Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 1.2. de Pedro


 

2Pe 3:1  ésta ya, amados, segunda os escribo epístola; en las cuales despierto de vosotros, en recordación, lo sincera mente,
2Pe 3:2  a recordar las predichas palabras por los santos profetas y el de vuestros apóstoles mandamiento del Señor y Salvador;
2Pe 3:3  esto primero conociendo, que vendrán en los últimos días, en mofa mofadores, según sus propias concupiscencias caminando,
2Pe 3:4  y diciendo: «¿Dónde está la promesa de la parusia de él? Pues desde que nuestros padres se durmieron, todo así persevera desde principio de creación».
2Pe 3:5  Pues ocúltase a los que esto quieren(a) , que cielos eran de muy antiguo, y tierra de agua y por agua consistiendo(b) , por la de Dios palabra;
2Pe 3:6  por las cuales el de entonces mundo, por agua inundado, pereció.
2Pe 3:7  Y los de ahora cielos y la tierra, por la misma palabra, guardados están para fuego, reservados, para día de juicio y perdición de los impíos hombres.
2Pe 3:8  Pero esto uno no se os oculte, amados: que un día ante Señor, como mil años, y mil años, como día uno.
2Pe 3:9  No tarda Dios la promesa, como algunos tardanza creen; sino que se longanima por nosotros; no queriendo que algunos perezcan, sino que todos a arrepentimiento se lleguen.
2Pe 3:10  Pero vendrá el día de Señor como ladrón; en el que cielos estruendosamente pasarán; y elementos, ardiendo, disolveránse, y tierra y las en ellas obras se quemarán.
2Pe 3:11  Esto, pues, todo disolviéndose ¡cuáles debéis haberos vosotros en santas conversaciones y piedades;
2Pe 3:12  aguardando y apresurándoos a la parusia del de Dios día, por el cual los cielos, encendidos disolveránse; y elementos, ardiendo, se funden!
2Pe 3:13  Y nuevos cielos y nueva tierra, según las promesas de él aguardamos, en los cuales justicia habita.
2Pe 3:14  Por lo cual, amados, esto aguardando, empeñaos en que inmaculados e intachables por él hallados seáis en paz.
2Pe 3:15  Y la de nuestro Señor longanimidad salud estimad, así como también nuestro amado hermano Pablo, según la a él dada sabiduría, os ha escrito;
2Pe 3:16  cual también en todas las epístolas hablando en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender; que los indoctos e instables tuercen, como asimismo las demás escrituras, para su propia perdición.
2Pe 3:17  Vosotros, pues, amados, preconociendo, guardaos para que, por el de los desenfrenados extravío al par arrebatados, no caigáis de la propia firmeza;
2Pe 3:18  y creced en gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él la gloria y ahora y hasta día de siglo.  

 


 

2Pe 3:1  Esta es, carísimos, la segunda epístola que os escribo, y en ella he procurado excitar con mis avisos vuestra sana inteligencia,
2Pe 3:2  a fin de que traigáis a la memoria las palabras predichas por los santos profetas y el precepto del Señor y Salvador, predicado por vuestros apóstoles.
2Pe 3:3  Y, ante todo, debéis saber cómo en los postreros días vendrán con sus burlas escarnecedores, que viven según sus propias concupiscencias
2Pe 3:4  y dicen: ¿Dónde está la promesa de su venida? Porque, desde que murieron los padres, todo permanece igual desde el principio de la creación.
2Pe 3:5  Es que voluntariamente quieren ignorar que en otro tiempo hubo cielos y hubo tierra, salida del agua y en el agua asentada por la palabra de Dios;"
2Pe 3:6  por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en el agua,
2Pe 3:7  mientras que los cielos y la tierra actuales están reservados por la misma palabra para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los impíos.
2Pe 3:8  Carísimos, no se os caiga de la memoria que delante de Dios un solo día es como mil años, y mil años como un solo día.
2Pe 3:9  No retrasa el Señor la promesa, como algunos creen; es que pacientemente os aguarda, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan a penitencia."
2Pe 3:10  Pero vendrá el día del Señor como ladrón, y en él pasarán con estrépito los cielos, y los elementos, abrasados, se disolverán, y asimismo la tierra con las obras que en ella hay.
2Pe 3:11  Pues si todo de este modo ha de disolverse, ¿cuáles debéis ser vosotros en vuestra santa conversión y en vuestra piedad,
2Pe 3:12  en la expectación de la llegada del día de Dios, cuando los cielos, abrasados, se disolverán, y los elementos, abrasados, se derretirán?
2Pe 3:13  Pero nosotros esperamos otros cielos nuevos y otra tierra nueva, en que tiene su morada la justicia, según la promesa del Señor,
2Pe 3:14  Por esto, carísimos, viviendo en esta esperanza, procurad con diligencia ser hallados en paz, limpios e irreprochables delante de El,
2Pe 3:15  y creed que la paciencia del Señor es para nuestra salud, según que nuestro amado hermano Pablo os escribió conforme a la sabiduría que a él le fue concedida.
2Pe 3:16  Es lo mismo que hablando de esto enseña en todas sus epístolas, en las cuales hay algunos puntos de difícil inteligencia, que hombres indoctos e inconstantes pervierten, no menos que las demás Escrituras, para su propia perdición.
2Pe 3:17  Vosotros, pues, amados, que de antemano sois avisados, estad alerta, no sea que, dejándoos llevar del error de los libertinos, vengáis a decaer en vuestra firmeza.
2Pe 3:18  Creced más bien en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y salvador Jesucristo. A El la gloria así ahora como en el día de la eternidad.

 


 

2Pe 3:1  Amados hermanos en Cristo, esta es la segunda carta que les escribo. En las dos he querido darles consejos, para que puedan pensar correctamente.
2Pe 3:2  Recuerden el mensaje que los profetas de Dios nos dieron hace mucho tiempo. No olviden el mandamiento que nos dio nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y que los apóstoles les enseñaron a ustedes.
2Pe 3:3  En primer lugar, tomen en cuenta que, en los últimos días, vendrán algunos que sólo pensarán en sus malos deseos. Se burlarán de ustedes
2Pe 3:4  y les preguntarán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesucristo regresaría? Ya murieron nuestros padres, ¡y todo sigue igual que cuando el mundo fue creado!»
2Pe 3:5  Esa gente no quiere darse cuenta de que, hace mucho tiempo, Dios creó los cielos y la tierra, y de que con sólo una orden separó la tierra y los mares.
2Pe 3:6  Además, Dios usó el agua del diluvio para destruir al mundo de esa época;
2Pe 3:7  pero, con ese mismo poder, ha dado la orden de que, en el momento indicado, los cielos y la tierra que ahora existen sean destruidos con fuego. Serán quemados el día en que Dios juzgue a todos y destruya a los que hacen el mal.
2Pe 3:8  Además, hermanos míos, no olviden que, para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día.
2Pe 3:9  No es que Dios sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Lo que pasa es que Dios tiene paciencia con ustedes, porque él no quiere que nadie muera, sino que todos vuelvan a obedecerle.
2Pe 3:10  Pero cuando el Señor Jesús regrese, vendrá como cuando un ladrón entra en una casa a robar. En ese día, los cielos desaparecerán en medio de un ruido espantoso, las estrellas serán destruidas por el fuego, y la tierra y todo lo que hay en ella desaparecerán.
2Pe 3:11  Ya que todo será destruido de esa manera, ustedes deben obedecer sólo a Dios, hacer el bien,
2Pe 3:12  y esperar con ansias el día en que Dios juzgará a todo el mundo. Ese día, el fuego destruirá los cielos y derretirá las estrellas.
2Pe 3:13  Pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, donde todo será bueno y justo.
2Pe 3:14  Por eso, queridos amigos, mientras esperan a que esto suceda, hagan todo lo posible por estar en paz con Dios, y porque él los encuentre sin pecado.
2Pe 3:15  Recuerden que nuestro Señor Jesucristo nos trata con paciencia, para que podamos ser salvos. Ya nuestro querido compañero Pablo les ha escrito acerca de esto, y fue Dios mismo quien se lo explicó.
2Pe 3:16  En todas sus cartas Pablo les ha hablado de esto, aunque algo de lo que dice en ellas no es fácil de entender. Por eso no las entienden la gente ignorante ni los que no confían en Cristo, y luego las explican mal. Lo mismo hacen con toda la Biblia, y por eso Dios los castigará.
2Pe 3:17  Queridos amigos, con esto quedan advertidos. Así que cuídense mucho, no sea que los engañe la gente malvada y ustedes dejen de creer firmemente en Dios.
2Pe 3:18  Mejor dejen que el amor y el conocimiento, que nos da nuestro Señor y Salvador Jesucristo, los ayude a ser cada vez mejores cristianos. ¡Alabemos a Jesucristo ahora y siempre! Amén. 

 


 

2Pe 3:1  para que tengáis presentes las palabras que os he dicho antes, de los santos profetas, y los preceptos que el Señor y Salvador nuestro os ha dado por medio de nosotros, que somos sus apóstoles
2Pe 3:2  estando ciertos ante todas cosas, de que vendrán en los últimos tiempos impostores artificiosos, arrastrados de sus propias pasiones,
2Pe 3:3  diciendo: ¿Dónde está la promesa o el segundo advenimiento de éste? Porque desde la muerte de nuestros padres o patriarcas, todas las cosas permanecen del modo mismo que al principio fueron creadas.
2Pe 3:4  Y es que no saben, porque quieren ignorarlo, que al principio fue creado el cielo por la palabra de Dios, como así mismo la tierra, la cual apareció salida del agua, y subsiste en medio de ella,
2Pe 3:5  y que por tales cosas el mundo de entonces pereció anegado en las aguas del diluvio.
2Pe 3:6  Así los cielos que ahora existen, y la tierra, se guardan por la misma palabra, para ser abrasados por el fuego en el día del juicio y del exterminio de los hombres malvados e impíos.
2Pe 3:7  Pero vosotros, queridos míos, no debéis ignorar una cosa, y es que un día respecto de Dios es como mil años, y mil años como un día.
2Pe 3:8  No retarda, pues, el Señor su promesa, como algunos juzgan, sino que espera con mucha paciencia por amor de vosotros venir como juez, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos se conviertan a penitencia.
2Pe 3:9  Por lo demás, el día del Señor vendrá como ladrón, y entonces los cielos con espantoso estruendo pasarán de una parte a otra, los elementos con el ardor del fuego se disolverán, y la tierra, y las obras que hay en ella serán abrasadas.
2Pe 3:10  Pues ya que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿cuáles debéis ser vosotros en la santidad de vuestra vida y piedad de costumbres,
2Pe 3:11  aguardando con ansia, y corriendo a esperar la venida del día del Señor, día en que los cielos encendidos se disolverán, y se derretirán los elementos con el ardor del fuego?
2Pe 3:12  Aunque esperamos, conforme a sus promesas, nuevos cielos y nueva tierra, donde habitará eternamente la justicia.
2Pe 3:13  Por lo cual, carísimos, pues tales cosas esperáis, haced lo posible para que el Señor os halle sin mancilla, irreprensibles y en paz;
2Pe 3:14  y creed que es para salvación la longanimidad o larga paciencia de nuestro Señor: según también nuestro carísimo hermano Pablo os escribió conforme a la sabiduría que se le ha dado,
2Pe 3:15  como lo hace en todas sus cartas, tratando en ellas de esto mismo; en las cuales hay algunas cosas difíciles de comprender, cuyo sentido los inconstantes en la fe pervierten, de la misma manera que las demás Escrituras, de que abusan para su propia perdición.
2Pe 3:16  Así que vosotros, ¡oh hermanos!, avisados ya, estad alerta, no sea que seducidos de los insensatos y malvados vengáis a caer de vuestra firmeza;
2Pe 3:17  antes bien id creciendo en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea dada la gloria desde ahora y por el día perpetuo de la eternidad. Amén.
2Pe 3:18  Lo que fue desde el principio o desde la eternidad, lo que oímos, lo que vimos con nuestros ojos, y contemplamos, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de la vida, 

 


 

2Pe 3:1  

El día del Señor vendrá
  Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento,
2Pe 3:2  para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;
2Pe 3:3  sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,(A)
2Pe 3:4  y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.
2Pe 3:5  Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,(B)
2Pe 3:6  por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;(C)
2Pe 3:7  pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
2Pe 3:8  Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.(D)
2Pe 3:9  El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2Pe 3:10  Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;(E) en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
2Pe 3:11  Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
2Pe 3:12  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
2Pe 3:13  Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.(F)
2Pe 3:14  Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
2Pe 3:15  Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
2Pe 3:16  casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
2Pe 3:17  Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
2Pe 3:18  Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. 
 

 


 

2Pe 3:1  Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, por la cual despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento;
2Pe 3:2  para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apóstoles del Señor y Salvador;
2Pe 3:3  sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
2Pe 3:4  y diciendo: ¿Dónde está la Promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.
2Pe 3:5  Cierto, ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron creados en el tiempo antiguo y la tierra salido del agua y en el agua, por la palabra de Dios;
2Pe 3:6  por lo cual el mundo de entonces pereció anegado por agua;
2Pe 3:7  pero los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma Palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos.
2Pe 3:8  Mas, oh amados, no ignoréis una cosa: y es que un día delante del Señor es como mil años y mil años son como un día.
2Pe 3:9  El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; pero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2Pe 3:10  Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están, serán quemadas.
2Pe 3:11  Pues como sea así que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿no conviene que vosotros seáis en santas y pías conversaciones,
2Pe 3:12  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán?
2Pe 3:13  Pero esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus Promesas, en los cuales mora la justicia.
2Pe 3:14  Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión, en paz.
2Pe 3:15  Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también;
2Pe 3:16  casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.
2Pe 3:17  Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente con los otros engañados, y caigáis de vuestra firmeza.
2Pe 3:18  Mas creced en la gracia, y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesús, el Cristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. 

 


 

2Pe 3:1  This second epistle, beloved, I now write unto you; in both which I stir up your pure minds by way of remembrance:
2Pe 3:2  That ye may be mindful of the words which were spoken before by the holy prophets, and of the commandment of us the apostles of the Lord and Saviour:
2Pe 3:3  Knowing this first, that there shall come in the last days scoffers, walking after their own lusts,
2Pe 3:4  And saying, Where is the promise of his coming? for since the fathers fell asleep, all things continue as they were from the beginning of the creation.
2Pe 3:5  For this they willingly are ignorant of, that by the word of God the heavens were of old, and the earth standing out of the water and in the water:
2Pe 3:6  Whereby the world that then was, being overflowed with water, perished:
2Pe 3:7  But the heavens and the earth, which are now, by the same word are kept in store, reserved unto fire against the day of judgment and perdition of ungodly men.
2Pe 3:8  But, beloved, be not ignorant of this one thing, that one day is with the Lord as a thousand years, and a thousand years as one day.
2Pe 3:9  The Lord is not slack concerning his promise, as some men count slackness; but is longsuffering to us-ward, not willing that any should perish, but that all should come to repentance.
2Pe 3:10  But the day of the Lord will come as a thief in the night; in the which the heavens shall pass away with a great noise, and the elements shall melt with fervent heat, the earth also and the works that are therein shall be burned up.
2Pe 3:11  Seeing then that all these things shall be dissolved, what manner of persons ought ye to be in all holy conversation and godliness,
2Pe 3:12  Looking for and hasting unto the coming of the day of God, wherein the heavens being on fire shall be dissolved, and the elements shall melt with fervent heat?
2Pe 3:13  Nevertheless we, according to his promise, look for new heavens and a new earth, wherein dwelleth righteousness.
2Pe 3:14  Wherefore, beloved, seeing that ye look for such things, be diligent that ye may be found of him in peace, without spot, and blameless.
2Pe 3:15  And account that the longsuffering of our Lord is salvation; even as our beloved brother Paul also according to the wisdom given unto him hath written unto you;
2Pe 3:16  As also in all his epistles, speaking in them of these things; in which are some things hard to be understood, which they that are unlearned and unstable wrest, as they do also the other scriptures, unto their own destruction.
2Pe 3:17  Ye therefore, beloved, seeing ye know these things before, beware lest ye also, being led away with the error of the wicked, fall from your own stedfastness.
2Pe 3:18  But grow in grace, and in the knowledge of our Lord and Saviour Jesus Christ. To him be glory both now and for ever. Amen. 

 


 

2 Pedro 3 — No está disponible en esta traducción.

 


 

2Pe 3:1  Esta es, queridos hermanos, la segunda carta que les escribo. En las dos he querido, con mis consejos, hacerlos pensar rectamente.
2Pe 3:2  Acuérdense de lo que en otro tiempo dijeron los santos profetas; y del mandamiento del Señor y Salvador, que los apóstoles les enseñaron a ustedes.
2Pe 3:3  Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, y que en son de burla
2Pe 3:4  preguntará: "¿Qué pasó con la promesa de que Cristo iba a volver? y a murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el mundo fue creado."
2Pe 3:5  Esa gente no quiere darse cuenta de que desde tiempos antiguos ya existía el cielo, y también la tierra, que Dios con su palabra hizo salir del agua y la mantiene en medio del agua. [1]
2Pe 3:6  También por medio del agua del diluvio fue destruido el mundo de entonces. [2]
2Pe 3:7  Pero los cielos y la tierra que ahora existen, están reservados para el fuego por el mismo mandato de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los malos. [3]
2Pe 3:8  Además, queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. [4]
2Pe 3:9  No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios. [5]
2Pe 3:10  Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. [6]
2Pe 3:11  Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes!
2Pe 3:12  Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas;
2Pe 3:13  pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno. [7]
2Pe 3:14  Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa.
2Pe 3:15  Tengan en cuenta que la paciencia con que nuestro Señor nos trata es para nuestra salvación. Acerca de esto también les ha escrito a ustedes nuestro querido hermano Pablo, según la sabiduría que Dios le ha dado. [8]
2Pe 3:16  En cada una de sus cartas él les ha hablado de esto, aunque hay en ellas puntos difíciles de entender que los ignorantes y los débiles en la fe tuercen, como tuercen las demás Escrituras, para su propia condenación.
2Pe 3:17  Por eso, queridos hermanos, y a que ustedes saben de antemano estas cosas, cuídense, para que no sean arrastrados por los engaños de los malvados ni caigan de su firme posición.
2Pe 3:18  Pero conozcan mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo y crezcan en su amor. ¡Gloria a él ahora y para siempre! Amén.  [1] 

 


 

2Pe 3:1  Amados, esta es ya la segunda carta que les escribo, en la cual, como en mi primera, estoy despertando sus facultades de raciocinio claro a modo de recordatorio,
2Pe 3:2  para que se acuerden de los dichos hablados previamente por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador mediante los apóstoles de ustedes.
2Pe 3:3  Porque ustedes saben esto primero, que en los últimos días vendrán burlones con su burla, procediendo según sus propios deseos
2Pe 3:4  y diciendo: “¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron [en la muerte], todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación”.
2Pe 3:5  Porque, conforme al deseo de ellos, este hecho se les escapa, que hubo cielos desde lo antiguo, y una tierra mantenida compactamente fuera de agua y en medio de agua por la palabra de Dios;
2Pe 3:6  y por aquellos [medios] el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua.
2Pe 3:7  Pero por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están guardados para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos.
2Pe 3:8  Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años, y mil años como un día.
2Pe 3:9  Jehová no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud, pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento.
2Pe 3:10  Sin embargo, el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes, serán disueltos, y la tierra y las obras [que hay] en ella serán descubiertas.
2Pe 3:11  Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa,
2Pe 3:12  esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, por el cual [los] cielos, estando encendidos, serán disueltos, y [los] elementos, estando intensamente calientes, se derretirán!
2Pe 3:13  Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar.
2Pe 3:14  Por eso, amados, ya que están esperando estas cosas, hagan lo sumo posible para que finalmente él los halle inmaculados y sin tacha y en paz.
2Pe 3:15  Además, consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada, les escribió,
2Pe 3:16  al hablar de estas cosas como también lo hace en todas [sus] cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también [hacen con] las demás Escrituras, para su propia destrucción.
2Pe 3:17  Ustedes, por lo tanto, amados, teniendo este conocimiento de antemano, guárdense para que no vayan a ser llevados con ellos por el error de gente desafiadora de ley y caigan de su propia constancia.
2Pe 3:18  No; sino sigan creciendo en la bondad inmerecida y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él [sea] la gloria tanto ahora como hasta el día de la eternidad.

 


 

2Pe 3:1  Amados hermanos en Cristo, esta es la segunda carta que les escribo. En las dos he querido darles consejos, para que puedan pensar correctamente.
2Pe 3:2  Recuerden el mensaje que los profetas de Dios nos dieron hace mucho tiempo. No olviden el mandamiento que nos dio nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y que los apóstoles les enseñaron a ustedes.
2Pe 3:3  En primer lugar, tomen en cuenta que, en los últimos días, vendrán algunos que sólo pensarán en sus malos deseos. Se burlarán de ustedes
2Pe 3:4  y les preguntarán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesucristo regresaría? Ya murieron nuestros padres, ¡y todo sigue igual que cuando el mundo fue creado!»
2Pe 3:5  Esa gente no quiere darse cuenta de que, hace mucho tiempo, Dios creó los cielos y la tierra, y de que con sólo una orden separó la tierra y los mares.
2Pe 3:6  Además, Dios usó el agua del diluvio para destruir al mundo de esa época;
2Pe 3:7  pero, con ese mismo poder, ha dado la orden de que, en el momento indicado, los cielos y la tierra que ahora existen sean destruidos con fuego. Serán quemados el día en que Dios juzgue a todos y destruya a los que hacen el mal.
2Pe 3:8  Además, hermanos míos, no olviden que, para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día.
2Pe 3:9  No es que Dios sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Lo que pasa es que Dios tiene paciencia con ustedes, porque él no quiere que nadie muera, sino que todos vuelvan a obedecerle.
2Pe 3:10  Pero cuando el Señor Jesús regrese, vendrá como cuando un ladrón entra en una casa a robar. En ese día, los cielos desaparecerán en medio de un ruido espantoso, las estrellas serán destruidas por el fuego, y la tierra y todo lo que hay en ella desaparecerán.
2Pe 3:11  Ya que todo será destruido de esa manera, ustedes deben obedecer sólo a Dios, hacer el bien,
2Pe 3:12  y esperar con ansias el día en que Dios juzgará a todo el mundo. Ese día, el fuego destruirá los cielos y derretirá las estrellas.
2Pe 3:13  Pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, donde todo será bueno y justo.
2Pe 3:14  Por eso, queridos amigos, mientras esperan a que esto suceda, hagan todo lo posible por estar en paz con Dios, y porque él los encuentre sin pecado.
2Pe 3:15  Recuerden que nuestro Señor Jesucristo nos trata con paciencia, para que podamos ser salvos. Ya nuestro querido compañero Pablo les ha escrito acerca de esto, y fue Dios mismo quien se lo explicó.
2Pe 3:16  En todas sus cartas Pablo les ha hablado de esto, aunque algo de lo que dice en ellas no es fácil de entender. Por eso no las entienden la gente ignorante ni los que no confían en Cristo, y luego las explican mal. Lo mismo hacen con toda la Biblia, y por eso Dios los castigará.
2Pe 3:17  Queridos amigos, con esto quedan advertidos. Así que cuídense mucho, no sea que los engañe la gente malvada y ustedes dejen de creer firmemente en Dios.
2Pe 3:18  Mejor dejen que el amor y el conocimiento, que nos da nuestro Señor y Salvador Jesucristo, los ayude a ser cada vez mejores cristianos. ¡Alabemos a Jesucristo ahora y siempre! Amén.

 


 

2Pe 3:1  Queridos amigos, ahora les estoy escribiendo esta segunda carta; y en ambas cartas estoy tratando de despertarlos a un pensamiento sano por medio de recordatorios,
2Pe 3:2  para que mantengan en mente las predicciones de los profetas Kadoshim y el mandamiento dado por el Adón y Salvador por medio de sus emisarios.
2Pe 3:3  Primero, entiendan esto: durante los Ultimos Días, vendrán burladores siguiendo sus propios deseos,
2Pe 3:4  y preguntando: "¿Dónde está su venida prometida?" Porque nuestros padres murieron, y todo sigue igual tal como al principio de la creación.[17]
2Pe 3:5  Pero, queriendo tanto estar correctos en esto, pasan por alto el hecho de que fue por la Palabra de YAHWEH hace mucho tiempo fueron los cielos y fue la tierra que subió de las aguas y existió de entre las aguas;
2Pe 3:6  y por medio de estas cosas el mundo de aquellos tiempos fue inundado con agua y destruido.
2Pe 3:7  Es por esta misma Palabra que el cielo y la tierra del presente, habiendo sido preservados, están siendo guardados para el fuego hasta el Día del Juicio, cuando los impíos serán destruidos.[18]
2Pe 3:8  Además, queridos amigos, no ignoren esto: con el Adón un día es como mil años, y mil años son como un día.[Sal 90:4]
2Pe 3:9  El Adón no es tardo para cumplir su promesa, como algunos piensan en lentitud, por el contrario, El es paciente con ustedes; porque no es su propósito que ninguno sea destruido, sino que todos se vuelvan de sus pecados.[19]
2Pe 3:10  De modo que el Día del Adón vendrá como "un ladrón." En el Día que los cielos desaparezcan con un estruendo, los elementos se fundirán y se desintegrarán, y la tierra y todo en ella serán quemados.
2Pe 3:11  Puesto que todo será destruido de esta manera, ¿qué clase de personas deben de ser ustedes? Deben llevar vidas justas y Kadoshim,[20]
2Pe 3:12  mientras esperan por el Día de YAHWEH y trabajan para apresurar su llegada. Ese Día traerá destrucción de los cielos por fuego, y los elementos se fundirán por el calor;
2Pe 3:13  pero nosotros, siguiendo esta promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva[Is 65:17; 66:22] en los cuales, la justicia estará en su hogar.
2Pe 3:14  Por lo tanto, queridos amigos, mientras esperan por estas cosas, hagan todo lo que puedan para ser encontrados por El sin mancha o defecto y en Shalom,
2Pe 3:15  Y piensen en la paciencia y salvación que viene de nuestro Adón, así como nuestro querido hermano Shaúl también les escribió, siguiendo la sabiduría que YAHWEH le dio.
2Pe 3:16  En verdad El habla de todas estas cosas en todas sus cartas. Ellas contienen algunos conceptos que son difíciles de entender,[21] conceptos que los no instruidos e inestables distorsionan, para su propia destrucción, como hacen con las otras Escrituras.[22]
2Pe 3:17  Pero ustedes, queridos amigos, sabiendo esto de antemano, cuídense para que no sean llevados por los errores de los malvados y caigan de su posición firme.
2Pe 3:18  Y permanezcan creciendo en gracia y conocimiento de nuestro Adón Salvador, Yahshúa Ha Mashíaj. ¡A El sea la gloria, ahora y eternamente! Amein.

 


 

2Pe 3:1  "Hermanos, esta es la segunda carta que les escribo. Escribí ambas cartas para despertar su conciencia y para que consideren todo esto con honestidad."
2Pe 3:2  Quiero que tengan presentes las palabras que los santos profetas dijeron en el pasado. Recuerden la orden que nos dio nuestro Señor y Salvador por medio de sus apóstoles.
2Pe 3:3  Es importante que entiendan lo que sucederá en los últimos días: habrá gente que vivirá sólo para sus malos deseos y se burlará de ustedes.
2Pe 3:4  "Dirán: ""Jesús prometió venir de nuevo, pero ¿dónde está? Nuestros padres ya murieron, y el mundo sigue igual desde que fue creado""."
2Pe 3:5  "Pero quieren ignorar que hace mucho tiempo con la palabra de Dios se creó el cielo, y la tierra fue creada a partir del agua y se mantiene por el agua."
2Pe 3:6  "Después, el mundo fue inundado y destruido con agua."
2Pe 3:7  "Esa misma palabra de Dios es la que sostiene la tierra y los cielos que ahora existen, hasta que llegue el momento de su destrucción con el fuego en el día del juicio. Ese día también serán destruidos todos los que no tienen temor de Dios."
2Pe 3:8  "No ignoren esto, amados hermanos: para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día."
2Pe 3:9  No es que el Señor se tarde en cumplir lo que prometió como piensa la gente. Lo que pasa es que Dios es paciente porque no quiere que nadie sea destruido y quiere que todos cambien su corazón y dejen de pecar.
2Pe 3:10  "El día en que el Señor regrese, lo hará de sorpresa, como un ladrón. El cielo desaparecerá con un sonido muy fuerte y todo lo que hay en él será destruido con fuego. La tierra y todas las obras que hay en ella quedarán expuestas ante Dios."
2Pe 3:11  "Todo será destruido. Por lo tanto, piensen qué clase de persona deben ser y vivan una vida dedicada a servir a Dios."
2Pe 3:12  "Esperen la llegada del día de Dios y hagan lo posible para que llegue pronto. En ese momento, el cielo será destruido con fuego y todo lo que hay en él será consumido por el calor."
2Pe 3:13  "Estamos esperando el nuevo cielo y la nueva tierra que Dios nos prometió, donde todos harán lo que Dios quiere."
2Pe 3:14  "Estimados hermanos: ya que están esperando que eso suceda, asegúrense de que su vida esté libre de pecado y busquen la paz con Dios."
2Pe 3:15  Consideren la paciencia de nuestro Señor como una oportunidad para obtener la salvación. Esto es lo mismo que les ha escrito nuestro querido hermano Pablo con la sabiduría que Dios le dio.
2Pe 3:16  "Pablo escribe sobre estos temas en todas sus cartas, pero a veces hay en ellas cosas difíciles de entender. Los ignorantes y los débiles en la fe cambian el significado de las enseñanzas de Pablo y de las otras Escrituras, causando así su propia destrucción."
2Pe 3:17  "Estimados hermanos, ustedes ya saben esto. Así que tengan cuidado y no permitan que esos perversos los lleven por el mal camino ni que su fe se debilite."
2Pe 3:18  Conozcan mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo y así recibirán cada vez más de su generoso amor. ¡Alaben a Cristo ahora y siempre! Así sea.

 


 
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