Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  W67
 


  Judas 01 

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Jud 1:1  Judas, de Jesucristo siervo, hermano de Santiago, a los en Dios Padre amados y en Jesucristo guardados, llamados.
Jud 1:2  Misericordia a vosotros, y paz y caridad multiplíquese.
Jud 1:3  Amados, toda solicitud haciendo de escribiros acerca de nuestra común salud: necesidad he tenido(k)  de escribiros, exhortando a luchar por la, una vez entregada a los santos, fe.
Jud 1:4  Pues se han subintroducido algunos hombres, (los de antiguo, prescritos(l)  para este juicio)(m)  impíos, la de nuestro Dios gracia convirtiendo en lascivia, y al solo amo y señor nuestro Jesucristo negando.
Jud 1:5  Y, amonestaros quiero, que sabéis una vez(n)  todo: que Jesús(o) ; al pueblo de tierra de Egipto salvando; lo segundo(p)  a los no creyentes perdió;
Jud 1:6  y ángeles, los que no guardaron su principado, sino, abandonaron la propia morada, para juicio del gran día con ataduras sempiternas bajo calígine tiene guardados;
Jud 1:7  como Sodoma y Gomorra y las circunvecinas ciudades, habiendo de semejante modo que éstos(q)  ramereado e ídose tras carne otra; yaciendo están para escarmiento, de fuego eterno pena sufriendo.
Jud 1:8  Asimismo, en verdad, también éstos, soñando(r) , carne por cierto manchan, soberanía(s) , empero, desechan; glorias,(t)  empero, blasfeman;
Jud 1:9  cuando Miguel, el arcángel, con el diablo contendiendo, disputaba acerca del de Moisés cuerpo; no osó juicio(u)  interponer de blasfemia(v) , sino que dijo: «Incrépete Señor».
Jud 1:10  Estos, empero, ora cuanto no saben, blasfeman; ora cuanto naturalmente, como los irracionales animales entienden, en esto se corrompen.
Jud 1:11  Ay de ellos, pues por el camino de Caín han ido, y por el error de Balaán: de paga, derramáronse(w)  y por la contradicción de Coré perecieron.
Jud 1:12  Estos son los que, en vuestros ágapes(x)  manchas, banqueteando inmedrosamente, a sí mismos pastoreando, nubes inacuosas, por vientos arrastradas; árboles otoñales, infructuosos, dos veces muertos(y) , desarraigados;
Jud 1:13  olas fieras de mar espumante de sus ignominias, astros errantes(z)  a quienes la calígine(a)  de las tinieblas por siglos reservada está.
Jud 1:14  Y profetizó también acerca de éstos el séptimo, desde Adán: Henoc, diciendo: «Hé aquí ha venido Señor en sus santas miríadas(b) ,
Jud 1:15  a hacer juicio contra todos y redargüir a todos los impíos acerca de todas las obras de impiedad con que han sido impíos; y acerca de todo lo duro que han hablado contra él pecadores impíos».
Jud 1:16  Estos son murmuradores querellosos, según sus concupiscencias caminando; y su boca habla cosas altaneras; admirando personas por ganancia.
Jud 1:17  Pero vosotros, amados, acordaos de las cosas las predichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,
Jud 1:18  porque os decían: que «en el último tiempo habrá mofadores, según sus concupiscencias caminando, de las impiedades(c) ».
Jud 1:19  Estos son los que a sí mismos se segregan sensuales, Espíritu no teniendo.
Jud 1:20  Pero vosotros, amados, sobreedificándoos sobre vuestra santísima fe, en Espíritu Santo orando,
Jud 1:21  a vosotros mismos en amor de Dios guardaos, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Jud 1:22  Y a unos reprended, juzgados;
Jud 1:23  a otros salvad, del fuego arrebatando; a otros compadeced en(d)  temor; aborreciendo aun la por la carne manchada túnica.
Jud 1:24  Y al que puede guardaros seguros y poneros faz a faz de su gloria, inmaculados en alborozo:
Jud 1:25  a sólo Dios, Salvador nuestro, por Jesucristo Señor nuestro, gloria, magnificencia, imperio y potestad antes de todo el siglo, y ahora y por todos los siglos. Amén.

 


 

Jud 1:1  Judas” siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los amados en Dios Padre, llamados y conservados en Jesucristo;"
Jud 1:2  la misericordia, la paz y la caridad abunden más y más en vosotros.
Jud 1:3  Carísimos, deseando vivamente escribiros acerca de nuestra común salud, he sentido la necesidad de hacerlo, exhortándoos a combatir por la fe, que, una vez para siempre, ha sido dada a los santos.
Jud 1:4  Porque disimuladamente se han introducido algunos impíos, ya desde antiguo señalados para esta condenación, que convierten en lascivia la gracia de nuestro Dios y niegan al único Dueño y Señor nuestro, Jesucristo.
Jud 1:5  Quiero recordaros a vosotros que ya habéis conocido todas las cosas, cómo el Señor, después de salvar de Egipto a su pueblo, hizo luego perecer a los incrédulos;"
Jud 1:6  y cómo a los ángeles que no guardaron su dignidad y abandonaron su propio domicilio, los tiene reservados en perpetua prisión, en el orco, para el juicio del gran día.
Jud 1:7  Cómo Sodoma y Comorra y las ciudades vecinas, que, de igual modo que ellas, habían fornicado, yéndose tras los vicios contra naturaleza, fueron puestas para escarmiento, sufriendo la pena del fuego perdurable.
Jud 1:8  También éstos, dejándose llevar de sus delirios, manchan su carne, menosprecian la autoridad y blasfeman de las dignidades.
Jud 1:9  El arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo contendiendo sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir un juicio de blasfemia, sino que dijo: “Que el Señor te reprenda.”
Jud 1:10  Pero éstos blasfeman de cuanto ignoran; y aun en lo que naturalmente, como brutos irracionales, conocen, en eso mismo se corrompen."
Jud 1:11  Ay de ellos, que han seguido la senda de Caín y se dejaron seducir del error de Balam por la recompensa y perecieron en la rebelión de Coré!
Jud 1:12  Estos son deshonra de vuestros ágapes; banquetean con vosotros sin vergüenza, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua, arrastradas por los vientos; árboles tardíos sin fruto, dos veces muertos, desarraigados;"
Jud 1:13  olas bravas del mar, que arrojan la espuma de sus impurezas; astros errantes, a los cuales está reservado el orco tenebroso para siempre."
Jud 1:14  De ellos también profetizó el séptimo desde Adán, Henoc, cuando dijo: “He aquí que viene el Señor con sus santas miríadas
Jud 1:15  para ejercer un juicio contra todos y convencer a todos los impíos de todas las impiedades que cometieron y de todas las crudezas que contra El hablaron los pecadores impíos.”
Jud 1:16  Estos son murmuradores, querellosos, que viven según sus pasiones, cuya boca habla con soberbia, que por interés fingen admirar a las personas.
Jud 1:17  Pero vosotros, carísimos, acordaos de lo predicho por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Jud 1:18  Ellos os decían que a lo último del tiempo habría mofadores que se irían tras sus impíos deseos.
Jud 1:19  Estos son los que fomentan las discordias; hombres animales, sin espíritu."
Jud 1:20  Pero vosotros, carísimos, edificándoos por vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
Jud 1:21  conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna,
Jud 1:22  Cuanto a aquéllos, a unos reprendedlos, pues que todavía vacilan;"
Jud 1:23  a otros salvadlos, arrancándolos del fuego; de los otros compadeceos con temor, execrando hasta la túnica contaminada por su carne."
Jud 1:24  A aquel que puede guardaros sin pecado y haceros ante su gloria irreprensibles con alegría,
Jud 1:25  el solo Dios, salvador nuestro, por Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, la magnificencia, el imperio y la potestad desde antes de los siglos, ahora y por todos los siglos. Amén.

 


 

Jud 1:1  Yo, Judas, estoy al servicio del Señor Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios el Padre ama y ha elegido, y que Jesucristo también cuida.
Jud 1:2  Deseo que Dios los trate con mucha compasión y con abundante paz y amor.


Advertencia contra la mentira
Jud 1:3  Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Pero ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a su pueblo elegido.
Jud 1:4  Estoy preocupado, pues hay algunos que los han engañado y que se han colado entre ustedes. Ellos dicen que Jesucristo no es nuestro único Señor y Dueño, y que por eso no debemos obedecerle. Piensan que, como Dios nos ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos. Con razón, desde hace mucho tiempo en la Biblia se dice que Dios castigará a esa gente.
Jud 1:5  Aunque ustedes ya lo saben, quiero recordarles que cuando Dios sacó de Egipto al pueblo de Israel, después destruyó a los que no creyeron en él.
Jud 1:6  Así pasó también con los ángeles que rechazaron y dejaron el lugar de honor que Dios les había dado. Dios los tiene atados para siempre con cadenas, y están encerrados en lugares oscuros hasta que llegue el gran día del juicio final.
Jud 1:7  Algo parecido les sucedió a los que vivían en Sodoma, en Gomorra y en las ciudades cercanas. Los que vivían allí pecaron, practicando todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. Por eso Dios los castigó arrojándolos en el fuego que nunca se apaga para que sufran allí. Que esto sirva de advertencia para todos nosotros.
Jud 1:8  Lo mismo les va a pasar a los malvados de quienes les estoy hablando. Porque con sus locas ideas dañan su cuerpo, rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles.
Jud 1:9  Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se atrevió a hacer algo así. Cuando peleaba con el diablo para quitarle el cuerpo de Moisés, Miguel no lo insultó sino que sólo le dijo: "Que el Señor te castigue".
Jud 1:10  Sin embargo, esta gente insulta hasta lo que no conoce. Se comportan como los animales, que conocen las cosas pero no las entienden, y por eso terminan destruyéndose a sí mismos.
Jud 1:11  ¡Pobre gente! Se portan como Caín. Y por el afán de ganar dinero cometen el mismo error que cometió Balaam. Son tan rebeldes que morirán como murió Coré.
Jud 1:12  Es una vergüenza que esas personas vayan a sus fiestas de amor, pues comen y beben sin ningún respeto. Son líderes que sólo se preocupan de ellos mismos. Son como nubes sin agua que el viento lleva de un lado a otro. Se parecen también a los árboles que no dan fruto, pues han sido arrancados de raíz y están totalmente muertos.
Jud 1:13  Son gente violenta. Todos pueden ver lo malo que hacen, pues sus maldades son como la espuma de las violentas olas del mar. Son como estrellas perdidas que están condenadas a viajar todo el tiempo en la más terrible oscuridad.
Jud 1:14  Enoc, que fue el séptimo hombre después de Adán, habló de esta gente desde hace mucho tiempo, y dijo: "Miren, Dios viene acompañado de miles y miles de sus ángeles.
Jud 1:15  Viene para castigar a todos los que hicieron el mal. Castigará a todos los pecadores que lo insultaron".
Jud 1:16  Esta gente se queja de todo, y lo critica todo. Sólo quieren que se cumplan sus deseos egoístas. Hablan con orgullo, y cuando hablan bien de los demás, lo hacen sólo para poder aprovecharse de ellos.


Algunos consejos
Jud 1:17  Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de lo que ya les habían dicho los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Jud 1:18  Ellos les enseñaron que en los últimos tiempos habría gente burlona, que se dejaría controlar por sus malos deseos.
Jud 1:19  Y es esta gente la que los obliga a pelearse y a dividirse, pues hace lo que quiere y no tiene el Espíritu de Dios.
Jud 1:20  Pero ustedes, queridos hermanos, sigan confiando siempre en Dios. Esa confianza es muy especial. Cuando oren, dejen que el Espíritu Santo les diga lo que deben decir.
Jud 1:21  Confíen todo el tiempo en el amor de Dios, y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo nos dará la vida eterna, pues él también nos ama mucho.
Jud 1:22  Ayuden con amor a los que no están del todo seguros de su salvación.
Jud 1:23  Rescaten a los que necesitan salvarse del infierno, y tengan compasión de los que necesitan ser compadecidos. Pero tengan mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen.


Alabanza final a Dios
Jud 1:24  Dios puede cuidarlos para que no hagan el mal, y también tiene poder para que ustedes puedan presentarse sin pecado ante él cuando regrese. Se presentarán ante él llenos de alegría, y limpios y sin mancha como un vestido nuevo.
Jud 1:25  Por eso, alaben a Dios nuestro Salvador y reconozcan su grandeza, poder y autoridad, pues él nos envió a nuestro Señor Jesucristo. Alabémosle por todo esto ahora y siempre. Amén.

 


 

Jud 1:1  La misericordia, y la paz, y la caridad sean colmadas en vosotros.
Jud 1:2  Carísimos, habiendo deseado vivamente antes de ahora escribiros acerca de vuestra común salud, me hallo en la necesidad de practicarlo, para exhortaros a que peleéis valerosamente por la fe, o doctrina, que ha sido enseñada una vez a los santos.
Jud 1:3  Porque se han entrometido con disimulo ciertos hombres impíos (de quienes estaba ya muy de antemano predicho que vendrían a caer en este juicio o condenación), los cuales cambian la gracia de nuestro Dios en una desenfrenada licencia, y reniegan, o renuncian, a Jesucristo, nuestro único soberano y Señor.
Jud 1:4  Sobre lo cual quiero haceros memoria, puesto que fuisteis ya instruidos en todas estas cosas, que habiendo Jesús sacado a salvo al pueblo hebreo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que fueron incrédulos,
Jud 1:5  y a los ángeles, que no conservaron su primera dignidad, sino que desampararon su morada, los reservó para el juicio del gran día, en el abismo tenebroso, con cadenas eternales.
Jud 1:6  Así como también Sodoma y Gomorra, y las ciudades cercanas, siendo reas de los mismos excesos de impureza y entregadas al pecado, vinieron a servir de escarmiento, sufriendo la pena del fuego eterno.
Jud 1:7  De la misma manera manchan éstos también su carne, menosprecian la dominación y blasfeman contra la majestad.
Jud 1:8  Cuando el arcángel Miguel disputando con el diablo altercaba sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir contra él sentencia de maldición, sino que le dijo solamente: Te reprima el Señor.
Jud 1:9  Estos, al contrario, blasfeman de todo lo que no conocen; y abusan, como brutos animales, de todas aquellas cosas que conocen por razón natural.
Jud 1:10  Desdichados de ellos, que han seguido el camino de Caín, y perdidos como Balaam por el deseo de una sórdida recompensa, se desenfrenaron, e imitando la rebelión de Coré perecerán como aquél.
Jud 1:11  Estos son los que contaminan y deshonran vuestros convites de caridad cuando asisten a ellos sin vergüenza, cebándose a sí mismos, nubes sin agua, llevadas de aquí para allá por los vientos; árboles otoñales, infructuosos, dos veces muertos, sin raíces;
Jud 1:12  olas bravas de la mar, que arrojan las espumas de sus torpezas; exhalaciones errantes, a quienes está reservada, o ha de seguir, una tenebrosísima tempestad que ha de durar para siempre.
Jud 1:13  También profetizó de éstos Enoc, que es el séptimo a contar desde Adán, diciendo: Mirad que viene el Señor con millares de sus santos,
Jud 1:14  a juzgar a todos los hombres, y a argüir a todos los malvados de todas las obras de su impiedad, que impíamente hicieron, y de todas las injuriosas expresiones que profirieron contra Dios los impíos pecadores.
Jud 1:15  Estos son unos murmuradores quejumbrosos, arrastrados de sus pasiones, y su boca profiere a cada paso palabras orgullosas, los cuales se muestran admiradores o adulan a ciertas personas según conviene a sus propios intereses.
Jud 1:16  Vosotros, queridos míos, acordaos de las palabras que os fueron antes dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,
Jud 1:17  los cuales os decían que en los últimos tiempos han de venir unos impostores, que seguirán sus pasiones llenas de impiedad.
Jud 1:18  Estos son los que se separan a sí mismos de la grey de Jesucristo, hombres sensuales, que no tienen el espíritu de Dios.
Jud 1:19  Vosotros al contrario, carísimos, elevándoos a vosotros mismos como un edificio espiritual sobre el fundamento de nuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
Jud 1:20  manteneos constantes en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para alcanzar la vida eterna.
Jud 1:21  Y aquellos que están endurecidos y ya sentenciados, corregidlos y reprendedlos con vigor;
Jud 1:22  a los unos ponedlos a salvo, arrebatándolos de entre las llamas; y tened lástima de los demás temiendo por vosotros mismos, aborreciendo aun o huyendo hasta de la ropa, que está contaminada con la corrupción de la carne.
Jud 1:23  En fin, al que es poderoso para conservaros sin pecado, y presentaros sin mancha y llenos de júbilo ante el trono de su gloria en la venida de nuestro Señor Jesucristo,
Jud 1:24  al solo Dios, salvador nuestro, por Jesucristo nuestro Señor, sea dada la gloria y magnificencia, imperio y potestad antes de todos los siglos, y ahora, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Jud 1:25  Revelación de Jesucristo, la cual ha recibido de Dios su Padre, para descubrir a sus siervos cosas que deben suceder pronto, y la ha manifestado a su Iglesia por medio de su ángel enviado a Juan siervo suyo;

 


 

Jud 1:1  Judas,  siervo de Jesucristo,  y hermano de Jacobo,  a los llamados,  santificados en Dios Padre,  y guardados en Jesucristo:
Jud 1:2  Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.
Jud 1:3  Amados,  por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación,  me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
Jud 1:4  Porque algunos hombres han entrado encubiertamente,  los que desde antes habían sido destinados para esta condenación,  hombres impíos,  que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios,  y niegan a Dios el único soberano,  y a nuestro Señor Jesucristo.
Jud 1:5  Mas quiero recordaros,  ya que una vez lo habéis sabido,  que el Señor,  habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto,  después destruyó a los que no creyeron.
Jud 1:6  Y a los ángeles que no guardaron su dignidad,  sino que abandonaron su propia morada,  los ha guardado bajo oscuridad,  en prisiones eternas,  para el juicio del gran día;
Jud 1:7  como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas,  las cuales de la misma manera que aquéllos,  habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza,  fueron puestas por ejemplo,  sufriendo el castigo del fuego eterno.
Jud 1:8  No obstante,  de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne,  rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.
Jud 1:9  Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo,  disputando con él por el cuerpo de Moisés,  no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él,  sino que dijo:  El Señor te reprenda.
Jud 1:10  Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen;  y en las que por naturaleza conocen,  se corrompen como animales irracionales.
Jud 1:11  ¡Ay de ellos!  porque han seguido el camino de Caín,  y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,  y perecieron en la contradicción de Coré.
Jud 1:12  Estos son manchas en vuestros ágapes,  que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos;  nubes sin agua,  llevadas de acá para allá por los vientos;  árboles otoñales,  sin fruto,  dos veces muertos y desarraigados;
Jud 1:13  fieras ondas del mar,  que espuman su propia vergüenza;  estrellas errantes,  para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
Jud 1:14  De éstos también profetizó Enoc,  séptimo desde Adán,  diciendo:  He aquí,  vino el Señor con sus santas decenas de millares,
Jud 1:15  para hacer juicio contra todos,  y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente,  y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.
Jud 1:16  Estos son murmuradores,  querellosos,  que andan según sus propios deseos,  cuya boca habla cosas infladas,  adulando a las personas para sacar provecho.
Jud 1:17  Pero vosotros,  amados,  tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;
Jud 1:18  los que os decían:  En el postrer tiempo habrá burladores,  que andarán según sus malvados deseos.
Jud 1:19  Estos son los que causan divisiones;  los sensuales,  que no tienen al Espíritu.
Jud 1:20  Pero vosotros,  amados,  edificándoos sobre vuestra santísima fe,  orando en el Espíritu Santo,
Jud 1:21  conservaos en el amor de Dios,  esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Jud 1:22  A algunos que dudan,  convencedlos.
Jud 1:23  A otros salvad,  arrebatándolos del fuego;  y de otros tened misericordia con temor,  aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
Jud 1:24  Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída,  y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
Jud 1:25  al único y sabio Dios,  nuestro Salvador,  sea gloria y majestad,  imperio y potencia,  ahora y por todos los siglos.  Amén.

 


 

Jud 1:1  Judas, siervo de Jesús, el Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesús, el Cristo:
Jud 1:2  Misericordia, y paz, y caridad os sean multiplicadas.
Jud 1:3  Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que os esforcéis a perseverar en la fe, que ha sido una vez dada a los santos.
Jud 1:4  Porque algunos hombres han entrado encubiertamente sin temor ni reverencia de Dios; los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando a Dios que solo es el que tiene dominio, y a nuestro Señor Jesús, el Cristo.
Jud 1:5  Os quiero pues amonestar, ya que alguna vez habéis sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creían;
Jud 1:6  y a los ángeles que no guardaron su origen, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día;
Jud 1:7  como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido desenfrenadamente la carne extraña, fueron puestas por ejemplo, habiendo recibido el juicio del fuego eterno.
Jud 1:8  De la misma manera también estos engañados soñadores ensucian su carne, y menosprecian la Potestad, y vituperan las potestades superiores.
Jud 1:9  Pues cuando el Arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, antes le dijo: El Señor te reprenda.
Jud 1:10  Pero éstos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que naturalmente conocen, se corrompen en ellas como bestias brutas.
Jud 1:11  ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y han venido a parar en el error del premio de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
Jud 1:12  Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno; nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos; árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
Jud 1:13  fieras ondas del mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erráticas, a las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.
Jud 1:14  De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares,
Jud 1:15  a hacer juicio sobre todos, y a convencer a todos los impíos de entre ellos de todas sus malas obras que han hecho infielmente, y de todas las palabras duras que los pecadores infieles han hablado contra él.
Jud 1:16  Estos son murmuradores, querellosos, andando según sus deseos; y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho.
Jud 1:17  Mas vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesús, el Cristo;
Jud 1:18  como os decían: Que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos.
Jud 1:19  Estos son los que hacen divisiones, son como animales, no teniendo el Espíritu.
Jud 1:20  Mas vosotros, oh amados, edificaos a vosotros mismos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo.
Jud 1:21  Conservaos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesús, el Cristo, para vida eterna.
Jud 1:22  Y recibid a los unos en piedad, discerniendo.
Jud 1:23  Mas haced salvos a los otros con temor, arrebatándolos del fuego; mas con esto aborreciendo aun hasta la ropa que es contaminada de tocamiento de carne.
Jud 1:24  A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin pecado, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría,
Jud 1:25  al Dios único sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos. Amén.

 


 

Jud 1:1  Jude, the servant of Jesus Christ, and brother of James, to them that are sanctified by God the Father, and preserved in Jesus Christ, and called:
Jud 1:2  Mercy unto you, and peace, and love, be multiplied.
Jud 1:3  Beloved, when I gave all diligence to write unto you of the common salvation, it was needful for me to write unto you, and exhort you that ye should earnestly contend for the faith which was once delivered unto the saints.
Jud 1:4  For there are certain men crept in unawares, who were before of old ordained to this condemnation, ungodly men, turning the grace of our God into lasciviousness, and denying the only Lord God, and our Lord Jesus Christ.
Jud 1:5  I will therefore put you in remembrance, though ye once knew this, how that the Lord, having saved the people out of the land of Egypt, afterward destroyed them that believed not.
Jud 1:6  And the angels which kept not their first estate, but left their own habitation, he hath reserved in everlasting chains under darkness unto the judgment of the great day.
Jud 1:7  Even as Sodom and Gomorrha, and the cities about them in like manner, giving themselves over to fornication, and going after strange flesh, are set forth for an example, suffering the vengeance of eternal fire.
Jud 1:8  Likewise also these filthy dreamers defile the flesh, despise dominion, and speak evil of dignities.
Jud 1:9  Yet Michael the archangel, when contending with the devil he disputed about the body of Moses, durst not bring against him a railing accusation, but said, The Lord rebuke thee.
Jud 1:10  But these speak evil of those things which they know not: but what they know naturally, as brute beasts, in those things they corrupt themselves.
Jud 1:11  Woe unto them! for they have gone in the way of Cain, and ran greedily after the error of Balaam for reward, and perished in the gainsaying of Core.
Jud 1:12  These are spots in your feasts of charity, when they feast with you, feeding themselves without fear: clouds they are without water, carried about of winds; trees whose fruit withereth, without fruit, twice dead, plucked up by the roots;
Jud 1:13  Raging waves of the sea, foaming out their own shame; wandering stars, to whom is reserved the blackness of darkness for ever.
Jud 1:14  And Enoch also, the seventh from Adam, prophesied of these, saying, Behold, the Lord cometh with ten thousands of his saints,
Jud 1:15  To execute judgment upon all, and to convince all that are ungodly among them of all their ungodly deeds which they have ungodly committed, and of all their hard speeches which ungodly sinners have spoken against him.
Jud 1:16  These are murmurers, complainers, walking after their own lusts; and their mouth speaketh great swelling words, having men's persons in admiration because of advantage.
Jud 1:17  But, beloved, remember ye the words which were spoken before of the apostles of our Lord Jesus Christ;
Jud 1:18  How that they told you there should be mockers in the last time, who should walk after their own ungodly lusts.
Jud 1:19  These be they who separate themselves, sensual, having not the Spirit.
Jud 1:20  But ye, beloved, building up yourselves on your most holy faith, praying in the Holy Ghost,
Jud 1:21  Keep yourselves in the love of God, looking for the mercy of our Lord Jesus Christ unto eternal life.
Jud 1:22  And of some have compassion, making a difference:
Jud 1:23  And others save with fear, pulling them out of the fire; hating even the garment spotted by the flesh.
Jud 1:24  Now unto him that is able to keep you from falling, and to present you faultless before the presence of his glory with exceeding joy,
Jud 1:25  To the only wise God our Saviour, be glory and majesty, dominion and power, both now and ever. Amen.

 


 

Jud 1:1  Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los que han sido llamados, amados de Dios Padre y guardados para Jesucristo.
Jud 1:2  A vosotros, misericordia, paz y amor abundantes.
Jud 1:3  Queridos, tenía yo mucho empeño en escribiros acerca de nuestra común salvación y me he visto en la necesidad de hacerlo para exhortaros a combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre.
Jud 1:4  Porque se han introducido solapadamente algunos que hace tiempo la Escritura señaló ya para esta sentencia. Son impíos, que conviertan en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan al único Dueño y Señor nuestro Jesucristo.
Jud 1:5  Quiero recordaros a vosotros, que ya habéis aprendido todo esto de una vez para siempre, que el Señor, habiendo librado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron;
Jud 1:6  y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el juicio del gran Día.
Jud 1:7  Y lo mismo Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, que como ellos fornicaron y se fueron tras una carne diferente, padeciendo la pena de un fuego eterno, sirven de ejemplo.
Jud 1:8  Igualmente éstos, a pesar de todo, alucinados en sus delirios, manchan la carne, desprecian al Señorío e injurian a las Glorias.
Jud 1:9  En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar contra él juicio injurioso, sino que dijo: = «Que te castigue el Señor». =
Jud 1:10  Pero éstos injurian lo que ignoran y se corrompen en las cosas que, como animales irracionales, conocen por instinto.
Jud 1:11  ¡Ay de ellos!, porque se han ido por el camino de Caín, y por un salario se han abandonado al descarrío de Balaam, y han perecido en la rebelión de Coré.
Jud 1:12  Estos son una mancha cuando banquetean desvergonzadamente en vuestros ágapes y se apacientan a sí mismos; son nubes sin agua zarandeadas por el viento, árboles de otoño sin frutos, dos veces muertos, arrancados de raíz;
Jud 1:13  son olas salvajes del mar, que echan la espuma de su propia vergüenza, estrellas errantes a quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas para siempre.
Jud 1:14  Henoc, el séptimo después de Adán, profetizó ya sobre ellos: «Mirad, el Señor ha venido con sus santas miríadas
Jud 1:15  para realizar el juicio contra todos y dejar convictos a todos los impíos de todas las obras de impiedad que realizaron y de todas las palabras duras que hablaron contra él los pecadores impíos.»
Jud 1:16  Estos son unos murmuradores, descontentos de su suerte, que viven según sus pasiones, = cuya boca dice palabras altisonantes, = que adulan por interés.
Jud 1:17  En cambio vosotros, queridos, acordaos de las predicciones de los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Jud 1:18  Ellos os decían: «Al fin de los tiempos aparecerán hombres sarcásticos que vivirán según sus propias pasiones impías.»
Jud 1:19  Estos son los que crean divisiones, viven una vida sólo natural sin tener el espíritu.
Jud 1:20  Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo,
Jud 1:21  manteneos en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Jud 1:22  A unos, a los que vacilan, tratad de convencerlos;
Jud 1:23  a otros, tratad de salvarlos arrancándolos del fuego; y a otros mostradles misericordia con cautela, odiando incluso la túnica manchada por su carne.
Jud 1:24  Al que es capaz de guardaros inmunes de caída y de presentaros sin tacha ante su gloria con alegría,
Jud 1:25  al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén.

 


 

Jud 1:1  Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, saluda a los que Dios el Padre ama y ha llamado, los cuales son protegidos por Jesucristo.
Jud 1:2  Reciban ustedes abundancia de misericordia, paz y amor.
Jud 1:3  Queridos hermanos, he sentido grandes deseos de escribirles acerca de la salvación que tanto ustedes como yo tenemos; pero ahora me veo en la necesidad de hacerlo para rogarles que luchen por la fe que una vez fue entregada al pueblo santo.
Jud 1:4  Porque por medio de engaños se han infiltrado ciertas personas a quienes las Escrituras y a habían señalado desde hace mucho tiempo para la condenación. Son hombres malvados, que toman la bondad de nuestro Dios como pretexto para una vida desenfrenada, y niegan a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo. [a]
Jud 1:5  Aunque ustedes y a lo saben, quiero recordarles que el Señor, después que sacó de Egipto al pueblo de Israel, [b] destruyó a los que no creyeron. [c]
Jud 1:6  Y a los ángeles que no conservaron su debido puesto, sino que dejaron su propio hogar, Dios los retiene en prisiones oscuras y eternas para el gran día del juicio. [d]
Jud 1:7  Lo mismo que esos ángeles, también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas se entregaron a la prostitución, y se dejaron llevar por vicios contra la naturaleza. Por eso sufrieron el castigo del fuego eterno y quedaron como advertencia para todos. [e]
Jud 1:8  A pesar de ello, también esos hombres, viviendo en sueños, contaminan su cuerpo, rechazan la autoridad del Señor e insultan a los poderes superiores. [f]
Jud 1:9  El mismo arcángel Miguel, [g] cuando luchaba contra el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, [h] no se atrevió a condenarlo con insultos, sino que solamente le dijo: "¡Que el Señor te reprenda!"[i]
Jud 1:10  Pero esos hombres hablan mal de las cosas que no conocen; y en cuanto a las que conocen por instinto, como las conocen los animales sin entendimiento, las usan para su propia condenación. [j]
Jud 1:11  ¡Ay de ellos!, porque han seguido el ejemplo de Caín. Por ganar dinero se han desviado, como Balaam, y como Coré, mueren por su rebeldía.
Jud 1:12  Son una vergüenza en las fiestas de amor fraternal[k] que ustedes celebran, en las que ellos comen y beben alegremente, sin mostrar ningún respeto. [l] Son pastores que cuidan solamente de sí mismos. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto a su tiempo, dos veces muertos y arrancados de raíz.
Jud 1:13  Son violentas olas del mar, que arrojan como espuma sus acciones vergonzosas. Son estrellas que han perdido su rumbo y están condenadas a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. [m]
Jud 1:14  También Henoc, que fue el séptimo después de Adán, habló proféticamente cuando dijo acerca de esa gente: "Vi al Señor, que venía con miles y miles de sus ángeles
Jud 1:15  a juzgar a todos los hombres y a condenarlos por todo el mal que cometieron en su maldad y por todas las palabras insolentes que como malvados pecadores dijeron contra él."[n]
Jud 1:16  De todo se quejan, todo lo critican y solo buscan satisfacer sus propios deseos. Hablan con jactancia, y adulan a los demás para aprovecharse de ellos.
Jud 1:17  Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de que los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo
Jud 1:18  les habían dicho: "En los últimos tiempos habrá gente burlona, que vivirá de acuerdo con sus malos deseos."[o]
Jud 1:19  Esos son los que causan divisiones; siguen sus deseos naturales y no tienen el Espíritu de Dios.
Jud 1:20  Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu Santo.
Jud 1:21  Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, nos dará la vida eterna.
Jud 1:22  Tengan compasión de los que dudan.
Jud 1:23  A unos sálvenlos sacándolos del fuego, y tengan compasión de otros, aunque cuídense de ellos y aborrezcan hasta la ropa que llevan contaminada por su mala vida.
Jud 1:24  El Dios único, Salvador nuestro, tiene poder para cuidar de que ustedes no caigan, y para presentarlos sin mancha y llenos de alegría ante su gloriosa presencia.
Jud 1:25  A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, por nuestro Señor Jesucristo, antes, ahora y siempre. Amén.

 


 

Jud 1:1  Judas, esclavo de Jesucristo, pero hermano de Santiago, a los llamados que son amados en relación con Dios [el] Padre y conservados para Jesucristo:
Jud 1:2  Que misericordia y paz y amor les sean aumentados.
Jud 1:3  Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, se me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los santos.
Jud 1:4  Mi razón es que se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.
Jud 1:5  Deseo recordarles, a pesar de que saben todas las cosas de una vez para siempre, que Jehová, aunque salvó a un pueblo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no mostraron fe.
Jud 1:6  Y a los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día.
Jud 1:7  Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas —después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso, e ido en pos de carne para uso contranatural— son puestas delante [de nosotros] como ejemplo [amonestador] al sufrir el castigo judicial de fuego eterno.
Jud 1:8  De igual manera, no obstante, estos hombres, también, entregados a sueños, están contaminando la carne y desatendiendo el señorío y hablando injuriosamente de los gloriosos.
Jud 1:9  Pero cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: “Que Jehová te reprenda”.
Jud 1:10  Sin embargo, estos [hombres] están hablando injuriosamente de todas las cosas que realmente no conocen; pero [en cuanto a] todas las cosas que sí entienden naturalmente como los animales irracionales, en estas cosas siguen corrompiéndose.
Jud 1:11  ¡Ay de ellos, porque han ido en la senda de Caín, y por la paga se han precipitado en el curso erróneo de Balaam, y han perecido en el habla rebelde de Coré!
Jud 1:12  Estos son las rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor mientras banquetean con ustedes, pastores que se apacientan a sí mismos sin temor; nubes sin agua llevadas de acá para allá por los vientos; árboles a finales del otoño, [pero] sin fruto, que han muerto dos veces, que han sido arrancados de raíz;
Jud 1:13  olas bravas del mar, que lanzan como espuma sus propias causas de vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las cuales la negrura de la oscuridad permanece reservada para siempre.
Jud 1:14  Sí, también profetizó respecto de ellos Enoc, el séptimo [en línea] desde Adán, cuando dijo: “¡Miren! Jehová vino con sus santas miríadas,
Jud 1:15  para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de todos los impíos respecto a todos sus hechos impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron contra él”.
Jud 1:16  Estos hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto a su suerte en la vida, que proceden según sus propios deseos, y su boca habla cosas hinchadas, a la vez que están admirando personalidades en el interés de [su propio] provecho.
Jud 1:17  En cuanto a ustedes, amados, recuerden los dichos que han sido declarados previamente por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,
Jud 1:18  que ellos solían decirles: “En el último tiempo habrá burlones, que procederán según sus propios deseos de cosas impías”.
Jud 1:19  Estos son los que hacen separaciones, [hombres] animales, que no tienen espiritualidad.
Jud 1:20  Pero ustedes, amados, edificándose sobre su santísima fe, y orando con espíritu santo,
Jud 1:21  manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro Señor Jesucristo con vida eterna en mira.
Jud 1:22  También, continúen mostrando misericordia a algunos que tienen dudas;
Jud 1:23  sálven[los], arrebatándo[los] del fuego. Pero continúen mostrando misericordia a otros, haciéndolo con temor, mientras odian hasta la prenda de vestir interior que ha sido manchada por la carne.
Jud 1:24  Ahora, al que puede guardarlos de tropezar y ponerlos sin tacha a vista de su gloria con gran gozo,
Jud 1:25  a[l] único Dios nuestro Salvador mediante Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, potencia y autoridad por toda la eternidad pasada y ahora y para toda la eternidad. Amén.

 


 

Jud 1:1  Yo, Judas, estoy al servicio del Señor Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios el Padre ama y ha elegido, y que Jesucristo también cuida.
Jud 1:2  Deseo que Dios los trate con mucha compasión y con abundante paz y amor.
Jud 1:3  Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a su pueblo elegido.
Jud 1:4  Estoy preocupado, pues hay algunos que se han colado entre ustedes, y que los han engañado. Ellos dicen que Jesucristo no es nuestro único Señor y Dueño, y que por eso no debemos obedecerle. Piensan que, como Dios nos ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos. Con razón, desde hace mucho tiempo se dice en la Biblia que Dios castigará a esa gente.
Jud 1:5  Aunque ustedes ya lo saben, quiero recordarles que Dios, después de sacar de Egipto al pueblo de Israel, destruyó a los que no creyeron en él.
Jud 1:6  Así pasó también con los ángeles que rechazaron y abandonaron el lugar de honor que Dios les había dado. Dios los tiene atados para siempre con cadenas, y están encerrados en lugares oscuros, hasta que llegue el gran día del juicio final.
Jud 1:7  Algo parecido les sucedió a los que vivían en Sodoma y Gomorra, y en las ciudades cercanas. Los que vivían allí pecaron y practicaron todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. Por eso Dios los castigó y los arrojó al fuego que nunca se apaga, para que sufran allí. Que esto sirva de advertencia para todos nosotros.
Jud 1:8  Lo mismo les va a pasar a los malvados de quienes les estoy hablando. Porque con sus locas ideas dañan su cuerpo, rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles.
Jud 1:9  Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se atrevió a hacer algo así. Cuando Miguel peleaba con el diablo para quitarle el cuerpo de Moisés, no lo insultó, sino que sólo le dijo: «Que el Señor te castigue».
Jud 1:10  Sin embargo, esta gente insulta hasta lo que no conoce. Se comportan como los animales, que conocen las cosas pero no las entienden, y por eso terminan destruyéndose a sí mismos.
Jud 1:11  ¡Pobre gente! Se portan como Caín. Y por el afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaam. Son tan rebeldes que morirán como murió Coré.
Jud 1:12  Es una vergüenza que esas personas vayan a sus fiestas de amor, pues comen y beben sin ningún respeto. Son líderes que sólo se preocupan de ellos mismos. Son como nubes sin agua, que el viento lleva de un lado a otro. Se parecen a los árboles que no dan fruto, pues han sido arrancados de raíz y están totalmente muertos.
Jud 1:13  Son gente violenta. Todos pueden ver lo malo que hacen, pues sus maldades son como la espuma de las violentas olas del mar. Son como estrellas perdidas, condenadas a viajar siempre en la más terrible oscuridad.
Jud 1:14  Hace ya mucho tiempo Enoc, que fue el séptimo hombre después de Adán, habló de esta gente y dijo: «Miren, Dios viene acompañado de miles y miles de sus ángeles.
Jud 1:15  Viene para castigar a todos los que hicieron el mal, y castigará a todos los pecadores que lo insultaron.»
Jud 1:16  Esta gente se queja de todo, y lo critica todo. Sólo quiere que se cumplan sus deseos egoístas. Habla con orgullo, y cuando habla bien de los demás, lo hace sólo para aprovecharse de ellos.
Jud 1:17  Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de lo que ya les habían dicho los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Jud 1:18  Ellos les enseñaron que, en los últimos tiempos, habría gente burlona, que se dejaría controlar por sus malos deseos.
Jud 1:19  Es esta clase de gente la que los obliga a pelearse y a dividirse, pues hace lo que quiere y no tiene el Espíritu de Dios.
Jud 1:20  Pero ustedes, queridos hermanos, sigan confiando siempre en Dios. Esa confianza es muy especial. Cuando oren, dejen que el Espíritu Santo les diga lo que deben decir.
Jud 1:21  Confíen todo el tiempo en el amor de Dios, y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo nos dará la vida eterna, pues él también nos ama mucho.
Jud 1:22  Ayuden con amor a los que no están del todo seguros de su salvación.
Jud 1:23  Rescaten a los que necesitan salvarse del infierno, y tengan compasión de los que necesitan ser compadecidos. Pero tengan mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen.
Jud 1:24  Dios puede cuidarlos para que no hagan el mal, y también tiene poder para que ustedes puedan presentarse ante él sin pecado. Se presentarán ante él llenos de alegría, y limpios y sin mancha, como un vestido nuevo.
Jud 1:25  Por eso, alaben a Dios nuestro Salvador. Por medio de nuestro Señor Jesucristo reconozcan su grandeza, poder y autoridad. Alabemos a Dios por todo esto ahora y siempre. Amén.

 


 

ud 1:1  De: Yahudáh, un esclavo de Yahshúa Ha Mashíaj[1] y hermano de Yaakov. A: Aquellos que fueron llamados,[2] que son amados por Elohim el Padre y guardados para Yahshúa Ha Mashíaj.
Jud 1:2  La misericordia, amor y Shalom sean suyos con medida completa.
Jud 1:3  Queridos amigos: estaba ocupado trabajando escribiéndoles sobre la salvación que compartimos, cuando encontré necesario escribirles alentándolos a que se mantengan contendiendo arduamente por la fe que ha sido transmitida al pueblo de YAHWEH de una vez por todas.
Jud 1:4  Porque ciertos individuos, de los que se ha escrito hace mucho tiempo que han sido destinados a condenación, se han introducido solapadamente; gente perversa, pervierten la misericordia de YAHWEH en licencia para libertinaje y niegan a nuestro Unico Amo y Adón Yahshúa Ha Mashíaj.[3]
Jud 1:5  Puesto que todos ya saben todo esto, mi propósito es sólo recordarles que YAHWEH, quien una vez salvó al pueblo sacándolo de Mitzrayim, después destruyó a los que no confiaron.
Jud 1:6  Y a los malajim que no se mantuvieron dentro de Su autoridad original, sino que abandonaron su propia morada, El los ha guardado en oscuridad, atados con cadenas eternas[4] para el Juicio del Gran Día.
Jud 1:7  Y Sedom, Amorah y las ciudades vecinas, siguiendo un comportamiento como el de ellos, cometieron pecados sexuales y perversión; yacen expuestos como advertencia del fuego eterno que aguarda a aquellos que tendrán que sufrir el castigo.[5]
Jud 1:8  Asimismo, esta gente con sus visiones, profanan su propia carne, desprecian la autoridad divina e insultan seres malajim.
Jud 1:9  Cuando Mijael, el malaj prominente, contendía con ha satán, disputando sobre el cuerpo de Moshe, no se atrevió hacerle juicio con acusaciones insultantes, sino dijo: "Que YAHWEH te reprenda."
Jud 1:10  Sin embargo, esta gente insulta cualquier cosa que ellos no entienden; y lo que sí entienden naturalmente, sin pensar, como animales, ¡por estas cosas son destruidos![6]
Jud 1:11  ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Kayin, y se han dado por lucro a sí mismos al error de Bilaam y han sido destruidos en la rebelión de Koraj.[7]
Jud 1:12  Estos hombres son manchas asquerosas que en sus reuniones festivas dirigidas a promover el amor; comparten sus cenas con ustedes sin remordimiento mientras sólo se complacen a sí mismos. Son nubes sin agua llevadas por el viento; árboles sin fruto aún en otoño, y doblemente muertos porque han sido desarraigados.
Jud 1:13  Olas de mar salvaje que muestran sus obras vergonzosas como espuma; estrellas errantes, para las q ue está reservada la oscuridad más negra para siempre.
Jud 1:14  Además, Janoj, en la séptima generación desde Adam, también profetizó diciendo: "¡Miren! YAHWEH vino con sus miríadas de seres Kadoshim
Jud 1:15  para ejecutar el juicio contra todos, esto es, para condenar toda la impiedad de los actos malvados que han hecho de una forma tan perversa, y de todas las palabras necias que estos pecadores impíos han hablado contra El."[8]
Jud 1:16  Esta gente son murmuradores y quejumbrosos, siguen sus pasiones malvadas, sus bocas hablan grandiosidades, y adulan a otros para sacar provecho.
Jud 1:17  Pero ustedes, queridos amigos, tengan en mente las palabras que se hablaron de antemano por los emisarios de nuestro Adón Yahshúa Ha Mashíaj.
Jud 1:18  Ellos dijeron: "Durante el ajarit hayamim habrá burladores que seguirán sus propias pasiones malvadas."
Jud 1:19  **Estas son las personas que causan divisiones. Están controladas por sus impulsos porque no tienen el Ruaj.
Jud 1:20  Pero ustedes, queridos amigos, edifíquense en su fe más Kadoshim y oren en unión con el Ruaj HaKodesh,
Jud 1:21  así manteniéndose en el amor de YAHWEH, mientras esperan por Yahshúa Ha Mashíaj, quien da la misericordia que los lleva a la vida eterna.
Jud 1:22  Reprendan a algunos que disputan;
Jud 1:23  salven a otros, arrebatándolos del fuego y aún a otros, mostrando misericordia, pero con temor, odiando hasta la ropa manchada por sus vicios.[9]
Jud 1:24  Ahora, al que los puede guardar sin caída y presentarlos sin mancha y llenos de alegría en la presencia de su Shejinah,
Jud 1:25  a YAHWEH, nuestro Salvador, por medio de Yahshúa Ha Mashíaj, nuestro Adón; sea la Gloria, la Majestad, el Poder y la Autoridad antes de todos los tiempos, ahora y para siempre. Amein.

 


 

Jud 1:1  "Estimados hermanos que han sido llamados por Dios Padre: Les saludo yo, Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago. Dios los ama y Jesucristo los protege. ¡Que cada vez reciban más misericordia, amor y paz! De verdad he querido escribirles acerca de la salvación que compartimos. Pero ahora siento la necesidad de escribirles sobre otro asunto: les ruego que sigan luchando por la fe que Dios una vez le dio a su pueblo santo."
Jud 1:2  "Estimados hermanos que han sido llamados por Dios Padre: Les saludo yo, Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago. Dios los ama y Jesucristo los protege. ¡Que cada vez reciban más misericordia, amor y paz! De verdad he querido escribirles acerca de la salvación que compartimos. Pero ahora siento la necesidad de escribirles sobre otro asunto: les ruego que sigan luchando por la fe que Dios una vez le dio a su pueblo santo."
Jud 1:3  "Estimados hermanos que han sido llamados por Dios Padre: Les saludo yo, Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago. Dios los ama y Jesucristo los protege. ¡Que cada vez reciban más misericordia, amor y paz! De verdad he querido escribirles acerca de la salvación que compartimos. Pero ahora siento la necesidad de escribirles sobre otro asunto: les ruego que sigan luchando por la fe que Dios una vez le dio a su pueblo santo."
Jud 1:4  "Pues hay unos que no creen en Dios que se han metido secretamente entre ustedes; de ellos ya se ha dicho en las Escrituras que van a ser condenados. Están en contra de Dios, toman el generoso amor de Dios como excusa para justificar su conducta inmoral y niegan a Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor."
Jud 1:5  Quiero recordarles algo que ustedes ya saben: que el Señor salvó a su pueblo de Egipto pero luego destruyó a los que no creyeron.
Jud 1:6  "Acuérdense también de los ángeles que no conservaron su posición de autoridad sino que abandonaron su lugar. Dios los mantiene en la oscuridad, atados eternamente con cadenas, esperando el gran juicio."
Jud 1:7  "Recuerden también a Sodoma y Gomorra y las ciudades cercanas. Dios las condenó al fuego eterno porque cometieron inmoralidades y perversiones sexuales. Son como los ángeles antes mencionados, su castigo nos sirve de advertencia."
Jud 1:8  "No obstante, estos individuos también contaminan su cuerpo. Viven soñando, no aceptan la autoridad e insultan a los seres espirituales superiores."
Jud 1:9  "Ni siquiera el arcángel Miguel cuando estaba discutiendo con el diablo sobre el cuerpo de Moisés se atrevió a insultar al diablo, sino que le dijo: ""¡Que el Señor te reprenda!"""
Jud 1:10  "Pero estos critican lo que no entienden, y lo poco que entienden lo usan para destruirse, como si fueran animales que actúan por instinto."
Jud 1:11  ¡Pobre gente! Se fueron por el mismo camino de Caín. Por conseguir dinero se van por el camino equivocado como Balaam y hablan contra la autoridad y son destruidos como le pasó a Coré.
Jud 1:12  "Esa gente es un peligro para ustedes en sus reuniones fraternales. Sólo vienen a comer y a divertirse sin tener ningún respeto a Dios. Son como nubes sin agua que arrastra el viento y como árboles que ya deberían dar fruto pero no lo dan. Están completamente muertos, así que serán arrancados de raíz."
Jud 1:13  "Son como fuertes olas del mar que producen mucha espuma. Ellos cometen acciones vergonzosas como las olas producen espuma. Son como planetas que vagan en el cielo, en la más negra oscuridad."
Jud 1:14  "Enoc, que fue el séptimo descendiente desde Adán, dijo sobre esta gente: ""¡Miren! el Señor va a venir con miles y miles de sus santos ángeles"
Jud 1:15  "para juzgar y castigar a cada uno por la maldad que haya hecho y por todo lo malo que haya dicho en contra de Dios""."
Jud 1:16  "Esta gente se la pasa quejándose y buscando faltas en los demás, pero ellos siempre hacen el mal que les da la gana. Se enorgullecen de sí mismos y adulan a los demás sólo para aprovecharse de ellos."
Jud 1:17  "Pero ustedes, queridos hermanos, recuerden las palabras que antes dijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo."
Jud 1:18  "Ellos continuamente les decían: ""En los últimos tiempos, habrá algunos que se burlarán de Dios y vivirán conforme a sus malos deseos""."
Jud 1:19  "Esos son los que causan división, viven de acuerdo a los instintos naturales y no tienen el Espíritu."
Jud 1:20  "Pero ustedes, estimados hermanos, fortalézcanse unos a otros en su fe santísima. Oren por medio del Espíritu Santo."
Jud 1:21  Permanezcan en el amor de Dios. Sigan recibiendo la misericordia de nuestro Señor Jesucristo hasta que los lleve a la vida eterna.
Jud 1:22  Tengan compasión de los que tienen dudas.
Jud 1:23  "A otros sálvenlos del fuego y traten al resto con misericordia, pero ¡ojo! Tengan mucho cuidado, hay que odiar el pecado y rechazar hasta la ropa contaminada por la mala vida que ellos llevan."
Jud 1:24  "Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos, y puede también hacernos entrar a su presencia gloriosa con gran alegría y sin falta alguna."
Jud 1:25  "Él es el único Dios y Salvador nuestro. A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad por Jesucristo nuestro Señor, antes, ahora y siempre. Así sea."

 


 
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