Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  W186
 


  BibliadeEstudioAdventista2 Corintios 5.BibliadeEstudioAdventista

La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 1.2 de Corintios.


 

2Co 5:1  Pues sabemos que, si la terrena casa nuestra(a)  de pabellón, se deshiciere, edificación de Dios tenemos: casa no hechiza, eterna en los cielos.
2Co 5:2  Y por esto también gemimos, nuestra habitación la del cielo sobrevestirnos ansiando;
2Co 5:3  con tal que también vestidos, no desnudos fuéremos hallados(b) .
2Co 5:4  En verdad los que estamos en el pabellón, gemimos gravados, porque no queremos se nos desvista, sino sobrevista; a fin de que absorbido sea lo mortal por la vida.
2Co 5:5  Y el que nos ha formado para esto mismo(c) : Dios; el que nos ha dado las arras del Espíritu.
2Co 5:6  Confiando, pues, siempre y sabiendo que, avecinándonos en el cuerpo, nos desavecinamos del Señor;
2Co 5:7  (que, por(d)  fe, caminamos, no por visión)(e) ;
2Co 5:8  y confiamos, y nos complacemos más bien en desavecinarnos del cuerpo y avecinarnos al Señor,
2Co 5:9  por lo cual también a honor tenemos, sea avecinándonos, sea desavecinándonos, aceptos serle(f) .
2Co 5:10  Pues todos nosotros comparecer debemos ante el tribunal del Cristo, para que reciba cada cual lo del cuerpo(g) , según lo que ha hecho, sea bueno, sea malo.
2Co 5:11  Sabiendo, pues, el temor del Señor, a los hombres persuadimos, y a Dios manifiestos estamos; mas, espero también en vuestras conciencias manifiestos estar.
2Co 5:12  No otra vez nos recomendamos a vosotros, sino motivo dándoos de gloriación por nosotros, para que tengáis(h)  contra los que de faz(i)  se glorían, y no de corazón.
2Co 5:13  Pues, si nos hemos arrobado, —para Dios; y si nos moderamos—, para vosotros;
2Co 5:14  pues el amor del Cristo estréchanos;
2Co 5:15  habiendo juzgado esto: que, si uno ha muerto por todos, luego todos han muerto, y por todos ha muerto, para que los vivientes ya no para sí vivan, sino para el que por ellos ha muerto y resucitado.
2Co 5:16  Así que nosotros, desde ahora a nadie conocemos según carne(j) ; aunque hemos conocido según carne a Cristo, empero ahora ya no conocemos.
2Co 5:17  Así que, si alguno en Cristo(k) , nueva criatura: lo viejo ha pasado; he aquí se ha hecho nuevo todo.
2Co 5:18  Y todo, de Dios(l) , del que nos ha reconciliado consigo por Cristo y dádonos el ministerio de la reconciliación;
2Co 5:19  como que Dios estaba en Cristo, el mundo reconciliando consigo, no imputándoles las caídas de ellos, y poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20  Por Cristo, pues, legados somos, como de Dios, que exhorta por medio de nosotros: rogamos por Cristo, reconciliaos con Dios.
2Co 5:21  Al que no conocía pecado, por nosotros pecado hizo(m) , para que nosotros nos hiciésemos justicia(n)  de Dios en él.

 


 

2Co 5:1  Pues sabemos que si la tienda de nuestra mansión terrena se deshace, tenemos de Dios una sólida casa, no hecha por mano de hombres, eterna en los cielos.
2Co 5:2  Gemimos en esta nuestra tienda, anhelando sobrevestirnos de aquella nuestra habitación celestial,
2Co 5:3  supuesto que seamos hallados vestidos, no desnudos.
2Co 5:4  Pues realmente, mientras moramos en esta tienda, gemimos oprimidos, por cuanto no queremos ser desnudados, sino sobrevestidos, para que nuestra mortalidad sea absorbida por la vida.
2Co 5:5  Y es Dios quien así nos ha hecho, dándonos las arras de su Espíritu.
2Co 5:6  Así estamos siempre confiados, persuadidos de que mientras moramos en este cuerpo, estamos ausentes del Señor,
2Co 5:7  porque caminamos en fe y no en visión,
2Co 5:8  pero confiamos y quisiéramos más partir del cuerpo y estar presentes al Señor.
2Co 5:9  Por esto, presentes o ausentes, nos esforzamos por serle gratos,
2Co 5:10  puesto que todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para que reciba cada uno según lo que hubiere hecho mientras vivió en el cuerpo, bueno o malo.
2Co 5:11  Sabedores, pues, del temor del Señor, hacernos por sincerarnos ante los hombres, que a Dios bien de manifiesto le estamos; espero que también a vuestra conciencia,"
2Co 5:12  No es que otra vez pretendamos recomendarnos, sino daros ocasión para gloriaros en nosotros, a fin de que tengáis qué responder a los que ponen la gloria en lo exterior y no en lo interior.
2Co 5:13  Porque, si loqueamos, es por Dios; si juicioseamos, es por vosotros."
2Co 5:14  La caridad de Cristo nos constriñe, persuadidos como lo estamos de que, si uno murió por todos, luego todos son muertos;"
2Co 5:15  y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que por ellos murió y resucitó.
2Co 5:16  De manera que desde ahora a nadie conocemos según la carne; y aun a Cristo, si le conocimos según la carne, pero ahora ya no así."
2Co 5:17  De suerte que el que está en Cristo es una criatura nueva y lo viejo pasó, se ha hecho nuevo.
2Co 5:18  Mas todo esto viene de Dios, que por Cristo nos ha reconciliado consigo, y nos ha confiado el ministerio de la reconciliación.
2Co 5:19  Porque a la verdad, Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo y no imputándole sus delitos, y puso en nuestras manos la palabra de reconciliación.
2Co 5:20  Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios os exhortase por medio de nosotros. Por Cristo os rogamos: Reconciliaos con Dios.
2Co 5:21  A quien no conoció el pecado, le hizo pecado por nosotros, para que en El fuéramos justicia de Dios.

 


 

2Co 5:1  Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos.
2Co 5:2  Mientras vivimos en este mundo, suspiramos por la casa donde viviremos para siempre. Sabemos que, cuando estemos allí, estaremos bien protegidos.
2Co 5:4  Mientras vivimos en esta tienda de campaña, que es nuestro cuerpo, nos sentimos muy tristes y cansados. Y no es que no queramos morir. Más bien, quisiéramos que nuestros cuerpos fueran transformados, y que lo que ha de morir se cambie por lo que vivirá para siempre.
2Co 5:5  Dios nos preparó para ese cambio y, como prueba de que así lo hará, nos dio el Espíritu Santo.
2Co 5:6  Por eso estamos siempre alegres. Sabemos que, mientras vivamos en este cuerpo, estaremos lejos del Señor.
2Co 5:7  Pero, aunque no lo podamos ver, confiamos en él.
2Co 5:8  No nos sentimos tristes, aunque preferiríamos dejar este cuerpo para ir a vivir con el Señor.
2Co 5:9  Por eso tratamos de obedecerlo, ya sea en esta vida o en la otra.
2Co 5:10  Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es nuestro juez. Él juzgará lo que hicimos mientras vivíamos en este cuerpo, y decidirá si merecemos que nos premie o nos castigue.
2Co 5:11  Nosotros sabemos que hay que obedecer y adorar a Dios. Por eso tratamos de convencer a los demás para que crean en él. Dios nos conoce muy bien, y espero que también ustedes nos conozcan.
2Co 5:12  No estamos tratando de impresionarlos al hablar bien de nosotros mismos. Lo que queremos es darles una razón para que se sientan orgullosos de nosotros. Así sabrán cómo responder a los que se creen importantes, y que en realidad no lo son.
2Co 5:13  Si acaso estamos locos, lo estamos por querer servir a Dios. Y si no lo estamos, es para el bien de ustedes.
2Co 5:14  El amor de Cristo domina nuestras vidas. Sabemos que él murió por todos y que, por lo tanto, todos hemos muerto.
2Co 5:15  Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.
2Co 5:16  A partir de ahora, ya no vamos a valorar a los demás desde el punto de vista humano. Y aunque antes valorábamos a Cristo de esa manera, ya no seguiremos valorándolo así.
2Co 5:17  Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.
2Co 5:20  Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios.
2Co 5:21  Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.

 


 

2Co 5:1  Sabemos también, que si esta casa terrestre o el cuerpo corruptible en que habitamos viene a destruirse, nos dará Dios en el cielo otra casa, una casa no hecha de mano de hombre, y que durará eternamente.
2Co 5:2  Que aun por eso aquí suspiramos deseando la sobrevestidura del ropaje de gloria, o la habitación nuestra del cielo,
2Co 5:3  si es que fuéremos hallados vestidos de buenas obras, y no desnudos.
2Co 5:4  Así también es que mientras nos hallamos en este cuerpo como en una tienda de campaña, gemimos agobiados bajo su pesantez; pues no querríamos vernos despojados de él, sino ser revestidos como por encima, de manera que la vida inmortal absorba y haga desaparecer lo que hay de mortalidad en nosotros.
2Co 5:5  Y el que nos formó o creó para este estado de gloria es Dios, el cual nos ha dado su espíritu por prenda.
2Co 5:6  Por esto estamos siempre llenos de confianza, y como sabemos que, mientras habitamos en este cuerpo, estamos distantes del Señor y fuera de nuestra patria
2Co 5:7  (porque caminamos hacia él por la fe, y no le vemos todavía claramente).
2Co 5:8  En esta confianza que tenemos, preferimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor.
2Co 5:9  Por esta razón todo nuestro deseo consiste en hacernos agradables al Señor, ora habitemos en el cuerpo, ora salgamos de él, para irnos con Dios,
2Co 5:10  siendo como es forzoso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo , para que cada uno reciba el pago debido a las buenas o malas acciones que habrá hecho mientras ha estado revestido de su cuerpo.
2Co 5:11  Sabiendo, pues, el temor que se debe al Señor, procuramos justificarnos delante de los hombres, mas Dios conoce bien lo que somos. Y aun quiero creer que también somos conocidos de vosotros allá en vuestro interior.
2Co 5:12  No es esto repetiros nuestras alabanzas, sino daros ocasión de gloriaros en nuestra causa; para que tengáis que responder a los que se glorían solamente en lo que aparece al exterior.
2Co 5:13  Pues nosotros, si estáticos nos enajenamos, es por respeto a Dios; si nos moderamos, o abajamos, es por vosotros.
2Co 5:14  Porque la caridad de Cristo nos urge, al considerar que, si uno murió por todos, luego es consiguiente que todos murieron,
2Co 5:15  y que Cristo murió por todos, para que los que viven, no vivan ya para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
2Co 5:16  Por esta razón nosotros de ahora en adelante no conocemos a nadie según la carne. Y si antes conocimos a Cristo en cuanto a la carne, ahora ya no le conocemos así.
2Co 5:17  Por tanto, si alguno está en Cristo ya es una criatura nueva, se acabo lo que era viejo, y todo viene a ser nuevo; pues que todo ha sido renovado.
2Co 5:18  Y toda ella es obra de Dios, el cual nos ha reconciliado consigo por medio de Cristo , y a nosotros nos ha confiado el ministerio de la reconciliación.
2Co 5:19  Porque Dios era el que reconciliaba consigo al mundo en Jesucristo, no imputándoles a ellos sus delitos, y él es el que nos ha encargado a nosotros predicar la reconciliación.
2Co 5:20  Somos, pues, como unos embajadores en nombre de Cristo , y es Dios mismo el que nos exhorta por boca nuestra. Os rogamos, pues, encarecidamente en nombre de Cristo , que os reconciliéis con Dios.
2Co 5:21  El cual por amor de nosotros ha tratado a aquel que no conocía al pecado, como si hubiese sido el pecado mismo, con el fin de que nosotros viniésemos a ser en él justos con la justicia de Dios.

 


 

2Co 5:1  Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2Co 5:2  Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
2Co 5:3  pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
2Co 5:4  Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
2Co 5:5  Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
2Co 5:6  Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
2Co 5:7  (porque por fe andamos, no por vista);
2Co 5:8  pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
2Co 5:9  Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
2Co 5:10  Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,(A) para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

El ministerio de la reconciliación
 
2Co 5:11  Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.
2Co 5:12  No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón.
2Co 5:13  Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.
2Co 5:14  Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;
2Co 5:15  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
2Co 5:16  De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
2Co 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2Co 5:18  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
2Co 5:19  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20  Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2Co 5:21  Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

 


 

2Co 5:1  Porque sabemos, que si la casa terrestre de esta nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa, no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2Co 5:2  Y por esto también gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra habitación que es del cielo;
2Co 5:3  si también fuéremos hallados vestidos, y no desnudos.
2Co 5:4  Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos cargados; porque no querremos ser desnudados; antes sobrevestidos, consumiendo la vida a lo que es mortal.
2Co 5:5  Mas el que nos hizo para esto mismo, es Dios; el cual así mismo nos ha dado la prenda del Espíritu.
2Co 5:6  Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre tanto que estamos en casa en el cuerpo, peregrinamos del Señor;
2Co 5:7  (porque por fe andamos, no por vista);
2Co 5:8  mas confiamos, y querremos más peregrinar del cuerpo, y ser presentes al Señor.
2Co 5:9  Por tanto procuramos también, ausentes, o presentes, agradarle;
2Co 5:10  porque es necesario que todos nosotros comparezcamos delante del tribunal del Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, bueno o malo.
2Co 5:11  Así que estando ciertos de aquel terror del Señor, persuadimos los hombres, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias seamos manifiestos.
2Co 5:12  No nos encomendamos pues otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis qué responder contra los que se glorían en las apariencias, y no en el corazón.
2Co 5:13  Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.
2Co 5:14  Porque la caridad del Cristo nos constriñe, porque juzgamos así: Que si uno fue muerto por todos, luego todos son muertos;
2Co 5:15  así mismo el Cristo murió por todos, para que también los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
2Co 5:16  De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aun a Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos.
2Co 5:17  De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo.
2Co 5:18  Y todo esto por Dios, el cual nos reconcilió a sí por Jesús el Cristo; y (nos) dio el ministerio de la reconciliación.
2Co 5:19  Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí mismo , no imputándoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la Reconciliación.
2Co 5:20  Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en Nombre de Cristo: Reconciliaos a Dios.
2Co 5:21  Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. 

 


 

2Co 5:1  For we know that if our earthly house of this tabernacle were dissolved, we have a building of God, an house not made with hands, eternal in the heavens.
2Co 5:2  For in this we groan, earnestly desiring to be clothed upon with our house which is from heaven:
2Co 5:3  If so be that being clothed we shall not be found naked.
2Co 5:4  For we that are in this tabernacle do groan, being burdened: not for that we would be unclothed, but clothed upon, that mortality might be swallowed up of life.
2Co 5:5  Now he that hath wrought us for the selfsame thing is God, who also hath given unto us the earnest of the Spirit.
2Co 5:6  Therefore we are always confident, knowing that, whilst we are at home in the body, we are absent from the Lord:
2Co 5:7  (For we walk by faith, not by sight:)
2Co 5:8  We are confident, I say, and willing rather to be absent from the body, and to be present with the Lord.
2Co 5:9  Wherefore we labour, that, whether present or absent, we may be accepted of him.
2Co 5:10  For we must all appear before the judgment seat of Christ; that every one may receive the things done in his body, according to that he hath done, whether it be good or bad.
2Co 5:11  Knowing therefore the terror of the Lord, we persuade men; but we are made manifest unto God; and I trust also are made manifest in your consciences.
2Co 5:12  For we commend not ourselves again unto you, but give you occasion to glory on our behalf, that ye may have somewhat to answer them which glory in appearance, and not in heart.
2Co 5:13  For whether we be beside ourselves, it is to God: or whether we be sober, it is for your cause.
2Co 5:14  For the love of Christ constraineth us; because we thus judge, that if one died for all, then were all dead:
2Co 5:15  And that he died for all, that they which live should not henceforth live unto themselves, but unto him which died for them, and rose again.
2Co 5:16  Wherefore henceforth know we no man after the flesh: yea, though we have known Christ after the flesh, yet now henceforth know we him no more.
2Co 5:17  Therefore if any man be in Christ, he is a new creature: old things are passed away; behold, all things are become new.
2Co 5:18  And all things are of God, who hath reconciled us to himself by Jesus Christ, and hath given to us the ministry of reconciliation;
2Co 5:19  To wit, that God was in Christ, reconciling the world unto himself, not imputing their trespasses unto them; and hath committed unto us the word of reconciliation.
2Co 5:20  Now then we are ambassadors for Christ, as though God did beseech you by us: we pray you in Christ's stead, be ye reconciled to God.
2Co 5:21  For he hath made him to be sin for us, who knew no sin; that we might be made the righteousness of God in him. 

 


 

2Co 5:1  Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos.
2Co 5:2  Y así gemimos en este estado, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra habitación celeste,
2Co 5:3  si es que nos encontramos vestidos, y no desnudos.
2Co 5:4  ¡Sí!, los que estamos en esta tienda gemimos abrumados. No es que queramos ser desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
2Co 5:5  Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras el Espíritu.
2Co 5:6  Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor,
2Co 5:7  pues caminamos en la fe y no en la visión...
2Co 5:8  Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.
2Co 5:9  Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle.
2Co 5:10  Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.
2Co 5:11  Por tanto, conociendo el temor del Señor, tratamos de persuadir a los hombres, pues ante Dios estamos al descubierto, como espero que ante vuestras conciencias también estemos al descubierto.
2Co 5:12  No volvemos a recomendarnos ante vosotros; solamente queremos daros ocasión para gloriaros de nosotros y así tengáis cómo responder a los que se glorían de lo exterior, y no de lo que está en el corazón.
2Co 5:13  En efecto, si hemos perdido el juicio, ha sido por Dios; y si somos sensatos, lo es por vosotros.
2Co 5:14  Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron.
2Co 5:15  Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
2Co 5:16  Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne, ya no le conocemos así.
2Co 5:17  Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.
2Co 5:18  Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación.
2Co 5:19  Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20  Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!
2Co 5:21  A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.

 


 

2Co 5:1  Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eterna, que no ha sido hecha por manos humanas.
2Co 5:2  Por eso suspiramos mientras vivimos en esta casa actual, pues quisiéramos mudarnos ya a nuestra casa celestial;
2Co 5:3  así, aunque seamos despojados de este vestido, no quedaremos desnudos.
2Co 5:4  Mientras vivimos en esta tienda suspiramos afligidos, pues no quisiéramos ser despojados, sino más bien ser revestidos de tal modo que lo mortal quede absorbido por la nueva vida.
2Co 5:5  y Dios es quien nos ha impulsado a esto, pues nos ha dado el Espíritu Santo como garantía de lo que hemos de recibir. [1]
2Co 5:6  Por eso tenemos siempre confianza. Sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos como en el destierro, lejos del Señor.
2Co 5:7  Ahora no podemos verlo, sino que vivimos sostenidos por la fe;
2Co 5:8  pero tenemos confianza, y quisiéramos más bien desterrarnos de este cuerpo para ir a vivir con el Señor. [2]
2Co 5:9  Por eso procuramos agradar siempre al Señor, y a sea que sigamos viviendo aquí o que tengamos que irnos.
2Co 5:10  Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.
2Co 5:11  Por eso, sabiendo que al Señor hay que tenerle reverencia, procuramos convencer a los hombres. Dios nos conoce muy bien, y espero que también ustedes nos conozcan.
2Co 5:12  No es que nos hayamos puesto otra vez a alabarnos a nosotros mismos, sino que les estamos dando a ustedes una oportunidad de sentirse orgullosos de nosotros, para que puedan contestar a quienes presumen de las apariencias y no de lo que hay en el corazón.
2Co 5:13  Pues si estamos locos, es para Dios; y si no lo estamos, es para ustedes.
2Co 5:14  El amor de Cristo se ha apoderado de nosotros desde que comprendimos que uno murió por todos y que, por consiguiente, todos han muerto.
2Co 5:15  y Cristo murió por todos, para que los que viven y a no vivan para sí mismos, sino para él, que murió y resucitó por ellos. [3]
2Co 5:16  Por eso, nosotros y a no pensamos de nadie según los criterios de este mundo; y aunque antes pensábamos de Cristo según tales criterios, ahora y a no pensamos así de él.
2Co 5:17  Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. [4] Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.
2Co 5:18  Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo[5] y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación.
2Co 5:19  Es decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo, sin tomar en cuenta los pecados de los hombres; y a nosotros nos encargó que diéramos a conocer este mensaje.
2Co 5:20  Así que somos embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros. Así pues, en el nombre de Cristo les rogamos que acepten el reconciliarse con Dios.
2Co 5:21  Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, [6] para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo. 

 


 

2Co 5:1  Porque sabemos que si nuestra casa terrestre, esta tienda, fuera disuelta, hemos de tener un edificio procedente de Dios, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2Co 5:2  Porque en esta casa de habitación verdaderamente gemimos, deseando con intenso anhelo ponernos la que es para nosotros procedente del cielo,
2Co 5:3  para que, realmente habiéndonosla puesto, no se nos halle desnudos.
2Co 5:4  De hecho, nosotros los que estamos en esta tienda gemimos, estando cargados; porque lo que queremos no es quitárnosla, sino ponernos la otra, para que lo mortal sea tragado por la vida.
2Co 5:5  Ahora bien, el que nos produjo para esta mismísima cosa es Dios, que nos dio la prenda de lo que ha de venir, es decir, el espíritu.
2Co 5:6  Por lo tanto siempre tenemos buen ánimo y sabemos que, mientras tengamos nuestro hogar en el cuerpo, estamos ausentes del Señor,
2Co 5:7  porque andamos por fe, no por vista.
2Co 5:8  Pero tenemos buen ánimo y preferiblemente nos place bien ausentarnos del cuerpo y hacer nuestro hogar con el Señor.
2Co 5:9  Por lo tanto, también tenemos como mira nuestra, sea que tengamos nuestro hogar con él o estemos ausentes de él, ser aceptos a él.
2Co 5:10  Porque todos tenemos que ser puestos de manifiesto ante el tribunal del Cristo, para que cada uno reciba su retribución por las cosas que haya hecho mediante el cuerpo, según las cosas que haya practicado, sea cosa buena o vil.
2Co 5:11  Conociendo, pues, el temor del Señor, seguimos persuadiendo a los hombres, pero nosotros hemos sido puestos de manifiesto a Dios. Sin embargo, espero que también hayamos sido puestos de manifiesto a las conciencias de ustedes.
2Co 5:12  No nos estamos recomendando de nuevo a ustedes, sino que les estamos dando un incentivo para jactarse respecto a nosotros, para que tengan [con qué responder] a los que se jactan de la apariencia externa, mas no del corazón.
2Co 5:13  Porque si perdimos el juicio, fue para Dios; si somos de juicio sano, es para ustedes.
2Co 5:14  Porque el amor que el Cristo tiene nos obliga, porque esto es lo que hemos juzgado, que un hombre murió por todos; así pues, todos habían muerto;
2Co 5:15  y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos y fue levantado.
2Co 5:16  Por consiguiente, de ahora en adelante nosotros no conocemos a nadie según la carne. Hasta si hemos conocido a Cristo según la carne, ciertamente ya no lo conocemos así.
2Co 5:17  Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.
2Co 5:18  Pero todas las cosas vienen de Dios, que nos ha reconciliado consigo mediante Cristo y nos ha dado el ministerio de la reconciliación,
2Co 5:19  a saber, que Dios mediante Cristo estaba reconciliando consigo mismo a un mundo, no imputándoles sus ofensas, y nos ha encomendado la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20  Somos, por lo tanto, embajadores en sustitución de Cristo, como si Dios estuviera suplicando mediante nosotros. Como sustitutos por Cristo rogamos: “Reconcíliense con Dios”.
2Co 5:21  Al que no conoció pecado, él lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios por medio de él.

 


 

2Co 5:1  Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos.
2Co 5:2  Mientras vivimos en este mundo, suspiramos por la casa donde viviremos para siempre. Sabemos que, cuando estemos allí, estaremos bien protegidos.
2Co 5:4  Mientras vivimos en esta tienda de campaña, que es nuestro cuerpo, nos sentimos muy tristes y cansados. Y no es que no queramos morir. Más bien, quisiéramos que nuestros cuerpos fueran transformados, y que lo que ha de morir se cambie por lo que vivirá para siempre.
2Co 5:5  Dios nos preparó para ese cambio y, como prueba de que así lo hará, nos dio el Espíritu Santo.
2Co 5:6  Por eso estamos siempre alegres. Sabemos que, mientras vivamos en este cuerpo, estaremos lejos del Señor.
2Co 5:7  Pero, aunque no lo podamos ver, confiamos en él.
2Co 5:8  No nos sentimos tristes, aunque preferiríamos dejar este cuerpo para ir a vivir con el Señor.
2Co 5:9  Por eso tratamos de obedecerlo, ya sea en esta vida o en la otra.
2Co 5:10  Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es nuestro juez. Él juzgará lo que hicimos mientras vivíamos en este cuerpo, y decidirá si merecemos que nos premie o nos castigue.
2Co 5:11  Nosotros sabemos que hay que obedecer y adorar a Dios. Por eso tratamos de convencer a los demás para que crean en él. Dios nos conoce muy bien, y espero que también ustedes nos conozcan.
2Co 5:12  No estamos tratando de impresionarlos al hablar bien de nosotros mismos. Lo que queremos es darles una razón para que se sientan orgullosos de nosotros. Así sabrán cómo responder a los que se creen importantes, y que en realidad no lo son.
2Co 5:13  Si acaso estamos locos, lo estamos por querer servir a Dios. Y si no lo estamos, es para el bien de ustedes.
2Co 5:14  El amor de Cristo domina nuestras vidas. Sabemos que él murió por todos y que, por lo tanto, todos hemos muerto.
2Co 5:15  Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.
2Co 5:16  A partir de ahora, ya no vamos a valorar a los demás desde el punto de vista humano. Y aunque antes valorábamos a Cristo de esa manera, ya no seguiremos valorándolo así.
2Co 5:17  Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.
2Co 5:20  Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios.
2Co 5:21  Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.

 


 

2Co 5:1  Sabemos que cuando nuestro tabernáculo, el que nos resguarda aquí en la tierra se derrumbe, tenemos un edificio permanente de YAHWEH, un edificio que no está hecho por manos humanas, para resguardarnos en el cielo.
2Co 5:2  Porque en este tabernáculo, nuestro cuerpo terrenal, gemimos con deseos de tener alrededor de nosotros el hogar del cielo, el cual será nuestro.
2Co 5:3  Con este hogar alrededor de nosotros no seremos encontrados desnudos.
2Co 5:4  Sí, mientras estamos en este cuerpo gemimos con sentimiento de opresión; no es tanto que queramos quitarnos algo, sino ponernos algo sobre esto, para que lo que mortal sea absorbido por la vida.
2Co 5:5  Además, YAHWEH es el que nos ha preparado para esto mismo, y como promesa nos ha dado el Ruaj HaKodesh.
2Co 5:6  Así que siempre estamos confiados, sabemos que mientras estemos en el hogar del cuerpo, estamos distantes del hogar con el Adón;
2Co 5:7  porque vivimos por confianza, no por lo que vemos.
2Co 5:8  Entonces estamos confiados, y mucho más preferimos dejar nuestro hogar en el cuerpo, e ir a nuestro hogar en el Adón.
2Co 5:9  Por lo tanto, en el hogar o ausentes del hogar, tratamos en extremo de complacerle,
2Co 5:10  porque todos compareceremos delante del tribunal del Juicio del Mashíaj, donde todos recibiremos las buenas o malas consecuencias de lo que hicimos mientras estábamos en el cuerpo.[Mt. 16:27, Jn 5:29]
2Co 5:11  Así que es por el temor al Adón ante nosotros que tratamos de persuadir a hombres. YAHWEH nos conoce como realmente somos, y espero que ustedes, en su conciencia, conozcan también como realmente somos nosotros.
2Co 5:12  No nos estamos recomendando a ustedes otra vez, sino dándoles una razón para que se gloríen de nosotros, para que puedan responder a los que se jactan de la apariencia de las personas y no de sus cualidades interiores.[18]
2Co 5:13  Si estamos locos, es por amor a YAHWEH; y si estamos cuerdos es por amor a ustedes.
2Co 5:14  Porque el amor del Mashíaj tiene poder sobre nosotros para que nos sujetemos a El, porque estamos convencidos que un hombre murió por toda la humanidad (lo que implica que la humanidad ya estaba muerta.)
2Co 5:15  Y que murió por todos, para que aquellos que viven ya no vivan para ellos mismos, sino para aquel que por ellos murió y fue resucitado.
2Co 5:16  De manera que nosotros de ahora en adelante no miramos a nadie desde un punto de vista mundano. Aun si en un tiempo contemplábamos al Mashíaj desde un punto de vista mundano, ya no más.
2Co 5:17  De modo que si alguno está unido con el Mashíaj, creación renovada es; lo viejo ha pasado; ¡Contemplen, lo que ha venido es fresco y nuevo!
2Co 5:18  Y todo es de YAHWEH, quien por medio del Mashíaj nos ha reconciliado con El, y nos ha dado la obra de esta reconciliación;[19]
2Co 5:19  la cual es que YAHWEH en el Mashíaj estaba reconciliando la humanidad a El, sin tomar en cuenta a los hombres sus pecados, y nos ha confiado el mensaje de la reconciliación.
2Co 5:20  Así que, somos embajadores del Mashíaj; en efecto, YAHWEH está haciendo su apelación por medio de nosotros. Lo que hacemos es apelar por medio del Mashíaj: "¡Sean reconciliados con YAHWEH!
2Co 5:21  YAHWEH hizo que este hombre que no pecó, fuera una ofrenda por el pecado de nosotros, para que en unión con El podamos compartir la justificación de YAHWEH."[20]

 


 

2Co 5:1  Sabemos que Dios nos tiene preparada una casa en el cielo para cuando nuestra carpa en este mundo sea destruida. Esa casa durará para siempre porque no ha sido construida por manos humanas.
2Co 5:2  "Nos quejamos mientras vivimos en este cuerpo, pues quisiéramos que Dios nos vistiera con nuestro cuerpo celestial"
2Co 5:3  para no seguir desnudos.
2Co 5:4  "Mientras estamos en este cuerpo, sufrimos y gemimos porque no quisiéramos que nos lo quitaran. Más bien quisiéramos ser revestidos con un cuerpo celestial para que nuestro cuerpo mortal quede totalmente cubierto de vida."
2Co 5:5  Dios es quien nos ha preparado para esto y nos ha dado su Espíritu como garantía de que cumplirá sus promesas.
2Co 5:6  Por eso siempre estamos confiados. Sabemos que mientras vivamos en esta carpa estaremos lejos de nuestro hogar con el Señor.
2Co 5:7  Pues vivimos por la fe y no por lo que vemos.
2Co 5:8  Tenemos confianza y preferimos dejar este cuerpo e ir a vivir en ese hogar con el Señor.
2Co 5:9  "Nuestro único propósito es agradar a Dios, ya sea que estemos viviendo en nuestro hogar o lejos de él."
2Co 5:10  Porque todos debemos presentarnos ante Cristo para que nos juzgue y cada uno recibirá el pago por todo lo bueno o malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.
2Co 5:11  Sabemos lo que significa el temor al Señor y por eso queremos convencerlos a todos de que acepten la verdad. Dios nos conoce tal como somos y espero que ustedes en su corazón también nos conozcan tal como somos.
2Co 5:12  "Esto no quiere decir que nos estemos alabando a nosotros mismos. Al contrario, queremos darles una razón para que se sientan orgullosos de nosotros y que tengan una respuesta para aquellos que se sienten orgullosos de las apariencias y no de lo que hay en su corazón."
2Co 5:13  "Si estamos locos, es para Dios; y si estamos cuerdos, es para ustedes."
2Co 5:14  "El amor de Cristo nos controla, pues estamos convencidos de que uno murió por todos, y por eso todos han muerto."
2Co 5:15  "El murió por todos para que los que viven no sigan viviendo para sí mismos, sino para él, quien murió y resucitó por ellos."
2Co 5:16  "Por eso, desde este momento, no vemos a los demás como lo hace todo el mundo. Es cierto que en el pasado veíamos a Cristo de esa manera, pero ahora no lo vemos como un hombre cualquiera."
2Co 5:17  "Si alguien está unido a Cristo, se convierte en un ser nuevo que ha dejado lo viejo atrás ¡y está totalmente renovado!"
2Co 5:18  "Todo lo nuevo viene de Dios, quien nos ha reconciliado con él a través de Cristo y nos ha dado el trabajo de reconciliar a toda la gente con él."
2Co 5:19  "Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar."
2Co 5:20  Así que hemos sido enviados para hablar en el nombre de Cristo. Es como si Dios estuviera llamando a la gente a través de nosotros. Hablamos por Cristo cuando les rogamos a ustedes que se reconcilien con Dios.
2Co 5:21  "Aunque Cristo no tenía ningún pecado, Dios lo hizo cargar con los nuestros para que por medio de él fuéramos declarados inocentes ante Dios."

 


 
  Conocen nuestro sitio 596227 visitantes (2108203 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis