Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de Galatas.


 

Gál 3:1  ¡Oh insensatos gálatas!, ¿quién os ha fascinado, (para no obedecer a la verdad) ante cuyos ojos Jesucristo ha sido descrito crucificado(a) ?
Gál 3:2  Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿por obras de ley el Espíritu habéis recibido o por oído de fe?
Gál 3:3  ¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por espíritu ¿ahora por carne termináis?
Gál 3:4  ¿Tamañas cosas habéis padecido en vano? ¡Ojalá que sólo en vano!—
Gál 3:5  Quien, pues, os concede el Espíritu y obra virtudes en vosotros, ¿por obras de ley o por oída de fe?
Gál 3:6  Así como Abrahán, Gen. 15:6, creyó a Dios, e imputósele a justicia.
Gál 3:7  Sabed, pues, que los por fe, éstos hijos son de Abrahán.
Gál 3:8  Pues, previendo la Escritura que, por fe justifica las gentes de Dios, prenunció a Abrahán: Gen. 12:3 que benditas serán en ti todas las gentes.
Gál 3:9  Así que los de fe, benditos son con el fiel Abrahán.
Gál 3:10  Pues, cuantos de obras de ley son, bajo maldición están. Pues escrito está: que maldito todo el que no permanece en todo lo escrito en el libro de la ley, para hacerlo.
Gál 3:11  Y, que en ley nadie es justificado ante Dios, claro(b) ; porque el justo de fe vivirá;
Gál 3:12  pero la ley no es de fe, sino el que lo(c)  hiciere, vivirá en ello.
Gál 3:13  Cristo nos rescató de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; pues escrito está que: Dt. 21:23. maldito todo el suspendido de leño;
Gál 3:14  a fin de que para las gentes la bendición de Abrahán se hiciera en Jesucristo; a fin de que la promesa del Espíritu recibamos por la fe.
Gál 3:15  Hermanos, según hombre(d)  digo. Sin embargo, de hombre(e)  un sancionado testamento, nadie invalida o sobreañade.
Gál 3:16  Pero a Abrahán dichas fueron las promesas y a la simiente de él. No dice: «Y a las simientes», como(f)  de muchos, sino como de uno: «Y a tu simiente; el que es Cristo.
Gál 3:17  Y esto digo: testamento antes sancionado por Dios, la después de cuatrocientos y treinta años hecha ley, no deroga, para anular la promesa.
Gál 3:18  Pues, si de ley la herencia, ya no de promesa; pero a Abrahán, por promesa, ha agraciado Dios.
Gál 3:19  ¿Qué, pues, la ley? Por causa de las transgresiones(g)  fue añadida,(h)  hasta que viniese la simiente a quien se había prometido(i) , establecida por ángeles en mano de mediador(j) .
Gál 3:20  Pero el mediador de uno no es, y Dios uno es(k) .
Gál 3:21  ¿La ley, pues, contra las promesas de Dios? ¡No sea! Pues, si se hubiera dado ley, la que pudiese vivificar, realmente en ley fuera la justicia.
Gál 3:22  Empero ha encerrado(l)  a la vez la escritura todo bajo pecado, para que la promesa de fe de Jesucristo fuese dada a los creyentes.
Gál 3:23  Pero, antes de venir la fe, bajo ley se nos guardaba encerrados para la venidera fe por revelar.
Gál 3:24  Así que la ley, ayo hízose hacia Cristo, para que por fe fuésemos justificados.
Gál 3:25  Pero, venida la fe, ya no bajo ayo estamos.
Gál 3:26  Pues todos hijos de Dios sois por la fe en Cristo Jesús.
Gál 3:27  Que, cuantos en Cristo habéis sido bautizados, de Cristo os habéis revestido.
Gál 3:28  No hay en él judío ni heleno; no hay en él siervo ni libre; no hay en él macho ni hembra; que todos vosotros uno sois en Cristo Jesús.
Gál 3:29  Y, si vosotros de Cristo, luego de la de Abrahán simiente sois, según promesa herederos.  

 


 

Gál 3:1  ¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os fascinó a vosotros, ante cuyos ojos fue presentado Jesucristo clavado en cruz?
Gál 3:2  Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Habéis recibido el Espíritu por virtud de las obras de la Ley o por virtud de la predicación de la fe? ¿Tan insensatos sois?
Gál 3:3  ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora acabáis por la carne?
Gál 3:4  ¿Tantos dones habréis recibido en vano? Sí que sería en vano.
Gál 3:5  El que os da el Espíritu y obra milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la Ley o por la predicación de la fe?
Gál 3:6  Así “creyó Abraham a Dios y le fue computado a justicia.”
Gál 3:7  Entended, pues, que los nacidos de la fe, ésos son los hijos de Abraham;"
Gál 3:8  pues previendo la Escritura que por la fe justificaría Dios a los gentiles, anunció de antemano a Abraham: “En ti serán bendecidas todas las gentes.”
Gál 3:9  Así que los que nacen de la fe son benditos con el fiel Abraham.
Gál 3:10  Pero cuantos confían en las obras de la Ley se hallan bajo la maldición, porque escrito está: “Maldito todo el que no se mantiene en cuanto está escrito en el libro de la Ley, cumpliéndolo,”
Gál 3:11  Y que por la Ley nadie se justifica ante Dios, es manifiesto, porque “el justo vive de la fe.”
Gál 3:12  Y la Ley no se funda en la fe, sino que “el que cumple sus preceptos, vivirá por ellos.”
Gál 3:13  Cristo nos redimió de la maldición de la Ley haciéndose por nosotros maldición, pues escrito está: “Maldito todo el que es colgado del madero,”
Gál 3:14  para que la bendición de Abraham se extendiese sobre los gentiles en Jesucristo y por la fe recibamos la promesa del Espíritu.
Gál 3:15  Voy a hablaros, hermanos, a lo humano. Un testamento, con ser de hombre, nadie lo anula, nadie le añade nada.
Gál 3:16  Pues a Abraham y a su descendencia fueron hechas las promesas. No dice a sus descendencias como de muchas, sino de una sola: “Y tu descendencia,” que es Cristo.
Gál 3:17  Y digo yo: El testamento otorgado por Dios no puede ser anulado por la Ley que vino cuatrocientos treinta años después e invalidar así la promesa.
Gál 3:18  Pues si la herencia es por la Ley, ya no es por la promesa. Y, sin embargo, a Abraham le otorgó Dios la donación por la promesa.
Gál 3:19  ¿Por qué, pues, la Ley? Fue dada en razón de las transgresiones, promulgada por ángeles, por mano de un mediador, hasta que viniese “la descendencia,” a quien la promesa había sido hecha.
Gál 3:20  Ahora bien, el mediador no es una persona sola, y Dios es uno solo.
Gál 3:21  ¿Luego la Ley está contra las promesas de Dios? Nada de eso. Si hubiera sido dada una Ley capaz de vivificar, realmente, la justicia vendría de la Ley;"
Gál 3:22  pero la Escritura lo encerró todo bajo el pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe en Jesucristo.
Gál 3:23  Y así, antes de venir la fe, estábamos encarcelados bajo la Ley, en espera de la fe que había de revelarse.
Gál 3:24  De suerte que la Ley fue nuestro pedagogo para llevarnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe.
Gál 3:25  Pero, llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo.
Gál 3:26  Todos, pues, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Gál 3:27  Porque cuantos en Cristo habéis sido bautizados, os habéis revestido de Cristo.
Gál 3:28  No hay ya judío o griego, no hay siervo o libre, no hay varón o hembra, porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Gál 3:29  Y si todos sois de Cristo, luego sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.

 


 

Gál 3:1  ¡Ay, gálatas, qué tontos son ustedes! ¡Hasta parece que estuvieran embrujados! Yo mismo les di una explicación clara de cómo murió Jesucristo en la cruz.
Gál 3:2  Sólo quiero que me digan una cosa: Cuando recibieron el Espíritu de Dios ¿fue por obedecer la ley, o por aceptar la buena noticia? ¡Claro que fue por aceptar la buena noticia!
Gál 3:3  Y si esto fue así, ¿por qué no quieren entender? Si para comenzar esta nueva vida necesitaron la ayuda del Espíritu de Dios, ¿por qué ahora quieren terminarla mediante sus propios esfuerzos?
Gál 3:4  ¿Tantos sufrimientos, para nada? ¡Aunque no creo que no hayan servido de nada!
Gál 3:5  Dios no les ha dado el Espíritu, ni ha hecho milagros entre ustedes, sólo porque ustedes obedecen la ley. ¡No! Lo hace porque ustedes aceptaron el mensaje de la buena noticia.
Gál 3:6  Dios aceptó a Abraham porque él confió en Dios.
Gál 3:7  Sepan, entonces, que los verdaderos descendientes de Abraham son todos los que confían en Dios.
Gál 3:8  Desde mucho antes, la Biblia decía que Dios también iba a aceptar a los que no son judíos, siempre y cuando pusieran su confianza en Jesucristo. Por eso Dios le dio a Abraham esta buena noticia: «Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones.»
Gál 3:9  Así que Dios bendecirá, por medio de Abraham, a todos los que confían en él como Abraham lo hizo.
Gál 3:10  Pero corren un grave peligro los que buscan agradar a Dios obedeciendo la ley, porque la Biblia dice: «Maldito sea el que no obedezca todo lo que la ley ordena.»
Gál 3:11  Nadie puede agradar a Dios sólo obedeciendo la ley, pues la Biblia dice: «Los que Dios ha aceptado, y que confían en él, vivirán para siempre.»
Gál 3:12  Pero para tener vida eterna por medio de la ley no haría falta confiar en Dios; sólo habría que obedecer la ley. Por eso dice la Biblia: «El que obedece la ley se salvará por su obediencia.»
Gál 3:13  Pero Cristo prefirió recibir por nosotros la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. De ese modo nos salvó. Porque la Biblia dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero.»
Gál 3:14  Por eso, la bendición que Dios prometió darle a Abraham es también para los que no son judíos. Así que, si confiamos en Cristo, recibiremos el Espíritu que Dios nos ha prometido.
Gál 3:15  Hermanos míos, les voy a dar un ejemplo que cualquiera puede entender. Cuando una persona hace un pacto con otra, y lo firma, nadie puede anularlo ni agregarle nada.
Gál 3:16  Ahora bien, las promesas que Dios le hizo a Abraham eran para él y para su descendiente. La Biblia no dice que las promesas eran para «sus descendientes», sino para «su descendencia», la cual es Cristo.
Gál 3:17  Lo que quiero decir es esto: la promesa de Dios no puede cambiarla, ni dejarla sin valor, una ley que Dios dio cuatrocientos treinta años después.
Gál 3:18  Porque si Dios diera lo que prometió sólo a quien obedece la ley, entonces ya no lo daría para cumplir su promesa. Pero lo cierto es que, cuando Dios le aseguró a Abraham que le daría lo prometido, no le pidió nada a cambio.
Gál 3:19  Entonces, ¿para qué sirve la ley? Pues después de hacerle su promesa a Abraham, Dios nos dio la ley para mostrarnos lo que estábamos haciendo mal. Pero esa ley serviría sólo hasta que viniera el descendiente de Abraham, a quien Dios le hizo la promesa. Dios le dio la ley a Moisés por medio de los ángeles, para que él nos la diera a nosotros.
Gál 3:20  Pero cuando Dios le hizo la promesa a Abraham, no usó mensajeros, sino que se la hizo personalmente.
Gál 3:21  Esto no significa que la ley esté en contra de las promesas de Dios. ¡De ninguna manera! Porque si la ley pudiera darnos vida eterna, entonces Dios nos hubiera aceptado por obedecerla.
Gál 3:22  La Biblia dice que el pecado nos domina a todos, de modo que el regalo que Dios prometió es para los que confían en Jesucristo.
Gál 3:23  Antes de eso, la ley fue como una cárcel, donde estuvimos encerrados hasta que vimos que podíamos confiar en Cristo.
Gál 3:24  La ley fue como un maestro que nos guió y llevó hasta Cristo, para que Dios nos aceptara por confiar en él.
Gál 3:25  Pero ahora que ha llegado el tiempo en que podemos confiar en Jesucristo, no hace falta que la ley nos guíe y nos enseñe.
Gál 3:26  Ustedes han confiado en Jesucristo, y por eso todos ustedes son hijos de Dios.
Gál 3:27  Porque cuando fueron bautizados, también quedaron unidos a Cristo, y ahora actúan como él.
Gál 3:28  Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.
Gál 3:29  Y si están unidos a Cristo, entonces son miembros de la gran familia de Abraham, y tienen derecho a recibir las promesas que Dios le hizo. 

 


 

Gál 3:1  ¡Oh gálatas insensatos!, ¿quién os ha fascinado, o hechizado, para desobedecer así a la verdad?, vosotros, ante cuyos ojos ha sido ya representado Jesucristo como crucificado en vosotros mismos.
Gál 3:2  Una sola cosa deseo saber de vosotros: ¿Habéis recibido al Espíritu Santo por las obras de la ley, o por la obediencia a la fe que se os ha predicado?
Gál 3:3  ¿Tan necios sois, que habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vengáis a parar en la carne?
Gál 3:4  Tanto como habéis sufrido por Jesucristo, ¿será en vano? Pero yo espero en Dios que al cabo no ha de ser en vano.
Gál 3:5  Ahora, pues, aquel que os comunica el Espíritu Santo, y obra milagros entre vosotros, ¿lo hace por virtud de obras de la ley, o por la fe que habéis oído predicar?
Gál 3:6  Ciertamente que por la fe, según está escrito: Creyó Abrahán a Dios, y su fe se le aceptó por justicia.
Gál 3:7  Reconoced, pues, que los que abrazan la fe, esos son los verdaderos hijos de Abrahán.
Gál 3:8  Así es que Dios en la Escritura previendo que había de justificar a los gentiles por medio de la fe, lo anunció de antemano a Abrahán diciendo: En ti serán benditas todas las gentes.
Gál 3:9  Luego los que tienen fe, ésos son benditos con el fiel Abrahán.
Gál 3:10  En lugar de que todos los que se apoyan en las obras de la ley, están sujetos a maldición. Pues está escrito: Maldito es cualquiera que no observare constantemente todo lo que está escrito en el libro de la ley.
Gál 3:11  Por lo demás, el que nadie se justifica delante de Dios por la ley, está claro, porque el justo vive por la fe.
Gál 3:12  La ley no tiene el ser, o no se deriva, de la fe; sólo, sí, el que la cumpliere vivirá en ella.
Gál 3:13  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho por nosotros objeto de maldición; pues está escrito: Maldito todo aquel que es colgado en un madero.
Gál 3:14  Y todo esto, para que la bendición de Abrahán cupiese a los gentiles por Jesucristo, a fin de que así por medio de la fe recibiésemos la promesa del Espíritu Santo.
Gál 3:15  Hermanos míos después que un hombre ha otorgado en debida forma un testamento, nadie puede ni anularlo, ni alterarlo;
Gál 3:16  las promesas se hicieron a Abrahán y al descendiente de él. No dice: y a los descendientes, como si fuesen muchos; sino como uno precisamente: y al desciendiente de ti, el cual es Cristo .
Gál 3:17  Lo que quiero, pues, decir, es que habiendo hecho Dios una alianza con Abrahán en debida forma, la ley dada cuatrocientos treinta años después no ha podido anularla, ni invalidar la promesa.
Gál 3:18  Porque si la herencia esta de bendiciones espirituales se nos da por la ley, ya no es por la promesa. Y Dios hizo por medio de la promesa la donación a Abrahán.
Gál 3:19  Pues ¿de qué ha servido, diréis, la ley? Se puso por freno de las trasgresiones, hasta que viniese el descendiente de Abrahán, a quien se hizo la promesa, siendo dicha ley dada por mano de los ángeles, por medio del medianero Moisés.
Gál 3:20  No hay mediador de uno solo; y Dios al hacer la promesa a Abrahán es uno.
Gál 3:21  Luego replicaréis: ¿La ley es contra las promesas de Dios? No, por cierto. Porque si se hubiese dado una ley que pudiese vivificar o justificar, la justicia o santidad provendría realmente de la ley, y no de la fe.
Gál 3:22  Mas la ley escrita dejó sujetos a todos al pecado, para que la promesa se cumpliese a los creyentes por la fe en Jesucristo.
Gál 3:23  Así antes del tiempo de la fe, estábamos como encerrados bajo la custodia de la ley hasta recibir la fe, que había de ser revelada.
Gál 3:24  De manera que la ley fue nuestro maestro que nos condujo a Cristo , por medio de los sacrificios y ceremonias, para ser justificados por la fe en él.
Gál 3:25  Mas venida la fe, ya no estamos sujetos al maestro.
Gál 3:26  Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Jesucristo.
Gál 3:27  Pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo , estás revestidos de Cristo ,
Gál 3:28  y ya no hay distinción de judío ni griego; ni de siervo ni libre; ni tampoco de hombre ni mujer. Porque todos vosotros sois una cosa en Jesucristo.
Gál 3:29  Y siendo vosotros miembros de Cristo , sois por consiguiente hijos de Abrahán, y los herederos según la promesa. 

 


 

Gál 3:1  

El Espíritu se recibe por la fe
  ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?
Gál 3:2  Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Gál 3:3  ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
Gál 3:4  ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano.
Gál 3:5  Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? 

El pacto de Dios con Abraham
 
Gál 3:6  Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.(A)
Gál 3:7  Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.(B)
Gál 3:8  Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.(C)
Gál 3:9  De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.
Gál 3:10  Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.(D)
Gál 3:11  Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;(E)
Gál 3:12  y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.(F)
Gál 3:13  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero(G)),
Gál 3:14  para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
Gál 3:15  Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade.
Gál 3:16  Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente,(H) la cual es Cristo.
Gál 3:17  Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después,(I) no lo abroga, para invalidar la promesa.
Gál 3:18  Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa;(J) pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa. 

El propósito de la ley
 
Gál 3:19  Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
Gál 3:20  Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.
Gál 3:21  ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
Gál 3:22  Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
Gál 3:23  Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
Gál 3:24  De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
Gál 3:25  Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
Gál 3:26  pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
Gál 3:27  porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Gál 3:28  Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gál 3:29  Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.(K) 
 

 


 

Gál 3:1  ¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os hechizó, para no obedecer a la Verdad, ante cuyos ojos Jesús, el Cristo fue ya descrito como colgado en el madero entre vosotros?
Gál 3:2  Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oído obediente de la fe?
Gál 3:3  ¿Tan locos sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?
Gál 3:4  ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? Sí, pero en vano.
Gál 3:5  Aquel, pues, que os da el Espíritu, y obra las maravillas entre vosotros ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír obediente de la fe?
Gál 3:6  Como Abraham creyó a Dios, y le fue atribuido a justicia.
Gál 3:7  Así que conocéis que los que son por la fe, los tales son los hijos de Abraham.
Gál 3:8  Y viendo antes la Escritura que Dios por la fe había de justificar a los gentiles, evangelizó antes a Abraham, diciendo : Que todos los gentiles de la tierra serán benditos en ti.
Gál 3:9  Luego los de la fe son los benditos con el creyente Abraham.
Gál 3:10  Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Gál 3:11  Además por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá.
Gál 3:12  La ley tampoco es de la fe; sino: El hombre que los hiciere los mandamientos , vivirá por ellos.
Gál 3:13  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en un madero),
Gál 3:14  para que la bendición de Abraham en los gentiles fuese en el Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.
Gál 3:15  Hermanos, (hablo como hombre): Aunque un pacto sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo cancela, ni le añade.
Gál 3:16  A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es el Cristo.
Gál 3:17  Esto pues digo: Que el Pacto previamente ratificado de Dios para con el Cristo, la ley que fue hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
Gál 3:18  Porque si la herencia es por la ley, ya no será por la promesa; pero Dios por la promesa hizo la dió a Abraham.
Gál 3:19  ¿Pues de qué sirve la ley? Fue puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la Simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por los Angeles en la mano de un Mediador.
Gál 3:20  Y el Mediador no es de uno solo , pero Dios es uno.
Gál 3:21  ¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si alguna ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
Gál 3:22  Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe de Jesús, el Cristo.
Gál 3:23  Pero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta.
Gál 3:24  De manera que la ley fue ayo nuestro para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe.
Gál 3:25  Mas venida la fe, ya no estamos bajo la mano del ayo;
Gál 3:26  porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Gál 3:27  Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.
Gál 3:28  No hay aquí judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gál 3:29  Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la Simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa, los herederos. 

 


 

Gál 3:1  O foolish Galatians, who hath bewitched you, that ye should not obey the truth, before whose eyes Jesus Christ hath been evidently set forth, crucified among you?
Gál 3:2  This only would I learn of you, Received ye the Spirit by the works of the law, or by the hearing of faith?
Gál 3:3  Are ye so foolish? having begun in the Spirit, are ye now made perfect by the flesh?
Gál 3:4  Have ye suffered so many things in vain? if it be yet in vain.
Gál 3:5  He therefore that ministereth to you the Spirit, and worketh miracles among you, doeth he it by the works of the law, or by the hearing of faith?
Gál 3:6  Even as Abraham believed God, and it was accounted to him for righteousness.
Gál 3:7  Know ye therefore that they which are of faith, the same are the children of Abraham.
Gál 3:8  And the scripture, foreseeing that God would justify the heathen through faith, preached before the gospel unto Abraham, saying, In thee shall all nations be blessed.
Gál 3:9  So then they which be of faith are blessed with faithful Abraham.
Gál 3:10  For as many as are of the works of the law are under the curse: for it is written, Cursed is every one that continueth not in all things which are written in the book of the law to do them.
Gál 3:11  But that no man is justified by the law in the sight of God, it is evident: for, The just shall live by faith.
Gál 3:12  And the law is not of faith: but, The man that doeth them shall live in them.
Gál 3:13  Christ hath redeemed us from the curse of the law, being made a curse for us: for it is written, Cursed is every one that hangeth on a tree:
Gál 3:14  That the blessing of Abraham might come on the Gentiles through Jesus Christ; that we might receive the promise of the Spirit through faith.
Gál 3:15  Brethren, I speak after the manner of men; Though it be but a man's covenant, yet if it be confirmed, no man disannulleth, or addeth thereto.
Gál 3:16  Now to Abraham and his seed were the promises made. He saith not, And to seeds, as of many; but as of one, And to thy seed, which is Christ.
Gál 3:17  And this I say, that the covenant, that was confirmed before of God in Christ, the law, which was four hundred and thirty years after, cannot disannul, that it should make the promise of none effect.
Gál 3:18  For if the inheritance be of the law, it is no more of promise: but God gave it to Abraham by promise.
Gál 3:19  Wherefore then serveth the law? It was added because of transgressions, till the seed should come to whom the promise was made; and it was ordained by angels in the hand of a mediator.
Gál 3:20  Now a mediator is not a mediator of one, but God is one.
Gál 3:21  Is the law then against the promises of God? God forbid: for if there had been a law given which could have given life, verily righteousness should have been by the law.
Gál 3:22  But the scripture hath concluded all under sin, that the promise by faith of Jesus Christ might be given to them that believe.
Gál 3:23  But before faith came, we were kept under the law, shut up unto the faith which should afterwards be revealed.
Gál 3:24  Wherefore the law was our schoolmaster to bring us unto Christ, that we might be justified by faith.
Gál 3:25  But after that faith is come, we are no longer under a schoolmaster.
Gál 3:26  For ye are all the children of God by faith in Christ Jesus.
Gál 3:27  For as many of you as have been baptized into Christ have put on Christ.
Gál 3:28  There is neither Jew nor Greek, there is neither bond nor free, there is neither male nor female: for ye are all one in Christ Jesus.
Gál 3:29  And if ye be Christ's, then are ye Abraham's seed, and heirs according to the promise. 

 


 

Gál 3:1  ¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os fascinó a vosotros, a cuyos ojos fue presentado Jesucristo crucificado?
Gál 3:2  Quiero saber de vosotros una sola cosa: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por la fe en la predicación?
Gál 3:3  ¿Tan insensatos sois? Comenzando por espíritu, ¿termináis ahora en carne?
Gál 3:4  ¿Habéis pasado en vano por tales experiencias? ¡Pues bien en vano sería!
Gál 3:5  El que os otorga, pues, el Espíritu y obra milagros entre vosotros, ¿lo hace porque observáis la ley o porque tenéis fe en la predicación?
Gál 3:6  Así Abraham = creyó en Dios y le fue reputado como justicia. =
Gál 3:7  Tened, pues, entendido que los que viven de la fe, ésos son los hijos de Abraham.
Gál 3:8  La Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abraham esta buena nueva: = En ti serán bendecidas todas las naciones. =
Gál 3:9  Así pues, los que viven de la fe son bendecidos con Abraham el creyente.
Gál 3:10  Porque todos los que viven de las obras de la ley incurren en maldición. Pues dice la Escritura: = Maldito todo el que no se mantenga en la práctica de todos los preceptos escritos en el libro de la Ley. =
Gál 3:11  - Y que la ley no justifica a nadie ante Dios es cosa evidente, pues = el justo vivirá por la fe; =
Gál 3:12  pero la ley no procede de la fe, sino que = quien practique sus preceptos, vivirá por ellos - =
Gál 3:13  Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: = Maldito todo el que está colgado de un madero, =
Gál 3:14  a fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la Promesa.
Gál 3:15  Hermanos, voy a explicarme al modo humano: aun entre los hombres, nadie anula ni añade nada a un testamento hecho en regla.
Gál 3:16  Pues bien, las promesas fueron dirigidas a Abraham = y a = su = descendencia. = No dice: «y a los descendientes», como si fueran muchos, sino a uno solo, = a tu descendencia, = es decir, a Cristo.
Gál 3:17  Y digo yo: Un testamento ya hecho por Dios en debida forma, no puede ser anulado por la ley, que llega 430 años más tarde, de tal modo que la promesa quede anulada.
Gál 3:18  Pues si la herencia dependiera de la ley, ya no procedería de la promesa, y sin embargo, Dios otorgó a Abraham su favor en forma de promesa.
Gál 3:19  Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones hasta que llegase la descendencia, a quien iba destinada la promesa, ley que fue promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador.
Gál 3:20  Ahora bien, cuando hay uno solo no hay mediador, y Dios es uno solo.
Gál 3:21  Según eso, ¿la ley se opone a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Si de hecho se nos hubiera otorgado una ley capaz de vivificar, en ese caso la justicia vendría realmente de la ley.
Gál 3:22  Pero, de hecho, la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo.
Gál 3:23  Y así, antes de que llegara la fe, estábamos encerrados bajo la vigilancia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse.
Gál 3:24  De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe.
Gál 3:25  Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo.
Gál 3:26  Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Gál 3:27  En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo:
Gál 3:28  ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gál 3:29  Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos según la Promesa.

 


 

Gál 3:1  ¡Gálatas, duros para entender! ¿Quién los embrujó? En nuestra predicación hemos mostrado ante sus propios ojos a Jesucristo crucificado.
Gál 3:2  Solo quiero que me contesten a esta pregunta: ¿Recibieron ustedes el Espíritu de Dios por el cumplimiento de la le yo por aceptar el mensaje de la fe?
Gál 3:3  ¿Son tan duros para entender, que habiendo comenzado con el Espíritu quieren ahora terminar con algo puramente humano?
Gál 3:4  ¿Tantas buenas experiencias para nada?. . . ¡Imposible que hayan sido para nada!
Gál 3:5  Cuando Dios les da su Espíritu y hace milagros entre ustedes, ¿por qué lo hace? No en virtud del cumplimiento de la ley, sino por aceptar el mensaje de la fe.
Gál 3:6  Así también, Abraham creyó a Dios, y Dios le tuvo esto en cuenta y lo reconoció como justo. [1]
Gál 3:7  Por lo tanto, ustedes deben saber que los verdaderos descendientes de Abraham son los que tienen fe.
Gál 3:8  La Escritura, viendo de antemano que también entre los no judíos iba Dios a reconocer como justos a los que tuvieran fe, había anunciado a Abraham esta buena noticia: "Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti."[2]
Gál 3:9  De manera que los que creen son bendecidos junto con Abraham, que también creyó.
Gál 3:10  Quienes ponen su confianza en la ley están bajo maldición, porque la Escritura dice: "Maldito sea el que no cumple fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley."[3]
Gál 3:11  Por tanto, está claro que nadie es reconocido como justo en virtud de la ley; pues la Escritura dice: "El justo por la fe vivirá."[4]
Gál 3:12  Pero la ley no se basa en la fe, sino que dice: "El que cumpla la ley, vivirá por ella."[5]
Gál 3:13  Cristo nos rescató[6] de la maldición de la ley haciéndose maldición por causa nuestra, porque la Escritura dice: "Maldito todo el que muere colgado de un madero."[7]
Gál 3:14  Esto sucedió para que la bendición que Dios prometió a Abraham alcance también, por medio de Cristo Jesús, a los no judíos; y para que por medio de la fe recibamos todos el Espíritu que Dios ha prometido.
Gál 3:15  Hermanos, voy a hablarles en términos humanos: Cuando un hombre hace un pacto y lo respalda con su firma, nadie puede anularlo ni agregarle nada.
Gál 3:16  Ahora bien, Dios hizo sus promesas a Abraham y a su descendencia. [8] La Escritura no habla de "descendencias", en plural, sino en singular; dice: "y a tu descendencia", la cual es Cristo.
Gál 3:17  Lo que digo es esto: Dios hizo una alianza con Abraham, y la confirmó. Por eso, la ley de Moisés, que vino cuatrocientos treinta años después, [9] no puede anular aquella alianza y dejar sin valor la promesa de Dios.
Gál 3:18  Pues si lo que Dios prometió darnos dependiera de la ley de Moisés, y a no sería una promesa; pero el hecho es que Dios prometió a Abraham dárselo gratuitamente.
Gál 3:19  Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue dada después, para poner de manifiesto la desobediencia de los hombres, hasta que viniera esa "descendencia" a quien se le había hecho la promesa. La ley fue proclamada por medio de ángeles, [10] y Moisés sirvió de intermediario.
Gál 3:20  Pero no hay necesidad de intermediario cuando se trata de una sola persona, y Dios es uno solo.
Gál 3:21  ¿Acaso esto quiere decir que la ley está en contra de las promesas de Dios? ¡Claro que no! Porque si la ley pudiera dar vida, entonces la justicia realmente se obtendría en virtud de la ley.
Gál 3:22  Pero, según lo que dice la Escritura, todos son prisioneros del pecado, para que quienes creen en Jesucristo puedan recibir lo que Dios ha prometido. [11]
Gál 3:23  Antes de venir la fe, la ley nos tenía presos, esperando a que la fe fuera dada a conocer.
Gál 3:24  La ley era para nosotros como el esclavo que vigila a los niños, hasta que viniera Cristo, para que por la fe obtuviéramos la justicia.
Gál 3:25  Pero ahora que ha llegado la fe, y a no estamos a cargo de ese esclavo que era la ley,
Gál 3:26  pues por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios,
Gál 3:27  y a que al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos de Cristo. [12]
Gál 3:28  y a no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombreo mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo. [13]
Gál 3:29  y si son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le hizo. 

 


 

Gál 3:1  Oh gálatas insensatos, ¿quién los puso bajo mala influencia, a ustedes ante cuyos ojos Jesucristo fue abiertamente representado fijado en el madero?
Gál 3:2  Solo de esto quiero enterarme de parte de ustedes: ¿Recibieron ustedes el espíritu debido a obras de ley, o debido a oír por fe?
Gál 3:3  ¿Tan insensatos son? Después de haber comenzado en espíritu, ¿están ahora completándose en carne?
Gál 3:4  ¿Padecieron tantos sufrimientos en vano? Si realmente fue en vano.
Gál 3:5  Por lo tanto, el que les suministra el espíritu y ejecuta obras poderosas entre ustedes, ¿lo hace debido a obras de ley, o debido a un oír por fe?
Gál 3:6  Así como Abrahán “puso fe en Jehová, y le fue contado por justicia”.
Gál 3:7  De seguro ustedes saben que son los que se adhieren a la fe quienes son hijos de Abrahán.
Gál 3:8  Ahora bien, la Escritura, viendo por anticipado que Dios declararía justa a gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a Abrahán, a saber: “Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas”.
Gál 3:9  Por consiguiente, los que se adhieren a la fe están siendo bendecidos junto con el Abrahán que tuvo fe.
Gál 3:10  Porque todos los que dependen de obras de ley están bajo maldición; porque está escrito: “Maldito es todo el que no continúa en todas las cosas escritas en el rollo de la Ley a fin de hacerlas”.
Gál 3:11  Además, que por ley nadie es declarado justo para con Dios es evidente, porque “el justo vivirá a causa de la fe”.
Gál 3:12  Ahora bien, la Ley no se adhiere a la fe, sino que “el que los hace vivirá por medio de ellos”.
Gál 3:13  Cristo, por compra, nos libró de la maldición de la Ley, llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito: “Maldito es todo aquel que es colgado en un madero”.
Gál 3:14  El propósito fue que la bendición de Abrahán llegara a ser para las naciones por medio de Jesucristo, para que mediante nuestra fe recibiéramos el espíritu prometido.
Gál 3:15  Hermanos, hablo con una ilustración humana: Un pacto validado, aunque sea de hombre, nadie lo pone a un lado, ni se le hacen añadiduras al tal.
Gál 3:16  Ahora bien, las promesas se hablaron a Abrahán y a su descendencia. No dice: “Y a descendencias”, como si se tratara de muchos, sino como tratándose de uno solo: “Y a tu descendencia”, que es Cristo.
Gál 3:17  Además, digo esto: En cuanto al pacto previamente validado por Dios, la Ley que vino a existir cuatrocientos treinta años después no lo invalida, para así abolir la promesa.
Gál 3:18  Porque si la herencia se debe a ley, ya no se debe a promesa; mientras que Dios bondadosamente la ha dado a Abrahán mediante una promesa.
Gál 3:19  Entonces, ¿por qué la Ley? Fue añadida para poner de manifiesto las transgresiones, hasta que llegara la descendencia a quien se había hecho la promesa; y fue transmitida mediante ángeles por mano de un mediador.
Gál 3:20  Ahora bien, no hay mediador cuando se trata de una sola persona, mas Dios es uno solo.
Gál 3:21  ¿Está la Ley, por lo tanto, contra las promesas de Dios? ¡Jamás suceda eso! Porque si se hubiera dado una ley capaz de dar vida, la justicia realmente habría sido por medio de ley.
Gál 3:22  Pero la Escritura entregó todas las cosas juntas a la custodia del pecado, para que la promesa que resulta de fe para con Jesucristo se diera a los que ejercen fe.
Gál 3:23  Sin embargo, antes que llegara la fe, estábamos guardados bajo ley, entregados juntos en custodia, esperando la fe que estaba destinada a ser revelada.
Gál 3:24  Por consiguiente, la Ley ha llegado a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que se nos declarara justos debido a fe.
Gál 3:25  Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos bajo tutor.
Gál 3:26  Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios mediante su fe en Cristo Jesús.
Gál 3:27  Porque todos ustedes los que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo.
Gál 3:28  No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes son una [persona] en unión con Cristo Jesús.
Gál 3:29  Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos respecto a una promesa.

 


 

Gál 3:1  ¡Ay, gálatas, qué tontos son ustedes! ¡Hasta parece que estuvieran embrujados! Yo mismo les di una explicación clara de cómo murió Jesucristo en la cruz.
Gál 3:2  Sólo quiero que me digan una cosa: Cuando recibieron el Espíritu de Dios ¿fue por obedecer la ley, o por aceptar la buena noticia? ¡Claro que fue por aceptar la buena noticia!
Gál 3:3  Y si esto fue así, ¿por qué no quieren entender? Si para comenzar esta nueva vida necesitaron la ayuda del Espíritu de Dios, ¿por qué ahora quieren terminarla mediante sus propios esfuerzos?
Gál 3:4  ¿Tantos sufrimientos, para nada? ¡Aunque no creo que no hayan servido de nada!
Gál 3:5  Dios no les ha dado el Espíritu, ni ha hecho milagros entre ustedes, sólo porque ustedes obedecen la ley. ¡No! Lo hace porque ustedes aceptaron el mensaje de la buena noticia.
Gál 3:6  Dios aceptó a Abraham porque él confió en Dios.
Gál 3:7  Sepan, entonces, que los verdaderos descendientes de Abraham son todos los que confían en Dios.
Gál 3:8  Desde mucho antes, la Biblia decía que Dios también iba a aceptar a los que no son judíos, siempre y cuando pusieran su confianza en Jesucristo. Por eso Dios le dio a Abraham esta buena noticia: «Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones.»
Gál 3:9  Así que Dios bendecirá, por medio de Abraham, a todos los que confían en él como Abraham lo hizo.
Gál 3:10  Pero corren un grave peligro los que buscan agradar a Dios obedeciendo la ley, porque la Biblia dice: «Maldito sea el que no obedezca todo lo que la ley ordena.»
Gál 3:11  Nadie puede agradar a Dios sólo obedeciendo la ley, pues la Biblia dice: «Los que Dios ha aceptado, y que confían en él, vivirán para siempre.»
Gál 3:12  Pero para tener vida eterna por medio de la ley no haría falta confiar en Dios; sólo habría que obedecer la ley. Por eso dice la Biblia: «El que obedece la ley se salvará por su obediencia.»
Gál 3:13  Pero Cristo prefirió recibir por nosotros la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. De ese modo nos salvó. Porque la Biblia dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero.»
Gál 3:14  Por eso, la bendición que Dios prometió darle a Abraham es también para los que no son judíos. Así que, si confiamos en Cristo, recibiremos el Espíritu que Dios nos ha prometido.
Gál 3:15  Hermanos míos, les voy a dar un ejemplo que cualquiera puede entender. Cuando una persona hace un pacto con otra, y lo firma, nadie puede anularlo ni agregarle nada.
Gál 3:16  Ahora bien, las promesas que Dios le hizo a Abraham eran para él y para su descendiente. La Biblia no dice que las promesas eran para «sus descendientes», sino para «su descendencia», la cual es Cristo.
Gál 3:17  Lo que quiero decir es esto: la promesa de Dios no puede cambiarla, ni dejarla sin valor, una ley que Dios dio cuatrocientos treinta años después.
Gál 3:18  Porque si Dios diera lo que prometió sólo a quien obedece la ley, entonces ya no lo daría para cumplir su promesa. Pero lo cierto es que, cuando Dios le aseguró a Abraham que le daría lo prometido, no le pidió nada a cambio.
Gál 3:19  Entonces, ¿para qué sirve la ley? Pues después de hacerle su promesa a Abraham, Dios nos dio la ley para mostrarnos lo que estábamos haciendo mal. Pero esa ley serviría sólo hasta que viniera el descendiente de Abraham, a quien Dios le hizo la promesa. Dios le dio la ley a Moisés por medio de los ángeles, para que él nos la diera a nosotros.
Gál 3:20  Pero cuando Dios le hizo la promesa a Abraham, no usó mensajeros, sino que se la hizo personalmente.
Gál 3:21  Esto no significa que la ley esté en contra de las promesas de Dios. ¡De ninguna manera! Porque si la ley pudiera darnos vida eterna, entonces Dios nos hubiera aceptado por obedecerla.
Gál 3:22  La Biblia dice que el pecado nos domina a todos, de modo que el regalo que Dios prometió es para los que confían en Jesucristo.
Gál 3:23  Antes de eso, la ley fue como una cárcel, donde estuvimos encerrados hasta que vimos que podíamos confiar en Cristo.
Gál 3:24  La ley fue como un maestro que nos guió y llevó hasta Cristo, para que Dios nos aceptara por confiar en él.
Gál 3:25  Pero ahora que ha llegado el tiempo en que podemos confiar en Jesucristo, no hace falta que la ley nos guíe y nos enseñe.
Gál 3:26  Ustedes han confiado en Jesucristo, y por eso todos ustedes son hijos de Dios.
Gál 3:27  Porque cuando fueron bautizados, también quedaron unidos a Cristo, y ahora actúan como él.
Gál 3:28  Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.
Gál 3:29  Y si están unidos a Cristo, entonces son miembros de la gran familia de Abraham, y tienen derecho a recibir las promesas que Dios le hizo.

 


 

Gál 3:1  ¡Qué Gálatas tan estúpidos! ¿Quién los ha hechizado? ¡Delante de sus propios ojos fue claramente demostrado que el Mashíaj fue entregado a muerte como un criminal!
Gál 3:2  Yo quiero saber sólo por esta única razón: ¿Recibieron ustedes el Ruaj por medio de la observancia legalista de los mandamientos de la Toráh, o por confiar y ser fieles a lo que oyeron?
Gál 3:3  ¿Son tan estúpidos? Habiendo empezado por el poder del Ruaj, ¿creen que pueden llegar a la meta por su propio poder?
Gál 3:4  ¿Han sufrido tanto por nada? Si de esa forma es como piensan, ¡su sufrimiento en realidad, sí hubiera sido en vano!
Gál 3:5  ¿Qué hay de YAHWEH, que los suple con el Ruaj y hace milagros entre ustedes; lo hace El por causa de la observancia legalista [Obras de la Ley] de los mandamientos de la Toráh, o porque confiaron en lo que oyeron y son fieles a ello?[18]
Gál 3:6  Fue el mismo Avraham: "El confió en YAHWEH, y le fue fiel, y le fue contado por justificación."[Ge 15:6]
Gál 3:7  Estén seguros, por tanto, que aquellos que viven confiando con llenura de fe, son realmente los hijos de Avraham.
Gál 3:8  También el Tanaj, anticipando que YAHWEH consideraría a los Gentiles justificados cuando ellos viven confiando con llenura de fe, dio las Buenas Noticias de antemano cuando dijo: "Por medio de ti, todos los Goyim serán benditos. [Ge 12:3]
Gál 3:9  **De modo que aquellos que se apoyan en la confianza y en la llenura de fe son benditos con Avraham, quien confió con llenura de fe.
Gál 3:10  Porque todo aquel que depende de la observancia legalista [Obras de la Ley] de los mandamientos de la Toráh vive bajo maldición, puesto que está escrito: "Maldito todo el que no se mantiene haciendo todo lo escrito en el Rollo de la Toráh."[De 27:26]
Gál 3:11  Ahora bien, es evidente que nadie llega a ser declarado justificado por YAHWEH por medio de legalismos, de modo que: "La persona que es justificada obtendrá vida por confia r y ser fiel."[Hab 2:4]
Gál 3:12  Además, el legalismo no es basado en la confianza y la llenura de fe, sino en un mal uso del texto que dice: "Todo el que hace estas cosas obtendrá vida por medio de ellas."[Le 18:5]
Gál 3:13  El Mashíaj nos redimió de la maldición pronunciada en la Toráh, haciéndose maldito en lugar de nosotros; pues el Tanaj dice: "Todo el que es colgado en una estaca está bajo maldición."[De 21:22-23]
Gál 3:14  Yahshúa Ha Mashíaj hizo esto para que los Gentiles en unión con El puedan recibir la bendición anunciada a Avraham, a fin de que por medio de confiar con llenura de fe pudiéramos recibir lo que fue prometido, a saber, el Ruaj.[19]
Gál 3:15  Hermanos, déjenme hacer una analogía de la vida diaria: cuando alguien hace un juramento, nadie más puede anula rlo ni añadirle.[20]
Gál 3:16  Ahora bien, las promesas fueron hechas a Avraham y a su zera. No dice: "Y a sus zerot," como si hablara de muchos; por el contrario, habla de uno; "y a tu zera,"[Ge 12:7, 13;15, 17:7, 24:7] y este "uno" es el Mashíaj.[21]
Gál 3:17  He aquí, lo que estoy diciendo: La parte legal de la Toráh, que vino a existir cuatrocientos treinta años después, no anula un juramento hecho por YAHWEH, como para abolir la promesa.[22]
Gál 3:18  Porque si la herencia viene de la parte legal de la Toráh, ya no viene de la promesa. Pero YAHWEH se la dio a Avraham mediante la promesa.
Gál 3:19  Así que, ¿por qué la parte legal de la Toráh? Fue añadida para conocer las transgresiones, hasta la llegada de la simiente acerca de quién fue hecha la promesa.[23] Además, fue dada por medio de malajim y un mediador.
Gál 3:20  Ahora, el mediador implica que es para más de uno, pero YAHWEH es uno.[24]
Gál 3:21  ¿Quiere decir esto, que la parte legal de la Toráh está en oposición a las promesas de YAHWEH? ¡YAHWEH no lo permita! Porque si la Toráh hubiera tenido en ella misma el poder para dar vida, entonces la justificación realmente hubiera venido por seguir esa Toráh de una forma legalista.[25]
Gál 3:22  Pero en cambio, el Tanaj encierra todo bajo pecado, para que lo que fue prometido pudiera ser dado sobre la base de la confianza con llenura de fe de Yahshúa Ha Mashíaj, a los que permanecen confiando con llenura de fe.[26] .
Gál 3:23  Ahora bien, antes de que esta confianza con llenura de fe viniera, estábamos aprisionados en sujeción al sistema que resulta de pervertir la Toráh con legalismos, mantenida guardada, hasta que esta confianza con llenura de fe, por venir, fuera revelada.[27]
Gál 3:24  Por consiguiente, la Toráh funcionó como un administrador, hasta que vino el Mashíaj, a fin de que pudiéramos ser declarados justificados sobre la base de la confianza con llenura de fe.[28]
Gál 3:25  Pero ahora que ha venido esta confianza con llenura de fe, ya no estamos bajo administradores.[29]
Gál 3:26  Pues en unión con el Mashíaj, ustedes son hijos de YAHWEH por medio de la confianza con llenura de fe;
Gál 3:27  porque todos los que han sido sumergidos en el Mashíaj, han sido revestidos con el Mashíaj, en quien
Gál 3:28  ya no hay ni Judío ni Gentil; ni esclavo ni libre; ni varón ni hembra; porque en unión con el Mashíaj Yahshúa ustedes todos son uno.
Gál 3:29  También, si ustedes pertenecen al Mashíaj, son simiente de Avraham y herederos de acuerdo a la promesa.[30]

 


 

Gál 3:1  "¡Qué tontos son ustedes, gálatas! ¿Quién los embrujó? Les enseñamos claramente el significado de la muerte de Jesucristo en la cruz."
Gál 3:2  Sólo quiero que me contesten una cosa: ¿recibieron ustedes el Espíritu por cumplir la ley? Ustedes recibieron el Espíritu porque escucharon las buenas noticias y creyeron en ellas.
Gál 3:3  "Comenzaron su nueva vida con el Espíritu, ¿y ahora intentan perfeccionarla por sus propios medios? ¡Qué tontería!"
Gál 3:4  "Han pasado por muchas experiencias, ¿será que las van a desperdiciar? Quiero creer que no."
Gál 3:5  ¿Acaso Dios les da el Espíritu por cumplir la ley? ¿Acaso Dios hace milagros entre ustedes porque cumplen la ley? Dios les da el Espíritu y hace milagros porque escucharon las buenas noticias y creyeron en ellas.
Gál 3:6  "Lo mismo dice en las Escrituras sobre Abraham: ""Abraham creyó a Dios, y Dios tomó en cuenta la fe de Abraham y lo aprobó""."
Gál 3:7  Entonces tienen que saber que los verdaderos hijos de Abraham son los que tienen fe.
Gál 3:8  "Las Escrituras decían lo que pasaría en el futuro: Dios aprobaría a los que no son judíos por causa de su fe y le dio a Abraham esta buena noticia: ""Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti""."
Gál 3:9  Esto significa que todos los que tienen fe compartirán la misma bendición que recibió Abraham por haber creído.
Gál 3:10  "Pero los que se preocupan sólo por cumplir la ley están bajo maldición, porque dice la Escritura: ""Uno debe hacer todo lo que dice la ley y si no obedece siempre la ley, estará bajo maldición""."
Gál 3:11  "Entonces es claro que nadie logra estar bien con Dios a través de la ley. La Escritura dice: ""El que está bien con Dios, por la fe vivirá""."
Gál 3:12  "La ley no se basa en la fe. Por el contrario, como dice la Escritura: ""quien quiera tener vida cumpliendo la ley, debe obedecer todo lo que la ley exija""."
Gál 3:13  "Cristo pagó para librarnos de la maldición de la ley y aceptó estar bajo maldición en lugar de nosotros. La Escritura dice: ""maldito todo aquel cuyo cuerpo es colgado en un árbol""."
Gál 3:14  Cristo hizo eso para que las bendiciones que recibió Abraham llegaran a las demás naciones. Las bendiciones vienen a través de Jesucristo para que por medio de la fe pudiéramos recibir el Espíritu que Dios prometió.
Gál 3:15  "Hermanos, les voy a dar un ejemplo de la vida diaria: imagínense que alguien hace un pacto. Una vez que ese pacto es oficial, nadie puede agregarle ni cambiarle nada, ni mucho menos ignorarlo."
Gál 3:16  "Dios les hizo promesas a Abraham y a su ""descendiente"". La Escritura no dice: ""y a tus descendientes"" refiriéndose a muchos, sino que dice: ""y a tu descendiente"", refiriéndose a uno solo, Cristo."
Gál 3:17  Lo que estoy diciendo es que el pacto que Dios hizo con Abraham fue oficial mucho antes de que llegara la ley. La ley llegó cuatrocientos treinta años después. Por eso la ley no pudo anular el pacto ni cambiar las promesas de Dios.
Gál 3:18  "Las bendiciones que Dios nos prometió no las podemos recibir por obedecer la ley. Si fuera así, ya no sería una promesa de Dios, pero la verdad es que Dios entregó gratuitamente sus bendiciones a Abraham por medio de una promesa."
Gál 3:19  "Entonces, ¿para qué se hizo la ley? La ley fue dada después para mostrar las maldades que hace la gente contra la voluntad de Dios. La ley era válida hasta el momento en que llegara aquel descendiente que iba a recibir la promesa. Los ángeles le dieron la ley a Moisés, quien sirvió de mediador."
Gál 3:20  "Pero no hay necesidad de un mediador cuando el asunto tiene que ver con uno solo, y Dios es uno solo."
Gál 3:21  "¿Significa esto que la ley se opone a las promesas de Dios? ¡Claro que no! Si hubiera una ley que pudiera dar vida a la gente, entonces podríamos estar bien con Dios cumpliendo la ley."
Gál 3:22  Pero la Escritura dice que todos son prisioneros del pecado para que los que tienen fe en Jesucristo puedan recibir la promesa de Dios.
Gál 3:23  "Antes de llegar la fe, éramos prisioneros de la ley. No tuvimos libertad sino hasta que Dios nos mostró el camino de la fe que llegaba."
Gál 3:24  "Por eso, la ley era nuestro guardián hasta que llegó Cristo. Cuando llegó Cristo pudimos estar bien con Dios a través de la fe."
Gál 3:25  "Ahora que ha llegado la fe, nos liberamos de ese guardián que era la ley."
Gál 3:26  Todos ustedes fueron bautizados en Cristo y ahora están revestidos de él.
Gál 3:27  Esto demuestra que todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Gál 3:28  "No hay diferencia entre el judío y el que no es judío, ni entre el libre y el esclavo, ni entre el hombre y la mujer. Todos son iguales en Cristo Jesús."
Gál 3:29  "Entonces, si ustedes pertenecen a Cristo también son ""el descendiente"" de Abraham. Si son ""el descendiente"" de Abraham también son herederos de las promesas que Dios le hizo a él."

 


 
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