La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 1.2 de Corintios.
1Co 8:1 Mas, acerca de lo sacrificado a ídolos, todos ciencia tenemos(a) . La ciencia infla; y la caridad edifica.
1Co 8:2 Si alguno piensa conocer algo, aún no ha conocido cómo debe conocer;
1Co 8:3 pero, si alguno amare a Dios, éste es conocido por él.
1Co 8:4 De la comida, pues, de lo sacrificado a ídolos, sabemos que nada es el ídolo en el mundo, y que ningún Dios, sino uno.
1Co 8:5 Pues, aún cuando hay los que son llamados dioses(b) , ora en el cielo, ora sobre la tierra (así como son dioses muchos y señores muchos);
1Co 8:6 empero, para nosotros un Dios, el Padre, desde quien todas las cosas, y nosotros para él; y un Señor: Jesucristo; por quien todas las cosas, y nosotros por él.
1Co 8:7 Empero no en todos, la ciencia(c) ; y algunos; con la conciencia, hasta ahora del ídolo, como sacrificado a ídolos comen; y su conciencia, débil siendo, mancíllase.
1Co 8:8 Pero vianda no nos recomendará a Dios; ni, si comiéremos, abundamos; ni, si no comiéremos, empobrecemos.
1Co 8:9 Pero, mirad, no sea que esta vuestra potestad(d) tropiezo se haga a los flacos.
1Co 8:10 Pues si alguno viere al que tiene ciencia, en templo de ídolo recostarse ¿acaso la conciencia de él, flaca siendo, no se edificará(e) para lo sacrificado a ídolos comer?
1Co 8:11 Pues perece el flaco en(f) tu creencia, el hermano por quien Cristo murió.
1Co 8:12 Y, así, pecando contra los hermanos y percutiendo su conciencia flaca, contra Cristo pecáis.
1Co 8:13 Por lo tanto, si comida escandaliza a mi hermano, no comeré, no, carne por el siglo, para no a mi hermano escandalizar.
1Co 8:1 Cuanto a lo de las carnes sacrificadas a los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, sólo la caridad edifica.
1Co 8:2 Si alguno cree saber algo, aún no sabe lo que conviene saber;"
1Co 8:3 pero el que ama a Dios, ése es conocido por EL
1Co 8:4 Pues bien, acerca del comer las carnes sacrificadas a los ídolos, sabemos que el ídolo no es nada en el mundo, y que no hay más Dios que uno sólo.
1Co 8:5 Porque aunque algunos sean llamados dioses, ya en el cielo, ya en la tierra, de manera que haya muchos dioses y muchos señores,
1Co 8:6 para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien todo procede y para quien somos nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros también.
1Co 8:7 Pero no todos saben esto: habituados de antiguo a los ídolos, comen esas carnes como realmente sacrificadas al ídolo, y su conciencia se mancha por su flaqueza.
1Co 8:8 Pero no es la comida la que nos hace aceptos a Dios, y ni por abstenernos escasearemos ni por comer abundaremos.
1Co 8:9 Mas cuidad de que esa vuestra facultad no sea tropiezo para los débiles.
1Co 8:10 Porque si alguno te viere a ti, que tienes ciencia, sentado a la mesa en un santuario de ídolos, en la flaqueza de su conciencia, ¿no se creerá inducido a comer las carnes sacrificadas a los ídolos?
1Co 8:11 Entonces perecerá por tu ciencia el hermano flaco por quien Cristo murió.
1Co 8:12 Y así, pecando contra los hermanos e hiriendo su conciencia flaca, pecáis contra Cristo.
1Co 8:13 Por lo cual, si mi comida ha de escandalizar a mi hermano, no comeré carne jamás, por no escandalizar a mi hermano.
1Co 8:1 Ahora quiero responder a lo que me preguntaron acerca de los alimentos ofrecidos a los ídolos. Todos nosotros sabemos algo acerca de esto. Sin embargo, debemos reconocer que el conocimiento nos vuelve orgullosos, mientras que el amor fortalece nuestra vida cristiana.
1Co 8:2 Sin duda, el que cree que sabe mucho, en realidad no sabe nada.
1Co 8:3 Pero Dios reconoce a todo aquel que lo ama.
1Co 8:4 En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos a los ídolos, bien sabemos que los ídolos no tienen vida, y que solamente hay un Dios.
1Co 8:5 Algunos llaman dioses o señores a muchas cosas que hay en el cielo y en la tierra.
1Co 8:6 Sin embargo, para nosotros sólo hay un Dios, que es el Padre. Él creó todas las cosas, y nosotros vivimos para él. También hay sólo un Señor, que es Jesucristo. Dios creó todo por medio de él, y gracias a él nosotros vivimos ahora.
1Co 8:7 No todos saben estas cosas. Antes de creer en Cristo, algunos de ustedes adoraban ídolos, y todavía creen que esos ídolos tienen vida. Por eso, cuando comen alimentos que fueron ofrecidos a los ídolos, les remuerde la conciencia y se sienten culpables.
1Co 8:8 Pero nuestra relación con Dios no va a ser mejor o peor por causa de los alimentos que comamos.
1Co 8:9 Sin embargo, aunque tengamos derecho a comer de todo, debemos tener cuidado de no causarles problemas a los miembros de la iglesia que todavía no están debidamente instruidos.
1Co 8:10 Supongamos que uno de ustedes va a comer a un lugar donde se adora a los ídolos, y que lo ve algún miembro de la iglesia que todavía cree que los ídolos tienen vida. Entonces, aunque bien sabemos que los ídolos no tienen vida, aquel miembro de la iglesia va a pensar que está bien adorar ídolos, y dejará de creer en Cristo, quien murió por él.
1Co 8:12 Cuando le hacemos daño a los miembros de la iglesia que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, también le hacemos daño a Cristo.
1Co 8:13 Por eso yo jamás voy a comer algo, si por comerlo hago que un miembro de la iglesia peque.
1Co 8:1 Acerca de las cosas o viandas sacrificadas a los ídolos, ya sabemos que todos nosotros tenemos bastante ciencia o conocimientos sobre eso. Mas la ciencia por sí sola hincha; la caridad es la que edifica.
1Co 8:2 Que si alguno se imagina saber algo, y no sabe esto, todavía no ha entendido de qué manera le convenga saber.
1Co 8:3 Pero el que ama a Dios, ése es conocido o amado de él.
1Co 8:4 En orden, pues, a los manjares inmolados a los ídolos, sabemos que el ídolo es nada en el mundo, y que no hay más que un solo Dios.
1Co 8:5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, ya en el cielo, ya en la tierra (y que así se cuenten muchos dioses y muchos señores),
1Co 8:6 sin embargo, para nosotros no hay más que un solo Dios, que es el Padre, del cual tienen el ser todas las cosas, y que nos ha hecho a nosotros para él; y no hay sino un solo Señor, que es Jesucristo, por quien han sido hechas todas las cosas, y somos nosotros por él cuanto somos.
1Co 8:7 Mas no en todos se halla esta ilustración; sino que hay algunos que creyendo todavía que el ídolo es alguna cosa, comen bajo este concepto viandas que se le han ofrecido; y así la conciencia de éstos, por ser débil, viene a quedar contaminada.
1Co 8:8 Lo cierto es que comer de tales viandas no es lo que nos hace recomendables a Dios. Pues ni porque comamos tendremos delante de él ventaja alguna; ni porque no comamos desmereceremos en nada.
1Co 8:9 Pero cuidad de que esta libertad que tenéis no sirva de tropiezo a los débiles.
1Co 8:10 Porque si uno de éstos ve a otro, de los que están más instruidos, puesto a la mesa en un lugar dedicado a los ídolos, ¿no es claro que el que tiene su conciencia débil, se tentará a comer también de aquellas viandas sacrificadas que cree impuras?
1Co 8:11 ¿Y es posible que haya de perecer por el uso indiscreto de tu ciencia ese hermano enfermo, por amor del cual murió Cristo ?
1Co 8:12 Así sucede que, pecando contra los hermanos, y llagando su conciencia poco firme, venís a pecar contra Cristo .
1Co 8:13 Por lo cual si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré en mi vida carne alguna, sólo por no escandalizar a mi hermano.
1Co 8:1
Lo sacrificado a los ídolos
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
1Co 8:2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
1Co 8:3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.
1Co 8:4 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.
1Co 8:5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),
1Co 8:6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
1Co 8:7 Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina.
1Co 8:8 Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.
1Co 8:9 Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.
1Co 8:10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos?
1Co 8:11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.
1Co 8:12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
1Co 8:13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.
1Co 8:1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. La ciencia envanece, mas la caridad edifica.
1Co 8:2 Y si alguno piensa que sabe algo, aún no sabe nada como le conviene saber.
1Co 8:3 Mas el que ama a Dios, el tal es enseñado de Dios.
1Co 8:4 Acerca, pues, de las viandas que son sacrificadas a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un sólo Dios.
1Co 8:5 Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, o en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),
1Co 8:6 nosotros, sin embargo, no tenemos más que un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesús, el Cristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él.
1Co 8:7 Mas no en todos hay esta ciencia, porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, lo comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada.
1Co 8:8 La vianda no nos hace más aceptos a Dios; ni porque comamos, seremos más ricos; ni porque no comamos, seremos más pobres.
1Co 8:9 Pero mirad que esta libertad vuestra no sea tropezadero a los que son débiles.
1Co 8:10 Porque si te ve alguno, a ti que tienes esta ciencia, sentado a la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es débil, no será llevada a comer de lo sacrificado a los ídolos?
1Co 8:11 Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió.
1Co 8:12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis.
1Co 8:13 Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, ni haré cosa con la que caiga mi hermano.
1Co 8:1 Now as touching things offered unto idols, we know that we all have knowledge. Knowledge puffeth up, but charity edifieth.
1Co 8:2 And if any man think that he knoweth any thing, he knoweth nothing yet as he ought to know.
1Co 8:3 But if any man love God, the same is known of him.
1Co 8:4 As concerning therefore the eating of those things that are offered in sacrifice unto idols, we know that an idol is nothing in the world, and that there is none other God but one.
1Co 8:5 For though there be that are called gods, whether in heaven or in earth, (as there be gods many, and lords many,)
1Co 8:6 But to us there is but one God, the Father, of whom are all things, and we in him; and one Lord Jesus Christ, by whom are all things, and we by him.
1Co 8:7 Howbeit there is not in every man that knowledge: for some with conscience of the idol unto this hour eat it as a thing offered unto an idol; and their conscience being weak is defiled.
1Co 8:8 But meat commendeth us not to God: for neither, if we eat, are we the better; neither, if we eat not, are we the worse.
1Co 8:9 But take heed lest by any means this liberty of yours become a stumblingblock to them that are weak.
1Co 8:10 For if any man see thee which hast knowledge sit at meat in the idol's temple, shall not the conscience of him which is weak be emboldened to eat those things which are offered to idols;
1Co 8:11 And through thy knowledge shall the weak brother perish, for whom Christ died?
1Co 8:12 But when ye sin so against the brethren, and wound their weak conscience, ye sin against Christ.
1Co 8:13 Wherefore, if meat make my brother to offend, I will eat no flesh while the world standeth, lest I make my brother to offend.
1Co 8:1 Respecto a lo inmolado a los ídolos, es cosa sabida, pues todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, el amor en cambio edifica.
1Co 8:1 ¿No soy yo libre? ¿No soy yo apóstol? ¿Acaso no he visto yo a Jesús, Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
1Co 8:1 Corintios 9
1Co 8:2 Si alguien cree conocer algo, aún no lo conoce como se debe conocer.
1Co 8:2 Si para otros no soy yo apóstol, para vosotros sí que lo soy; pues ¡vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor!
1Co 8:3 He aquí mi defensa contra mis acusadores.
1Co 8:3 Mas si uno ama a Dios, ése es conocido por él.
1Co 8:4 ¿Por ventura no tenemos derecho a comer y beber?
1Co 8:4 Ahora bien, respecto del comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que el ídolo no es nada en el mundo y no hay más que un único Dios.
1Co 8:5 ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana, como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?
1Co 8:5 Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores,
1Co 8:6 ¿Acaso únicamente Bernabé y yo estamos privados del derecho de no trabajar?
1Co 8:6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros.
1Co 8:7 ¿Quién ha militado alguna vez a cosa propia? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño?
1Co 8:7 Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha.
1Co 8:8 ¿Hablo acaso al modo humano o no lo dice también la Ley?
1Co 8:8 No es ciertamente la comida lo que nos acercará a Dios. Ni somos menos porque no comamos, ni somos más porque comamos.
1Co 8:9 Porque está escrito en la Ley de Moisés: = «No pondrás bozal al buey que trilla.» = ¿Es que se preocupa Dios de los bueyes?
1Co 8:9 Pero tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a los débiles.
1Co 8:10 O bien, ¿no lo dice expresamente por nosotros? Por nosotros ciertamente se escribió, pues el que ara, en esperanza debe arar; y el que trilla, con la esperanza de recibir su parte.
1Co 8:10 En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos?
1Co 8:11 Si en vosotros hemos sembrado bienes espirituales, ¡qué mucho que recojamos de vosotros bienes materiales!
1Co 8:11 Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo!
1Co 8:12 Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecáis contra Cristo.
1Co 8:12 Si otros tienen estos derechos sobre vosotros, ¿no los tenemos más nosotros? Sin embargo, nunca hemos hecho uso de estos derechos. Al contrario, todo lo soportamos para no crear obstáculo alguno al Evangelio de Cristo.
1Co 8:13 Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca comeré carne para no dar escándalo a mi hermano.
1Co 8:13 ¿No sabéis que los ministros del templo viven del templo? ¿Que los que sirven al altar, del altar participan?
1Co 8:14 Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio.
1Co 8:15 Mas yo, de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo esto para que se haga así conmigo. ¡Antes morir que...! Mi timbre de gloria ¡nadie lo eliminará!
1Co 8:16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
1Co 8:17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
1Co 8:18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.
1Co 8:19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
1Co 8:20 Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley - aun sin estarlo - para ganar a los que están bajo ella.
1Co 8:21 Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo.
1Co 8:22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
1Co 8:23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.
1Co 8:24 ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!
1Co 8:25 Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.
1Co 8:26 Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío,
1Co 8:27 sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado.
1Co 8:1 Ahora paso al asunto de los alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos. Es verdad lo que se dice: que todos tenemos el conocimiento de la verdad; pero el conocimiento hincha de orgullo, en tanto que el amor edifica la comunidad. [a]
1Co 8:2 Si alguien cree que conoce algo, todavía no lo conoce como lo debe conocer.
1Co 8:3 Pero si alguien ama a Dios, Dios lo conoce a él.
1Co 8:4 En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos, bien sabemos que un ídolo no tiene valor alguno en el mundo, y que solamente hay un Dios.
1Co 8:5 Pues aunque en el cielo y en la tierra existan esos llamados dioses (y en este sentido hay muchos dioses y muchos señores),
1Co 8:6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, en quien todo tiene su origen y para quien nosotros existimos. Y hay también un solo Señor, Jesucristo, por quien todas las cosas existen, incluso nosotros mismos.
1Co 8:7 Pero no todos conocen la verdad. Algunos que estaban acostumbrados a adorar ídolos, todavía comen de esos alimentos pensando que fueron ofrecidos a los dioses; y su conciencia, que es débil, los hace sentirse contaminados por el ídolo.
1Co 8:8 Claro que el que Dios nos acepte no depende de lo que comamos; pues no vamos a ser mejores por comer, ni peores por no comer.
1Co 8:9 Pero eviten que esa libertad que ustedes tienen haga caer en pecado a los que son débiles en su fe.
1Co 8:10 Porque si tú, que sabes estas cosas, te sientas a comer en un lugar dedicado a los ídolos, y algún hermano débil te ve, puede suceder que él se anime a comer de esa ofrenda hecha a un ídolo.
1Co 8:11 Y así tú, por tu conocimiento, haces que se pierda tu hermano débil, por quien Cristo también murió.
1Co 8:12 Al ofender la conciencia de los hermanos débiles en la fe, ofenden ustedes a Cristo mismo.
1Co 8:13 Por eso, si por causa de mi comida hago caer en pecado a mi hermano, no debo comer carne nunca, para no ponerlo en peligro de pecar. [b]
1Co 8:1 Ahora bien, respecto a los alimentos ofrecidos a ídolos: sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento hincha, pero el amor edifica.
1Co 8:2 Si alguien piensa que ha adquirido conocimiento de algo, todavía no [lo] sabe exactamente como debe saber[lo].
1Co 8:3 Pero si alguien ama a Dios, este es conocido por él.
1Co 8:4 Ahora bien, respecto al comer alimentos ofrecidos a ídolos, sabemos que un ídolo no es nada en el mundo, y que no hay más que un solo Dios.
1Co 8:5 Porque aunque hay aquellos que son llamados “dioses”, sea en el cielo o en la tierra, así como hay muchos “dioses” y muchos “señores”,
1Co 8:6 realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre, procedente de quien son todas las cosas, y nosotros para él; y hay un solo Señor, Jesucristo, mediante quien son todas las cosas, y nosotros mediante él.
1Co 8:7 No obstante, no hay este conocimiento en todos; sino que algunos, estando hasta ahora acostumbrados al ídolo, comen alimento como algo sacrificado al ídolo, y su conciencia, que es débil, se contamina.
1Co 8:8 Pero el alimento no nos recomienda a Dios; si no comemos, no por eso somos menos, y, si comemos, no nos es de ningún mérito.
1Co 8:9 Pero sigan vigilando que esta autoridad suya no llegue a ser de algún modo tropiezo para los que son débiles.
1Co 8:10 Porque si alguien te viera a ti, el que tiene conocimiento, reclinado a una comida en un templo de ídolos, ¿no será edificada la conciencia de aquel que es débil hasta el grado de comer alimentos ofrecidos a ídolos?
1Co 8:11 Realmente, por tu conocimiento, el hombre que es débil se arruina, [tu] hermano por cuya causa Cristo murió.
1Co 8:12 Pero cuando ustedes pecan así contra sus hermanos y hieren la conciencia de ellos que es débil, están pecando contra Cristo.
1Co 8:13 Por lo tanto, si el alimento hace tropezar a mi hermano, no volveré a comer carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.
1Co 8:1 Ahora quiero responder a lo que me preguntaron acerca de los alimentos ofrecidos a los ídolos. Todos nosotros sabemos algo acerca de esto. Sin embargo, debemos reconocer que el conocimiento nos vuelve orgullosos, mientras que el amor fortalece nuestra vida cristiana.
1Co 8:2 Sin duda, el que cree que sabe mucho, en realidad no sabe nada.
1Co 8:3 Pero Dios reconoce a todo aquel que lo ama.
1Co 8:4 En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos a los ídolos, bien sabemos que los ídolos no tienen vida, y que solamente hay un Dios.
1Co 8:5 Algunos llaman dioses o señores a muchas cosas que hay en el cielo y en la tierra.
1Co 8:6 Sin embargo, para nosotros sólo hay un Dios, que es el Padre. Él creó todas las cosas, y nosotros vivimos para él. También hay sólo un Señor, que es Jesucristo. Dios creó todo por medio de él, y gracias a él nosotros vivimos ahora.
1Co 8:7 No todos saben estas cosas. Antes de creer en Cristo, algunos de ustedes adoraban ídolos, y todavía creen que esos ídolos tienen vida. Por eso, cuando comen alimentos que fueron ofrecidos a los ídolos, les remuerde la conciencia y se sienten culpables.
1Co 8:8 Pero nuestra relación con Dios no va a ser mejor o peor por causa de los alimentos que comamos.
1Co 8:9 Sin embargo, aunque tengamos derecho a comer de todo, debemos tener cuidado de no causarles problemas a los miembros de la iglesia que todavía no están debidamente instruidos.
1Co 8:10 Supongamos que uno de ustedes va a comer a un lugar donde se adora a los ídolos, y que lo ve algún miembro de la iglesia que todavía cree que los ídolos tienen vida. Entonces, aunque bien sabemos que los ídolos no tienen vida, aquel miembro de la iglesia va a pensar que está bien adorar ídolos, y dejará de creer en Cristo, quien murió por él.
1Co 8:12 Cuando le hacemos daño a los miembros de la iglesia que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, también le hacemos daño a Cristo.
1Co 8:13 Por eso yo jamás voy a comer algo, si por comerlo hago que un miembro de la iglesia peque.
1Co 8:1 Ahora bien, acerca de comidas sacrificadas a los ídolos: todos sabemos, como ustedes dicen, "todos tenemos conocimiento." Sí, así es, pero el "conocimiento" hincha a la persona con orgullo, así como el amor edifica.
1Co 8:2 La persona que piensa que sabe algo, todavía no sabe en la forma que debía saber.
1Co 8:3 Sin embargo, si alguien ama a YAHWEH, YAHWEH le conoce a El.
1Co 8:4 Así que, por tanto, comer comida sacrificada a los ídolos, "sabemos," como dicen ustedes: "un ídolo no tiene existencia real en el mundo, y sólo hay un Elohim."
1Co 8:5 Porque, aunque abunden los llamados "dioses," tanto en el cielo, como en la tierra, como de hecho hay "dioses" y "señores" en abundancia,
1Co 8:6 hasta ahora, para nosotros sólo hay un Elohim, el Padre del cual proceden todas las cosas y por quien existimos; y sólo un Adón, Yahshúa Ha Mashíaj, por medio del cual todas las cosas fueron creadas y a través de quien tenemos nuestro ser.[33]
1Co 8:7 Pero no todos tienen este conocimiento. Además, algunas personas todavía están tan acostumbradas a los ídolos, que cuando comen alimentos que han sido sacrificados a ellos, piensan que en realidad los alimentos están afectados, y sus conciencias, siendo débiles, se profanan.
1Co 8:8 La comida no va a mejorar nuestra relación con YAHWEH, no será más pobre porque nos abstenemos, o más rica si comemos.
1Co 8:9 Pero cuídense de que su maestría en la situación no se convierta en una piedra de tropiezo para los débiles.
1Co 8:10 Ustedes tienen este "conocimiento"; pero supongan que alguien, con una conciencia débil, los ve sentados comiendo una comida en el templo de un ídolo, ¿no será él edificado erróneamente, para comer este alimento que ha sido sacrificado a los ídolos?
1Co 8:11 Entonces, por sus "conocimientos," esta persona débil es destruida, el hermano por quien el Mashíaj murió.
1Co 8:12 ¡Así que, cuando pecan contra un hermano, hiriendo su conciencia cuando es débil, están pecando en contra del Mashíaj!
1Co 8:13 Para resumirlo, si la comida es una trampa para mi hermano, no comeré carne jamás, no sea que haga que mi hermano peque.[34]
1Co 8:1 "Ahora, con respecto a su pregunta de los alimentos que se ofrecen a los ídolos, es verdad que todos tenemos conocimiento, pero el conocimiento hace que la gente se sienta orgullosa. En cambio, el amor los hace dar fortaleza a los demás."
1Co 8:2 "El que cree que sabe algo, todavía no lo sabe como debería."
1Co 8:3 "Pero si alguien ama a Dios, Dios lo conoce a él."
1Co 8:4 "Entonces, en cuanto a comer carne que se ofrece a los ídolos, sabemos que todos estos ídolos que vemos no son nada, porque hay un solo Dios."
1Co 8:5 "En verdad no importa que la gente llame dioses a muchas cosas que están en el cielo o en la tierra. De hecho, hay muchas cosas a las que la gente llama dioses y señores,"
1Co 8:6 "pero nosotros sabemos que sólo existe un Dios, el Padre, quien creó todo y para quien vivimos. Y hay un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien vino todo y por quien tenemos vida."
1Co 8:7 "Pero no todos saben eso. Algunos que hasta ahora han tenido la costumbre de adorar ídolos, comen carne, creyendo que esa carne es un sacrificio para los ídolos. Como tienen dudas de que sea correcto, se sienten culpables cuando la comen."
1Co 8:8 "La comida no es lo que nos acerca a Dios. No seremos mejores que los demás por comer, ni peores por no comer."
1Co 8:9 Pero tengan cuidado con esta libertad y no dejen que su libertad haga pecar a los que tienen dudas sobre lo que deben comer.
1Co 8:10 "Si alguien que tiene dudas te ve comiendo en el templo de un ídolo a ti que sabes estas cosas, puede animarse a comer alimentos que se ofrecen a los ídolos, aunque piense que está mal."
1Co 8:11 "Entonces, ese hermano será destruido por culpa de tu conocimiento. Si tú eres la causa de que tu hermano haga algo que él considera malo, entonces estás pecando contra tu hermano. Pecar contra tu hermano es como pecar contra Cristo, porque Cristo murió por ese hermano."
1Co 8:12 "Entonces, ese hermano será destruido por culpa de tu conocimiento. Si tú eres la causa de que tu hermano haga algo que él considera malo, entonces estás pecando contra tu hermano. Pecar contra tu hermano es como pecar contra Cristo, porque Cristo murió por ese hermano."
1Co 8:13 "Por eso, si la comida hace que mi hermano peque, jamás volveré a comer carne, para no hacerlo pecar."
Conocen nuestro sitio 632619 visitantes (2185102 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!