Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  W63
 


  Romanos 13 

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Rom 13:1  Toda alma a potestades superiores sométase. Que no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios ordenadas son.
Rom 13:2  Así que el que resiste a la potestad, a la de Dios ordenación se opone; y los que se oponen, a sí mismos condenación cogerán.
Rom 13:3  Pues los príncipes no son temor para la buena obra, sino para la mala. ¿Y quieres no temer a la potestad? Lo bueno haz, y tendrás loor de ella;
Rom 13:4  pues de Dios ministro te es para lo bueno. Pero, si lo malo hicieres, teme; pues no en vano la cuchilla lleva; pues de Dios ministro es; vengador, para ira, al que lo malo obra.
Rom 13:5  Por lo cual ¡menester someterse, no solo por la ira(a) , sino también por la conciencia!
Rom 13:6  Pues por esto también tributos pagáis; pues servidores de Dios son en esto mismo(b)  esforzándose.
Rom 13:7  Pagad a todos las deudas: al que(c)  el tributo, el tributo: al que el derecho, el derecho; al que el temor, el temor; al que el honor, el honor.
Rom 13:8  A nadie nada debáis, sino unos a otros amaros. Que quien ama al otro, ley ha cumplido;
Rom 13:9  pues el «no adulterarás, no matarás, no hurtarás, (no jurarás falso) no codiciarás»; y, si algún otro mandamiento(d) , en esta palabra se recapitula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Rom 13:10  El amor(e) , al prójimo mal no hace; plenitud, pues, de ley el amor.
Rom 13:11  Y esto(f) , sabiendo el tiempo; pues hora ya de que de sueño despertemos; pues ahora más cerca de nosotros, la salud que cuando creímos(g) .
Rom 13:12  La noche ha avanzado y el día aproximádose, depongamos, por tanto, las obras de las tinieblas y revistámonos las armas de la luz.
Rom 13:13  Como de día decorosamente caminemos, no en bacanales y ebriedades, no en concúbitos y lascivias; no en contiendas y celos, sino revestíos del Señor Jesucristo; y de la carne, el cuidado no hagáis en concupiscencia.
Rom 13:14  --.

 


 

Rom 13:1  Todos habéis de estar sometidos a las autoridades superiores, que no hay autoridad sino por Dios, y las que hay, por Dios han sido ordenadas,
Rom 13:2  de suerte que quien resiste a la autoridad resiste a la disposición de Dios, y los que la resisten se atraen sobre sí la condenación.
Rom 13:3  Porque los magistrados no son de temer para los que obran bien, sino para los que obran mal. ¿Quieres vivir sin temor a la autoridad? Haz el bien y tendrás su aprobación,
Rom 13:4  porque es ministro de Dios para el bien. Pero si haces el mal, teme, que no en vano lleva la espada. Es ministro de Dios, vengador para castigo del que obra el mal.
Rom 13:5  Por eso es preciso someterse, no sólo por temor del castigo, sino por conciencia.
Rom 13:6  Pagadles, pues, los tributos, que son ministros de Dios constantemente ocupados en eso.
Rom 13:7  Pagad a todos lo que debáis, a quien tributo, tributo; a quien aduana, aduana; a quien temor, temor; a quien honor, honor."
Rom 13:8  No estéis en deuda con nadie, si no es en la del amor mutuo; porque quien ama al prójimo ha cumplido la Ley."
Rom 13:9  Pues aquello de “no adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás” y cualquier otro precepto, en esta sentencia se resume: “Amarás al prójimo como a ti mismo.”
Rom 13:10  La caridad no obra el mal del prójimo. Es, pues, la caridad la plenitud de la Ley.
Rom 13:11  Y esto, ya que conocéis en qué tiempo estamos, porque es hora de levantaros del sueño, pues nuestra salud está ahora más cercana que cuando creímos.
Rom 13:12  La noche va muy avanzada y se acerca ya el día. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas, y vistamos las armas de la luz.
Rom 13:13  Andemos decentemente, y como de día, no viviendo en comilonas y borracheras, no en amancebamiento y libertinaje, no en querellas y envidias,
Rom 13:14  antes vestios del Señor Jesucristo, y no os deis a la carne para satisfacer sus concupiscencias.

 


 

Rom 13:1  Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer las autoridades del gobierno.
Rom 13:2  Quien no obedece a los gobernantes, se está oponiendo a lo que Dios ordena. Y quien se oponga será castigado,
Rom 13:3  porque los que gobiernan no están para meterles miedo a los que se portan bien, sino a los que se portan mal. Si ustedes no quieren tenerles miedo a los gobernantes, hagan lo que es bueno, y los gobernantes hablarán bien de ustedes.
Rom 13:4  Porque ellos están para servir a Dios y para beneficiarlos a ustedes. Pero si se portan mal, ¡pónganse a temblar!, porque la espada que llevan no es de adorno. Ellos están para servir a Dios, pero también para castigar a los que hacen lo malo.
Rom 13:5  Así que ustedes deben obedecer a los gobernantes, no sólo para que no los castiguen, sino porque eso es lo correcto.
Rom 13:6  Los gobernantes están al servicio de Dios y están cumpliendo un deber. Por eso pagan ustedes sus impuestos.
Rom 13:7  Así que páguenle a cada uno lo que deban pagarle, ya sea que se trate de impuestos, contribuciones, respeto o estimación.


El amor
Rom 13:8  No le deban nada a nadie. La única deuda que deben tener es la de amarse unos a otros. El que ama a los demás ya ha cumplido con todo lo que la ley exige.
Rom 13:9  En la ley hay mandatos como estos: "No sean infieles en el matrimonio. No maten. No roben. No se mueran de ganas por tener lo que otros tienen". Estos mandamientos, y todos los demás, pueden resumirse en uno solo: "Amen a los demás así como se aman a ustedes mismos".
Rom 13:10  El amor no causa daño a nadie. Cuando amamos a los demás, estamos cumpliendo toda la ley.


El regreso de Cristo
Rom 13:11  Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes han vivido como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de que despierten! Ya está muy cerca el día en que Dios nos salvará; mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús.
Rom 13:12  ¡Ya casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la luz. Controlemos nuestros deseos de hacer lo malo, y comportémonos correctamente, como si todo el tiempo anduviéramos a plena luz del día. No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni nos emborrachemos, ni seamos vulgares, ni tengamos ninguna clase de vicios. No busquemos pelea ni seamos celosos. Más bien, dejemos que Jesucristo nos proteja.

 


 

Rom 13:1  Toda persona esté sujeta a las potestades superiores: Porque no hay potestad que no provenga de Dios; y Dios es el que ha establecido las que hay en el mundo.
Rom 13:2  Por lo cual quien desobedece a las potestades, a la ordenación o voluntad de Dios desobedece. Por consiguiente, los que tal hacen, ellos mismos se acarrean la condenación.
Rom 13:3  Mas los príncipes o magistrados no son de temer por las buenas obras que se hagan, sino por las malas. ¿Quieres tú no tener que temer nada de aquel que tiene el poder? Pues obra bien; y merecerás de él alabanza:
Rom 13:4  Porque el príncipe es un ministro de Dios puesto para tu bien. Pero si obras mal, tiembla; porque no en vano se ciñe la espada, siendo como es ministro de Dios, para ejercer su justicia castigando al que obra mal.
Rom 13:5  Por tanto, es necesario que le estéis sujetos, no sólo por temor del castigo, sino también por obligación de conciencia.
Rom 13:6  Por esta misma razón les pagáis los tributos; porque son ministros de Dios, a quien en esto mismo sirven.
Rom 13:7  Pagad, pues, a todos lo que se les debe; al que se debe tributo, el tributo; al que impuesto, el impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.
Rom 13:8  No tengáis otra deuda con nadie, que la del amor que os debéis siempre unos a otros; puesto que quien ama al prójimo, tiene cumplida la ley.
Rom 13:9  En efecto, estos mandamientos de Dios: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no levantarás falso testimonio, no codiciarás nada de los bienes de tu prójimo, y cualquier otro que haya, están recopilados en esta expresión: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Rom 13:10  El amor que se tiene al prójimo no sufre que se le haga daño alguno. Y así el amor es el cumplimiento de la ley.
Rom 13:11  Cumplamos, pues, con él, y tanto más que sabemos que el tiempo insta, y que ya es hora de despertarnos de nuestro largo letargo. Pues estamos más cerca de nuestra salud, que cuando recibimos la fe.
Rom 13:12  La noche está ya muy avanzada, y va a llegar el día de la eternidad. Dejemos, pues, las sobras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz.
Rom 13:13  Andemos con decencia y honestidad, como se suele andar durante el día; no en comilonas y borracheras, no en deshonestidades y disoluciones, no en contiendas y envidias;
Rom 13:14  mas revestíos de nuestro Señor Jesucristo, y no busquéis cómo contentar los antojos de vuestra sensualidad.

 


 

Rom 13:1  Sométase toda persona a las autoridades superiores;  porque no hay autoridad sino de parte de Dios,  y las que hay,  por Dios han sido establecidas.
Rom 13:2  De modo que quien se opone a la autoridad,  a lo establecido por Dios resiste;  y los que resisten,  acarrean condenación para sí mismos.
Rom 13:3  Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien,  sino al malo.  ¿Quieres,  pues,  no temer la autoridad?  Haz lo bueno,  y tendrás alabanza de ella;
Rom 13:4  porque es servidor de Dios para tu bien.  Pero si haces lo malo,  teme;  porque no en vano lleva la espada,  pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo.
Rom 13:5  Por lo cual es necesario estarle sujetos,  no solamente por razón del castigo,  sino también por causa de la conciencia.
Rom 13:6  Pues por esto pagáis también los tributos,  porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo.
Rom 13:7  Pagad a todos lo que debéis:  al que tributo,  tributo;  al que impuesto,  impuesto;  al que respeto,  respeto;  al que honra,  honra.
Rom 13:8  No debáis a nadie nada,  sino el amaros unos a otros;  porque el que ama al prójimo,  ha cumplido la ley.
Rom 13:9  Porque:  No adulterarás,  no matarás,  no hurtarás,  no dirás falso testimonio,  no codiciarás,  y cualquier otro mandamiento,  en esta sentencia se resume:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Rom 13:10  El amor no hace mal al prójimo;  así que el cumplimiento de la ley es el amor.
Rom 13:11  Y esto,  conociendo el tiempo,  que es ya hora de levantarnos del sueño;  porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
Rom 13:12  La noche está avanzada,  y se acerca el día.  Desechemos,  pues,  las obras de las tinieblas,  y vistámonos las armas de la luz.
Rom 13:13  Andemos como de día,  honestamente;  no en glotonerías y borracheras,  no en lujurias y lascivias,  no en contiendas y envidia,
Rom 13:14  sino vestíos del Señor Jesucristo,  y no proveáis para los deseos de la carne.

 


 

Rom 13:1  Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.
Rom 13:2  Así que, el que se opone a la potestad, a la ordenación de Dios resiste; y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí.
Rom 13:3  Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;
Rom 13:4  porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme; porque no sin causa trae el cuchillo; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.
Rom 13:5  Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por el castigo, mas aun por la conciencia.
Rom 13:6  Porque por esto le pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo.
Rom 13:7  Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.
Rom 13:8  No debáis a nadie nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.
Rom 13:9  Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta palabra se resume: Amaras a tu projimo como a ti mismo.
Rom 13:10  La caridad no hace mal al prójimo; así que la caridad es el cumplimento de la ley.
Rom 13:11  Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.
Rom 13:12  La noche ha pasado, y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz,
Rom 13:13  Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia;
Rom 13:14  mas vestíos del Señor Jesús, el Cristo; y no hagáis caso de la carne en sus deseos.

 


 

Rom 13:1  Let every soul be subject unto the higher powers. For there is no power but of God: the powers that be are ordained of God.
Rom 13:2  Whosoever therefore resisteth the power, resisteth the ordinance of God: and they that resist shall receive to themselves damnation.
Rom 13:3  For rulers are not a terror to good works, but to the evil. Wilt thou then not be afraid of the power? do that which is good, and thou shalt have praise of the same:
Rom 13:4  For he is the minister of God to thee for good. But if thou do that which is evil, be afraid; for he beareth not the sword in vain: for he is the minister of God, a revenger to execute wrath upon him that doeth evil.
Rom 13:5  Wherefore ye must needs be subject, not only for wrath, but also for conscience sake.
Rom 13:6  For for this cause pay ye tribute also: for they are God's ministers, attending continually upon this very thing.
Rom 13:7  Render therefore to all their dues: tribute to whom tribute is due; custom to whom custom; fear to whom fear; honour to whom honour.
Rom 13:8  Owe no man any thing, but to love one another: for he that loveth another hath fulfilled the law.
Rom 13:9  For this, Thou shalt not commit adultery, Thou shalt not kill, Thou shalt not steal, Thou shalt not bear false witness, Thou shalt not covet; and if there be any other commandment, it is briefly comprehended in this saying, namely, Thou shalt love thy neighbour as thyself.
Rom 13:10  Love worketh no ill to his neighbour: therefore love is the fulfilling of the law.
Rom 13:11  And that, knowing the time, that now it is high time to awake out of sleep: for now is our salvation nearer than when we believed.
Rom 13:12  The night is far spent, the day is at hand: let us therefore cast off the works of darkness, and let us put on the armour of light.
Rom 13:13  Let us walk honestly, as in the day; not in rioting and drunkenness, not in chambering and wantonness, not in strife and envying.
Rom 13:14  But put ye on the Lord Jesus Christ, and make not provision for the flesh, to fulfil the lusts thereof.

 


 

Rom 13:1  Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas.
Rom 13:2  De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación.
Rom 13:3  En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios,
Rom 13:4  pues es para ti un servidor de Dios para el bien. Pero, si obras el mal, teme: pues no en vano lleva espada: pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal.
Rom 13:5  Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia.
Rom 13:6  Por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados asiduamente en ese oficio.
Rom 13:7  Dad a cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.
Rom 13:8  Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Rom 13:9  En efecto, lo de: = No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás = y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: = Amarás a tu prójimo como a ti mismo. =
Rom 13:10  La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud.
Rom 13:11  Y esto, teniendo en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
Rom 13:12  La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.
Rom 13:13  Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias.
Rom 13:14  Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.

 


 

Rom 13:1  Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que existen, fueron puestas por él.
Rom 13:2  Así que quien se opone a la autoridad, va en contra de lo que Dios ha ordenado. Y los que se oponen serán castigados;
Rom 13:3  porque los gobernantes no están para causar miedo a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate bien, y la autoridad te aprobará,
Rom 13:4  porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si te portas mal, entonces sí debes tener miedo; porque no en vano la autoridad lleva la espada, y a que está al servicio de Dios para dar su merecido al que hace lo malo.
Rom 13:5  Por lo tanto, es preciso someterse a las autoridades, no solo para evitar el castigo, sino como un deber de conciencia.
Rom 13:6  También por esta razón ustedes pagan impuestos; porque las autoridades están al servicio de Dios, y a eso se dedican.
Rom 13:7  Denle a cada uno lo que le corresponde. Al que deban pagar contribuciones, páguenle las contribuciones; al que deban pagar impuestos, páguenle los impuestos; al que deban respeto, respétenlo; al que deban estimación, estímenlo.
Rom 13:8  No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo y a ha cumplido todo lo que la ley ordena. [1]
Rom 13:9  Los mandamientos dicen: "No cometas adulterio, no mates, no robes, no codicies";[2] pero estos y los demás mandamientos quedan comprendidos en estas palabras: "Ama a tu prójimo como a ti mismo."[3]
Rom 13:10  El que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley.
Rom 13:11  En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que y a es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos en el mensaje.
Rom 13:12  La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. [4]
Rom 13:13  Actuemos con decencia, como en pleno día. No andemos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias.
Rom 13:14  Al contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana. [5]

 


 

Rom 13:1  Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas.
Rom 13:2  Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en contra de este recibirán juicio para sí.
Rom 13:3  Porque los que gobiernan no son objeto de temor para el hecho bueno, sino para el malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Sigue haciendo el bien, y tendrás alabanza de ella;
Rom 13:4  porque es ministro de Dios para ti para bien tuyo. Pero si estás haciendo lo que es malo, teme: porque no es sin propósito que lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para expresar ira sobre el que practica lo que es malo.
Rom 13:5  Hay, por lo tanto, razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, no solo por causa de esa ira, sino también por causa de [su] conciencia.
Rom 13:6  Pues por eso ustedes también pagan impuestos; porque ellos son siervos públicos de Dios que sirven constantemente con este mismo propósito.
Rom 13:7  Den a todos lo que les es debido: al que [pide] impuesto, el impuesto; al que [pide] tributo, el tributo; al que [pide] temor, dicho temor; al que [pide] honra, dicha honra.
Rom 13:8  No deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse unos a otros; porque el que ama a su semejante ha cumplido [la] ley.
Rom 13:9  Porque el [código]: “No debes cometer adulterio, No debes asesinar, No debes hurtar, No debes codiciar”, y cualquier otro mandamiento que haya, se resume en esta palabra, a saber: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”.
Rom 13:10  El amor no obra mal al prójimo; por lo tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.
Rom 13:11  [Hagan] esto, también, porque ustedes conocen el tiempo, que ya es hora de que despierten del sueño, porque ahora está más cerca nuestra salvación que cuando nos hicimos creyentes.
Rom 13:12  La noche está muy avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, quitémonos las obras que pertenecen a la oscuridad y vistámonos las armas de la luz.
Rom 13:13  Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos.
Rom 13:14  Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no estén haciendo planes con anticipación para los deseos de la carne.

 


 

Rom 13:1  Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer a las autoridades del gobierno.
Rom 13:2  Quien no obedece a los gobernantes, se está oponiendo a lo que Dios ordena. Y quien se oponga será castigado,
Rom 13:3  porque los que gobiernan no están para meterles miedo a los que se portan bien, sino a los que se portan mal. Si ustedes no quieren tenerles miedo a los gobernantes, hagan lo que es bueno, y los gobernantes hablarán bien de ustedes.
Rom 13:4  Porque ellos están para servir a Dios y para beneficiarlos a ustedes. Pero si ustedes se portan mal, ¡pónganse a temblar!, porque la espada que ellos llevan no es de adorno. Ellos están para servir a Dios, pero también para castigar a los que hacen lo malo.
Rom 13:5  Así que ustedes deben obedecer a los gobernantes, no sólo para que no los castiguen, sino porque eso es lo correcto.
Rom 13:6  Los gobernantes están al servicio de Dios, y están cumpliendo un deber. Por eso pagan ustedes sus impuestos.
Rom 13:7  Así que páguenle a cada uno lo que deban pagarle, ya sea que se trate de impuestos, contribuciones, respeto o estimación.
Rom 13:8  No le deban nada a nadie. La única deuda que deben tener es la de amarse unos a otros. El que ama a los demás ya ha cumplido con todo lo que la ley exige.
Rom 13:9  En la ley hay mandatos como estos: «No sean infieles en su matrimonio. No maten. No roben. No se dejen dominar por el deseo de tener lo que otros tienen.» Estos mandamientos, y todos los demás, pueden resumirse en uno solo: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.»
Rom 13:10  El amor no causa daño a nadie. Cuando amamos a los demás, estamos cumpliendo toda la ley.
Rom 13:11  Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes han vivido como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de que despierten! Ya está muy cerca el día en que Dios nos salvará; mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús.
Rom 13:12  ¡Ya casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la luz. Controlemos nuestros deseos de hacer lo malo, y comportémonos correctamente, como si todo el tiempo anduviéramos a plena luz del día. No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni nos emborrachemos, ni seamos vulgares, ni tengamos ninguna clase de vicios. No busquemos pelea ni seamos celosos. Más bien, dejemos que Jesucristo nos proteja.

 


 

Rom 13:1  Todos tienen que obedecer las autoridades gobernantes. Porque no hay autoridad que no sea de YAHWEH, y las autoridades existentes han sido puestas por YAHWEH.
Rom 13:2  De modo que el que resiste las autoridades está resistiendo lo que YAHWEH ha instituido; y los que resisten traerán juicio sobre sí mismos.
Rom 13:3  Porque los gobernantes no son para atemorizar a los que tienen buena conducta, sino para los que la tienen mala. ¿Quieres vivir sin miedo hacia la persona en autoridad? Entonces, sencillamente haz lo que es bueno y tendrás su aprobación;
Rom 13:4  porque él es un siervo de YAHWEH y está allí para tu beneficio. ¡Pero si haces lo que es malo, teme! Porque no es por nada que él tiene el poder de la espada; porque él es siervo de YAHWEH, allí está como vengador para castigar a los que hacen mal.
Rom 13:5  Otra razón para obedecer, aparte del temor al castigo, es por el bien de la conciencia.
Rom 13:6  También, por esto se pagan impuestos, pues las autoridades son los oficiales públicos de YAHWEH constantemente atendiendo a estas labores.
Rom 13:7  Paga a todo el mundo lo que le debes; si debes impuestos, págalos; si le debes a alguien respeto, págale respeto; si le debes a alguien honor, págale honor.
Rom 13:8  No le debas nada a nadie, excepto el amarse el uno al otro, porque cualquiera que ame a su prójimo ser humano, ha cumplido con la Toráh.[94]
Rom 13:9  Pues los mandamientos: "No cometas adulterio," "No asesines," "No robes," "No codicies,"[Ex 13-17, De 5:17-18] y cualquier otro, están resumidos en una mitzvah: "Ama a tu prójimo como a ti mismo."[Le 19:18]
Rom 13:10  El amor no hace daño al prójimo; por lo tanto el amor es la llenura de la Toráh.
Rom 13:11  Aparte de esto, ustedes saben en que punto de la historia estamos; así que, es hora de que se levanten del sueño; pues la salvación final está más cerca que cuando primeramente confiamos.[95]
Rom 13:12  La noche casi termina, el día casi está aquí. Así que, pongamos a un lado las obras de la oscuridad y armémonos con las armas de la luz.
Rom 13:13  Vivamos con propiedad, como lo hace la gente a la luz del día, no fiesteando y emborrachándose, no ocupándose de la inmoralidad sexual y otros excesos, no peleando y con envidia
Rom 13:14  Al contrario, vístanse del Adón Yahshúa Ha Mashíaj, y no pierdan el tiempo en pensar como proveer para los deseos pecaminosos de la vieja naturaleza.[96]

 


 

Rom 13:1  Todos deben respetar la autoridad del gobierno pues no hay autoridad que no venga de Dios. Los que están gobernando ahora fueron puestos por Dios.
Rom 13:2  "Por lo tanto, quien se pone en contra de las autoridades también se pone en contra de lo que Dios ha ordenado, y será castigado."
Rom 13:3  "Las autoridades no están para que los que hacen el bien les tengan miedo. En cambio, los que deben temerles son los que hacen maldades. Así que si no quieres tener miedo, haz el bien y te felicitarán."
Rom 13:4  "El que gobierna es un siervo de Dios que te puede ayudar. Pero si haces cosas malas, ten cuidado, porque el gobernante tiene el poder para castigarte y seguro que usará su poder. Él es el siervo de Dios para castigar a los que hacen lo malo."
Rom 13:5  "Por eso es importante obedecer a las autoridades, no sólo por miedo al castigo, sino porque lo correcto es respetarlas."
Rom 13:6  "También para eso pagan ustedes impuestos porque los gobernantes son siervos públicos de Dios, y dedican su tiempo a cumplir con su trabajo."
Rom 13:7  "Paguen sus deudas. Si deben impuestos, páguenlos. Respeten al que tengan que respetar y denle honor al que le tengan que dar honor."
Rom 13:8  "No tengan deudas con nadie, excepto la deuda de amarse unos a otros, porque el que ama a los demás cumple con toda la ley."
Rom 13:9  "Pues la ley dice: ""no cometas adulterio, no mates a nadie, no robes, no desees lo que es de otros"". Esos y todos los otros mandamientos se resumen en uno solo: ""Ama a los demás como te amas a ti mismo""."
Rom 13:10  El amor no le causa daño a nadie; así que el amor satisface toda la ley.
Rom 13:11  Es bueno que hagan esto que les digo porque estamos viviendo en una época muy importante. Es tiempo de despertar del sueño porque nuestra salvación está más cerca ahora que cuando empezamos a creer.
Rom 13:12  La noche ya se está acabando y el día está por comenzar. Entonces dejemos a un lado las obras de la oscuridad y revistámonos con lo que pertenece a la luz.
Rom 13:13  Vivamos correctamente como gente que pertenece al día: no asistamos a parrandas ni borracheras. No usemos nuestro cuerpo para inmoralidades ni pecados sexuales. No debemos causar problemas ni tener celos.
Rom 13:14  "Mejor, revístanse con el Señor Jesucristo y no piensen en satisfacer los malos deseos de su naturaleza humana."

 


 
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