La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 1.2 de Corintios.
2Co 4:1 Por esto, teniendo este ministerio, según se nos compadeció, no acobardamos.
2Co 4:2 sino que hemos renunciado a lo oculto de la vergüenza(a) , no caminando en artería, ni falseando la palabra de Dios, sino con manifestación de la verdad, recomendándonos a toda conciencia de hombres, a faz de Dios.
2Co 4:3 Y, si también está velado nuestro evangelio; en los que perecen, está velado;
2Co 4:4 en los que el Dios de este siglo ha cegado los sentidos de los increyentes, para que no (les) esplenda la iluminación del Evangelio de la gloria del Cristo; quien es imagen de Dios;
2Co 4:5 pues, no a nosotros mismos predicamos, sino a Cristo Jesús, Señor, y a nosotros mismos siervos vuestros por Jesús:
2Co 4:6 por el Dios que dijo: «De las tinieblas luz resplandezca»; el(b) que ha resplandecido en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios; en faz de Cristo.
2Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en barrizos vasos para que la supereminencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
2Co 4:8 siendo en todo atribulados, empero no angustiados; vacilando, empero no desesperando;
2Co 4:9 perseguidos, empero no abandonados; postrados, empero no pereciendo;
2Co 4:10 siempre la mortificación de Jesús en el cuerpo a doquier llevando; para que también la vida de Jesús en nuestro cuerpo se manifieste.
2Co 4:11 Pues siempre nosotros los vivientes a la muerte entregados somos por Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en la mortal carne nuestra.
2Co 4:12 Así que la muerte en nosotros obra, mas la vida en vosotros.
2Co 4:13 Y, teniendo el mismo espíritu de fe, según lo escrito: «He creído; por lo cual he hablado»; también nosotros creemos; por lo cual también hablamos;
2Co 4:14 sabiendo que el que resucitó a Jesús, asimismo a nosotros con Jesús resucitará y pondrá con vosotros.
2Co 4:15 Pues todo por vosotros; para que la gracia, abundando por los muchos, el agradecimiento redunde para la gloria de Dios.
2Co 4:16 Por lo cual no desmayamos, sino que, aunque nuestro exterior hombre se corrompe, empero el interior es renovado día a día.
2Co 4:17 Pues lo, por hoy, leve de la tribulación; va, de demasía en demasía, un eterno peso de gloria obrándonos;
2Co 4:18 no contemplando nosotros lo que se ve, sino lo que no se ve; que, lo que se ve, temporal; mas, lo que no se ve, eterno.
2Co 4:1 Por esto, investidos de este ministerio de la misericordia, no desfallecemos,
2Co 4:2 sino que, desechando todo indigno tapujo y toda astucia, en vez de adulterar la palabra de Dios, manifestamos la verdad y nos recomendamos nosotros mismos a toda humana conciencia ante Dios.
2Co 4:3 Si nuestro evangelio queda encubierto, es para los incrédulos, para los que se pierden,
2Co 4:4 cuya inteligencia cegó el dios de este mundo, para que no brille en ellos la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.
2Co 4:5 Pues no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, Señor, y, cuanto a nosotros, nos predicamos siervos vuestros por amor de Jesús.
2Co 4:6 Porque Dios, que dijo: Brille la luz del seno de las tinieblas, es el que ha hecho brillar la luz en nuestros corazones para que demos a conocer la ciencia de la gloria de Dios que brilla en el rostro de Cristo.
2Co 4:7 Pero llevamos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no parezca nuestra.
2Co 4:8 En mil maneras somos atribulados, pero no nos abatimos; en perplejidades, no nos desconcertamos;"
2Co 4:9 perseguidos, pero no abandonados; derribados no nos anonadamos,"
2Co 4:10 llevando siempre en el cuerpo la mortificación de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
2Co 4:11 Mientras vivimos estamos siempre entregados a la muerte por amor de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal.
2Co 4:12 De manera que en nosotros obra la muerte, en vosotros la vida.
2Co 4:13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: “Creí, por eso hablé”; también nosotros creemos, y por esto hablamos;"
2Co 4:14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros;"
2Co 4:15 porque todas las cosas suceden por vosotros, para que la gracia difundida en muchos acreciente la acción de gracias para gloria de Dios.
2Co 4:16 Por lo cual no desmayamos, sino que mientras nuestro hombre exterior se corrompe, nuestro hombre interior se renueva de día en día.
2Co 4:17 Pues por la momentánea y ligera tribulación nos prepara un peso eterno de gloria incalculable,
2Co 4:18 y no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las visibles son temporales; las invisibles, eternas."
2Co 4:1 Dios es bueno y nos permite servirle. Por eso no nos desanimamos.
2Co 4:2 No sentimos vergüenza de nada, ni hacemos nada a escondidas. No tratamos de engañar a la gente ni cambiamos el mensaje de Dios. Al contrario, Dios es testigo de que decimos sólo la verdad. Por eso, todos pueden confiar en nosotros.
2Co 4:3 Los únicos que no pueden entender la buena noticia que anunciamos son los que no se salvarán.
2Co 4:4 La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla, porque Satanás no los deja.
2Co 4:5 Y nosotros no nos anunciamos a nosotros mismos. Al contrario, anunciamos que Jesucristo es nuestro Señor, y que nosotros somos servidores de ustedes porque somos seguidores de Jesucristo.
2Co 4:6 Cuando Dios creó el mundo, dijo: «Que brille la luz donde ahora hay oscuridad». Y cuando nos permitió entender la buena noticia, también iluminó nuestro entendimiento, para que por medio de Cristo conociéramos su grandeza.
2Co 4:7 Cuando Dios nos dio la buena noticia, puso, por así decirlo, un tesoro en una frágil vasija de barro. Así, cuando anunciamos la buena noticia, la gente sabe que el poder de ese mensaje viene de Dios y no de nosotros, que somos tan frágiles como el barro.
2Co 4:8 Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma.
2Co 4:9 La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen.
2Co 4:10 A dondequiera que vamos, todos pueden ver que sufrimos lo mismo que Cristo, y que por obedecerlo estamos siempre en peligro de muerte. Pero también pueden ver, por medio de nosotros, que Jesús tiene poder para dar vida a los muertos.
2Co 4:12 Y así, mientras que nosotros vamos muriendo, ustedes van cobrando nueva vida.
2Co 4:13 La Biblia dice: «Yo confié en Dios, y por eso hablé.» Pues nosotros también confiamos en Dios, y por eso anunciamos la buena noticia.
2Co 4:14 Porque sabemos que, cuando muramos, Dios nos dará vida, así como lo hizo con Jesús, y que después nos llevará con él.
2Co 4:15 Todo esto es por el bien de ustedes. Porque mientras más sean los que reciban el amor y la bondad de Dios, muchos más serán los que le den gracias y reconozcan su grandeza.
2Co 4:16 Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza.
2Co 4:17 Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa.
2Co 4:18 Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna.
2Co 4:1 Por lo cual teniendo nosotros este ministerio de predicar la nueva ley, en virtud de la misericordia que hemos alcanzado de Dios, no decaemos de ánimo;
2Co 4:2 antes bien desechamos lejos de nosotros las ocultas infamias o disimulos vergonzosos de los falsos hermanos, no procediendo con artificio, ni alterando la palabra de Dios, sino alegando únicamente en abono nuestro para con todos aquellos que juzguen de nosotros según su conciencia, la sinceridad con que predicamos la verdad delante de Dios.
2Co 4:3 Que si todavía nuestra buena nueva está encubierto, es solamente para los que se pierden para quienes está encubierta;
2Co 4:4 para esos incrédulos cuyos entendimientos ha cegado el Dios de este siglo, para que no les alumbre la luz de la buena nueva de la gloria de Cristo , el cual es la imagen de Dios.
2Co 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, Señor nuestro, haciéndonos siervos vuestros por amor de Jesús .
2Co 4:6 Porque Dios, que dijo que la luz saliese o brillase de en medio de las tinieblas, él mismo ha hecho brillar su claridad en nuestros corazones, a fin de que nosotros podamos iluminar a los demás por medio del conocimiento de la gloria de Dios, según que ella resplandece en Jesucristo.
2Co 4:7 Mas este tesoro lo llevamos en vasos de barro, frágil y quebradizo; para que se reconozca que la grandeza del poder que se ve en nosotros es de Dios y no nuestra.
2Co 4:8 Nos vemos acosados de toda suerte de tribulaciones, pero no por eso perdemos el ánimo; nos hallamos en grandes apuros, mas no desesperados, o sin recursos;
2Co 4:9 somos perseguidos, mas no abandonados; abatidos, mas no enteramente perdidos.
2Co 4:10 Traemos siempre representada en nuestro cuerpo por todas partes la mortificación de Jesús , a fin de que la vida de Jesús se manifieste también en nuestros cuerpos.
2Co 4:11 Porque nosotros, bien que vivimos, somos continuamente entregados en manos de la muerte por amor de Jesús ; para que la vida de Jesús se manifieste así mismo en nuestra carne mortal.
2Co 4:12 Así es que la muerte imprime sus efectos en nosotros, mas en vosotros resplandece la vida.
2Co 4:13 Pero teniendo un mismo espíritu de fe que David, quien según está escrito decía: Creí, por eso hablé con confianza, nosotros también creemos, y por eso hablamos,
2Co 4:14 estando ciertos de que quien resucitó a Jesús , nos resucitará también a nosotros con Jesús , y nos colocará con vosotros en su gloria.
2Co 4:15 Pues todas las cosas que pasan en nosotros se hacen por causa de vosotros, a fin de que la gracia esparcida con abundancia, sirva a aumentar la gloria de Dios por medio de las acciones de gracias que le tributarán muchos.
2Co 4:16 Por lo cual no desmayamos; antes aunque en nosotros el hombre exterior o el cuerpo se vaya desmoronando, el interior o el espíritu se va renovando de día en día.
2Co 4:17 Porque las aflicciones tan breves y tan ligeras de la vida presente nos producen el eterno peso de una sublime e incomparable gloria,
2Co 4:18 y así no ponemos nosotros la mira en las cosas visibles, sino en las invisibles. Porque las que se ven, son transitorias; mas las que no se ven, son eternas.
2Co 4:1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
2Co 4:2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.
2Co 4:3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto;
2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
2Co 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.
2Co 4:6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,(A) es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Viviendo por la fe
2Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
2Co 4:8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
2Co 4:9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
2Co 4:10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
2Co 4:11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
2Co 4:12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.
2Co 4:13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé,(B) nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,
2Co 4:14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
2Co 4:15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.
2Co 4:16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
2Co 4:17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
2Co 4:18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
2Co 4:1 Por lo cual teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos alcanzado, no faltamos;
2Co 4:2 antes quitamos de nosotros todo escondrijo de vergüenza, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino en manifestación de la verdad, encomendándonos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios.
2Co 4:3 Que si nuestro Evangelio está encubierto, a los que se pierden está encubierto;
2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del Evangelio de la gloria del Cristo, el cual es la imagen de Dios.
2Co 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor; y nosotros, vuestros siervos por Jesús.
2Co 4:6 Porque el Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la claridad de Dios en la faz del Cristo Jesús.
2Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros.
2Co 4:8 En todo somos atribulados, mas no angustiados; dudamos (de nuestra vida) , mas no desesperamos;
2Co 4:9 padecemos persecución, mas no somos desamparados en ella ; somos abatidos, mas no perecemos;
2Co 4:10 llevando siempre por todas partes la mortificación del Señor Jesús en nuestro cuerpo, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestros cuerpos.
2Co 4:11 Porque nosotros que vivimos, siempre somos entregados a muerte por Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.
2Co 4:12 De manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida.
2Co 4:13 Mas porque tenemos el mismo Espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,
2Co 4:14 estando ciertos que el que levantó al Señor Jesús, a nosotros también nos levantará por Jesús, y nos pondrá con vosotros.
2Co 4:15 Porque todas estas cosas padecemos por vosotros, para que abundando la gracia por muchos, en la acción de gracias abunde también la gloria de Dios.
2Co 4:16 Por tanto, no faltamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior sin embargo se renueva de día en día.
2Co 4:17 Porque nuestra tribulación, que al presente es momentáneo y leve, nos obra en sobremanera un alto y eterno peso de gloria;
2Co 4:18 no mirando nosotros a lo que se ve, sino a lo que no se ve; porque lo que se ve, temporal es; mas lo que no se ve, eterno.
2Co 4:1 Therefore seeing we have this ministry, as we have received mercy, we faint not;
2Co 4:2 But have renounced the hidden things of dishonesty, not walking in craftiness, nor handling the word of God deceitfully; but by manifestation of the truth commending ourselves to every man's conscience in the sight of God.
2Co 4:3 But if our gospel be hid, it is hid to them that are lost:
2Co 4:4 In whom the god of this world hath blinded the minds of them which believe not, lest the light of the glorious gospel of Christ, who is the image of God, should shine unto them.
2Co 4:5 For we preach not ourselves, but Christ Jesus the Lord; and ourselves your servants for Jesus' sake.
2Co 4:6 For God, who commanded the light to shine out of darkness, hath shined in our hearts, to give the light of the knowledge of the glory of God in the face of Jesus Christ.
2Co 4:7 But we have this treasure in earthen vessels, that the excellency of the power may be of God, and not of us.
2Co 4:8 We are troubled on every side, yet not distressed; we are perplexed, but not in despair;
2Co 4:9 Persecuted, but not forsaken; cast down, but not destroyed;
2Co 4:10 Always bearing about in the body the dying of the Lord Jesus, that the life also of Jesus might be made manifest in our body.
2Co 4:11 For we which live are alway delivered unto death for Jesus' sake, that the life also of Jesus might be made manifest in our mortal flesh.
2Co 4:12 So then death worketh in us, but life in you.
2Co 4:13 We having the same spirit of faith, according as it is written, I believed, and therefore have I spoken; we also believe, and therefore speak;
2Co 4:14 Knowing that he which raised up the Lord Jesus shall raise up us also by Jesus, and shall present us with you.
2Co 4:15 For all things are for your sakes, that the abundant grace might through the thanksgiving of many redound to the glory of God.
2Co 4:16 For which cause we faint not; but though our outward man perish, yet the inward man is renewed day by day.
2Co 4:17 For our light affliction, which is but for a moment, worketh for us a far more exceeding and eternal weight of glory;
2Co 4:18 While we look not at the things which are seen, but at the things which are not seen: for the things which are seen are temporal; but the things which are not seen are eternal.
2Co 4:1 Por esto, misericordiosamente investidos de este ministerio, no desfallecemos.
2Co 4:2 Antes bien, hemos repudiado el silencio vergonzoso no procediendo con astucia, ni falseando la Palabra de Dios; al contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios.
2Co 4:3 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden,
2Co 4:4 para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.
2Co 4:5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.
2Co 4:6 Pues el mismo Dios que dijo: = De las tinieblas brille la luz, = ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo.
2Co 4:7 Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.
2Co 4:8 Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados;
2Co 4:9 perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados.
2Co 4:10 Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
2Co 4:11 Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados a la muerte por causa de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
2Co 4:12 De modo que la muerte actúa en nosotros, mas en vosotros la vida.
2Co 4:13 Pero teniendo aquel espíritu de fe conforme a lo que está escrito: = Creí, por eso hablé, = también nosotros creemos, y por eso hablamos,
2Co 4:14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con vosotros.
2Co 4:15 Y todo esto, para vuestro bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
2Co 4:16 Por eso no desfallecemos. Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando de día en día.
2Co 4:17 En efecto, la leve tribulación de un momento nos produce, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna,
2Co 4:18 a cuantos no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las cosas visibles son pasajeras, mas las invisibles son eternas.
2Co 4:1 Por eso no nos desanimamos, porque Dios, en su misericordia, nos ha encargado este trabajo.
2Co 4:2 Hemos rechazado proceder a escondidas, como si sintiéramos vergüenza; y no actuamos con astucia ni falseamos el mensaje de Dios. Al contrario, decimos solamente la verdad, y de esta manera nos recomendamos a la conciencia de todos delante de Dios.
2Co 4:3 y si el evangelio que anunciamos está como cubierto por un velo, lo está solamente para los que se pierden.
2Co 4:4 Pues como ellos no creen, el dios de este mundo[1] los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios.
2Co 4:5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros nos declaramos simplemente servidores de ustedes por amor a Jesús.
2Co 4:6 Porque el mismo Dios que mandó que la luz brotara de la oscuridad, [2]
es el que ha hecho brotar su luz en nuestro corazón, para que podamos iluminar a otros, dándoles a conocer la gloria de Dios que brilla en la cara de Jesucristo.
2Co 4:7 Pero esta riqueza la tenemos en nuestro cuerpo, que es como una olla de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros.
2Co 4:8 Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos.
2Co 4:9 Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen.
2Co 4:10 Dondequiera que vamos, llevamos siempre en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se muestre en nosotros.
2Co 4:11 Pues nosotros, mientras vivimos, nos vemos expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se muestre en nuestro cuerpo mortal.
2Co 4:12 De ese modo, la muerte actúa en nosotros, y en ustedes actúala vida.
2Co 4:13 La Escritura dice: "Tuve fe, y por eso hablé."[3] De igual manera, nosotros, con esa misma actitud de fe, creemos y también hablamos.
2Co 4:14 Porque sabemos que Dios, que resucitó de la muerte al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con él, y junto con ustedes nos llevará a su presencia.
2Co 4:15 Todo esto ha sucedido para bien de ustedes, para que, recibiendo muchos la gracia de Dios, muchos sean también los que le den gracias, para la gloria de Dios.
2Co 4:16 Por eso no nos desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día.
2Co 4:17 Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante.
2Co 4:18 Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, y a que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas.
2Co 4:1 Por eso, teniendo este ministerio según la misericordia que se nos mostró, no nos rendimos;
2Co 4:2 antes bien, hemos renunciado a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse, y no andamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios, sino que mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana a vista de Dios.
2Co 4:3 Ahora, si las buenas nuevas que declaramos están de hecho veladas, están veladas entre los que están pereciendo,
2Co 4:4 entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase [a ellos] la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios.
2Co 4:5 Porque no nos estamos predicando a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como esclavos de ustedes por causa de Jesús.
2Co 4:6 Porque Dios es el que dijo: “De la oscuridad resplandezca la luz”, y él ha resplandecido en nuestros corazones para iluminar[los] con el glorioso conocimiento de Dios por el rostro de Cristo.
2Co 4:7 Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros.
2Co 4:8 Se nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que no podamos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida;
2Co 4:9 se nos persigue, pero no se nos deja sin ayuda; se nos derriba, pero no se nos destruye.
2Co 4:10 Siempre aguantamos por todas partes en nuestro cuerpo el tratamiento mortífero que se dio a Jesús, para que la vida de Jesús también se haga manifiesta en nuestro cuerpo.
2Co 4:11 Porque a nosotros los que vivimos se nos está poniendo siempre cara a cara con la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús también se haga manifiesta en nuestra carne mortal.
2Co 4:12 Por consiguiente, la muerte está obrando en nosotros, pero la vida en ustedes.
2Co 4:13 Ahora bien, porque tenemos el mismo espíritu de fe como aquel del cual está escrito: “Ejercí fe, por eso hablé”, nosotros también ejercemos fe y por eso hablamos,
2Co 4:14 sabiendo que el que levantó a Jesús nos levantará también a nosotros junto con Jesús y nos presentará juntamente con ustedes.
2Co 4:15 Porque todas las cosas son para el bien de ustedes, para que la bondad inmerecida que fue multiplicada abunde a causa de la acción de gracias de muchos más para gloria de Dios.
2Co 4:16 Por lo tanto no nos rendimos; más bien, aunque el hombre que somos exteriormente se vaya desgastando, ciertamente el hombre que somos interiormente va renovándose de día en día.
2Co 4:17 Porque aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna;
2Co 4:18 mientras tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
2Co 4:1 Dios es bueno y nos permite servirle. Por eso no nos desanimamos.
2Co 4:2 No sentimos vergüenza de nada, ni hacemos nada a escondidas. No tratamos de engañar a la gente ni cambiamos el mensaje de Dios. Al contrario, Dios es testigo de que decimos sólo la verdad. Por eso, todos pueden confiar en nosotros.
2Co 4:3 Los únicos que no pueden entender la buena noticia que anunciamos son los que no se salvarán.
2Co 4:4 La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla, porque Satanás no los deja.
2Co 4:5 Y nosotros no nos anunciamos a nosotros mismos. Al contrario, anunciamos que Jesucristo es nuestro Señor, y que nosotros somos servidores de ustedes porque somos seguidores de Jesucristo.
2Co 4:6 Cuando Dios creó el mundo, dijo: «Que brille la luz donde ahora hay oscuridad». Y cuando nos permitió entender la buena noticia, también iluminó nuestro entendimiento, para que por medio de Cristo conociéramos su grandeza.
2Co 4:7 Cuando Dios nos dio la buena noticia, puso, por así decirlo, un tesoro en una frágil vasija de barro. Así, cuando anunciamos la buena noticia, la gente sabe que el poder de ese mensaje viene de Dios y no de nosotros, que somos tan frágiles como el barro.
2Co 4:8 Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma.
2Co 4:9 La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen.
2Co 4:10 A dondequiera que vamos, todos pueden ver que sufrimos lo mismo que Cristo, y que por obedecerlo estamos siempre en peligro de muerte. Pero también pueden ver, por medio de nosotros, que Jesús tiene poder para dar vida a los muertos.
2Co 4:12 Y así, mientras que nosotros vamos muriendo, ustedes van cobrando nueva vida.
2Co 4:13 La Biblia dice: «Yo confié en Dios, y por eso hablé.» Pues nosotros también confiamos en Dios, y por eso anunciamos la buena noticia.
2Co 4:14 Porque sabemos que, cuando muramos, Dios nos dará vida, así como lo hizo con Jesús, y que después nos llevará con él.
2Co 4:15 Todo esto es por el bien de ustedes. Porque mientras más sean los que reciban el amor y la bondad de Dios, muchos más serán los que le den gracias y reconozcan su grandeza.
2Co 4:16 Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza.
2Co 4:17 Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa.
2Co 4:18 Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna.
2Co 4:1 YAHWEH nos ha mostrado tal misericordia, que no perdemos valentía mientras hacemos el trabajo que El nos ha encomendado.
2Co 4:2 Antes bien, rehusamos hacer uso de métodos disimulados vergonzosos, empleando decepción o adulterando el mensaje de YAHWEH.[15] Por el contrario decimos con claridad lo que la verdad de YAHWEH es, nos encomendamos nosotros mismos a la conciencia de todos a la vista de YAHWEH.
2Co 4:3 Para que si nuestras Buenas Noticias tienen un velo, sólo lo tengan para los que están en proceso de perderse.
2Co 4:4 Ellos no llegan a confiar, porque el dios del olam-hazeh ha cegado sus entendimientos, para prevenir que vean la luz que resplandece por las Buenas Noticias acerca de la gloria del Mashíaj,[16] el cual es la imagen de YAHWEH.
2Co 4:5 Porque no nos proclamamos a nosotros mismos, sino al Mashíaj Yahshúa, como Adón y a nosotros como esclavos para ustedes por amor a Yahshúa.
2Co 4:6 Porque es YAHWEH que dijo una vez: "Que la luz resplandezca de las tinieblas," el que hizo resplandecer esta luz en nuestros corazones, la luz del conocimiento de la Shejinah de YAHWEH resplandeciendo en el rostro del Mashíaj Yahshúa.
2Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de arcilla, para que sea evidente que este poder abrumador viene de YAHWEH,[17] y no de nosotros.
2Co 4:8 Tenemos toda clase de tribulaciones, mas no somos quebrantados; estamos turbados, mas no desesperados;
2Co 4:9 perseguidos, pero no abandonados; atropellados, pero no destruidos.
2Co 4:10 Siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Yahshúa, para que la vida de Yahshúa también sea manifestada en nuestros cuerpos.
2Co 4:11 Porque nosotros que estamos vivos, siempre estamos siendo entregados a muerte por amor a Yahshúa, para que la vida de Yahshúa también sea manifestada en nuestros cuerpos mortales.
2Co 4:12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes la vida.
2Co 4:13 El Tanaj dice: "Confié, por lo cual hablé."[Sal 116:10] Por cuanto tenemos el mismo Ruaj que nos capacita para confiar, también confiamos, por lo tanto, hablamos;
2Co 4:14 porque sabemos que el que resucitó al Adón Yahshúa, también nos resucitará con Yahshúa, y nos llevará juntamente con ustedes a Su presencia.
2Co 4:15 Todo esto padecemos por el amor a ustedes, para que cuando la misericordia fluya a más y más personas, pueda causar acción de gracias que sobreabunde para la Gloria de YAHWEH.
2Co 4:16 Por lo cual no perdemos la valentía. Aunque nuestro ser exterior va en camino al deterioro, nuestro ser interior se está renovando diariamente.
2Co 4:17 Porque nuestras ligeras y pasajeras tribulaciones están llevando a cabo para nosotros una eterna gloria que su peso es fuera de descripción.
2Co 4:18 Nos concentramos no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Puesto que las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas.
2Co 4:1 "Dios, por su misericordia, nos ha encargado este trabajo y por eso no nos desanimamos."
2Co 4:2 "Hemos renunciado a hacer aquellas cosas vergonzosas que deben mantenerse en secreto. No usamos ninguna clase de trucos ni alteramos el mensaje de Dios. Por el contrario, enseñamos la verdad abiertamente y así, a los ojos de Dios, nos mostramos a todos tal como somos."
2Co 4:3 "Si las buenas noticias que anunciamos están ocultas, lo están sólo para aquellos que van por el camino de la destrucción."
2Co 4:4 "El dios de este mundo ha nublado la mente de esa gente que no tiene fe en Cristo. No los deja ver la luz que traen las buenas noticias sobre la gloria de Cristo, quien es exactamente como Dios."
2Co 4:5 "No nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor. Nos presentamos como siervos de ustedes en nombre de Jesús."
2Co 4:6 "El mismo Dios que dijo: ""La luz brillará en la oscuridad"", iluminó nuestro corazón para que conociéramos su gloria que brilla en el rostro de Jesucristo."
2Co 4:7 "Tenemos este tesoro en vasijas de barro para demostrar que este extraordinario poder que obra en nuestra vida no viene de nosotros, sino de Dios."
2Co 4:8 "Por eso aunque tengamos toda clase de problemas, no estamos derrotados. Aunque tengamos muchas preocupaciones, no nos damos por vencidos."
2Co 4:9 "Aunque nos persigan, Dios no nos abandona. Aunque nos derriben, no nos destruyen."
2Co 4:10 "Dondequiera que vamos, nuestros sufrimientos reflejan la muerte de Jesús para que su vida también se vea en nuestro cuerpo."
2Co 4:11 "Estamos vivos, pero por la causa de Jesús estamos siempre en peligro de muerte para que su vida también se pueda ver en nuestro cuerpo mortal."
2Co 4:12 "De este modo, nosotros nos enfrentamos a la muerte para que ustedes tengan vida espiritual."
2Co 4:13 "Las Escrituras dicen: ""Tuve fe y por eso hablé"". Ya que tenemos el mismo Espíritu que da fe, nosotros también creemos y por eso hablamos."
2Co 4:14 Sabemos que Dios hizo resucitar a Jesús y estamos seguros de que también a nosotros nos hará resucitar. A ustedes y a mí nos llevará ante su presencia.
2Co 4:15 "Todo esto sucede por el bien de ustedes y para que la bondad de Dios llegue cada vez a más gente. De este modo, habrá muchos más que den gracias a Dios y esto le dará gloria a él."
2Co 4:16 "Por eso, no nos damos por vencidos. Es cierto que nuestro cuerpo se envejece y se debilita, pero dentro de nosotros nuestro espíritu se renueva y fortalece cada día."
2Co 4:17 Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños en comparación con la gloria eterna y grandiosa a la que ellos nos conducen.
2Co 4:18 "A nosotros no nos interesa lo que se puede ver, sino lo que no se puede ver, porque lo que se puede ver, sólo dura poco tiempo. En cambio, lo que no se puede ver, dura para siempre."
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