
EL ORIGEN DEL MAL Y LA RESPUESTA DE AMOR DE DIOS
¡Ángeles! Los ángeles han llegado a una fenomenal prominencia en las últimos
años. Han llegado a los mejores canales de televisión. Llegaron a ser estrellas en la
serie televisiva “Touched by an Angel” (Tocado por un ángel). Aparecen en películas y
son el tema de libros con ventas fenomenales. A través de todo el libro de Apocalipsis
hay ángeles prominentes, apareciendo en casi cada capítulo. Pero ahora quiero que
nos enfoquemos en un conflicto angelical descripto en Apocalipsis que echa sombra a
cualquier cosa que nosotros como humanos nos podamos imaginar, una batalla épica
que se ha estado librando por siglos. Esta batalla es supremamente importante porque
es realmente una batalla acerca de quién es Dios. Es una batalla acerca del destino
humano, y todos estamos involucrados aunque no nos demos cuenta.
Guerra en el cielo: Parece imposible de creer, pero Apocalipsis 12:7-9 nos dice,
“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el
dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se
llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus
ángeles fueron arrojados con él”.
¡Guerra en el cielo! Parece una contradicción en términos. Entonces surgen
otras preguntas, como “¿Por que hubo guerra en el cielo? ¿Qué hacía el dragón en el
cielo en primer lugar? ¿Qué hacía Satanás allí? ¿De donde vino?”
Una pre-historia de Satanás:
Afortunadamente hay buenas pistas. Las
Escrituras nos dan algunas acerca de cómo se desarrolló el conflicto. Es más,
podemos aprender cómo era Satanás antes que el mundo sea creado, y de donde vino.
Ezequiel una vez comunicó un mensaje de Dios acerca del rey de Tiro. Pero en la
profecía vemos que Dios está hablando acerca de otro. El rey exaltado representa una
criatura angelical diferente. “Así ha dicho Jehová el Señor: tú eras el sello de la
perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. Tú, querubín grande,
protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras
de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad”. Ezequiel 28:12-15.
Aquí se describe al “querubin protector.” Este era un ángel ungido para una
tarea especial. En el templo Judío, los querubines cubridores estaban al lado del trono
de Dios. Este ángel tenía un lugar especial cerca del trono de Dios. Él era el el “sello de
la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura”.
Pero algo sucedió con este ángel. “Se halló iniquidad” en él. El permitió que el
pecado entre en su vida. ¿Cómo? Ezequiel 28:17 explica: “Se enalteció tu corazón a
causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor”. Este ángel
llegó a centrarse en su propio esplendor y belleza. No hay nada malo con apreciar tus
talentos y habilidades y sentirte bien contigo mismo. Pero ¿cómo fue que este ángel
pasó de una sana estima propia a “iniquidad?” ¿Cómo se corrompió su sabiduría?
Isaías 14:12-14 nos lo dice, y también nos dice el nombre del ángel: “¡Cómo
caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Tú que decías en tu corazón: subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del
testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y
seré semejante al Altísimo”.
Lucifer se transformó en un ángel con una actitud. El estar cerca del trono de
Dios no le pareció suficiente. El quería una posición más exaltada. El quería “el reino, el
poder y la gloria” de Dios mismo!
Amor es la respuesta:
Juan nos dice que “Dios es amor” 1 Juan 4:8. El amor
estaba por doquier y rodeaba a Lucifer. ¡Pero Lucifer dio las espaldas al amor y
finalmente llegó a considerar a Dios como a su rival! Su mente torcida figuró a Dios
como a su enemigo. Este ángel rebelde se preguntó: ¿Por qué tiene Dios que tener
todo el poder y la autoridad? Lucifer consideró que él podía hacer las obras de Dios
tan bien como Dios mismo.
Debemos recordar que el cielo era un lugar donde los celos, la malicia y la
mentira no existían. Los ángeles nunca habían escuchado una mentira (que fue
inventada por Lucifer, Juan 8:44) y no podían comprender una mentira. Nunca se les
había ocurrido cuestionar la sabiduría y el amor de Dios. Y de repente este brillante
Lucifer, este querubín tan cerca del trono de Dios, está haciendo comentarios. Él se
pregunta ¿por qué Dios tiene que tener toda la gloria, por qué cada criatura creada
debe obedecerle? Tal vez hay una alternativa, una manera mejor de manejar el
universo.
Lucifer, quien parecía tan razonable, tan sabio, cuestionó la autoridad de Dios y
persuadió a muchos otros ángeles a unírsele a la rebelión, suficientes como para ir a la
guerra sobre quien debía gobernar el universo. Una gran batalla se desató, un conflicto
cósmico. Hubo guerra en el cielo y Lucifer (ahora llamado Satanás) fue arrojado del
cielo con sus seguidores. ¿Por qué Dios no pudo simplemente erradicar el mal desde el
mismo comienzo, destruirlo antes que tenga la oportunidad de esparcirse y causar
tanto sufrimiento? Si Dios hubiese ejecutado a Lucifer, hacerlo desaparecer en un
instante, todos los otros ángeles hubiesen razonado: “¡Pobre Lucifer! El trató de
decirnos que Dios era un tirano, ¡y miren ahora lo que le sucedió! Parece ser que
Lucifer tenía razón. Aparentemente sus acusaciones eran correctas.” Dios escogió el
camino más sabio. El permitiría que el pecado existiese por un período de tiempo, y
cuando se demostrase plenamente que el camino de Dios trae gozo y el camino de
Lucifer trae muerte, entonces, y sólo entonces Dios destruiría el mal.
El amor no fuerza. El amor permite que las personas vean por sí mismas,
decidan por sí mismas. Dios quiere que lo amemos por lo que él es. Nadie en aquel
entonces, sino sólo Dios, conocía el desastre que sería la alternativa de Lucifer. Nadie
sabía cuanta miseria y sufrimiento crearía. Nosotros debíamos verlo por nosotros
mismos. Esa era la única manera en que Dios podía asegurarse de que el mal nunca
más plagase el universo.
El planeta Tierra se une al conflicto:
En el Jardín del Edén, cuando Eva le dijo
a la serpiente de que ella moriría si comía de cierto árbol, Satanás contradijo a Dios
diciendo: “No moriréis… sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Génesis 3:4, 5. Satanás
estaba diciendo: “Tendrás mayor alegría si me sigues. Dios está restringiendo tu
libertad.” Trágicamente, Eva y su esposo Adán aceptaron esta mentira. Hoy vivimos en
un planeta en rebelión, un planeta lleno de miseria y muerte.
El origen del sufrimiento:
En Mateo 13:24-43 Jesús habla de un hombre que
plantó buena semilla en su campo, pero las malezas surgieron por doquier, llevando a
su siervo a preguntar, “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde,
pues, tiene cizaña? Esta es la pregunta con la que todos nos enfrentamos en algún
momento de nuestra vida: Si Dios hizo el mundo y lo preparó para sus hijos, ¿por qué
vemos tantas cosas trágicas? En la parábola de Jesús, el amo simplemente le
contestó: “Un enemigo ha hecho esto”. Fue un enemigo de Dios y del hombre quien
sembró las semillas de sufrimiento y pecado.
Dios tenía un plan:
Dios no abandonó a la raza humana porque se rebeló en
contra de él. Desde el mismo comienzo, el tenía un plan. Si te preguntas, “¿Por qué no
hace algo Dios ante la enfermedad, el pecado y el sufrimiento en nuestro mundo?”, la
respuesta es: El ha hecho algo. Él ha dado todo en el regalo de su Hijo. ¡Él vino a este
mundo y sufrió con nosotros, y nosotros algún día podremos triunfar con él!
En este momento se está llevando a cabo en el universo un conflicto cósmico
entre el bien y el mal. Afortunadamente, tu Biblia revela tanto el origen como la
conclusión de este conflicto.
1 Juan 4: 8, 16 - La misma esencia de Dios es amor, amor infinito, eterno.
Mateo 13:24-30 - El sufrimiento, la enfermedad y la muerte han venido del
“enemigo” de Dios y el hombre. 36-43 (especialmente el versículo 28)
Ezequiel 28:12 - Dios creó al ángel Lucifer absolutamente sin defecto, hermoso y
perfecto.
Ezequiel 28:15 - Pero Lucifer uso su libertad concedida por Dios y se tornó en
malvado.
Ezequiel 28:17 - Lucifer se llenó de orgullo y se corrompio.
Isaías 14:12-14 - El orgulloso Lucifer tenía problema con el “yo”, ¡él quería ser Dios!
Apocalipsis 12:7 - La Biblia revela que hubo guerra en el cielo!
Apocalipsis 12:9 - Satanás y sus ángeles malvados fueron arrojados del cielo a la
tierra. Hoy son los demonios.
Lucas 10:18 - Jesús mismo dice que el vio que Satanás “caía del cielo como un
rayo.”
Juan 8:44 - Satanás es “el padre de mentira.”
Ezequiel 28:13 - El Diablo estaba en Edén, el Jardín de Dios, para tentar a nuestros
primeros padres.
Génesis 3:1-6 - Satanás indujo a Adán y Eva a dudar de Dios y desafiar su mandato
abiertamente.
Isaías 59:1, 2 - El pecado nos separa de Dios.
Jeremías 17:9 - La naturaleza de la raza humana cambió, como resultado de la
desobediencia del hombre, nuestra naturaleza se tornó pecaminosa, el pecado
afectó el corazón humano.
Romanos 3:10, 23 - La raza humana en su totalidad cayó en la culpabilidad,
desobediencia y pecado.
Romanos 6:23, 5:12 - El resultado final de la desobediencia es muerte.
Hebreos 2:14, 4:15 - Jesús tomo la naturaleza humana, enfrentó las
tentaciones del hombre, y fue victorioso.
Romanos 5:17-19 - Jesús redimió el fracaso de Adán.
Efesios 2:8 - A través de la fe en Jesús, la salvación es nuestra como un regalo
(Romanos 6:23).
Ezequiel 28:18 - Dios finalmente destruirá a Satanás y lo reducirá a “cenizas” para
que el Diablo no exista más.
Apocalipsis 21:1-5 - Nuestro Dios establecerá un cielo nuevo y una tierra nueva.
Nahum 1:9 - El pecado nunca levantará cabeza por segunda vez.
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