificar a Dios. Entonces respondió Pedro:
Hch 10:47  «¿Acaso el agua puede estorbar alguno que no se bauticen éstos, los que el Espíritu, el Santo, han recibido, tal como nosotros?»
Hch 10:48  Y ordenó que ellos en el nombre de Jesucristo se bautizasen. Entonces, rogáronle permanecer allí días algunos.

 


 

Hch 10:1  Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte denominada Itálica;"
Hch 10:2  piadoso, temeroso de Dios con toda su casa, que hacía muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios continuamente.
Hch 10:3  Este, como a la hora de nona, vio claramente en visión a un ángel de Dios, que acercándose a él le decía: Cornelio.
Hch 10:4  El le miró, y sobrecogido de temor, dijo: ¿Qué quieres, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y limosnas han sido recordadas ante Dios.
Hch 10:5  Envía, pues, unos hombres a Joppe y haz que venga un cierto Simón, llamado Pedro,
Hch 10:6  que se hospeda en casa de Simón, el curtidor, cuya casa está junto al mar.
Hch 10:7  En cuanto desapareció el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus domésticos y a un soldado, también piadoso, de sus asistentes,
Hch 10:8  y contándoles todo el suceso los envió a Joppe.
Hch 10:9  Al día siguiente, mientras ellos caminaban y se acercaban a la ciudad, subió Pedro a la terraza para orar hacia la hora de sexta.
Hch 10:10  Sintió hambre y deseó comer; y mientras preparaban la comida le sobrevino un éxtasis."
Hch 10:11  Vio el cielo abierto, y que bajaba algo como un mantel grande, sostenido por las cuatro puntas, y que descendía sobre la tierra.
Hch 10:12  En él había todo género de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo.
Hch 10:13  Oyó una voz que le decía: Levántate, Pedro, mata y come.
Hch 10:14  Dijo Pedro: De ninguna manera, Señor, que jamás he comido cosa alguna impura.
Hch 10:15  De nuevo le dijo la voz: Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú impuro.
Hch 10:16  Sucedió esto por tres veces, y luego el lienzo fue recogido al cielo.
Hch 10:17  Estaba Pedro dudoso y pensativo sobre lo que sería aquella visión que había tenido, cuando los hombres enviados por Cornelio llegaron a la puerta, preguntando por la casa de Simón;"
Hch 10:18  y llamando, preguntaron si se hospedaba allí cierto Simón llamado Pedro.
Hch 10:19  Meditando Pedro sobre la visión, le dijo el Espíritu:
Hch 10:20  Ahí están unos hombres que te buscan. Levántate, pues, baja y vete con ellos sin vacilar, porque los he enviado yo.
Hch 10:21  Bajó Pedro y dijo a los hombres: Yo soy el que buscáis. ¿Qué es lo que os trae?
Hch 10:22  Ellos dijeron: El centurión Cornelio, varón justo y temeroso de Dios, que en todo el pueblo de los judíos es muy estimado, ha recibido de un santo ángel el mandato de hacerte llevar a su casa y escuchar tu palabra.
Hch 10:23  Pedro les invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente partió con ellos, acompañado de algunos hermanos de Joppe;"
Hch 10:24  y al otro día entró en Cesárea, donde los esperaba Cornelio, que había invitado a todos sus parientes y amigos íntimos.
Hch 10:25  Así que entró Pedro, Cornelio le salió al encuentro, y postrándose a sus pies, le adoró.
Hch 10:26  Pedro le levantó diciendo: Levántate, que yo también soy hombre.
Hch 10:27  Conversando con él, entró y encontró allí a muchos reunidos,
Hch 10:28  a quienes dijo: Bien sabéis cuan ilícito es a un hombre judío llegarse a un extranjero o entrar en su casa, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debía llamar manchado o impuro,
Hch 10:29  por lo cual, sin vacilar he venido, obedeciendo el mandato. Decidme, pues, para qué me habéis llamado.
Hch 10:30  Cornelio contestó: Hace cuatro días, a esta hora de nona, orando yo en mi casa, vi a un varón vestido de refulgentes vestiduras,
Hch 10:31  que me dijo: Cornelio, ha sido escuchada tu oración y tus limosnas recordadas delante de Dios.
Hch 10:32  Envía, pues, a Joppe y haz llamar a Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón, el curtidor, junto al mar.
Hch 10:33  Al instante envié por ti, y tú te has dignado venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos en presencia de Dios, prontos a escuchar de ti lo ordenado por el Señor.
Hch 10:34  Tomando entonces Pedro la palabra, dijo: En verdad reconozco que no hay en Dios acepción de personas,
Hch 10:35  sino que, en toda nación, el que teme a Dios y practica la justicia le es acepto.
Hch 10:36  El ha enviado su palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la paz por Jesucristo, que es el Señor de todos.
Hch 10:37  Vosotros sabéis lo acontecido en toda Judea, comenzando por la Galilea, después del bautismo predicado por Juan;"
Hch 10:38  esto es, cómo a Jesús de Nazaret le ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo pasó haciendo bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El.
Hch 10:39  Y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén, y de cómo le dieron muerte suspendiéndole de un madero.
Hch 10:40  Dios le resucitó al tercer día y les dio manifestarse,
Hch 10:41  no a todo el pueblo, sino a los testigos de antemano elegidos por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con El después de resucitado de entre los muertos.
Hch 10:42  Y nos ordenó predicar al pueblo y atestiguar que por Dios ha sido instituido juez de vivos y muertos.
Hch 10:43  De El dan testimonio todos los profetas, que dicen que por su nombre cuantos crean en El recibirán el perdón de los pecados.
Hch 10:44  Aún estaba Pedro diciendo estas palabras, cuando descendió el Espíritu Santo sobre todos los que oían la palabra;"
Hch 10:45  quedando fuera de sí los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro de que el don del Espíritu Santo se derramase sobre los gentiles,
Hch 10:46  porque les oían hablar en varias lenguas y glorificar a Dios. Entonces tomó Pedro la palabra:
Hch 10:47  ¿Podrá, acaso, alguno negar el agua del bautismo a éstos, que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?
Hch 10:48  Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedase allí algunos días.

 


 

Hch 10:1  En la ciudad de Cesarea vivía un hombre llamado Cornelio. Era capitán de un grupo de cien soldados romanos, al que se conocía como Regimiento Italiano.
Hch 10:2  Cornelio y todos los de su casa amaban y adoraban a Dios. Además, Cornelio ayudaba mucho a los judíos pobres, y siempre oraba a Dios.
Hch 10:3  Un día, a eso de las tres de la tarde, Cornelio tuvo una visión, en la que claramente veía que un ángel de Dios llegaba a donde él estaba y lo llamaba por su nombre.
Hch 10:4  Cornelio sintió miedo, pero miró fijamente al ángel y le respondió: «¿Qué desea mi Señor?» El ángel le dijo: «Dios ha escuchado tus oraciones, y está contento con todo lo que haces para ayudar a los pobres.
Hch 10:5  Envía ahora mismo dos hombres al puerto de Jope. Diles que busquen allí a un hombre llamado Pedro,
Hch 10:6  que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.»
Hch 10:7  Tan pronto como el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes. Llamó también a un soldado de su confianza que amaba a Dios,
Hch 10:8  y luego de contarles todo lo que le había pasado, los envió a Jope.
Hch 10:9  Al día siguiente, mientras el soldado y los sirvientes se acercaban al puerto de Jope, Pedro subió a la azotea de la casa para orar. Era como el mediodía.
Hch 10:10  De pronto, sintió hambre y quiso comer algo. Mientras le preparaban la comida, Pedro tuvo una visión.
Hch 10:11  Vio que el cielo se abría, y que bajaba a la tierra algo como un gran manto, colgado de las cuatro puntas.
Hch 10:12  En el manto había toda clase de animales, y hasta reptiles y aves.
Hch 10:13  Pedro oyó la voz de Dios, que le decía: «¡Pedro, mata y come de estos animales!»
Hch 10:14  Pedro respondió: «¡No, Señor, de ninguna manera! Nuestra ley no nos permite comer carne de esos animales, y yo jamás he comido nada que esté prohibido.»
Hch 10:15  Dios le dijo: «Pedro, si yo digo que puedes comer de estos animales, no digas tú que son malos.»
Hch 10:16  Esto ocurrió tres veces. Luego, Dios retiró el manto y lo subió al cielo.
Hch 10:17  Mientras tanto, Pedro se quedó admirado, pensando en el significado de esa visión. En eso, los hombres que Cornelio había enviado llegaron a la casa de Simón
Hch 10:18  y preguntaron: «¿Es aquí donde vive un hombre llamado Pedro?»
Hch 10:19  Pedro seguía pensando en lo que había visto, pero el Espíritu del Señor le dijo: «Mira, unos hombres te buscan.
Hch 10:20  Baja y vete con ellos. No te preocupes, porque yo los he enviado.»
Hch 10:21  Entonces Pedro bajó y les dijo a los hombres: —Yo soy Pedro. ¿Para qué me buscan?
Hch 10:22  Ellos respondieron: —Nos envía el capitán Cornelio, que es un hombre bueno y obedece a Dios. Todos los judíos lo respetan mucho. Un ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Haz que Pedro venga a tu casa, y escucha bien lo que va a decirte.”
Hch 10:23  Pedro les dijo: —Entren en la casa, y pasen aquí la noche. Al amanecer, Pedro y aquellos hombres se prepararon y salieron hacia la ciudad de Cesarea. Con ellos fueron algunos miembros de la iglesia del puerto de Jope.
Hch 10:24  Un día después llegaron a Cesarea. Cornelio estaba esperándolos, junto con sus familiares y un grupo de sus mejores amigos, a quienes él había invitado.
Hch 10:25  Cuando Pedro estuvo frente a la casa, Cornelio salió a recibirlo, y con mucho respeto se arrodilló ante él.
Hch 10:26  Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, que no soy ningún dios.»
Hch 10:27  Luego se pusieron a conversar, y entraron juntos en la casa. Allí Pedro encontró a toda la gente que se había reunido para recibirlo,
Hch 10:28  y les dijo: —Ustedes deben saber que a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra raza ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie.
Hch 10:29  Por eso he aceptado venir a esta casa. Díganme, ¿para qué me han hecho venir?
Hch 10:30  Cornelio le respondió: —Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante,
Hch 10:31  y me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y ha tomado en cuenta todo lo que has hecho para ayudar a los pobres.
Hch 10:32  Envía a Jope unos mensajeros, para que busquen a un hombre llamado Pedro, que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.”
Hch 10:33  »Enseguida envié a mis mensajeros, y tú has aceptado muy amablemente mi invitación. Todos estamos aquí, listos para oír lo que Dios te ha ordenado que nos digas, y estamos seguros de que él nos está viendo en este momento.
Hch 10:34  Entonces Pedro comenzó a decirles: —Ahora comprendo que para Dios todos somos iguales.
Hch 10:35  Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.
Hch 10:36  Este es el mismo mensaje que Dios enseñó a los israelitas por medio de Jesús, el Mesías y Señor que manda sobre todos; para que por medio de él todos vivan en paz con Dios.
Hch 10:37  »Ustedes ya saben lo que ha pasado en toda la región de Judea. Todo comenzó en Galilea, después de que Juan bautizó a
Hch 10:38  Jesús de Nazaret y Dios le dio el poder del Espíritu Santo. Como Dios estaba con él, Jesús hizo siempre lo bueno y sanó a todos los que vivían bajo el poder del diablo.
Hch 10:39  Nosotros vimos todas las cosas que Jesús hizo en la ciudad de Jerusalén y en todo el territorio judío. Y también vimos cuando lo mataron clavándolo en una cruz.
Hch 10:40  Pero tres días después Dios lo resucitó y nos permitió verlo de nuevo,
Hch 10:41  y comer y beber con él. Dios no permitió que todos lo vieran. Sólo nos lo permitió a nosotros, porque ya nos había elegido para anunciar que Jesús vive.
Hch 10:42  »Jesús nos ha encargado anunciar que Dios lo ha nombrado juez de todo el mundo, y que él juzgará a los que aún viven y a los que ya han muerto.
Hch 10:43  »Los profetas hablaron acerca de Jesús, y dijeron que Dios perdonará a todos los que confíen en él. Sólo por medio de él podemos alcanzar el perdón de Dios.
Hch 10:44  Todavía estaba hablando Pedro con ellos cuando, de repente, el Espíritu Santo vino sobre todos los que estaban escuchando el mensaje.
Hch 10:45  Los que habían venido de Jope con Pedro se quedaron sorprendidos al ver que el Espíritu Santo había venido también sobre los que no eran judíos.
Hch 10:46  Y los oían hablar y alabar a Dios en idiomas desconocidos.
Hch 10:47  Pedro les dijo a sus compañeros: «Dios ha enviado el Espíritu Santo para dirigir la vida de gente de otros países, así como nos lo envió a nosotros, los judíos. Ahora nadie puede impedir que también los bauticemos.»
Hch 10:48  Habiendo dicho esto, Pedro ordenó que todos fueran bautizados en el nombre de Jesús, el Mesías. Luego, ellos le rogaron a Pedro que se quedara en su casa algunos días más.

 


 

Hch 10:1  Había en Cesarea un varón llamado Cornelio, el cual era centurión en una cohorte de la legión llamada Itálica,
Hch 10:2  hombre religioso, y temeroso de Dios con toda su familia, y que daba muchas limosnas al pueblo, y hacía continua oración a Dios.
Hch 10:3  Este, pues, a eso de las tres de la tarde, en una visión vio claramente a un ángel del Señor entrar en su aposento, y decirle: ¡Cornelio!
Hch 10:4  Y él, mirándole sobrecogido de temor, dijo: ¿Qué queréis de mí, Señor? Le respondió: Tus oraciones y tus limosnas han subido hasta arriba en el acatamiento de Dios haciendo memoria de ti.
Hch 10:5  Ahora, pues, envía a alguno a Jope en busca de un tal Simón, llamado Pedro,
Hch 10:6  el cual está hospedado en casa de otro Simón curtidor, cuya casa está cerca del mar: éste te dirá lo que te conviene hacer.
Hch 10:7  Luego que se retiró el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus domésticos y a un soldado de los que estaban a sus órdenes, temeroso de Dios;
Hch 10:8  a los cuales, después de habérselo confiado todo, los envió a Jope.
Hch 10:9  El día siguiente, mientras estaban ellos haciendo su viaje, y acercándose a la ciudad, subió Pedro a lo alto de la casa, cerca del mediodía, a hacer oración.
Hch 10:10  Sintiendo hambre, quiso tomar alimento. Pero mientras se lo aderezaban, le sobrevino un éxtasis;
Hch 10:11  y en él vio el cielo abierto, y bajar cierta cosa como un mantel grande, que pendiente de sus cuatro puntas se descolgaba del cielo a la tierra,
Hch 10:12  en el cual había todo género de animales cuadrúpedos, y reptiles de la tierra, y aves del cielo.
Hch 10:13  Y oyó una voz que le decía: Pedro, levántate, mata y come.
Hch 10:14  Dijo Pedro: No haré tal, Señor, pues jamás he comido cosa profana e inmunda.
Hch 10:15  Le replicó la misma voz: Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano.
Hch 10:16  Esto se repitió, por tres veces; y luego el mantel volvió a subirse al cielo.
Hch 10:17  Mientras estaba Pedro discurriendo entre sí qué significaría la visión que acababa de tener, he aquí que los hombres que enviara Cornelio, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Hch 10:18  Y habiendo llamado, preguntaron si estaba hospedado allí Simón, por sobrenombre Pedro.
Hch 10:19  Y mientras éste estaba ocupado en discurrir sobre la visión, le dijo el Espíritu: Mira, ahí están tres hombres que te buscan.
Hch 10:20  Levántate luego, baja, y vete con ellos sin el menor reparo: porque yo soy el que los ha enviado.
Hch 10:21  Habiendo, pues, Pedro bajado, e ido al encuentro de los mensajeros, les dijo: Vedme aquí: yo soy aquel a quien buscáis: ¿cuál es el motivo de vuestro viaje?
Hch 10:22  Ellos le respondieron. El centurión Cornelio, varón justo y temeroso de Dios, estimado y tenido por tal de toda la nación de los judíos, recibió aviso de un santo ángel, para que te enviara llamar a su casa, y escuchase lo que tú le digas.
Hch 10:23  Pedro entonces, haciéndolos entrar, los hospedó consigo. Al día siguiente partió con ellos, acompañándole también algunos de los hermanos de Jope.
Hch 10:24  El día después entró en Cesarea. Cornelio, por su parte, convocados sus parientes y amigos más íntimos, los estaba esperando.
Hch 10:25  Estando Pedro para entrar, le salió Cornelio a recibir, y postrándose a sus pies, le adoró.
Hch 10:26  Mas Pedro le levantó, diciendo: Alzate, que yo no soy más que un hombre como tú.
Hch 10:27  Y conversando con él entró en casa, donde halló reunidas muchas personas.
Hch 10:28  Y les dijo: No ignoráis qué cosa tan abominable sea para un judío el trabar amistad o familiarizarse con un extranjero; pero Dios me ha enseñado a no tener a ningún hombre por impuro o manchado.
Hch 10:29  Por lo cual, luego que he sido llamado he venido sin dificultad. Ahora os pregunto: ¿por qué motivo me habéis llamado?
Hch 10:30  A lo que respondió Cornelio. Cuatro días hace hoy, que yo estaba orando en mi casa a las tres de la tarde, cuando he aquí que se me puso delante un personaje vestido de blanco, y me dijo:
Hch 10:31  Cornelio, tu oración ha sido oída benignamente, y se ha hecho mención de tus limosnas en la presencia de Dios.
Hch 10:32  Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón, por sobrenombre Pedro, el cual está hospedado en casa de Simón el curtidor, cerca del mar.
Hch 10:33  Al punto, pues, envié por ti, y tú me has hecho la gracia de venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en tu presencia, para escuchar cuanto el Señor te haya mandado decirnos.
 
Hch 10:34  Entonces Pedro, dando principio a su discurso, habló de esta manera: Verdaderamente acabé de conocer que Dios no hace acepción de personas;
Hch 10:35  sino que en cualquiera nación, el que le teme, y obra bien, merece su agrado.
Hch 10:36  Lo cual ha hecho entender Dios a los hijos de Israel, anunciándoles la paz por Jesucristo (el cual es el Señor de todos).
Hch 10:37  Vosotros sabéis lo que ha ocurrido en toda la Judea, habiendo principiado en Galilea, después que predicó Juan el bautismo ;
Hch 10:38  la manera con que Dios ungió con el Espíritu Santo y su virtud a Jesús de Nazaret; el cual ha ido haciendo beneficios por todas partes por donde ha pasado, y ha curado a todos los que estaban bajo la opresión del demonio, porque Dios estaba con él.
Hch 10:39  Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en el país de Judea y en Jerusalén , al cual no obstante quitaron la vida colgándole en una cruz.
Hch 10:40  Pero Dios le resucitó al tercer día, y dispuso que se dejase ver,
Hch 10:41  no de todo el pueblo, sino de los predestinados de Dios para testigos, de nosotros, que hemos comido y bebido con él, después que resucitó de entre los muertos.
Hch 10:42  Y nos mandó que predicásemos y testificásemos al pueblo, que él es el que está por Dios constituido juez de vivos y de muertos.
Hch 10:43  Del mismo testifican todos los profetas, que cualquiera que cree en él, recibe en virtud de su nombre la remisión de los pecados.
Hch 10:44  Estando aún Pedro diciendo estas palabras, descendió el Espíritu Santo sobre todos los que oían la plática.
Hch 10:45  Y los fieles, circuncidados, o judíos, que habían venido con Pedro, quedaron pasmados, al ver que la gracia del Espíritu Santo se derramaba también sobre los gentiles, o incircuncisos.
Hch 10:46  Pues los oían hablar varias lenguas y publicar las grandezas de Dios.
Hch 10:47  Entonces dijo Pedro: ¿Quién puede negar el agua del bautismo a los que como nosotros, han recibido también al Espíritu Santo?
Hch 10:48  Así que mandó bautizarlos en Nombre y con el bautismo de Nuestro Señor Jesucristo; y le suplicaron que se detuviese con ellos algunos días, como lo hizo.

 


 

Hch 10:1 

Pedro y Cornelio
  Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana,
Hch 10:2  piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
Hch 10:3  Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.
Hch 10:4  El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
Hch 10:5  Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.
Hch 10:6  Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.
Hch 10:7  Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían;
Hch 10:8  a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo.
Hch 10:9  Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.
Hch 10:10  Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis;
Hch 10:11  y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra;
Hch 10:12  en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.
Hch 10:13  Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
Hch 10:14  Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.
Hch 10:15  Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.
Hch 10:16  Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.
Hch 10:17  Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Hch 10:18  Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro.
Hch 10:19  Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.
Hch 10:20  Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.
Hch 10:21  Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?
Hch 10:22  Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.
Hch 10:23  Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
Hch 10:24  Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos.
Hch 10:25  Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.
Hch 10:26  Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.
Hch 10:27  Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido.
Hch 10:28  Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;
Hch 10:29  por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir?
Hch 10:30  Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente,
Hch 10:31  y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.
Hch 10:32  Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará.
Hch 10:33  Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.
Hch 10:34  Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,(A)
Hch 10:35  sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.
Hch 10:36  Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
Hch 10:37  Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:
Hch 10:38  cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Hch 10:39  Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.
Hch 10:40  A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;
Hch 10:41  no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.
Hch 10:42  Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
Hch 10:43  De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
Hch 10:44  Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
Hch 10:45  Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Hch 10:46  Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
Hch 10:47  Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
Hch 10:48  Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

 


 

Hch 10:1  Y había un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana,
Hch 10:2  pío y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
Hch 10:3  Este vio en visión manifiestamente, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba a él, y le decía: Cornelio.
Hch 10:4  Y él, puestos en él los ojos, espantado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han sido estimadas en la presencia de Dios.
Hch 10:5  Envía pues ahora hombres a Jope, y haz venir a un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro.
Hch 10:6  Este posa en casa de un Simón, curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que te conviene hacer.
Hch 10:7  E ido el ángel que hablaba con Cornelio, llamó a dos de sus criados, y un soldado temeroso del Señor de los que le asistían;
Hch 10:8  a los cuales, después de habérselo contado todo, los envió a Jope.
Hch 10:9  Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar, cerca de la hora sexta;
Hch 10:10  y aconteció que le vino una gran hambre, y quiso comer; pero mientras disponían, cayó sobre él un rapto de entendimiento;
Hch 10:11  y vio el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado del cielo a la tierra;
Hch 10:12  En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y fieras, y reptiles, y aves del cielo.
Hch 10:13  Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
Hch 10:14  Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido jamás.
Hch 10:15  Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo ensucies.
Hch 10:16  Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo.
Hch 10:17  Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Hch 10:18  Y llamando, preguntaron si un Simón que tenía por sobrenombre Pedro, posaba allí.
Hch 10:19  Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu Santo: He aquí, tres hombres te buscan.
Hch 10:20  Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado.
Hch 10:21  Entonces Pedro, descendiendo a los hombres que eran enviados por Cornelio, dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?
Hch 10:22  Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene testimonio de toda la nación de los judíos, ha recibido respuesta por un santo ángel, de hacerte venir a su casa, y oír de ti palabras.
Hch 10:23  Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
Hch 10:24  Y al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado a sus parientes y los amigos más familiares.
Hch 10:25  Y cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies, adoró.
Hch 10:26  Y Pedro le levantó, diciendo: Levántate; yo mismo también soy hombre.
Hch 10:27  Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían juntado.
Hch 10:28  Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable a un varón judío juntarse o llegarse a extranjero; mas me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;
Hch 10:29  por lo cual, llamado, he venido sin dudar. Así que pregunto: ¿por qué causa me habéis hecho venir?
Hch 10:30  Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días hasta esta hora yo estaba en ayuno; y a la hora novena mientras oraba en mi casa, he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.
Hch 10:31  Y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria en la presencia de Dios.
Hch 10:32  Envía pues a Jope, y haz venir a un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro; éste posa en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; (el cual venido, te hablará).
Hch 10:33  Así que, luego envié a ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.
Hch 10:34  Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: En verdad hallo que Dios no hace acepción de personas;
Hch 10:35  sino que en cualquier nación el que le teme y obra justicia, es acepto a él.
Hch 10:36  Dios envió Palabra a los hijos de Israel, anunciando el evangelio por Jesús, el Cristo; (éste es el Señor de todos).
Hch 10:37  Vosotros sabéis de la palabra que ha sido hecha por toda Judea; que comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó;
Hch 10:38  a Jesús de Nazaret; cómo le ungió Dios del Espíritu Santo y de potencia; que anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.
Hch 10:39  Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de Judea, y en Jerusalén; al cual mataron colgándole en un madero.
Hch 10:40  A éste Dios lo levantó al tercer día, y dio que fuese hecho manifiesto,
Hch 10:41  no a todo el pueblo, sino a testigos que Dios antes había ordenado, es a saber , a nosotros que comimos y bebimos juntamente con él, después que resucitó de los muertos.
Hch 10:42  Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
Hch 10:43  A éste dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su Nombre.
Hch 10:44  Estando aún hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían la palabra.
Hch 10:45  Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Hch 10:46  Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
Hch 10:47  Entonces Pedro respondió: ¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
Hch 10:48  Y les mandó bautizar en el Nombre del Señor Jesús. Y le rogaron que se quedase por algunos días.

 


 

Hch 10:1  There was a certain man in Caesarea called Cornelius, a centurion of the band called the Italian band,
Hch 10:2  A devout man, and one that feared God with all his house, which gave much alms to the people, and prayed to God alway.
Hch 10:3  He saw in a vision evidently about the ninth hour of the day an angel of God coming in to him, and saying unto him, Cornelius.
Hch 10:4  And when he looked on him, he was afraid, and said, What is it, Lord? And he said unto him, Thy prayers and thine alms are come up for a memorial before God.
Hch 10:5  And now send men to Joppa, and call for one Simon, whose surname is Peter:
Hch 10:6  He lodgeth with one Simon a tanner, whose house is by the sea side: he shall tell thee what thou oughtest to do.
Hch 10:7  And when the angel which spake unto Cornelius was departed, he called two of his household servants, and a devout soldier of them that waited on him continually;
Hch 10:8  And when he had declared all these things unto them, he sent them to Joppa.
Hch 10:9  On the morrow, as they went on their journey, and drew nigh unto the city, Peter went up upon the housetop to pray about the sixth hour:
Hch 10:10  And he became very hungry, and would have eaten: but while they made ready, he fell into a trance,
Hch 10:11  And saw heaven opened, and a certain vessel descending unto him, as it had been a great sheet knit at the four corners, and let down to the earth:
Hch 10:12  Wherein were all manner of fourfooted beasts of the earth, and wild beasts, and creeping things, and fowls of the air.
Hch 10:13  And there came a voice to him, Rise, Peter; kill, and eat.
Hch 10:14  But Peter said, Not so, Lord; for I have never eaten any thing that is common or unclean.
Hch 10:15  And the voice spake unto him again the second time, What God hath cleansed, that call not thou common.
Hch 10:16  This was done thrice: and the vessel was received up again into heaven.
Hch 10:17  Now while Peter doubted in himself what this vision which he had seen should mean, behold, the men which were sent from Cornelius had made enquiry for Simon's house, and stood before the gate,
Hch 10:18  And called, and asked whether Simon, which was surnamed Peter, were lodged there.
Hch 10:19  While Peter thought on the vision, the Spirit said unto him, Behold, three men seek thee.
Hch 10:20  Arise therefore, and get thee down, and go with them, doubting nothing: for I have sent them.
Hch 10:21  Then Peter went down to the men which were sent unto him from Cornelius; and said, Behold, I am he whom ye seek: what is the cause wherefore ye are come?
Hch 10:22  And they said, Cornelius the centurion, a just man, and one that feareth God, and of good report among all the nation of the Jews, was warned from God by an holy angel to send for thee into his house, and to hear words of thee.
Hch 10:23  Then called he them in, and lodged them. And on the morrow Peter went away with them, and certain brethren from Joppa accompanied him.
Hch 10:24  And the morrow after they entered into Caesarea. And Cornelius waited for them, and had called together his kinsmen and near friends.
Hch 10:25  And as Peter was coming in, Cornelius met him, and fell down at his feet, and worshipped him.
Hch 10:26  But Peter took him up, saying, Stand up; I myself also am a man.
Hch 10:27  And as he talked with him, he went in, and found many that were come together.
Hch 10:28  And he said unto them, Ye know how that it is an unlawful thing for a man that is a Jew to keep company, or come unto one of another nation; but God hath shewed me that I should not call any man common or unclean.
Hch 10:29  Therefore came I unto you without gainsaying, as soon as I was sent for: I ask therefore for what intent ye have sent for me?
Hch 10:30  And Cornelius said, Four days ago I was fasting until this hour; and at the ninth hour I prayed in my house, and, behold, a man stood before me in bright clothing,
Hch 10:31  And said, Cornelius, thy prayer is heard, and thine alms are had in remembrance in the sight of God.
Hch 10:32  Send therefore to Joppa, and call hither Simon, whose surname is Peter; he is lodged in the house of one Simon a tanner by the sea side: who, when he cometh, shall speak unto thee.
Hch 10:33  Immediately therefore I sent to thee; and thou hast well done that thou art come. Now therefore are we all here present before God, to hear all things that are commanded thee of God.
Hch 10:34  Then Peter opened his mouth, and said, Of a truth I perceive that God is no respecter of persons:
Hch 10:35  But in every nation he that feareth him, and worketh righteousness, is accepted with him.
Hch 10:36  The word which God sent unto the children of Israel, preaching peace by Jesus Christ: (he is Lord of all:)
Hch 10:37  That word, I say, ye know, which was published throughout all Judaea, and began from Galilee, after the baptism which John preached;
Hch 10:38  How God anointed Jesus of Nazareth with the Holy Ghost and with power: who went about doing good, and healing all that were oppressed of the devil; for God was with him.
Hch 10:39  And we are witnesses of all things which he did both in the land of the Jews, and in Jerusalem; whom they slew and hanged on a tree:
Hch 10:40  Him God raised up the third day, and shewed him openly;
Hch 10:41  Not to all the people, but unto witnesses chosen before of God, even to us, who did eat and drink with him after he rose from the dead.
Hch 10:42  And he commanded us to preach unto the people, and to testify that it is he which was ordained of God to be the Judge of quick and dead.
Hch 10:43  To him give all the prophets witness, that through his name whosoever believeth in him shall receive remission of sins.
Hch 10:44  While Peter yet spake these words, the Holy Ghost fell on all them which heard the word.
Hch 10:45  And they of the circumcision which believed were astonished, as many as came with Peter, because that on the Gentiles also was poured out the gift of the Holy Ghost.
Hch 10:46  For they heard them speak with tongues, and magnify God. Then answered Peter,
Hch 10:47  Can any man forbid water, that these should not be baptized, which have received the Holy Ghost as well as we?
Hch 10:48  And he commanded them to be baptized in the name of the Lord. Then prayed they him to tarry certain days.

 


 

Hch 10:1  Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica,
Hch 10:2  piadoso y temeroso de Dios, como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios.
Hch 10:3  Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Ángel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.»
Hch 10:4  El le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, señor?» Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios.
Hch 10:5  Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro.
Hch 10:6  Este se hospeda en casa de un tal Simón, curtidor, que tiene la casa junto al mar.»
Hch 10:7  Apenas se fue el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un soldado piadoso, de entre sus asistentes,
Hch 10:8  les contó todo y los envió a Joppe.
Hch 10:9  Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, subió Pedro al terrado, sobre la hora sexta, para hacer oración.
Hch 10:10  Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis,
Hch 10:11  y vio los cielos abiertos y que bajaba hacia la tierra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas.
Hch 10:12  Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo.
Hch 10:13  Y una voz le dijo: «Levántate, Pedro, sacrifica y come.»
Hch 10:14  Pedro contestó: «De ninguna manera, Señor; jamás he comido nada profano e impuro.»
Hch 10:15  La voz le dijo por segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano.»
Hch 10:16  Esto se repitió tres veces, e inmediatamente la cosa aquella fue elevada hacia el cielo.
Hch 10:17  Estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que había visto, cuando los hombres enviados por Cornelio, después de preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta;
Hch 10:18  llamaron y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.
Hch 10:19  Estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: «Ahí tienes unos hombres que te buscan.
Hch 10:20  Baja, pues, al momento y vete con ellos sin vacilar, pues yo los he enviado.»
Hch 10:21  Pedro bajó donde ellos y les dijo: «Yo soy el que buscáis; ¿por qué motivo habéis venido?»
Hch 10:22  Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de escuchar lo que tú digas.»
Hch 10:23  Entonces les invitó a entrar y les dio hospedaje. Al día siguiente se levantó y se fue con ellos; le acompañaron algunos hermanos de Joppe.
Hch 10:24  Al siguiente día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando. Había reunido a sus parientes y a los amigos íntimos.
Hch 10:25  Cuando Pedro entraba salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies.
Hch 10:26  Pedro le levantó diciéndole: «Levántate, que también yo soy un hombre.»
Hch 10:27  Y conversando con él entró y encontró a muchos reunidos.
Hch 10:28  Y les dijo: «Vosotros sabéis que no le está permitido a un judío juntarse con un extranjero ni entrar en su casa; pero a mí me ha mostrado Dios que no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre.
Hch 10:29  Por eso al ser llamado he venido sin dudar. Os pregunto, pues, por qué motivo me habéis enviado a llamar.»
Hch 10:30  Cornelio contestó: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo haciendo la oración de nona en mi casa, y de pronto se presentó delante de mí un varón con vestidos resplandecientes,
Hch 10:31  y me dijo: “Cornelio, tu oración ha sido oída y se han recordado tus limosnas ante Dios;
Hch 10:32  envía, pues, a Joppe y haz llamar a Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar.”
Hch 10:33  Al instante mandé enviados donde ti, y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros, en la presencia de Dios, estamos dispuestos para escuchar todo lo que te ha sido ordenado por el Señor.»
Hch 10:34  Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Verdaderamente comprendo que Dios no hace acepción de personas,
Hch 10:35  sino que en cualquier nación el que le teme y practica la justicia le es grato.
Hch 10:36  «El ha enviado su Palabra a los hijos de Israel, = anunciándoles la Buena Nueva de la paz = por medio de Jesucristo que es el Señor de todos.
Hch 10:37  Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo;
Hch 10:38  = cómo Dios = a Jesús de Nazaret = le ungió con el Espíritu Santo = y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él;
Hch 10:39  y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero;
Hch 10:40  a éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse,
Hch 10:41  no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.
Hch 10:42  Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y que diésemos testimonio de que él está constituido por Dios juez de vivos y muertos.
Hch 10:43  De éste todos los profetas dan testimonio de que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados.»
Hch 10:44  Estaba Pedro diciendo estas cosas cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la Palabra.
Hch 10:45  Y los fieles circuncisos que habían venido con Pedro quedaron atónitos al ver que el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles,
Hch 10:46  pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro dijo:
Hch 10:47  «¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?»
Hch 10:48  Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedase algunos días.

 


 

Hch 10:1  Había en la ciudad de Cesarea un hombre que se llamaba Cornelio, capitán del batallón llamado el Italiano.
Hch 10:2  Era un hombre piadoso que, junto con toda su familia, adoraba a Dios. También daba mucho dinero para ayudar a los judíos, y oraba siempre a Dios. [1]
Hch 10:3  Un día, a eso de las tres de la tarde, tuvo una visión: Vio claramente a un ángel de Dios que entraba donde él estaba y le decía: "¡Cornelio!"
Hch 10:4  Cornelio se quedó mirando al ángel, y con mucho miedo le preguntó: "¿Qué se te ofrece, señor?" El ángel le dijo: "Dios tiene presentes tus oraciones y lo que has hecho para ayudara los necesitados.
Hch 10:5  Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a un hombre llamado Simón, que también es conocido como Pedro.
Hch 10:6  Está alojado en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar."
Hch 10:7  Cuando se fue el ángel que le había hablado, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado que era muy religioso y de su confianza,
Hch 10:8  y después de contárselo todo, los envió a Jope.
Hch 10:9  Al día siguiente, a eso del mediodía, mientras iban de camino cerca de Jope, Pedro subió a orar a la azotea de la casa.
Hch 10:10  Tenía hambre y quería comer, pero mientras le estaban preparando la comida, tuvo una visión:
Hch 10:11  vio que el cielo se abría y que descendía a la tierra algo parecido a una gran sábana, bajada por las cuatro puntas.
Hch 10:12  En la sábana había toda clase de cuadrúpedos, y también reptiles y aves.
Hch 10:13  y oyó una voz, que le dijo: "Levántate, Pedro; mata y come."
Hch 10:14  Pedro contestó: "No, Señor; yo nunca he comido nada profano ni impuro."
Hch 10:15  La voz le habló de nuevo, y le dijo: "Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano."
Hch 10:16  Esto sucedió tres veces, y luego la sábana volvió a subir al cielo.
Hch 10:17  Pedro estaba preocupado pensando qué querría decir aquella visión, cuando llegaron a la puerta los hombres de Cornelio, que habían averiguado dónde estaba la casa de Simón.
Hch 10:18  Al llegar, preguntaron en voz alta si allí se alojaba un tal Simón, a quien también llamaban Pedro.
Hch 10:19  y mientras Pedro todavía estaba pensando en la visión, el Espíritu Santo le dijo: "Mira, tres hombres te buscan.
Hch 10:20  Levántate, baja y ve con ellos sin dudarlo, porque yo los he enviado."
Hch 10:21  Pedro bajó y dijo a los hombres:
 –Yo soy el que ustedes buscan; ¿a qué han venido?
Hch 10:22  Ellos contestaron:
 –Venimos de parte del capitán Cornelio, un hombre justo, que adora a Dios y a quien todos los judíos estiman y quieren. Un ángel de Dios le dijo que lo llamara a usted, para que usted vaya a su casa y él escuche lo que tenga que decirle.
Hch 10:23  Entonces Pedro los hizo entrar, y se quedaron con él aquella noche. Al día siguiente, Pedro se fue con ellos, y lo acompañaron algunos de los hermanos que vivían en Jope.
Hch 10:24  y al otro día llegaron a Cesarea, donde Cornelio los estaba esperando junto con un grupo de sus parientes y amigos íntimos, a quienes había invitado.
Hch 10:25  Cuando Pedro llegó a la casa, Cornelio salió a recibirlo, y se puso de rodillas delante de él, para adorarlo.
Hch 10:26  Pero Pedro lo levantó, diciéndole:
 –Ponte de pie, pues yo también soy un hombre, como tú.
Hch 10:27  Mientras hablaba con él, entró y encontró a muchas personas reunidas.
Hch 10:28  Pedro les dijo:
 –Ustedes saben que a un judío le prohíbe su religión tener tratos con extranjeros o entrar en sus casas. Pero Dios me ha enseñado que no debo llamar profano o impuro a nadie.
Hch 10:29  Por eso, tan pronto como me avisaron, vine sin poner ninguna objeción. Quisiera saber, pues, por qué me han llamado.
Hch 10:30  Cornelio contestó:
 –Hace cuatro días, como a esta misma hora, yo estaba aquí en mi casa haciendo la oración de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre vestido con ropa brillante.
Hch 10:31  Me dijo: 'Cornelio, Dios ha oído tu oración y se ha acordado de lo que has hecho para ayudar a los necesitados.
Hch 10:32  Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a Simón, que también se llama Pedro. Está alojado en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar. '
Hch 10:33  Así que envié inmediatamente a buscarte, y tú has tenido la bondad de venir. Ahora estamos todos aquí delante de Dios, y queremos escuchar todo lo que el Señor te ha mandado decirnos.
Hch 10:34  Pedro entonces comenzó a hablar, y dijo:
 –Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra,
Hch 10:35  sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno.
Hch 10:36  Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.
Hch 10:37  Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que era necesario bautizarse.
Hch 10:38  Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él,
Hch 10:39  y nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús en la región de Judea y en Jerusalén. Después lo mataron, colgándolo en una cruz.
Hch 10:40  Pero Dios lo resucitó al tercer día, e hizo que se nos apareciera a nosotros.
Hch 10:41  No se apareció a todo el pueblo, sino a nosotros, a quienes Dios había escogido de antemano como testigos. Nosotros comimos y bebimos con él después que resucitó.
Hch 10:42  y él nos envió a anunciarle al pueblo que Dios lo ha puesto como Juez de los vivos y de los muertos.
Hch 10:43  Todos los profetas habían hablado y a de Jesús, y habían dicho que quienes creen en él reciben por medio de él el perdón de los pecados. [2]
Hch 10:44  Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo vino sobre todos los que escuchaban su mensaje.
Hch 10:45  y los creyentes procedentes del judaísmo que habían llegado con Pedro, se quedaron admirados de que el Espíritu Santo fuera dado también a los que no eran judíos,
Hch 10:46  pues los oían hablar en lenguas extrañas y alabar a Dios.
Hch 10:47  Entonces Pedro dijo:
 –¿Acaso puede impedirse que sean bautizadas estas personas, que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?
Hch 10:48  y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Después rogaron a Pedro que se quedara con ellos algunos días.

 


 

Hch 10:1  Ahora bien, en Cesarea había cierto varón de nombre Cornelio, oficial del ejército de la banda italiana, como se le llamaba,
Hch 10:2  hombre devoto y que temía a Dios junto con toda su casa, y hacía muchas dádivas de misericordia al pueblo y hacía ruego a Dios continuamente.
Hch 10:3  Como alrededor de la hora nona del día vio claramente, en una visión, que un ángel de Dios entraba a donde él estaba, y le decía: “¡Cornelio!”.
Hch 10:4  El hombre lo miró con fijeza y, atemorizándose, dijo: “¿Qué hay, Señor?”. Le dijo: “Tus oraciones y dádivas de misericordia han ascendido como recuerdo delante de Dios.
Hch 10:5  De modo que ahora envía varones a Jope y manda llamar a cierto Simón que tiene por sobrenombre Pedro.
Hch 10:6  A este lo está hospedando cierto Simón, curtidor, que tiene su casa junto al mar”.
Hch 10:7  Luego que el ángel que le habló se fue, él llamó a dos de sus sirvientes de casa y a un soldado devoto de entre los que le atendían constantemente,
Hch 10:8  y les contó todo, y los despachó a Jope.
Hch 10:9  Al día siguiente, mientras ellos iban caminando y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar como a la hora sexta.
Hch 10:10  Pero le dio mucha hambre y quiso comer. Mientras hacían preparaciones, a él le sobrevino un arrobamiento,
Hch 10:11  y contempló el cielo abierto, y cierta clase de receptáculo que descendía como una gran sábana de lino que era bajada por sus cuatro extremos sobre la tierra;
Hch 10:12  y en este había toda suerte de cuadrúpedos y criaturas de la tierra que se arrastran y aves del cielo.
Hch 10:13  Y le vino una voz: “¡Levántate, Pedro, degüella y come!”.
Hch 10:14  Pero Pedro dijo: “De ninguna manera, Señor, porque jamás he comido cosa alguna contaminada e inmunda”.
Hch 10:15  Y le [habló] de nuevo la voz, por segunda vez: “Deja tú de llamar contaminadas las cosas que Dios ha limpiado”.
Hch 10:16  Esto ocurrió una tercera vez, y en seguida el receptáculo fue tomado arriba al cielo.
Hch 10:17  Ahora bien, estando Pedro muy perplejo en su interior respecto a lo que pudiera significar la visión que había visto, ¡mira!, los varones que habían sido despachados por Cornelio habían preguntado por la casa de Simón y estaban de pie allí a la puerta.
Hch 10:18  Y, llamando a voces, preguntaron si se hospedaba allí Simón, que tenía por sobrenombre Pedro.
Hch 10:19  Mientras Pedro repasaba en su mente lo de la visión, el espíritu dijo: “¡Mira! Tres varones te buscan.
Hch 10:20  Levántate, pues, baja y vete con ellos, sin dudar nada, porque yo los he despachado”.
Hch 10:21  De modo que Pedro bajó a donde estaban los varones y dijo: “¡Miren! Yo soy el que buscan. ¿Cuál es la causa por la que están presentes?”.
Hch 10:22  Ellos dijeron: “Cornelio, oficial del ejército, varón justo y que teme a Dios, y acerca de quien da buen informe toda la nación de los judíos, recibió instrucciones divinas, mediante un santo ángel, de que te enviara a decir que vinieras a su casa y de que oyera las cosas que tú dijeras”.
Hch 10:23  Por lo tanto él los invitó a entrar y los hospedó.  Al día siguiente se levantó y se fue con ellos, y algunos de los hermanos que eran de Jope fueron con él.
Hch 10:24  El día después de aquello entró en Cesarea. Cornelio, por supuesto, los esperaba, y había convocado a sus parientes y a sus amigos íntimos.
Hch 10:25  Al momento en que entraba Pedro, Cornelio salió a su encuentro, cayó a sus pies y le rindió homenaje.
Hch 10:26  Pero Pedro lo alzó, y dijo: “Levántate; yo mismo también soy hombre”.
Hch 10:27  Y conversando con él, entró y halló reunidas a muchas personas,
Hch 10:28  y les dijo: “Bien saben ustedes cuán ilícito le es a un judío unirse o acercarse a un hombre de otra raza; y, no obstante, Dios me ha mostrado que no debo llamar contaminado o inmundo a ningún hombre.
Hch 10:29  Por lo tanto vine, verdaderamente sin oponerme, cuando se me mandó llamar. Así es que pregunto por qué razón mandaron a llamarme”.
Hch 10:30  Por consiguiente, Cornelio dijo: “Cuatro días atrás, contando desde esta hora, yo estaba orando en mi casa a la hora nona, cuando, ¡mira!, un varón con ropaje brillante estuvo de pie delante de mí
Hch 10:31  y dijo: ‘Cornelio, tu oración ha sido oída favorablemente y tus dádivas de misericordia han sido recordadas delante de Dios.
Hch 10:32  Envía, pues, a Jope, y llama a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro. Este está hospedado en casa de Simón, curtidor, junto al mar’.
Hch 10:33  Por eso en seguida envié a donde ti, e hiciste bien en venir acá. Y así es que ahora todos estamos presentes delante de Dios para oír todas las cosas que Jehová te ha mandado decir”.
Hch 10:34  Ante aquello, Pedro abrió la boca y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial,
Hch 10:35  sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.
Hch 10:36  Él envió la palabra a los hijos de Israel para declararles las buenas nuevas de paz mediante Jesucristo: Este es Señor de todos [los demás].
Hch 10:37  Ustedes conocen el tema acerca del cual se habló por toda Judea, comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó,
Hch 10:38  a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los [que eran] oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él.
Hch 10:39  Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo tanto en el país de los judíos como en Jerusalén; pero ellos también lo eliminaron colgándolo en un madero.
Hch 10:40  Dios levantó a Este al tercer día y le concedió manifestarse,
Hch 10:41  no a todo el pueblo, sino a testigos nombrados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después que se levantó de entre los muertos.
Hch 10:42  También, nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos.
Hch 10:43  De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que pone fe en él consigue perdón de pecados mediante su nombre”.
Hch 10:44  Mientras Pedro todavía estaba hablando acerca de estos asuntos, el espíritu santo cayó sobre todos los que oían la palabra.
Hch 10:45  Y los fieles que habían venido con Pedro que eran de los circuncisos estaban asombrados, porque la dádiva gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones.
Hch 10:46  Pues los oían hablar en lenguas y engrandecer a Dios. Entonces Pedro respondió:
Hch 10:47  “¿Puede alguien negar el agua de modo que no sean bautizados estos, que han recibido el espíritu santo igual que nosotros?”.
Hch 10:48  Con eso, mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces ellos le solicitaron que permaneciera algunos días.

 


 

Hch 10:1  En la ciudad de Cesarea vivía un hombre llamado Cornelio. Era capitán de un grupo de cien soldados romanos, al que se conocía como Regimiento Italiano.
Hch 10:2  Cornelio y todos los de su casa amaban y adoraban a Dios. Además, Cornelio ayudaba mucho a los judíos pobres, y siempre oraba a Dios.
Hch 10:3  Un día, a eso de las tres de la tarde, Cornelio tuvo una visión, en la que claramente veía que un ángel de Dios llegaba a donde él estaba y lo llamaba por su nombre.
Hch 10:4  Cornelio sintió miedo, pero miró fijamente al ángel y le respondió: «¿Qué desea mi Señor?» El ángel le dijo: «Dios ha escuchado tus oraciones, y está contento con todo lo que haces para ayudar a los pobres.
Hch 10:5  Envía ahora mismo dos hombres al puerto de Jope. Diles que busquen allí a un hombre llamado Pedro,
Hch 10:6  que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.»
Hch 10:7  Tan pronto como el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes. Llamó también a un soldado de su confianza que amaba a Dios,
Hch 10:8  y luego de contarles todo lo que le había pasado, los envió a Jope.
Hch 10:9  Al día siguiente, mientras el soldado y los sirvientes se acercaban al puerto de Jope, Pedro subió a la azotea de la casa para orar. Era como el mediodía.
Hch 10:10  De pronto, sintió hambre y quiso comer algo. Mientras le preparaban la comida, Pedro tuvo una visión.
Hch 10:11  Vio que el cielo se abría, y que bajaba a la tierra algo como un gran manto, colgado de las cuatro puntas.
Hch 10:12  En el manto había toda clase de animales, y hasta reptiles y aves.
Hch 10:13  Pedro oyó la voz de Dios, que le decía: «¡Pedro, mata y come de estos animales!»
Hch 10:14  Pedro respondió: «¡No, Señor, de ninguna manera! Nuestra ley no nos permite comer carne de esos animales, y yo jamás he comido nada que esté prohibido.»
Hch 10:15  Dios le dijo: «Pedro, si yo digo que puedes comer de estos animales, no digas tú que son malos.»
Hch 10:16  Esto ocurrió tres veces. Luego, Dios retiró el manto y lo subió al cielo.
Hch 10:17  Mientras tanto, Pedro se quedó admirado, pensando en el significado de esa visión. En eso, los hombres que Cornelio había enviado llegaron a la casa de Simón
Hch 10:18  y preguntaron: «¿Es aquí donde vive un hombre llamado Pedro?»
Hch 10:19  Pedro seguía pensando en lo que había visto, pero el Espíritu del Señor le dijo: «Mira, unos hombres te buscan.
Hch 10:20  Baja y vete con ellos. No te preocupes, porque yo los he enviado.»
Hch 10:21  Entonces Pedro bajó y les dijo a los hombres: —Yo soy Pedro. ¿Para qué me buscan?
Hch 10:22  Ellos respondieron: —Nos envía el capitán Cornelio, que es un hombre bueno y obedece a Dios. Todos los judíos lo respetan mucho. Un ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Haz que Pedro venga a tu casa, y escucha bien lo que va a decirte.”
Hch 10:23  Pedro les dijo: —Entren en la casa, y pasen aquí la noche. Al amanecer, Pedro y aquellos hombres se prepararon y salieron hacia la ciudad de Cesarea. Con ellos fueron algunos miembros de la iglesia del puerto de Jope.
Hch 10:24  Un día después llegaron a Cesarea. Cornelio estaba esperándolos, junto con sus familiares y un grupo de sus mejores amigos, a quienes él había invitado.
Hch 10:25  Cuando Pedro estuvo frente a la casa, Cornelio salió a recibirlo, y con mucho respeto se arrodilló ante él.
Hch 10:26  Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, que no soy ningún dios.»
Hch 10:27  Luego se pusieron a conversar, y entraron juntos en la casa. Allí Pedro encontró a toda la gente que se había reunido para recibirlo,
Hch 10:28  y les dijo: —Ustedes deben saber que a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra raza ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie.
Hch 10:29  Por eso he aceptado venir a esta casa. Díganme, ¿para qué me han hecho venir?
Hch 10:30  Cornelio le respondió: —Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante,
Hch 10:31  y me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y ha tomado en cuenta todo lo que has hecho para ayudar a los pobres.
Hch 10:32  Envía a Jope unos mensajeros, para que busquen a un hombre llamado Pedro, que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.”
Hch 10:33  »Enseguida envié a mis mensajeros, y tú has aceptado muy amablemente mi invitación. Todos estamos aquí, listos para oír lo que Dios te ha ordenado que nos digas, y estamos seguros de que él nos está viendo en este momento.
Hch 10:34  Entonces Pedro comenzó a decirles: —Ahora comprendo que para Dios todos somos iguales.
Hch 10:35  Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.
Hch 10:36  Este es el mismo mensaje que Dios enseñó a los israelitas por medio de Jesús, el Mesías y Señor que manda sobre todos; para que por medio de él todos vivan en paz con Dios.
Hch 10:37  »Ustedes ya saben lo que ha pasado en toda la región de Judea. Todo comenzó en Galilea, después de que Juan bautizó a
Hch 10:38  Jesús de Nazaret y Dios le dio el poder del Espíritu Santo. Como Dios estaba con él, Jesús hizo siempre lo bueno y sanó a todos los que vivían bajo el poder del diablo.
Hch 10:39  Nosotros vimos todas las cosas que Jesús hizo en la ciudad de Jerusalén y en todo el territorio judío. Y también vimos cuando lo mataron clavándolo en una cruz.
Hch 10:40  Pero tres días después Dios lo resucitó y nos permitió verlo de nuevo,
Hch 10:41  y comer y beber con él. Dios no permitió que todos lo vieran. Sólo nos lo permitió a nosotros, porque ya nos había elegido para anunciar que Jesús vive.
Hch 10:42  »Jesús nos ha encargado anunciar que Dios lo ha nombrado juez de todo el mundo, y que él juzgará a los que aún viven y a los que ya han muerto.
Hch 10:43  »Los profetas hablaron acerca de Jesús, y dijeron que Dios perdonará a todos los que confíen en él. Sólo por medio de él podemos alcanzar el perdón de Dios.
Hch 10:44  Todavía estaba hablando Pedro con ellos cuando, de repente, el Espíritu Santo vino sobre todos los que estaban escuchando el mensaje.
Hch 10:45  Los que habían venido de Jope con Pedro se quedaron sorprendidos al ver que el Espíritu Santo había venido también sobre los que no eran judíos.
Hch 10:46  Y los oían hablar y alabar a Dios en idiomas desconocidos.
Hch 10:47  Pedro les dijo a sus compañeros: «Dios ha enviado el Espíritu Santo para dirigir la vida de gente de otros países, así como nos lo envió a nosotros, los judíos. Ahora nadie puede impedir que también los bauticemos.»
Hch 10:48  Habiendo dicho esto, Pedro ordenó que todos fueran bautizados en el nombre de Jesús, el Mesías. Luego, ellos le rogaron a Pedro que se quedara en su casa algunos días más.

 


 

Hch 10:1  Había un hombre en Kesarea llamado Cornelio,[66] un oficial del ejército Romano en lo que era llamado el Regimiento Italiano,
Hch 10:2  era un hombre devoto, un "Temeroso de Elohim," así como toda su casa; daba generosamente a los Judíos pobres y oraba regularmente a Elohim.
Hch 10:3  Una tarde alrededor de las tres, vio claramente en una visión un malaj de YAHWEH que venía, y le dijo: "¡Cornelio!"
Hch 10:4  Cornelio aterrorizado fijó su mirada en el malaj, y preguntó: ¿Qué es Señor? El malaj respondió: "Tus oraciones y tus obras de caridad han llegado a lo alto, a la presencia de YAHWEH, de modo que El te tiene en su pensamiento.
Hch 10:5  Ahora, envía a unos hombres a Yafo y haz que traigan de regreso a un hombre llamado Shimeon, también llamado Kefa.
Hch 10:6  El se está quedando con Shimeon el curtidor de pieles, que tiene una casa junto al mar."
Hch 10:7  Tan pronto como el malaj que le había hablado se retiró, Cornelio llamó a dos de los esclavos de su casa y a uno de sus ayudantes militares, que era un hombre piadoso,
Hch 10:8  les explicó todo y los mandó a Yafo.
Hch 10:9  Al día siguiente, alrededor del mediodía, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Kefa subió a la azotea de la casa a orar.
Hch 10:10  Empezó a sentir hambre y quería algo de comer; pero cuando estaban preparando la comida, cayó en un trance
Hch 10:11  en el cual vio el cielo abierto, y algo que lucía como una sábana grande siendo bajada a tierra por sus cuatro puntas,
Hch 10:12  en la cual había toda clase de cuadrúpedos, criaturas que se arrastran y aves silvestres.[67]
Hch 10:13  Entonces una voz le dijo: "¡Levántate Kefa, mata y come!"[68]
Hch 10:14  Pero Kefa dijo: "¡No Adón! ¡Absolutamente no! Yo nunca he comido alimento inmundo o treif."
Hch 10:15  La voz le habló una segunda vez: "Deja de tratar como inmundo lo que YAHWEH ha limpiado.
Hch 10:16  Esto sucedió tres veces, e inmediatamente la sábana fue llevada al cielo.
Hch 10:17  Kefa todavía estaba perplejo sobre el significado de la visión que había visto, cuando los hombres que había enviado Cornelio, después de preguntar dónde vivía Shimeon, llegaron a la puerta,
Hch 10:18  llamaron y preguntaron si un Shimeon, conocido por Kefa se estaba quedando allí.
Hch 10:19  Mientras todavía meditaba sobre la visión, el Ruaj le dijo: "Tres hombres te están buscando.
Hch 10:20  Levántate, baja y no tengas dudas de irte con ellos, porque Yo mismo los he mandado."
Hch 10:21  Así que Kefa bajó, y le dijo a los hombres: "¿Ustedes me buscan? Aquí estoy. ¿Qué es lo que los trae aquí?"
Hch 10:22  Ellos respondieron: "Cornelio, un oficial del ejército Romano, un hombre recto y temeroso de Elohim, altamente respetado por toda la nación Judía; le fue dicho por un malaj Kadosh que tú fueras a su casa para escuchar lo que tienes que decir."
Hch 10:23  De modo que Kefa los invitó a ser sus huéspedes. Al día siguiente se levantó, y fue con ellos, acompañados por algunos hermanos de Yafo;
Hch 10:24  y llegaron a Kesarea el día después. Cornelio les estaba esperando, él ya había llamado a sus parientes y a sus amigos cercanos.
Hch 10:25  Cuando Kefa entró en la casa, Cornelio salió a su encuentro, y se postró a sus pies.
Hch 10:26  Pero Kefa le alzó, y dijo: "¡Levántate! Yo mismo soy sólo un hombre."
Hch 10:27  Mientras conversaba con él, Kefa entró y encontró mucha gente reunida.
Hch 10:28  El les dijo: "Ustedes están conscientes que para un hombre que es Judío tener estrecha asociación con alguien que pertenece a otro pueblo, o venir a visitarle, es algo que sencillamente no se hace.[69] Pero YAHWEH me ha mostrado que no llame a otros hombres comunes o inmundos.[70]
Hch 10:29  Así que, cuando fui llamado, vine sin hacer preguntas. Díganme: ¿Por qué me mandaron a llamar?"
Hch 10:30  Cornelio respondió: "Hace tres días alrededor de esta hora, yo estaba en mi casa en las oraciones de minjah, cuando de repente un hombre con vestidos resplandecientes se paró delante de mí,
Hch 10:31  y dijo: 'Elohim ha oído tu oración y se ha recordado de tus obras de caridad.
Hch 10:32  Ahora, envía a Yafo y pregunta por Shimeon, conocido como Kefa; él se está quedando en la casa junto al mar de Shimeon, un curtidor de pieles.'
Hch 10:33  De modo que mandé por ti inmediatamente, y tú has sido lo suficientemente bondadoso en venir."
Hch 10:34  Entonces Kefa se dirigió a ellos: "Ahora entiendo que YAHWEH no tiene favoritos,
Hch 10:35  sino que el que le teme y hace tzedakah,[71] ese es aceptable ante él, no importa a qué pueblo pertenezca.
Hch 10:36  "Aquí está el mensaje, El envió a los hijos de Yisra'el anunciando Shalom por medio de Yahshúa Ha Mashíaj, quien es Adón de todo.
Hch 10:37  Ustedes saben lo que ha estado sucediendo por todo Yahudáh, empezando por Galil, después de la inmersión que proclamó Yojanán;
Hch 10:38  como YAHWEH ungió a Yahshúa de Netzaret con el Ruaj HaKodesh y con su poder; como Yahshúa se la pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por ha satán, porque YAHWEH estaba con El.
Hch 10:39  "En cuanto a nosotros, somos testigos de todo lo que El hizo, tanto en los campos de Yahudáh como en Yerushalayim. Ellos lo aniquilaron, colgándole de una estaca;[De 21:23]
Hch 10:40  pero YAHWEH le levantó al tercer día y permitió que se dejara ver,
Hch 10:41  no por todo el pueblo, sino por testigos que YAHWEH había escogido de antemano, esto es, por nosotros que comimos y bebimos con El después que fue levantado de entre los muertos.
Hch 10:42  "Entonces nos ordenó a proclamar, y dar testimonio al pueblo[72] que este hombre ha sido designado por YAHWEH para juzgar a los vivos y a los muertos.
Hch 10:43  Todos los profetas dan testimonio de El; que todos los que pongan su confianza en El, reciben perdón de pecados por medio de Su Nombre."
Hch 10:44  Kefa todavía estaba hablando de todas estas cosas, cuando el Ruaj HaKodesh cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje.
Hch 10:45  Todos los creyentes de la facción de la Circuncisión[73] que acompañaban a Kefa se quedaron pasmados que el don del Ruaj HaKodesh estaba también siendo derramado
Hch 10:46  sobre los Goyim,[74] porque les oían hablar en lenguas y alabar a YAHWEH. La reacción de Kefa fue:
Hch 10:47  "¿Hay alguno que esté preparado para prohibir que esta gente sea sumergida en agua? Después de todo han recibido al Ruaj HaKodesh, igual que nosotros."
Hch 10:48  Y él ordenó que todos fueran sumergidos en El Nombre de Yahshúa Ha Mashíaj.[75] Después le pidieron a Kefa que se quedaran por unos días.

 


 

Hch 10:1  "En la ciudad de Cesarea vivía un capitán romano llamado Cornelio, del regimiento conocido como el Italiano."
Hch 10:2  Él y toda su familia adoraban y respetaban a Dios. Cornelio daba muchas contribuciones al pueblo de Israel y siempre estaba orando.
Hch 10:3  "Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión en la que vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía: -Cornelio."
Hch 10:4  "Cornelio lo miro fijamente y todo asustado le dijo: -¿Qué quieres, Señor? El ángel le dijo: -Dios ha escuchado tus oraciones y ha tenido en cuenta tus contribuciones."
Hch 10:5  "Envía ahora algunos hombres a Jope para que traigan a un hombre llamado Simón, al que le dicen Pedro."
Hch 10:6  Se hospeda en una casa junto al mar que es de un hombre que es curtidor y que también se llama Simón.
Hch 10:7  "Cuando el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus siervos y a un soldado. El soldado era un hombre de su confianza y adoraba a Dios."
Hch 10:8  Cornelio les contó todo lo que había pasado y luego los envió a Jope.
Hch 10:9  "Al día siguiente a eso del mediodía, mientras iban camino a Jope, Pedro subió a la azotea para orar."
Hch 10:10  "Tenía hambre y quería comer, pero mientras le estaban preparando la comida, tuvo una visión."
Hch 10:11  Pedro vio que el cielo se abría y bajaba algo parecido a una sábana muy grande sostenida de las cuatro puntas.
Hch 10:12  "Dentro de la sábana había toda clase de animales, incluso reptiles y aves."
Hch 10:13  "Entonces una voz le dijo: -Pedro, ¡levántate, mata y come!"
Hch 10:14  "Pedro respondió: -¡Yo no haría eso, Señor! Nunca he comido nada prohibido o impuro."
Hch 10:15  Pero la voz volvió a decirle: -No llames prohibido a lo que Dios ha purificado.
Hch 10:16  Esto sucedió tres veces y de inmediato todo subió otra vez al cielo.
Hch 10:17  "Pedro se preguntaba qué quería decir la visión. Mientras tanto, los hombres que Cornelio había mandado estaban frente a la puerta preguntando dónde quedaba la casa de Simón."
Hch 10:18  "Llamaron para averiguar si Simón, a quien también llamaban Pedro, estaba hospedado allí."
Hch 10:19  "Pedro todavía estaba pensando en la visión, pero el Espíritu le dijo: ""Oye, tres hombres te están buscando."
Hch 10:20  "Levántate, baja a verlos y ve con ellos sin hacer preguntas, yo los he enviado""."
Hch 10:21  "Entonces Pedro bajó y les dijo a los hombres: -Yo soy al que ustedes están buscando, ¿a qué han venido?"
Hch 10:22  "Ellos dijeron: -Un santo ángel le dijo a Cornelio que te invitara a su casa para poder escuchar lo que tengas que decirle. Cornelio es un capitán, un hombre justo que le tiene respeto a Dios, y todos los judíos lo aprecian mucho."
Hch 10:23  "Pedro les pidió que entraran y se quedaran a pasar la noche. Al día siguiente, Pedro se fue con los tres hombres y con algunos de los hermanos que vivían en Jope."
Hch 10:24  "Al otro día, llegaron a la ciudad de Cesarea. Cornelio los estaba esperando con sus familiares y amigos."
Hch 10:25  "Cuando Pedro entró, Cornelio salió a recibirlo, se inclinó a los pies de Pedro y lo adoró."
Hch 10:26  Pero Pedro hizo que se levantara y le dijo: -¡Levántate! Yo soy tan solo un ser humano.
Hch 10:27  "Mientras hablaban, Pedro entró y vio que se había reunido mucha gente."
Hch 10:28  Pedro les dijo: -Ustedes saben que no es permitido para los de mi nación reunirse o entrar a la casa de alguien que no sea judío. Pero Dios me ha mostrado que no debo menospreciar ni llamar 'impuro' ni 'ordinario' a nadie.
Hch 10:29  "Así que cuando me llamaron, vine sin poner excusas. Ahora yo les pregunto: -¿Por qué enviaron por mí?"
Hch 10:30  "Entonces Cornelio dijo: -Hace cuatro días estaba orando en mi casa a esta misma hora, las tres de la tarde, y de pronto un hombre con ropa muy brillante se apareció delante de mí."
Hch 10:31  "Él me dijo: 'Cornelio, tus oraciones fueron escuchadas y Dios ha tomado en cuenta tus contribuciones para los pobres."
Hch 10:32  "Así que envía a algunos hombres a Jope para que traigan a Simón, a quien también llaman Pedro. Él se hospeda en casa de Simón, un curtidor que vive junto al mar'."
Hch 10:33  Fue así como yo mandé por ti de inmediato y nos alegra que hayas venido. Aquí nos tienes para escuchar todo lo que el Señor te ordenó que nos dijeras.
Hch 10:34  Entonces Pedro dijo: -Ahora entiendo que de verdad para Dios todos somos iguales.
Hch 10:35  "Dios no discrimina a nadie por la raza, sino que acepta al que le honre y lleve una vida recta."
Hch 10:36  "Dios dio su mensaje a los israelitas y les anunció las buenas noticias de paz por medio de Jesucristo, quien es Señor de todos."
Hch 10:37  """Ustedes están al tanto de lo que pasó en Judea con Jesús de Nazaret. Todo comenzó en Galilea después del bautismo que anunciaba Juan."
Hch 10:38  "Ustedes saben que a Jesús, Dios lo llenó del Espíritu Santo y de poder. Él fue por todas partes haciendo el bien y sanando a los que vivían oprimidos por el diablo. Lo pudo hacer porque Dios estaba con él."
Hch 10:39  """Todos nosotros somos testigos de lo que hizo en Judea y en Jerusalén, pero los judíos lo mataron en una cruz de madera."
Hch 10:40  "Sin embargo, Dios lo resucitó de la muerte al tercer día y lo dio a conocer abiertamente."
Hch 10:41  "Pero no a todo mundo, sino sólo a los testigos que Dios había escogido para que lo vieran. Nosotros somos esos testigos, comimos y bebimos con él, después de que resucitó."
Hch 10:42  """Jesús nos ordenó anunciar estas buenas noticias a la gente. Nos envió para que dijéramos que él es el escogido por Dios para ser Juez de vivos y muertos."
Hch 10:43  "Todos los profetas dicen que esto es verdad: al que crea en Jesús se le perdonarán sus pecados""."
Hch 10:44  "Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo cayó sobre los que estaban escuchando el mensaje."
Hch 10:45  Los creyentes judíos que vinieron con Pedro estaban asombrados porque el Espíritu Santo se había derramando sobre los que no eran judíos.
Hch 10:46  Los escuchaban hablar en diferentes idiomas y alabar a Dios. Entonces Pedro les dijo:
Hch 10:47  "-No podemos impedir que estos sean bautizados en agua. Ellos han recibido al Espíritu Santo, al igual que nosotros."
Hch 10:48  Así que Pedro ordenó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces Cornelio y su gente le pidieron a Pedro que se quedara unos días más.

 


 
 
  Conocen nuestro sitio 632745 visitantes (2185623 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis