La version Reina Valera 1990 con comentarios de elena White,referencias biblicas y otros complementos (Por editar)se encuentra en las subpaginas de 1.2. de Pedro
2Pe 2:1 Y hubo también pseudoprofetas en el pueblo; como también en vosotros habrá pseudomaestros; los cuales subintroducirán sectas de perdición, y, del que les compró dueño, renegando, atrayendo sobre sí rápida perdición.
2Pe 2:2 Y muchos irán en pos de las lascivias de ellos; por quienes el camino de la verdad blasfemado será;
2Pe 2:3 y, en avaricia, con fingidas palabras, os negociarán(a) ; para quienes el juicio, tiempo ha, no ocia(b) ; y la perdición de ellos no dormita.
2Pe 2:4 Pues, si Dios a ángeles que pecaron, no perdonó, sino que con cuerdas de tinieblas tartarizando(c) entregó a que, para juicio, castigados siendo, fuesen guardados(d) —;
2Pe 2:5 y al antiguo mundo no perdonó, sino que a octavo(e) , Noé, de justicia heraldo, guardó, un cataclismo sobre un mundo de impíos trayendo;
2Pe 2:6 y ciudades de Sodoma y Gomorra incinerando, a perdición condenó, ejemplo a los que habían de prevaricar poniendo;
2Pe 2:7 y al justo Lot, atormentado por la, de los desenfrenados en lujuria conversación, libró;
2Pe 2:8 (pues, con vista y oído, el justo habitando entre ellos, día por día, alma(f) justa, con sus obras inicuas, atormentaba);
2Pe 2:9 sabe Señor a píos de tentación librar; pero, a injustos a día de juicio, para castigados, guardar;
2Pe 2:10 y, sobre todo, a los que, en pos de carne, en concupiscencia de inmundicia, van, y dominación(g) desprecian, audaces, presuntuosos, glorias(h) , no tiemblan de blasfemar;
2Pe 2:11 donde ángeles, en fuerza y poder mayores siendo, no llevan contra ellos, ante Señor, blasfemo juicio(i) .
2Pe 2:12 Pero éstos, como irracionales vivientes nacidos naturalmente para captura y destrucción, de lo que ignoran, blasfemando; en su corrupción también serán destruidos;
2Pe 2:13 llevándose galardón de injusticia. Deleite estimando la del día(j) sensualidad; manchas e ignorancias que se encenagan en sus extravíos(k) , banqueteando con vosotros;
2Pe 2:14 ojos teniendo henchidos de adulterio e insaciables de pecado, cebando almas instables; corazón ejercitado en avaricia teniendo; de maldición hijos;
2Pe 2:15 abandonando recta vía, se han extraviado; yendo en pos del camino de Balaán, el de Bosor; quien galardón de injusticia amó;
2Pe 2:16 pero el vituperio tuvo de la propia prevaricación: un animal de carga mudo, en de hombre voz hablando, refrenó la del profeta insensatez.
2Pe 2:17 Estos son manantiales inacuosos y nieblas por huracán arrastradas; a quienes la calígine(l) de las tinieblas reservada está.
2Pe 2:18 Pues, la hinchazón de la vanidad hablando, ceban, en apetitos de carne, con lascivias a los que apenas se habían evadido de los que en error conversan;
2Pe 2:19 libertad prometiéndoles, ellos mismos esclavos viviendo, de la corrupción; pues, de quien alguno vencido está, a éste también esclavizado está.
2Pe 2:20 Pues, si huyendo las contaminaciones del mundo, en reconocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; en éstas de nuevo implicándose, son vencidos, hánseles las postrimerías hecho peores que los principios.
2Pe 2:21 Porque mejor fuérales no haber conocido el camino de la justicia que, habiendo conociendo, volverse del a ellos dado santo mandamiento.
2Pe 2:22 Hales acontecido lo del verdadero proverbio: (Prov. 26,11). Perro volviendo al propio vómito; y: Cerdo lavado, a revolcadero de cieno.
2Pe 2:1 Como hubo en el pueblo profetas falsos, así habrá falsos doctores, que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor que los rescató, y atraerán sobre sí una repentina ruina.
2Pe 2:2 Muchos les seguirán en sus liviandades, y, por causa de ellos, será blasfemado el camino de la verdad.
2Pe 2:3 Llevados de la avaricia, harán de vosotros mercadería con palabras mentirosas, pero su condenación, ya antigua, no tardará, su ruina no se retrasará.
2Pe 2:4 Porque, si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitados en el tártaro, los entregó a las prisiones tenebrosas, reservándolos para el juicio;"
2Pe 2:5 ni perdonó tampoco al viejo mundo, sino que sólo guardó al octavo, a Noé, para pregonero de la justicia cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos;"
2Pe 2:6 y a las ciudades de Sodoma y de Comorra las condenó a la destrucción, reduciéndolas a cenizas para escarmiento de los impíos venideros,
2Pe 2:7 mientras que libró al justo Lot, acosado por la conducta de los desenfrenados en su lascivia,
2Pe 2:8 al justo que habitaba entre ellos diariamente y sentía su alma atormentada viendo y oyendo sus obras inicuas.
2Pe 2:9 Pues sabe el Señor librar de la tentación a los piadosos y reservar a los malvados para castigarlos en el día del juicio,
2Pe 2:10 sobre todo a los que van en pos de la carne llevados de los deseos impuros y desprecian la autoridad del Señor. Audaces, pagados de sí mismos, no temen blasfemar de las potestades superiores.
2Pe 2:11 Cuando los ángeles, aun siendo superiores en fuerza y poder, no profieren ante el Señor un juicio injurioso contra ellas.
2Pe 2:12 Pero éstos blasfeman de lo que no conocen, como brutos irracionales, naturalmente destinados a ser presa de la corrupción, perecerán en su corrupción,
2Pe 2:13 recibiendo con esto la justa paga de su iniquidad, pues hacen sus delicias de los placeres de cada día; hombres sucios, corrompidos, se gozan en sus extravíos, mientras banquetean con vosotros."
2Pe 2:14 Sus ojos están llenos de adulterio, son insaciables de pecado, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón ejercitado en la avaricia, son hijos de maldición.
2Pe 2:15 Dejando la senda recta, se extraviaron, y siguieron el camino de Balam, hijo de Beor, que, buscando el salario de la iniquidad,
2Pe 2:16 halló la reprensión de su propia demencia cuando una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la insensatez del profeta.
2Pe 2:17 Son éstos fuentes sin agua, nubes empujadas por el huracán, a quienes está reservado el orco tenebroso.
2Pe 2:18 Profiriendo palabras hinchadas de vanidad, atraen a los deseos carnales a aquellos que apenas se habían apartado de los que viven en el error,
2Pe 2:19 prometiéndoles libertad, cuando ellos son esclavos de la corrupción, puesto que cada cual es esclavo de quien triunfó de él.
2Pe 2:20 Si, pues, una vez retirados de las corruptelas del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo se enredan en ellas y se dejan vencer, sus postrimerías se hacen peores que los principios.
2Pe 2:21 Mejor les fuera no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocerlo, abandonar los santos preceptos que les fueron dados.
2Pe 2:22 En ellos se realiza aquel proverbio verdadero: “Volvióse el perro a su vómito, y la cerda, layada, vuelve a revolcarse en el cieno.”
2Pe 2:1 En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por Dios, sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y peligrosas, sin que ustedes se den cuenta, y hasta dirán que Jesucristo no es capaz de salvar. Por eso, cuando ellos menos lo esperen, serán destruidos por completo.
2Pe 2:2 Mucha gente vivirá como esos falsos maestros, haciendo todo lo malo que se les antoje. Por culpa de ellos, la gente hablará mal de los cristianos y de su modo de vivir.
2Pe 2:3 Esos falsos maestros desearán tener más y más dinero, y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo, y no se salvarán de ese castigo.
2Pe 2:4 Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los mandó al infierno. Y allí están, encadenados en la oscuridad, hasta que llegue el día en que Dios juzgará a todos.
2Pe 2:5 Dios tampoco perdonó a la gente malvada que vivía en tiempos de Noé. Más bien, les envió el diluvio, y todos murieron. Dios salvó a Noé, porque enseñaba a la gente a hacer el bien, y junto con Noé salvó a otras siete personas.
2Pe 2:6 Además, Dios castigó a los que vivían en las ciudades de Sodoma y Gomorra: los quemó hasta dejarlos hechos cenizas, para que sirvieran de ejemplo de lo que les pasaría a los malvados.
2Pe 2:7 Pero a Lot no lo quemó, pues era un hombre bueno. Aunque Lot vivía en esas ciudades, todos los días sufría mucho al ver y oír las maldades que esa gente cometía.
2Pe 2:9 Esto nos demuestra que Dios sabe solucionar los problemas y dificultades que tienen los que lo obedecen, pero que también habrá de castigar a los que hacen lo malo, y lo hará el día en que juzgue a todos.
2Pe 2:10 El castigo será, especialmente, para los que no obedecen sus órdenes y viven haciendo todo lo malo que se les antoja. Esos falsos maestros son tercos y orgullosos, y no tienen miedo de insultar a los ángeles buenos.
2Pe 2:11 Sin embargo, los ángeles, aunque son más poderosos que esos falsos maestros, no se atreven a insultarlos delante de Dios.
2Pe 2:12 Esos hombres no entienden nada, todo lo hacen por capricho, y discuten acerca de lo que no entienden; son como los animales, que nacen para que los atrapen y los maten.
2Pe 2:13 Sufrirán por haber hecho sufrir a otros, pues creen que serán felices haciendo, a plena luz del día, todo lo malo que se les antoja. Da vergüenza ver lo malo que hacen, y el escándalo que arman, cuando los acompañan a ustedes en sus fiestas de la iglesia.
2Pe 2:14 Esos hombres no pueden ver a una mujer sin desear tener relaciones sexuales con ella; ¡nunca se cansan de pecar! Engañan a los que no confían mucho en Cristo, y son muy buenos para conseguir lo que desean. Pero Dios los castigará. ¡De eso no hay duda!
2Pe 2:15 Andan perdidos, pues han dejado de obedecer a Dios para seguir el ejemplo de Balaam hijo de Beor, que quiso ganar dinero haciendo lo malo.
2Pe 2:16 Pero precisamente por hacer lo malo, una burra lo regañó: le habló con voz humana, y no lo dejó seguir haciendo esas tonterías.
2Pe 2:17 Esos falsos maestros son como pozos secos, sin agua; ¡son como nubes llevadas por fuertes vientos! Pero Dios los castigará y los echará para siempre a la más profunda oscuridad.
2Pe 2:18 Porque ellos, para impresionar a la gente, dicen cosas bonitas que, en realidad, no sirven para nada. Obligan a otros a participar en sus mismos vicios y malos deseos, y engañan a los que con mucho esfuerzo apenas logran alejarse del pecado.
2Pe 2:19 Les prometen que serán libres de hacer lo que quieran, pero ellos mismos no pueden dejar de hacer el mal. Y será ese mismo mal el que acabará por destruirlos, pues quien no puede dejar de pecar es esclavo del pecado.
2Pe 2:20 Además, los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo ya no siguen el ejemplo de los pecadores de este mundo; pero, si se dejan engañar con esas cosas, y además se dejan controlar por el pecado, quedarán peor que antes.
2Pe 2:21 Más les valdría no haber conocido este santo mandamiento, ni saber de qué manera quiere Dios que vivan, que saber esto y no obedecerlo.
2Pe 2:22 Así, esas personas demuestran la verdad del dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también la verdad de este otro: «El cerdo recién bañado vuelve a revolcarse en el lodo».
2Pe 2:1 Y muchas gentes los seguirán en sus disoluciones; por cuya causa el camino de la verdad será infamado;
2Pe 2:2 y usando de palabras fingidas, harán tráfico de vosotros, por avaricia; mas el juicio que hace tiempo que los amenaza va viniendo a grandes pasos, y no está dormida la mano que debe perderlos.
2Pe 2:3 Porque si Dios no perdonó a los ángeles delincuentes, sino que amarrados con cadenas infernales los precipitó al tenebroso abismo, en donde son atormentados y tenidos como en reserva hasta el día del juicio;
2Pe 2:4 si tampoco perdonó al antiguo mundo, aunque preservó al predicador de la justicia divina, Noé , con siete personas, al anegar con el diluvio el mundo de los impíos;
2Pe 2:5 si reduciendo a cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, las condenó a desolamiento, poniéndolas para escarmiento de los que vivirán impíamente;
2Pe 2:6 si libertó al justo Lot, a quien estos hombres abominables afligían y perseguían con su vida infame,
2Pe 2:7 pues conservaba puros sus ojos y oídos, morando entre gentes que cada día sin cesar atormentaban su alma pura con obras detestables,
2Pe 2:8 luego bien sabe el Señor librar de la tentación a los justos, reservando los malos para los tormentos en el día del juicio,
2Pe 2:9 y sobre todo aquellos que para satisfacer sus impuros deseos siguen la concupiscencia de la carne, y desprecian las potestades; osados, pagados de sí mismos, que blasfemando no temen sembrar herejías,
2Pe 2:10 como quiera que los ángeles mismos con ser tanto mayores en fuerza y poder, no condenan con palabras de execración, ni maldición, a los de su especie;
2Pe 2:11 mas éstos otros, que, por el contrario, como brutos animales, nacidos para ser presa del hombre o para el lazo y la matanza, blasfeman de las cosas que ignoran, perecerán en los vergonzosos desórdenes en que están sumergidos,
2Pe 2:12 recibiendo la paga de su iniquidad, ya que ponen su felicidad en parar cada día entre placeres, siendo la misma mancha y suciedad, entregados a deleites, mostrando su disolución en los convites que celebran con vosotros,
2Pe 2:13 como que tienen los ojos llenos de adulterio y de un continuo pecar. Ellos atraen con halagos las almas ligeras e inconstantes, teniendo el corazón ejercitado en todas las mañas que puede sugerir la avaricia; son hijos de maldición;
2Pe 2:14 han dejado el camino recto, y se han descarriado, siguiendo la senda de Balaam , hijo de Bosor, el cual codició el premio de la maldad;
2Pe 2:15 mas tuvo quien reprendiese su sandez y mal designio, una muda bestia o burra en que iba montado, hablando en voz humana, refrenó la necedad del profeta.
2Pe 2:16 Estos son fuentes pero sin agua, y nieblas agitadas por torbellinos que se mueven a todas partes, para los cuales está reservado el abismo de las tinieblas;
2Pe 2:17 porque profiriendo discursos pomposos llenos de vanidad, atraen con el cebo de apetitos carnales de lujuria a los que poco antes habían huido de la compañía de los que profesan el error,
2Pe 2:18 prometiéndoles libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción; pues quien de otro es vencido, por lo mismo queda esclavo del que le venció.
2Pe 2:19 Porque si después de haberse apartado de las asquerosidades del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, enredados otra vez en ellas son vencidos, su postrera condición viene a ser peor que la primera.
2Pe 2:20 Por lo que mejor les fuera no haber conocido el camino de la justicia, que después de conocido volver atrás y abandonar la ley santa que se les había dado,
2Pe 2:21 cumpliéndose en ellos lo que suele significarse por aquel refrán verdadero: Se volvió el perro a comer lo que vomitó; y: La marrana lavada, a revolcarse en el cieno.
2Pe 2:22 Esta es ya, carísimos míos, la segunda carta que os escribo, procurando en las dos avivar con mis exhortaciones vuestro ánimo sencillo, o sincero;
2Pe 2:1
Falsos profetas y falsos maestros
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
2Pe 2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,
2Pe 2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.
2Pe 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
2Pe 2:5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;(A)
2Pe 2:6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza(B) y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
2Pe 2:7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados(C)
2Pe 2:8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),
2Pe 2:9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;
2Pe 2:10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.
Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores,
2Pe 2:11 mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor.
2Pe 2:12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,
2Pe 2:13 recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores.
2Pe 2:14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
2Pe 2:15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,
2Pe 2:16 y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.(D)
2Pe 2:17 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.
2Pe 2:18 Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.
2Pe 2:19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
2Pe 2:20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
2Pe 2:21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
2Pe 2:22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito,(E) y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
2Pe 2:1 Pero hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente sectas de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada.
2Pe 2:2 Y muchos seguirán sus perdiciones, por los cuales el camino de la verdad será blasfemado;
2Pe 2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.
2Pe 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que habían pecado, sino que habiéndolos despeñado en el infierno con cadenas de oscuridad, los entregó para ser reservados al juicio;
2Pe 2:5 y si no perdonó al mundo viejo, mas guardó a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de malvados;
2Pe 2:6 y si condenó por destrucción las ciudades de Sodoma y de Gomorra, tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo a los que habían de vivir sin temor y reverencia de Dios,
2Pe 2:7 y libró al justo Lot, el cual era perseguido de los abominables por la nefanda conversación de ellos;
2Pe 2:8 (porque este justo, con ver y oír, morando entre ellos, afligía cada día su alma justa con los hechos de aquellos injustos);
2Pe 2:9 sabe el Señor librar de tentación a los píos, y reservar a los injustos para ser atormentados en el día del juicio;
2Pe 2:10 y principalmente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia de inmundicia, y menosprecian la Potestad; atrevidos, soberbios, que no temen decir mal de las potestades superiores;
2Pe 2:11 como quiera que los mismos ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor.
2Pe 2:12 Mas éstos, diciendo mal de las cosas que no entienden, (como bestias brutas, que naturalmente son hechas para presa y destrucción), perecerán en su perdición,
2Pe 2:13 Recibiendo el galardón de su injusticia, ya que estiman por delicia poder gozar de deleites cada día. Estos son suciedades y manchas, los cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus engaños;
2Pe 2:14 teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar; cebando las almas inconstantes; teniendo el corazón ejercitado en codicias, siendo hijos de maldición;
2Pe 2:15 que dejando el camino derecho han errado, habiendo seguido el camino de Balaam, hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad.
2Pe 2:16 Y fue reprendido de su maldad; un animal mudo acostumbrado a yugo (sobre el cual iba sentado) hablando en voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
2Pe 2:17 Estos son fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento; para los cuales está guardada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.
2Pe 2:18 Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que conversan en error;
2Pe 2:19 prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que lo venció.
2Pe 2:20 Ciertamente, si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesús, el Cristo, y otra vez envolviéndose en ellas son vencidos, sus postrimerías les son hechas peores que los principios.
2Pe 2:21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
2Pe 2:22 Pero les ha acontecido lo que por un verdadero proverbio se suele decir: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
2Pe 2:1 But there were false prophets also among the people, even as there shall be false teachers among you, who privily shall bring in damnable heresies, even denying the Lord that bought them, and bring upon themselves swift destruction.
2Pe 2:2 And many shall follow their pernicious ways; by reason of whom the way of truth shall be evil spoken of.
2Pe 2:3 And through covetousness shall they with feigned words make merchandise of you: whose judgment now of a long time lingereth not, and their damnation slumbereth not.
2Pe 2:4 For if God spared not the angels that sinned, but cast them down to hell, and delivered them into chains of darkness, to be reserved unto judgment;
2Pe 2:5 And spared not the old world, but saved Noah the eighth person, a preacher of righteousness, bringing in the flood upon the world of the ungodly;
2Pe 2:6 And turning the cities of Sodom and Gomorrha into ashes condemned them with an overthrow, making them an ensample unto those that after should live ungodly;
2Pe 2:7 And delivered just Lot, vexed with the filthy conversation of the wicked:
2Pe 2:8 (For that righteous man dwelling among them, in seeing and hearing, vexed his righteous soul from day to day with their unlawful deeds;)
2Pe 2:9 The Lord knoweth how to deliver the godly out of temptations, and to reserve the unjust unto the day of judgment to be punished:
2Pe 2:10 But chiefly them that walk after the flesh in the lust of uncleanness, and despise government. Presumptuous are they, selfwilled, they are not afraid to speak evil of dignities.
2Pe 2:11 Whereas angels, which are greater in power and might, bring not railing accusation against them before the Lord.
2Pe 2:12 But these, as natural brute beasts, made to be taken and destroyed, speak evil of the things that they understand not; and shall utterly perish in their own corruption;
2Pe 2:13 And shall receive the reward of unrighteousness, as they that count it pleasure to riot in the day time. Spots they are and blemishes, sporting themselves with their own deceivings while they feast with you;
2Pe 2:14 Having eyes full of adultery, and that cannot cease from sin; beguiling unstable souls: an heart they have exercised with covetous practices; cursed children:
2Pe 2:15 Which have forsaken the right way, and are gone astray, following the way of Balaam the son of Bosor, who loved the wages of unrighteousness;
2Pe 2:16 But was rebuked for his iniquity: the dumb ass speaking with man's voice forbad the madness of the prophet.
2Pe 2:17 These are wells without water, clouds that are carried with a tempest; to whom the mist of darkness is reserved for ever.
2Pe 2:18 For when they speak great swelling words of vanity, they allure through the lusts of the flesh, through much wantonness, those that were clean escaped from them who live in error.
2Pe 2:19 While they promise them liberty, they themselves are the servants of corruption: for of whom a man is overcome, of the same is he brought in bondage.
2Pe 2:20 For if after they have escaped the pollutions of the world through the knowledge of the Lord and Saviour Jesus Christ, they are again entangled therein, and overcome, the latter end is worse with them than the beginning.
2Pe 2:21 For it had been better for them not to have known the way of righteousness, than, after they have known it, to turn from the holy commandment delivered unto them.
2Pe 2:22 But it is happened unto them according to the true proverb, The dog is turned to his own vomit again; and the sow that was washed to her wallowing in the mire.
2 Pedro 2 — No está disponible en esta traducción.
2Pe 2:1 Hubo también falsos profetas entre el pueblo de Israel; y así habrá falsos maestros entre ustedes. Ellos enseñarán con disimulo sus dañinas ideas, negando de ese modo al propio Señor que los redimió; esto les atraerá una rápida condenación.
2Pe 2:2 Muchos los seguirán en su vida viciosa, y por causa de ellos se hablará mal del camino de la verdad. [1]
2Pe 2:3 En su ambición de dinero, los explotarán a ustedes con falsas enseñanzas; pero la condenación los espera a ellos sin remedio, pues desde hace mucho tiempo están sentenciados.
2Pe 2:4 Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó en tinieblas, encadenados y guardados para el juicio. [2]
2Pe 2:5 Ni tampoco perdonó Dios al mundo antiguo, sino que mandó el diluvio sobre aquellos hombres malos, y salvó solamente a Noé, que predicó una vida de rectitud, y a otras siete personas. [3]
2Pe 2:6 Dios también condenó a la destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, quemándolas hasta dejarlas hechas cenizas, para que sirvieran de ejemplo de lo que habría de suceder a los malvados. [4]
2Pe 2:7 Pero libró a Lot, un hombre justo a quien afligía la vida viciosa de aquellos malvados. [5]
2Pe 2:8 Este hombre justo que vivía entre ellos, sufría en su buen corazón a causa de las maldades que día tras día tenía que ver y oír.
2Pe 2:9 El Señor sabe librar de la prueba a los que viven entregados a él, y sabe tener a los malos bajo castigo para el día del juicio.
2Pe 2:10 El Señor castigará sobre todo a los que siguen deseos impuros y desprecian su autoridad. Son tercos y atrevidos, y no tienen miedo de insultar a los poderes superiores;[6]
2Pe 2:11 en cambio, los ángeles, aunque tienen más fuerza y autoridad, no se atreven, de parte del Señor, a condenar con insultos a esos poderes. [7]
2Pe 2:12 Esos hombres son como los animales: no tienen entendimiento, viven solo por instinto y nacen para que los atrapen y los maten. Hablan mal de cosas que no entienden; pero morirán de la misma manera que los animales, [8]
2Pe 2:13 sufriendo por lo que han hecho sufrir a otros. Se creen felices entregándose al libertinaje en pleno día. ¡Son un avergüenza y un escándalo cuando los acompañan a ustedes en sus fiestas, divirtiéndose con sus placeres engañosos!
2Pe 2:14 No pueden ver a una mujer sin desearla; no se cansan de pecar. Seducen a las almas débiles; son expertos en la avaricia; son gente maldita.
2Pe 2:15 Andan perdidos, porque se han desviado del camino recto. Siguen el ejemplo del profeta Balaam, hijo de Bosor, que quiso ganar dinero haciendo el mal
2Pe 2:16 y fue reprendido por su pecado: una asna muda le habló con voz humana y no lo dejó seguir con su locura. [9]
2Pe 2:17 Esos maestros son como pozos sin agua, como nubes llevadas por el viento; están condenados a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. [10]
2Pe 2:18 Dicen cosas altisonantes y vacías, y con vicios y deseos humanos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error.
2Pe 2:19 Les prometen libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupción; porque todo hombre es esclavo de aquello que lo ha dominado.
2Pe 2:20 Pues los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si se dejan enredar otra vez en esas cosas y son dominados por ellas, quedan peor que antes.
2Pe 2:21 Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado.
2Pe 2:22 Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: "El perro vuelve a su vómito", [11]
y también lo de "La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo."
2Pe 2:1 Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.
2Pe 2:2 Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad.
2Pe 2:3 También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no se mueve lentamente, y la destrucción de ellos no dormita.
2Pe 2:4 Ciertamente si Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, al echarlos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para que fueran reservados para juicio;
2Pe 2:5 y no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete [personas] cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía;
2Pe 2:6 y al reducir a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra las condenó, poniendo para personas impías un modelo de cosas venideras;
2Pe 2:7 y libró al justo Lot, a quien angustiaba sumamente la entrega de la gente desafiadora de ley a la conducta relajada
2Pe 2:8 —porque aquel hombre justo, por lo que veía y oía mientras moraba entre ellos de día en día, atormentaba su alma justa a causa de los hechos desaforados de ellos—,
2Pe 2:9 Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del juicio para que sean cortadas [de la existencia],
2Pe 2:10 especialmente, sin embargo, a las que siguen tras la carne con el deseo de contaminar[la], y que menosprecian el señorío. Osados, voluntariosos, estos no tiemblan ante los gloriosos, sino que hablan injuriosamente,
2Pe 2:11 mientras que los ángeles, aunque son mayores en fuerza y poder, no presentan contra ellos acusación en términos injuriosos, [lo cual no hacen] por respeto a Jehová.
2Pe 2:12 Pero estos [hombres], como animales irracionales nacidos naturalmente para ser atrapados y destruidos, hasta sufrirán —en las cosas que ignoran y de las cuales hablan injuriosamente— destrucción en su propio [derrotero de] destrucción,
2Pe 2:13 haciéndose mal a sí mismos como paga por hacer el mal. Ellos consideran un placer el vivir lujosamente durante el día. Son manchas y tachas, que se entregan con desenfrenado deleite a sus enseñanzas engañosas mientras banquetean junto con ustedes.
2Pe 2:14 Tienen ojos llenos de adulterio, y no pueden desistir del pecado, y cautivan almas inconstantes. Tienen un corazón entrenado en la codicia. Son hijos malditos.
2Pe 2:15 Abandonando la senda recta, han sido extraviados. Han seguido la senda de Balaam, [hijo] de Beor, que amó la paga de la maldad,
2Pe 2:16 pero recibió censura por su propia violación de lo que era correcto. Una bestia de carga sin voz, expresándose con voz de hombre, estorbó el loco proceder del profeta.
2Pe 2:17 Estos son fuentes sin agua, y neblinas impelidas por una tempestad violenta, y para ellos ha sido reservada la negrura de la oscuridad.
2Pe 2:18 Porque profieren expresiones hinchadas de ningún provecho, y cautivan, por los deseos de la carne y por los hábitos relajados, a los que precisamente están escapando de personas que se comportan en error.
2Pe 2:19 A la vez que les están prometiendo libertad, ellos mismos existen como esclavos de la corrupción. Porque cualquiera que es vencido por otro queda esclavizado por este.
2Pe 2:20 Ciertamente si, después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por un conocimiento exacto del Señor y Salvador Jesucristo, se envuelven de nuevo en estas mismas cosas y son vencidos, las condiciones finales han llegado a ser peores para ellos que las primeras.
2Pe 2:21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido con exactitud la senda de la justicia que, después de haberla conocido con exactitud, apartarse del santo mandamiento que les fue entregado.
2Pe 2:22 Les ha sucedido el dicho del proverbio verdadero: “El perro ha vuelto a su propio vómito, y la cerda bañada a revolcarse en el fango”.
2Pe 2:1 En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por Dios, sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y peligrosas, sin que ustedes se den cuenta, y hasta dirán que Jesucristo no es capaz de salvar. Por eso, cuando ellos menos lo esperen, serán destruidos por completo.
2Pe 2:2 Mucha gente vivirá como esos falsos maestros, haciendo todo lo malo que se les antoje. Por culpa de ellos, la gente hablará mal de los cristianos y de su modo de vivir.
2Pe 2:3 Esos falsos maestros desearán tener más y más dinero, y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo, y no se salvarán de ese castigo.
2Pe 2:4 Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los mandó al infierno. Y allí están, encadenados en la oscuridad, hasta que llegue el día en que Dios juzgará a todos.
2Pe 2:5 Dios tampoco perdonó a la gente malvada que vivía en tiempos de Noé. Más bien, les envió el diluvio, y todos murieron. Dios salvó a Noé, porque enseñaba a la gente a hacer el bien, y junto con Noé salvó a otras siete personas.
2Pe 2:6 Además, Dios castigó a los que vivían en las ciudades de Sodoma y Gomorra: los quemó hasta dejarlos hechos cenizas, para que sirvieran de ejemplo de lo que les pasaría a los malvados.
2Pe 2:7 Pero a Lot no lo quemó, pues era un hombre bueno. Aunque Lot vivía en esas ciudades, todos los días sufría mucho al ver y oír las maldades que esa gente cometía.
2Pe 2:9 Esto nos demuestra que Dios sabe solucionar los problemas y dificultades que tienen los que lo obedecen, pero que también habrá de castigar a los que hacen lo malo, y lo hará el día en que juzgue a todos.
2Pe 2:10 El castigo será, especialmente, para los que no obedecen sus órdenes y viven haciendo todo lo malo que se les antoja. Esos falsos maestros son tercos y orgullosos, y no tienen miedo de insultar a los ángeles buenos.
2Pe 2:11 Sin embargo, los ángeles, aunque son más poderosos que esos falsos maestros, no se atreven a insultarlos delante de Dios.
2Pe 2:12 Esos hombres no entienden nada, todo lo hacen por capricho, y discuten acerca de lo que no entienden; son como los animales, que nacen para que los atrapen y los maten.
2Pe 2:13 Sufrirán por haber hecho sufrir a otros, pues creen que serán felices haciendo, a plena luz del día, todo lo malo que se les antoja. Da vergüenza ver lo malo que hacen, y el escándalo que arman, cuando los acompañan a ustedes en sus fiestas de la iglesia.
2Pe 2:14 Esos hombres no pueden ver a una mujer sin desear tener relaciones sexuales con ella; ¡nunca se cansan de pecar! Engañan a los que no confían mucho en Cristo, y son muy buenos para conseguir lo que desean. Pero Dios los castigará. ¡De eso no hay duda!
2Pe 2:15 Andan perdidos, pues han dejado de obedecer a Dios para seguir el ejemplo de Balaam hijo de Beor, que quiso ganar dinero haciendo lo malo.
2Pe 2:16 Pero precisamente por hacer lo malo, una burra lo regañó: le habló con voz humana, y no lo dejó seguir haciendo esas tonterías.
2Pe 2:17 Esos falsos maestros son como pozos secos, sin agua; ¡son como nubes llevadas por fuertes vientos! Pero Dios los castigará y los echará para siempre a la más profunda oscuridad.
2Pe 2:18 Porque ellos, para impresionar a la gente, dicen cosas bonitas que, en realidad, no sirven para nada. Obligan a otros a participar en sus mismos vicios y malos deseos, y engañan a los que con mucho esfuerzo apenas logran alejarse del pecado.
2Pe 2:19 Les prometen que serán libres de hacer lo que quieran, pero ellos mismos no pueden dejar de hacer el mal. Y será ese mismo mal el que acabará por destruirlos, pues quien no puede dejar de pecar es esclavo del pecado.
2Pe 2:20 Además, los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo ya no siguen el ejemplo de los pecadores de este mundo; pero, si se dejan engañar con esas cosas, y además se dejan controlar por el pecado, quedarán peor que antes.
2Pe 2:21 Más les valdría no haber conocido este santo mandamiento, ni saber de qué manera quiere Dios que vivan, que saber esto y no obedecerlo.
2Pe 2:22 Así, esas personas demuestran la verdad del dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también la verdad de este otro: «El cerdo recién bañado vuelve a revolcarse en el lodo».
2Pe 2:1 Pero hubo también falsos profetas[7] entre el pueblo, así como habrán falsos maestros entre ustedes, que encubiertamente introducirán herejías[8] destructoras, hasta aun negarán al Amo que los compró, y traerán sobre ellos destrucción repentina.[9]
2Pe 2:2 Muchos seguirán sus perversiones; y por causa de ellos el Camino verdadero será blasfemado.[10]
2Pe 2:3 En su avaricia, los explotarán con cuentos fabricados. ¡Su castigo no está inerte, fue decretado hace mucho tiempo, su destrucción no está dormida!
2Pe 2:4 Porque si YAHWEH no perdonó a los malajim que pecaron, sino que fueron arrojados en mazmorras de oscuridad más profundas que el Sheol,[11] para ser reservados para el juicio.
2Pe 2:5 Y no perdonó al mundo antiguo, sino que preservó a Noaj, pregonero de justificación con los otros siete y trajo el Diluvio sobre el mundo de los impíos.
2Pe 2:6 Y condenó a las ciudades de Sedom y Amora, reduciéndolas a ceniza y escombros, como una advertencia para aquellos en el futuro que vivieran vidas impías;
2Pe 2:7 pero rescató a Lot, un hombre justo que estaba abrumado por el libertinaje anárquico de aquella gente sin principios;
2Pe 2:8 porque los actos malvados que este hombre vio y oyó, cuando vivía entre ellos, atormentaban su justo corazón día a día.
2Pe 2:9 Así que el Adón sabe rescatar a los Kadoshim de las pruebas y reservar a los malvados hasta el Día del Juicio,[12] mientras continúa castigándolos,
2Pe 2:10 especialmente los que siguen a su vieja naturaleza en la lujuria de la podredumbre y desprecian la autoridad. Estos presuntuosos y obstinados falsos maestros no temen, insultando seres malajim,
2Pe 2:11 mientras que los malajim, que son más fuertes y poderosos, no traen ante el Adón acusaciones insultantes contra ellos.
2Pe 2:12 Pero esta gente, actuando sin pensar, como bestias sin razonamiento,[13] nacidos para ser capturados y destruidos, insultan cosas acerca de las cuales no tienen ningún conocimiento. Cuando sean destruidos, su destrucción será total;
2Pe 2:13 recibirán daño en pago como salario por el daño que están haciendo. Su idea de placer es estar de juerga a la plena luz del día; son manchas y defectos que se revelan en sus recepciones, mientras comparten una comida con ustedes;
2Pe 2:14 pues tienen ojos vigilantes para encontrar una mujer que cometa adulterio, ojos que nunca dejan de brillar, y tienen un corazón que se ejercita en la avaricia, por tanto seducen a la gente inestable. ¡Que maldición están empollando!
2Pe 2:15 Esta gente ha dejado el camino recto y se ha ido por el camino de Bilaam[14] Ben-Beor, que amaba las ganancias por hacer el mal;
2Pe 2:16 pero fue reprendido por su pecado; ¡pues una bestia de carga que le habló con voz humana restringió la demencia del profeta!
2Pe 2:17 Ellos son fuentes sin agua, niebla empujada por ráfagas de viento; para ellos está reservada la oscuridad más densa.
2Pe 2:18 Bocones hablando grandiosidades de la nada, juegan con los deseos de la vieja naturaleza, para seducir con lujuria de la carne a la gente que ha empezado a escapar de aquellos cuyos caminos de vida son errados.
2Pe 2:19 Les prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de la corrupción; porque la persona se convierte en esclava de quien lo ha derrotado.
2Pe 2:20 En verdad, si ellos una vez escaparon de las contaminaciones del mundo por medio de conocer a nuestro Adón y Salvador Yahshúa Ha Mashíaj, y se han enredado otra vez en ellas, y han sido derrotados, su condición ulterior ha llegado a ser peor que la primera.
2Pe 2:21 Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justificación, que conociéndolo completamente, volverse del mandamiento Kadosh que les fue entregado.[15]
2Pe 2:22 Lo que les ha pasado a ellos está en conformidad con el proverbio verídico: "El perro regresa a su propio vómito."[Pr 26:11] ¡Sí!, "¡La puerca se lava a sí misma, sólo para volver a revolcarse en el lodo!"[16]
2Pe 2:1 "En el pasado hubo falsos profetas entre el pueblo de Dios, así como también los habrá entre ustedes. Sin que ustedes se den cuenta, ellos les darán falsas enseñanzas que los llevarán a ustedes a la condenación. Se atreverán incluso a negar al mismo Señor, que fue quien pagó el precio de su libertad. Pero al hacerlo, ellos mismos atraerán su rápida destrucción."
2Pe 2:2 "Muchos los seguirán en su conducta indecente, y por culpa de ellos habrá quienes hablen mal del camino de la verdad."
2Pe 2:3 "Lo que en realidad quieren los falsos maestros es quitarles su dinero y explotarlos con engaños. Pero Dios les tiene preparado a ellos su juicio desde hace tiempo, y no podrán escapar del que los destruirá."
2Pe 2:4 "Dios no dejó sin castigo a los ángeles que pecaron. Al contrario, los envió al infierno y los puso en cavernas oscuras, donde estarán hasta el día del juicio."
2Pe 2:5 "Tampoco dejó sin castigo al perverso mundo antiguo, sino que le mandó el diluvio, del que sólo salvó a Noé, quien enseñaba la forma correcta de vivir, y a siete personas más."
2Pe 2:6 Dios también castigó a las ciudades de Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas. Estas ciudades son ejemplo y advertencia de lo que les espera a quienes están en contra de Dios.
2Pe 2:7 "Pero Dios salvó a Lot, un buen hombre que se angustiaba por la mala vida que llevaba esa gente perversa."
2Pe 2:8 "Lot era bueno, pero su corazón se atormentaba por todo lo que tenía que ver y oír todos los días viviendo entre tantos perversos."
2Pe 2:9 "Esto es una prueba de que Dios sabe rescatar de las dificultades a los que dedican su vida a él, pero también sabe cómo castigar a los perversos mientras esperan el día de su juicio."
2Pe 2:10 "El Señor castigará sobre todo a aquellos que se dejan llevar por sus sucios deseos y no respetan su autoridad. Ellos son los falsos maestros, unos atrevidos y tercos, que no tienen miedo de insultar ni siquiera a los poderes superiores."
2Pe 2:11 "Los ángeles son más fuertes y poderosos que los falsos maestros; sin embargo, ni siquiera los ángeles se atreven a acusar con insultos a estos poderes ante el Señor."
2Pe 2:12 "Estos maestros insultan lo que no entienden. Actúan sin pensar, como animales que nacen para ser atrapados y muertos, y terminarán como esos animales."
2Pe 2:13 "Ellos les hacen mal a otros y se les pagará con la misma moneda. Disfrutan haciendo a la vista de todos lo que les viene en gana; cuando cenan con ustedes, ellos son una mancha que causa vergüenza, pues con sus mañas lo echan todo a perder."
2Pe 2:14 "No pueden ver a una mujer sin desvestirla con la mirada. Ese es su pecado permanente. Hacen pecar a las personas inestables, son avaros y expertos en aprovecharse de los demás. Por eso están bajo maldición."
2Pe 2:15 "Se apartaron del buen camino y se desviaron por el mismo camino de Balaam, el hijo de Bosor, a quien le encantaba que le pagaran por hacer maldades."
2Pe 2:16 "Balaam fue reprendido por su pecado. A pesar de que los burros no hablan, una burra le habló como habla un ser humano y le dijo que estaba cometiendo un error. Así logró detener la locura del profeta Balaam."
2Pe 2:17 "Esos falsos maestros, son como ríos sin agua y como nubes a las que se lleva el viento. Dios los ha destinado a un lugar en la más negra oscuridad."
2Pe 2:18 "Buscan impresionar a la gente con sus palabras, que en realidad no valen nada. Con sus malos deseos y consejos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error."
2Pe 2:19 "Les prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de hábitos que los destruirán, pues uno es esclavo de aquello que lo domina."
2Pe 2:20 "Ellos escaparon del mal que hay en el mundo cuando conocieron a nuestro Señor Jesucristo, pero si son atrapados y dominados nuevamente por ese mal, terminarán peor que al principio."
2Pe 2:21 "Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido nunca el camino correcto, que haberlo conocido y luego apartarse de las santas enseñanzas que recibieron."
2Pe 2:22 "Con esa gente se cumple lo que dice el dicho: ""El perro que vomita, regresa a su mismo vómito"", y: ""Aunque se lave al cerdo, irá de nuevo a revolcarse en el barro""."
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