Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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Stg 1:1  Santiago, de Dios y Señor Jesucristo siervo, a las doce tribus, las en la dispersión, salud.
Stg 1:2  Todo gozo estimad, hermanos míos, cuando en tentaciones(a)  cayereis varias;
Stg 1:3  conociendo que la probación de vuestra fe obra paciencia.
Stg 1:4  Y la paciencia obra perfecta tenga(b) , para que seáis perfectos e íntegros, en nada faltos.
Stg 1:5  Y, si a alguno de vosotros falta sabiduría, pida al que da: Dios, a todos sencillamente(c)  y no enrostra; y darásele.
Stg 1:6  Mas pida en fe, nada vacilando; pues el que vacila, parécese a oleadas de mar aventadas y agitadas.
Stg 1:7  Pues bien no piense aquel hombre, que alcanzará algo del Señor;
Stg 1:8  un varón doble(d)  instable en todos sus caminos.
Stg 1:9  Y gloríese el hermano, el bajo en su alteza(e) ;
Stg 1:10  el rico; empero, en su bajeza(f) ; pues, como flor de heno pasará.
Stg 1:11  Pues alzóse el sol con el ardor, y secó el heno, y la flor de él cayóse, y el decoro de la faz de él pereció; así también el rico en sus andanzas se marchitará.
Stg 1:12  Bienaventurado el varón que sobrelleva tentación; porque después de probado, recibirá la corona de la vida; que ha prometido el Señor a los que le aman.
Stg 1:13  Nadie, al ser tentado, diga: que «de Dios soy tentado»; que Dios intentado es de males(g) ; y tienta él a nadie.
Stg 1:14  Cada cual, empero, tentado es; por la propia concupiscencia arrastrado y cebado;
Stg 1:15  luego la concupiscencia, concibiendo, pare pecado; y el pecado, consumado, engendra muerte.
Stg 1:16  No erréis, hermanos míos amados.
Stg 1:17  Toda dádiva buena y todo don perfecto de arriba es, descendiendo del Padre de las luces; en quien no hay mudanza o de vicisitud sombreamiento(h) .
Stg 1:18  Queriendo, engendrónos con palabra de verdad, para que seamos ciertas primicias de sus criaturas.
Stg 1:19  Sabéis(i) , hermanos míos amados. Y sea todo hombre pronto para el oír; tardo para el hablar; tardo para ira;
Stg 1:20  pues ira de varón justicia de Dios no obra.
Stg 1:21  Por lo cual, desechando toda impureza y demasía de malicia, en mansedumbre aceptad la implantada palabra, la poderosa a salvar vuestras almas.
Stg 1:22  Y convertíos en hacedores de palabra, y no en oidores solamente, engañándoos a vosotros mismos.
Stg 1:23  Porque, si alguno oidor de palabra es, y no hacedor, éste parécese a varón que contempla la faz de su natividad(j)  en espejo;
Stg 1:24  pues contempládose ha, e ídose y luego olvidádose de cómo era(k) .
Stg 1:25  Pero, el que escudriña la ley perfecta, la de libertad(l) , y persevera, no oidor de olvido(m)  hecho, sino hacedor de obra, éste, bienaventurado en su hacer será.
Stg 1:26  Si alguien cree religioso ser, no refrenando su lengua, sino engañando a su corazón(n) ; de éste, vana la religión.
Stg 1:27  Religión pura e inmaculada ante Dios y Padre, ésta es: visitar huérfanos y viudas en la tribulación de ellos; inmancillado guardarse del mundo.

 


 

Stg 1:1  (TEXTO OMITIDO)
Stg 1:2  Tened, hermanos míos, por sumo gozo veros rodeados de diversas tentaciones,
Stg 1:3  considerando que la prueba de vuestra fe engendra la paciencia.
Stg 1:4  Mas tenga obra perfecta la paciencia, para que seáis perfectos y cumplidos, sin faltar en cosa alguna.
Stg 1:5  Si alguno de vosotros se halla falto de sabiduría, pídala a Dios, que a todos da largamente y sin reproche, y le será otorgada.
Stg 1:6  Pero pida con fe, sin vacilar en nada, que quien vacila es semejante a las olas del mar, movidas por el viento y llevadas de una parte a otra.
Stg 1:7  Hombre semejante no piense que recibirá nada de Dios.
Stg 1:8  Es varón indeciso e inconstante en todos sus caminos.
Stg 1:9  Gloríese el hermano pobre en su exaltación,
Stg 1:10  el rico en su humillación, porque como la flor del heno pasará,
Stg 1:11  Se levantó el sol con sus ardores, secóse el heno, se marchitó la flor y desapareció su belleza. Así también el rico se marchitará en sus empresas.
Stg 1:12  Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque, probado, recibirá la corona de la vida que Dios prometió a los que le aman.
Stg 1:13  Nadie en la tentación diga: Soy tentado por Dios. Porque Dios ni puede ser tentado al mal ni tienta a nadie.
Stg 1:14  Cada uno es tentado por sus propias concupiscencias, que le atraen y seducen.
Stg 1:15  Luego la concupiscencia, cuando ha concebido, pare el pecado, y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
Stg 1:16  No os engañéis, hermanos míos carísimos.
Stg 1:17  Todo buen don y toda dádiva perfecta viene de arriba, desciende del Padre de las luces, en el cual no se da mudanza ni sombra de alteración.
Stg 1:18  De su propia voluntad nos engendró por la palabra de la verdad, para que seamos como primicias de sus criaturas.
Stg 1:19  Sabéis, hermanos míos carísimos, que todo hombre debe ser pronto para escuchar, tardo para hablar, tardo para airarse,
Stg 1:20  porque la cólera del hombre no obra la justicia de Dios.
Stg 1:21  Por esto, deponiendo toda sordidez y todo resto de maldad, recibid con mansedumbre la palabra injerta en vosotros, capaz de salvar vuestras almas.
Stg 1:22  Ponedla en práctica y no os contentéis sólo con oírla, que os engañaría;"
Stg 1:23  pues quien se contente con sólo oír la palabra, sin practicarla, será semejante al varón que contempla en un espejo su rostro,
Stg 1:24  y, apenas se contempla, se va y al instante se olvida de cómo era;"
Stg 1:25  mientras que quien atentamente considera la ley perfecta, la de la libertad, ajustándose a ella, no como oyente olvidadizo, sino como cumplidor, éste será bienaventurado por sus obras.
Stg 1:26  Si alguno cree ser religioso y no refrena su lengua, se engaña, porque su religión es vana.
Stg 1:27  La religión pura e inmaculada ante Dios Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y conservarse sin mancha en este mundo.

 


 

Stg 1:1  Yo, Santiago, estoy al servicio de Dios y del Señor Jesucristo, y les envío un saludo a los cristianos que viven en todo el mundo.
Stg 1:2  Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades.
Stg 1:3  Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades.
Stg 1:4  Por lo tanto, deben resistir la prueba hasta el final, para que sean mejores y puedan obedecer lo que se les ordene.
Stg 1:5  Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, pídasela a Dios. Él se la da a todos en abundancia, sin echarles nada en cara.
Stg 1:6  Eso sí, debe pedirla con la seguridad de que Dios se la dará. Porque los que dudan son como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro.
Stg 1:7  La gente que no es confiable ni capaz de tomar buenas decisiones no recibirá nada del Señor.
Stg 1:9  Si alguno de ustedes es pobre, debe sentirse orgulloso de lo mucho que vale ante Dios.
Stg 1:10  Si alguno es rico, debe sentirse feliz cuando Dios lo humille, pues las riquezas duran muy poco; son como las flores del campo.
Stg 1:11  Cuando hace mucho calor, las plantas se secan; entonces sus flores se marchitan y pierden su belleza. Lo mismo pasa con el rico: ni él ni sus riquezas durarán.
Stg 1:12  Al que soporta las dificultades, Dios lo bendice y, cuando las supera, le da el premio y el honor más grande que puede recibir: la vida eterna, que ha prometido a quienes lo aman.
Stg 1:13  Cuando ustedes sean tentados a hacer lo malo, no le echen la culpa a Dios, porque él no puede ser tentado, ni tienta a nadie a hacer lo malo.
Stg 1:14  Al contrario, cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los que nos arrastran y dominan.
Stg 1:15  Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos sólo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.
Stg 1:16  Mis queridos hermanos, no sean tontos ni se engañen a ustedes mismos.
Stg 1:17  Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto.
Stg 1:18  Además, quiso que fuéramos sus hijos. Por eso, por medio de la buena noticia de salvación nos dio una vida nueva.
Stg 1:19  Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.
Stg 1:20  Porque la gente violenta no puede hacer lo que Dios quiere.
Stg 1:21  Por eso, dejen de hacer lo malo, pues ya hay mucha maldad en el mundo. Hacer lo malo es como andar vestido con ropa sucia. Más bien, reciban con humildad el mensaje que Dios les ha dado. Ese mensaje tiene poder para salvarlos.
Stg 1:22  ¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si lo escuchan, pero no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les pasará lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era.
Stg 1:25  Por el contrario, si ustedes ponen toda su atención en la Palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices en todo lo que hagan. Porque la Palabra de Dios es perfecta y los libera del pecado.
Stg 1:26  Si alguien se cree muy santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí mismo y de nada le sirve tanta religiosidad.
Stg 1:27  Creer en Dios el Padre es agradarlo y hacer el bien, ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren, y no dejarse vencer por la maldad del mundo. 

 


 

Stg 1:1  Tened, hermanos míos, por objeto de sumo gozo caer en varias tribulaciones,
Stg 1:2  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce, o ejercita, la paciencia,
Stg 1:3  y que la paciencia perfecciona la obra; para que así vengáis a ser perfectos y cabales, sin faltar en cosa alguna.
Stg 1:4  Mas si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídasela a Dios, que a todos da copiosamente, y no hiere a nadie; y le será concedida.
Stg 1:5  Pero pídala con fe sin sombra de duda, o desconfianza; pues quien anda dudando es semejante a la ola del mar alborotada y agitada de viento acá y allá.
Stg 1:6  Así que un hombre semejante no tiene que pensar que ha de recibir poco ni mucho del Señor.
Stg 1:7  El hombre de ánimo doble es inconstante en todos sus caminos.
Stg 1:8  Aquel hermano que sea de baja condición ponga su gloria en la verdadera exaltación suya;
Stg 1:9  mientras el rico la debe poner en su abatimiento, o en humillarse a sí mismo, por cuanto él se ha de pasar como la flor del heno;
Stg 1:10  pues así como saliendo el sol ardiente se va secando la hierba, cae la flor, y se acaba toda su vistosa hermosura, así también el rico se marchitará en sus andanzas.
Stg 1:11  Bienaventurado, pues, aquel hombre que sufre con paciencia la tentación, o tribulación; porque después que fuere así probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Stg 1:12  Ninguno cuando es tentado, diga que Dios le tienta; porque Dios no puede jamás dirigirnos al mal; y así él a ninguno tienta.
Stg 1:13  Sino que cada uno es tentado, atraído y halagado por la propia concupiscencia.
Stg 1:14  Después la concupiscencia, llegando a concebir los deseos malos, pare el pecado, el cual una vez que sea consumado, engendra la muerte.
Stg 1:15  Por tanto, no os engañéis en esta materia, hermanos míos muy amados.
Stg 1:16  Toda dádiva preciosa y todo don perfecto de arriba viene, como que desciende del Padre de las luces, en quien no cabe mudanza, ni sombra de variación.
Stg 1:17  Porque por un puro querer de su voluntad nos ha engendrado para hijos suyos con la palabra de la verdad, a fin de que seamos los israelitas como las primicias de sus nuevas criaturas.
Stg 1:18  Bien lo sabéis vosotros, hermanos míos muy queridos. Y así, sea todo hombre pronto para escuchar, pero detenido en hablar y refrenado en la ira.
Stg 1:19  Porque la ira del hombre no se compadece con la justicia de Dios.
Stg 1:20  Por lo cual dando de mano a toda inmundicia y exceso vicioso, recibid con docilidad la palabra divina que ha sido como ingerida en vosotros, y que puede salvar vuestras almas.
Stg 1:21  Pero habéis de ponerla en práctica, y no sólo escucharla, engañándoos lastimosamente a vosotros mismos.
Stg 1:22  Porque quien se contenta con oír la palabra de Dios, y no la practica, erá parecido a un hombre que contempla al espejo su rostro nativo ensuciado con algunas manchas,
Stg 1:23  y que no hace más que mirarse, y se va sin quitarlas, y luego se olvidó de cómo está.
Stg 1:24  Mas quien contemplare atentamente la ley perfecta de la buena nueva que es la de la libertad, y perseverare en ella, no haciéndose oyente olvidadizo, sino ejecutor de la obra, éste será por su hecho u obras bienaventurado.
Stg 1:25  Que si alguno se precia de ser religioso o devoto, sin refrenar su lengua, antes bien engañando o precipitando con ella su corazón, la religión suya es vana, es falsa su piedad.
Stg 1:26  La religión pura y sin mácula delante de Dios Padre es ésta: Visitar, o socorrer, a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y preservarse de la corrupción de este siglo.
Stg 1:27  Hermanos míos, no intentéis conciliar la fe de nuestro glorioso Señor Jesucristo con la distinción de personas. 

 


 

Stg 1:1  

Salutación
  Santiago,(A) siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. 

La sabiduría que viene de Dios
 
Stg 1:2  Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Stg 1:3  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Stg 1:4  Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Stg 1:5  Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Stg 1:6  Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Stg 1:7  No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Stg 1:8  El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Stg 1:9  El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación;
Stg 1:10  pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.
Stg 1:11  Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca,(B) su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas. 

Soportando las pruebas
 
Stg 1:12  Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Stg 1:13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
Stg 1:14  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Stg 1:15  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Stg 1:16  Amados hermanos míos, no erréis.
Stg 1:17  Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Stg 1:18  El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 

Hacedores de la palabra
 
Stg 1:19  Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Stg 1:20  porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Stg 1:21  Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Stg 1:22  Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Stg 1:23  Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Stg 1:24  Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Stg 1:25  Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Stg 1:26  Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Stg 1:27  La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. 
 

 


 

Stg 1:1  Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesús, el Cristo, a las doce tribus que están esparcidas, salud.
Stg 1:2  Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Stg 1:3  sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.
Stg 1:4  Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.
Stg 1:5  Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.
Stg 1:6  Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra.
Stg 1:7  Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
Stg 1:8  El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.
Stg 1:9  El hermano que es de baja suerte, gloriese en su alteza;
Stg 1:10  mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba.
Stg 1:11  Porque salido el sol con ardor, la hierba se seca, y su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todos sus caminos.
Stg 1:12  Bienaventurado el varón que padece con paciencia la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Stg 1:13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los males, ni él tienta a alguno;
Stg 1:14  pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
Stg 1:15  Y la concupiscencia después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
Stg 1:16  Hermanos míos muy amados, no erréis.
Stg 1:17  Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Stg 1:18  El, de su voluntad nos ha engendrado por la Palabra de verdad, para que seamos las primicias de sus criaturas.
Stg 1:19  Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Stg 1:20  porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Stg 1:21  Por lo cual, dejando toda inmundicia, y restos de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra ingerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas.
Stg 1:22  Mas sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Stg 1:23  Porque si alguno oye la Palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Stg 1:24  Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y a la hora se olvidó qué tal era.
Stg 1:25  Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
Stg 1:26  Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Stg 1:27  La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.

 


 

Stg 1:1  James, a servant of God and of the Lord Jesus Christ, to the twelve tribes which are scattered abroad, greeting.
Stg 1:2  My brethren, count it all joy when ye fall into divers temptations;
Stg 1:3  Knowing this, that the trying of your faith worketh patience.
Stg 1:4  But let patience have her perfect work, that ye may be perfect and entire, wanting nothing.
Stg 1:5  If any of you lack wisdom, let him ask of God, that giveth to all men liberally, and upbraideth not; and it shall be given him.
Stg 1:6  But let him ask in faith, nothing wavering. For he that wavereth is like a wave of the sea driven with the wind and tossed.
Stg 1:7  For let not that man think that he shall receive any thing of the Lord.
Stg 1:8  A double minded man is unstable in all his ways.
Stg 1:9  Let the brother of low degree rejoice in that he is exalted:
Stg 1:10  But the rich, in that he is made low: because as the flower of the grass he shall pass away.
Stg 1:11  For the sun is no sooner risen with a burning heat, but it withereth the grass, and the flower thereof falleth, and the grace of the fashion of it perisheth: so also shall the rich man fade away in his ways.
Stg 1:12  Blessed is the man that endureth temptation: for when he is tried, he shall receive the crown of life, which the Lord hath promised to them that love him.
Stg 1:13  Let no man say when he is tempted, I am tempted of God: for God cannot be tempted with evil, neither tempteth he any man:
Stg 1:14  But every man is tempted, when he is drawn away of his own lust, and enticed.
Stg 1:15  Then when lust hath conceived, it bringeth forth sin: and sin, when it is finished, bringeth forth death.
Stg 1:16  Do not err, my beloved brethren.
Stg 1:17  Every good gift and every perfect gift is from above, and cometh down from the Father of lights, with whom is no variableness, neither shadow of turning.
Stg 1:18  Of his own will begat he us with the word of truth, that we should be a kind of firstfruits of his creatures.
Stg 1:19  Wherefore, my beloved brethren, let every man be swift to hear, slow to speak, slow to wrath:
Stg 1:20  For the wrath of man worketh not the righteousness of God.
Stg 1:21  Wherefore lay apart all filthiness and superfluity of naughtiness, and receive with meekness the engrafted word, which is able to save your souls.
Stg 1:22  But be ye doers of the word, and not hearers only, deceiving your own selves.
Stg 1:23  For if any be a hearer of the word, and not a doer, he is like unto a man beholding his natural face in a glass:
Stg 1:24  For he beholdeth himself, and goeth his way, and straightway forgetteth what manner of man he was.
Stg 1:25  But whoso looketh into the perfect law of liberty, and continueth therein, he being not a forgetful hearer, but a doer of the work, this man shall be blessed in his deed.
Stg 1:26  If any man among you seem to be religious, and bridleth not his tongue, but deceiveth his own heart, this man's religion is vain.
Stg 1:27  Pure religion and undefiled before God and the Father is this, To visit the fatherless and widows in their affliction, and to keep himself unspotted from the world. 

 


 

Stg 1:1  Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión.
Stg 1:2  Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas,
Stg 1:3  sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento;
Stg 1:4  pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.
Stg 1:5  Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.
Stg 1:6  Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte.
Stg 1:7  Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
Stg 1:8  un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
Stg 1:9  El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
Stg 1:10  y el rico, en su humillación, porque pasará = como flor de hierba: =
Stg 1:11  sale el sol con fuerza y = seca la hierba y su flor cae = y se pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus caminos.
Stg 1:12  = ¡Feliz = el hombre = que soporta = la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman.
Stg 1:13  Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.
Stg 1:14  Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que le arrastra y le seduce.
Stg 1:15  Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
Stg 1:16  No os engañéis, hermanos míos queridos:
Stg 1:17  toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de rotación.
Stg 1:18  Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad, para que fuésemos como las primicias de sus criaturas.
Stg 1:19  Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea = diligente para escuchar y tardo = para hablar, tardo para la ira.
Stg 1:20  Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Stg 1:21  Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras almas.
Stg 1:22  Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos.
Stg 1:23  Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo:
Stg 1:24  se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es.
Stg 1:25  En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz.
Stg 1:26  Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana.
Stg 1:27  La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.

 


 

Stg 1:1  Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de Israel esparcidas por todo el mundo.
Stg 1:2  Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase.
Stg 1:3  Pues y a saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento.
Stg 1:4  Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada.
Stg 1:5  Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno.
Stg 1:6  Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro.
Stg 1:7  Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor,
Stg 1:8  porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta.
Stg 1:9  El hermano de condición humilde debe sentirse orgulloso de ser enaltecido por Dios;
Stg 1:10  y el rico de ser humillado. Porque el rico es como la flor de la hierba, que no permanece.
Stg 1:11  Cuando el sol sale y calienta con fuerza, la hierba se seca, su flor se cae y su belleza se pierde. Así también, el rico desaparecerá en medio de sus negocios.
Stg 1:12  Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que lo aman.
Stg 1:13  Cuando alguno se sienta tentado a hacer lo malo, no piense que es tentado por Dios, porque Dios ni siente la tentación de hacer lo malo, ni tienta a nadie para que lo haga.
Stg 1:14  Al contrario, uno es tentado por sus propios malos deseos, que lo atraen y lo seducen.
Stg 1:15  De estos malos deseos nace el pecado; y del pecado, cuando llega a su completo desarrollo, nace la muerte.
Stg 1:16  Queridos hermanos míos, no se engañen:
Stg 1:17  todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios, que creó los astros del cielo. Dios es siempre el mismo: en él no hay variaciones ni oscurecimientos.
Stg 1:18  Él, porque así lo quiso, nos dio vida mediante el mensaje de la verdad, [a] para que seamos los primeros frutos de su creación.
Stg 1:19  Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse.
Stg 1:20  Porque el hombre enojado no hace lo que es justo ante Dios.
Stg 1:21  Así pues, despójense ustedes de toda impureza y de la maldad que tanto abunda, y acepten humildemente el mensaje que ha sido sembrado; pues ese mensaje tiene poder para salvarlos.
Stg 1:22  Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos.
Stg 1:23  El que solamente oye el mensaje, y no lo practica, es como el hombre que se mira la cara en un espejo:
Stg 1:24  se ve a sí mismo, pero en cuanto da la vuelta se olvida de cómo es.
Stg 1:25  Pero el que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente en la ley perfecta de la libertad, [b] y permanece firme cumpliendo lo que ella manda, será feliz en lo que hace.
Stg 1:26  Si alguno cree ser religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve de nada.
Stg 1:27  La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo. 

 


 

Stg 1:1  Santiago, esclavo de Dios y de[l] Señor Jesucristo, a las doce tribus que están esparcidas por todas partes: ¡Saludos!
Stg 1:2  Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas,
Stg 1:3  puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante.
Stg 1:4  Pero que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada.
Stg 1:5  Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.
Stg 1:6  Pero que siga pidiendo con fe, sin dudar nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de una parte a otra.
Stg 1:7  De hecho, no vaya a figurarse ese hombre que recibirá cosa alguna de Jehová;
Stg 1:8  es un hombre indeciso, inconstante en todos sus caminos.
Stg 1:9  Pero que el hermano de condición humilde se alboroce a causa de su ensalzamiento,
Stg 1:10  y el rico a causa de su humillación, porque como una flor de la vegetación pasará.
Stg 1:11  Porque el sol sale con su calor abrasador y marchita la vegetación, y la flor de esta se cae, y la belleza de su apariencia externa perece. Así, también, el rico se desvanecerá en sus maneras de proceder en la vida.
Stg 1:12  Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.
Stg 1:13  Al estar bajo prueba, que nadie diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie.
Stg 1:14  Más bien, cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo.
Stg 1:15  Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte.
Stg 1:16  No se extravíen, mis amados hermanos.
Stg 1:17  Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba, porque desciende del Padre de las luces [celestes], y con él no hay la variación del giro de la sombra.
Stg 1:18  Porque fue su voluntad, él nos produjo por la palabra de la verdad, para que fuéramos ciertas primicias de sus criaturas.
Stg 1:19  Sepan esto, mis amados hermanos. Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira;
Stg 1:20  porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Stg 1:21  Por lo tanto, desechen toda suciedad, y esa cosa superflua, la maldad, y acepten con apacibilidad la implantación de la palabra que puede salvar sus almas.
Stg 1:22  Sin embargo, háganse hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a sí mismos con razonamiento falso.
Stg 1:23  Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, este es semejante al hombre que mira su rostro natural en un espejo.
Stg 1:24  Pues se mira, y allá se va e inmediatamente olvida qué clase de hombre es.
Stg 1:25  Pero el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].
Stg 1:26  Si a un hombre le parece que es adorador formal, y con todo no refrena su lengua, sino que sigue engañando su propio corazón, la forma de adoración de este hombre es vana.
Stg 1:27  La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo.

 


 

Stg 1:1  Yo, Santiago, estoy al servicio de Dios y del Señor Jesucristo, y les envío un saludo a los cristianos que viven en todo el mundo.
Stg 1:2  Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades.
Stg 1:3  Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades.
Stg 1:4  Por lo tanto, deben resistir la prueba hasta el final, para que sean mejores y puedan obedecer lo que se les ordene.
Stg 1:5  Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, pídasela a Dios. Él se la da a todos en abundancia, sin echarles nada en cara.
Stg 1:6  Eso sí, debe pedirla con la seguridad de que Dios se la dará. Porque los que dudan son como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro.
Stg 1:7  La gente que no es confiable ni capaz de tomar buenas decisiones no recibirá nada del Señor.
Stg 1:9  Si alguno de ustedes es pobre, debe sentirse orgulloso de lo mucho que vale ante Dios.
Stg 1:10  Si alguno es rico, debe sentirse feliz cuando Dios lo humille, pues las riquezas duran muy poco; son como las flores del campo.
Stg 1:11  Cuando hace mucho calor, las plantas se secan; entonces sus flores se marchitan y pierden su belleza. Lo mismo pasa con el rico: ni él ni sus riquezas durarán.
Stg 1:12  Al que soporta las dificultades, Dios lo bendice y, cuando las supera, le da el premio y el honor más grande que puede recibir: la vida eterna, que ha prometido a quienes lo aman.
Stg 1:13  Cuando ustedes sean tentados a hacer lo malo, no le echen la culpa a Dios, porque él no puede ser tentado, ni tienta a nadie a hacer lo malo.
Stg 1:14  Al contrario, cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los que nos arrastran y dominan.
Stg 1:15  Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos sólo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.
Stg 1:16  Mis queridos hermanos, no sean tontos ni se engañen a ustedes mismos.
Stg 1:17  Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto.
Stg 1:18  Además, quiso que fuéramos sus hijos. Por eso, por medio de la buena noticia de salvación nos dio una vida nueva.
Stg 1:19  Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.
Stg 1:20  Porque la gente violenta no puede hacer lo que Dios quiere.
Stg 1:21  Por eso, dejen de hacer lo malo, pues ya hay mucha maldad en el mundo. Hacer lo malo es como andar vestido con ropa sucia. Más bien, reciban con humildad el mensaje que Dios les ha dado. Ese mensaje tiene poder para salvarlos.
Stg 1:22  ¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si lo escuchan, pero no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les pasará lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era.
Stg 1:25  Por el contrario, si ustedes ponen toda su atención en la Palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices en todo lo que hagan. Porque la Palabra de Dios es perfecta y los libera del pecado.
Stg 1:26  Si alguien se cree muy santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí mismo y de nada le sirve tanta religiosidad.
Stg 1:27  Creer en Dios el Padre es agradarlo y hacer el bien, ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren, y no dejarse vencer por la maldad del mundo.

 


 

Stg 1:1  De: Yaakov, un esclavo[1] de YAHWEH y del Adón Yahshúa Ha Mashíaj. A: Las doce tribus en la Galut [Diáspora]: ¡Shalom![2]
Stg 1:2  Considérenlo todo como una alegría, hermanos,[3] cuando se enfrenten a diversos tipos de tentaciones;
Stg 1:3  porque ustedes saben que la prueba de su confianza produce perseverancia.
Stg 1:4  Pero permitan que la perseverancia haga su obra completa; para que sean completos e íntegros sin faltarles nada.[4]
Stg 1:5  Ahora, si alguno está falto de sabiduría, pid a a YAHWEH, El le da a todos los hombres generosamente y sin reproche,[5] y le será dada.[6]
Stg 1:6  Pero pida con confianza, dudando de nada, porque el que duda es como una ola del mar, es zarandeada y llevada por el viento.
Stg 1:7  En verdad, este hombre no debe pensar que recibirá algo del Adón,
Stg 1:8  porque es hombre[7] de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.[8]
Stg 1:9  Permitan al hermano de humildes circunstancias jactarse de su alta posición.[9]
Stg 1:10  Pero el hermano rico se jacte acerca de ser humillado; ya que como una flor silvestre, pasará.
Stg 1:11  Así como el sol sale con el sharav y seca la planta, para que la flor caiga y su belleza sea destruida, así también la persona rica se marchitará en sus empresas.
Stg 1:12  ¡Cuán bendito es el hombre que perseve ra cuando viene la tentación y la soporta! Porque después, pasada la prueba, recibirá como corona la vida que YAHWEH ha prometido a los que le aman.[10]
Stg 1:13  Nadie, siendo tentado, debe decir: "Estoy siendo tentado por YAHWEH." Porque YAHWEH no puede ser tentado por el mal, y YAHWEH mismo no tienta a nadie.
Stg 1:14  En cambio, cada uno es tentado cuando es arrastrado y es incitado por la carnada de sus propios deseos y atrapado.
Stg 1:15  Entonces, habiendo concebido, el deseo pare al pecado, y cuando el pecado está completamente crecido, pare la muerte.[11]
Stg 1:16  No se extravíen, mis amados hermanos,
Stg 1:17  toda buena obra de ofrenda y todo lo perfecto viene del Padre quien hizo las lumbreras celestiales, con El no hay variación ni oscuridad causada por los cambios.
Stg 1:18  El, por Su voluntad, nos hizo nacer por medio de la Palabra de verdad,[12] para ser primicia de todo lo que ha creado.[13]
Stg 1:19  Por lo tanto, mis queridos hermanos, toda persona sea pronta en escuchar, pero tardo en hablar, tardo para airarse;
Stg 1:20  ¡porque la ira de una persona, no logra la justificación de YAHWEH!
Stg 1:21  De modo que, despójense de toda vulgaridad, maldad obvia y reciban con mansedumbre la Palabra implantada en ustedes para salvar sus vidas.[14]
Stg 1:22  No se engañen a ustedes mismos por sólo oír lo que la Palabra dice, ¡sino háganlo![15]
Stg 1:23  Porque el que oye la Palabra, pero no hace lo que ella dice, es como alguien que mira su cara en el espejo,
Stg 1:24  se mira a sí mismo, se retira e inmediatamente se le olvida como luce.
Stg 1:25  Pero la persona que mira atentamente la Toráh perfecta, la que da libertad, y continúa volviéndose, no en un oidor olvidadizo, sino en un hacedor de las obras requeridas por ella, entonces será bendito en lo que hace.[16]
Stg 1:26  Cualquiera que crea que es un observante religioso, pero no controla su lengua, se engaña a sí mismo, y su observancia cuenta para nada.[17]
Stg 1:27  La observancia religiosa que Elohim el Padre considera pura y sin falta es esta: dar cuidado a los huérfanos y viudas en sus tribulaciones y mantenerse uno mismo sin contaminaciones del mundo.[18]

 


 

Stg 1:1  "Queridos hermanos del pueblo de Dios que está disperso por el mundo: Un cordial saludo de Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo. Hermanos, alégrense cuando tengan que enfrentar diversas dificultades."
Stg 1:2  "Queridos hermanos del pueblo de Dios que está disperso por el mundo: Un cordial saludo de Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo. Hermanos, alégrense cuando tengan que enfrentar diversas dificultades."
Stg 1:3  "Ustedes ya saben que así se pone a prueba su fe, y eso los hará más pacientes."
Stg 1:4  "Ahora bien, la paciencia debe alcanzar la meta de hacerlos completamente maduros y mantenerlos sin defecto."
Stg 1:5  "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará. Dios es generoso y nos da todo con agrado."
Stg 1:6  "Pero deben pedirle a Dios con fe, sin dudar nada. El que duda es como una ola del mar que el viento se lleva de un lado a otro."
Stg 1:7  "El que duda no sabe lo que quiere, por lo tanto no debe esperar nada del Señor pues el que duda es inestable en todo lo que hace."
Stg 1:8  "El que duda no sabe lo que quiere, por lo tanto no debe esperar nada del Señor pues el que duda es inestable en todo lo que hace."
Stg 1:9  "El hermano de condición humilde no se avergüence de ser pobre, porque Dios lo ha puesto en un lugar de honor. "
Stg 1:10  "El hermano rico no se avergüence cuando Dios lo humille, porque el rico desaparecerá como la flor de la hierba."
Stg 1:11  "Cuando sale el sol hace calor y se seca la hierba; la flor se cae y ahí termina su hermoso aspecto. Así pasa con los ricos, en un momento los vemos ocupados en sus negocios y, de pronto, mueren."
Stg 1:12  "Afortunado el que mantiene la fe cuando es tentado, porque Dios le dará un premio. Cuando pase la prueba, recibirá el premio de la vida eterna que Dios ha prometido a los que lo aman."
Stg 1:13  "Cuando uno tenga una tentación, no diga que es tentado por Dios. Él no tiene nada que ver con el mal y no tienta a nadie."
Stg 1:14  Uno es tentado cuando se deja llevar por un mal deseo que lo atrae y lo seduce.
Stg 1:15  "Luego, el deseo malo da a luz el pecado, y el pecado, una vez que ha crecido, conduce a la muerte."
Stg 1:16  "No se engañen, mis queridos hermanos."
Stg 1:17  "Todo lo bueno que hemos recibido, todo don perfecto, viene de Dios, del Padre creador de los astros del cielo, en quien nunca hay cambio ni sombra."
Stg 1:18  Dios nos dio nueva vida por medio del mensaje de la verdad para que seamos los hijos mayores de toda su creación.
Stg 1:19  Recuerden queridos hermanos: estén más dispuestos a escuchar que a hablar. No se enojen fácilmente.
Stg 1:20  El que vive enojado no puede vivir como Dios manda.
Stg 1:21  "Por eso, hay que ser humildes. Dejen toda esa mala conducta y todo lo malo que hacen, y acepten con humildad el mensaje que Dios ha puesto en cada uno de ustedes. Ese mensaje tiene el poder de salvarlos."
Stg 1:22  "Pero no es suficiente con sólo oír el mensaje de Dios. Hay que obedecerlo. Si sólo lo oyen, sin hacer lo que dice, se están engañando a sí mismos."
Stg 1:23  El que oye el mensaje de Dios sin obedecer lo que dice es como el que se mira en un espejo.
Stg 1:24  "Se mira en el espejo, se va y pronto olvida lo mal que se veía."
Stg 1:25  "Por el contrario, la enseñanza que Dios da es perfecta y libera a la gente. Pero uno tiene que fijarse bien en ella y ponerla en práctica, en lugar de ser un oyente olvidadizo. Afortunado el que así lo hace."
Stg 1:26  "Si alguien se cree religioso pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión no vale nada."
Stg 1:27  La religión pura y sin contaminación que Dios sí acepta es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades y no dejarse influenciar por la maldad del mundo.

 


 
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