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Col 2:1 Pues, quiero sepáis cuán grande solicitud tengo por vosotros y los de Laodicea, y cuantos no han visto mi rostro en carne;
Col 2:2 para que se consuelen sus corazones, instruidos en caridad y para toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia, en conocimiento del misterio de Dios Padre y Cristo;
Col 2:3 en quien están todos los tesoros de la sabiduría y ciencia ocultos.
Col 2:4 Y esto digo, para que nadie os paralogice en argucias.
Col 2:5 Pues, aunque, con la carne estoy ausente; empero, con el espíritu, con vosotros estoy, gozándome y viendo vuestro orden y la firmeza de vuestra, en Cristo, fe.
Col 2:6 Como, pues, recibisteis a Cristo Jesús, el Señor, en él caminad,
Col 2:7 radicándoos y sobreedificándoos en él, y afianzándoos por la fe, según habéis aprendido, abundando, en él, en agradecimiento.
Col 2:8 Mirad, nadie haya que os prenda por la filosofía y vana falacia, según la tradición de los hombres, según los principios del mundo, y no según Cristo;
Col 2:9 porque en él inhabita toda la plenitud de la divinidad corporalmente;
Col 2:10 (y estáis en él llenos) el que es la cabeza de todo principado y potestad;
Col 2:11 en quien también habéis sido circuncidados con circuncisión no hecha a mano en despojo del cuerpo de la carne; en la circuncisión del Cristo,
Col 2:12 consepultados con él en el bautismo; en quien también conresucitasteis por la fe de la operación de Dios, el que le resucitó de entre los muertos.
Col 2:13 Y a vosotros, muertos estando en las caídas y el prepucio(a) de la carne vuestra, convivificó con él, condonándonos todas las caídas;
Col 2:14 borrando la a nosotros adversa escritura(b) con los decretos, que nos era contraria; y, quitándola del medio, clavóla en la cruz;
Col 2:15 despojando, a los principados y las potestades, exhibió confiadamente, triunfando de ellos en sí mismo.
Col 2:16 Nadie, pues, os juzgue en comida o en bebida, o en punto a fiesta o novilunio, o sábados;
Col 2:17 cosas que son sombra de lo futuro; pero el cuerpo(c) del Cristo.
Col 2:18 Nadie os condene(d) complacido(e) en humildad y culto de los ángeles; lo que no ha visto, usurpando, en vano inflándose por la mente de su carne;
Col 2:19 y no ateniéndose a la cabeza(f) ; de la cual todo el cuerpo, por los nexos y articulaciones suministrado(g) y conglomerado, crece con el crecimiento de Dios.
Col 2:20 Si habéis muerto con Cristo a los elementos del mundo ¿por qué, cual si vivieseis en el mundo, se os enseña:
Col 2:21 «No toques(h) ; no gustes(i) ; no palpes(j) »?
Col 2:22 (las cuales cosas son todas para ruina, con el uso) según los mandamientos y enseñanzas de los hombres;
Col 2:23 cosas que apariencia ciertamente tienen de sabiduría, en culto voluntario(k) , y humildad y despiedad con el cuerpo; no en honra alguna, para hartura de la carne.
Col 2:1 Pues quiero que sepáis qué lucha sostengo por vosotros y por los de Laodicea y por cuantos no han visto mi rostro en carne,
Col 2:2 para que sean confortados sus corazones y, estrechamente unidos en la caridad, alcancen todas las riquezas de la plena inteligencia y conozcan el misterio de Dios, que es Cristo,
Col 2:3 en el que se hallan escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia”
Col 2:4 Esto os digo para que nadie os engañe con argumentos capciosos;"
Col 2:5 pues aunque estoy ausente en la carne, en el espíritu estoy en medio de vosotros, alegrándome de vuestro buen concierto y de la firmeza de vuestra fe en Cristo.
Col 2:6 Pues como habéis recibido al Señor Cristo Jesús, andad en El,
Col 2:7 arraigados y fundados en El, corroborados por la fe, según la doctrina que habéis recibido, abundando en acción de gracias.
Col 2:8 Mirad que nadie os engañe con filosofías falaces y vanas, fundadas en tradiciones humanas, en los elementos del mundo y no en Cristo.
Col 2:9 Pues en El habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente,
Col 2:10 y estáis llenos en El, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Col 2:11 En El fuisteis circuncidados con una circuncisión no de mano de hombre, con la eliminación del cuerpo carnal, con la circuncisión de Cristo.
Col 2:12 Con El fuisteis sepultados en el bautismo y en El asimismo fuisteis resucitados por la fe en el poder de Dios, que le resucitó de entre los muertos.
Col 2:13 Y a vosotros, que muertos estabais por vuestros delitos y por el prepucio de vuestra carne, os vivificó con El, perdonándoos todos vuestros delitos,
Col 2:14 borrando el acta de los decretos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en la cruz;"
Col 2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los sacó valientemente a la vergüenza, triunfando de ellos en la cruz.
Col 2:16 Que ninguno, pues, os juzgue por la comida o la bebida, por las fiestas, los novilunios o los sábados,
Col 2:17 sombra de lo futuro, cuyo cuerpo es Cristo.
Col 2:18 Que nadie con afectada humildad o con el culto de los ángeles os prive del premio, haciendo alarde de visiones, hinchándose sin fundamento de su inteligencia carnal,
Col 2:19 y no asiéndose a la cabeza, por la cual el cuerpo entero, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece con crecimiento divino.
Col 2:20 Pues si con Cristo estáis muertos a los elementos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os dejáis subyugar?
Col 2:21 “No cojas, no gustes, no toques.”
Col 2:22 Todos éstos, ¿no son preceptos y enseñanzas humanas de cosas que con el uso se consumen?
Col 2:23 Son preceptos que implican cierta especie de sabiduría, de afectada piedad, humildad y severidad con el cuerpo, pero sin valor alguno, si no es para satisfacción de la carne.
Col 2:1 Yo quiero que sepan que estoy luchando mucho, tanto por ustedes, los de la iglesia en el pueblo de Laodicea, como por los que no me conocen personalmente.
Col 2:2 Y lucho para animarlos a todos, y para que se mantengan unidos en el amor de Cristo, y así lleguen a tener la plena seguridad de comprender todo el plan que Dios y Cristo habían mantenido en secreto.
Col 2:3 Todas las riquezas de la sabiduría y del conocimiento se encuentran presentes en Cristo.
Col 2:4 Les digo esto para que nadie los engañe con frases bonitas, pero falsas.
Col 2:5 Porque, aunque no estoy con ustedes, siempre los recuerdo y me alegro de saber que son ordenados, y que siguen confiando plenamente en Jesucristo.
Col 2:6 Ustedes han aceptado a Jesucristo como su dueño y Señor. Por eso, deben vivir como a él le agrada.
Col 2:7 Tal como se les enseñó, confíen cada vez más en él, y vivan obedeciendo sus enseñanzas para ser cada vez mejores, y den siempre gracias a Dios.
Col 2:8 Tengan cuidado. No presten atención a los que quieren engañarlos con ideas y razonamientos que parecen contener sabiduría, pero que sólo son enseñanzas humanas. Esa gente obedece a los espíritus poderosos de este mundo, y no a Cristo.
Col 2:9 Cristo es completamente igual a Dios,
Col 2:10 y reina sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad. A ustedes no les falta nada, pues están unidos a Cristo.
Col 2:11 Los judíos se circuncidan en señal de que son parte del pueblo de Dios. Pero a ustedes Dios los hizo parte de su pueblo al unirlos a Cristo, y así les quitó el deseo de seguir pecando. Esa fue la circuncisión que Dios mismo les hizo.
Col 2:12 Cuando ustedes fueron bautizados, fueron sepultados con Cristo. Y resucitaron con él, porque confiaron en el poder de Dios.
Col 2:13 Antes, ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados.
Col 2:14 La ley escrita estaba en contra de nosotros, pero Dios le puso fin por medio de la muerte de Cristo en la cruz.
Col 2:15 Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso.
Col 2:16 No dejen que nadie los critique por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertas fiestas ni respetan los días de luna nueva o de descanso.
Col 2:17 Todo eso no era más que la sombra engañosa de lo que estaba por venir. Lo real y verdadero es Cristo.
Col 2:18 Así que no dejen que nadie los condene, y menos esa gente que adora a los ángeles y que aparenta ser humilde. Dicen que ven visiones, pero mienten. Sus pensamientos los llenan de orgullo, pero sólo piensan cosas malas.
Col 2:19 Esa gente no está unida a Cristo, que es quien gobierna a la iglesia y quien le da más y más fuerzas. Cristo le da a la iglesia todo lo que necesita, y une a todos sus miembros de acuerdo con el plan de Dios.
Col 2:20 Ustedes están unidos a Cristo por medio de su muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo. Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen
Col 2:21 «no toquen esto», «no coman eso», «no prueben aquello»?
Col 2:22 Esas reglas no son más que enseñanzas humanas, que con el tiempo van perdiendo su valor.
Col 2:23 No se puede negar que son útiles, porque enseñan acerca de la conducta religiosa, la humildad y el dominio del cuerpo. Pero lo cierto es que no ayudan a combatir los malos deseos de nuestra naturaleza humana.
Col 2:1 Porque deseo que sepáis las inquietudes que padezco por vosotros, y por los de Laodicea, y aun por aquellos fieles que todavía no me conocen de vista,
Col 2:2 a fin de que sean consolados sus corazones, y que estando bien unidos por la caridad, sean llenados de todas las riquezas de una perfecta inteligencia, para conocer el misterio de Dios Padre, y de Jesucristo,
Col 2:3 en quien están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Col 2:4 Y digo esto, para que nadie os deslumbre con sus sutiles discursos.
Col 2:5 Pues aunque con el cuerpo estoy ausente, no obstante con el espíritu estoy con vosotros, alegrándome de ver vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo .
Col 2:6 Ya, pues, que habéis recibido por Señor a Jesucristo, seguid sus pasos,
Col 2:7 unidos a él como a vuestra raíz, y edificados sobre él como sobre vuestro fundamento, y confirmados en la fe que se os ha enseñado, creciendo más y más en ella con continuas acciones de gracias.
Col 2:8 Estad sobre aviso para que nadie os seduzca por medio de una filosofía inútil y falaz, y con vanas sutilezas, fundadas sobre la tradición de los hombres, conforme a las máximas del mundo, y no conforme a la doctrina de Jesucristo,
Col 2:9 porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente, esto es, real y sustancialmente,
Col 2:10 y lo tenéis todo en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Col 2:11 En el cual fuisteis vosotros también circuncidados, con circuncisión no carnal o hecha por mano que cercena la carne del cuerpo, sino con la circuncisión de Cristo ,
Col 2:12 siendo sepultados con él por el bautismo , y con él resucitados a la vida de la gracia por la fe que tenéis del poder de Dios, que le resucitó de la muerte.
Col 2:13 En efecto, cuando estabais muertos por vuestros pecados y por la incircuncisión o desorden de vuestra carne, entonces os hizo revivir con él, perdonándoos graciosamente todos los pecados;
Col 2:14 y cancelada la cédula del decreto firmado contra nosotros, que nos era contrario, la quitó de en medio, enclavándola en la cruz.
Col 2:15 Y despojando con esto a los principados y potestades infernales, los sacó valerosamente en público, y los llevó delante de sí, triunfando sobre ellos en su propia persona, o por su pasión y muerte.
Col 2:16 Nadie, pues, os condene por razón de la comida, o bebida, o en punto de días festivos, o de novilunios, o de sábados, u otras observancias de la ley,
Col 2:17 cosas todas que eran sombra de las que habían de venir; mas el cuerpo, o la realidad de ellas, es Cristo .
Col 2:18 Nadie os extravíe del recto camino, afectando humildad, enredándoos con un culto supersticioso de los ángeles, metiéndose en hablar de cosas que no ha visto, hinchado vanamente de su prudencia carnal,
Col 2:19 y no estando unido con la cabeza, que es Jesucristo, de la cual todo el cuerpo alimentado y organizado por medio de los nervios y junturas va creciendo por el aumento que es de Dios.
Col 2:20 Si habéis muerto, pues, con Cristo en orden a aquellas primeras y elementales instrucciones del mundo, ¿por qué las queréis considerar todavía por leyes vuestras, como si vivieseis en la época aquella del mundo?
Col 2:21 No comáis, se os dice, ni gustéis, ni toquéis esto o aquello;
Col 2:22 no obstante que todas estas cosas, prescritas por ordenanzas y doctrinas humanas, son tales que se destruyen con el uso mismo que de ellas se hace.
Col 2:23 Pero en ellas hay verdaderamente una especie de sabiduría cristiana en su observancia libre y acompañada de humildad, y en castigar al cuerpo y no contemplar nuestra carne.
Col 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
Col 2:2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
Col 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Col 2:5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
Col 2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
Col 2:7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Plenitud de vida en Cristo
Col 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Col 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
Col 2:10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Col 2:11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
Col 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.(A)
Col 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,(B) perdonándoos todos los pecados,
Col 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,(C)
Col 2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Col 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,(D)
Col 2:17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
Col 2:18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
Col 2:19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.(E)
Col 2:20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
Col 2:21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
Col 2:22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
Col 2:23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Col 2:1 Porque quiero que sepáis cuán grande solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en carne;
Col 2:2 para que tomen consolación sus corazones, unidos en caridad, y en todas las riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio del Dios y Padre, y del Cristo;
Col 2:3 en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Col 2:5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro orden y la firmeza de vuestra fe en el Cristo.
Col 2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesús, el Cristo, andad en él;
Col 2:7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como lo habéis aprendido, creciendo en ella con acciones de gracias.
Col 2:8 Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según el Cristo,
Col 2:9 porque en él habita toda plenitud de la Divinidad corporalmente,
Col 2:10 y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad.
Col 2:11 En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de la carne, en la circuncisión del Cristo;
Col 2:12 sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.
Col 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
Col 2:14 Rayendo la cédula de los decretos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en el madero;
Col 2:15 y despojando los principados y las potestades, sacándolos a la vergüenza en público, confiadamente triunfando de ellos en él.
Col 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados;
Col 2:17 lo cual es la sombra de lo que estaba por venir; mas el cuerpo es del Cristo.
Col 2:18 Que nadie os gobierne a su voluntad con pretexto de humildad y religión de ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, andando hinchado en el vano sentido de su carne,
Col 2:19 y no manteniendo el vínculo a la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y unido por sus ligaduras y coyunturas, creciendo en aumento de Dios.
Col 2:20 Pues si sois muertos con el Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, decretáis ritos:
Col 2:21 No toques, No gustes, No trates?
Col 2:22 Los cuales perecen en el mismo uso por ser mandamientos y doctrinas de hombres.
Col 2:23 Las cuales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto a la voluntad y humildad, y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Col 2:1 For I would that ye knew what great conflict I have for you, and for them at Laodicea, and for as many as have not seen my face in the flesh;
Col 2:2 That their hearts might be comforted, being knit together in love, and unto all riches of the full assurance of understanding, to the acknowledgement of the mystery of God, and of the Father, and of Christ;
Col 2:3 In whom are hid all the treasures of wisdom and knowledge.
Col 2:4 And this I say, lest any man should beguile you with enticing words.
Col 2:5 For though I be absent in the flesh, yet am I with you in the spirit, joying and beholding your order, and the stedfastness of your faith in Christ.
Col 2:6 As ye have therefore received Christ Jesus the Lord, so walk ye in him:
Col 2:7 Rooted and built up in him, and stablished in the faith, as ye have been taught, abounding therein with thanksgiving.
Col 2:8 Beware lest any man spoil you through philosophy and vain deceit, after the tradition of men, after the rudiments of the world, and not after Christ.
Col 2:9 For in him dwelleth all the fulness of the Godhead bodily.
Col 2:10 And ye are complete in him, which is the head of all principality and power:
Col 2:11 In whom also ye are circumcised with the circumcision made without hands, in putting off the body of the sins of the flesh by the circumcision of Christ:
Col 2:12 Buried with him in baptism, wherein also ye are risen with him through the faith of the operation of God, who hath raised him from the dead.
Col 2:13 And you, being dead in your sins and the uncircumcision of your flesh, hath he quickened together with him, having forgiven you all trespasses;
Col 2:14 Blotting out the handwriting of ordinances that was against us, which was contrary to us, and took it out of the way, nailing it to his cross;
Col 2:15 And having spoiled principalities and powers, he made a shew of them openly, triumphing over them in it.
Col 2:16 Let no man therefore judge you in meat, or in drink, or in respect of an holyday, or of the new moon, or of the sabbath days:
Col 2:17 Which are a shadow of things to come; but the body is of Christ.
Col 2:18 Let no man beguile you of your reward in a voluntary humility and worshipping of angels, intruding into those things which he hath not seen, vainly puffed up by his fleshly mind,
Col 2:19 And not holding the Head, from which all the body by joints and bands having nourishment ministered, and knit together, increaseth with the increase of God.
Col 2:20 Wherefore if ye be dead with Christ from the rudiments of the world, why, as though living in the world, are ye subject to ordinances,
Col 2:21 (Touch not; taste not; handle not;
Col 2:22 Which all are to perish with the using;) after the commandments and doctrines of men?
Col 2:23 Which things have indeed a shew of wisdom in will worship, and humility, and neglecting of the body; not in any honour to the satisfying of the flesh.
Col 2:1 Quiero que sepáis qué dura lucha estoy sosteniendo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me han visto personalmente,
Col 2:2 para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios,
Col 2:3 en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Col 2:4 Os digo esto para que nadie os seduzca con discursos capciosos.
Col 2:5 Pues, si bien estoy corporalmente ausente, en espíritu me hallo con vosotros, alegrándome de ver vuestra armonía y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
Col 2:6 Vivid, pues, según Cristo Jesús, el Señor, tal como le habéis recibido;
Col 2:7 enraizados y edificados en él; apoyados en la fe, tal como se os enseñó, rebosando en acción de gracias.
Col 2:8 Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo.
Col 2:9 Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente,
Col 2:10 y vosotros alcanzáis la plenitud en él, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad;
Col 2:11 en él también fuisteis circuncidados con la circuncisión no quirúrgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo mortal, por la circuncisión en Cristo.
Col 2:12 Sepultados con él en el bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que resucitó de entre los muertos.
Col 2:13 Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y en vuestra carne incircuncisa, os vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos.
Col 2:14 Canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la suprimió clavándola en la cruz.
Col 2:15 Y, una vez despojados los Principados y las Potestades, los exhibió públicamente, incorporándolos a su cortejo triunfal.
Col 2:16 Por tanto, que nadie os critique por cuestiones de comida o bebida, o a propósito de fiestas, de novilunios o sábados.
Col 2:17 Todo esto es sombra de lo venidero; pero la realidad es el cuerpo de Cristo.
Col 2:18 Que nadie os prive del premio a causa del gusto por ruines prácticas, del culto de los ángeles, obsesionado por lo que vio, vanamente hinchado por su mente carnal,
Col 2:19 en lugar de mantenerse unido a la Cabeza, de la cual todo el Cuerpo, por medio de junturas y ligamentos, recibe nutrición y cohesión, para realizar su crecimiento en Dios.
Col 2:20 Una vez que habéis muerto con Cristo a los elementos del mundo ¿por qué sujetaros, como si aún vivierais en el mundo, a preceptos como
Col 2:21 «no tomes», «no gustes», «no toques»,
Col 2:22 cosas todas destinadas a perecer con el uso y debidas a = preceptos y doctrinas puramente humanos? =
Col 2:23 Tales cosas tienen una apariencia de sabiduría por su piedad afectada, sus mortificaciones y su rigor con el cuerpo; pero sin valor alguno contra la insolencia de la carne.
Col 2:1 Pues quiero que sepan que estoy luchando duramente por ustedes, por los de Laodicea y por todos los que no me han visto personalmente.
Col 2:2 Lucho para que ellos reciban ánimo en su corazón, para que permanezcan unidos en amor y enriquecidos con un perfecto entendimiento que les permita comprender el designio secreto de Dios, que es Cristo mismo;
Col 2:3 pues en él están encerradas todas las riquezas de la sabiduría y del conocimiento. [1]
Col 2:4 Esto se lo digo a ustedes para que nadie los engañe con palabras seductoras.
Col 2:5 Pues aunque no estoy presente entre ustedes en persona, lo estoy en espíritu, y me alegra ver que tienen orden y que se mantienen firmes en su fe en Cristo.
Col 2:6 Por eso, habiendo recibido a Jesucristo como su Señor, deben comportarse como quienes pertenecen a Cristo,
Col 2:7 con profundas raíces en él, firmemente basados en él por la fe, como se les enseñó, y dando siempre gracias a Dios.
Col 2:8 Tengan cuidado: no se dejen llevar por quienes los quieren engañar con teorías y argumentos falsos, pues ellos no se apoyan en Cristo, sino en las tradiciones de los hombres y en los poderes que dominan este mundo.
Col 2:9 Porque toda la plenitud de Dios se encuentra visiblemente en Cristo,
Col 2:10 y en él Dios los hace experimentar todo su poder, pues Cristo es cabeza de todos los seres espirituales que tienen poder y autoridad. [2]
Col 2:11 En él también, ustedes han sido circuncidados, no con una circuncisión hecha por los hombres, sino con la circuncisión hecha por Dios al unirlos a Cristo y despojarlos de su naturaleza pecadora. [3]
Col 2:12 Al ser bautizados, ustedes fueron sepultados con Cristo, y fueron también resucitados con él, [4] porque creyeron en el poder de Dios, que lo resucitó.
Col 2:13 Ustedes, en otro tiempo, estaban muertos espiritualmente a causa de sus pecados y por no haberse despojado de su naturaleza pecadora; pero ahora Dios les ha dado vida juntamente con Cristo, en quien nos ha perdonado todos los pecados.
Col 2:14 Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz. [5]
Col 2:15 Dios despojó de su poder a los seres espirituales que tienen potencia y autoridad, [6] y por medio de Cristo los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso.
Col 2:16 Por tanto, que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o sábados. [7]
Col 2:17 Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, perola verdadera realidad es Cristo.
Col 2:18 No dejen que los condenen esos que se hacen pasar por muy humildes y que dan culto a los ángeles, que pretenden tener visiones y que se hinchan de orgullo a causa de sus pensamientos humanos.
Col 2:19 Ellos no están unidos a la cabeza, la cual hace crecer todo el cuerpo al alimentarlo y unir cada una de sus partes conforme al plan de Dios. [8]
Col 2:20 Ustedes han muerto con Cristo[9] y ya no están sujetos a los poderes que dominan este mundo. [10] ¿Por qué, pues, viven como si todavía fueran del mundo, sometidos a reglas tales
Col 2:21 como: "No toques eso, no comas aquello, no lo tomes en tus manos"?
Col 2:22 Todas estas reglas tienen que ver con cosas que se acaban con el uso, y solo son mandatos y enseñanzas de hombres. [11]
Col 2:23 Es verdad que tales cosas pueden parecer sabias, porque exigen cierta religiosidad y humildad y duro trato del cuerpo, pero son cosas que no honran a nadie, pues solo sirven para satisfacer los deseos puramente humanos.
Col 2:1 Porque quiero que se den cuenta de cuán grande lucha tengo a favor de ustedes y a favor de los que están en Laodicea y de todos los que no han visto mi rostro en la carne,
Col 2:2 para que los corazones de ellos sean consolados, a fin de que ellos estén unidos armoniosamente en amor, y con miras a [alcanzar] todas las riquezas de la plena seguridad de [su] entendimiento, con miras a un conocimiento exacto del secreto sagrado de Dios, a saber, Cristo.
Col 2:3 Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Esto lo digo para que nadie los alucine con argumentos persuasivos.
Col 2:5 Porque aunque estoy ausente en la carne, sin embargo estoy con ustedes en el espíritu, regocijándome y contemplando su buen orden y la firmeza de su fe para con Cristo.
Col 2:6 Por lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él,
Col 2:7 arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de [fe] en acción de gracias.
Col 2:8 Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo;
Col 2:9 porque en él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina.
Col 2:10 De modo que ustedes están poseídos de una plenitud por medio de él, que es la cabeza de todo gobierno y autoridad.
Col 2:11 Por su relación con él también fueron circuncidados con una circuncisión hecha sin manos mediante desnudarse del cuerpo de la carne, por la circuncisión que pertenece al Cristo,
Col 2:12 porque ustedes fueron enterrados con él en [su] bautismo, y por relación con él también fueron levantados juntos mediante la fe [de ustedes] en la operación de Dios, que lo levantó de entre los muertos.
Col 2:13 Además, aunque estaban muertos en sus ofensas y en el estado incircunciso de su carne, [Dios] los vivificó junto con él. Bondadosamente nos perdonó todas nuestras ofensas
Col 2:14 y borró el documento manuscrito contra nosotros, que consistía en decretos y que estaba en oposición a nosotros; y Él lo ha quitado del camino clavándolo al madero de tormento.
Col 2:15 Desnudando por completo a los gobiernos y a las autoridades, los exhibió a la vista pública como vencidos, y los condujo en una procesión triunfal mediante ello.
Col 2:16 Por lo tanto, que nadie los juzgue en el comer y beber, o respecto de una fiesta, o de una observancia de la luna nueva, o de un sábado;
Col 2:17 porque esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo.
Col 2:18 Que no los prive del premio nadie que se deleite en una humildad [ficticia] y en una forma de adoración de los ángeles, “plantándose en” las cosas que ha visto, hinchado sin debida razón por su disposición de ánimo carnal,
Col 2:19 puesto que no está firmemente adherido a la cabeza, a aquel de quien todo el cuerpo, suministrado y armoniosamente unido por medio de sus coyunturas y ligamentos, sigue creciendo con el crecimiento que Dios da.
Col 2:20 Si ustedes murieron junto con Cristo para con las cosas elementales del mundo, ¿por qué, como si vivieran en el mundo, se sujetan aún a los decretos:
Col 2:21 “No toques, ni gustes, ni palpes”,
Col 2:22 respecto a cosas que están destinadas, todas, a la destrucción por el uso, de acuerdo con los mandatos y enseñanzas de los hombres?
Col 2:23 Esas mismísimas cosas, en verdad, tienen una apariencia de sabiduría en una forma autoimpuesta de adoración y humildad [ficticia], un tratamiento severo del cuerpo; pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne.
Col 2:1 Yo quiero que sepan que estoy luchando mucho, tanto por ustedes, los de la iglesia en el pueblo de Laodicea, como por los que no me conocen personalmente.
Col 2:2 Y lucho para animarlos a todos, y para que se mantengan unidos en el amor de Cristo, y así lleguen a tener la plena seguridad de comprender todo el plan que Dios y Cristo habían mantenido en secreto.
Col 2:3 Todas las riquezas de la sabiduría y del conocimiento se encuentran presentes en Cristo.
Col 2:4 Les digo esto para que nadie los engañe con frases bonitas, pero falsas.
Col 2:5 Porque, aunque no estoy con ustedes, siempre los recuerdo y me alegro de saber que son ordenados, y que siguen confiando plenamente en Jesucristo.
Col 2:6 Ustedes han aceptado a Jesucristo como su dueño y Señor. Por eso, deben vivir como a él le agrada.
Col 2:7 Tal como se les enseñó, confíen cada vez más en él, y vivan obedeciendo sus enseñanzas para ser cada vez mejores, y den siempre gracias a Dios.
Col 2:8 Tengan cuidado. No presten atención a los que quieren engañarlos con ideas y razonamientos que parecen contener sabiduría, pero que sólo son enseñanzas humanas. Esa gente obedece a los espíritus poderosos de este mundo, y no a Cristo.
Col 2:9 Cristo es completamente igual a Dios,
Col 2:10 y reina sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad. A ustedes no les falta nada, pues están unidos a Cristo.
Col 2:11 Los judíos se circuncidan en señal de que son parte del pueblo de Dios. Pero a ustedes Dios los hizo parte de su pueblo al unirlos a Cristo, y así les quitó el deseo de seguir pecando. Esa fue la circuncisión que Dios mismo les hizo.
Col 2:12 Cuando ustedes fueron bautizados, fueron sepultados con Cristo. Y resucitaron con él, porque confiaron en el poder de Dios.
Col 2:13 Antes, ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados.
Col 2:14 La ley escrita estaba en contra de nosotros, pero Dios le puso fin por medio de la muerte de Cristo en la cruz.
Col 2:15 Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso.
Col 2:16 No dejen que nadie los critique por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertas fiestas ni respetan los días de luna nueva o de descanso.
Col 2:17 Todo eso no era más que la sombra engañosa de lo que estaba por venir. Lo real y verdadero es Cristo.
Col 2:18 Así que no dejen que nadie los condene, y menos esa gente que adora a los ángeles y que aparenta ser humilde. Dicen que ven visiones, pero mienten. Sus pensamientos los llenan de orgullo, pero sólo piensan cosas malas.
Col 2:19 Esa gente no está unida a Cristo, que es quien gobierna a la iglesia y quien le da más y más fuerzas. Cristo le da a la iglesia todo lo que necesita, y une a todos sus miembros de acuerdo con el plan de Dios.
Col 2:20 Ustedes están unidos a Cristo por medio de su muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo. Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen
Col 2:21 «no toquen esto», «no coman eso», «no prueben aquello»?
Col 2:22 Esas reglas no son más que enseñanzas humanas, que con el tiempo van perdiendo su valor.
Col 2:23 No se puede negar que son útiles, porque enseñan acerca de la conducta religiosa, la humildad y el dominio del cuerpo. Pero lo cierto es que no ayudan a combatir los malos deseos de nuestra naturaleza humana.
Col 2:1 Pues yo quiero que sepan el arduo trabajo que hago por ustedes, por los de Laodicea, y por el resto, los que no me conocen personalmente.
Col 2:2 Mi propósito es que ellos sean animados, que sean unidos en amor, y para que tengan todas las riquezas derivadas de estar seguros de entender y puedan conocer a plenitud la verdad del secreto de YAHWEH, ¡qué es el Mashíaj![12]
Col 2:3 Es en El que todos los tesoros de sabiduría y conocimiento están escondidos.[13]
Col 2:4 Les digo esto para que nadie los engañe con razonamientos convincentes, pero de poco fiar, caprichosos.[14]
Col 2:5 Porque aunque yo esté lejos de ustedes físicamente, estoy con ustedes en ruaj, regocijándome según veo disciplina y firmeza inflexible en su confianza en el Mashíaj.
Col 2:6 Tal como recibieron al Mashíaj Yahshúa como Adón, sigan viviendo sus vidas unidos con El.
Col 2:7 Manténganse profundamente arraigados en El; continúen siendo edificados en El y confirmados en su confianza, de la manera que se les enseñó, para que rebocen en acciones de gracias.
Col 2:8 Estén atentos, que nadie los esté llevando cautivos por medio de engaños y filosofías huecas, siguiendo tradiciones humanas de acuerdo a los ruajim elementales del mundo, pero no en acuerdo con el Mashíaj.[15]
Col 2:9 Porque en El habita corporalmente toda la plenitud de lo que YAHWEH es.
Col 2:10 Y es en unión con El que ustedes están completos, El es la cabeza de todo gobierno y autoridad.
Col 2:11 También fue en unión con El que fueron circuncidados no con circuncisión hecha con manos humanas, sino cumplida por medio de despojarse del control de la vieja naturaleza sobre el cuerpo. En esta circuncisión hecha por el Mashíaj,
Col 2:12 fueron sepultados juntamente con El por haber sido sumergidos; y en unión con El también fueron resucitados por la llenura de fe de YAHWEH que se manifestó cuando levantó a Yahs húa de los muertos.[16]
Col 2:13 Ustedes estaban muertos por sus propios pecados, esto es, por su "prepucio," [17] su vieja naturaleza.[18] Pero YAHWEH les dio vida, juntamente con el Mashíaj, perdonando todos sus pecados.
Col 2:14 El canceló el documento de deuda en contra nuestra. Por causa de las regulaciones, estaba como testimonio en contra nuestra; pero El lo removió, clavándolo en la estaca de ejecución.[19]
Col 2:15 Despojando a los gobernadores y autoridades de su poder; los exhibió públicamente como espectáculo, triunfando sobre ellos por medio de la estaca.
Col 2:16 Por tanto, no dejen que nadie los juzgue[20] en conexión a la comida o la bebida, con relación a una festividad Judía, o Rosh-Hodesh, o Shabbat.
Col 2:17 Estas son sombras de cosas que han de venir, pero el cuerpo es del Mashíaj.[21]
Col 2:18 No permitan que nadie les niegue su premio, insistiendo en que mortifiquen al cuerpo o dando culto a los malajim.[22] Estas gentes siempre se basan en alguna visión que han tenido y vanamente se hinchan a sí mismos por su apariencia mundana.[23]
Col 2:19 Ellos se equivocan al no sujetarse de la Cabeza, de quién todo el cuerpo recibe provisiones y siendo mantenido unido por las coyunturas y ligamentos, crece como YAHWEH desea que crezca.
Col 2:20 Si juntamente con el Mashíaj, ustedes murieron a los ruajim elementales del mundo, entonces, ¿por qué, como si todavía pertenecieran al mundo, se dejan molestar por sus reglas? Tales como:
Col 2:21 "¡No toques esto!" "¡No comas aquello!" "¡No uses esto otro!"
Col 2:22 Dichas prohibiciones se relacionan con cosas diseñadas a destruirse con el uso [¡No por ser rechazadas!], y son basadas en mandamientos y enseñanzas de hombres.[24] [Is 29:13]
Col 2:23 Ellas, en verdad, tienen la apariencia exterior de sabiduría con sus observancias religiosas auto- impuestas a sí, falsa humildad y ascetismo, pero no tienen ningún valor contra los apetitos de la vieja naturaleza.
Col 2:1 "Quiero que sepan que el gran esfuerzo que hago es para ayudarlos a ustedes, a los que están en Laodicea y a todos aquellos que no conozco personalmente."
Col 2:2 "Me esfuerzo porque quiero que reciban consuelo y que estén animados y unidos en amor. Quiero que tengan la sólida convicción que viene del entendimiento para que conozcan muy bien el plan secreto que Dios les ha descubierto ahora. Ese secreto es Cristo mismo,"
Col 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Les digo esto para que nadie los engañe ni les diga algo que parezca cierto pero que en realidad es falso.
Col 2:5 "Aunque no estoy presente allá, los acompaño de corazón. Me siento feliz de saber que ustedes tienen una vida ordenada y que su fe en Cristo es muy fuerte."
Col 2:6 "Ya que ustedes han aceptado a Jesucristo como Señor, vivan como él quiere."
Col 2:7 "Planten su raíz en Cristo y tómenlo como base sólida para construir su vida. Fortalezcan su fe, vivan en la verdad que se les enseñó y siempre sean agradecidos."
Col 2:8 "¡Ojo! Que nadie los aleje del camino correcto. No se dejen engañar por gente que viene con ideas falsas y palabras que no significan nada. Esas ideas vienen de los poderes espirituales del mundo y de las tradiciones de los hombres, no vienen de Cristo."
Col 2:9 "Todo lo que Dios es, vive en Cristo, en su cuerpo humano."
Col 2:10 "En Cristo, ustedes están completos y no necesitan nada más pues él está por encima de todos los gobernantes y poderes."
Col 2:11 "Cuando Cristo los liberó del poder de su personalidad inclinada al pecado, fueron circuncidados con otra clase de circuncisión, hecha por él y no por seres humanos."
Col 2:12 "Al bautizarse, ustedes fueron sepultados junto con Cristo, y también en el bautismo fueron resucitados con él. Eso fue posible debido a la fe en el poder de Dios, demostrado cuando hizo resucitar a Cristo de la muerte."
Col 2:13 "Ustedes estaban espiritualmente muertos debido a sus pecados y a que no fueron circuncidados, pero Dios les dio la vida junto a Cristo y nos perdonó todos los pecados."
Col 2:14 "Teníamos una deuda porque no cumplimos las leyes de Dios. La cuenta de cobro tenía todos los cargos contra nosotros, pero Dios nos perdonó la deuda y clavó la cuenta en la cruz."
Col 2:15 "Dios venció a todos los poderes y fuerzas espirituales a través de la cruz, desarmándolos y obligándolos a desfilar derrotados ante el mundo."
Col 2:16 "Por eso les digo: no permitan que nadie les diga lo que tienen que comer o beber. Tampoco se sientan obligados a celebrar las festividades judías: fiestas de guardar, celebración de luna nueva o días de descanso."
Col 2:17 "Esas son cosas del pasado, imágenes borrosas de lo que estaba por venir. Pero ahora, tenemos a Cristo que es la realidad."
Col 2:18 "Hay gente que aparenta tener humildad, adora a los ángeles, siempre habla de las visiones que ha tenido y quiere que todos la imiten. No les hagan caso ni dejen que decidan lo que ustedes deben hacer. Ellos presumen de lo que no han visto y se guían sólo por ideas humanas."
Col 2:19 "No están bajo el mando de Cristo, quien es la cabeza y de quien depende todo el cuerpo. Cristo es quien hace posible que todas las partes del cuerpo estén unidas y se ayuden mutuamente, fortaleciendo y manteniendo unido al cuerpo para que crezca como Dios quiere."
Col 2:20 Ustedes murieron con Cristo y fueron librados de los poderes espirituales del mundo. Por eso les pregunto: ¿Por qué todavía siguen reglas como:
Col 2:21 """no coman esto, no prueben esto otro, no toquen aquello""?"
Col 2:22 Esas reglas hablan de lo que se acaba con el uso y no son mandamientos de Dios sino enseñanzas humanas.
Col 2:23 "Parecen ser sabias porque requieren que la gente practique una intensa devoción, que se niegue sí misma y que castigue severamente el cuerpo, pero no ayudan a controlar los malos deseos de nuestra personalidad inclinada a pecar."
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