Biblia Adventista - Biblia de Estudio
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 BibliadeEstudioAdventistaEvangelio.Lucas: 02.BibliadeEstudioAdventista

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Luc 2:1  Y aconteció en aquellos días, salía edicto de César Augusto de que se empadronase todo el orbe.
Luc 2:2  Este empadronamiento primero hízose, presidiendo a la Siria Cirino.
Luc 2:3  E iban todos a empadronarse, cada cual a su ciudad.
Luc 2:4  Y subió también José, desde la Galilea, de ciudad de Nazaret, a la Judea, a ciudad de David; la cual se llamaba Belén; por ser él de la casa y familia de David;
Luc 2:5  para empadronarse con María, la desposada con él, estando grávida.
Luc 2:6  Y aconteció que estando ellos allí, cumpliéronse los días del parir ella;
Luc 2:7  y parió a su hijo, el primogénito(a) ; y fajóle y reclinóle en pesebre; porque no había para ellos lugar en la posada.
Luc 2:8  Y pastores había en aquel mismo paraje pernoctando al sereno y guardando guardias de la noche sobre su grey.
Luc 2:9  Y he aquí un ángel del Señor detúvose sobre ellos, y gloria del Señor circunfulgoróles, y atemorizáronse con gran temor.
Luc 2:10  Y díjoles el ángel: «No os atemoricéis; pues he aquí, evangelízoos gozo grande, el que será para todo el pueblo;
Luc 2:11  porque os ha nacido hoy el Salvador; quien es Cristo Señor, en ciudad de David.
Luc 2:12  Y ésta, para vosotros señal: hallaréis infante fajado y yaciendo en pesebre».
Luc 2:13  Y de súbito fue con el ángel muchedumbre de milicia celestial, que alababan a Dios, y decían:
Luc 2:14  «Gloria en lo más excelso a Dios, y sobre tierra paz en hombres de beneplácito(b) ».
Luc 2:15  Y aconteció, en retirándose de ellos, al cielo, los ángeles, los pastores hablaban entre sí: «Pasemos ya hasta Belén, y veamos esta palabra la acontecida que el Señor nos ha manifestado».
Luc 2:16  Y vinieron apresurados y encontraron a María y a José, y al infante yaciendo en el pesebre;
Luc 2:17  y viendo, noticiaron acerca de la palabra, la hablada a ellos acerca de este niñito.
Luc 2:18  Y todos los oyentes maravilláronse de lo hablado por los pastores a ellos;
Luc 2:19  y María todas conservaba —las palabras, confiriendo en su corazón(c) .
Luc 2:20  Y retornaron los pastores, glorificando y alabando a Dios por todo lo que oyeran y vieran, según se habló a ellos.
Luc 2:21  Y, cuando se cumplieron días ocho para circuncidarle, también fue llamado su nombre Jesús, el llamado por el ángel, antes de ser concebido en el vientre.
Luc 2:22  Y, cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos(d) , según la ley de Moisés, subiéronle a Jerusalén, para presentar al Señor,
Luc 2:23  según está escrito en la ley del Señor: que «todo lo masculino, abriendo matriz santo al Señor será llamado»;
Luc 2:24  y para dar hostia, según lo dicho en la ley de Señor, «un par de tórtolas o dos palominos».
Luc 2:25  Y he aquí que un hombre había en Jerusalén, cuyo nombre, Simeón, y este hombre, justo y timorato, esperando consolación de Israel. Y Espíritu había Santo sobre él,
Luc 2:26  y habíale sido vaticinado por el Espíritu, el Santo, que no vería muerte antes de ver al Cristo de Señor.
Luc 2:27  Y vino en el Espíritu al santuario; y, al entrar los padres al infante Jesús, para hacer, según lo acostumbrado de la ley, con él,
Luc 2:28  también él recibióle en los brazos, y bendijo a Dios y dijo:
Luc 2:29  «Ahora despides a tu siervo, Soberano, según tu palabra, en paz;
Luc 2:30  pues han visto mis ojos lo saludable tuyo,
Luc 2:31  que preparaste a faz de todos los pueblos:
Luc 2:32  luz para revelación(e)  de gentes y gloria de tu pueblo de Israel».
Luc 2:33  Y estaba su padre y la madre maravillándose de lo que se hablaba acerca de él.
Luc 2:34  Y bendíjoles Simeón; y dijo a María, su madre: «He aquí éste puesto está para caída y resurrección de muchos en Israel y para señal a quien se contradice;
Luc 2:35  (y a tu propia alma traspasará espada) a fin de que se revelen, de dentro de muchos corazones, pensamientos».
Luc 2:36  Y había una Ana, profetisa, hija de Fanuel, de tribu de Aser; —ésta avanzada en días muchos; que viviera con marido años siete, desde su virginidad;
Luc 2:37  y ésta, viuda hasta años ochenta y cuatro; quien no se retiraba del santuario, con ayunos y plegarias sirviendo noche y día.
Luc 2:38  Y, a la misma hora sobreviniendo, confesaba a la vez a Dios y hablaba acerca de él a todos los que esperaban redención de Jerusalén.
Luc 2:39  Y, en terminando todo lo según la ley del Señor, retornaron a la Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Luc 2:40  Y el infante crecía y confortábase, llenándose de sabiduría; y gracia de Dios era sobre él.
Luc 2:41  E iban sus padres cada año a Jerusalén la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Y, cuando fue de años doce, subiendo ellos, según la costumbre de la fiesta,
Luc 2:43  y terminando(f)  los días, al retornar ellos; quedóse Jesús, el infante, en Jerusalén; y no supieron sus padres.
Luc 2:44  Y, creyendo que él estaba en la comitiva, anduvieron una jornada, y mucho buscáronle entre los parientes y los conocidos;
Luc 2:45  y, no hallando, retornaron a Jerusalén, mucho buscándole.
Luc 2:46  Y aconteció, después de días tres, halláronle en el santuario, sentado en medio de los maestros, y oyéndoles y preguntándoles.
Luc 2:47  Y arrobábanse todos los que le oían por el entendimiento y las respuestas de él.
Luc 2:48  Y, viéndole, pasmáronse, y dijo a él su madre: «Hijo, ¿qué nos has hecho así? He aquí tu padre y yo doloridos te buscábamos».
Luc 2:49  Y dijo a ellos: «¿Qué? ¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que en lo de mi Padre debo estar yo?»
Luc 2:50  Y ellos no comprendieron(g)  la palabra que les habló.
Luc 2:51  Y bajó con ellos y vino a Nazaret; y estaba sujeto a ellos. Y su madre conservaba todas estas palabras en su corazón.
Luc 2:52  Y Jesús adelantaba en la sabiduría, y edad y gracia ante Dios y hombres.

 


 

Luc 2:1  Aconteció, pues, en los días aquellos, que salió un edicto de Cesar Augusto para que se empadronase todo el mundo.
Luc 2:2  Fue este empadronamiento primero que el del gobernador de Siria, Girino.
Luc 2:3  E iban todos a empadronarse, cada uno en su ciudad.
Luc 2:4  José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David,
Luc 2:5  para empadronarse, con María, su esposa, que estaba encinta.
Luc 2:6  Estando allí se cumplieron los días de su parto,
Luc 2:7  y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón.
Luc 2:8  Había en la región unos pastores que moraban en el campo y estaban velando las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Luc 2:9  Se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz, y quedaron sobrecogidos de temor.
Luc 2:10  Díjoles el ángel: No temáis, os anuncio una gran alegría que es para todo el pueblo:
Luc 2:11  Os ha nacido hoy un Salvador, que es el Cristo Señor, en la ciudad de David.
Luc 2:12  Esto tendréis por señal: encontraréis al Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Luc 2:13  Al instante se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, alabando a Dios, diciendo:
Luc 2:14  “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.”
Luc 2:15  Así que los ángeles se fueron al cielo, se dijeron los pastores unos a otros: Vamos a Belén a ver esto que el Señor nos ha anunciado.
Luc 2:16  Fueron con presteza y encontraron a María, a José y al Niño acostado en un pesebre,
Luc 2:17  y viéndole, contaron lo que se les había dicho acerca del Niño.
Luc 2:18  Y cuantos les oían se maravillaban de lo que decían los pastores.
Luc 2:19  María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón.
Luc 2:20  Los pastores se volvieron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según se les había dicho.
Luc 2:21  Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al Niño, le dieron por nombre Jesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno.
Luc 2:22  Así que se cumplieron los días de la purificación, conforme a la ley de Moisés, le llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor,
Luc 2:23  según está escrito en la ley del Señor que “todo varón primogénito sea consagrado al Señor,”
Luc 2:24  y para ofrecer en sacrificio, según la ley del Señor, un par de tórtolas o dos pichones.
Luc 2:25  Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la Consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él.
Luc 2:26  Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Cristo del Señor.
Luc 2:27  Movido del Espíritu Santo, vino al templo, y al entrar los padres con el Niño Jesús, para cumplir lo que prescribe la ley sobre él,
Luc 2:28  Simeón le tomó en sus brazos, y, bendiciendo a Dios, dijo:
Luc 2:29  Ahora, Señor, puedes dejar ir a tu siervo en paz, según tu palabra;"
Luc 2:30  porque han visto mis ojos tu Salud,
Luc 2:31  la que has preparado ante la faz de todos los pueblos,
Luc 2:32  luz para iluminación de las gentes, y gloria de tu pueblo, Israel.
Luc 2:33  Su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de El.
Luc 2:34  Simeón los bendijo, y dijo a María, su Madre: Puesto está para caída y levantamiento de muchos en Israel y para blanco de contradicción;"
Luc 2:35  y una espada atravesará tu alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones.
Luc 2:36  Había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, muy avanzada en años; casada en los días de su adolescencia, vivió siete años con su marido,"
Luc 2:37  y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro. No se apartaba del templo, sirviendo con ayunos y oraciones noche y día.
Luc 2:38  Como viniese en aquella misma hora, alabó también a Dios, y hablaba de El a cuantos esperaban la redención de Jerusalén.
Luc 2:39  Cumplidas todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a la ciudad de Nazaret.
Luc 2:40  El Niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en El.
Luc 2:41  Sus padres iban cada año a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Cuando era ya de doce años, al subir sus padres, según el rito festivo,
Luc 2:43  y volverse ellos, acabados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo echasen de ver.
Luc 2:44  Pensando que estaba en la caravana, anduvieron camino de un día. Buscáronle entre parientes y conocidos,
Luc 2:45  y al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en busca suya.
Luc 2:46  Y al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.
Luc 2:47  Cuantos le oían quedaban estupefactos de su inteligencia y de sus respuestas.
Luc 2:48  Cuando sus padres le vieron, se maravillaron, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? Mira que tu padre y yo, apenados, andábamos buscándote.
Luc 2:49  Y les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre?
Luc 2:50  Ellos no entendieron lo que les decía.
Luc 2:51  Bajó con ellos y vino a Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre guardaba todo esto en su corazón.
Luc 2:52  Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres.

 


 

Luc 2:1  Poco antes de que Jesús naciera, Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo, es decir, una lista de toda la gente que vivía en el Imperio Romano.
Luc 2:2  En ese tiempo, Quirinio era el gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este primer censo en la región de Palestina.
Luc 2:3  Todos tenían que ir al pueblo de donde era su familia, para que anotaran sus nombres en esa lista.
Luc 2:4  José pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén para que lo anotaran, porque mucho tiempo antes allí había nacido el rey David.
Luc 2:5  Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada.
Luc 2:6  Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener
Luc 2:7  su primer hijo. Como no encontraron lugar en ningún hotel, los dejaron pasar la noche en una casa, en el lugar donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Luc 2:8  Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas cerca de Belén.
Luc 2:9  De pronto, un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron mucho,
Luc 2:10  pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos:
Luc 2:11  ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor!
Luc 2:12  Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales.»
Luc 2:13  De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando:
Luc 2:14  «¡Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra para todos los que Dios ama!»
Luc 2:15  Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «¡Vayamos corriendo a Belén para ver esto que Dios nos ha anunciado!»
Luc 2:16  Los pastores fueron de prisa a Belén, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Luc 2:17  Luego salieron y contaron lo que el ángel les había dicho acerca del niño.
Luc 2:18  Todos los que estaban allí se admiraron al oírlos.
Luc 2:19  María quedó muy impresionada por todo lo que estaba sucediendo, y no dejaba de pensar en eso.
Luc 2:20  Finalmente, los pastores regresaron a cuidar sus ovejas. Por el camino iban alabando a Dios y dándole gracias por lo que habían visto y oído. Todo había pasado tal y como el ángel les había dicho.
Luc 2:21  Cuando Jesús cumplió ocho días de nacido, lo circuncidaron y le pusieron por nombre Jesús. Así lo había pedido el ángel, cuando le anunció a María que iba a tener un hijo.
Luc 2:22  Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios.
Luc 2:23  Así lo ordenaba la ley que dio Moisés: «Cuando el primer niño que nace es un varón, hay que dedicárselo a Dios.»
Luc 2:24  La ley también decía que debían presentar, como ofrenda a Dios, dos pichones de paloma o dos tórtolas.
Luc 2:25  En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Simeón,
Luc 2:26  y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido.
Luc 2:27  Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo. Cuando los padres de Jesús entraron al templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley,
Luc 2:28  Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo:
Luc 2:29  «Ahora, Dios mío, puedes dejarme morir en paz. »¡Ya cumpliste tu promesa!
Luc 2:30  »Con mis propios ojos he visto al Salvador,
Luc 2:31  a quien tú enviaste y al que todos los pueblos verán.
Luc 2:32  »Él será una luz que alumbrará a todas las naciones, y será la honra de tu pueblo Israel.»
Luc 2:33  José y María quedaron maravillados por las cosas que Simeón decía del niño.
Luc 2:34  Simeón los bendijo, y le dijo a María: «Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra.
Luc 2:35  Así se sabrá lo que en verdad piensa cada uno. Y a ti, María, esto te hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón.»
Luc 2:36  En el templo estaba también una mujer muy anciana, que era profetisa. Se llamaba Ana, era hija de Penuel y pertenecía a la tribu de Aser. Cuando Ana era joven, estuvo casada durante siete años,
Luc 2:37  pero ahora era viuda y tenía ochenta y cuatro años de edad. Se pasaba noche y día en el templo ayunando, orando y adorando a Dios.
Luc 2:38  Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar acerca del niño Jesús a todos los que esperaban que Dios liberara a Jerusalén.
Luc 2:39  Por su parte, José y María cumplieron con todo lo que mandaba la ley de Dios y volvieron a su pueblo Nazaret, en la región de Galilea.
Luc 2:40  El niño Jesús crecía en estatura y con poder espiritual. Estaba lleno de sabiduría, y Dios estaba muy contento con él.
Luc 2:41  José y María iban todos los años a la ciudad de Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Cuando Jesús cumplió doce años, los acompañó a Jerusalén.
Luc 2:43  Al terminar los días de la fiesta, sus padres regresaron a su casa; pero, sin que se dieran cuenta, Jesús se quedó en Jerusalén.
Luc 2:44  José y María caminaron un día entero, pensando que Jesús iba entre los compañeros de viaje. Después lo buscaron entre los familiares y conocidos,
Luc 2:45  pero no lo encontraron. Entonces volvieron a Jerusalén para buscarlo.
Luc 2:46  Al día siguiente encontraron a Jesús en el templo, en medio de los maestros de la Ley. Él los escuchaba con atención y les hacía preguntas.
Luc 2:47  Todos estaban admirados de su inteligencia y de las respuestas que daba a las preguntas que le hacían.
Luc 2:48  Sus padres se sorprendieron al verlo, y su madre le reclamó: —¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado. Estábamos muy preocupados por ti.
Luc 2:49  Pero Jesús les respondió: —¿Y por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en la casa de mi Padre?
Luc 2:50  Ellos no entendieron lo que quiso decirles.
Luc 2:51  Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret, y los obedecía en todo. Su madre pensaba mucho en todo lo que había pasado.
Luc 2:52  Mientras tanto, Jesús seguía creciendo en sabiduría y en estatura. Dios y toda la gente del pueblo estaban muy contentos con él, y lo querían mucho.

 


 

Luc 2:1  Por aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto, mandando empadronar a todo el mundo.
Luc 2:2  Este fue el primer empadronamiento hecho por Cirino, gobernador de la Siria.
Luc 2:3  Y todos iban a empadronarse, cada cual a la ciudad de su estirpe.
Luc 2:4  José, pues, como era de la casa y familia de David, vino desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Betlehem o Belén, en Judea,
Luc 2:5  para empadronarse con María su esposa, la cual estaba encinta.
Luc 2:6  Y sucedió que hallándose allí, le llegó la hora del parto.
Luc 2:7  Y tuvo a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en el mesón.
Luc 2:8  Estaban velando en aquellos contornos unos pastores, y haciendo centinela de noche sobre su grey,
Luc 2:9  cuando de improviso un ángel del Señor apareció junto a ellos, y los cercó con su resplandor una luz divina, lo cual los llenó de sumo temor.
Luc 2:10  Les dijo entonces el ángel: No tenéis que temer; pues vengo a daros una nueva de grandísimo gozo para todo el pueblo,
Luc 2:11  y es, que hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador , que es el Cristo , o Mesías, el Señor nuestro.
Luc 2:12  Y sírvaos de seña que hallaréis al niño envuelto en pañales, y reclinado en un pesebre.
Luc 2:13  Al punto mismo se dejó ver con el ángel un ejército numeroso de la milicia celestial, alabando a Dios, y diciendo:
Luc 2:14  Gloria a Dios en lo más alto de los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Luc 2:15  Luego que los ángeles se apartaron de ellos y volaron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vamos hasta Betlehem o Belén, y veamos este suceso prodigioso que acaba de suceder, y que el Señor nos ha manifestado.
Luc 2:16  Vinieron, pues, a toda prisa, y hallaron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre.
Luc 2:17  Y viéndole, se certificaron de cuanto se les había dicho de este niño.
Luc 2:18  Y todos los que supieron el suceso, se maravillaron, igualmente, de lo que los pastores les habían contado.
Luc 2:19  María conservaba todas estas cosas dentro de sí, ponderándolas en su corazón.
Luc 2:20  En fin, los pastores se volvieron, no cesando de alabar y glorificar a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, según se les había anunciado por el ángel.
Luc 2:21  Llegado el día octavo en que debía ser circuncidado el niño, le fue puesto por nombre Jesús , nombre que le puso el ángel antes que fuese concebido.
Luc 2:22  Cumplido asimismo el tiempo de la purificación de la madre, según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén , para presentarle al Señor,
Luc 2:23  como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que nazca el primero, será consagrado al Señor;
Luc 2:24  y para presentar la ofrenda de un par de tórtolas, o dos palominos, como está ordenado en la ley del Señor.
Luc 2:25  Había a la sazón en Jerusalén un hombre justo y temeroso de Dios, llamado Simeón, el cual esperaba de día en día la consolación de Israel o la venida del Mesías, y el Espíritu Santo moraba en él.
Luc 2:26  El mismo Espíritu Santo le había revelado, que no había de morir antes de ver al Cristo o Ungido del Señor.
Luc 2:27  Así vino inspirado de él al templo. Y al entrar con el niño Jesús sus padres para practicar con él lo prescrito por la ley,
Luc 2:28  tomándole Simeón en sus brazos, bendijo a Dios, diciendo:
Luc 2:29  Ahora, Señor, ahora sí que sacas en paz de este mundo a tu siervo, según tu promesa.
Luc 2:30  Porque ya mis ojos han visto al Salvador que nos has dado,
Luc 2:31  al cual tienes destinado para que, expuesto a la vista de todos los pueblos,
Luc 2:32  sea luz que ilumine a los gentiles y la gloria de tu pueblo de Israel.
Luc 2:33  Su padre y su madre escuchaban con admiración las cosas que de él se decían.
Luc 2:34  Simeón bendijo a ambos, y dijo a María su madre: Mira, este niño que ves está destinado para la ruina y para resurrección de muchos en Israel, y para ser el blanco de la contradicción;
Luc 2:35  lo que será para ti misma una espada que traspasará tu alma; a fin de que sean descubiertos los pensamientos en los corazones de muchos.
Luc 2:36  Vivía entonces una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser que era de edad muy avanzada; y la cual, casada desde muy joven, vivió con su marido siete años.
Luc 2:37  Y se había mantenido viuda hasta los ochenta y cuatro de su edad, no saliendo del templo, y sirviendo en él a Dios día y noche con ayunos y oraciones.
Luc 2:38  Esta, pues, sobreviniendo a la misma hora, alababa igualmente al Señor, y hablaba de él a todos los que esperaban la redención de Israel.
Luc 2:39  Y María y José con el niño Jesús , cumplidas todas las cosas ordenadas en la ley del Señor, regresaron a Galilea a su ciudad de Nazaret.
Luc 2:40  Entretanto, el niño iba creciendo, y fortaleciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba en él.
Luc 2:41  Iban sus padres todos los años a Jerusalén por la fiesta solemne de la Pascua .
Luc 2:42  Y siendo el niño ya de doce años cumplidos, habiendo subido a Jerusalén , según solían en aquella solemnidad,
Luc 2:43  acabados aquellos días, cuando ya se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén , sin que sus padres lo advirtiesen;
Luc 2:44  antes bien, persuadidos de que venía con algunos de los de su comitiva, anduvieron la jornada entera buscándole entre los parientes y conocidos.
Luc 2:45  Mas como no le hallasen, retornaron a Jerusalén , en su busca.
Luc 2:46  Y al cabo de tres días de haberle perdido, le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, que ora les escuchaba, ora les preguntaba.
Luc 2:47  Y cuantos le oían quedaban pasmados de su sabiduría y de sus respuestas.
Luc 2:48  Al verle, pues, sus padres quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo llenos de aflicción te hemos andado buscando.
Luc 2:49  Y él les respondió: ¿Cómo es que me buscabas? ¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre?
Luc 2:50  Mas ellos por entonces no comprendieron el sentido de la respuesta.
Luc 2:51  En seguida se fue con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto. Y su madre conservaba todas estas cosas en su corazón.
Luc 2:52  Jesús entretanto crecía en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios, y de los hombres.

 


 

Luc 2:1 

Nacimiento de Jesús
  Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
Luc 2:2  Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
Luc 2:3  E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
Luc 2:4  Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
Luc 2:5  para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
Luc 2:6  Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Luc 2:7  Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Los ángeles y los pastores
 
Luc 2:8  Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Luc 2:9  Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Luc 2:10  Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
Luc 2:11  que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Luc 2:12  Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
Luc 2:13  Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
Luc 2:14  ¡Gloria a Dios en las alturas,
 Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Luc 2:15  Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Luc 2:16  Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Luc 2:17  Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
Luc 2:18  Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
Luc 2:19  Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Luc 2:20  Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Presentación de Jesús en el templo
 
Luc 2:21  Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño,(A) le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel(B) antes que fuese concebido.
Luc 2:22  Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor
Luc 2:23  (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor(C)),
Luc 2:24  y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.(D)
Luc 2:25  Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Luc 2:26  Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.
Luc 2:27  Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,
Luc 2:28  él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
Luc 2:29  Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
 Conforme a tu palabra; 
Luc 2:30  Porque han visto mis ojos tu salvación, 
Luc 2:31  La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 
Luc 2:32  Luz para revelación a los gentiles,(E)
 Y gloria de tu pueblo Israel.
Luc 2:33  Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él.
Luc 2:34  Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha
Luc 2:35  (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Luc 2:36  Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad,
Luc 2:37  y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
Luc 2:38  Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

El regreso a Nazaret
 
Luc 2:39  Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.(F)
Luc 2:40  Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.

El niño Jesús en el templo
 
Luc 2:41  Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua;(G)
Luc 2:42  y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.
Luc 2:43  Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre.
Luc 2:44  Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos;
Luc 2:45  pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.
Luc 2:46  Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles.
Luc 2:47  Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.
Luc 2:48  Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.
Luc 2:49  Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
Luc 2:50  Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.
Luc 2:51  Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Luc 2:52  Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.(H)

 


 

Luc 2:1  Y aconteció en aquellos días que salió edicto de parte de Augusto César, que toda la tierra fuese empadronada.
Luc 2:2  Este empadronamiento primero fue hecho siendo Cirenio gobernador de Siria.
Luc 2:3  E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
Luc 2:4  Y subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
Luc 2:5  Para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
Luc 2:6  Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Luc 2:7  Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Luc 2:8  Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Luc 2:9  Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Luc 2:10  Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy evangelio de gran gozo, que será a todo el pueblo;
Luc 2:11  que os es nacido hoy Salvador, que es Cristo, el Señor, en la ciudad de David.
Luc 2:12  Y esto os será por señal: hallaréis al niño envuelto en pañales , acostado en un pesebre.
Luc 2:13  Y repentinamente hubo con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían:
Luc 2:14  Gloria en las alturas a Dios, Y en la tierra paz, y en el hombre buena voluntad.
Luc 2:15  Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos a los otros: Pasemos pues hasta Belén, y veamos esto que ha acontecido, y el Señor nos ha mostrado.
Luc 2:16  Y vinieron aprisa, y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Luc 2:17  Y viéndolo, hicieron notorio lo que les había sido dicho del niño.
Luc 2:18  Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
Luc 2:19  Mas María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Luc 2:20  Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios de todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho.
Luc 2:21  Y pasados los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre JESÚS; el cual le fue puesto por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre.
Luc 2:22  Y cuando se cumplieron los días de su purificación, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor,
Luc 2:23  (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será santo al Señor),
Luc 2:24  y para dar la ofrenda, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas, o dos palominos.
Luc 2:25  Y he aquí, había un hombre en Jerusalén, llamado Simeón, y este hombre, justo y pío, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo era sobre él.
Luc 2:26  Y había recibido respuesta del Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor.
Luc 2:27  Y vino por el Espíritu al templo. Y cuando metieron al niño Jesús sus padres en el Templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley.
Luc 2:28  Entonces él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo:
Luc 2:29  Ahora despides, Señor, a tu siervo, Conforme a tu palabra, en paz;
Luc 2:30  porque han visto mis ojos tu Salud,
Luc 2:31  la cual has aparejado en presencia de todos los pueblos;
Luc 2:32  lumbre para ser revelada a los gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel.
Luc 2:33  Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él.
Luc 2:34  Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel; y para señal a la que será contradicho;
Luc 2:35  (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones.
Luc 2:36  Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser; la cual había venido en grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;
Luc 2:37  y era viuda hacía ochenta y cuatro años, que no se apartaba del Templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
Luc 2:38  Y ésta, sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Señor, y hablaba de él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Luc 2:39  Y cuando cumplieron todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Luc 2:40  Y el niño crecía, y era confortado del Espíritu, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.
Luc 2:41  E iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Y cuando fue de doce años, subieron ellos a Jerusalén conforme a la costumbre de la Fiesta.
Luc 2:43  Y acabados los días, volviendo ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin saberlo José y su madre.
Luc 2:44  Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos;
Luc 2:45  mas como no le hallasen, volvieron a Jerusalén buscándole.
Luc 2:46  Y aconteció, que después de tres días le hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.
Luc 2:47  Y todos los que le oían, estaban fuera de sí de su entendimiento y de sus respuestas.
Luc 2:48  Y cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con dolor.
Luc 2:49  Entonces él les dice: ¿Qué hay? ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios que son de mi Padre me conviene estar?
Luc 2:50  Mas ellos no entendieron la palabra que les habló.
Luc 2:51  Y descendió con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Luc 2:52  Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres.

 


 

Luc 2:1  And it came to pass in those days, that there went out a decree from Caesar Augustus, that all the world should be taxed.
Luc 2:2  (And this taxing was first made when Cyrenius was governor of Syria.)
Luc 2:3  And all went to be taxed, every one into his own city.
Luc 2:4  And Joseph also went up from Galilee, out of the city of Nazareth, into Judaea, unto the city of David, which is called Bethlehem; (because he was of the house and lineage of David:)
Luc 2:5  To be taxed with Mary his espoused wife, being great with child.
Luc 2:6  And so it was, that, while they were there, the days were accomplished that she should be delivered.
Luc 2:7  And she brought forth her firstborn son, and wrapped him in swaddling clothes, and laid him in a manger; because there was no room for them in the inn.
Luc 2:8  And there were in the same country shepherds abiding in the field, keeping watch over their flock by night.
Luc 2:9  And, lo, the angel of the Lord came upon them, and the glory of the Lord shone round about them: and they were sore afraid.
Luc 2:10  And the angel said unto them, Fear not: for, behold, I bring you good tidings of great joy, which shall be to all people.
Luc 2:11  For unto you is born this day in the city of David a Saviour, which is Christ the Lord.
Luc 2:12  And this shall be a sign unto you; Ye shall find the babe wrapped in swaddling clothes, lying in a manger.
Luc 2:13  And suddenly there was with the angel a multitude of the heavenly host praising God, and saying,
Luc 2:14  Glory to God in the highest, and on earth peace, good will toward men.
Luc 2:15  And it came to pass, as the angels were gone away from them into heaven, the shepherds said one to another, Let us now go even unto Bethlehem, and see this thing which is come to pass, which the Lord hath made known unto us.
Luc 2:16  And they came with haste, and found Mary, and Joseph, and the babe lying in a manger.
Luc 2:17  And when they had seen it, they made known abroad the saying which was told them concerning this child.
Luc 2:18  And all they that heard it wondered at those things which were told them by the shepherds.
Luc 2:19  But Mary kept all these things, and pondered them in her heart.
Luc 2:20  And the shepherds returned, glorifying and praising God for all the things that they had heard and seen, as it was told unto them.
Luc 2:21  And when eight days were accomplished for the circumcising of the child, his name was called JESUS, which was so named of the angel before he was conceived in the womb.
Luc 2:22  And when the days of her purification according to the law of Moses were accomplished, they brought him to Jerusalem, to present him to the Lord;
Luc 2:23  (As it is written in the law of the Lord, Every male that openeth the womb shall be called holy to the Lord;)
Luc 2:24  And to offer a sacrifice according to that which is said in the law of the Lord, A pair of turtledoves, or two young pigeons.
Luc 2:25  And, behold, there was a man in Jerusalem, whose name was Simeon; and the same man was just and devout, waiting for the consolation of Israel: and the Holy Ghost was upon him.
Luc 2:26  And it was revealed unto him by the Holy Ghost, that he should not see death, before he had seen the Lord's Christ.
Luc 2:27  And he came by the Spirit into the temple: and when the parents brought in the child Jesus, to do for him after the custom of the law,
Luc 2:28  Then took he him up in his arms, and blessed God, and said,
Luc 2:29  Lord, now lettest thou thy servant depart in peace, according to thy word:
Luc 2:30  For mine eyes have seen thy salvation,
Luc 2:31  Which thou hast prepared before the face of all people;
Luc 2:32  A light to lighten the Gentiles, and the glory of thy people Israel.
Luc 2:33  And Joseph and his mother marvelled at those things which were spoken of him.
Luc 2:34  And Simeon blessed them, and said unto Mary his mother, Behold, this child is set for the fall and rising again of many in Israel; and for a sign which shall be spoken against;
Luc 2:35  (Yea, a sword shall pierce through thy own soul also,) that the thoughts of many hearts may be revealed.
Luc 2:36  And there was one Anna, a prophetess, the daughter of Phanuel, of the tribe of Aser: she was of a great age, and had lived with an husband seven years from her virginity;
Luc 2:37  And she was a widow of about fourscore and four years, which departed not from the temple, but served God with fastings and prayers night and day.
Luc 2:38  And she coming in that instant gave thanks likewise unto the Lord, and spake of him to all them that looked for redemption in Jerusalem.
Luc 2:39  And when they had performed all things according to the law of the Lord, they returned into Galilee, to their own city Nazareth.
Luc 2:40  And the child grew, and waxed strong in spirit, filled with wisdom: and the grace of God was upon him.
Luc 2:41  Now his parents went to Jerusalem every year at the feast of the passover.
Luc 2:42  And when he was twelve years old, they went up to Jerusalem after the custom of the feast.
Luc 2:43  And when they had fulfilled the days, as they returned, the child Jesus tarried behind in Jerusalem; and Joseph and his mother knew not of it.
Luc 2:44  But they, supposing him to have been in the company, went a day's journey; and they sought him among their kinsfolk and acquaintance.
Luc 2:45  And when they found him not, they turned back again to Jerusalem, seeking him.
Luc 2:46  And it came to pass, that after three days they found him in the temple, sitting in the midst of the doctors, both hearing them, and asking them questions.
Luc 2:47  And all that heard him were astonished at his understanding and answers.
Luc 2:48  And when they saw him, they were amazed: and his mother said unto him, Son, why hast thou thus dealt with us? behold, thy father and I have sought thee sorrowing.
Luc 2:49  And he said unto them, How is it that ye sought me? wist ye not that I must be about my Father's business?
Luc 2:50  And they understood not the saying which he spake unto them.
Luc 2:51  And he went down with them, and came to Nazareth, and was subject unto them: but his mother kept all these sayings in her heart.
Luc 2:52  And Jesus increased in wisdom and stature, and in favour with God and man.

 


 

Luc 2:1  Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
Luc 2:2  Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.
Luc 2:3  Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
Luc 2:4  Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
Luc 2:5  para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
Luc 2:6  Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
Luc 2:7  y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
Luc 2:8  Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
Luc 2:9  Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
Luc 2:10  El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
Luc 2:11  os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
Luc 2:12  y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Luc 2:13  Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
Luc 2:14  «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»
Luc 2:15  Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»
Luc 2:16  Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Luc 2:17  Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
Luc 2:18  y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
Luc 2:19  María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
Luc 2:20  Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Luc 2:21  Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
Luc 2:22  Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
Luc 2:23  como está escrito en la Ley del Señor: = Todo varón primogénito será consagrado al Señor =
Luc 2:24  y para ofrecer en sacrificio = un par de tórtolas o dos pichones =, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Luc 2:25  Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
Luc 2:26  Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
Luc 2:27  Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
Luc 2:28  le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
Luc 2:29  «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;
Luc 2:30  porque han visto mis ojos tu salvación,
Luc 2:31  la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
Luc 2:32  luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
Luc 2:33  Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
Luc 2:34  Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
Luc 2:35  ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
Luc 2:36  Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido,
Luc 2:37  y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.
Luc 2:38  Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Luc 2:39  Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Luc 2:40  El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.
Luc 2:41  Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta
Luc 2:43  y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
Luc 2:44  Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
Luc 2:45  pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Luc 2:46  Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
Luc 2:47  todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
Luc 2:48  Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.»
Luc 2:49  El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Luc 2:50  Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
Luc 2:51  Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
Luc 2:52  Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

 


 

Luc 2:1  Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo.
Luc 2:2  Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria.
Luc 2:3  Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Luc 2:4  Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David.
Luc 2:5  Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta.
Luc 2:6  y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz.
Luc 2:7  y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.
Luc 2:8  Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas.
Luc 2:9  De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo.
Luc 2:10  Pero el ángel les dijo: "No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos:
Luc 2:11  Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor.
Luc 2:12  Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo."
Luc 2:13  En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
 
Luc 2:14  "¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra entre los hombres
que gozan de su favor!"
Luc 2:15  Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:
 –Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.
Luc 2:16  Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo.
Luc 2:17  Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño,
Luc 2:18  y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores.
Luc 2:19  María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente.
Luc 2:20  Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.
Luc 2:21  A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta.
Luc 2:22  Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, [1] llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor.
Luc 2:23  Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: "Todo primer hijo varón será consagrado al Señor."[2]
Luc 2:24  Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma. [3]
Luc 2:25  En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón,
Luc 2:26  y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría.
Luc 2:27  Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba,
Luc 2:28  Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo:
 
Luc 2:29  "Ahora, Señor,
tu promesa está cumplida:
puedes dejar que tu siervo muera en paz.
 
Luc 2:30  Porque y a he visto la salvación
 
Luc 2:31  que has comenzado a realizar
a la vista de todos los pueblos,
 
Luc 2:32  la luz que alumbrará a las naciones
y que será la gloria de tu pueblo Israel."
Luc 2:33  El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño.
Luc 2:34  Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús:
 –Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán,
Luc 2:35  a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.
Luc 2:36  También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era y a muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años;
Luc 2:37  hacía y a ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones.
Luc 2:38  Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Luc 2:39  Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret.
Luc 2:40  y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios.
Luc 2:41  Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. [4]
Luc 2:43  Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta.
Luc 2:44  Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos,
Luc 2:45  no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.
Luc 2:46  Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Luc 2:47  y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas.
Luc 2:48  Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo:
 –Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
Luc 2:49  Jesús les contestó:
 –¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?[5]
Luc 2:50  Pero ellos no entendieron lo que les decía.
Luc 2:51  Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón.
Luc 2:52  y Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba del favor de Dios y de los hombres.

 


 

Luc 2:1  Ahora bien, en aquellos días salió un decreto de César Augusto de que se inscribiera toda la tierra habitada
Luc 2:2  (esta primera inscripción se efectuó cuando Quirinio era el gobernador de Siria);
Luc 2:3  y todos se pusieron a viajar para inscribirse, cada uno a su propia ciudad.
Luc 2:4  Por supuesto, José también subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser miembro de la casa y familia de David,
Luc 2:5  para inscribirse con María, quien le había sido dada en matrimonio según se había prometido, y a la sazón estaba en estado avanzado de gravidez.
Luc 2:6  Mientras estaban allí, a ella se le cumplieron los días para dar a luz.
Luc 2:7  Y dio a luz a su hijo, el primogénito, y lo envolvió con bandas de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en el lugar de alojamiento.
Luc 2:8  También había en aquella misma zona pastores que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños.
Luc 2:9  Y de repente el ángel de Jehová estuvo de pie junto a ellos, y la gloria de Jehová centelleó en derredor de ellos, y tuvieron gran temor.
Luc 2:10  Pero el ángel les dijo: “No teman, porque, ¡miren!, les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá,
Luc 2:11  porque les ha nacido hoy un Salvador, que es Cristo [el] Señor, en la ciudad de David.
Luc 2:12  Y esto les servirá de señal: hallarán un nene envuelto en bandas de tela y acostado en un pesebre”.
Luc 2:13  Y de súbito se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, alabando a Dios y diciendo:
Luc 2:14  “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad”.
Luc 2:15  Así que, cuando los ángeles hubieron partido de ellos al cielo, los pastores empezaron a decirse unos a otros: “Vamos sin falta directamente a Belén, y veamos esta cosa que ha sucedido, que Jehová nos ha dado a conocer”.
Luc 2:16  Y fueron apresuradamente y hallaron a María así como a José, y al nene acostado en el pesebre.
Luc 2:17  Cuando lo vieron, dieron a conocer el dicho que se les había hablado respecto a este niñito.
Luc 2:18  Y cuantos oyeron se maravillaron de las cosas que les dijeron los pastores,
Luc 2:19  pero María iba conservando todos estos dichos, sacando conclusiones en su corazón.
Luc 2:20  Entonces los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, así como estas se les habían dicho.
Luc 2:21  Ahora bien, cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarlo, también se le puso por nombre Jesús, el nombre puesto por el ángel antes que fuera concebido en la matriz.
Luc 2:22  También, cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos conforme a la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo a Jehová,
Luc 2:23  así como está escrito en la ley de Jehová: “Todo varón que abre matriz tiene que ser llamado santo a Jehová”,
Luc 2:24  y para ofrecer sacrificio, según lo que se dice en la ley de Jehová: “Un par de tórtolas o dos pichones”.
Luc 2:25  Y, ¡mira!, había en Jerusalén un hombre cuyo nombre era Simeón, y este hombre era justo y reverente, que esperaba la consolación de Israel, y había espíritu santo sobre él.
Luc 2:26  Además, se le había revelado divinamente por el espíritu santo que no vería la muerte antes que hubiera visto al Cristo de Jehová.
Luc 2:27  Bajo el poder del espíritu él entró entonces en el templo; y al traer adentro los padres al niñito Jesús para hacer por él según la práctica usual de la ley,
Luc 2:28  él mismo lo recibió en los brazos y bendijo a Dios y dijo:
Luc 2:29  “Ahora, Señor Soberano, estás dejando que tu esclavo vaya libre en paz, según tu declaración;
Luc 2:30  porque mis ojos han visto tu medio de salvar
Luc 2:31  que has alistado a la vista de todos los pueblos,
Luc 2:32  una luz para remover de las naciones el velo, y una gloria de tu pueblo Israel”.
Luc 2:33  Y su padre y su madre continuaron admirándose de las cosas que se hablaban acerca de él.
Luc 2:34  También, Simeón los bendijo, pero dijo a María su madre: “¡Mira! Este es puesto para la caída y el volver a levantarse de muchos en Israel, y para señal contra la cual se hable
Luc 2:35  (sí, a ti misma una espada larga te atravesará el alma), para que los razonamientos de muchos corazones sean descubiertos”.
Luc 2:36  Ahora bien, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser (esta mujer era de edad avanzada, y había vivido con su esposo siete años desde su virginidad,
Luc 2:37  y para este tiempo era una viuda de ochenta y cuatro años de edad), la cual nunca faltaba del templo, rindiendo servicio sagrado noche y día con ayunos y ruegos.
Luc 2:38  Y en aquella misma hora se acercó y empezó a dar gracias a Dios y a hablar acerca [del niño] a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Luc 2:39  Entonces, cuando hubieron llevado a cabo todas las cosas según la ley de Jehová, se volvieron a Galilea, a su propia ciudad de Nazaret.
Luc 2:40  Y el niñito continuó creciendo y haciéndose fuerte, lleno como estaba de sabiduría, y el favor de Dios continuó sobre él.
Luc 2:41  Ahora bien, sus padres acostumbraban ir de año en año a Jerusalén para la fiesta de la pascua.
Luc 2:42  Y cuando él cumplió doce años de edad, subieron según la costumbre de la fiesta
Luc 2:43  y completaron los días. Pero cuando regresaban, el muchachito Jesús permaneció atrás en Jerusalén, y sus padres no se dieron cuenta de ello.
Luc 2:44  Dando por supuesto que estaba en la compañía que viajaba junta, viajaron la distancia correspondiente a un día y entonces se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Luc 2:45  Pero, al no hallarlo, se volvieron a Jerusalén, y lo buscaron diligentemente.
Luc 2:46  Pues bien, después de tres días lo hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, y escuchándoles e interrogándolos.
Luc 2:47  Pero todos los que le escuchaban quedaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas.
Luc 2:48  Pues, cuando ellos lo vieron quedaron atónitos, y su madre le dijo: “Hijo, ¿por qué nos trataste de este modo? Mira que tu padre y yo te hemos estado buscando con la mente angustiada”.
Luc 2:49  Pero él les dijo: “¿Por qué tuvieron que andar buscándome? ¿No sabían que tengo que estar en la [casa] de mi Padre?”.
Luc 2:50  Sin embargo, no comprendieron el dicho que les habló.
Luc 2:51  Y él bajó con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. También, su madre guardaba cuidadosamente todos estos dichos en su corazón.
Luc 2:52  Y Jesús siguió progresando en sabiduría y en desarrollo físico y en favor ante Dios y los hombres.

 


 

Luc 2:1  Poco antes de que Jesús naciera, Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo, es decir, una lista de toda la gente que vivía en el Imperio Romano.
Luc 2:2  En ese tiempo, Quirinio era el gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este primer censo en la región de Palestina.
Luc 2:3  Todos tenían que ir al pueblo de donde era su familia, para que anotaran sus nombres en esa lista.
Luc 2:4  José pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén para que lo anotaran, porque mucho tiempo antes allí había nacido el rey David.
Luc 2:5  Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada.
Luc 2:6  Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener
Luc 2:7  su primer hijo. Como no encontraron lugar en ningún hotel, los dejaron pasar la noche en una casa, en el lugar donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Luc 2:8  Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas cerca de Belén.
Luc 2:9  De pronto, un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron mucho,
Luc 2:10  pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos:
Luc 2:11  ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor!
Luc 2:12  Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales.»
Luc 2:13  De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando:
Luc 2:14  «¡Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra para todos los que Dios ama!»
Luc 2:15  Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «¡Vayamos corriendo a Belén para ver esto que Dios nos ha anunciado!»
Luc 2:16  Los pastores fueron de prisa a Belén, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Luc 2:17  Luego salieron y contaron lo que el ángel les había dicho acerca del niño.
Luc 2:18  Todos los que estaban allí se admiraron al oírlos.
Luc 2:19  María quedó muy impresionada por todo lo que estaba sucediendo, y no dejaba de pensar en eso.
Luc 2:20  Finalmente, los pastores regresaron a cuidar sus ovejas. Por el camino iban alabando a Dios y dándole gracias por lo que habían visto y oído. Todo había pasado tal y como el ángel les había dicho.
Luc 2:21  Cuando Jesús cumplió ocho días de nacido, lo circuncidaron y le pusieron por nombre Jesús. Así lo había pedido el ángel, cuando le anunció a María que iba a tener un hijo.
Luc 2:22  Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios.
Luc 2:23  Así lo ordenaba la ley que dio Moisés: «Cuando el primer niño que nace es un varón, hay que dedicárselo a Dios.»
Luc 2:24  La ley también decía que debían presentar, como ofrenda a Dios, dos pichones de paloma o dos tórtolas.
Luc 2:25  En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Simeón,
Luc 2:26  y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido.
Luc 2:27  Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo. Cuando los padres de Jesús entraron al templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley,
Luc 2:28  Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo:
Luc 2:29  «Ahora, Dios mío, puedes dejarme morir en paz. »¡Ya cumpliste tu promesa!
Luc 2:30  »Con mis propios ojos he visto al Salvador,
Luc 2:31  a quien tú enviaste y al que todos los pueblos verán.
Luc 2:32  »Él será una luz que alumbrará a todas las naciones, y será la honra de tu pueblo Israel.»
Luc 2:33  José y María quedaron maravillados por las cosas que Simeón decía del niño.
Luc 2:34  Simeón los bendijo, y le dijo a María: «Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra.
Luc 2:35  Así se sabrá lo que en verdad piensa cada uno. Y a ti, María, esto te hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón.»
Luc 2:36  En el templo estaba también una mujer muy anciana, que era profetisa. Se llamaba Ana, era hija de Penuel y pertenecía a la tribu de Aser. Cuando Ana era joven, estuvo casada durante siete años,
Luc 2:37  pero ahora era viuda y tenía ochenta y cuatro años de edad. Se pasaba noche y día en el templo ayunando, orando y adorando a Dios.
Luc 2:38  Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar acerca del niño Jesús a todos los que esperaban que Dios liberara a Jerusalén.
Luc 2:39  Por su parte, José y María cumplieron con todo lo que mandaba la ley de Dios y volvieron a su pueblo Nazaret, en la región de Galilea.
Luc 2:40  El niño Jesús crecía en estatura y con poder espiritual. Estaba lleno de sabiduría, y Dios estaba muy contento con él.
Luc 2:41  José y María iban todos los años a la ciudad de Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Cuando Jesús cumplió doce años, los acompañó a Jerusalén.
Luc 2:43  Al terminar los días de la fiesta, sus padres regresaron a su casa; pero, sin que se dieran cuenta, Jesús se quedó en Jerusalén.
Luc 2:44  José y María caminaron un día entero, pensando que Jesús iba entre los compañeros de viaje. Después lo buscaron entre los familiares y conocidos,
Luc 2:45  pero no lo encontraron. Entonces volvieron a Jerusalén para buscarlo.
Luc 2:46  Al día siguiente encontraron a Jesús en el templo, en medio de los maestros de la Ley. Él los escuchaba con atención y les hacía preguntas.
Luc 2:47  Todos estaban admirados de su inteligencia y de las respuestas que daba a las preguntas que le hacían.
Luc 2:48  Sus padres se sorprendieron al verlo, y su madre le reclamó: —¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado. Estábamos muy preocupados por ti.
Luc 2:49  Pero Jesús les respondió: —¿Y por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en la casa de mi Padre?
Luc 2:50  Ellos no entendieron lo que quiso decirles.
Luc 2:51  Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret, y los obedecía en todo. Su madre pensaba mucho en todo lo que había pasado.
Luc 2:52  Mientras tanto, Jesús seguía creciendo en sabiduría y en estatura. Dios y toda la gente del pueblo estaban muy contentos con él, y lo querían mucho.

 


 

Luc 2:1  Alrededor de este tiempo, el Emperador Augustus decretó una orden para que se hiciera un censo de todo el Imperio.
Luc 2:2  Este censo, el primero de su clase, tomó lugar cuando Quirinio gobernaba Siria.
Luc 2:3  Todos fueron a empadronarse, cada uno a su propio pueblo.
Luc 2:4  Así que Yosef, como era linaje y de la casa de David, subió del pueblo de Netzaret en Galil, al pueblo de David llamado Beit-Lejem, en Yahudáh;
Luc 2:5  para empadronarse con Miryam, con quien estaba comprometido para casamiento, la cual estaba en cinta.
Luc 2:6  Entretanto estaban allí, llegó el tiempo para ella dar a luz;
Luc 2:7  y dio a luz a su primera criatura, un hijo; lo envolvió en tela, y lo acostó en un abrevadero, porque no había espacio para ellos en las habitaciones de vivienda.
Luc 2:8  En el campo muy cerca, había unos pastores pasando la noche en la campiña, cuidando su rebaño,
Luc 2:9  cuando un malaj de YAHWEH se apareció, y la Shejinah de YAHWEH resplandeció alrededor de ellos. Tuvieron mucho temor;
Luc 2:10  pero el malaj les dijo: "No teman, porque estoy aquí para anunciarles Buenas Noticias que llenarán de alegría a todo el pueblo de Yisra'el.
Luc 2:11  En este mismo día, en el pueblo de David, nació para ustedes un Salvador, que es el Mashíaj, el Adón.
Luc 2:12  Así es como sabrán: Encontrarán un recién nacido envuelto en tela, acostado en un abrevadero."
Luc 2:13  De repente, apareció junto al malaj un gran ejército alabando a YAHWEH:
Luc 2:14  "¡En el más alto cielo, gloria a YAHWEH! ¡Y en la tierra, Shalom entre las personas de buena voluntad!"
Luc 2:15  Tan pronto los malajim los dejaron y habían regresado para entrar en el cielo, los pastores se dijeron uno al otro: "Vamos a Beit-Lejem para ver esto que ha sucedido, y YAHWEH nos ha dicho."
Luc 2:16  Fueron a toda prisa, llegaron y encontraron a Miryam, a Yosef y al recién nacido acostado en el abrevadero.
Luc 2:17  Al ver esto, ellos dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño;
Luc 2:18  y todos los que oyeron se asombraron de lo que los pastores contaban.
Luc 2:19  Miryam atesoraba todas estas cosas, guardándolas en su corazón.
Luc 2:20  Entretanto los pastores regresaron glorificando y alabando a YAHWEH por todo lo que habían oído y visto; fue tal como se les había dicho.
Luc 2:21  Al octavo día, cuando era el tiempo para su brit-milah, le fue dado el Nombre de Yahshúa, que es como el malaj le llamó antes de su concepción.
Luc 2:22  Cuando llegó el tiempo de la purificación, de acuerdo a la Toráh de Moshe, le trajeron a Yerushalayim para presentarlo a YAHWEH.
Luc 2:23  (Tal como está escrito en la Toráh de YAHWEH: "Todo primogénito varón será dedicado a YAHWEH"[Ex 13:2, 12, 15],
Luc 2:24  y también para ofrecer sacrificios: Un par de palomas o dos pichones jóvenes,[Le 12:8] según requerido por la Toráh de YAHWEH.
Luc 2:25  Había en Yerushalayim un hombre llamado Shimeon. Este hombre era un tzaddik, devoto, aguardaba ansiosamente que YAHWEH restaurara a Yisra'el, y el Ruaj HaKodesh estaba sobre él.[10]
Luc 2:26  Le había sido revelado por el Ruaj HaKodesh que no moriría antes de haber visto al Mashíaj de YAHWEH.
Luc 2:27  Movido por el Ruaj, fue a los patios del Templo; y cuando los padres trajeron al niño Yahshúa para dar cumplimiento a los requerimientos de la Toráh,
Luc 2:28  Shimeon le tomó en los brazos, pronunció una berajah a YAHWEH, diciendo:
Luc 2:29  "Ahora, YAHWEH, de acuerdo con tu palabra, tu siervo está en Shalom, para cuando le quieras despedir;
Luc 2:30  porque he visto con mis propios ojos Tu yahshuah,
Luc 2:31  la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
Luc 2:32  una luz que traerá revelación a los Goyim[11] y gloría a tu pueblo Yisra'el."[12]
Luc 2:33  El padre y la madre de Yahshúa estaban maravillados con las cosas que Shimeon decía de El.
Luc 2:34  Shimeon les bendijo, y dijo a Miryam la madre del niño: "Este niño provocará a muchos en Yisra'el a caer o levantarse,[13] se convertirá en una señal la cual la gente contradecirá;
Luc 2:35  además, una espada también atravesará tu propio corazón.[14] Todo esto sucederá para revelar los pensamientos más profundos de los corazones mucha gente."
Luc 2:36  Había también un profetiza llamada Janah Bat-Penuel, de la tribu de Asher. Era una mujer muy anciana; y había vivido con su esposo siete años desde su matrimonio,
Luc 2:37  y desde entonces permaneció viuda; ahora tenía ochenta y cuatro años. Nunca se apartó de los terrenos del Templo, sino que adoraba allí noche y día ayunando y orando.
Luc 2:38  En ese momento ella pasó y comenzó a dar gracias a YAHWEH, y a hablar acerca del niño con todos los que esperaban la liberación de Yerushalayim.[15]
Luc 2:39  Cuando Yosef y Miryam terminaron de hacer todo lo requerido por la Toráh de YAHWEH, regresaron a Galil, a su pueblo Netzaret.
Luc 2:40  El niño creció, se fortaleció y se colmó de sabiduría; la misericordia de YAHWEH estaba sobre él.
Luc 2:41  Todos los años los padres de Yahshúa subían a Yerushalayim para la Festividad de Pésaj.
Luc 2:42  Cuando él tenía doce años, subieron a la Festividad como requería la Toráh.
Luc 2:43  Pero después que la Festividad había terminado, sus padres regresaron y Yahshúa se había quedado en Yerushalayim. Ellos no se percataron de esto;
Luc 2:44  suponían que iba en algún lugar de la caravana; hicieron un día completo de camino antes de empezar a buscarle entre los parientes y amigos.
Luc 2:45  Sin poder encontrarlo, regresaron a Yerushalayim para buscarlo.
Luc 2:46  Al cabo de tres días lo encontraron en los patios del Templo entre los maestros de Toráh, no sólo escuchando, sino también cuestionando lo que ellos decían;
Luc 2:47  y todo el que le oía se asombraba de su discernimiento y de sus respuestas.
Luc 2:48  Cuando sus padres le vieron, se quedaron atónitos; y su madre le dijo: "¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? ¡Tu padre y yo henos estado terriblemente preocupados buscándote!"
Luc 2:49  El les dijo: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo de ocuparme de las cosas de mi ABBA?"
Luc 2:50  Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Luc 2:51  De modo que fue con ellos, y fueron a Netzaret, y era obediente con ellos. Pero su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Luc 2:52  Y Yahshúa creció tanto en sabiduría como en estatura, recibiendo favor ante los demás y YAHWEH.

 


 

Luc 2:1  En esos días el emperador Augusto ordenó que se levantara un censo de toda la gente.
Luc 2:2  Este primer censo se levantó cuando Cirenio era el gobernador de Siria.
Luc 2:3  "Por lo tanto, cada uno tenía que ir a inscribirse a su propio pueblo."
Luc 2:4  "Entonces José también salió del pueblo de Nazaret de Galilea. Se fue a Judea, a Belén, al pueblo del rey David, porque era descendiente de él."
Luc 2:5  "Se registró con María, quien estaba comprometida con él. Ella estaba embarazada y"
Luc 2:6  "mientras estaban allí, llegó el momento de que diera a luz."
Luc 2:7  "Al nacer su hijo primogénito, lo envolvió en retazos de tela y lo acostó en el establo, porque no había ningún lugar para ellos en el cuarto de huéspedes."
Luc 2:8  Cerca de ahí había algunos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando su rebaño.
Luc 2:9  "De pronto, se les apareció un ángel del Señor. El esplendor de la presencia del Señor los rodeó y se aterrorizaron."
Luc 2:10  "El ángel les dijo: ""No tengan miedo, traigo buenas noticias que les darán mucha alegría a todos."
Luc 2:11  "Hoy en el pueblo del rey David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor."
Luc 2:12  "Como señal, encontrarán a un bebé envuelto en retazos de tela, acostado en un pesebre""."
Luc 2:13  "De repente, junto al ángel, apareció una gran multitud de ángeles del cielo, y todos alababan a Dios:"
Luc 2:14  """¡Alaben a Dios en los cielos! ¡Que haya paz en la tierra para la gente que agrada a Dios!"""
Luc 2:15  "Los ángeles se fueron al cielo, y los pastores empezaron a decir: -Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado."
Luc 2:16  "Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y vieron al bebé acostado en el pesebre."
Luc 2:17  "Cuando los pastores lo vieron, les contaron a todos lo que se les había dicho acerca del niño."
Luc 2:18  "Todos los que escucharon se asombraron de lo que los pastores les contaron,"
Luc 2:19  pero María reflexionaba sobre todo esto y trataba de entenderlo.
Luc 2:20  "Después los pastores regresaron alabando a Dios por su grandeza, por todo lo que habían visto y oído. Todo había sucedido como se les había dicho."
Luc 2:21  "Cuando el bebé tenía ocho días de nacido, fue circuncidado y le pusieron por nombre Jesús. Este fue el nombre que el ángel dio a María antes de que ella quedara embarazada."
Luc 2:22  Llegó el día en que José y María debían ser purificados como decía la ley de Moisés. Así que llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor.
Luc 2:23  "Está escrito en la ley del Señor: ""Todo primer varón debe ser dedicado al Señor""."
Luc 2:24  "Fueron a ofrecer el sacrificio tal como la ley del Señor dice: ""Ofrezcan un par de tórtolas o dos pichones""."
Luc 2:25  Había un hombre en Jerusalén que se llamaba Simeón. Dedicaba su vida a Dios y hacía su voluntad. Vivía esperando el tiempo en que Dios le trajera consuelo a Israel. El Espíritu Santo estaba con él y le había dado a conocer
Luc 2:26  "que no moriría sin haber visto al Cristo, a quien el Señor enviaría."
Luc 2:27  "El Espíritu guió a Simeón al área del templo. Cuando María y José trajeron al niño Jesús al templo para cumplir la ley, él estaba ahí."
Luc 2:28  Simeón tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios:
Luc 2:29  """Ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo muera en paz, como lo prometiste."
Luc 2:30  He visto con mis propios ojos cómo nos vas a salvar.
Luc 2:31  Todas las naciones podrán ver ahora cuál es tu plan.
Luc 2:32  "Él será una luz que alumbrará a todas las naciones, y traerá honor a tu pueblo Israel""."
Luc 2:33  Los padres de Jesús se asombraron por lo que Simeón decía sobre él.
Luc 2:34  "Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús: -Dios ha escogido a este niño. Por él, en Israel muchos caerán y muchos se levantarán. Él será una señal de Dios que muchos no aceptarán."
Luc 2:35  "Sacará a la luz las verdaderas intenciones de muchos, las cuales han estado secretas hasta ahora. También te hará sufrir como si te traspasara una espada."
Luc 2:36  "Había también una profetisa llamada Ana, de la familia de Aser e hija de Fanuel. Ya era muy anciana. Había quedado viuda a los siete años de casada."
Luc 2:37  Después vivió sola hasta la edad de ochenta y cuatro años. No se alejaba nunca del área del templo. Alababa a Dios día y noche con oración y ayuno.
Luc 2:38  Ana también estaba ahí. Comenzó a darle gracias a Dios y a hablarles del niño a todos los que estaban esperando la liberación de Jerusalén.
Luc 2:39  "Cuando María y José cumplieron con todo lo que la ley del Señor pedía, regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret."
Luc 2:40  El niño crecía y se hacía más fuerte. Era muy sabio y la bendición de Dios estaba con él.
Luc 2:41  Cada año los padres de Jesús iban a Jerusalén para la fiesta de la Pascua.
Luc 2:42  Cuando Jesús tenía doce años fueron allá como de costumbre.
Luc 2:43  "Después de la fiesta se regresaron a su casa, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran."
Luc 2:44  "Pensaban que Jesús estaba con el grupo y viajaron por un día. Al buscarlo entre los familiares y amigos,"
Luc 2:45  no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.
Luc 2:46  "Después de tres días lo encontraron en el área del templo, sentado con los maestros. Los estaba escuchando y les hacía preguntas."
Luc 2:47  Todos los que lo escuchaban quedaban asombrados por su entendimiento y sus respuestas.
Luc 2:48  "Sus padres también quedaron asombrados cuando lo vieron, y su mamá le dijo: -Hijo, ¿por qué nos hiciste esto? Tu papá y yo hemos estado muy preocupados buscándote."
Luc 2:49  Jesús les contestó: -¿Por qué tenían que buscarme? ¿No sabían que tengo que ocuparme de los asuntos de mi Padre?
Luc 2:50  Pero no entendieron su respuesta.
Luc 2:51  Después regresaron a Nazaret. Jesús les obedecía a ellos. Su mamá reflexionaba sobre todo lo que había pasado.
Luc 2:52  "Así, Jesús crecía en sabiduría y estatura, y Dios y la gente lo veían con buenos ojos."

 


 
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