Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de Hebreos


 

Heb 4:1  Temamos, pues, no sea que, abandonando la promesa de entrar en el reposo(a)  de él, parezca alguno de entre vosotros haberse rezagado.
Heb 4:2  Pues también hemos sido evangelizados, así como aquéllos; empero no aprovechó la palabra de la oída a aquéllos no mezclada con la fe, en lo que oyeron.
Heb 4:3  Pues entramos en el reposo, los que hemos creído; según ha dicho: «Como juré en mi ira: «¡Si entrarán en mi reposo!...»; y eso, estando las obras, desde fundación de mundo, hechas(b) .
Heb 4:4  Pues ha dicho en alguna parte acerca del séptimo así: (Gn. 2,2) . Y reposó Dios en el día el séptimo de todas sus obras.
Heb 4:5  Y en ésta de nuevo: «¡Si entrarán en el reposo mío!...»
Heb 4:6  Ya que resta, pues, que algunos entren en él, y los primeros evangelizados no entraron por desobediencia,
Heb 4:7  de nuevo determina día: «Hoy», en David, diciendo, después de tanto tiempo, como antes ha dicho: «Hoy, si la voz de él oyereis, no endurezcáis vuestros corazones».
Heb 4:8  Pues, si a ellos Jesús(c)  reposara, no de otro hablara luego día.
Heb 4:9  Por tanto queda el sabatismo(d)  para el pueblo de Dios.
Heb 4:10  Pues, el que entró en el reposo de él, también él reposó de sus obras, tal como de las propias Dios.
Heb 4:11  Apresurémonos, pues, a entrar en aquel reposo, para que nadie en el mismo ejemplo caiga de la desobediencia.
Heb 4:12  Pues viviente, el verbo de Dios y eficaz, y cortante sobre toda cuchilla bifauce(e) ; y, pasando hasta la división del alma y espíritu, así de articulaciones como de médulas, y discernidor de intentos y pensamientos de corazón;
Heb 4:13  y no hay criatura invisible a faz de él, y todo desnudo y cuelli-descubierto(f)  a sus ojos; para con quien a nosotros la cuenta(g) .
Heb 4:14  Teniendo, pues, sumo sacerdote grande que ha atravesado los cielos: a Jesús, el Hijo de Dios, asgámonos a la confesión(h) .
Heb 4:15  Que no tenemos sumo pontífice que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino tentado, por todo, según semejanza, sin pecado.
Heb 4:16  Lleguémonos, pues, con libre habla(i)  al trono de la gracia, para alcanzar misericordia; y gracia hallar, para oportuno socorro.  

 


 

Heb 4:1  Temamos, pues, no sea que perdurando aún la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros se encuentre que llega con retraso.
Heb 4:2  Porque igual que a ellos, se dirige también a nosotros este mensaje: y no les aprovechó a aquéllos haber oído la palabra, por cuanto la oyeron sin fe los que la escucharon.
Heb 4:3  Nosotros, pues, los que hemos creído, entramos en el descanso, según que dijo: “Como juró en su cólera: No entrarán en mi descanso,” aunque sus obras estaban terminadas desde la creación del mundo.”
Heb 4:4  Pues en cierto pasaje habla así del día séptimo: “Y descansó Dios en el día séptimo de todas sus obras.”
Heb 4:5  Y en éste dice de nuevo: “No entrarán en mi descanso.”
Heb 4:6  Queda, pues, que algunos han de entrar en el descanso, y no habiendo entrado los primeramente invitados a causa de su incredulidad,
Heb 4:7  de nuevo señala un día, “hoy,” declarando por David, después de tanto tiempo, lo que arriba queda dicho: “Si hoy oyereis su voz, no endurezcáis vuestros corazones.”
Heb 4:8  Pues si Josué los hubiera introducido en el descanso, no hablaría (David) de otro día, después de lo dicho.
Heb 4:9  Por tanto, queda otro descanso para el pueblo de Dios.
Heb 4:10  Y el que ha entrado en su descanso, también descansa de sus obras, como Dios descansó de las suyas.
Heb 4:11  Démonos prisa, pues, a entrar en este descanso, a fin de que nadie caiga en este mismo ejemplo de desobediencia.
Heb 4:12  Que la palabra de Dios es viva, eficaz y tajante, más que una espada de dos filos, y penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta las coyunturas y la medula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Heb 4:13  Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes son todas desnudas y manifiestas a los ojos de aquel a quien hemos de dar cuenta.
Heb 4:14  Teniendo, pues, un gran Pontífice que penetró en los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, mantengámonos adheridos a la confesión (de nuestra fe).
Heb 4:15  No es nuestro Pontífice tal que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, antes fue tentado en todo a semejanza nuestra, fuera del pecado.
Heb 4:16  Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, a fin de recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno auxilio.

 


 

Heb 4:1  Por eso, mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios, debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso.
Heb 4:2  Porque nosotros oímos la buena noticia, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto. Sólo que a ellos no les sirvió de nada oírla, porque no creyeron en el mensaje.
Heb 4:3  Nosotros, en cambio, los que sí hemos creído en la buena noticia, disfrutaremos de la paz y de la tranquilidad que Dios nos ha prometido. Pero a los que no creyeron, Dios les dijo: «Por eso, ya enojado decidí: “No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los haré descansar.”» Dios dijo esto, refiriéndose a su descanso cuando terminó de crear el mundo.
Heb 4:4  Porque en alguna parte de la Biblia se habla así del día sábado: «En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo.»
Heb 4:5  Y en cuanto a este punto, vuelve a decir: «Ustedes jamás entrarán en mi lugar de reposo.»
Heb 4:6  Los primeros en oír la buena noticia desobedecieron a Dios, y por eso no pudieron recibir su descanso. Pero la promesa de Dios sigue en pie,
Heb 4:7  porque él nos dio una nueva oportunidad, como lo dijo por medio de David en el pasaje de la Biblia, que ya mencionamos: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos.»
Heb 4:8  Si Josué hubiera podido hacer que los israelitas descansaran realmente en paz y tranquilidad, Dios no habría hablado de otra oportunidad.
Heb 4:9  Pero todavía esperamos el día en que nosotros, el pueblo de Dios, recibiremos el descanso que Dios nos ha prometido.
Heb 4:10  En ese día, el pueblo de Dios descansará por fin de su trabajo, así como Dios descansó del suyo.
Heb 4:11  Por eso, hagamos todo lo posible por obedecer a Dios, para que en ese día recibamos su descanso. No sigamos el ejemplo de los que no creyeron la buena noticia.
Heb 4:12  Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La Palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.
Heb 4:13  Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él, pues Dios puede verlo todo con claridad, y ante él seremos responsables de todo lo que hemos hecho.
Heb 4:14  Jesús es el Hijo de Dios, y es nuestro gran Jefe de sacerdotes, que ha subido al cielo. Por eso debemos seguir confiando en él.
Heb 4:15  El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, sólo que Jesús nunca pecó. Por eso, él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios.
Heb 4:16  Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama. 

 


 

Heb 4:1  Puesto que se nos anunció también a nosotros del mismo modo que a ellos. Pero a ellos no les aprovechó la palabra o promesa oída, por no ir acompañada con la fe de los que la oyeron.
Heb 4:2  Al contrario, nosotros que hemos creído, entraremos en el descanso, según lo que dijo: Tal es el juramento que hice en mi indignación: Jamás entrarán en mi descanso; y es el descanso en que habita Dios, acabadas ya sus obras desde la creación del mundo.
Heb 4:3  Porque en cierto lugar habló así del día séptimo: Y descansó Dios al día séptimo de todas sus obras.
Heb 4:4  Y en éste dice: Jamás entrarán en mi descanso.
Heb 4:5  Pues como todavía faltan algunos por entrar en él, y los primeros a quienes fue anunciada la buena nueva no entraron por su incredulidad,
Heb 4:6  por eso de nuevo establece un día y es hoy, diciendo, al cabo de tanto tiempo, por boca de David, según arriba se dijo: Si hoy oyereis su voz, no queráis endurecer vuestros corazones.
Heb 4:7  Porque si Josué les hubiera dado este descanso, nunca después hablaría la Escritura de otro día.
Heb 4:8  Luego resta todavía un solemne descanso o sábado para el verdadero pueblo de Dios.
Heb 4:9  Así quien ha entrado en este su descanso, ha descansado también de todas sus obras, así como Dios de las suyas.
Heb 4:10  Esforcémonos, pues, a entrar en aquel eterno descanso, a fin de que ninguno imite ejemplo de incredulidad.
Heb 4:11  Puesto que la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más penetrante que cualquier espada de dos filos, y que entra y penetra hasta los pliegues del alma y del espíritu, hasta las junturas y tuétanos, y discierne y califica los pensamientos y las intenciones más ocultas del corazón.
Heb 4:12  No hay criatura invisible a su vista; todas están desnudas y patentes a los ojos de este Señor, de quien hablamos.
Heb 4:13  Teniendo, pues, por sumo sacerdote a Jesús , Hijo de Dios, que penetró hasta lo más alto del cielo, y nos abrió sus puertas, estemos firmes en la fe que hemos profesado.
Heb 4:14  Pues no es tal nuestro sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras miserias, habiendo voluntariamente experimentado todas las tentaciones y debilidades, a excepción del pecado, por razón de la semejanza con nosotros en el ser de hombre.
Heb 4:15  Lleguémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia, y hallar el auxilio de la gracia para ser socorridos a tiempo oportuno.
Heb 4:16  Porque todo sumo sacerdote entresacado de los hombres, es puesto para beneficio de los hombres, en lo que mira al culto de Dios, a fin de que ofrezca dones y sacrificios por los pecados, 

 


 

Heb 4:1  Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
Heb 4:2  Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
Heb 4:3  Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo:
 Por tanto, juré en mi ira,
 No entrarán en mi reposo;(A)
aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.
Heb 4:4  Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.(B)
Heb 4:5  Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.(C)
Heb 4:6  Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,
Heb 4:7  otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo:
 Si oyereis hoy su voz,
 No endurezcáis vuestros corazones.(D)
Heb 4:8  Porque si Josué les hubiera dado el reposo,(E) no hablaría después de otro día.
Heb 4:9  Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.
Heb 4:10  Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.(F)
Heb 4:11  Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
Heb 4:12  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Heb 4:13  Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 

Jesús el gran sumo sacerdote
 
Heb 4:14  Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
Heb 4:15  Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Heb 4:16  Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. 
 

 


 

Heb 4:1  Temamos, pues, alguna vez, que dejando la promesa de la entrada en su Reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado.
Heb 4:2  Porque también a nosotros nos ha sido anunciado como a ellos; mas no les aprovechó el oír la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe.
Heb 4:3  (Pero entramos en el Reposo los que hemos creído,) de la manera que dijo: Así que les juré en mi ira, no entrarán en mi Reposo, aun acabadas las obras desde el principio del mundo.
Heb 4:4  Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.
Heb 4:5  Y otra vez aquí: No entrarán en mi Reposo.
Heb 4:6  Así pues, resta que algunos han de entrar en él, y que aquellos a quienes primero fue anunciado, no entraron por causa de la incredulidad,
Heb 4:7  Determina otra vez un cierto día, diciendo : HOY por David tanto tiempo después, como está dicho: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Heb 4:8  Porque si Jesús les hubiera dado el Reposo, no hablaría después de otro día.
Heb 4:9  Así que queda el sabatismo para el Pueblo de Dios.
Heb 4:10  Porque el que ha entrado en su Reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
Heb 4:11  Apresurémonos, pues, de entrar en aquel Reposo, que ninguno caiga en semejante ejemplo de incredulidad.
Heb 4:12  Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas, y los tuétanos; y que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Heb 4:13  Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a sus ojos, de lo cual hablamos.
Heb 4:14  Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos esta profesión (de nuestra esperanza).
Heb 4:15  Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO.
Heb 4:16  Lleguémonos pues confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna. 

 


 

Heb 4:1  Let us therefore fear, lest, a promise being left us of entering into his rest, any of you should seem to come short of it.
Heb 4:2  For unto us was the gospel preached, as well as unto them: but the word preached did not profit them, not being mixed with faith in them that heard it.
Heb 4:3  For we which have believed do enter into rest, as he said, As I have sworn in my wrath, if they shall enter into my rest: although the works were finished from the foundation of the world.
Heb 4:4  For he spake in a certain place of the seventh day on this wise, And God did rest the seventh day from all his works.
Heb 4:5  And in this place again, If they shall enter into my rest.
Heb 4:6  Seeing therefore it remaineth that some must enter therein, and they to whom it was first preached entered not in because of unbelief:
Heb 4:7  Again, he limiteth a certain day, saying in David, To day, after so long a time; as it is said, To day if ye will hear his voice, harden not your hearts.
Heb 4:8  For if Jesus had given them rest, then would he not afterward have spoken of another day.
Heb 4:9  There remaineth therefore a rest to the people of God.
Heb 4:10  For he that is entered into his rest, he also hath ceased from his own works, as God did from his.
Heb 4:11  Let us labour therefore to enter into that rest, lest any man fall after the same example of unbelief.
Heb 4:12  For the word of God is quick, and powerful, and sharper than any twoedged sword, piercing even to the dividing asunder of soul and spirit, and of the joints and marrow, and is a discerner of the thoughts and intents of the heart.
Heb 4:13  Neither is there any creature that is not manifest in his sight: but all things are naked and opened unto the eyes of him with whom we have to do.
Heb 4:14  Seeing then that we have a great high priest, that is passed into the heavens, Jesus the Son of God, let us hold fast our profession.
Heb 4:15  For we have not an high priest which cannot be touched with the feeling of our infirmities; but was in all points tempted like as we are, yet without sin.
Heb 4:16  Let us therefore come boldly unto the throne of grace, that we may obtain mercy, and find grace to help in time of need. 

 


 

Heb 4:1  Temamos, pues; no sea que, permaneciendo aún en vigor la promesa de = entrar en su descanso, = alguno de vosotros parezca llegar rezagado.
Heb 4:2  También nosotros hemos recibido una buena nueva, lo mismo que ellos. Pero la palabra que oyeron no aprovechó nada a aquellos que no estaban unidos por la fe a los que escucharon.
Heb 4:3  De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído, según está dicho: = Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! = Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación del mundo,
Heb 4:4  pues en algún lugar dice acerca del día séptimo: Y = descansó Dios el día séptimo de todas sus obras. =
Heb 4:5  Y también en el pasaje citado: = ¡No entrarán en mi descanso! =
Heb 4:6  Por tanto, quedando en claro que algunos han de entrar en él, y que los primeros en recibir la buena nueva no entraron a causa de su desobediencia,
Heb 4:7  vuelve a señalar un día, = hoy, = diciendo por David al cabo de tanto tiempo, como queda dicho: = Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones...
Heb 4:8  Porque si Josué les hubiera proporcionado el descanso, no habría hablado Dios más tarde, de otro día.
Heb 4:9  Por tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.
Heb 4:10  Pues quien = entra en su descanso, = también él = descansa de sus trabajos, = al igual que Dios de los suyos.
Heb 4:11  Esforcémonos, pues, por = entrar en ese descanso, = para que nadie caiga imitando aquella desobediencia.
Heb 4:12  Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón.
Heb 4:13  No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta.
Heb 4:14  Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos - Jesús, el Hijo de Dios - mantengamos firmes la fe que profesamos.
Heb 4:15  Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.
Heb 4:16  Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.

 


 

Heb 4:1  Por eso, mientras todavía contamos con la promesa de entrar en ese reposo de Dios, debemos tener cuidado, no sea que alguno de ustedes no lo logre.
Heb 4:2  Porque nosotros recibimos el anuncio de la buena noticia, lo mismo que ellos; pero a ellos no les sirvió de nada el oírlo, porque no se unieron por la fe con los que habían obedecido al mensaje.
Heb 4:3  Pero nosotros, que hemos creído, entraremos en ese reposo, del cual Dios ha dicho:
"Por eso juré en mi furor
que no entrarían en el lugar
de mi reposo."[1]
 Sin embargo, Dios había terminado su trabajo desde que creó el mundo;
Heb 4:4  pues en alguna parte de las Escrituras se dice del séptimo día:
"Dios reposó de todo su trabajo
el séptimo día."[2]
Heb 4:5  y otra vez se dice en las Escrituras:
"No entrarán en mi reposo."[3]
Heb 4:6  Pero todavía falta que algunos entren en ese lugar de reposo, y a que, por haber desobedecido, no entraron los que primero recibieron el anuncio.
Heb 4:7  Por eso, Dios ha vuelto a señalar un día, un nuevo "hoy", y lo ha hecho hablándonos por medio de lo que, mucho tiempo después, David dijo en la Escritura y a mencionada:
"Si hoy escuchan ustedes
lo que Dios dice,
no endurezcan su corazón."[4]
Heb 4:8  Porque si Josué les hubiera dado reposo a los israelitas, Dios no habría hablado de otro día.
Heb 4:9  De manera que todavía queda un reposo sagrado para el pueblo de Dios;
Heb 4:10  porque el que entra en ese reposo de Dios, reposa de su trabajo, así como Dios reposó del suyo.
Heb 4:11  Debemos, pues, esforzarnos por entrar en ese reposo, para que nadie siga el ejemplo de aquellos que no creyeron.
Heb 4:12  Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón.
Heb 4:13  Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante aquel a quien tenemos que rendir cuentas.
Heb 4:14  Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo Sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos.
Heb 4:15  Pues nuestro Sumo Sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; solo que él jamás pecó.
Heb 4:16  Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad. 

 


 

Heb 4:1  Por lo tanto, puesto que queda una promesa de entrar en el descanso de él, temamos que en algún tiempo alguno de ustedes parezca no haberla alcanzado.
Heb 4:2  Porque a nosotros también se nos han declarado las buenas nuevas, así como a ellos también; pero la palabra que fue oída no les aprovechó, porque no estaban unidos por fe con los que sí oyeron.
Heb 4:3  Porque nosotros los que hemos ejercido fe sí entramos en el descanso, tal como él ha dicho: “De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’”, aunque las obras de él habían sido terminadas desde la fundación del mundo.
Heb 4:4  Porque en un lugar él ha dicho del séptimo día como sigue: “Y Dios descansó en el séptimo día de todas sus obras”,
Heb 4:5  y otra vez en este lugar: “No entrarán en mi descanso”.
Heb 4:6  Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se declararon las buenas nuevas no entraron a causa de desobediencia,
Heb 4:7  vuelve a señalar cierto día, al decir después de tanto tiempo, en [el salmo de] David: “Hoy”; tal como se ha dicho antes: “Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, no endurezcan sus corazones”.
Heb 4:8  Porque si Josué los hubiera conducido a un lugar de descanso, [Dios] no habría hablado después de otro día.
Heb 4:9  De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.
Heb 4:10  Porque el hombre que ha entrado en el descanso [de Dios] ha descansado él mismo también de sus propias obras, así como Dios de las suyas.
Heb 4:11  Hagamos, por lo tanto, lo sumo posible para entrar en ese descanso, por temor de que alguien caiga en el mismo modelo de desobediencia.
Heb 4:12  Porque la palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y [su] tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón.
Heb 4:13  Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Heb 4:14  Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos, Jesús el Hijo de Dios, tengamos asida [nuestra] confesión de [él].
Heb 4:15  Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.
Heb 4:16  Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado.

 


 

Heb 4:1  Por eso, mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios, debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso.
Heb 4:2  Porque nosotros oímos la buena noticia, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto. Sólo que a ellos no les sirvió de nada oírla, porque no creyeron en el mensaje.
Heb 4:3  Nosotros, en cambio, los que sí hemos creído en la buena noticia, disfrutaremos de la paz y de la tranquilidad que Dios nos ha prometido. Pero a los que no creyeron, Dios les dijo: «Por eso, ya enojado decidí: “No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los haré descansar.”» Dios dijo esto, refiriéndose a su descanso cuando terminó de crear el mundo.
Heb 4:4  Porque en alguna parte de la Biblia se habla así del día sábado: «En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo.»
Heb 4:5  Y en cuanto a este punto, vuelve a decir: «Ustedes jamás entrarán en mi lugar de reposo.»
Heb 4:6  Los primeros en oír la buena noticia desobedecieron a Dios, y por eso no pudieron recibir su descanso. Pero la promesa de Dios sigue en pie,
Heb 4:7  porque él nos dio una nueva oportunidad, como lo dijo por medio de David en el pasaje de la Biblia, que ya mencionamos: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos.»
Heb 4:8  Si Josué hubiera podido hacer que los israelitas descansaran realmente en paz y tranquilidad, Dios no habría hablado de otra oportunidad.
Heb 4:9  Pero todavía esperamos el día en que nosotros, el pueblo de Dios, recibiremos el descanso que Dios nos ha prometido.
Heb 4:10  En ese día, el pueblo de Dios descansará por fin de su trabajo, así como Dios descansó del suyo.
Heb 4:11  Por eso, hagamos todo lo posible por obedecer a Dios, para que en ese día recibamos su descanso. No sigamos el ejemplo de los que no creyeron la buena noticia.
Heb 4:12  Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La Palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.
Heb 4:13  Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él, pues Dios puede verlo todo con claridad, y ante él seremos responsables de todo lo que hemos hecho.
Heb 4:14  Jesús es el Hijo de Dios, y es nuestro gran Jefe de sacerdotes, que ha subido al cielo. Por eso debemos seguir confiando en él.
Heb 4:15  El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, sólo que Jesús nunca pecó. Por eso, él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios.
Heb 4:16  Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama.

 


 

Heb 4:1  Por lo tanto, estemos aterrorizados de la posibilidad de que a pesar que la promesa de entrar en su reposo está en vigor, cualquiera de ustedes pueda ser juzgado de haberse quedado corto en alcanzarlo ;
Heb 4:2  pues las Buenas Noticias también han sido proclamadas a nosotros, así como fueron a ellos. Pero el mensaje que ellos oyeron no les hizo ningún bien, porque los que lo oyeron no lo acompañaron con confianza.
Heb 4:3  Pero nosotros somos los que hemos confiado, los que entraremos y descansaremos. Es tal como El dijo: "Y en mi ira juré, que ellos no entrarían en mi reposo." [Sal 95:11] El juró esto, a pesar de que Sus obras han estado en existencia desde la fundación del universo.
Heb 4:4  Porque hay un lugar donde dice, refiriéndose al séptimo día: "Y reposó Elohim de todas sus obras en el séptimo día."[Ge 2:2]
Heb 4:5  Y una vez más, nuestro texto actual dice: "Ellos no entrarán en mi reposo."[Sal 95:11]
Heb 4:6  Por lo tanto, puesto que falta que alg unos entren en El, y los que recibieron las Buenas Noticias anteriormente no entraron,
Heb 4:7  El de nuevo fija un cierto día. "Hoy," después de tanto tiempo, diciendo por medio de David, en el texto que había sido dado: "Hoy, si oyen la voz de YAHWEH, no endurezcan sus corazones."[Sal 95:7-8]
Heb 4:8  Porque si Yahoshúah les hubiera dado reposo, YAHWEH no hablaría después de otro "día."
Heb 4:9  Por tanto, queda el guardar el Shabbat para el pueblo de YAHWEH.[17]
Heb 4:10  Porque el que ha entrado en el reposo de YAHWEH también ha reposado de sus propias obras, como YAHWEH de las suyas.
Heb 4:11  De modo que pongamos todo nuestro empeño en entrar en ese reposo, para que nadie se quede corto por la misma clase de desobediencia.
Heb 4:12  ¡Miren, la Palabra de YAHWEH está viva! Está obrando y es más afilada que una espada de dos filos; corta aun a través de donde el alma se encuentra con el ruaj, y las coyunturas se encuentran con los tuétanos, y es rápida en juzgar las reflexiones internas y actitudes del corazón.
Heb 4:13  Delante de YAHWEH nada creado está escondido, sino todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas.
Heb 4:14  Porque ya que tenemos un gran Kohen Gadol que ha subido atravesando hasta el más alto cielo, Yahshúa el Hijo de YAHWEH, sujetémonos firmemente a lo que reconocemos como verdadero.[18]
Heb 4:15  Porque no tenemos un Kohen Gadol que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, ya que El fue tentado en todo, como nosotros lo somos ahora, con la única diferencia que El no pecó.[19]
Heb 4:16  De modo que acerquémonos confiadamente al trono del cual nos imparte el favor, para que podamos recibir misericordia y encontrar favor en nuestro tiempo de necesidad.

 


 

Heb 4:1  "Así que debemos tener mucho cuidado porque, aunque todavía está vigente la promesa que Dios le dio a ese pueblo de entrar a disfrutar del reposo con Dios, puede ser que algunos de ustedes no entren allí."
Heb 4:2  "Porque nosotros, al igual que ellos, también recibimos la buena noticia, pero a ellos no les sirvió de nada porque no la aceptaron con fe."
Heb 4:3  "Sólo nosotros, los creyentes, podremos entrar a ese lugar de reposo. Como Dios dijo: ""Estaba enojado e hice una promesa: 'Ese pueblo nunca entrará a disfrutar de mi reposo'"". Aunque en realidad, Dios ya había preparado todo desde la creación del mundo."
Heb 4:4  "Pues en alguna parte de las Escrituras dice esto sobre el séptimo día: ""Dios reposó de todo su trabajo en el séptimo día""."
Heb 4:5  "Y en el texto que ya mencioné dice: ""Ese pueblo no entrará a disfrutar de mi reposo""."
Heb 4:6  "Es verdad que todavía falta que algunos entren a disfrutar del reposo de Dios, pero los primeros que escucharon la buena noticia no entraron porque no obedecieron."
Heb 4:7  "Entonces Dios planeó otro día especial, un nuevo ""hoy"" y habló de ese día mucho tiempo después, por medio de David en el texto ya mencionado: ""Si escuchan hoy la voz de Dios, no se opongan como antes""."
Heb 4:8  "Porque si Josué les hubiera dado el reposo que Dios prometió, el texto no habría hablado de otro ""hoy""."
Heb 4:9  Esto nos demuestra que todavía está por llegar otro día de reposo para el pueblo de Dios.
Heb 4:10  Dios reposó después de que terminó su trabajo y el que entre a disfrutar del reposo de Dios será aquel que también haya terminado su trabajo.
Heb 4:11  "Hagamos todo lo posible por entrar a disfrutar del reposo de Dios, pues el que desobedezca a Dios, como lo hizo Israel, no entrará."
Heb 4:12  "La palabra de Dios vive, es poderosa y tiene más filo que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos; entra tan profundo en nosotros que juzga los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón."
Heb 4:13  No hay nada creado en el mundo que se pueda esconder de Dios; todo está desnudo y expuesto a su vista. Es a él a quien tendremos que rendirle cuentas de nuestra vida.
Heb 4:14  "En Jesús, el hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha entrado al cielo. Así que sigamos firmes en la fe que tenemos."
Heb 4:15  "Él fue tentado tal como somos tentados nosotros, con la única diferencia de que él nunca cometió pecado."
Heb 4:16  "Entonces, acerquémonos con confianza al trono de Dios que es generoso. Allí recibiremos su compasión y su bondad para ayudarnos cuando lo necesitemos."

 


 
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