Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Analisis:Luc
 

Nuevo Mensaje

BB
Analisis de:
lucas.gif LUCAS image by bibliadeestudioadventista

01

Titulo  

 Los manuscritos más antiguos de este Evangelio dicen sólo "Según Lucas"; pero en manuscritos posteriores se lee: "El Evangelio según San Lucas" o "El santo Evangelio según Lucas"

02

Autor 

 El consenso antiguo y unánime de la tradición cristiana señala a Lucas como el autor del Evangelio que lleva su nombre. El historiador eclesiástico Eusebio (m. c. 340) dice específicamente que Lucas es el autor de este Evangelio (Historia eclesiástica, iii. 4. 6). Un siglo antes Tertuliano (m. c. 230) se refirió a Pablo como el "iluminador" de Lucas, esto es, el que había animado a éste y le había dado mucha de la información que contienen sus escritos. Ireneo escribió alrededor del año 185 d. C.: "Lucas, el seguidor de Pablo, escribió en un libro el Evangelio predicado por éste". El famoso Fragmento Muratoriano, una parte de un documento escrito a fines del segundo siglo, concuerda con Ireneo, pues declara que el tercer Evangelio fue escrito por Lucas, un médico y compañero de Pablo. Las tradiciones más antiguas señalar, pues, unánimemente a Lucas como el autor del Evangelio que lleva su nombre.
El Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles pueden considerarse como los tomos 1 y 2 de una obra que bien podría titularse Origen y desarrollo del cristianismo.  La introducción del libro de los Hechos (cap. 1: 1) señala nítidamente a un solo autor para ambos libros, y el estilo literario y la dicción son evidentemente los mismos. Además, ambos libros son dedicados a una misma persona: a Teófilo (Luc. 1: 3; Hech. 1: 1). Las secciones de los Hechos donde el escritor utiliza el plural "nosotros" indican claramente que éste era un constante compañero de Pablo, especialmente durante los años finales del ministerio del apóstol. Parece que el autor se asoció con Pablo desde Troas -durante los primeros días de la predicación en Grecia (Hech. 16: 10-18)-, lo acompañó en su visita final a Palestina (cap. 20: 5 a 21: 18) y también durante su viaje a Roma (cap. 27: 1 a 28: 16). Lucas, como colaborador de Pablo, envía saludos (File. 23-24; Col. 4: 14) a aquellos a quienes se dirigen estas cartas. Casi al final de su último encarcelamiento en Roma, Pablo escribió a Timoteo: "Sólo Lucas está conmigo" (2 Tim. 4: 11). Los demás compañeros de Pablo, o habían sido enviados en misiones a otras iglesias o lo habían abandonado. Pablo tuvo que haber sentido, en medio de las angustias de sus últimos días, un profundo aprecio por el tierno y eficiente servicio de un hombre como "Lucas, el médico amado". Es, pues,  bastante claro que Lucas fue el autor del libro de los Hechos y del Evangelio que lleva su nombre.
El contexto de Col. 4: 11-14 parece sugerir que Lucas no era judío sino gentil, porque no es incluido en la lista de los de la circuncisión sino en la de otros conocidos como gentiles. El Evangelio de Lucas se considera generalmente como una de las mejores obras literarias del Nuevo Testamento, y en muchos aspectos es el más próximo al estilo de los grandes escritores griegos. Esto se evidencia en forma especial en el prólogo (Luc. 1: 1-4).
Eusebio (Ibíd.) describe así a Lucas: "por raza, de Antioquía; y de profesión, médico". Probablemente era originario de Antioquía, y algunos han pensado que fue en esta ciudad donde escribió; pero otros han sugerido que lo hizo en Roma. Lucas y Pablo son los escritores más prolíficos del Nuevo Testamento. Se desconocen el lugar y la manera de la muerte de Lucas, aunque la tradición afirma que fue martirizado en Grecia, y añade que fue clavado sobre un olivo verde.Los eruditos más conservadores asignan la composición de este Evangelio a una fecha no posterior al año 63, por las siguientes razones: fue escrito aparentemente antes de los Hechos (Hech. 1: 1). La abrupta conclusión de los Hechos se considera generalmente como una evidencia de que este libro fue escrito durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma, alrededor de los años 61-63, probablemente poco después de su llegada a esa ciudad. La explicación más sencilla para esta abrupta conclusión es que Lucas no escribió más en los Hechos porque en ese momento no había nada que añadir. Sería extremadamente improbable que el juicio, liberación, nuevo arresto, sentencia y ejecución de Pablo hubieran sido omitidos del registro de los Hechos si estos eventos ya hubieran sucedido cuando se escribía este libro. Además, no hay evidencia de que dichos sucesos fueron parte del texto original de los Hechos y que más tarde se perdieron. A la luz de estas circunstancias es fácil suponer que los Hechos fueron escritos alrededor del año 63 y el Evangelio de Lucas en una fecha anterior (Hech. 1: 1), aunque no puede decirse cuántos años antes. Para un estudio más completo de la cronología de la redacción de los Evangelios ver pp. 173-174; y para estudiar las diferentes teorías en cuanto a los orígenes de los mismos, ver pp. 170-172

03

Tema  

 Mateo presenta a Jesús como el gran Maestro y exponente de la verdad divina. Marcos lo presenta como el Hombre de acción, poniendo énfasis en sus milagros como una manifestación del poder divino que atestigua que es el Mesías. Lucas pone a Jesús en contacto íntimo con las necesidades de la gente, destacando el aspecto humano de su naturaleza y presentándolo como el Amigo de la humanidad; y Juan presenta a Jesús como el divino Hijo de Dios.
Como Mateo escribió en primer lugar para la gente de ascendencia judía, presenta la genealogía de Jesús a partir de Abrahán, el fundador de su nación; pero Lucas, que escribe para la gente de todas las razas, presenta la genealogía de Jesús partiendo de Adán, padre de la raza humana. Lucas, más que ningún otro evangelista, se refiere a los incidentes que destacan el interés y el ministerio de Jesús por los gentiles. Menciona también más que los otros evangelistas a los centuriones romanos, y lo hace siempre en forma favorable. La visión del mundo que tiene Lucas se hace evidente en sus escritos sobre las apelaciones de Pablo a los gentiles (Hech. 14: 15-17; 17: 22-31). En los escritos de Lucas apenas si se hallan rastros del exclusivismo Judío, pero sí puede descubrirse de vez en cuando en Mateo y Marcos.
Una evidencia más de que Lucas fue el escritor del Evangelio que lleva su nombre,puede verse en los términos médicos que aparecen frecuentemente en su libro (Luc. 4: 38; 5: 12; 8: 43, etc.), los cuales podrían indicar que su autor era médico (Col. 4: 14).

04

Anexo 1  

 El consenso antiguo y unánime de la tradición cristiana apunta a Lucas,* el médico, como el autor del libro (cƒ Col. 4:14).  El famoso Fragmento Muratoriano (c 200 d.C.) también lo atribuye al médico compañero de Pablo.  En ninguna parte Lucas se identifica como el autor, pero la evidencia interna claramente lo señala como tal: 1. Las introducciones al Evangelio de Lucas (1:1-4) y a Hechos (1:1, 2) no dejan dudas acerca de un autor común.  Además, ambos libros están dedicadas a la misma persona -un cierto Teófilo- y el estilo literario y la dicción en ambos son manifiestamente iguales. 2. El uso del pronombre "nosotros" en ciertos pasajes de Hechos (16:10-17; 20:5-21:18; 27:1-28:16) indica que el autor estuvo con Pablo en diversos momentos de su ministerio: se unió a Pablo en Troas, durante el 2º viaje misionero, y siguió con él hasta Filipos; lo acompañó a Jerusalén en el 3er viaje; permaneció en Palestina durante los 2 años que Pablo estuvo preso en Cesarea. su 1er encarcelamiento (allí se unió a Pablo en enviar saludos para los creyentes de Colosas [Col. 4:14] y a Filemón  [Flm. 24]); y más tarde, durante su 2º encarcelamiento en Roma (2 Ti. 4:11), cuando el apóstol escribió patéticamente: "Sólo Lucas está conmigo".
De acuerdo con Col. 4:14, Lucas era médico, además de hombre de letras.  Se han compilado listas de supuestos términos médicos empleados por él.  Algunos de ellos, es cierto, reflejan la preparación y el punto de vista de un profesional (cf Lc. 4:38; 5:12; 8:43 con las narraciones paralelas de Mateo y Marcos).
Pero muchas de las palabras y expresiones citadas como términos médicos eran de uso general y su empleo en su Evangelio no puede ser tomado como prueba absoluta de que el autor era médico.

05

Ambientacion 

 Los eruditos conservadores generalmente fechan el Evangelio no más tarde que el 63 d.C., porque: 1. Su composición fue obviamente anterior a la de Hechos (Hch. 1:1). 2. La abrupta terminación de la narración de Hechos implica que éste fue escrito durante el 1er encarcelamiento de Pablo en Roma, c 61-63 d.C., y aparentemente poco después de su llegada a la ciudad.  Que Hechos no diga nada del juicio, de la liberación, del nuevo arresto, de la sentencia y de la ejecución de Pablo, se acepta generalmente como evidencia de que el informe fue escrito antes que ocurrieran estos últimos acontecimientos.
Parece que Lucas usó los 2 años que permaneció en Palestina, mientras Pablo estaba preso en Cesarea, para recoger materiales de testigos oculares para su Evangelio (Lc. 1:1-4).  De acuerdo con Col. 4:10 y 14, Lucas y Juan Marcos estaban en Roma al mismo tiempo,  y esto habría dado a Lucas la oportunidad de obtener información adicional, lo que explicaría la semejanza entre extensos pasajes y el orden de muchos acontecimientos en los 2 Evangelios.  Estas similitudes han llevado a muchos a creer que Marcos fue una de las fuentes de las que obtuvo información.

06

Destinatarios  

 Lucas dirige su Evangelio a cierto "Excelentísimo Teófilo" (Lc. 1:3; Hch. 1:1), de quien nada más se conoce.  Por cuanto el nombre Teófilo significa "amigo de Dios", algunos eruditos han sugerido que no se refiere a una persona en particular sino a toda persona que pudiera ser llamada "amiga de Dios"; es decir, a los cristianos en general.
Sin embargo, el título "excelentísimo" implica  definidamente que Lucas tenía en mente a una persona real.  Como lo sugiere el nombre, Teófilo probablemente era un gentil convertido al cristianismo.  También se ha conjeturado, aunque sin base en los hechos, que Teófllo proveyó los fondos necesarios para que Lucas escribiera su historia de la iglesia en 2 tomos.  Como la introducción a Hechos lo implica  (Hch. 1:1, 2), el libro retoma la narración de la historia de la iglesia cristiana donde la dejó el Evangelio de Locas (Lc. 24:50-53).  Esto sugiere que el propósito del autor fue escribirla en 2 tomos.  En cuanto a la cantidad de material, Lucas aportó al NT más o menos lo mismo que Pablo, y casi el doble que el apóstol Juan.
El prólogo de Lucas está escrito en un espléndido griego koiné literario, la lengua común del mundo romano que hablaba griego en esos días (Lc. 1:1-4).  Es pulido pero lleno de gracia y modestia, y se conforma a los mejores modelos literarios griegos.  Esto, junto al esfuerzo por fechar los acontecimientos en armonía con la forma griega corriente en sus días, y su referencia a las fuentes de información, sugiere que Lucas, evidentemente un hombre instruido e inteligente, se dirigía primariamente a los hombres cultos y educados de su época.  En elegancia de estilo literario griego, el libro de Lucas está junto al de Hebreos, y en ciertos aspectos refleja el estilo de los grandes escritores griegos de su tiempo.  En el v 5 pone a un lado el estilo literario koiné, con su forma elegante, y utiliza uno de gusto claramente hebreo que recuerda las narraciones del AT (como las del nacimiento de Samuel).  En suma, Lucas, el médico amado y compañero de viajes de Pablo, escribió su Evangelio para los lectores griegos en particular.

07

Tema  

 El prólogo revela que redactó su Evangelio después que "muchos" otros habían escrito sobre el tema (1:1).  Aunque no era un testigo ocular de la vida y del ministerio de Jesús, recibió mucha información de gente que presenció los hechos (v 2).  Investigó concienzudamente todas las fuentes accesibles a él, escritas y orales, y fue su propósito conservar la historia "por orden" (v 3).  Uno de sus objetivos explícitos era proveerle a su amigo Teófilo de un informe totalmente confiable de la vida y las enseñanzas de Jesús.  No tenernos manera de saber si Lucas incluye a Mateo y  Marcos entre los "muchos [que] han tratado de poner en orden" los hechos de la narración evangélica.  Generalmente se cree que el Evangelio de Marcos, por lo menos, y tal vez el de Mateo, ya estaban en circulación.  Pero "muchos" claramente implica más de 2, y por tanto parecería que se habían escrito otras narraciones de la historia del evangelio que se han perdido.  Que Lucas no pretenda ser un testigo ocular, sino que reconozca francamente su deuda hacia otros, habla bien de él como historiador cuidadoso y exacto, e implica que, en este caso, la inspiración no es tanto un asunto de impartir información original, sino más bien una garantía de la exactitud de lo que se registra.  Como historiador, fue a las fuentes originales, pero también fue un autor inspirado.  Solo Lucas, entre los escritores de los Evangelios, brinda un marco cronológico que correlaciona los acontecimientos de la vida de Cristo con los eventos de la historia de su tiempo (Lc. 2:1, 2; 3:1, 2).Véanse Evangelios, Armonía de los; Marcos, Evangelio de.

08

Contenido  

 Lucas ofrece su narración evangélica como una presentación exacta, completa y sistemática de la historia de la vida y del ministerio de Jesús.  Mientras Mateo enfática lo que Jesús enseñó, y Marcos lo que Jesús hizo, Lucas combina ambos elementos.  Su pretensión de haber "investigado con diligencia todas las cosas desde su origen" (Lc. 1:3) no es una jactancia vana, ya que casi la 1/4 parte de los incidentes conocidos de la narración evangélica sólo aparecen en Lc.  Dos aspectos de la vida y del ministerio de Jesús que Lucas cubre con amplitud, pero que los otros mencionan sólo brevemente o pasan por alto, son el período de la infancia y niñez y su extenso ministerio en Samaria y Perea durante los 6 meses que precedieron a la última Pascua (cps 1; 2; 9:51-19:10).  Sólo Lucas registra las circunstancias que rodearon el nacimiento de Juan el Bautista (1:5-25, 57-80), la anunciación a María y la visita de María a Elisabet (1:26-56), el nacimiento de Jesús (2:1-7), el anuncio a los pastores (vs 8-20), la circuncisión y la presentación en el templo (vs 21-38), la participación de Jesús en una Pascua (vs 41-50) y su juventud (vs 51, 52).  En forma similar, sólo Lucas se ocupa de la Visita de Jesús a Nazaret, al comienzo de su ministerio en Galilea, y su rechazo allí (4:16- 30).  Tal vez en un intento por explicar a los lectores no judíos cómo Jesús pudo ser rechazado por los dirigentes de su propia nación y, sin embargo, ser en verdad el Mesías prometido, Lucas rastrea la ascendencia de Jesús hasta Adán (Lc. 3:23-38), el padre de la raza, implicando así que era el Salvador de toda la humanidad y no sólo de los judíos (Mateo, en cambio, se conforma con exponer la genealogía de Jesús hasta Abrahán).  Lucas también tiene un interés permanente en el ministerio  personal de Jesús hacia los no judíos (7:1 -10; 8:26-39), y sólo él registra la misión de los 70 a Samaria (9:51-10:20) y relata la parábola del buen samaritano.  En Lc. apenas se rastrea el particularismo y el exclusivismo judío, que a veces se pueden detectar en Mt. y Mr.
Los primeros 2 capítulos se dedican a la infancia y juventud de Jesús.  Como los otros Evangelios sinópticos, pasa por alto el ministerio temprano de Jesús desde su bautismo y la Pascua, y su labor en Judea hasta la 2ª Pascua.  Presenta su trabajo en Galilea hasta la 3a Pascua con bastante detalle (4:14-9:17), como lo hacen Mateo y Marcos.  Al tratar el período del retiro de Jesús del ministerio público hasta la fiesta de los Tabernáculos, 6 meses después, Lucas omite una cantidad de incidentes que narran Mateo y Marcos (Lc. 9:18- 43).  Como ya se dijo, trata las labores en Samaria-Perea con mucho detalle (9:51-19:10), como también los eventos que giran alrededor de la última semana del ministerio terrenal de Jesús, en la 4a Pascua (19:28-23:56).  Finalmente, como los otros escritores evangélicos, se ocupa con ciertos detalles los sucesos del período posterior a la resurrección  (cp 24; véase CBA 5:649-651).  Acerca de los antiguos manuscritos del Evangelio de Lucas, véanse las figs 84, 86.  Acerca del trasfondo histórico de los Evangelios, véase Jesucristo.

09

Sin Editar  

 

10

Sin Editar 

 I. Infancia, niñez y juventud, 1: 1 a 2: 52

.
II. Preparación para el ministerio, hacia septiembre del año 27 d. C., 3: 1 a 4: 13.


III. Ministerio en Galilea, de pascua a pascua, 29-30 d. C., 4: 14 a 9: 17.


      A. Comienzo del ministerio en Galilea, 4: 14-41.
      B. Primera gira misionera por Galilea, 4: 12 a 5: 16.
      C. Ministerio en Capernaúm y alrededores, 5: 17 a 6: 16.
      D. El Sermón del Monte, 6: 17-49.
      E. Segunda gira misionera por Galilea, 7: 1 a 8: 56.
      F. Tercera gira misionera por Galilea, 9: 1-17.

IV. Retiro del ministerio público, primavera a otoño, año 30 d. C., 9: 18-50.

V.  Ministerio en Perea, otoño a primavera, año 30-31 d. C., 9: 51 a 19: 27.

      A. Ministerio en Samaria y Perea, 9: 51 a 10: 24.
      B. Enseñanza mediante parábolas, 10: 25 a 18: 14.
      C. El último viaje a Jerusalén, 18: 15 a 19: 27.

VI. Concluye el ministerio en Jerusalén, pascua, año 31 d. C., 19: 28 a 23: 56.

      A. Enfrentamiento con los escribas y fariseos, 19: 28 a 21: 4.
      B. Sermón en el monte de los Olivos, 21: 5-38.
      C. Arresto y juicio de Jesús, 22: 1 a 23: 25.
      D. Crucifixión y entierro de Jesús, 23: 26-56.

VII. Resurrección y apariciones posteriores a su resurrección, 24: 1-53.


   

Fuente: Diccionario y Comentario Biblico Adventista del Septimo Dia

 


 
 
  Conocen nuestro sitio 632739 visitantes (2185605 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis