En los antiguos manuscritos gríegos el título es sencillamente IÇánnou B, literalmente, "De Juan 3". Ver lo que se dice en cuanto al título de la primera epístola (p. 641).
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Autor
Si no hubiera una segunda epístola sería muy discutible la paternidad literaria de esta tercera carta; pero la similitud de estilo entre estas dos cortas epístolas indica un autor común. Una vez que se reconoce a Juan como el que escribió la segunda epístola también puede ser reconocido como el autor de la tercera.
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Marco Historico
Esta epístola es evidentemente una carta personal escrita a un tal Gayo, que no es identificado. Se trata de un cristiano fiel, muy alabado por su bondadosa hospitalidad con los maestros itinerantes. Se nombran otros dos personajes: Diótrefes, dirigente dado a la polémica, y Demetrio, que quizá era uno de los maestros itinerantes. El cuadro que se deduce por lo que está escrito acerca de estos tres personajes, nos presenta una notable evolución en la iglesia cristiana y sugiere que esta epístola fue escrita después de la segunda, y por lo tanto aún más cerca de la muerte de Juan. Parece quedar bien establecido el ministerio de los predicadores itinerantes o de hermanos visitantes (vers. 5-8). Diótrefes se atribuye el poder de expulsar de la iglesia quizá mediante una especie de excomunión (vers. 10) a aquellos a quienes no aprueba personalmente, y la autoridad del apóstol ha sido socavada por los seguidores de Diótrefes (vers. 9-11). Todo esto indica que la situación revelada en la segunda epístola ha evolucionado, y esto convierte a la tercera epístola en la última de las tres cartas de Juan que han llegado hasta nosotros. Esto no quiere decir que Juan no escribió otras cartas. No se puede probar que la carta o escrito que se menciona en el vers. 9 sea la segunda epístola, aunque es una buena posibilidad de que así fuera, ni tampoco se puede determinar cuánto tiempo transcurrió entre la redacción de la segunda y la tercera epístolas; pero parece probable que el intervalo fue breve, pues ambas se parecen tanto en estilo como en contenido...
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Tema
Es sencillo y directo. La segunda epístola fue escrita para advertir contra los falsos maestros itinerantes, pero la tercera se envía para oponerse a las tenencias cismáticas ejemplificadas por las acciones de Diótrefes.
Es probable que Diótrefes fuera el anciano de la iglesia y que hubiera aceptado algunas de las falsas enseñanzas de los gnósticos (pp. 643-644). Cuando Juan escribió a las iglesias para refutar esas falsas enseñanzas, parece que Diótrefes se opuso a que la carta fuera leída delante de los miembros de la iglesia (vers. 9). También se impidió que se escuchara a los ministros itinerantes que pudieron haber sido enviados por Juan, y los que los escucharon en privado fueron excomulgados públicamente por Diótrefes, hombre arrogante.
Cuando Juan escribe a Gayo se esfuerza por asegurarse que su mensaje llegue a los hermanos leales. Puede haber estado preparándolos para que aceptaran un cambio de ancianos de iglesia cuando él llegara y les "recordara" las acciones de Diótrefes (vers. 10).
En esta carta, como en los otros escritos de Juan, se manifiesta el mismo espíritu de tierno afecto personal; pero por encima del propósito inmediato de la epístola, brilla la belleza del carácter del apóstol y la inspiración que ha proporcionado a sus lectores a través de los siglos...
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Tercera Epistola
Una comparación entre esta epístola y la 2ª indica al mismo autor. Es una carta personal dirigida a cierto Gayo,* un desconocido pero fiel creyente a quien Juan felicita por su hospitalidad hacia los apóstoles y otros maestros viajeros. La carta trata acerca del deber cristiano de ser hospitalarios con los verdaderos maestros y a cuidarse de los falsos. Como uno que se ha ditinguido por su hospitalidad hacia los predicadores itinerantes, Gayo apreciaría el consejo que le da Juan. Las tendencias cismáticas de Diótrefes deben ser firmemente rechazadas. Parece que fue un anciano en la iglesia o tuvo otro cargo importante que le daba la oportunidad de hablar contra Juan (vs 9, 10). Además, había rehusado recibir a los predicadores visitantes y había prohibido a los que estaban a su cargo hacerlo, llegando al punto de privarlos de la feligresía en la iglesia (v 10). Otras instrucciones que Juan recuerda tendrán que aguardar, pues espera visitar pronto la iglesia a la que Gayo pertenece (vs 13, 14; véase CBA 7: 711, 712).
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Anexo
El autor no se identifica en ninguna de las epístolas, pero la autoría juanina ha sido confirmada desde los tiempos más tempranos, y las epístolas son citadas por muchos de los padres de la iglesia. Policarpo, que se dice estuvo asociado con Juan, parece citar 1 Jn. 4:3 en el cp 7 de su Epístola a los filipenses (escrita c 115 d.C.). De acuerdo con el historiador eclesiástico Eusebio, Papías (t c 163 d.C.) "usó testimonios de la primera epístola de Juan". Escribiendo entre el 182 y el 188 d.C., Ireneo cita varios pasajes de las primeras 2 epístolas. El Fragmento Muratoriano (escrito c 170 d.C.) atribuye tanto 1 Jn. como 2 Jn. al apóstol Juan. Así, desde los tiempos más antiguos, la autenticidad y derecho de estas epístolas a un lugar en el canon está firmemente fijado. La antigua tradición de la autoría juanina es fortalecida adicionalmente por el parecido existente entre 1 Jn. y el Evangelio de Jn. en estilo, vocabulario, orden de las palabras, construcción gramatical y el paralelismo de ideas opuestas. Por ejemplo, ambos comienzan con la designación singular que Juan da a Cristo, el "verbo" que procede del Padre (cf 1 Jn. 1:1-3 con Jn. 1:1-3, 14). Los 2 expresan el deseo de que el "gozo" de los receptores "sea cumplido" (cf 1 Jn. 1:4 con Jn. 16:24). Ambos hablan de un "mandamiento nuevo" (cf 1 Jn. 2:8 con Jn. 13:34) y se refieren a Jesucristo como "la luz verdadera" (cf 1 Jn. 2:8 con Jn. 1:9). Animan a los creyentes a que se amen "unos a otros" (cf 1 Jn. 3:11 con Jn. 15:12). Hablan de que los cristianos pasan "de muerte a vida" (cf 1 Jn. 3:14 con Jn. 5:24). Ambos se refieren al Espíritu Santo como al "Espíritu de verdad" (cf 1 Jn. 4:6 con Jn. 14:17). Hablan de Dios como que envió "a su hijo unigénito" al mundo (cf 1 Jn. 4:9 con Jn. 3:16), y declaran que la "vida" se encuentra en él (cf 1 Jn. 5:11 con Jn. 1:4). Otras similitudes verbales entre las epístolas y el Evangelio se encuentran comparando 1 Jn. 2:1 con Jn. 14:16; 1 Jn. 2:3 con Jn. 14:15; 1 Jn. 2:11 con Jn. 12:35; 1 Jn. 2:17 con Jn. 8:35; 1 Jn. 2:23 con Jn. 15:23; 1 Jn. 2:27 con Jn. 14:26; 1 Jn. 3:22 con Jn. 8:29. Para notar los pares de ideas opuestas compare 1 Jn. 3:14 con Jn. 1:5; 1 Jn. 2:9, 10 con Jn. 12:25; 1 Jn. 2:8 con Jn. 5:24. Las pocas diferencias que existen entre el Evangelio y las cartas pueden ser fácilmente atribuidas a la disparidad de contenido y de grado de organización. Las semejanzas, por lejos, son mayores que las diferencias, un hecho que da un testimonio silencioso, pero impresionante en favor de la identidad del autor del Evangelio con el de las epístolas. Este se identifica como uno de los apóstoles que personalmente vio y oyó a Cristo durante su ministerio terrenal (1 Jn. 1:1; 2; 4:14; cf Jn. 1:14), y afectuosamente se dirige a sus conversos como a "hijitos" (1 Jn. 2:1, 12, 18, 28; 3:7, 18; 4:4; 5:21), lo que implica que tenía una edad avanzada cuando escribió. El Evangelio y las epístolas dan evidencia de haber sido escritas aproximadamente al mismo tiempo. Aunque algunos críticos del s XIX d.C. asignaban ambos documentos a la última parte del s II d.C., ahora casi todos concuerdan en que la evidencia de los manuscritos señalan en forma concluyente al fin del s I d.C. como la época en que escribió las epístolas. Véase Juan, Evangelio de.
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Sin Editar
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Sin Editar
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Anexo
Tres epístolas que pertenecen a las 7 epístolas "generales" o "universales". En vista de que no está dirigida a ninguna iglesia o persona específica, 1 Jn. es llamada "epístola general". Pero, siendo más precisos, 2 y 3 Jn. no son epístolas "generales", sino cartas privadas a miembros individuales de las iglesias en las que había servido como pastor. En los manuscritos griegos más antiguos existentes, los títulos de las 3 epístolas son sencillamente Ioánnou A ("De Juan 1"), Ioánnou B ("De Juan 2") y Ioánnou C ("De Juan 3").
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Bosquejo
I. Introducción, 1.
II. Mensaje, 2-12.
A. Buenos deseos y satisfacción, 2-4.
B. La hospitalidad es alabada, 5-8.
C. Se reprocha la hostilidad, 9-10.
D. Una lección y alabanza, 11-12.
III. Conclusión, 13-14.
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