La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 2 Timoteo
2Ti 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, según promesa de vida, la en Cristo Jesús,
2Ti 1:2 a Timoteo, amado hijo: gracia, misericordia, paz, de Dios Padre y Cristo Jesús, nuestro Señor.
2Ti 1:3 Agradecimiento tengo al Dios a quien sirvo, desde progenitores, en pura conciencia, que ininterrumpida tengo de ti memoria en mis oraciones noche y día;
2Ti 1:4 anhelando verte, recordando tus lágrimas(a) , para de gozo llenarme;
2Ti 1:5 a la memoria trayendo la en ti infingida fe; la que inhabitó primero en tu abuela, Lóide, y tu madre, Eunice; y persuadido estoy de que también en ti.
2Ti 1:6 Por la cual causa te recuerdo que reinflames el carisma de Dios, que hay en ti por la imposición de mis manos.
2Ti 1:7 Pues no nos ha dado Dios espíritu de timidez, sino de fuerza, y caridad y templanza.
2Ti 1:8 No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero, sino que males padece, con el Evangelio, según la virtud de Dios(b) ,
2Ti 1:9 el que nos ha salvado y llamado con llamamiento santo, no, según nuestras obras, sino según propia determinación y gracia, la dada a nosotros, en Cristo Jesús, antes de tiempos seculares(c) ;
2Ti 1:10 y manifestada ahora por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo; que, así abolió la muerte como iluminó vida e incorruptibilidad, por el Evangelio;
2Ti 1:11 para lo cual he sido puesto yo predicador, y apóstol y maestro de gentes.
2Ti 1:12 Por la cual causa también esto padezco; empero no me avergüenzo; pues sé a quién he creído, y persuadido estoy de que poderoso es para el depósito mío custodiar hasta aquel día.
2Ti 1:13 Dechado ten de sanas palabras, las que de mí has oído en fe y amor el en Cristo Jesús.
2Ti 1:14 El bello depósito custodia, por el Espíritu Santo el que inhabita en nosotros.
2Ti 1:15 Sabes esto: que se han apartado de mí todos los del Asia; de los que es Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:16 Dé misericordia el Señor a la de Onesíforo casa; porque muchas veces me ha refrigerado y de mi cadena no avergonzádose;
2Ti 1:17 sino que, viniendo a Roma, diligentemente buscóme y halló.
2Ti 1:18 Déle el Señor hallar misericordia de Señor en aquel día. Y cuanto en éfeso ministró, mejor tú conoces.
2Ti 1:1 Pablo, por voluntad de Dios apóstol de Cristo Jesús según la promesa de vida en Cristo Jesús,
2Ti 1:2 a Timoteo, mi amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Señor.
2Ti 1:3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis mayores, con pura conciencia, y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche y día,
2Ti 1:4 deseoso de verte, acordándome de tus lágrimas, para llenarme de gozo,
2Ti 1:5 avivando el recuerdo de tu sincera fe, que fue también la de tu abuela, Loide, y la de tu madre, Eunice, y que no dudo es la tuya.
2Ti 1:6 Por esto te amonesto que hagas revivir la gracia de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
2Ti 1:7 Que no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de templanza.
2Ti 1:8 No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; antes soporta con fortaleza los trabajos por la causa del Evangelio, fiado en el poder de Dios,"
2Ti 1:9 que nos salvó y nos llamó con vocación santa, no en virtud de nuestras obras, sino de su propósito y de la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos,
2Ti 1:10 y manifestada al presente por la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que aniquiló la muerte y sacó a luz la vida y la incorrupción por medio del Evangelio,
2Ti 1:11 del cual yo he sido hecho heraldo, apóstol y doctor.
2Ti 1:12 Por esta causa sufro, perov no me avergüenzo, porque sé a quién me he confiado, y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
2Ti 1:13 Retén la forma de los sanos discursos que de mí oíste, inspirados en la fe y en la caridad en Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Guarda el buen depósito por la virtud del Espíritu Santo, que mora en nosotros.
2Ti 1:15 Ya sabes cómo me han vuelto la espalda todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:16 Haga el Señor misericordia a la familia de Onesiforo, porque muchas veces me ha aliviado y no se avergonzó de mis cadenas,
2Ti 1:17 antes, estando en Roma, me buscó solícito hasta hallarme.
2Ti 1:18 El Señor le dé hallar misericordia en aquel día cerca del Señor. Cuántos servicios me prestó en Efeso, tú bien lo sabes.
2Ti 1:1 Querido hijo Timoteo: Te envío mis saludos, y de todo corazón les pido a Dios Padre y a Jesucristo nuestro Señor que te llenen de amor, te ayuden en todo, y te den su paz. Como te dije antes, soy apóstol de Cristo. Dios me envió a comunicar su mensaje, y me prometió la vida eterna por medio de Cristo Jesús.
2Ti 1:3 Mis familiares y yo hemos servido a Dios, y nadie puede acusarnos de nada malo. Siempre que oro, ya sea de día o de noche, te recuerdo y doy gracias a Dios por ti.
2Ti 1:4 Cada vez que me acuerdo de cómo lloraste y te pusiste triste, me dan más ganas de verte. ¡Cómo me alegraría eso!
2Ti 1:5 Tu abuela Loida y tu madre Eunice confiaron sinceramente en Dios; y cuando me acuerdo de ti, me siento seguro de que también tú tienes esa misma confianza.
2Ti 1:6 Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza.
2Ti 1:7 Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.
2Ti 1:8 Por lo tanto, no te avergüences de hablar bien de nuestro Señor Jesús. Tampoco te avergüences de mí, que estoy preso por servir a Jesucristo. Al contrario, tienes que estar dispuesto a sufrir por anunciar la buena noticia. ¡Ya Dios te dará las fuerzas necesarias para soportar el sufrimiento!
2Ti 1:9 Dios nos salvó y nos eligió para que seamos parte de su pueblo santo. No hicimos nada para merecerlo, sino que Dios, por su gran amor, así lo planeó. Dios ya nos amaba desde antes de crear el mundo, pues desde entonces pertenecíamos a Cristo Jesús.
2Ti 1:10 Dios nos mostró ese gran amor por medio de lo que Jesucristo nuestro Salvador hizo por nosotros. Porque él destruyó a la muerte y, por medio de la buena noticia, nos ha dado la vida eterna.
2Ti 1:11 Dios me nombró apóstol para anunciar y enseñar a las naciones la buena noticia.
2Ti 1:12 Por eso mismo estoy sufriendo ahora. Pero no me avergüenzo de lo que me pasa, porque yo sé bien en quién he puesto mi confianza. Estoy seguro de que él tiene poder para hacer que la buena noticia se siga anunciando hasta que llegue el fin del mundo.
2Ti 1:13 Las enseñanzas que te he dado son un buen ejemplo de lo que debes hacer. No dejes de confiar en Dios y en el amor que tenemos por estar unidos a Jesucristo.
2Ti 1:14 No permitas que nadie contradiga la buena enseñanza que recibiste. Dios te ha encargado ese trabajo, y el Espíritu Santo te ayudará a hacerlo.
2Ti 1:15 Seguramente ya sabes que todos los cristianos de la provincia de Asia me abandonaron. ¡Hasta Figelo y Hermógenes me dejaron solo!
2Ti 1:16 Le pido a Dios que sea bueno con la familia de Onesíforo y la ayude. Él me animó muchas veces, y no se avergonzó de que yo estuviera en la cárcel.
2Ti 1:17 Al contrario, tan pronto llegó a Roma, me buscó por todas partes, hasta que me encontró.
2Ti 1:18 Espero que el Señor Jesús lo trate con bondad el día en que Dios juzgará a todo el mundo. Como sabes, Onesíforo nos fue de gran ayuda en la ciudad de Éfeso.
2Ti 1:1 a Timoteo, hijo carísimo, gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
2Ti 1:2 Doy gracias a Dios, a quien sirvo a ejemplo de mis mayores con conciencia pura, de que sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones, noche y día,
2Ti 1:3 deseoso de verte, acordándome de tus lágrimas en nuestra despedida de Efeso, para bañarme de gozo,
2Ti 1:4 como que tengo presente aquella tu fe sincera, la cual primero se vio constantemente en tu abuela Loide, y en tu madre Eunice, y estoy cierto de que igualmente está en ti.
2Ti 1:5 Por esta causa te exhorto a que avives la gracia de Dios, que reside en ti por la imposición de mis manos.
2Ti 1:6 Porque no nos ha dado Dios a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, y de caridad, y de templanza, y prudencia.
2Ti 1:7 Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, o de confesar tu fe públicamente, ni de mí que estoy en cadenas por amor suyo, antes bien padece y trabaja a una conmigo por el evangelio con la virtud que recibirás de Dios.
2Ti 1:8 El cual nos libertó y llamó con su santa vocación, no por obras nuestras, sino por su beneplácito y por la gracia que nos ha sido otorgado en Jesucristo antes de todos los siglos,
2Ti 1:9 y que se ha manifestado ahora por el advenimiento de nuestro salvador , Jesucristo; el cual ha destruido la muerte, y al mismo tiempo ha sacado a luz la vida y la inmortalidad por medio de la buena nueva,
2Ti 1:10 para el cual fui yo constituido predicador y apóstol, y doctor de las naciones.
2Ti 1:11 Por este motivo padezco lo que padezco, pero no me avergüenzo. Porque bien sé de quién me he fiado, y estoy cierto de que es poderoso para conservar mi depósito hasta aquel último día.
2Ti 1:12 Ten por modelo la sana doctrina, que has oído de mí con la fe y caridad en Cristo Jesús .
2Ti 1:13 Guarda ese rico depósito por medio del Espíritu Santo, que habita en nosotros.
2Ti 1:14 Ya sabes cómo se han apartado de mí todos los naturales de Asia que estaban aquí en Roma, de cuyo número son Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:15 Derrame el Señor sus misericordias sobre la casa de Onesíforo, porque me ha consolado muchas veces, y no se ha avergonzado de mi cadena;
2Ti 1:16 antes luego que llegó a Roma, me buscó diligentemente, hasta que me encontró.
2Ti 1:17 El Señor le conceda hallar misericordia delante de él en aquel día grande del juicio. Cuántos servicios me prestó en Efeso, tú lo sabes bien.
2Ti 1:18 Tú, pues, hijo mío, cobra buen ánimo con la gracia que tenemos en Jesucristo,
2Ti 1:1
Salutación
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,
2Ti 1:2 a Timoteo,(A) amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.
Testificando de Cristo
2Ti 1:3 Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día;
2Ti 1:4 deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo;
2Ti 1:5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre(B) Eunice, y estoy seguro que en ti también.
2Ti 1:6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
2Ti 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2Ti 1:8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
2Ti 1:10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,
2Ti 1:11 del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles.(C)
2Ti 1:12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
2Ti 1:13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
2Ti 1:15 Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:16 Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas,
2Ti 1:17 sino que cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló.
2Ti 1:18 Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor.
2Ti 1:1 Pablo, apóstol de Jesús, el Cristo, por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,
2Ti 1:2 a Timoteo, amado hijo: gracia, misericordia, y paz de Dios el Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
2Ti 1:3 Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y día;
2Ti 1:4 deseando verte (acordándome de tus lágrimas), para ser lleno de gozo;
2Ti 1:5 trayendo a la memoria la fe no fingida que está en ti, la cual residió primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy cierto que está en ti también.
2Ti 1:6 Por lo cual te aconsejo que despiertes el don de Dios, que está en ti por la imposición de mis manos.
2Ti 1:7 Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
2Ti 1:8 Por tanto no te avergüences de dar testimonio del Señor nuestro, ni de mí, que estoy preso por él; antes sé participante de los trabajos del Evangelio por el poder de Dios,
2Ti 1:9 que nos ha librado, y nos llamó a la santa vocación; no por nuestras obras, sino según el intento suyo y por la gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos;
2Ti 1:10 mas ahora es manifestada por la venida de nuestro salvador Jesús, el Cristo, el cual asimismo anuló la muerte, y sacó a luz la vida y la incorrupción por el Evangelio;
2Ti 1:11 del cual yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los gentiles.
2Ti 1:12 Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
2Ti 1:13 Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en la fe y caridad que es en Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Guarda el buen depósito consignado a ti por el Espíritu Santo que habita en nosotros.
2Ti 1:15 Ya sabes esto, que me han sido contrarios todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:16 Dé el Señor misericordia a la casa de Onesíforo; que muchas veces me refrigeró, y no se avergonzó de mi cadena;
2Ti 1:17 antes, estando él en Roma, me buscó solícitamente, y me halló.
2Ti 1:18 Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor.
2Ti 1:1 Paul, an apostle of Jesus Christ by the will of God, according to the promise of life which is in Christ Jesus,
2Ti 1:2 To Timothy, my dearly beloved son: Grace, mercy, and peace, from God the Father and Christ Jesus our Lord.
2Ti 1:3 I thank God, whom I serve from my forefathers with pure conscience, that without ceasing I have remembrance of thee in my prayers night and day;
2Ti 1:4 Greatly desiring to see thee, being mindful of thy tears, that I may be filled with joy;
2Ti 1:5 When I call to remembrance the unfeigned faith that is in thee, which dwelt first in thy grandmother Lois, and thy mother Eunice; and I am persuaded that in thee also.
2Ti 1:6 Wherefore I put thee in remembrance that thou stir up the gift of God, which is in thee by the putting on of my hands.
2Ti 1:7 For God hath not given us the spirit of fear; but of power, and of love, and of a sound mind.
2Ti 1:8 Be not thou therefore ashamed of the testimony of our Lord, nor of me his prisoner: but be thou partaker of the afflictions of the gospel according to the power of God;
2Ti 1:9 Who hath saved us, and called us with an holy calling, not according to our works, but according to his own purpose and grace, which was given us in Christ Jesus before the world began,
2Ti 1:10 But is now made manifest by the appearing of our Saviour Jesus Christ, who hath abolished death, and hath brought life and immortality to light through the gospel:
2Ti 1:11 Whereunto I am appointed a preacher, and an apostle, and a teacher of the Gentiles.
2Ti 1:12 For the which cause I also suffer these things: nevertheless I am not ashamed: for I know whom I have believed, and am persuaded that he is able to keep that which I have committed unto him against that day.
2Ti 1:13 Hold fast the form of sound words, which thou hast heard of me, in faith and love which is in Christ Jesus.
2Ti 1:14 That good thing which was committed unto thee keep by the Holy Ghost which dwelleth in us.
2Ti 1:15 This thou knowest, that all they which are in Asia be turned away from me; of whom are Phygellus and Hermogenes.
2Ti 1:16 The Lord give mercy unto the house of Onesiphorus; for he oft refreshed me, and was not ashamed of my chain:
2Ti 1:17 But, when he was in Rome, he sought me out very diligently, and found me.
2Ti 1:18 The Lord grant unto him that he may find mercy of the Lord in that day: and in how many things he ministered unto me at Ephesus, thou knowest very well.
2Ti 1:1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la Promesa de vida que está en Cristo Jesús,
2Ti 1:2 a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro.
2Ti 1:3 Doy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, rindo culto con una conciencia pura, cuando continuamente, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones.
2Ti 1:4 Tengo vivos deseos de verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría.
2Ti 1:5 Pues evoco el recuerdo de la fe sincera que tú tienes, fe que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé que también ha arraigado en ti.
2Ti 1:6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
2Ti 1:7 Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza.
2Ti 1:8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,
2Ti 1:9 que nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús,
2Ti 1:10 y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio
2Ti 1:11 para cuyo servicio he sido yo constituido heraldo, apóstol y maestro.
2Ti 1:12 Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día.
2Ti 1:13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.
2Ti 1:15 Ya sabes tú que todos los de Asia me han abandonado, y entre ellos Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:16 Que el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me alivió muchas veces y no se avergonzó de mis cadenas,
2Ti 1:17 sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró.
2Ti 1:18 Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día. Además, cuántos buenos servicios me prestó en Éfeso, tú lo sabes mejor.
2Ti 1:1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que se obtiene por medio de Cristo Jesús,
2Ti 1:2 saluda al querido hijo Timoteo. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Señor derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti.
2Ti 1:3 Al recordarte siempre en mis oraciones de día y de noche, doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia, como sirvieron también mis antepasados.
2Ti 1:4 Me acuerdo siempre de tus lágrimas, y quisiera verte para llenarme de alegría.
2Ti 1:5 Porque me acuerdo de la fe sincera que tienes. Primero la tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, [1]
y estoy seguro de que también tú la tienes.
2Ti 1:6 Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios tedio cuando te impuse las manos. [2]
2Ti 1:7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio.
2Ti 1:8 No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor; ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya. Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos que vienen por causa del evangelio.
2Ti 1:9 Dios nos salvó y nos ha llamado a formar un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho, [3] sino porque ese fue su propósito y por la bondad que ha tenido con nosotros desde la eternidad, por Cristo Jesús.
2Ti 1:10 Esa bondad se ha mostrado gloriosamente ahora en Cristo Jesús nuestro Salvador, que destruyó el poder de la muerte y que, por el evangelio, sacó a la luz la vida inmortal.
2Ti 1:11 Dios me ha encargado de anunciar este mensaje, y me ha enviado como apóstol y maestro.
2Ti 1:12 Precisamente por eso sufro todas estas cosas. Pero no me avergüenzo de ello, porque yo sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día[4] lo que me ha encomendado. [5]
2Ti 1:13 Sigue el modelo de la sana enseñanza que de mí has recibido, y vive en la fe y el amor que tenemos gracias a Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida de la buena doctrina que se te ha encomendado.
2Ti 1:15 Como y a sabes, todos los de la provincia de Asia me abandonaron; entre ellos, Figelo y Hermógenes.
2Ti 1:16 Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque él muchas veces me trajo alivio y no se avergonzó de que y o estuviera preso.
2Ti 1:17 Al contrario, apenas llegó a Roma se puso a buscarme sin descanso, hasta que me encontró.
2Ti 1:18 Que el Señor le permita encontrar su misericordia en aquel día. Tú y a sabes muy bien cuánto nos ayudó en Éfeso.
2Ti 1:1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que hay en unión con Cristo Jesús,
2Ti 1:2 a Timoteo, un hijo amado: Que haya bondad inmerecida, misericordia, paz, de parte de Dios [el] Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
2Ti 1:3 Estoy agradecido a Dios —a quien rindo servicio sagrado como lo hicieron mis antepasados, y con conciencia limpia— de que nunca ceso de acordarme de ti en mis ruegos, y noche y día
2Ti 1:4 anhelo verte —pues recuerdo tus lágrimas— para llenarme de gozo.
2Ti 1:5 Porque recuerdo la fe que hay en ti sin hipocresía alguna, y que moró primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, pero la cual —estoy seguro— también se halla en ti.
2Ti 1:6 Por esta misma causa te recuerdo que avives cual fuego el don de Dios que está en ti mediante la imposición de mis manos.
2Ti 1:7 Porque Dios no nos dio un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de buen juicio.
2Ti 1:8 Por lo tanto, no te avergüences del testimonio acerca de nuestro Señor, ni de mí, prisionero por su causa; antes bien, acepta tu parte en sufrir el mal por las buenas nuevas según el poder de Dios.
2Ti 1:9 Él nos salvó y nos llamó con un llamamiento santo, no a causa de nuestras obras, sino a causa de su propio propósito y bondad inmerecida. Esta se nos dio con relación a Cristo Jesús antes de tiempos de larga duración,
2Ti 1:10 pero ahora se ha hecho claramente patente mediante la manifestación de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que ha abolido la muerte, pero ha arrojado luz sobre la vida y la incorrupción mediante las buenas nuevas,
2Ti 1:11 para las cuales fui nombrado predicador y apóstol y maestro.
2Ti 1:12 Por esta misma causa también estoy sufriendo estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque conozco a aquel a quien he creído, y confío en que él puede guardar lo que he depositado a su cuidado hasta aquel día.
2Ti 1:13 Sigue reteniendo el modelo de palabras saludables que oíste de mí con la fe y el amor que hay en relación con Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Este excelente depósito a tu cuidado, guárdalo mediante el espíritu santo que mora en nosotros.
2Ti 1:15 Tú sabes esto, que todos los hombres del [distrito de] Asia se han apartado de mí. Figelo y Hermógenes son de ese grupo.
2Ti 1:16 Que el Señor conceda misericordia a la casa de Onesíforo, porque a menudo me trajo refrigerio, y no se avergonzó de mis cadenas.
2Ti 1:17 Por lo contrario, cuando sucedió que estuvo en Roma, me buscó con diligencia y me halló.
2Ti 1:18 Que el Señor le conceda hallar misericordia de parte de Jehová en aquel día. Y todos los servicios que él prestó en Éfeso los conoces muy bien.
2Ti 1:1 Querido hijo Timoteo: Te envío mis saludos, y de todo corazón les pido a Dios Padre y a Jesucristo nuestro Señor que te llenen de amor, te ayuden en todo, y te den su paz. Como te dije antes, soy apóstol de Cristo. Dios me envió a comunicar su mensaje, y me prometió la vida eterna por medio de Cristo Jesús.
2Ti 1:3 Mis familiares y yo hemos servido a Dios, y nadie puede acusarnos de nada malo. Siempre que oro, ya sea de día o de noche, te recuerdo y doy gracias a Dios por ti.
2Ti 1:4 Cada vez que me acuerdo de cómo lloraste y te pusiste triste, me dan más ganas de verte. ¡Cómo me alegraría eso!
2Ti 1:5 Tu abuela Loida y tu madre Eunice confiaron sinceramente en Dios; y cuando me acuerdo de ti, me siento seguro de que también tú tienes esa misma confianza.
2Ti 1:6 Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza.
2Ti 1:7 Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.
2Ti 1:8 Por lo tanto, no te avergüences de hablar bien de nuestro Señor Jesús. Tampoco te avergüences de mí, que estoy preso por servir a Jesucristo. Al contrario, tienes que estar dispuesto a sufrir por anunciar la buena noticia. ¡Ya Dios te dará las fuerzas necesarias para soportar el sufrimiento!
2Ti 1:9 Dios nos salvó y nos eligió para que seamos parte de su pueblo santo. No hicimos nada para merecerlo, sino que Dios, por su gran amor, así lo planeó. Dios ya nos amaba desde antes de crear el mundo, pues desde entonces pertenecíamos a Cristo Jesús.
2Ti 1:10 Dios nos mostró ese gran amor por medio de lo que Jesucristo nuestro Salvador hizo por nosotros. Porque él destruyó a la muerte y, por medio de la buena noticia, nos ha dado la vida eterna.
2Ti 1:11 Dios me nombró apóstol para anunciar y enseñar a las naciones la buena noticia.
2Ti 1:12 Por eso mismo estoy sufriendo ahora. Pero no me avergüenzo de lo que me pasa, porque yo sé bien en quién he puesto mi confianza. Estoy seguro de que él tiene poder para hacer que la buena noticia se siga anunciando hasta que llegue el fin del mundo.
2Ti 1:13 Las enseñanzas que te he dado son un buen ejemplo de lo que debes hacer. No dejes de confiar en Dios y en el amor que tenemos por estar unidos a Jesucristo.
2Ti 1:14 No permitas que nadie contradiga la buena enseñanza que recibiste. Dios te ha encargado ese trabajo, y el Espíritu Santo te ayudará a hacerlo.
2Ti 1:15 Seguramente ya sabes que todos los cristianos de la provincia de Asia me abandonaron. ¡Hasta Figelo y Hermógenes me dejaron solo!
2Ti 1:16 Le pido a Dios que sea bueno con la familia de Onesíforo y la ayude. Él me animó muchas veces, y no se avergonzó de que yo estuviera en la cárcel.
2Ti 1:17 Al contrario, tan pronto llegó a Roma, me buscó por todas partes, hasta que me encontró.
2Ti 1:18 Espero que el Señor Jesús lo trate con bondad el día en que Dios juzgará a todo el mundo. Como sabes, Onesíforo nos fue de gran ayuda en la ciudad de Éfeso.
2Ti 1:1 [1] De: Shaúl, un emisario del Mashíaj Yahshúa por la voluntad de YAHWEH, que guarda una promesa de vida por medio de estar en unión con el Mashíaj Yahshúa.
2Ti 1:2 A: Timoteo, mi querido hijo: Inmerecido favor, misericordia y Shalom de Elohim el Padre y del Mashíaj Yahshúa, nuestro Adón.
2Ti 1:3 Doy gracias a YAHWEH, al cual, como mis antepasados, adoro con una conciencia limpia, con la cual te recuerdo en mis oraciones noche y día.[2]
2Ti 1:4 Me acuerdo de tus lágrimas y añoro verte, para poder estar lleno de alegría.
2Ti 1:5 Recuerdo tu sincera confianza, la misma confianza que tuvieron primero tu abuela Lois y tu madre Eunice, y estoy convencido que tú también tienes esta confianza.
2Ti 1:6 Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de YAHWEH que recibiste por medio de la semijah de mi parte.
2Ti 1:7 YAHWEH no nos ha dado un Ruaj que produce timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2Ti 1:8 Así que, no estés avergonzado de dar testimonio a nuestro Adón o a mí, su prisionero. Por el contrario, acepta tu parte en sufrir desgracias por motivo de las Buenas Noticias, YAHWEH te dará la fortale za para ello.
2Ti 1:9 Por cuanto El nos salvó y nos llamó a una vida Kadosh como su pueblo. No fue por causa de nuestras obras, sino por su propio propósito y la misericordia que El nos dio a los que estamos unidos con el Mashíaj Yahshúa. YAHWEH había hecho esto antes del principio de los tiempos,
2Ti 1:10 pero sólo ahora lo hizo público por medio de la manifestación de nuestro Salvador el Mashíaj Yahshúa, quien abolió la muerte y por medio de las Buenas Noticias reveló vida e inmortalidad.
2Ti 1:11 Fue por estas Buenas Noticias que fui nombrado proclamador, emisario y maestro de los Goyim;
2Ti 1:12 y por esta razón sufro tanto. Pero no estoy avergonzado, porque sé en quien he puesto mi confianza, y estoy persuadido que lo que El me ha confiado, El mismo lo puede guardar hasta aquel Día.
2Ti 1:13 Sigue el modelo de las enseñanzas sólidas que has recibido de mí con confianza y el amor que es tuyo en el Mashíaj.
2Ti 1:14 Guarda con seguridad el gran tesoro que se te ha confiado con la ayuda del Ruaj HaKodesh, que vive en nosotros.
2Ti 1:15 Sabes que todos los de la provincia de Asia me abandonaron, incluyendo a Figelo y Hermógenes.[3]
2Ti 1:16 Que el Adón muestre misericordia para la casa de Onésiforo, porque a menudo ha sido un consuelo para mí, y no se avergonzó de que estoy en prisión.
2Ti 1:17 Por el contrario, cuando vino a Roma me buscó diligentemente y me encontró.
2Ti 1:18 Que el Adón le conceda hallar misericordia de YAHWEH en aquel Día.'[4] Y tú sabes muy bien cuánto me ayudó en Efeso.
2Ti 1:1 "Estimado hijo Timoteo: Te saludo yo, Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios para anunciar la promesa de la vida eterna por medio de Jesucristo. Que la paz, la misericordia y las bendiciones de Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo estén contigo."
2Ti 1:2 "Estimado hijo Timoteo: Te saludo yo, Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios para anunciar la promesa de la vida eterna por medio de Jesucristo. Que la paz, la misericordia y las bendiciones de Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo estén contigo."
2Ti 1:3 "Siempre te recuerdo en mis oraciones, de día y de noche doy gracias a Dios por ti. Al igual que mis antepasados, sirvo a Dios con conciencia limpia."
2Ti 1:4 "Cuando recuerdo tus lágrimas por mí, quisiera verte. ¡Qué feliz me haría!"
2Ti 1:5 "Recuerdo tu fe sincera, como la que tuvo primero tu abuela Loida, luego tu mamá Eunice y estoy seguro de que tú también la tienes."
2Ti 1:6 Por eso quiero que reavives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos.
2Ti 1:7 "Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no nos hace cobardes, sino que él es para nosotros fuente de poder, amor y buen juicio."
2Ti 1:8 "De manera que no te avergüences de hablar a otros de nuestro Señor Jesús. Tampoco te avergüences de mí, prisionero por servir a su causa. Más bien, comparte conmigo el sufrimiento por las buenas noticias con el poder que Dios nos da para soportarlo."
2Ti 1:9 "Dios nos salvó y nos llamó a ser su pueblo santo. No lo hizo por lo bueno que habíamos hecho, sino porque así lo quiso por su generoso amor. Ese amor nos lo dio antes del inicio del tiempo mediante Jesucristo."
2Ti 1:10 "Pero ahora nos ha sido mostrado ese amor por medio de la venida de nuestro Salvador Jesucristo, quien destruyó la muerte y ha dado a conocer la manera de tener vida eterna por medio de las buenas noticias."
2Ti 1:11 Dios me nombró apóstol y maestro para anunciar las buenas noticias.
2Ti 1:12 "Por eso ahora estoy sufriendo a causa de esas buenas noticias, pero no me avergüenzo. Sé muy bien en quién he confiado y estoy seguro de que él puede guardar todo lo que ha puesto en mis manos hasta ese día."
2Ti 1:13 "Sigue la enseñanza que te di como ejemplo, pues conduce a una vida recta; mantenla con la fe y el amor que tenemos como seguidores de Jesucristo."
2Ti 1:14 "Esa enseñanza es un tesoro que se te ha confiado, así que guárdalo con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros."
2Ti 1:15 "Tú sabes que todos los de la provincia de Asia me abandonaron, incluso Figelo y Hermógenes."
2Ti 1:16 Pido al Señor que muestre su misericordia a la familia de Onesíforo quien me animó muchas veces. Él no se avergonzó de que yo estuviera en prisión.
2Ti 1:17 "Al contrario, cuando llegó a Roma me buscó por todas partes hasta encontrarme."
2Ti 1:18 Que el Señor le permita encontrar misericordia en aquel día. Tú sabes cuánto me ayudó Onesíforo cuando estuve en Éfeso.
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