No es la voluntad de Dios que seamos esclavos del tiempo. Más bien es que hagamos el tiempo servir a nosotros. Muchas veces la solución es una nueva y más completa entrega a Dios. Si realmente amamos a Dios vamos a encontrar tiempo para él. Si damos más de nuestro tiempo a Dios vamos a ver como él puede librarnos de las mil y una cosas que consumen nuestras horas. Para otros la solución sería más auto disciplina y el de tener una vida más organizada. El presidente de una facultad una vez dijo, “un minuto ocupado en planear ahorrará 3 o 4 en su cumplimiento.” Al principio, esto parece ser esclavitud al tiempo pero una vez que llega a ser hábito no es tan gravoso.
Si no tienes tiempo para Dios te conviene parar y evaluar. ¿Quién es Dios? ¿No es que él merece más de mi tiempo? ¿Puede ser que estoy dando prioridad a mis necesidades físicas y descuidando mis necesidades espirituales?
La Biblia dice; “No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque él que siembra par su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” Gálatas 6:7-8
Si te das cuenta de que has sido tacaño con tu tiempo pide perdón a Dios y pregúntate, ¿qué debo quitar de mi vida para dar más tiempo a Dios?
TIEMPO DEL QUE LE RENDIRAS CUENTA AL SEÑOR TU DIOS