Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Genesis A47
 

Capitulo 47

Gén 47:1  José fue a informarle al faraón, y le dijo:—Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán con sus ovejas y sus vacas y todas sus pertenencias. Ya se encuentran en la región de Gosén.
Gén 47:2  Además, José había elegido a cinco de sus hermanos para presentárselos al faraón.
Gén 47:3  Y éste les preguntó:—¿En qué trabajáis vosotros?—Nosotros, tus siervos, somos pastores, al igual que nuestros antepasados —respondieron ellos—.
Gén 47:4  Hemos venido a vivir en este país porque en Canaán ya no hay pastos para nuestros rebaños. ¡Es terrible el hambre que acosa a ese país! Por eso te rogamos nos permita vivir en la región de Gosén.
Gén 47:5  Entonces el faraón le dijo a José:—Tu padre y tus hermanos han venido a estar contigo.
Gén 47:6  La tierra de Egipto está a tu disposición. Haz que se asienten en lo mejor de la tierra; que residan en la región de Gosén. Y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos a cargo de mi propio ganado.
Gén 47:7  Luego José llevó a Jacob, su padre, y se lo presentó al faraón. Jacob saludó al faraón con reverencia,
Gén 47:8  y el faraón le preguntó:—¿Cuántos años tienes?
Gén 47:9  —Ya tengo ciento treinta años —respondió Jacob—. Mis años de andar peregrinando de un lado a otro han sido pocos y difíciles, pero no se comparan con los años de peregrinaje de mis antepasados.
Gén 47:10  Luego Jacob se despidió del faraón con sumo respeto, y se retiró de su presencia.
Gén 47:11  José instaló a su padre y a sus hermanos, y les entregó terrenos en la mejor región de Egipto, es decir, en el distrito de Ramsés, tal como lo había ordenado el faraón.
Gén 47:12  José también proveyó de alimentos a su padre y a sus hermanos, y a todos sus familiares, según las necesidades de cada uno.
Gén 47:13  El hambre en Egipto y en Canaán era terrible. No había alimento en ninguna parte, y la gente estaba a punto de morir.
Gén 47:14  Todo el dinero que los habitantes de Egipto y de Canaán habían pagado por el alimento, José lo recaudó para depositarlo en el palacio del faraón.
Gén 47:15  Cuando a egipcios y cananeos se les acabó el dinero, los egipcios fueron a ver a José y le reclamaron:—¡Danos de comer! ¿Hemos de morir en tu presencia sólo porque no tenemos más dinero?
Gén 47:16  Y José les contestó:—Si ya se os acabó el dinero, traed vuestro ganado y, a cambio, os daré alimento.
Gén 47:17  Los egipcios llevaron a José su ganado, es decir, sus caballos, vacas, ovejas y asnos, y a cambio de ellos José les dio alimento durante todo ese año.
Gén 47:18  Al año siguiente fueron a decirle a José:—Señor, no podemos ocultar el hecho de que ya no tenemos más dinero, y de que todo nuestro ganado ya es de nuestro señor. Ya no tenemos nada que ofrecer a nuestro señor, excepto nuestros propios cuerpos
Gén 47:19  ¿Vas a permitir que nos muramos junto con nuestras tierras? Cómpranos a nosotros y a nuestras tierras, a cambio de alimento. Así seremos esclavos del faraón junto con nuestras tierras. ¡Pero danos semilla, para que podamos vivir y la tierra no
Gén 47:20  De esta manera José adquirió para el faraón todas las tierras de Egipto, porque los egipcios, obligados por el hambre, le vendieron todos sus terrenos. Fue así como todo el país llegó a ser propiedad del faraón,
Gén 47:21  y todos en Egipto quedaron reducidos a la esclavitud.
Gén 47:22  Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes. Éstos no tuvieron que vender sus terrenos porque recibían una ración de alimento de parte del faraón.
Gén 47:23  Luego José le informó al pueblo:—Desde ahora vosotros y vuestras tierras pertenecéis al faraón, porque yo os he comprado. Aquí tenéis semilla. Sembrad la tierra.
Gén 47:24  Cuando llegue la cosecha, deberéis entregarle al faraón la quinta parte de lo cosechado. Las otras cuatro partes serán para la siembra de los campos, y para alimentaros a vosotros, a vuestros hijos y a vuestros familiares.
Gén 47:25  —¡Tú nos has salvado la vida, y hemos contado con tu favor! —respondieron ellos—. ¡Seremos esclavos del faraón!
Gén 47:26  José estableció esta ley en toda la tierra de Egipto, que hasta el día de hoy sigue vigente: la quinta parte de la cosecha le pertenece al faraón. Sólo las tierras de los sacerdotes no llegaron a ser del faraón.
Gén 47:27  Los israelitas se asentaron en Egipto, en la región de Gosén. Allí adquirieron propiedades, prosperaron y llegaron a ser muy numerosos.
Gén 47:28  Jacob residió diecisiete años en Egipto, y llegó a vivir un total de ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Cuando Israel estaba a punto de morir, mandó llamar a su hijo José y le dijo:—Si de veras me quieres, pon tu mano debajo de mi muslo y prométeme amor y lealtad. ¡Por favor, no me entierres en Egipto!
Gén 47:30  Cuando vaya a descansar junto a mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en el sepulcro de ellos.—Haré lo que me pides —contestó José.
Gén 47:31  —¡Júramelo! —insistió su padre.José se lo juró, e Israel se reclinó sobre la cabecera de la cama.

Gén 47:1  Y viniendo José, anunció a Faraón diciendo: «Mi padre y mis hermanos y el ganado y las vacas de ellos y todo lo suyo, han venido de tierra de Canaán, y he aquí están en tierra de Gesén».
Gén 47:2  Y de sus hermanos tomó cinco varones y púsoles delante de Faraón.
Gén 47:3  Y dijo Faraón a los hermanos de José: «¿Cuál la labor vuestra?» Y ellos dijeron a Faraón: «Pastores de ovejas, tus niños y nosotros y nuestros padres».
Gén 47:4  Y dijeron a Faraón: «A peregrinar en la tierra hemos venido pues no hay pasto para las ovejas de tus niños; que ha prevalecido el hambre en tierra de Canaán; ahora, pues, peregrinaremos en tierra de Gesén».
Gén 47:5  Y dijo Faraón a José: «Habiten en tierra de Gesén; y si sabes que hay entre ellos varones poderosos, constitúyelos príncipes de mi ganado». Y llegó,(a)  a Egipto, a José Jacob y sus hijos. Y oyólo Faraón rey de Egipto. Y dijo Faraón a José diciendo: «Tu padre y tus hermanos han llegado a ti;
Gén 47:6  he aquí la tierra de Egipto delante de ti está: en la mejor tierra establece a tu padre y a tus hermanos».
Gén 47:7  Y llevó José a Jacob, su padre, y presentóle a Faraón, y bendijo Jacob a Faraón.
Gén 47:8  Y dijo Faraón a Jacob: «¿Cuántos días de años de tu vida?».
Gén 47:9  Y dijo Jacob a Faraón: «Días de años de mi vida que estoy peregrinando: ciento treinta años; pequeños y malos se han hecho días de años de mi vida: no han llegado a días de años de mi vida de mis padres; los días que peregrinaron».
Gén 47:10  Y bendiciendo Jacob a Faraón, salió de delante de él.
Gén 47:11  Y estableció José a su padre y sus hermanos y dióles posesión en tierra de Egipto; en la mejor tierra: en tierra de Ramsés; según ordenara Faraón.
Gén 47:12  Y midió trigo José a su padre y a sus hermanos y a toda la casa de su padre; trigo por cabeza.
Gén 47:13  Y trigo no había en toda la tierra; que prevalecía el hambre sobremanera; y desfalleció la tierra de Egipto y la tierra de Canaán del hambre.
Gén 47:14  Y juntó José todo el dinero, el hallado en tierra de Egipto y en tierra de Canaán, del trigo que compraban y les medía; y llevó José todo el dinero a la casa de Faraón.
Gén 47:15  Y agotóse todo el dinero en tierra de Egipto y en tierra de Canaán. Y vinieron los egipcios todos a José diciendo: «Danos pan. Y ¿porqué morimos delante de ti? que agotado está nuestro dinero».
Gén 47:16  Y díjoles José: «Traed vuestro ganado, y daréos pan por ganado, si agotado está vuestro dinero».
Gén 47:17  Y trajeron el ganado a José, y dióles José pan por los caballos, y por las ovejas, y por las vacas y por los asnos. Y alimentóles con pan en aquel año.
Gén 47:18  Y terminó aquel año; y vinieron a él en el año el siguiente, y dijéronle: «No ocultemos delante de nuestro señor que está agotado nuestro dinero, y nuestro ganado a ti el señor, y no nos queda delante del señor sino el propio cuerpo y la tierra nuestra.
Gén 47:19  ¿Porqué hemos de morir delante de ti y desolarse la tierra? Cómpranos y nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra niños de Faraón; da semilla para que sembremos y no muramos y nuestra tierra se desuele».
Gén 47:20  Y compró José toda la tierra de los Egipcios para Faraón; pues vendieron los egipcios la tierra de ellos a Faraón; que prevalecía sobre ellos el hambre; e hízose la tierra de Faraón;
Gén 47:21  y el pueblo esclavizóselo para niños, de los altos límites de Egipto hasta los altos;
Gén 47:22  fuera de la tierra de los sacerdotes solamente; no compró ésta José; pues en don había dado casa a los sacerdotes Faraón, y comían el don que les daba Faraón; por esto no vendieron la tierra de ellos.
Gén 47:23  Y dijo José a todos los egipcios: «He aquí os he comprado a vos y vuestra tierra hoy para Faraón: llevaos semilla y sembrad la tierra;
Gén 47:24  y serán los frutos de ella: daréis la quinta parte a Faraón; y las cuatro partes serán para vosotros, para semilla a la tierra y para alimento a vosotros y todas las casas de vosotros».
Gén 47:25  Y dijeron: «Salvádonos has; hemos hallado gracia delante de nuestro señor, y seremos niños de Faraón».
Gén 47:26  Y púsoselo José por mandamiento hasta el día de hoy sobre la tierra de Egipto: el quintar para Faraón; salvo la tierra de los sacerdotes solamente; no era ella de Faraón.
Gén 47:27  Y habitó Israel en tierra egipcia, en la tierra de Gesén; y heredaron en ella, y multiplicáronse sobremanera.
Gén 47:28  Y vivió aún Jacob en tierra egipcia diecisiete años; y llegaron a ser los días de Jacob de años de su vida: ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Y aproximáronse los días de Israel de morir; y llamó a su hijo José y díjole: «Si he hallado gracia delante de ti, pon tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad de no sepultarme en Egipto;
Gén 47:30  sino que dormiré con mis padres, y me llevarás de Egipto y me sepultarás en la sepultura de ellos». Y él dijo: «Yo haré según tu palabra».
Gén 47:31  Y dijo: «Júrame». Y juróle; y se inclinó Israel sobre el extremo de su báculo.(b)

Gén 47:1  Vino José y lo hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí están en la tierra de Gosén.
Gén 47:2  Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante de Faraón.
Gén 47:3  Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
Gén 47:4  Dijeron además a Faraón: Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que permitas que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
Gén 47:5  Entonces Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
Gén 47:6  La tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y si entiendes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del ganado mío.
Gén 47:7  También José introdujo a Jacob su padre, y lo presentó delante de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón.
Gén 47:8  Y dijo Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
Gén 47:9  Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
Gén 47:10  Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de la presencia de Faraón.
Gén 47:11  Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón.
Gén 47:12  Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.
Gén 47:13  No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.
Gén 47:14  Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón.
Gén 47:15  Acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
Gén 47:16  Y José dijo: Dad vuestros ganados y yo os daré por vuestros ganados, si se ha acabado el dinero.
Gén 47:17  Y ellos trajeron sus ganados a José, y José les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos; y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.
Gén 47:18  Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
Gén 47:19  ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón; y danos semilla para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
Gén 47:20  Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser de Faraón.
Gén 47:21  Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo al otro del territorio de Egipto.
Gén 47:22  Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían la ración que Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.
Gén 47:23  Y José dijo al pueblo: He aquí os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para Faraón; ved aquí semilla, y sembraréis la tierra.
Gén 47:24  De los frutos daréis el quinto a Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
Gén 47:25  Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón.
Gén 47:26  Entonces José lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón el quinto, excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fue de Faraón.
Gén 47:27  Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera.
Gén 47:28  Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años; y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Te ruego que no me entierres en Egipto.
Gén 47:30  Mas cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y José respondió: Haré como tú dices.
Gén 47:31  E Israel dijo: Júramelo. Y José le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.


Gén 47:1  José fue a dar la noticia al faraón. Le dijo que su padre y sus hermanos habían llegado de Canaán, y que ya estaban en la región de Gosen con sus ovejas y vacas y todo lo que tenían.
Gén 47:2  Escogió a cinco de sus hermanos y se los presentó al faraón, para que los conociera.
Gén 47:3  Entonces el faraón preguntó a los hermanos de José:
–¿A qué os dedicáis?
Ellos le contestaron:
–Nosotros, servidores de Su Majestad, somos pastores de ovejas, igual que nuestros antepasados.
Gén 47:4  Hemos venido para quedarnos en este país, porque hay mucha hambre en Canaán y no hay pasto para nuestras ovejas. Por favor, permita Su Majestad que nos quedemos a vivir en la región de Gosen.
Gén 47:5  Entonces el faraón dijo a José:
–Tu padre y tus hermanos han venido a reunirse contigo.
Gén 47:6  La tierra de Egipto está a su disposición. Dales la región de Gosen, que es lo mejor del país, para que se queden a vivir allí. Y si sabes que entre ellos hay hombres capaces, ponlos al cargo de mi ganado.
Gén 47:7  José llevó también a su padre Jacob para presentárselo al faraón. Jacob saludó con mucho respeto[a] al faraón,
Gén 47:8  y el faraón le preguntó:
–¿Cuántos años tienes ya?
Gén 47:9  Jacob le contestó:
–Ya tengo ciento treinta años de ir de un lado a otro. Pocos y malos han sido mis años, pues todavía no he alcanzado a vivir lo que vivieron mis antepasados.
Gén 47:10  Después Jacob se despidió del faraón y salió de allí.
Gén 47:11  Y José les dio terrenos en la mejor región de Egipto, para que vivieran en ella, tal como el faraón había ordenado. Así su padre y sus hermanos llegaron a poseer terrenos en la región de Ramsés.[b]
Gén 47:12  Además, José proveía de alimentos a todos sus familiares, según las necesidades de cada familia.

Política agraria de José[c]
Gén 47:13  En ninguna parte del país había trigo, y el hambre aumentaba más y más. Tanto en Egipto como en Canaán la gente se moría de hambre.
Gén 47:14  José recogió todo el dinero que los de Egipto y los de Canaán le habían pagado por el trigo comprado, y lo guardó en el palacio del faraón.
Gén 47:15  Cuando ya no quedaba dinero ni en Egipto ni en Canaán, los egipcios fueron a decirle a José:
–¡Danos comida! No es justo que nos dejes morir de hambre, solo porque ya no tenemos dinero.
Gén 47:16  José les respondió:
–Si ya no tenéis dinero, traed vuestros animales y os los cambiaré por trigo.
Gén 47:17  Los egipcios llevaron sus caballos, ovejas, vacas y asnos a José, y a cambio de ello José les dio trigo durante todo aquel año.
Gén 47:18  Pero pasó el año, y al siguiente fueron a decirle a José:
–No podemos negarte que ya no tenemos dinero; además, nuestros animales ya son tuyos. No tenemos otra cosa que darte, a no ser nuestras tierras y nuestros propios cuerpos.
Gén 47:19  Cómpranos a nosotros mismos y a nuestras tierras a cambio de trigo. Seremos esclavos del faraón y trabajaremos nuestras tierras para él, con tal de que nos des semilla para que podamos vivir y para que la tierra no se eche a perder. ¿Por qué has de dejarnos morir junto con nuestras tierras?
Gén 47:20  Entonces José compró todas las tierras de Egipto para el faraón, pues los egipcios vendieron sus terrenos, obligados por el hambre. Así la tierra pasó a poder del faraón,
Gén 47:21  y los egipcios fueron hechos esclavos[d] en todo el país de Egipto.
Gén 47:22  Los únicos terrenos que José no compró fueron los de los sacerdotes, porque el faraón les daba cierta cantidad de trigo; así que no tuvieron que vender sus terrenos, porque comían de lo que el faraón les daba.
Gén 47:23  Luego José dijo a la gente:
–Ahora vosotros y vuestros terrenos pertenecéis al faraón, pues yo os he comprado para él. Aquí tenéis semilla para sembrar la tierra,
Gén 47:24  pero habréis de entregar al faraón la quinta parte de las cosechas; las otras cuatro partes serán para que sembréis la tierra y para que comáis vosotros, vuestros hijos y todos los que viven con vosotros.
Gén 47:25  Ellos contestaron:
–Tú eres muy bondadoso con nosotros, pues nos has salvado la vida. ¡Seremos esclavos del faraón!
Gén 47:26  Así José puso por ley que en toda la tierra de Egipto se entregara al faraón la quinta parte de las cosechas. Esta ley todavía existe; pero los sacerdotes no tienen que pagar nada, porque sus tierras nunca llegaron a pertenecer al faraón.

Última voluntad de Jacob
Gén 47:27  Los israelitas se quedaron a vivir en Egipto. Tomaron posesión de la región de Gosen, y allí llegaron a ser muy numerosos.[e]
Gén 47:28  Jacob vivió diecisiete años en Egipto, hasta que llegó a la edad de ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Un día sintió Israel que ya pronto iba a morir. Entonces mandó llamar a su hijo José para decirle:
–Si de veras quieres hacerme un favor, pon tu mano debajo de mi muslo[f] y júrame que harás lo que te voy a pedir: ¡por favor, no me entierres en Egipto!
Gén 47:30  Cuando yo vaya a descansar con mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en su sepulcro.
–Así lo haré –contestó José.[g]
Gén 47:31  –¡Júramelo! –insistió su padre.
José se lo juró, y entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de su cama.


Gén 47:1  Y José vino, e hizo saber al Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí, están en la tierra de Gosén.
Gén 47:2  Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante del Faraón.
Gén 47:3  Y el Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
Gén 47:4  Dijeron además al Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
Gén 47:5  Entonces el Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti;
Gén 47:6  la tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y si entiendes que hay entre ellos hombres valientes, ponlos por mayorales del ganado mío.
Gén 47:7  Y José introdujo a su padre, y lo presentó delante del Faraón; y Jacob bendijo al Faraón.
Gén 47:8  Y dijo el Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
Gén 47:9  Y Jacob respondió al Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de sus peregrinaciones.
Gén 47:10  Y Jacob bendijo al Faraón, y se salió de delante del Faraón.
Gén 47:11  Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés como mandó el Faraón.
Gén 47:12  Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, de pan, hasta la boca del niño.
Gén 47:13  Y no había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave; y desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.
Gén 47:14  Y recogió José todo el dinero que se halló en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa del Faraón.
Gén 47:15  Y acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José diciendo: Danos pan: ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
Gén 47:16  Y José dijo: Dad vuestros ganados, y yo os daré por vuestros ganados, si se ha acabado el dinero.
Gén 47:17  Y ellos trajeron sus ganados a José; y José les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos; y los sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.
Gén 47:18  Y acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubriremos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
Gén 47:19  ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos del Faraón: y danos simiente para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
Gén 47:20  Entonces compró José toda la tierra de Egipto para el Faraón; porque los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser del Faraón.
Gén 47:21  Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades desde un cabo del término de Egipto hasta el otro cabo.
Gén 47:22  Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración del Faraón, y ellos comían su ración que el Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.
Gén 47:23  Y José dijo al pueblo: He aquí os he comprado hoy y a vuestra tierra para el Faraón; ved aquí simiente, y sembraréis la tierra.
Gén 47:24  Y será que de los frutos daréis el quinto al Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
Gén 47:25  Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, que seamos siervos del Faraón.
Gén 47:26  Entonces José lo puso por fuero hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para el Faraón el quinto; excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fue del Faraón.
Gén 47:27  Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y se posesionaron en ella, y se aumentaron, y multiplicaron en gran manera.
Gén 47:28  Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años; y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te ruego que no me entierres en Egipto;
Gén 47:30  mas cuando durmiere con mis padres, me llevarás de Egipto, y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y él respondió: Yo haré como tú dices.
Gén 47:31  Y él dijo: Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó a la cabecera de la cama.

Gén 47:1  Por consiguiente, José vino y presentó informe a Faraón y dijo: “Mi padre y mis hermanos y sus rebaños y sus vacadas y todo cuanto tienen han venido de la tierra de Canaán, y aquí están en la tierra de Gosén”.
Gén 47:2  Y del número cabal de sus hermanos tomó a cinco hombres, para presentárselos a Faraón.
Gén 47:3  Entonces dijo Faraón a sus hermanos: “¿Cuál es su ocupación?”. De modo que dijeron a Faraón: “Tus siervos somos pastores de ovejas, tanto nosotros como nuestros antepasados”.
Gén 47:4  Después dijeron a Faraón: “Hemos venido a residir como forasteros en la tierra, porque no hay pastos para el rebaño que tienen tus siervos, porque es grave el hambre en la tierra de Canaán. Y ahora permite que tus siervos moren, por favor, en la tierra de Gosén”.
Gén 47:5  Ante esto, Faraón dijo a José: “Tu padre y tus hermanos han venido acá a ti.
Gén 47:6  La tierra de Egipto está a tu disposición. En lo mejor de la tierra haz morar a tu padre y a tus hermanos. Que moren en la tierra de Gosén, y si sabes que hay entre ellos hombres valientes, tienes que nombrarlos mayorales del ganado sobre lo mío”.
Gén 47:7  Entonces José trajo a Jacob su padre y se lo presentó a Faraón, y procedió Jacob a bendecir a Faraón.
Gén 47:8  Faraón ahora dijo a Jacob: “¿Cuántos son los días de los años de tu vida?”.
Gén 47:9  Así que Jacob dijo a Faraón: “Los días de los años de mis residencias como forastero son ciento treinta años. Pocos y angustiosos han resultado los días de los años de mi vida, y no han alcanzado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de sus residencias como forasteros”.
Gén 47:10  Después de eso Jacob bendijo a Faraón y salió de delante de Faraón.
Gén 47:11  Así José hizo morar a su padre y a sus hermanos, y les dio una posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, tal como había mandado Faraón.
Gén 47:12  Y José siguió proveyendo de pan a su padre y a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de los pequeñuelos.
Gén 47:13  Ahora bien, no había pan en todo el país, porque era muy grave el hambre; y la tierra de Egipto y la tierra de Canaán quedaron agotadas como resultado del hambre.
Gén 47:14  Y José siguió recogiendo todo el dinero que se hallaba en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán por los cereales que la gente iba comprando; y José siguió introduciendo el dinero en la casa de Faraón.
Gén 47:15  Con el tiempo se agotó el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, y todos los egipcios empezaron a venir a José, y a decir: “¡Danos pan! Y ¿por qué debemos morir enfrente de ti porque se ha acabado el dinero?”.
Gén 47:16  Entonces dijo José: “Entreguen su ganado y les daré pan a cambio de su ganado, si se ha acabado el dinero”.
Gén 47:17  Y ellos empezaron a traer su ganado a José; y José siguió dándoles pan a cambio de sus caballos y del ganado del rebaño y del ganado de la vacada y los asnos, y siguió proveyéndoles pan a cambio de todo su ganado durante aquel año.
Gén 47:18  Gradualmente terminó aquel año, y ellos empezaron a venir a él el año siguiente y a decirle: “No se lo ocultaremos a mi señor, pero el dinero y las manadas de animales domésticos se han gastado ante mi señor. No queda nada delante de mi señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
Gén 47:19  ¿Por qué debemos morir delante de tus ojos, tanto nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y nosotros junto con nuestra tierra nos haremos esclavos de Faraón; y danos semilla para que vivamos y no muramos y nuestra tierra no vaya a quedar desolada”.
Gén 47:20  Así que José compró toda la tierra de los egipcios para Faraón, por cuanto los egipcios vendieron cada uno su campo, porque el hambre los tenía fuertemente agarrados; y la tierra llegó a ser de Faraón.
Gén 47:21  En cuanto al pueblo, él lo trasladó a las ciudades desde un extremo del territorio de Egipto hasta su otro extremo.
Gén 47:22  Solo la tierra de los sacerdotes no compró, porque las raciones de los sacerdotes provenían de Faraón y ellos comían sus raciones que les daba Faraón. Por eso no vendieron su tierra.
Gén 47:23  Entonces José dijo al pueblo: “Miren, hoy los he comprado a ustedes y su tierra para Faraón. Aquí tienen semilla, y tienen que sembrar la tierra con ella.
Gén 47:24  Cuando haya resultado en producto, entonces tendrán que dar la quinta parte a Faraón, pero cuatro partes llegarán a ser de ustedes como semilla para el campo y como alimento para ustedes y para los que están en sus casas y para que coman sus pequeñuelos”.
Gén 47:25  Por consiguiente, ellos dijeron: “Nos has conservado la vida. Hallemos favor a los ojos de mi señor, y nos haremos esclavos de Faraón”.
Gén 47:26  Y José procedió a hacer que fuera decreto hasta el día de hoy sobre los terrenos de Egipto el que Faraón recibiera la quinta parte. Solo la tierra de los sacerdotes como grupo distinto no llegó a ser de Faraón.
Gén 47:27  E Israel continuó morando en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y quedaron establecidos en ella y fueron fructíferos y llegaron a ser muchísimos.
Gén 47:28  Y Jacob siguió viviendo en la tierra de Egipto diecisiete años, de modo que los días de Jacob, los años de su vida, llegaron a ser ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Gradualmente se aproximaron los días en que Israel había de morir. De modo que llamó a su hijo José y le dijo: “Si, pues, he hallado favor a tus ojos, coloca tu mano, por favor, debajo de mi muslo, y tienes que ejercer bondad amorosa y confiabilidad para conmigo. (Por favor, no me entierres en Egipto.)
Gén 47:30  Y tengo que yacer con mis padres, y tienes que sacarme de Egipto y enterrarme en el sepulcro de ellos”. Por consiguiente, él dijo: “Yo mismo haré en conformidad con tu palabra”.
Gén 47:31  Entonces él dijo: “Júramelo”. De modo que se lo juró. Tras esto, Israel se postró sobre la cabecera del lecho.

Gén 47:1  José eligió a cinco de sus hermanos y se los presentó al rey. Le dijo: —Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán, y ahora están en Gosen. Han venido con sus rebaños y ganados, y con todo lo que tienen.
Gén 47:3  El rey les preguntó: —¿Y ustedes a qué se dedican? Ellos le respondieron: —Su Majestad, nosotros somos pastores, como lo fueron nuestros abuelos.
Gén 47:4  Hemos venido a quedarnos aquí por algún tiempo, porque falta comida en Canaán y ya no tenemos pastos para nuestros ganados. Le rogamos a usted que nos deje vivir en Gosen.
Gén 47:5  Entonces el rey le dijo a José: —Ya que tu padre y tus hermanos han venido a quedarse contigo,
Gén 47:6  puedes elegir el lugar que quieras para que vivan en este país. Dales los mejores terrenos; déjalos vivir en Gosen. Y si algunos de ellos tienen alguna habilidad especial, que se dediquen a cuidar mi propio ganado.
Gén 47:7  Luego José llevó a su padre ante el rey. Jacob lo saludó con mucho respeto,
Gén 47:8  y el rey le preguntó su edad.
Gén 47:9  Jacob le respondió: —Su Majestad, ya llevo ciento treinta años de andar de un lado a otro. Y aunque mi vida no ha sido fácil, todavía no he llegado a vivir lo que vivieron mis abuelos.
Gén 47:10  Finalmente, Jacob se despidió del rey y salió de su presencia.
Gén 47:11  José cumplió con las órdenes del rey, y les entregó a su padre y a sus hermanos los mejores terrenos de Egipto. Ellos se establecieron en la región de Gosen, que después se conoció como la región de Ramsés.
Gén 47:12  Además, a todos ellos les dio alimentos según la cantidad de hijos que tenían.
Gén 47:13  Pero la falta de alimentos estaba acabando con los habitantes de Canaán y de Egipto. En ninguna parte se encontraba comida.
Gén 47:14  Sin embargo, José seguía vendiendo trigo y amontonando dinero en el palacio del rey. Todo el dinero que había en esos países lo recogió en pago del trigo comprado.
Gén 47:15  Cuando también los egipcios se quedaron sin dinero, todos ellos fueron a hablar con José y le dijeron: —Ya no tenemos dinero. Denos usted de comer, o pronto moriremos.
Gén 47:16  José les respondió: —Pues si ya no tienen dinero, tráiganme sus vacas y a cambio de ellas les daré trigo.
Gén 47:17  Los egipcios le llevaron caballos, ovejas, cabras, vacas y burros, y a cambio de ellos José les dio alimento durante todo ese año.
Gén 47:18  Pero al año siguiente fueron a verlo de nuevo, y le dijeron: —Señor gobernador, no podemos negarle a usted que ya no tenemos dinero, y que nuestros animales ahora son de usted. Ya no tenemos nada que ofrecerle a cambio de comida, a no ser nuestras tierras y nosotros mismos.
Gén 47:19  ¡Cómprenos usted nuestras tierras, seremos esclavos del rey, pero denos de comer! Denos usted semilla, para que sembremos la tierra. Así no moriremos. ¡No queremos que nos vea usted morir, y que nuestras tierras queden como el desierto!
Gén 47:20  En verdad, fue tanta la falta de alimentos que todos los egipcios le vendieron sus campos a José, quien los compró para el rey de Egipto. Así fue como toda la tierra del país llegó a ser propiedad del rey,
Gén 47:21  y todos en Egipto quedaron a su servicio. Todo esto fue obra de José.
Gén 47:22  Sin embargo, José no compró las tierras de los sacerdotes porque ellos no las pusieron en venta. Como ellos siempre recibían ayuda de parte del rey, tenían comida de sobra.
Gén 47:23  Entonces José les dijo a los egipcios: —Aquí tienen semilla para que siembren sus campos. Pero recuerden que hoy los he comprado a ustedes y a sus tierras, y que ahora pertenecen al rey.
Gén 47:24  Así que, cuando llegue la cosecha, le darán al rey una quinta parte de lo que recojan, pero podrán quedarse con las otras cuatro quintas partes. De allí apartarán la semilla que vayan a sembrar y el alimento para ustedes y para sus hijos.
Gén 47:25  Los egipcios respondieron: —Señor gobernador: ¡usted nos ha salvado la vida! ¡Denos ahora el privilegio de ser esclavos del rey!
Gén 47:26  José estableció como ley en Egipto que la quinta parte de las cosechas sería para el rey. Y hasta el día en que esto se escribió, esta ley se ha respetado. Las únicas tierras que no llegaron a ser del rey fueron las de los sacerdotes.
Gén 47:27  Los israelitas se establecieron en el territorio egipcio de Gosen. Allí compraron terrenos, y llegaron a tener muchos hijos.
Gén 47:28  Jacob vivió en Egipto diecisiete años, así que alcanzó a vivir ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Cuando se acercaba la hora de su muerte, mandó llamar a su hijo José y le dijo: —Voy a pedirte un favor, y júrame que lo cumplirás. Si de veras me quieres, prométeme que no me enterrarás en Egipto.
Gén 47:30  Cuando yo muera, saca mis restos de aquí y entiérralos donde están enterrados mis antepasados. Y José le prometió hacerlo así.
Gén 47:31  Pero Jacob insistió: —¡Júramelo! José se lo juró. Entonces su padre se inclinó sobre la cabecera de su cama, y dijo una oración.

Gén 47:1  Vino, pues, José a dar parte a Faraón, diciendo: «Mi padre, mis hermanos, sus ovejas y vacadas y todo lo suyo han venido de Canaán, y ya están en el país de Gosen.»
Gén 47:2  Luego, de entre todos sus hermanos tomó consigo a cinco varones y se los presentó a Faraón.
Gén 47:3  Dijo Faraón a los hermanos: «¿Cuál es vuestro oficio?» Respondieron a Faraón: «Pastores de ovejas son tus siervos, lo mismo que nuestros padres.»
Gén 47:4  Y dijeron a Faraón: «Hemos venido a residir en esta tierra, porque no hay pastos para los rebaños que tienen tus siervos, por ser grave el hambre en Canaán. Así pues, deja morar a tus siervos en el país de Gosen.»
Gén 47:5  Y dijo Faraón a José: Jacob, y sus hijos vinieron a Egipto donde José. Faraón, rey de Egipto, se enteró y dijo a José: «Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
Gén 47:6  Tienes el territorio egipcio por delante: en lo mejor del país instala a tu padre y tus hermanos.» «Que residan en el país de Gosen. Y si te consta que hay entre ellos gente capacitada, ponles por rabadanes de lo mío.»
Gén 47:7  José llevó a su padre Jacob y le presentó delante de Faraón, y Jacob bendijo a Faraón.
Gén 47:8  Dijo Faraón a Jacob: «¿Cuántos años tienes?»
Gén 47:9  Respondió Jacob a Faraón: «Los años de mis andanzas hacen 130 años: pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres, en el tiempo de sus andanzas.»
Gén 47:10  Bendijo, pues, Jacob a Faraón, y salió de su presencia.
Gén 47:11  José instaló a su padre y sus hermanos, asignándoles predio en territorio egipcio, en lo mejor del país, en el país de Ramsés, según lo había mandado Faraón.
Gén 47:12  Y José proveyó al sustento familiar de su padre y sus hermanos y toda la casa de su padre.
Gén 47:13  No había pan en todo el país, porque el hambre era gravísima y tanto Egipto como Canaán estaban muertos de hambre.
Gén 47:14  Entonces José se hizo con toda la plata existente en Egipto y Canaán a cambio del grano que ellos compraban, y llevó José aquella plata al palacio de Faraón.
Gén 47:15  Agotada la plata de Egipto y de Canaán, acudió Egipto en masa a José diciendo: «Danos pan. ¿Por qué hemos de morir en tu presencia ahora que se ha agotado la plata?»
Gén 47:16  Dijo José: «Entregad vuestros ganados y os daré pan por vuestros ganados, ya que se ha agotado la plata.»
Gén 47:17  Trajeron sus ganados a José y José les dio pan a cambio de caballos, ovejas, vacas y burros. Y les abasteció de pan a trueque de todos sus ganados por aquel año.
Gén 47:18  Cumplido el año, acudieron al año siguiente y le dijeron: «No disimularemos a nuestro señor que se ha agotado la plata, y también los ganados pertenecen ya a nuestro señor; no nos queda a disposición de nuestro señor nada, salvo nuestros cuerpos y nuestras tierras.
Gén 47:19  ¿Por qué hemos de morir delante de tus ojos así nosotros como nuestras tierras? Aprópiate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de pan, y nosotros con nuestras tierras pasaremos a ser esclavos de Faraón. Pero danos simiente para que vivamos y no muramos, y el suelo no quede desolado.»
Gén 47:20  De este modo se apropió José todo el suelo de Egipto para Faraón, pues los egipcios vendieron cada uno su campo porque el hambre les apretaba, y la tierra vino a ser de Faraón.
Gén 47:21  En cuanto al pueblo, lo redujo a servidumbre, de cabo a cabo de las fronteras de Egipto.
Gén 47:22  Tan sólo las tierras de los sacerdotes no se las apropió, porque los sacerdotes tuvieron tal privilegio de Faraón, y comieron de dicho privilegio que les concedió Faraón. Por lo cual no vendieron sus tierras.
Gén 47:23  Dijo entonces José al pueblo: «He aquí que os he adquirido hoy para Faraón a vosotros y vuestras tierras. Ahí tenéis simiente: sembrad la tierra,
Gén 47:24  y luego, cuando la cosecha, daréis el quinto a Faraón y las otras cuatro partes serán para vosotros, para siembra del campo, y para alimento vuestro y de vuestros familiares, para alimento de vuestras criaturas.»
Gén 47:25  Dijeron ellos: «Nos has salvado la vida. Hallemos gracia a los ojos de mi señor, y seremos siervos de Faraón.»
Gén 47:26  Y José les impuso por norma, vigente hasta la fecha respecto a todo el agro egipcio, dar el quinto a Faraón. Tan sólo el territorio de los sacerdotes no pasó a ser de Faraón.
Gén 47:27  Israel residió en Egipto, en el país de Gosen; se afincaron en él y fueron fecundos y se multiplicaron sobremanera.
Gén 47:28  Jacob vivió en Egipto diez y siete años, siendo los días de Jacob, los años de su vida, 147 años.
Gén 47:29  Cuando los días de Israel tocaron a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: «Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo y hazme este favor y lealtad: No me sepultes en Egipto.
Gén 47:30  Cuando yo me acueste con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos.» Respondió: «Yo haré según tu palabra.» -
Gén 47:31  «Júramelo», dijo. Y José se lo juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de su lecho.

Gén 47:1  José fue a informarle al faraón, y le dijo: Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán con sus ovejas y sus vacas y todas sus pertenencias. Ya se encuentran en la región de Gosén.
Gén 47:2  Además, José había elegido a cinco de sus hermanos para presentárselos al faraón.
Gén 47:3  Y éste les preguntó: ¿En qué trabajan ustedes? Nosotros, sus siervos, somos pastores, al igual que nuestros antepasados respondieron ellos.
Gén 47:4  Hemos venido a vivir en este país porque en Canaán ya no hay pastos para nuestros rebaños. ¡Es terrible el hambre que acosa a ese país! Por eso le rogamos a usted nos permita vivir en la región de Gosén.
Gén 47:5  Entonces el faraón le dijo a José: Tu padre y tus hermanos han venido a estar contigo.
Gén 47:6  La tierra de Egipto está a tu disposición. Haz que se asienten en lo mejor de la tierra; que residan en la región de Gosén. Y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos a cargo de mi propio ganado.
Gén 47:7  Luego José llevó a Jacob, su padre, y se lo presentó al faraón. Jacob saludó al faraón con reverencia,
Gén 47:8  [1]  y el faraón le preguntó: ¿Cuántos años tienes?
Gén 47:9  Ya tengo ciento treinta años respondió Jacob. Mis años de andar peregrinando de un lado a otro han sido pocos y difíciles, pero no se comparan con los años de peregrinaje de mis antepasados.
Gén 47:10  Luego Jacob se despidió del faraón con sumo respeto, [2] y se retiró de su presencia.
Gén 47:11  José instaló a su padre y a sus hermanos, y les entregó terrenos en la mejor región de Egipto, es decir, en el distrito de Ramsés, tal como lo había ordenado el faraón.
Gén 47:12  José también proveyó de alimentos a su padre y a sus hermanos, y a todos sus familiares, según las necesidades de cada uno.
Gén 47:13  El hambre en Egipto y en Canaán era terrible. No había alimento en ninguna parte, y la gente estaba a punto de morir.
Gén 47:14  Todo el dinero que los habitantes de Egipto y de Canaán habían pagado por el alimento, José lo recaudó para depositarlo en el palacio del faraón.
Gén 47:15  Cuando a egipcios y cananeos se les acabó el dinero, los egipcios fueron a ver a José y le reclamaron: ¡Dénos de comer! ¿Hemos de morir en su presencia sólo porque no tenemos más dinero?
Gén 47:16  Y José les contestó: Si ya se les acabó el dinero, traigan su ganado y, a cambio, les daré alimento.
Gén 47:17  Los egipcios llevaron a José su ganado, es decir, sus caballos, vacas, ovejas y asnos, y a cambio de ellos José les dio alimento durante todo ese año.
Gén 47:18  Al año siguiente fueron a decirle a José: Señor, no podemos ocultar el hecho de que ya no tenemos más dinero, y de que todo nuestro ganado ya es suyo. Ya no tenemos nada que ofrecerle, de no ser nuestros propios cuerpos y nuestras tierras.
Gén 47:19  ¿Va usted a permitir que nos muramos junto con nuestras tierras? Cómprenos usted a nosotros y a nuestras tierras, a cambio de alimento. Así seremos esclavos del faraón junto con nuestras tierras. ¡Pero dénos usted semilla, para que podamos vivir y la tierra no quede desolada!
Gén 47:20  De esta manera José adquirió para el faraón todas las tierras de Egipto, porque los egipcios, obligados por el hambre, le vendieron todos sus terrenos. Fue así como todo el país llegó a ser propiedad del faraón,
Gén 47:21  y todos en Egipto quedaron reducidos a la esclavitud.
Gén 47:22  [3]  Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes. Éstos no tuvieron que vender sus terrenos porque recibían una ración de alimento de parte del faraón.
Gén 47:23  Luego José le informó al pueblo: Desde ahora ustedes y sus tierras pertenecen al faraón, porque yo los he comprado. Aquí tienen semilla. Siembren la tierra.
Gén 47:24  Cuando llegue la cosecha, deberán entregarle al faraón la quinta parte de lo cosechado. Las otras cuatro partes serán para la siembra de los campos, y para alimentarlos a ustedes, a sus hijos y a sus familiares.
Gén 47:25  ¡Usted nos ha salvado la vida, y hemos contado con su favor! respondieron ellos. ¡Seremos esclavos del faraón!
Gén 47:26  José estableció esta ley en toda la tierra de Egipto, que hasta el día de hoy sigue vigente: la quinta parte de la cosecha le pertenece al faraón. Sólo las tierras de los sacerdotes no llegaron a ser del faraón.
Gén 47:27  Los israelitas se asentaron en Egipto, en la región de Gosén. Allí adquirieron propiedades, prosperaron y llegaron a ser muy numerosos.
Gén 47:28  Jacob residió diecisiete años en Egipto, y llegó a vivir un total de ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Cuando Israel estaba a punto de morir, mandó llamar a su hijo José y le dijo: Si de veras me quieres, pon tu mano debajo de mi muslo y prométeme amor y lealtad. ¡Por favor, no me entierres en Egipto!
Gén 47:30  Cuando vaya a descansar junto a mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en el sepulcro de ellos. Haré lo que me pides contestó José.
Gén 47:31  ¡Júramelo! insistió su padre. José se lo juró, e Israel se reclinó sobre la cabecera de la cama.

Gén 47:1  Luego José fue a informar al Faraón, diciendo: "Mi padre y mis hermanos vinieron de Canaán con sus ovejas, sus vacas y todo lo que poseen, y ahora están en la región de Gosén".
Gén 47:2  Además, él se había hecho acompañar por algunos de sus hermanos y se los presentó al Faraón.
Gén 47:3  Este les preguntó: "Y ustedes, ¿de qué se ocupan?". "Somos pastores, como también lo fueron nuestros antepasados", respondieron ellos.
Gén 47:4  Y añadieron: "Hemos venido a residir en este país, porque en Canaán no hay pastos para nuestros rebaños, ya que el país está asolado por el hambre. Por eso te rogamos que nos dejes permanecer en la región de Gosén".
Gén 47:5  El Faraón dijo a José: [6 a] "Pueden establecerse en la región de Gosén. Y si te consta que entre ellos hay gente capaz, encomiéndales el cuidado de mis propios rebaños". [5 b] Jacob y sus hijos llegaron a Egipto, donde estaba José; y cuando el Faraón, rey de Egipto, se enteró de la noticia, dijo a José: "Tu padre y tus hermanos vinieron a reunirse contigo.
Gén 47:6  b  El territorio de Egipto está a tu disposición: instala a tu padre y a tus hermanos en las mejores tierras".
Gén 47:7  José hizo venir a su padre Jacob y se lo presentó al Faraón. Jacob saludó respetuosamente al Faraón,
Gén 47:8  y este le preguntó: "¿Cuántos años tienes?".
Gén 47:9  Jacob respondió al Faraón: "Los años que se me han concedido suman ya ciento treinta. Pocos y desdichados han sido estos años de mi vida, y ni siquiera se acercan a los que fueron concedidos a mis padres".
Gén 47:10  Luego Jacob volvió a saludar al Faraón y salió de allí.
Gén 47:11  José instaló a su padre y a sus hermanos, dándoles una propiedad en Egipto, en las mejores tierras -en la región de Ramsés- como el Faraón lo había dispuesto.
Gén 47:12  Y también proveyó al sostenimiento de su padre, de sus hermanos, y de toda la familia de su padre, según las necesidades de cada uno.
Gén 47:13  Como la escasez era muy grande, en ningún país había alimentos, y tanto Egipto como Canaán estaban exhaustos por el hambre.
Gén 47:14  Así José pudo recaudar todo el dinero que circulaba en Egipto y en Canaán, como pago por los víveres que compraban, y guardó ese dinero en el palacio del Faraón.
Gén 47:15  Y cuando ya no hubo más dinero ni en Egipto ni en Canaán, los egipcios acudieron en masa a José para decirle: "Danos de comer. ¿Por qué tendremos que morir ante tus propios ojos, por falta de dinero?".
Gén 47:16  José respondió: "Si ya no hay más dinero, entreguen su ganado y yo les daré pan a cambio de él".
Gén 47:17  Ellos trajeron sus animales a José, y él les dio pan a cambio de caballos, ovejas, vacas y asnos. Y durante aquel año los abasteció de víveres a cambio de todos sus animales.
Gén 47:18  Pero pasó ese año, y al año siguiente vinieron otra vez y dijeron a José: "Ya se ha terminado todo el dinero y los animales te pertenecen. No podemos ocultarte que no queda nada a tu disposición, fuera de nuestras personas y nuestras tierras.
Gén 47:19  Pero ¿por qué tendremos que morir ante tus propios ojos, nosotros y nuestras tierras: Aduéñate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de pan. Así el Faraón será dueño de nosotros y de nuestras tierras. Danos solamente semilla para que podamos sobrevivir. De lo contrario, nosotros moriremos, y el suelo se convertirá en un desierto".
Gén 47:20  De esa manera, José adquirió para el Faraón todas las tierras de Egipto, porque los egipcios, acosados por el hambre, vendieron cada uno su campo. La tierra pasó a ser propiedad del Faraón,
Gén 47:21  y el pueblo quedó sometido a servidumbre de un extremo al otro del territorio egipcio.
Gén 47:22  Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes, porque a ellos el Faraón le había asignado una ración fija de alimentos; como vivían de la ración que les daba el Faraón, no tuvieron que vender sus tierras.
Gén 47:23  Entonces José dijo al pueblo: "Ahora ustedes y sus tierras pertenecen al Faraón, porque yo los he comprado. Aquí tienen semilla para sembrar esas tierras.
Gén 47:24  Pero cuando llegue la cosecha, ustedes deberán entregar al Faraón una quinta parte de los productos, y conservarán las cuatro partes restantes para sembrar la tierra, para alimentarse ustedes y sus familias, y para dar de comer a los niños".
Gén 47:25  Ellos exclamaron: "Tú nos salvaste la vida. Te agradecemos que nos hayas puesto al servicio del Faraón".
Gén 47:26  Entonces José promulgó una ley agraria en Egipto -que todavía hoy está en vigencia- por la cual una quinta parte de las cosechas corresponde al Faraón. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron a ser propiedad del Faraón.
Gén 47:27  Los israelitas se establecieron en Egipto, en la región de Gosén, y allí adquirieron propiedades, tuvieron muchos hijos y llegaron a ser muy numerosos.
Gén 47:28  Jacob vivió diecisiete años en Egipto, y en total vivió ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Cuando estaba a punto de morir, llamó a su hijo José y le dijo: "Si realmente me tienes afecto, coloca tu mano debajo de mi muslo, como prueba de tu constante lealtad hacia mí, y no me entierres en Egipto.
Gén 47:30  Cuando vaya a descansar junto con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en su sepulcro". José respondió: "Haré lo que dices".
Gén 47:31  Pero su padre insistió: "Júramelo". El se lo juró, e Israel se reclinó sobre la cabecera de su lecho.

Gén 47:1  José eligió a cinco de sus hermanos y se los presentó al rey. Le dijo: —Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán, y ahora están en Gosen. Han venido con sus rebaños y ganados, y con todo lo que tienen.
Gén 47:3  El rey les preguntó: —¿Y ustedes a qué se dedican? Ellos le respondieron: —Su Majestad, nosotros somos pastores, como lo fueron nuestros abuelos.
Gén 47:4  Hemos venido a quedarnos aquí por algún tiempo, porque falta comida en Canaán y ya no tenemos pastos para nuestros ganados. Le rogamos a usted que nos deje vivir en Gosen.
Gén 47:5  Entonces el rey le dijo a José: —Ya que tu padre y tus hermanos han venido a quedarse contigo,
Gén 47:6  puedes elegir el lugar que quieras para que vivan en este país. Dales los mejores terrenos; déjalos vivir en Gosen. Y si algunos de ellos tienen alguna habilidad especial, que se dediquen a cuidar mi propio ganado.
Gén 47:7  Luego José llevó a su padre ante el rey. Jacob lo saludó con mucho respeto,
Gén 47:8  y el rey le preguntó su edad.
Gén 47:9  Jacob le respondió: —Su Majestad, ya llevo ciento treinta años de andar de un lado a otro. Y aunque mi vida no ha sido fácil, todavía no he llegado a vivir lo que vivieron mis abuelos.
Gén 47:10  Finalmente, Jacob se despidió del rey y salió de su presencia.
Gén 47:11  José cumplió con las órdenes del rey, y les entregó a su padre y a sus hermanos los mejores terrenos de Egipto. Ellos se establecieron en la región de Gosen, que después se conoció como la región de Ramsés.
Gén 47:12  Además, a todos ellos les dio alimentos según la cantidad de hijos que tenían.
Gén 47:13  Pero la falta de alimentos estaba acabando con los habitantes de Canaán y de Egipto. En ninguna parte se encontraba comida.
Gén 47:14  Sin embargo, José seguía vendiendo trigo y amontonando dinero en el palacio del rey. Todo el dinero que había en esos países lo recogió en pago del trigo comprado.
Gén 47:15  Cuando también los egipcios se quedaron sin dinero, todos ellos fueron a hablar con José y le dijeron: —Ya no tenemos dinero. Denos usted de comer, o pronto moriremos.
Gén 47:16  José les respondió: —Pues si ya no tienen dinero, tráiganme sus vacas y a cambio de ellas les daré trigo.
Gén 47:17  Los egipcios le llevaron caballos, ovejas, cabras, vacas y burros, y a cambio de ellos José les dio alimento durante todo ese año.
Gén 47:18  Pero al año siguiente fueron a verlo de nuevo, y le dijeron: —Señor gobernador, no podemos negarle a usted que ya no tenemos dinero, y que nuestros animales ahora son de usted. Ya no tenemos nada que ofrecerle a cambio de comida, a no ser nuestras tierras y nosotros mismos.
Gén 47:19  ¡Cómprenos usted nuestras tierras, seremos esclavos del rey, pero denos de comer! Denos usted semilla, para que sembremos la tierra. Así no moriremos. ¡No queremos que nos vea usted morir, y que nuestras tierras queden como el desierto!
Gén 47:20  En verdad, fue tanta la falta de alimentos que todos los egipcios le vendieron sus campos a José, quien los compró para el rey de Egipto. Así fue como toda la tierra del país llegó a ser propiedad del rey,
Gén 47:21  y todos en Egipto quedaron a su servicio. Todo esto fue obra de José.
Gén 47:22  Sin embargo, José no compró las tierras de los sacerdotes porque ellos no las pusieron en venta. Como ellos siempre recibían ayuda de parte del rey, tenían comida de sobra.
Gén 47:23  Entonces José les dijo a los egipcios: —Aquí tienen semilla para que siembren sus campos. Pero recuerden que hoy los he comprado a ustedes y a sus tierras, y que ahora pertenecen al rey.
Gén 47:24  Así que, cuando llegue la cosecha, le darán al rey una quinta parte de lo que recojan, pero podrán quedarse con las otras cuatro quintas partes. De allí apartarán la semilla que vayan a sembrar y el alimento para ustedes y para sus hijos.
Gén 47:25  Los egipcios respondieron: —Señor gobernador: ¡usted nos ha salvado la vida! ¡Denos ahora el privilegio de ser esclavos del rey!
Gén 47:26  José estableció como ley en Egipto que la quinta parte de las cosechas sería para el rey. Y hasta el día en que esto se escribió, esta ley se ha respetado. Las únicas tierras que no llegaron a ser del rey fueron las de los sacerdotes.
Gén 47:27  Los israelitas se establecieron en el territorio egipcio de Gosen. Allí compraron terrenos, y llegaron a tener muchos hijos.
Gén 47:28  Jacob vivió en Egipto diecisiete años, así que alcanzó a vivir ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Cuando se acercaba la hora de su muerte, mandó llamar a su hijo José y le dijo: —Voy a pedirte un favor, y júrame que lo cumplirás. Si de veras me quieres, prométeme que no me enterrarás en Egipto.
Gén 47:30  Cuando yo muera, saca mis restos de aquí y entiérralos donde están enterrados mis antepasados. Y José le prometió hacerlo así.
Gén 47:31  Pero Jacob insistió: —¡Júramelo! José se lo juró. Entonces su padre se inclinó sobre la cabecera de su cama, y dijo una oración.

Gén 47:1  Entonces Yosef entró, y le dijo a Faraón: "Mi padre y mis hermanos han venido de la tierra de Kenaan con sus rebaños, ganado y todas sus posesiones; ahora mismo están en la tierra de Goshen."
Gén 47:2  El tomó cinco de sus hermanos y los presentó a Faraón.
Gén 47:3  Faraón dijo a sus hermanos: "¿Cuál es la ocupación de ustedes? " Ellos respondieron a Faraón: "Tus sirvientes son pastores, ambos nosotros y nuestros antepasados."
Gén 47:4  Y añadió: "hemos venido a vivir en la tierra, porque en la tierra de Kenaan no hay lugar para pastar los rebaños de tus sirvientes, la hambruna es tan severa allí. Por lo tanto, por favor, deja que tus sirvientes vivan en la tierra de Goshen."
Gén 47:5  Faraón dijo a Yosef: "Que vivan en la tierra de Goshen. Y si tú conoces que entre ellos hay hombres capaces, hazlos cuidar mi ganado." Así, pues, Ya'akov y sus hijos vinieron a Mitzrayim. Y Faraón rey de Mitzrayim, oyó de esto. Y Faraón habló a Yosef, diciendo: "Tu padre y tus hermanos han venido a ti,
Gén 47:6  observa, y la tierra de Mitzrayim está delante de ti; en la mejor tierra asienta a tu padre y tus hermanos."
Gén 47:7  Yosef entonces trajo a Ya'akov su padre y lo presentó a Faraón, y Ya'akov bendijo a Faraón.
Gén 47:8  Faraón preguntó a Ya'akov: "¿Qué edad tienes? "
Gén 47:9  Y Ya'akov respondió: "Los días de mi peregrinación han sido de 130 años; ellos han sido pocos y difíciles, y no alcanzan al número de los años de la vida de mis padres en su peregrinación.[129]"
Gén 47:10  Entonces Ya'akov bendijo a Faraón y se fue de su presencia.
Gén 47:11  Yosef encontró un lugar para su padre y hermanos, y les dio propiedad en la tierra de Mitzrayim, en la mejor región del país, en la tierra de Raamses, como Faraón había ordenado.
Gén 47:12  Yosef proveyó alimentos para su padre, sus hermanos, toda la casa de su padre, grano para cada persona.
Gén 47:13  No había alimentos en ningún lugar, porque la hambruna era severa, así que ambos Mitzrayim y Kenaan se volvieron débiles del hambre.
Gén 47:14  Yosef recogió todo el dinero que había en Mitzrayim y Kenaan a cambio del grano que ellos compraron, y puso el dinero en el tesoro de Faraón.
Gén 47:15  Cuando todo el dinero en Mitzrayim había sido gastado, y asimismo en Kenaan, todos los Mitzrayimim se acercaron a Yosef, y dijeron: "Danos algo de comer, aun si no tenemos dinero; ¿por qué hemos de morir delante de tus ojos? "
Gén 47:16  Yosef respondió: "Denme sus animales de cría y yo les daré alimentos a cambio de su ganado."
Gén 47:17  Así que ellos trajeron a Yosef su ganado; y Yosef les dio alimentos a cambio de caballos, rebaños, ganado y asnos – todo ese año él les proveyó con alimentos a cambio de su ganado.
Gén 47:18  Cuando ese año se terminó, ellos se acercaron a Yosef otra vez, y le dijeron: "¿Debemos nosotros ser destruidos delante de nuestro señor? Porque si nuestro dinero ha fallado, y nuestras posesiones, y nuestro ganado, traído a ti nuestro señor, y no ha quedado de nosotros delante de nuestro señor nada sino nuestros cuerpos y nuestra tierra, estamos ciertamente desvalidos.
Gén 47:19  ¿Por qué hemos de morir delante de tus ojos? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por alimentos, y nosotros y nuestra tierra estaremos esclavizados a Faraón. Pero también danos zera para plantar, para que podamos permanecer vivos y no muramos, y para que la tierra no se vuelva estéril."
Gén 47:20  Así que Yosef adquirió toda la tierra de Mitzrayim para Faraón, pues los Mitzrayimim vendieron su tierra a Faraón, porque la hambruna pesaba sobre ellos tan severamente. Así que la tierra se convirtió en propiedad de Faraón.
Gén 47:21  En cuanto a la gente, él la redujo a esclavitud ciudad por ciudad, desde un extremo del territorio de Mitzrayim hasta el otro.
Gén 47:22  Solamente él no adquirió la tierra de los sacerdotes, porque los sacerdotes tenían derecho a provisiones de Faraón, y ellos comían de lo que Faraón les proveía; por lo tanto, ellos no vendieron su tierra.
Gén 47:23  Entonces Yosef dijo al pueblo: "Desde hoy yo los he adquirido a ustedes y su tierra para Faraón. Aquí esta la zera para que siembren la tierra.
Gén 47:24  Cuando llegue el tiempo de cosecha, ustedes darán veinte por ciento a Faraón, ochenta por ciento será de ustedes para quedárselo para zera para plantar en los campos, como también para su alimento y para el de sus casas y sus pequeños."
Gén 47:25  "¡Tú has salvado nuestras vidas! Así que si le place a mi señor, nosotros seremos los esclavos de Faraón."
Gén 47:26  Yosef lo hizo ley para el país de Mitzrayim, válida hasta este día, que Faraón habría de tener veinte por ciento. Solamente la propiedad que pertenecía a los sacerdotes no pasó a ser de Faraón.
Gén 47:27  Yisra'el vivió en la tierra de Mitzrayim diecisiete años. Ellos adquirieron posesiones en ella y fueron productivos, y sus números se multiplicaron grandemente.
Gén 47:28  Ya'akov vivó en la tierra de Mitzrayim por diecisiete años; por tanto Ya'akov vivió 147 años.
Gén 47:29  El tiempo llegó cuando Yisra'el se acercaba a la muerte; así que mandó a llamar a su hijo Yosef y le dijo: "Si tú en verdad me amas, por favor pon tu mano debajo de mi muslo y que ejecutarás misericordia hacia mí y no me sepultarás en Mitzrayim.
Gén 47:30  Más bien, cuando duerma con mis padres, me llevarás fuera de Mitzrayim y me sepultas donde ellos están sepultados." El respondió: "Yo haré como tú has dicho."
Gén 47:31  El dijo: "Júramelo," y él lo juró. Entonces Yisra'el, apoyándose en su bastón, se inclinó reverentemente en adoración.

Gén 47:1  Llegó, pues, José donde estaba el Faraón con la noticia de que su padre y sus hermanos habían llegado de Canaán con sus rebaños, vacas y demás pertenencias, y que se encontraban en la tierra de Gosén.
Gén 47:2  Después escogió a cinco de sus hermanos y los presentó a Faraón.
Gén 47:3  Este les preguntó: "¿A qué se dedican?" Ellos contestaron: "Nosotros, tus servidores, somos pastores de ovejas, como lo fueron nuestros padres.
Gén 47:4  Hemos venido a vivir en este país porque ya no quedaban pastos para nuestros rebaños, debido a la gran sequía que asola el país de Canaán. Por eso te rogamos que nos permitas vivir en la tierra de Gosén."
Gén 47:5  Entonces Faraón dijo a José: "Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
Gén 47:6  Todo el país de Egipto está a tu disposición. Que tu padre y tus hermanos se establezcan en la mejor parte del país. Que vivan en el país de Gosén, y si sabes que entre ellos hay hombres capacitados, ponlos como pastores principales de mis ganados.
Gén 47:7  José trajo después a su padre Jacob y se lo presentó a Faraón. Después que Jacob lo saludó,
Gén 47:8  Faraón le preguntó: "¿Cuántos años tienes?"
Gén 47:9  Jacob respondió: "Los años de mi peregrinación son ciento treinta. Pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres durante su peregrinación."
Gén 47:10  Después Jacob volvió a bendecir a Faraón y se retiró de su presencia.
Gén 47:11  José instaló a su padre y a sus hermanos, y les dio una propiedad en la tierra de Egipto, en el mejor lugar de la comarca de Ramsés, tal como Faraón había ordenado.
Gén 47:12  Y José proveyó de lo necesario para vivir a su padre, a sus hermanos y a toda la familia de su padre, teniendo en cuenta el número de sus dependientes.
Gén 47:13  La escasez se hizo más fuerte y no se encontraban alimentos en toda la tierra; Egipto y Canaán estaban agotados por el hambre.
Gén 47:14  Entonces José acaparó toda la plata que había en la tierra de Egipto y de Canaán, a cambio del trigo que compraban, y llevó toda esa plata al palacio de Faraón.
Gén 47:15  Cuando se acabó la plata de Egipto y de Canaán, todos los egipcios comenzaron a llegar donde José para decirle: "Danos pan, ¿acaso nos vas a dejar morir porque se nos terminó el dinero?"
Gén 47:16  José les respondió: "Si no tienen más dinero, denme sus ganados y yo en cambio les daré pan."
Gén 47:17  Trajeron su ganado a José, y José les dio pan a cambio de sus caballos, ovejas, vacas y burros. De esta manera los abasteció de pan durante ese año a cambio de todos sus ganados.
Gén 47:18  Al año siguiente volvieron donde él diciendo: "No podemos ocultar a nuestro señor que se nos ha terminado el dinero, y que los ganados ya son todos suyos. Tan sólo nos quedan nuestros cuerpos y nuestras tierras.
Gén 47:19  Tú no puedes vernos morir a nosotros y nuestras tierras; compranos, pues, a nosotros y nuestras tierras, a cambio de pan, y seremos nosotros y nuestras tierras propiedad de Faraón. Danos trigo para que no muramos; así viviremos y nuestra tierra no quedará desolada."
Gén 47:20  De este modo José adquirió para Faraón toda la tierra de Egipto, pues los egipcios tuvieron que vender sus campos, ya que el hambre los apretaba, y la tierra pasó a ser toda de Faraón.
Gén 47:21  En cuanto al pueblo, lo redujo a la servidumbre desde un extremo al otro de Egipto.
Gén 47:22  La única tierra que no compró fue la de los sacerdotes, pues había un decreto de Faraón en favor de ellos, y él debía procurarles el alimento. Por eso no vendieron sus tierras.
Gén 47:23  Entonces José dijo al pueblo: "Ya ven que los he comprado a ustedes y sus tierras para Faraón. Aquí tienen semillas: siembren la tierra.
Gén 47:24  Cuando llegue el tiempo de la cosecha, darán la quinta parte a Faraón y las otras cuatro partes restantes serán para ustedes, como semillas de siembra, y como alimento para ustedes, su familia y los que estén en su casa."
Gén 47:25  Ellos respondieron: "Puesto que nos has salvado la vida, sírvete aceptarnos como esclavos de Faraón."
Gén 47:26  Así José impuso como ley, que la quinta parte de los productos de la tierra de Egipto debe ser entregada a Faraón, y esa norma perdura hasta el día de hoy. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron a poder de Faraón.
Gén 47:27  Los israelitas vivieron en el país de Egipto, en la tierra de Gosén. Tomaron posesión de ella, tuvieron muchos hijos y se multiplicaron en número.
Gén 47:28  Jacob vivió en Egipto diecisiete años de los ciento cuarenta y siete que duró su vida.
Gén 47:29  Y cuando los días de su vida se acercaron a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: "Si me aprecias de veras, te ruego que coloques tu mano bajo mi muslo, y me prometas que no me sepultarás en Egipto; en esto reconoceré tu amor y fidelidad.
Gén 47:30  Cuando me haya ido a descansar con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en la tumba de ellos." José respondió: "Lo haré tal como lo pides." Insistió Jacob: "¡Júramelo!" Y José se lo juró.
Gén 47:31  Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de su cama.

Gén 47:1  Entonces José fue y le contó al rey. Le dijo: —Mi papá, mis hermanos, sus rebaños, su ganado, y todo lo que tienen, llegaron de la tierra de Canaán y están en la tierra de Gosén.
Gén 47:2  José llevó a cinco de sus hermanos y se los presentó al faraón.
Gén 47:3  El faraón les dijo a los hermanos: —¿En qué trabajan ustedes? Ellos le respondieron: —Nosotros, sus siervos, somos pastores tal como nuestros antepasados.
Gén 47:4  Luego le dijeron al faraón: —Hay mucha hambre en la tierra de Canaán. No quedan campos que tengan pasto para nuestros animales. Por eso nos vinimos a vivir aquí, le rogamos que nos deje quedarnos a vivir en Gosén.
Gén 47:5  Luego el faraón le dijo a José: —Tu papá y tus hermanos vinieron a buscarte.
Gén 47:6  La tierra de Egipto está a tu disposición. Acomoda a tu papá y a tus hermanos en la mejor parte de la tierra. Deja que vivan en la tierra de Gosén. Si tú sabes que hay entre ellos hombres diestros, ponlos a cargo de mi ganado.
Gén 47:7  Después José llevó a su papá, Jacob, y se lo presentó al faraón. Jacob bendijo al rey.
Gén 47:8  El faraón le preguntó: —¿Cuántos años tienes?
Gén 47:9  Jacob le respondió: —Sólo he vivido ciento treinta años, una vida muy corta y con muchas dificultades. Mis antepasados vivieron muchos más años que yo.
Gén 47:10  Luego Jacob bendijo al faraón y se fue.
Gén 47:11  José instaló a su papá y a sus hermanos. Les dio la mejor tierra de Egipto, en la tierra de Ramsés, tal como el faraón se lo había ordenado.
Gén 47:12  José les dio comida a su papá y a sus hermanos, incluso a los más pequeños.
Gén 47:13  Había mucha hambre. No había comida en ninguna parte. Por lo tanto, debido al hambre, las tierras de Egipto y Canaán se sumieron en la pobreza.
Gén 47:14  Entonces José recolectó todo el dinero que había en la tierra de Canaán y en la tierra de Egipto que le pagaron a cambio del trigo que compraron. José llevó el dinero a la casa del faraón.
Gén 47:15  Cuando se acabó todo el dinero en Canaán y Egipto, los egipcios fueron a ver a José y le dijeron: —Dénos comida. Ya se nos acabó todo el dinero, si no nos da comida moriremos frente a sus ojos.
Gén 47:16  Entonces José dijo: —Denme sus rebaños. Si se les acabó el dinero, les daré comida a cambio de sus rebaños.
Gén 47:17  La gente le llevó sus rebaños a José, y él les dio comida a cambio de sus caballos, sus rebaños de ovejas, su ganado y sus burros. Ese año les dio comida a cambio de todos sus animales.
Gén 47:18  Cuando se acabó el año, la gente volvió y le dijo: —Usted sabe, señor, que se nos acabó el dinero y que ya le dimos todos nuestros animales. Sólo nos quedan nuestros cuerpos y nuestras tierras.
Gén 47:19  Con seguridad moriremos frente a sus ojos. Cómprenos a nosotros y nuestras tierras a cambio de comida. Nosotros nos convertiremos en esclavos del faraón y nuestras tierras también le pertenecerán a él. Suminístrenos semillas para sembrar, así podremos sobrevivir y la tierra no se convertirá en un desierto.
Gén 47:20  Entonces José compró toda la tierra de Egipto para el faraón. Todos los egipcios vendieron sus campos porque tenían mucha hambre. Y la tierra pasó a ser del faraón.
Gén 47:21  Hizo que toda la gente, de un extremo a otro de Egipto, se convirtiera en esclavos del faraón.
Gén 47:22  La única tierra que no compró era la de los sacerdotes. Los sacerdotes no necesitaban vender su tierra porque el faraón les pagaba por su trabajo, y ellos usaban ese dinero para comprar comida.
Gén 47:23  José le dijo a la gente: —Hoy los compré a ustedes y a sus tierras para el faraón. Aquí tienen las semillas, vayan y siémbrenlas.
Gén 47:24  Pero en tiempo de cosecha deben darle al faraón una quinta parte de lo que recojan. Las otras cuatro partes serán de ustedes. Tendrán semillas para sembrar y comida para ustedes, sus familiares y sus hijos.
Gén 47:25  La gente dijo: —¡Nos salvó la vida! Si usted quiere, señor, seremos esclavos del faraón.
Gén 47:26  Entonces José estableció una ley que aún rige en Egipto: una quinta parte de las cosechas le pertenece al faraón. La única tierra que no es de él es la de los sacerdotes.
Gén 47:27  Israel se quedó a vivir en Egipto, en la tierra de Gosén. Allí compraron tierras, tuvieron muchos hijos y la familia se volvió muy grande.
Gén 47:28  Jacob vivió diecisiete años en la tierra de Egipto. Vivió hasta los ciento cuarenta y siete años de edad.
Gén 47:29  Cuando se acercó la hora en que Israel debía morir, llamó a su hijo José y le dijo: —Si en verdad me amas, pon tu mano bajo mi muslo y prométeme que vas a hacer lo que te digo: por favor no me entierres en Egipto.
Gén 47:30  Cuando vaya a descansar junto con mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en el sepulcro de ellos. Entonces José le dijo: —Haré lo que me pides.
Gén 47:31  Luego Israel dijo: —Prométemelo. José lo prometió e Israel se recostó sobre la cabecera de la cama.

Gén 47:1  Fue pues José, a dar parte al faraón, diciéndole: Mi padre y hermanos con sus ovejas y ganados mayores y cuanto poseen, han venido del país de Canaán, y están detenidos en la tierra de Gesén.
Gén 47:2  Al mismo tiempo presentó al rey cinco de sus hermanos, los últimos,
Gén 47:3  a los cuales preguntó el faraón: ¿Qué oficio tenéis? Y respondieron: Tus siervos somos pastores de ovejas, así nosotros como nuestros padres.
Gén 47:4  Hemos venido para vivir algún tiempo en tu tierra; porque en el país de Canaán no hay hierba para los ganados de tus siervos; y va creciendo el hambre; y te pedimos que nos permitas a tus siervos estar en la tierra de Gesén.
Gén 47:5  El rey dijo a José: Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
Gén 47:6  La tierra de Egipto a tu vista y disposición la tienes; dales para habitar el mejor sitio, y sea enhorabuena la tierra de Gesén. Y si conoces que hay entre ellos sujetos capaces, ponlos por mayorales de mis ganados.
Gén 47:7  Después de esto, introdujo José a su padre y le presentó al rey, Jacob le saludó deseándole toda suerte de felicidades;
Gén 47:8  y siendo preguntado por él: ¿Cuántos son los días de tu vida?
Gén 47:9  Respondió: Los días de mi peregrinación son ciento treinta años pocos y trabajosos, y no han llegado a los días de la peregrinación de mis padres.
Gén 47:10  Con esto, después de haber deseado al rey toda suerte de felicidades, se retiró.
Gén 47:11  José según lo acordado con el faraón, dio a su padre y hermanos la posesión de Ramesés, país el más fértil de Egipto.
Gén 47:12  Y los alimentaba a ellos y a toda la familia de su padre, dando a cada uno lo necesario para vivir.
Gén 47:13  Porque faltaba el pan en todo el mundo, y el hambre tenía oprimida toda la tierra, en especial la de Egipto y la de Canaán,
Gén 47:14  de cuyos países, habiendo recogido José todo el dinero por la venta de trigo, lo puso en el erario del rey.
 
Gén 47:15  Y como hubiese ya llegado a faltar el dinero a los compradores, acudió todo Egipto a José, diciendo: Danos pan; ¿por qué nos has de dejar perecer delante de ti, por falta de dinero?
Gén 47:16  José les respondió: Si no tenéis más dinero, traed vuestros ganados, y por ellos os daré víveres.
Gén 47:17  Y habiéndolos traído, les dio alimento en pago de los caballos, y de las ovejas, y de los bueyes y de los asnos; y los sustentó aquel año en cambio de los ganados.
Gén 47:18  Volvieron asimismo al año segundo, o siguiente, y le dijeron: No te ocultaremos, señor nuestro, que no nos queda ni ganado, ni dinero; y bien ves que a excepción de nuestros cuerpos, y de la tierra, nada más tenemos.
Gén 47:19  ¿Por qué, pues, nos dejarás morir delante de tus ojos? Tanto nosotros, como nuestras tierras, seremos tuyos; cómpranos para servicio del rey, y danos con qué sembrar, no sea que pereciendo los labradores, quede la tierra despoblada.
Gén 47:20  Compró, pues, José todas las tierras de Egipto, vendiendo cada uno sus posesiones a causa del rigor del hambre; y las adquirió para el faraón,
Gén 47:21  con todos sus pueblos, desde un cabo de Egipto hasta el otro,
Gén 47:22  excepto las tierras de los sacerdotes que el rey les había dado; a los cuales también se les distribuía cierta cantidad de alimentos de los graneros públicos; y por consiguiente, no se vieron forzados a vender sus heredades.
Gén 47:23  Después de esto, dijo José a los pueblos: Ya veis que el faraón queda dueño de vosotros y de vuestras tierras. Tomad semillas y sembrad los campos,
Gén 47:24  para que podáis tener frutos. Daréis al rey la quinta parte; las otras cuatro os las dejo para simiente y mantenimiento de las familias y de vuestros hijos.
Gén 47:25  La vida nos has dado, respondieron ellos; con que nos mire favorablemente el señor nuestro, alegres serviremos al rey.
Gén 47:26  Desde aquel tiempo hasta el día de hoy, se paga el quinto a los reyes en toda la tierra de Egipto, lo que ha venido a ser como ley; salvo las tierras de los sacerdotes, las cuales quedaron exentas de esta contribución.
Gén 47:27  Fijó, pues, Israel su morada en Egipto, es a saber, en la tierra de Gesén, cuya posesión se le dio, donde se aumentó y multiplicó sobremanera.
Gén 47:28  Y vivió en ella 17 años; con lo que todos los días de su vida fueron cientocuarenta y siete años.
Gén 47:29  Pero como viese que se acercaba el día de su muerte, llamó a su hijo José y le dijo: Si es que me amas de veras, pon tu mano debajo de mi muslo, y me harás la merced de prometerme con toda verdad, que no me darás sepultura en Egipto,
Gén 47:30  sino que iré a descansar con mis padres; y sacándome de esta tierra, me pondrás en el sepulcro de mis antepasados. Le respondió José: Yo cumpliré lo que has mandado.
Gén 47:31  Y Jacob : Júramelo pues. Y mientras José juraba, Israel adoró a Dios vuelto hacia la cabecera de la cama.

Gén 47:1  Fue José a anunciar al faraón: “Mi padre y mis hermanos, con sus ovejas y sus bueyes y todo cuanto tienen, han venido de la tierra de Canaán y están en la tierra de Gosén.”
Gén 47:2  Habiendo llevado consigo a cinco de sus hermanos, se los presentó al faraón;"
Gén 47:3  y el faraón les preguntó: “¿Cuál es vuestra ocupación?” Ellos respondieron: “Nosotros, tus siervos, somos ganaderos desde nuestra infancia hasta ahora, y lo mismo fueron nuestros padres.”
Gén 47:4  Dijéronle también: “Hemos venido para habitar en esta tierra, pues no tenemos pasto para nuestros rebaños, por ser grande el hambre en la tierra de Canaán. Permite, pues, que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.”
Gén 47:5  Y el faraón dijo a José: “Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
Gén 47:6  Tienes a tu disposición toda la tierra de Egipto; establece a tu padre y a tus hermanos en lo mejor de la tierra; que habiten en la tierra de Gosén, y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, hazlos mayorales de mis ganados.”
Gén 47:7  José hizo venir a su padre y le presentó al faraón. Jacob saludó al faraón,
Gén 47:8  y éste le preguntó: “¿Cuántos años tienes?”
Gén 47:9  Jacob contestó: “Ciento treinta son los años de mi peregrinación. Corta y mala ha sido mi vida, y no llega al tiempo de la peregrinación de mis padres.”
Gén 47:10  Jacob saludó de nuevo al faraón y se retiró de su presencia.
Gén 47:11  José estableció a su padre y a sus hermanos, asignándoles una propiedad en la tierra de Egipto, en la mejor parte de la tierra, en el distrito de Rameses, como lo había mandado el faraón,
Gén 47:12  y proveyó de pan a su padre y a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de las familias.
Gén 47:13  Ya no había pan en toda aquella tierra, pues el hambre era muy grande, y Egipto y la tierra de Canaán estaban exhaustos por el hambre.
Gén 47:14  José llegó a recoger, a cambio de trigo, todo cuanto dinero había en el país de Egipto y en la tierra de Canaán, e hizo entrar el dinero en la casa del faraón,
Gén 47:15  Cuando se acabó el dinero en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, venían todos los egipcios a José, diciéndole: “Danos pan. ¿Vamos a morir en tu presencia? Mira que ya nos falta dinero.”
Gén 47:16  José les dijo: “Puesto que os falta dinero, traedme vuestros ganados y os daré pan a cambio de ellos.”
Gén 47:17  Trajeron sus ganados, y José les dio pan a cambio de caballos, rebaños de ovejas y de bueyes y de asnos. Aquel año los proveyó de trigo a cambio de todos sus ganados.
Gén 47:18  Pasado éste, vinieron al siguiente, y le dijeron: “No se le oculta a nuestro señor que se nos ha acabado el dinero y que le hemos dado nuestros ganados, ni a nuestro señor se le oculta que nos no queda más que nuestro cuerpo y nuestras tierras.
Gén 47:19  ¿Vamos a perecer ante ti nosotros y nuestras tierras? Cómpranos y compra nuestras tierras por pan: seremos nosotros y nuestras tierras esclavos del faraón; danos para sembrar, para que podamos vivir y no muramos y no se queden yermas nuestras tierras.”
Gén 47:20  José adquirió para el faraón todas las tierras de Egipto, pues los egipcios, obligados por el hambre, vendieron cada uno su campo, y la tierra vino a ser propiedad del faraón,
Gén 47:21  y sometió a la servidumbre del faraón tierras y pueblos desde el uno al otro extremo de la tierra de Egipto.
Gén 47:22  Sólo dejó de comprar las tierras a los sacerdotes, porque éstos recibían del faraón una porción y no tuvieron que vender sus tierras.
Gén 47:23  Y dijo José al pueblo: “Hoy os he comprado para el faraón a vosotros y a vuestras tierras. Ahí tenéis para sembrar; sembrad vuestras tierras."
Gén 47:24  Al tiempo de la recolección, daréis el quinto al faraón, y las otras cuatro partes serán para vosotros, para sembrar y para manteneros vosotros, los de vuestra casa y vuestras familias.”
Gén 47:25  Ellos le dijeron: “Nos das la vida. Que hallemos gracia a los ojos de nuestro señor, y seremos siervos del faraón.”
Gén 47:26  Dio José una ley, que todavía hoy subsiste, por la cual pertenece al faraón el quinto del producto de las tierras de Egipto. Sólo las tierras de los sacerdotes no son del faraón.
Gén 47:27  Habitó Israel en la tierra de Egipto, en la región de Gosén, y adquirieron allí posesiones, creciendo y multiplicándose grandemente.
Gén 47:28  Vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años, siendo todos los días de su vida ciento cuarenta y siete años.
Gén 47:29  Cuando los días de Israel se acercaban a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: “Si he hallado gracia a tus ojos, pon, te ruego, la mano bajo mi muslo y haz conmigo favor y fidelidad. No me sepultes en Egipto.
Gén 47:30  Cuando me duerma con mis padres, sácame de Egipto y sepúltame en su sepulcro.” José le respondió: “Haré lo que me dices.”
Gén 47:31  “Júramelo,” dijo Jacob. José se lo juró, e Israel se postró sobre la cabecera del lecho.

 

 

 
  Conocen nuestro sitio 597513 visitantes (2109879 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis