Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de Galatas.


 

Gál 4:1  Pero digo: cuanto tiempo el heredero párvulo es, en nada difiere de siervo, señor de todo siendo;
Gál 4:2  sino que bajo tutores está y curadores hasta el día prefijado, el del padre.
Gál 4:3  Así también nosotros, cuando éramos párvulos bajo los elementos(a)  del mundo, estábamos esclavizados;
Gál 4:4  pero, cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo ley;
Gál 4:5  para que los bajo ley redimiese; para que la filiación recibiésemos.
Gál 4:6  Y, porque sois hijos, envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el que clama: «Abbá, el Padre».
Gál 4:7  Así que ya no eres siervo, sino hijo; y, si hijo, también heredero por Dios.
Gál 4:8  Empero entonces por cierto no conociendo a Dios, servisteis a los que, por naturaleza, no eran dioses;
Gál 4:9  pero ahora, conociendo a Dios, y más bien: siendo conocidos(b)  por Dios ¿cómo retornáis de nuevo a los flacos y pobres rudimentos, a que otra vez, de nuevo, servir queréis?
Gál 4:10  Días observáis, y meses, y tiempos y años.
Gál 4:11  Temo, por vosotros, no sea que en vano haya trabajado yo por vosotros.
Gál 4:12  Haceos como yo, porque también yo(c) , como vosotros hermanos, ruégoos. Nada me habéis agraviado:
Gál 4:13  pero sabéis que, en medio de flaqueza de la carne, evangelicéos primeramente;
Gál 4:14  y la tentación(d)  vuestra en mi carne; no menospreciasteis ni abominasteis; sino que, cual a un ángel de Dios me recibisteis, cual a Cristo Jesús.
Gál 4:15  ¿Dónde, pues, vuestra felicidad(e) ? Pues os atestiguo que, si posible, vuestros ojos sacando, me hubierais dado.
Gál 4:16  ¿Así que enemigo vuestro me he hecho, la verdad diciendo?
Gál 4:17  Os celan no bellamente, sino excluiros(f)  quieren, para que a ellos celéis.
Gál 4:18  Y bello, ser celado en lo bueno siempre, y no sólo, estando yo con vosotros,
Gál 4:19  hijos míos; por quienes de nuevo dolores puerperales tengo, que se forme Cristo en vosotros.
Gál 4:20  Y querría yo estar con vosotros ya y cambiar mi voz(g)  porque vacilo cuanto(h)  a vosotros.
Gál 4:21  Decidme, los que bajo ley queréis estar: ¿la ley no oís?
Gál 4:22  Pues escrito está que Abrahán dos hijos tuvo: uno de la sierva y uno de la libre.
Gál 4:23  Empero el de la sierva según carne nació; pero el de la libre, por la promesa.
Gál 4:24  Lo que es alegórico. Que éstos son dos testamentos: el uno ciertamente del monte Sinaí, para servidumbre engendrado, cual es Agar(i) .
Gál 4:25  (y Agar, el Sinaí monte, es en Arabia), y confina con la actual Jerusalén (pues sirve con los hijos suyos);
Gál 4:26  pero la superior Jerusalén libre es; la que es nuestra madre;
Gál 4:27  pues escrito está: Is. 54:1 . Regocíjate, estéril, la que no pares; alborózate y clama la sin dolor puerperal: pues muchos, los hijos de la abandonada, que de la que tiene marido.
Gál 4:28  Y vosotros, hermanos, según Isaac, de la promesa hijos sois.
Gál 4:29  Empero, así como entonces el según carne nacido perseguía al según espíritu; así también ahora.
Gál 4:30  Empero ¿qué dice la Escritura?: Gn. 21:10 «Arroja fuera a la sierva y a su hijo; pues no heredará el hijo de la sierva con el hijo de la libre».
Gál 4:31  Por lo cual, hermanos, no somos de sierva hijos, sino de la libre.  

 


 

Gál 4:1  Digo yo, pues: Mientras el heredero es menor, siendo el dueño de todo, no difiere del siervo,
Gál 4:2  sino que está bajo tutores y curadores hasta la fecha señalada por el padre.
Gál 4:3  De igual modo nosotros: mientras fuimos niños vivíamos en servidumbre bajo los elementos del mundo;"
Gál 4:4  mas, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley,
Gál 4:5  para redimir a los que estaban bajo la Ley, para que recibiésemos la adopción filial.
Gál 4:6  Y por ser hijos, envió Dios a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que grita: ¡Abba, Padre!
Gál 4:7  De manera que ya no eres siervo, sino hijo, y si hijo, heredero por voluntad de Dios.
Gál 4:8  En otro tiempo no conocíais a Dios, y servísteis a los que no son realmente dioses.
Gál 4:9  Ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, habéis sido de Dios conocidos, ¿cómo de nuevo os volvéis a los flacos y pobres elementos, a los cuales de nuevo queréis servir?
Gál 4:10  Observáis los días, los meses, las estaciones y los años,
Gál 4:11  Temo que hagáis vanos tantos afanes como entre vosotros pasé.
Gál 4:12  Hermanos, os suplico que os hagáis corno yo, pues que yo me hice como vosotros. En nada me habéis herido.
Gál 4:13  Bien sabéis que a causa de una enfermedad corporal os anuncié el Evangelio por primera vez,
Gál 4:14  y puestos a prueba por mi enfermedad, no me desdeñasteis ni me despreciasteis, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
Gál 4:15  ¿Dónde está ahora aquel vuestro afecto? Pues yo mismo testifico que, de haberos sido posible, los ojos mismos os hubierais arrancado para dármelos.
Gál 4:16  ¿Me he hecho, pues, enemigo vuestro con deciros la verdad?
Gál 4:17  Os cortejan no para bien; lo que pretenden es apartaros de mí, para que luego vosotros los cortejéis a ellos."
Gál 4:18  Sin embargo, bien está ser querido para el bien siempre, y no sólo cuando estoy entre vosotros.
Gál 4:19  Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto hasta ver a Cristo formado en vosotros!
Gál 4:20  Querría hallarme a esta hora entre vosotros y hablaros en varios modos, porque no sé cómo voy a hacer con vosotros.
Gál 4:21  Decidme, los que queréis someteros a la Ley, ¿no habéis oído la Ley?
Gál 4:22  Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva y otro de la libre.
Gál 4:23  Pero el de la sierva nació según la carne; el de la libre, en virtud de la promesa."
Gál 4:24  Lo cual tiene un sentido alegórico. Esas dos mujeres representan dos alianzas: la una, que procede del monte Sinaí, engendra para la servidumbre. Esta es Agar.
Gál 4:25  El monte Sinaí se halla en Arabia y corresponde a la Jerusalén actual, que es, en efecto, esclava con sus hijos.
Gál 4:26  Pero la Jerusalén de arriba es libre, ésa es nuestra madre;"
Gál 4:27  pues está escrito: “Alégrate, estéril que no pares; prorrumpe en gritos, tú que no conoces los dolores del parto, que más serán los hijos de la abandonada que los hijos de la que tiene marido.”
Gál 4:28  Y vosotros, hermanos, sois hijos de la promesa, a la manera de Isac.
Gál 4:29  Mas así como entonces el nacido según la carne perseguía al nacido según el espíritu, así también ahora.
Gál 4:30  Pero ¿qué dice la Escritura?: “Echa a la sierva y a su hijo, que no será heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre.”
Gál 4:31  En fin, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la Ubre.

 


 

Gál 4:1  Lo que quiero decir es esto: Mientras el hijo es menor de edad, es igual a cualquier esclavo de la familia y depende de las personas que lo cuidan y le enseñan, hasta el día en que su padre le entrega sus propiedades y lo hace dueño de todo.
Gál 4:3  Algo así pasaba con nosotros cuando todavía no conocíamos a Cristo: los espíritus que controlan el universo nos trataban como si fuéramos sus esclavos.
Gál 4:4  Pero, cuando llegó el día señalado por Dios, él envió a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la ley de los judíos.
Gál 4:5  Dios lo envió para liberar a todos los que teníamos que obedecer la ley, y luego nos adoptó como hijos suyos.
Gál 4:6  Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: «Papá, querido Papá».
Gál 4:7  Ustedes ya no son como los esclavos de cualquier familia, sino que son hijos de Dios. Y como son sus hijos, gracias a él tienen derecho a sus riquezas.
Gál 4:8  Antes, cuando ustedes todavía no conocían a Dios, vivían como esclavos de los dioses falsos.
Gál 4:9  Pero ahora conocen a Dios. Mejor dicho, Dios los conoce a ustedes. Por eso, no puedo entender cómo es que se dejan dominar de nuevo por esos dioses falsos. ¡Si ellos no tienen poder, ni valen nada!
Gál 4:10  Ustedes todavía les dan importancia a ciertos días, meses, épocas y años.
Gál 4:11  ¡Me asusta el pensar que de nada haya servido todo lo que he hecho por ustedes!
Gál 4:12  Hermanos míos, yo les ruego que se amolden a mí, como yo me he amoldado a ustedes. Ustedes no me causaron ningún daño,
Gál 4:13  sino que me enfermé y, por eso, tuve que pasar un tiempo en Galacia anunciándoles las buenas noticias.
Gál 4:14  Aunque mi enfermedad les causó muchos problemas, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Al contrario, me recibieron en sus hogares como si yo fuera un ángel de Dios, ¡o Jesucristo mismo!
Gál 4:15  Yo sé muy bien que, de haberles sido posible, hasta se habrían sacado los ojos para dármelos. ¿Qué pasó con toda esa alegría?
Gál 4:16  ¡Ahora resulta que, por decirles la verdad, me he hecho enemigo de ustedes!
Gál 4:17  Los que quieren obligarlos a obedecer la ley judía se muestran ahora muy interesados en ustedes. Pero lo que en verdad quieren es hacerles daño, pues desean que se olviden de mí y que se interesen por ellos.
Gál 4:18  Está bien interesarse por otras personas, si lo que se desea es hacerles el bien. Pero si ustedes realmente se interesan por mí, háganlo siempre y no sólo cuando estoy con ustedes.
Gál 4:19  Yo los quiero como a hijos, pero mientras no lleguen a ser como Cristo, me harán sufrir mucho, como sufre una madre con los dolores de parto.
Gál 4:20  ¡Cómo quisiera estar con ustedes en este momento, para hablarles de otra manera! ¡Estoy muy confundido, y no sé cómo tratarlos!
Gál 4:21  Ustedes, los que quieren obedecer la ley, díganme una cosa: ¿no han leído lo que la Biblia nos dice de Abraham?
Gál 4:22  Dice que él tuvo dos hijos, uno de ellos con su esclava, y el otro con su esposa, que era libre.
Gál 4:23  El hijo de la esclava nació como nacemos todos nosotros, pero el hijo de su esposa nació gracias a que Dios se lo prometió a Abraham.
Gál 4:24  Estos dos casos pueden servirnos de ejemplo. Las dos mujeres representan dos pactos. Agar representa el pacto del monte Sinaí, que está en Arabia, pues todos sus descendientes nacen siendo esclavos. Ese monte representa a la ciudad de Jerusalén y a todos los que viven como esclavos de la ley.
Gál 4:26  Pero Sara representa al nuevo pacto, por el cual pertenecemos a la Jerusalén del cielo, la ciudad de todos los que somos libres.
Gál 4:27  Refiriéndose a Sara, la Biblia dice: «¡Alégrate, mujer, tú que no puedes tener hijos! »¡Grita de alegría, mujer, tú que no los has tenido! »Y tú, mujer abandonada, ¡ahora tendrás más hijos que la mujer casada!»
Gál 4:28  Hermanos míos, ustedes son como Isaac, el hijo que Dios le prometió a Abraham. Y digo que son como él, porque son los hijos que Dios le había prometido.
Gál 4:29  En aquel tiempo, el hijo que Abraham tuvo con Agar perseguía a Isaac, que nació gracias al poder del Espíritu. Y ahora pasa lo mismo: los que desean seguir bajo el control de la ley nos persiguen a nosotros, que somos los hijos de la promesa.
Gál 4:30  Pero la Biblia nos cuenta que Dios le dijo a Abraham: «Echa de aquí a esa esclava y a su hijo; él no tiene derecho a compartir la herencia con tu hijo Isaac, que nació de una mujer libre.»
Gál 4:31  Hermanos, nosotros no somos esclavos de la ley, sino que somos libres. No somos como el hijo de la esclava, sino como el de la mujer libre. 

 


 

Gál 4:1  Digo además: Que mientras el heredero es niño, en nada se diferencia de un siervo, no obstante ser dueño de todo;
Gál 4:2  sino que está bajo la potestad de los tutores y curadores, hasta el tiempo señalado por su padre.
Gál 4:3  Así nosotros, cuando éramos todavía niños, estábamos servilmente sujetos a las primeras y más groseras instrucciones que se dieron al mundo.
Gál 4:4  Mas cumplido que fue el tiempo, envió Dios a su Hijo, formado de una mujer, y sujeto a la ley,
Gál 4:5  para redimir a los que estaban debajo de la ley y a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Gál 4:6  Y por cuanto vosotros sois hijos, envió Dios a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual nos hace clamar: ¡Abba!, esto es: ¡Padre mío!
Gál 4:7  Y así ninguno de vosotros es ya siervo, sino hijo. Y siendo hijo, es también heredero de Dios por Cristo .
Gál 4:8  Verdad es que cuando no conocíais a Dios, servíais a los que realmente no son dioses.
Gál 4:9  Pero ahora, habiendo conocido a Dios, o por mejor decir, habiendo sido de Dios amados y conocidos, ¿cómo tornáis otra vez a esas observancias legales, que son sin vigor ni suficiencia, queriendo sujetaros nuevamente a ellas?
Gál 4:10  Observáis todavía los ritos de los días, y meses, y tiempos, y años.
Gál 4:11  Me tomé de vosotros no hayan sido inútiles entre vosotros mis trabajos.
Gál 4:12  Sed como yo, ya que yo he sido como vosotros, ¡oh hermanos míos!; os lo ruego encarecidamente. A mí en nada me habéis agraviado;
Gál 4:13  al contrario, bien sabéis que cuando hace tiempo os prediqué la buena nueva, lo hice entre las persecuciones y aflicciones de la carne, y en tal estado de mi carne o de humillación mía, que os era materia de tentación,
Gál 4:14  no me despreciasteis, ni desechasteis; antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como al mismo Jesucristo.
Gál 4:15  ¿Dónde está, pues, ahora aquella felicidad en que os gozabais? Porque yo puedo testificar de vosotros que entonces estabais prontos, si posible fuera, a sacaros los ojos, para dármelos a mí.
Gál 4:16  Conque ¿por deciros la verdad me he hecho enemigo vuestro?
Gál 4:17  Esos falsos apóstoles procuran estrecharse con vosotros; mas no es con buen fin, sino que pretenden separaros de nosotros, para que los sigáis a ellos.
Gál 4:18  Sed, pues, celosos amantes del bien con un fin recto, en todo tiempo, y no sólo cuando me hallo yo presente entre vosotros.
Gál 4:19  Hijitos míos, por quienes segunda vez padezco dolores de parto hasta formar enteramente a Cristo en vosotros,
Gál 4:20  quisiera estar ahora con vosotros, y diversificar mi voz según vuestras necesidades: porque me tenéis perplejo sobre el modo con que debo hablaros.
Gál 4:21  Decidme, os ruego, los que queréis estar sujetos a la ley antigua, ¿no habéis leído lo que dice la ley?
Gál 4:22  Porque escrito está que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava Agar, y otro de la libre, que era Sara.
Gál 4:23  Mas el de la esclava nació según la carne, o naturalmente; al contrario, el hijo de la libre nació milagrosamente y en virtud de la promesa.
Gál 4:24  Todo lo cual fue dicho por alegoría, porque estas dos madres son las dos leyes o testamentos. La una dada en el monte Sinaí , que engendra esclavos, la cual es simbolizada en Agar;
Gál 4:25  porque el Sinaí es un monte de la Arabia que corresponde a la Jerusalén de aquí abajo, la cual es esclava con sus hijos.
Gál 4:26  Mas aquella Jerusalén de arriba, figurada en Sara, es libre, la cual es madre de todos nosotros.
Gál 4:27  Porque escrito está: Alégrate estéril, que no pares, prorrumpe en gritos de júbilo, tú que no eres fecunda; porque son muchos más los hijos de la que ya estaba abandonada por estéril, que los de la que tiene marido.
Gál 4:28  Nosotros, pues, hermanos, somos los hijos de la promesa, figurados en Isaac.
Gál 4:29  Mas así como entonces el que había nacido según la carne perseguía al nacido según el espíritu, así sucede también ahora.
Gál 4:30  Pero ¿qué dice la Escritura?: Echa fuera a la esclava y a su hijo; que no ha de ser heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre.
Gál 4:31  Según esto, hermanos, nosotros no somos hijos de la esclava, sino de la libre; y Cristo es el que nos ha adquirido esta libertad. 

 


 

Gál 4:1  Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
Gál 4:2  sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
Gál 4:3  Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.
Gál 4:4  Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
Gál 4:5  para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Gál 4:6  Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Gál 4:7  Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.(A) 

Exhortación contra el volver a la esclavitud
 
Gál 4:8  Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses;
Gál 4:9  mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
Gál 4:10  Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años.
Gál 4:11  Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.
Gál 4:12  Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho.
Gál 4:13  Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio;
Gál 4:14  y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
Gál 4:15  ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.
Gál 4:16  ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?
Gál 4:17  Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos.
Gál 4:18  Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros.
Gál 4:19  Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Gál 4:20  quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros. 

Alegoría de Sara y Agar
 
Gál 4:21  Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley?
Gál 4:22  Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava,(B) el otro de la libre.(C)
Gál 4:23  Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa.
Gál 4:24  Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.
Gál 4:25  Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
Gál 4:26  Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
Gál 4:27  Porque está escrito:
 Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;
 Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;
 Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.(D)
Gál 4:28  Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Gál 4:29  Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu,(E) así también ahora.
Gál 4:30  Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.(F)
Gál 4:31  De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. 
 

 


 

Gál 4:1  También digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es el señor de todo;
Gál 4:2  pero está bajo la mano de tutores y administradores hasta el tiempo señalado por el padre.
Gál 4:3  Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los elementos del mundo.
Gál 4:4  Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, nacido de mujer, nacido súbdito de la ley,
Gál 4:5  para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Gál 4:6  Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.
Gál 4:7  Así que ya no eres más siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.
Gál 4:8  Antes, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses;
Gál 4:9  mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, en los cuales queréis volver a servir?
Gál 4:10  Guardáis días, y meses, y tiempos, y años.
Gál 4:11  Temo por vosotros, que haya trabajado en vano en vosotros.
Gál 4:12  Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo soy como vosotros; ningún agravio me habéis hecho.
Gál 4:13  Que vosotros sabéis que por flaqueza de carne os anuncié el Evangelio al principio;
Gál 4:14  y no desechasteis ni menospreciasteis mi aflicción que estaba en mi carne; antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como al mismo Cristo Jesús.
Gál 4:15  ¿Dónde está pues vuestra bienaventuranza? Porque yo os doy testimonio que si se pudiera hacer, os hubierais sacado vuestros ojos para dármelos.
Gál 4:16  ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, diciéndoos la verdad?
Gál 4:17  Tienen celos de vosotros, pero no para bien; antes os quieren echar fuera para que vosotros los celéis a ellos.
Gál 4:18  Bueno es ser celosos en bien siempre; y no solamente cuando estoy presente con vosotros.
Gál 4:19  Hijitos míos, que vuelvo otra vez a estar de parto de vosotros, hasta que Cristo sea formado en vosotros;
Gál 4:20  querría cierto estar ahora con vosotros, y mudar mi voz; porque estoy avergonzado de vosotros.
Gál 4:21  Decidme, los que queréis estar bajo la ley, ¿no habéis oído la ley?
Gál 4:22  Porque escrito está que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, el otro de la libre.
Gál 4:23  Mas el de la sierva nació según la carne; pero el de la libre nació por la promesa.
Gál 4:24  Las cuales cosas son dichas por alegoría, porque estas mujeres son los dos pactos; el uno ciertamente del monte Sinaí, el cual engendró para servidumbre, que es Agar.
Gál 4:25  Porque Agar o Sinaí es un monte de Arabia, el cual corresponde a la que ahora es Jerusalén, la cual junto con sus hijos está en esclavitud.
Gál 4:26  Mas la Jerusalén de arriba, libre es; la cual es la madre de todos nosotros.
Gál 4:27  Porque está escrito: Alégrate, la estéril, que no das a luz; Prorrumpe en alabanzas y clama, La que no estás de parto; Porque más son los hijos de la dejada, Que de la que tiene marido.
Gál 4:28  Así que, hermanos, nosotros como Isaac, somos hijos de la promesa.
Gál 4:29  Pero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.
Gál 4:30  Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre.
Gál 4:31  De manera, hermanos, que no somos hijos de la sierva, sino de la libre. 

 


 

Gál 4:1  Now I say, That the heir, as long as he is a child, differeth nothing from a servant, though he be lord of all;
Gál 4:2  But is under tutors and governors until the time appointed of the father.
Gál 4:3  Even so we, when we were children, were in bondage under the elements of the world:
Gál 4:4  But when the fulness of the time was come, God sent forth his Son, made of a woman, made under the law,
Gál 4:5  To redeem them that were under the law, that we might receive the adoption of sons.
Gál 4:6  And because ye are sons, God hath sent forth the Spirit of his Son into your hearts, crying, Abba, Father.
Gál 4:7  Wherefore thou art no more a servant, but a son; and if a son, then an heir of God through Christ.
Gál 4:8  Howbeit then, when ye knew not God, ye did service unto them which by nature are no gods.
Gál 4:9  But now, after that ye have known God, or rather are known of God, how turn ye again to the weak and beggarly elements, whereunto ye desire again to be in bondage?
Gál 4:10  Ye observe days, and months, and times, and years.
Gál 4:11  I am afraid of you, lest I have bestowed upon you labour in vain.
Gál 4:12  Brethren, I beseech you, be as I am; for I am as ye are: ye have not injured me at all.
Gál 4:13  Ye know how through infirmity of the flesh I preached the gospel unto you at the first.
Gál 4:14  And my temptation which was in my flesh ye despised not, nor rejected; but received me as an angel of God, even as Christ Jesus.
Gál 4:15  Where is then the blessedness ye spake of? for I bear you record, that, if it had been possible, ye would have plucked out your own eyes, and have given them to me.
Gál 4:16  Am I therefore become your enemy, because I tell you the truth?
Gál 4:17  They zealously affect you, but not well; yea, they would exclude you, that ye might affect them.
Gál 4:18  But it is good to be zealously affected always in a good thing, and not only when I am present with you.
Gál 4:19  My little children, of whom I travail in birth again until Christ be formed in you,
Gál 4:20  I desire to be present with you now, and to change my voice; for I stand in doubt of you.
Gál 4:21  Tell me, ye that desire to be under the law, do ye not hear the law?
Gál 4:22  For it is written, that Abraham had two sons, the one by a bondmaid, the other by a freewoman.
Gál 4:23  But he who was of the bondwoman was born after the flesh; but he of the freewoman was by promise.
Gál 4:24  Which things are an allegory: for these are the two covenants; the one from the mount Sinai, which gendereth to bondage, which is Agar.
Gál 4:25  For this Agar is mount Sinai in Arabia, and answereth to Jerusalem which now is, and is in bondage with her children.
Gál 4:26  But Jerusalem which is above is free, which is the mother of us all.
Gál 4:27  For it is written, Rejoice, thou barren that bearest not; break forth and cry, thou that travailest not: for the desolate hath many more children than she which hath an husband.
Gál 4:28  Now we, brethren, as Isaac was, are the children of promise.
Gál 4:29  But as then he that was born after the flesh persecuted him that was born after the Spirit, even so it is now.
Gál 4:30  Nevertheless what saith the scripture? Cast out the bondwoman and her son: for the son of the bondwoman shall not be heir with the son of the freewoman.
Gál 4:31  So then, brethren, we are not children of the bondwoman, but of the free. 

 


 

Gál 4:1  Pues yo digo: Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, con ser dueño de todo;
Gál 4:2  sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo fijado por el padre.
Gál 4:3  De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo.
Gál 4:4  Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
Gál 4:5  para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.
Gál 4:6  La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
Gál 4:7  De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.
Gál 4:8  Pero en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que en realidad no son dioses.
Gál 4:9  Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que él os ha conocido, ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales queréis volver a servir de nuevo?
Gál 4:10  Andáis observando los días, los meses, las estaciones, los años.
Gál 4:11  Me hacéis temer no haya sido en vano todo mi afán por vosotros.
Gál 4:12  Os ruego que os hagáis como yo, pues yo me hice como vosotros. Ningún agravio me hicisteis.
Gál 4:13  Pero bien sabéis que una enfermedad me dio ocasión para evangelizaros por primera vez;
Gál 4:14  y, no obstante la prueba que suponía para vosotros mi cuerpo, no me mostrasteis desprecio ni repulsa, sino que me recibisteis como a un ángel de Dios: como a Cristo Jesús.
Gál 4:15  ¿Dónde están ahora los parabienes que os dabais? Pues yo mismo puedo atestiguaros que os hubierais arrancado los ojos, de haber sido posible, para dármelos.
Gál 4:16  ¿Es que me he vuelto enemigo vuestro diciéndoos la verdad?
Gál 4:17  El celo que ésos muestran por vosotros no es bueno; quieren alejaros de mí para que mostréis celo por ellos.
Gál 4:18  Bien está procurarse el celo de otros para el bien, siempre, y no sólo cuando yo estoy entre vosotros,
Gál 4:19  ¡hijos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros.
Gál 4:20  Quisiera hallarme ahora en medio de vosotros para poder acomodar el tono de mi voz, pues no sé cómo habérmelas con vosotros.
Gál 4:21  Decidme vosotros, los que queréis estar sometidos a la ley: ¿No oís la ley?.
Gál 4:22  Pues dice la Escritura que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la libre.
Gál 4:23  Pero el de la esclava nació según la naturaleza; el de la libre, en virtud de la Promesa.
Gál 4:24  Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar,
Gál 4:25  (pues el monte Sinaí está en Arabia) y corresponde a la Jerusalén actual, que es esclava, y lo mismo sus hijos.
Gál 4:26  Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre,
Gál 4:27  pues dice la Escritura: = Regocíjate estéril, la que no das hijos; rompe en gritos de júbilo, la que no conoces los dolores de parto, que más son los hijos de la abandonada que los de la casada. =
Gál 4:28  Y vosotros, hermanos, a la manera de Isaac, sois hijos de la Promesa.
Gál 4:29  Pero, así como entonces el nacido según la naturaleza perseguía al nacido según el espíritu, así también ahora.
Gál 4:30  Pero ¿qué dice la Escritura? = Despide a la esclava y a su hijo, pues no ha de heredar el hijo de la esclava juntamente con el hijo = de la libre.
Gál 4:31  Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

 


 

Gál 4:1  Lo que quiero decir es esto: Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo de la familia, aunque sea en realidad el dueño de todo.
Gál 4:2  Hay personas que lo cuidan y que se encargan de sus asuntos, hasta el tiempo que su padre haya señalado.
Gál 4:3  Lo mismo pasa con nosotros: cuando éramos menores de edad, estábamos sometidos a los poderes que dominan este mundo. [1]
Gál 4:4  Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés,
Gál 4:5  para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios.
Gál 4:6  y porque y a somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: "¡Abbá!¡Padre!"[2]
Gál 4:7  Así pues, tú y a no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.
Gál 4:8  Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de seres que en realidad no son dioses.
Gál 4:9  Pero ahora que ustedes han conocido a Dios, o mejor dicho, ahora que Dios los ha conocido a ustedes, ¿cómo es posible que vuelvan a someterse a esos débiles y pobres poderes, y a hacerse sus esclavos?
Gál 4:10  Ustedes celebran ciertos días, meses, fechas y años. . . [3]
Gál 4:11  ¡Mucho me temo que mi trabajo entre ustedes no haya servido de nada!
Gál 4:12  Hermanos, les ruego: sean como yo, porque yo me he vuelto como ustedes. [4] No es que me hayan causado ustedes ningún daño.
Gál 4:13  Como y a saben, cuando primero les prediqué el evangelio lo hice debido a una enfermedad que sufría.
Gál 4:14  y esa enfermedad fue una prueba para ustedes, que no me despreciaron ni me rechazaron a causa de ella, sino que, al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, ¡como si se tratara del mismo Cristo Jesús!
Gál 4:15  ¿Qué pasó con aquella alegría que sentían? Puedo decir en favor de ustedes que, de haberles sido posible, hasta se habrían sacado los ojos para dármelos a mí.
Gál 4:16  y ahora, ¿acaso me he vuelto enemigo de ustedes, solamente porque les he dicho la verdad?
Gál 4:17  Esa gente tiene mucho interés en ustedes, pero no son buenas sus intenciones. Lo que quieren es apartarlos de nosotros, para que luego ustedes se interesen por ellos.
Gál 4:18  Claro que es bueno interesarse por los demás, pero con buenas intenciones; y que sea siempre, y no solamente cuando estoy entre ustedes.
Gál 4:19  Hijos míos, otra vez sufro dolores de parto, hasta que Cristo se forme en ustedes. [5]
Gál 4:20  ¡Ojalá estuviera yo ahí ahora mismo para hablarles de otra manera, pues no sé qué pensar de ustedes!
Gál 4:21  Díganme una cosa, ustedes, los que quieren someterse a la ley: ¿Acaso no han escuchado lo que la ley dice?
Gál 4:22  Pues dice que Abraham tuvo dos hijos: uno de una esclava, [6] y el otro de su propia esposa, que era libre. [7]
Gál 4:23  El hijo de la esclava nació de modo puramente humano; pero el hijo de la libre nació para que se cumpliera lo que Dios había prometido. [8]
Gál 4:24  Esto tiene un sentido simbólico; las dos mujeres representan dos alianzas: una es la del monte Sinaí, y está representada por Agar, que fue la madre del que habría de ser esclavo.
Gál 4:25  Pues Agar representa el monte Sinaí, en Arabia, que corresponde a la actual Jerusalén, y a que esta ciudad está sometida a esclavitud junto con sus hijos.
Gál 4:26  Pero la Jerusalén celestial[9] es libre, y nosotros somos hijos suyos.
Gál 4:27  Porque la Escritura dice:
"Alégrate, mujer estéril,
tú que no tienes hijos;
grita de alegría, tú que no conoces
los dolores de parto.
Porque la mujer que fue abandonada
tendrá más hijos
que la mujer que tiene esposo."[10]
Gál 4:28  Hermanos, ustedes son como Isaac: son los hijos que Dios había prometido.
Gál 4:29  Pero así como en aquel tiempo el hijo que nació de modo puramente humano[11] perseguía al hijo que nació por obra del Espíritu, [12] así sucede también ahora.
Gál 4:30  Pero ¿qué dice la Escritura? Pues dice: "Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartirla herencia con el hijo de la libre."[13]
Gál 4:31  De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. 

 


 

Gál 4:1  Ahora bien, digo que mientras el heredero es pequeñuelo en nada difiere del esclavo, aunque sea señor de todas las cosas,
Gál 4:2  sino que está bajo hombres encargados y bajo mayordomos hasta el día señalado de antemano por su padre.
Gál 4:3  Igualmente nosotros también, cuando éramos pequeñuelos, continuábamos esclavizados por las cosas elementales que pertenecen al mundo.
Gál 4:4  Pero cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que llegó a estar bajo ley,
Gál 4:5  para que librara por compra a [los que se hallaban] bajo ley, para que nosotros, a nuestra vez, recibiéramos la adopción de hijos.
Gál 4:6  Ahora bien, porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el espíritu de su Hijo a nuestros corazones, y este clama: “¡Abba, Padre!”.
Gál 4:7  Así es que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero, gracias a Dios.
Gál 4:8  Sin embargo, cuando ustedes no conocían a Dios, entonces servían como esclavos a los que por naturaleza no son dioses.
Gál 4:9  Pero ahora que han llegado a conocer a Dios, o, más bien, ahora que han llegado a ser conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven de nuevo a las débiles y miserables cosas elementales y quieren servirles como esclavos otra vez?
Gál 4:10  Están observando escrupulosamente días y meses y sazones y años.
Gál 4:11  Temo por ustedes, que de algún modo me haya afanado en vano respecto a ustedes.
Gál 4:12  Hermanos, les ruego: Háganse como yo, porque yo también antes era como ustedes. Ustedes no me hicieron ninguna injusticia.
Gál 4:13  Pero ustedes saben que por una enfermedad de mi carne les declaré las buenas nuevas la primera vez.
Gál 4:14  Y lo que fue una prueba para ustedes en mi carne, no lo trataron con desdén ni escupieron contra ello con disgusto; antes bien, me recibieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
Gál 4:15  ¿Dónde, pues, está aquella felicidad que tenían? Porque les doy testimonio de que, si hubiera sido posible, se habrían sacado los ojos y me los habrían dado.
Gál 4:16  Pues, entonces, ¿me he hecho enemigo de ustedes porque les digo la verdad?
Gál 4:17  Los buscan a ustedes celosamente —no de manera excelente—, pero quieren aislarlos [de mí], para que ustedes los busquen a ellos celosamente.
Gál 4:18  Sin embargo, es excelente que se les busque celosamente en una causa excelente en todo tiempo, y no solo cuando yo estoy presente con ustedes,
Gál 4:19  hijitos míos, por quienes vuelvo a estar en dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes.
Gál 4:20  Pero pudiera ser mi deseo estar presente con ustedes ahora mismo y hablar de manera diferente, porque estoy perplejo en cuanto a ustedes.
Gál 4:21  Díganme, ustedes los que quieren estar bajo ley: ¿No oyen la Ley?
Gál 4:22  Por ejemplo, está escrito que Abrahán adquirió dos hijos, uno de la sirvienta y uno de la mujer libre;
Gál 4:23  pero el de la sirvienta realmente nació a la manera de la carne; el otro, de la mujer libre mediante una promesa.
Gál 4:24  Estas cosas quedan como un drama simbólico; porque estas [mujeres] significan dos pactos, el primero del monte Sinaí, que da a luz hijos para esclavitud, y el cual es Agar.
Gál 4:25  Ahora bien, esta Agar significa Sinaí, una montaña de Arabia, y ella corresponde a la Jerusalén de hoy, porque está en esclavitud con sus hijos.
Gál 4:26  Pero la Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre.
Gál 4:27  Porque está escrito: “Alégrate, mujer estéril que no das a luz; prorrumpe y clama en voz alta, mujer que no tienes dolores de parto; porque los hijos de la desolada son más numerosos que [los] de la que tiene el esposo”.
Gál 4:28  Ahora bien, nosotros, hermanos, somos hijos pertenecientes a la promesa, así como Isaac lo fue.
Gál 4:29  Pero tal como en aquel entonces el que nació a la manera de la carne se puso a perseguir al que nació a la manera del espíritu, así también ahora.
Gál 4:30  Sin embargo, ¿qué dice la Escritura? “Expulsa a la sirvienta y a su hijo, porque de ningún modo será heredero el hijo de la sirvienta con el hijo de la mujer libre.”
Gál 4:31  Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una sirvienta, sino de la mujer libre.

 


 

Gál 4:1  Lo que quiero decir es esto: Mientras el hijo es menor de edad, es igual a cualquier esclavo de la familia y depende de las personas que lo cuidan y le enseñan, hasta el día en que su padre le entrega sus propiedades y lo hace dueño de todo.
Gál 4:3  Algo así pasaba con nosotros cuando todavía no conocíamos a Cristo: los espíritus que controlan el universo nos trataban como si fuéramos sus esclavos.
Gál 4:4  Pero, cuando llegó el día señalado por Dios, él envió a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la ley de los judíos.
Gál 4:5  Dios lo envió para liberar a todos los que teníamos que obedecer la ley, y luego nos adoptó como hijos suyos.
Gál 4:6  Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: «Papá, querido Papá».
Gál 4:7  Ustedes ya no son como los esclavos de cualquier familia, sino que son hijos de Dios. Y como son sus hijos, gracias a él tienen derecho a sus riquezas.
Gál 4:8  Antes, cuando ustedes todavía no conocían a Dios, vivían como esclavos de los dioses falsos.
Gál 4:9  Pero ahora conocen a Dios. Mejor dicho, Dios los conoce a ustedes. Por eso, no puedo entender cómo es que se dejan dominar de nuevo por esos dioses falsos. ¡Si ellos no tienen poder, ni valen nada!
Gál 4:10  Ustedes todavía les dan importancia a ciertos días, meses, épocas y años.
Gál 4:11  ¡Me asusta el pensar que de nada haya servido todo lo que he hecho por ustedes!
Gál 4:12  Hermanos míos, yo les ruego que se amolden a mí, como yo me he amoldado a ustedes. Ustedes no me causaron ningún daño,
Gál 4:13  sino que me enfermé y, por eso, tuve que pasar un tiempo en Galacia anunciándoles las buenas noticias.
Gál 4:14  Aunque mi enfermedad les causó muchos problemas, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Al contrario, me recibieron en sus hogares como si yo fuera un ángel de Dios, ¡o Jesucristo mismo!
Gál 4:15  Yo sé muy bien que, de haberles sido posible, hasta se habrían sacado los ojos para dármelos. ¿Qué pasó con toda esa alegría?
Gál 4:16  ¡Ahora resulta que, por decirles la verdad, me he hecho enemigo de ustedes!
Gál 4:17  Los que quieren obligarlos a obedecer la ley judía se muestran ahora muy interesados en ustedes. Pero lo que en verdad quieren es hacerles daño, pues desean que se olviden de mí y que se interesen por ellos.
Gál 4:18  Está bien interesarse por otras personas, si lo que se desea es hacerles el bien. Pero si ustedes realmente se interesan por mí, háganlo siempre y no sólo cuando estoy con ustedes.
Gál 4:19  Yo los quiero como a hijos, pero mientras no lleguen a ser como Cristo, me harán sufrir mucho, como sufre una madre con los dolores de parto.
Gál 4:20  ¡Cómo quisiera estar con ustedes en este momento, para hablarles de otra manera! ¡Estoy muy confundido, y no sé cómo tratarlos!
Gál 4:21  Ustedes, los que quieren obedecer la ley, díganme una cosa: ¿no han leído lo que la Biblia nos dice de Abraham?
Gál 4:22  Dice que él tuvo dos hijos, uno de ellos con su esclava, y el otro con su esposa, que era libre.
Gál 4:23  El hijo de la esclava nació como nacemos todos nosotros, pero el hijo de su esposa nació gracias a que Dios se lo prometió a Abraham.
Gál 4:24  Estos dos casos pueden servirnos de ejemplo. Las dos mujeres representan dos pactos. Agar representa el pacto del monte Sinaí, que está en Arabia, pues todos sus descendientes nacen siendo esclavos. Ese monte representa a la ciudad de Jerusalén y a todos los que viven como esclavos de la ley.
Gál 4:26  Pero Sara representa al nuevo pacto, por el cual pertenecemos a la Jerusalén del cielo, la ciudad de todos los que somos libres.
Gál 4:27  Refiriéndose a Sara, la Biblia dice: «¡Alégrate, mujer, tú que no puedes tener hijos! »¡Grita de alegría, mujer, tú que no los has tenido! »Y tú, mujer abandonada, ¡ahora tendrás más hijos que la mujer casada!»
Gál 4:28  Hermanos míos, ustedes son como Isaac, el hijo que Dios le prometió a Abraham. Y digo que son como él, porque son los hijos que Dios le había prometido.
Gál 4:29  En aquel tiempo, el hijo que Abraham tuvo con Agar perseguía a Isaac, que nació gracias al poder del Espíritu. Y ahora pasa lo mismo: los que desean seguir bajo el control de la ley nos persiguen a nosotros, que somos los hijos de la promesa.
Gál 4:30  Pero la Biblia nos cuenta que Dios le dijo a Abraham: «Echa de aquí a esa esclava y a su hijo; él no tiene derecho a compartir la herencia con tu hijo Isaac, que nació de una mujer libre.»
Gál 4:31  Hermanos, nosotros no somos esclavos de la ley, sino que somos libres. No somos como el hijo de la esclava, sino como el de la mujer libre.

 


 

Gál 4:1  Lo que estoy diciendo, es que mientras el heredero sea un menor no es diferente a un esclavo, aún cuando él es el dueño legal de la herencia,[31]
Gál 4:2  más bien, él está sujeto a administradores y celadores hasta el tiempo dispuesto previamente por su padre.[32]
Gál 4:3  Así es con nosotros, cuando niños, éramos esclavos de los ruajim elementales del universo,
Gál 4:4  pero cuando la hora des ignada llegó,[33] YAHWEH envió a su Hijo. El nació de una mujer, nacido a una cultura donde la perversión legalista de la Toráh era la norma,[34]
Gál 4:5  para que redimiese a los que estaban bajo la ley,[35] a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Gál 4:6  Ahora, por ustedes ser hijos, YAHWEH ha puesto en nuestros corazones el Ruaj de su Hijo, el Ruaj que clama: "¡Abba!" (esto es: "¡Amado Padre!")
Gál 4:7  Así, por medio de YAHWEH, ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres un hijo, eres también heredero.[36]
Gál 4:8  En el pasado, cuando no conocían a YAHWEH, servían como esclavos a seres que en realidad eran anti-dioses.
Gál 4:9  Pero ahora sí conocen a YAHWEH, y más que eso, son conocidos por YAHWEH, ¿cómo es que se devuelven otra vez a esos débiles y miserables ruajim elementales? ¿Quieren esclavizarse a ellos de nuevo?
Gál 4:10  ¡Ustedes observan días especiales, meses, temporadas y años!
Gál 4:11  ¡Temo por ustedes, que mi trabajo entre ustedes haya sido en vano!
Gál 4:12  Les ruego, hermanos, pónganse en mi lugar, después de todo, yo me pongo en el lugar de ustedes. No es que me hayan hecho algún mal,
Gál 4:13  saben que es porque yo estaba enfermo que proclamé las Buenas Noticias a ustedes al principio;
Gál 4:14  y aunque mi condición física debió haberlos tentado a tratarme con desprecio, no expusieron ningún signo de desdén o disgusto. No, ¡ustedes me recibieron como si fuera un malaj de YAHWEH, como si hubiera sido el Mashíaj mismo!
Gál 4:15  Por tanto, ¿qué ha sido de la alegría que sintieron? Pues yo soy testigo que si hubiera sido posible, se hubieran sacado los ojos para dármelos.
Gál 4:16  ¿Me he convertido en su enemigo, porque les digo la verdad?
Gál 4:17  En verdad, esos maestros están celosos por ustedes, pero sus motivos no son buenos. Ellos los quieren separar a ustedes de nosotros, para que tengan celos por ellos.
Gál 4:18  El tener celos es bueno, con tal que la causa sea buena. Ciertamente, si estoy presente con ustedes o no,
Gál 4:19  mis amados hijitos, estoy sufriendo dolores de parto de nuevo por ustedes; y esto seguirá así hasta que el Mashíaj tome forma en ustedes.
Gál 4:20  Quisiera estar presente con ustedes ahora y cambiar mi tono de voz. ¡No sé que hacer con ustedes!
Gál 4:21  Díganme, ¿quieren estar en sujeción al sistema que resulta de pervertir la Toráh en legalismos [Obras de la Ley]?[37] ¿O no oyen lo que la misma Toráh dice
Gál 4:22  que Avraham tuvo dos hijos, uno de la esclava, y otro de la libre?
Gál 4:23  El de la esclava nació bajo las capacidades limitadas de los seres humanos, mas el de la libre nació bajo el poder de YAHWEH de hacer milagros, cumpliendo su promesa.[38]
Gál 4:24  Ahora bien, para hacer una midrash sobre estas cosas; las dos mujeres son dos pactos. Uno es del Monte Sinaí y engendra hijos para esclavitud, esta es Hagar.
Gál 4:25  Hagar es Monte Sinaí en Arabia; ella corresponde a la Yerushalayim actual, pues ella, junto con sus hijos sirve como esclava.[39]
Gál 4:26  Mas la Yerushalayim de lo alto es libre, y ella es nuestra madre;
Gál 4:27  porque el Tanaj dice: "¡Regocíjate, tú, mujer estéril que no puedes tener hijos! ¡Quebrántate y grita, tú que no tienes dolores de parto! ¡Porque la mujer abandonada tendrá más hijos que la que tiene a su esposo con ella!"[Is 54:1] [40]
Gál 4:28  Ustedes, hermanos, como Yitzjak, son los hijos a los que se refiere la promesa de YAHWEH.
Gál 4:29  Pero ahora, como antes, el nacido de acuerdo a las capacidades humanas limitadas persiguió al nacido por el poder sobrenatural del Ruaj, así también es ahora.[41]
Gál 4:30  No obstante, ¿qué es lo que dice el Tanaj? "¡Echa fuera a la esclava y su hijo, pues de ninguna manera el hijo de la esclava heredará junto con el hijo de la libre!"[Ge 21:10]
Gál 4:31  De manera que, hermanos, nosotros somos hijos, no de la esclava, sino de la libre.[42]

 


 

Gál 4:1  "Lo que quiero decir es que mientras el heredero es niño es como si fuera un esclavo, aunque sea el dueño de todo."
Gál 4:2  "Porque mientras es todavía niño está bajo el cuidado de sus guardianes y siervos hasta que sea mayor de edad, cuando es hombre libre."
Gál 4:3  "Lo mismo sucede con nosotros. Cuando éramos niños, éramos esclavos de las reglas elementales de este mundo."
Gál 4:4  "Pero cuando llegó el momento oportuno, Dios nos mandó a su hijo, que nació de una mujer y vivió bajo la ley."
Gál 4:5  Así lo hizo Dios para poder comprar nuestra libertad de la ley y adoptarnos como sus hijos.
Gál 4:6  "Ustedes son hijos de Dios; y por lo tanto, él puso el Espíritu de su Hijo en nosotros, y ese Espíritu grita: ""¡Querido padre!"""
Gál 4:7  "Entonces ya no eres esclavo sino hijo, y por ser hijo, Dios te ha hecho su heredero."
Gál 4:8  "En el pasado, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de dioses falsos."
Gál 4:9  "Pero ahora conocen al verdadero Dios. Mejor dicho, ahora Dios los conoce. Entonces, ¿por qué vuelven a esas reglas elementales, inútiles y débiles que tenían antes? ¿Quieren ser esclavos de ellas otra vez?"
Gál 4:10  "Me preocupa que celebren ciertos días, meses, estaciones y años. ¡Me temo que todo el trabajo que he hecho por ustedes no ha servido para nada!"
Gál 4:11  "Me preocupa que celebren ciertos días, meses, estaciones y años. ¡Me temo que todo el trabajo que he hecho por ustedes no ha servido para nada!"
Gál 4:12  "Hermanos, yo me volví como ustedes, por eso les ruego que se vuelvan como yo. Ustedes fueron muy buenos conmigo."
Gál 4:13  Recuerden que la primera vez vine porque estaba enfermo. En ese tiempo les anuncié las buenas noticias.
Gál 4:14  "Mi enfermedad era una molestia para ustedes, pero no me menospreciaron ni me rechazaron. Al contrario, me recibieron como si yo fuera un ángel de Dios. ¡como si fuera yo mismo Cristo Jesús!"
Gál 4:15  En ese momento estaban muy felices. ¿Dónde está esa alegría ahora? Yo soy testigo de que hasta se habrían sacado los ojos para dármelos si hubiera sido posible.
Gál 4:16  ¿Acaso me he convertido en su enemigo por decirles la verdad?
Gál 4:17  Esa gente está haciendo todo lo posible por caerles bien pero no tiene buenas intenciones. Quieren apartarlos de nosotros y que los sigan a ellos y a nadie más.
Gál 4:18  "Es bueno que la gente se interese por ustedes, si su interés tiene buenas intenciones. Y es bueno que el interés exista todo el tiempo, no sólo cuando estoy con ustedes."
Gál 4:19  "Hijos queridos, otra vez sufro por ustedes como una madre que da a luz hasta que en realidad sean como Cristo."
Gál 4:20  "Me encantaría estar ahora entre ustedes y hablarles de otra forma. Pero como está la situación ahora, yo no sé qué más decirles."
Gál 4:21  "Muchos de ustedes todavía quieren estar bajo la ley. Díganme, ¿ustedes saben lo que dice la ley?"
Gál 4:22  La Escritura dice que Abraham tuvo dos hijos: uno nació de una esclava y otro de una mujer libre.
Gál 4:23  "El hijo de la mujer esclava nació por decisión humana, pero el hijo de la mujer libre nació por promesa de Dios."
Gál 4:24  "Todo esto es simbólico. Las mujeres representan dos pactos entre Dios y su pueblo: un pacto representado por Hagar, tuvo lugar en el Monte Sinaí, y los que están en este pacto son como esclavos. Este pacto está representado por Agar."
Gál 4:25  "Agar representa el Monte Sinaí en Arabia y ella es esclava como la actual ciudad de Jerusalén, donde todos sus habitantes son esclavos de la ley."
Gál 4:26  "En cambio, la Jerusalén del cielo es como la mujer libre y ella es nuestra madre."
Gál 4:27  "Así dice la Escritura: ""¡Alégrate tú, mujer que no puedes tener hijos! Tú que nunca has dado a luz. Grita de alegría porque no has sentido los dolores de parto. La mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo""."
Gál 4:28  "Isaac nació como resultado de esa promesa. Hermanos, ustedes también son hijos de la promesa."
Gál 4:29  "Pero (Ismael), uno de los hijos de Abraham, quien nació por decisión humana, trataba mal al otro hijo (Isaac), quien nació por el poder del Espíritu. Eso mismo sucede ahora."
Gál 4:30  "¿Pero qué dice la Escritura? ""Echa fuera a la mujer esclava con su hijo. El hijo de la mujer libre recibirá todo lo que tiene su padre. En cambio, el hijo de la mujer esclava no recibirá nada""."
Gál 4:31  "Por eso, hermanos, nosotros no somos hijos de la mujer esclava, sino de la mujer libre."

 


 
 
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