Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Genesis A43
 

Capitulo 43

Gén 43:1  El hambre seguía aumentando en aquel país.
Gén 43:2  Llegó el momento en que se les acabó el alimento que habían llevado de Egipto. Entonces su padre les dijo:—Volved a Egipto y comprad un poco más de alimento para nosotros.
Gén 43:3  Pero Judá le recordó:—Aquel hombre nos advirtió claramente que no nos presentáramos ante él, a menos que lo hiciéramos con nuestro hermano menor.
Gén 43:4  Si tú nos permites llevar a nuestro hermano menor, iremos a comprarte alimento.
Gén 43:5  De lo contrario, no tiene objeto que vayamos. Aquel hombre fue muy claro en cuanto a no presentarnos ante él sin nuestro hermano menor.
Gén 43:6  —¿Por qué me habéis causado este mal? —inquirió Israel—. ¿Por qué le dijisteis a ese hombre que teníais otro hermano?
Gén 43:7  —Porque aquel hombre nos preguntó específicamente acerca de nuestra familia —respondieron ellos—. “¿Vive todavía el vuestro padre? —nos preguntó—. ¿Tenéis algún otro hermano?” Lo único que hicimos fue responder a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a sa
Gén 43:8  Judá le dijo a su padre Israel:—Bajo mi responsabilidad, envía al muchacho y nos iremos ahora mismo, para que nosotros y nuestros hijos podamos seguir viviendo.
Gén 43:9  Yo te respondo por su seguridad; a mí me pedirás cuentas. Si no te lo devuelvo sano y salvo, yo seré el culpable ante ti para toda la vida.
Gén 43:10  Si no nos hubiéramos demorado tanto, ¡ya habríamos ido y vuelto dos veces!
Gén 43:11  Entonces Israel, su padre, les dijo:—Ya que no hay más remedio, haced lo siguiente: Echad en vuestros costales los mejores productos de esta región, y llevádselos de regalo a ese hombre: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nue
Gén 43:12  Llevad también el doble del dinero, pues debéis devolver el que estaba en vuestras bolsas, ya que seguramente fue un error.
Gén 43:13  Id con vuestro hermano menor y presentaos ante ese hombre.
Gén 43:14  ¡Que el Dios Todopoderoso permita que ese hombre os tenga compasión y deje libre a vuestro otro hermano, y además volváis con Benjamín! En cuanto a mí, si he de perder a mis hijos, ¡qué le voy a hacer! ¡Los perderé!
Gén 43:15  Ellos tomaron los regalos, el doble del dinero, y a Benjamín, y emprendieron el viaje a Egipto. Allí se presentaron ante José.
Gén 43:16  Cuando éste vio a Benjamín con ellos, le dijo a su mayordomo: «Lleva a estos hombres a mi casa. Luego, mata un animal y prepáralo, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.»
Gén 43:17  El mayordomo cumplió la orden y los llevó a la casa de José.
Gén 43:18  Al ver ellos que los llevaban a la casa de José, se asustaron mucho y se dijeron: «Nos llevan por causa del dinero que se puso en nuestras bolsas la vez pasada. Ahora nos atacarán, nos acusarán, y hasta nos harán sus esclavos, con nuestros anim
Gén 43:19  Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de José, y antes de entrar le dijeron:
Gén 43:20  —Perdón, señor: nosotros ya vinimos antes para comprar alimento;
Gén 43:21  pero a nuestro regreso, cuando acampamos para pasar la noche, descubrimos que en cada una de nuestras bolsas estaba el dinero que habíamos pagado. ¡Pero lo hemos traído para devolverlo!
Gén 43:22  También hemos traído más dinero para comprar alimento. ¡No sabemos quién pudo haber puesto el dinero de vuelta en nuestras bolsas!
Gén 43:23  —Está bien, no tengáis miedo —contestó aquel hombre—.Vuestro Dios y de vuestro padre habrá puesto ese tesoro en vuestras bolsas. A mí me consta que recibí el dinero que vosotros pagasteis.El mayordomo les llevó a Simeón,
Gén 43:24  y a todos los hizo pasar a la casa de José. Allí les dio agua para que se lavaran los pies, y les dio de comer a sus asnos.
Gén 43:25  Ellos, por su parte, prepararon los regalos, mientras esperaban que José llegara al mediodía, pues habían oído que comerían allí.
Gén 43:26  Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que le habían llevado, y rostro en tierra se postraron ante él.
Gén 43:27  José les preguntó cómo estaban, y añadió:—¿Cómo está vuestro padre, el anciano del cual me hablasteis? ¿Vive todavía?
Gén 43:28  —Nuestro padre, tu siervo, se encuentra bien, y todavía vive —respondieron ellos.Y en seguida le hicieron una reverencia para honrarlo.
Gén 43:29  José miró a su alrededor y, al ver a Benjamín, su hermano de padre y madre, les preguntó:—¿Es éste vuestro hermano menor, del cual me habíais hablado? ¡Que Dios te guarde, hijo mío!
Gén 43:30  Conmovido por la presencia de su hermano, y no pudiendo contener el llanto, José salió de prisa. Entró en su habitación, y allí se echó a llorar desconsoladamente.
Gén 43:31  Después se lavó la cara y, ya más calmado, salió y ordenó: «¡Servid la comida!»
Gén 43:32  A José le sirvieron en un sector, a los hermanos en otro, y en otro más a los egipcios que comían con José. Los egipcios no comían con los hebreos porque, para los habitantes de Egipto, era una abominación.
Gén 43:33  Los hermanos de José estaban sentados frente a él, de mayor a menor, y unos a otros se miraban con asombro.
Gén 43:34  Las porciones les eran servidas desde la mesa de José, pero a Benjamín se le servían porciones mucho más grandes que a los demás. En compañía de José, todos bebieron y se alegraron.

Gén 43:1  Y el hambre prevaleció sobre la tierra.
Gén 43:2  Y aconteció que, cuando acabaron de comer todo el trigo que trajeran de Egipto, díjoles su padre: «De nuevo yendo, compradnos unos pocos víveres».
Gén 43:3  Y díjole Judá, diciendo: «Con conjuración nos ha conjurado el hombre, diciendo: «No veréis mi faz, si vuestro hermano el menor no descendiere a mí.
Gén 43:4  Si, pues, enviares nuestro hermano con nosotros, descenderemos, y compraremos víveres;
Gén 43:5  pero, si no enviares nuestro hermano con nosotros, no iremos; pues el hombre díjonos, diciendo: «No veréis mi faz, si vuestro hermano el menor no está con vosotros».
Gén 43:6  Y dijo Israel: «¿Porqué me habéis hecho mal, anunciando al hombre que tenéis hermano?»
Gén 43:7  Y ellos dijeron: «Preguntando preguntónos el hombre por nuestro linaje, diciendo: «¿Si aún vuestro padre vive? ¿Si tenéis hermanos? Y le anunciamos según su pregunta. ¿Acaso sabíamos que nos diría: «Traed vuestro hermano?»
Gén 43:8  Y dijo Judá a Israel su padre: «Envía el niñito conmigo, y levantándonos, partiremos, para que vivamos y no muramos, así nosotros como tú, como nuestros pequeñuelos.
Gén 43:9  Y yo le recibo: de mi mano pídele: si no te le trajere y pusiere delante de ti, pecado habré contra ti todos los días.
Gén 43:10  Pues si no hubiéramos tardado, ya volviéramos dos veces».
Gén 43:11  Y díjoles Israel su padre: «Si así es, esto haced: tomad de lo selecto de la tierra en vuestros vasos y llevad al hombre dones: de resina y de miel; timiama y bálsamo, y terebinto y nueces.
Gén 43:12  Y el dinero doble llevad en vuestras manos; el dinero el devuelto en vuestras alforjas, devolved con vosotros; acaso fue error.
Gén 43:13  Y a vuestro hermano tomad, y, levantándoos, id al hombre.
Gén 43:14  Y mi Dios todopoderoso os dé gracia delante del hombre, y remita vuestro hermano el otro y Benjamín; yo, empero, así como he quedado sin hijos, he quedado sin hijos».
Gén 43:15  Y, tomando los varones estos dones, el dinero doble, tomaron en sus manos y a Benjamín; y, levantándose, descendieron a Egipto, y presentáronse delante de José.
Gén 43:16  Y vióles José y a Benjamín su hermano, y mandó al que era sobre su casa: «Entra los hombres en la casa, y mata víctimas y dispón; que conmigo comerán los hombres pan al mediodía».
Gén 43:17  E hizo el hombre según dijo José y entró los hombres en la casa de José.
Gén 43:18  Y temieron los hombres cuando se les llevó a la casa de José, y dijeron: «Por el dinero el devuelto en nuestras alforjas antes, se nos lleva, para calumniarnos e imputarnos para cogernos por esclavos a nosotros y nuestros asnos».
Gén 43:19  Y llegáronse al hombre el que era sobre la casa de José y habláronle en la puerta de la casa,
Gén 43:20  diciendo: «Te rogamos, señor: descendimos antes de comprar víveres;
Gén 43:21  y aconteció, cuando vinimos a hospedarnos, abrimos nuestras alforjas, y he aquí el dinero de cada uno estaba en la alforja de él; nuestro dinero en balanza, hemos devuelto ahora en nuestras alforjas;
Gén 43:22  y otro dinero hemos traído con nosotros a comprar víveres; no sabemos quién echó el dinero en nuestras alforjas».
Gén 43:23  Y díjoles el hombre: «Paz con vosotros: no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestros padres os dio tesoro en vuestras(a)  alforjas y el dinero vuestro probado(b)  lo tengo». Y sácoles a Simeón;
Gén 43:24  y entróles a la casa de José, y trajo agua para que se lavaran los pies, y trajo forraje a sus asnos.
Gén 43:25  Y previnieron los dones hasta que viniera José al mediodía; pues habían oído que allí habían de comer.
Gén 43:26  Y entró José en la casa, y trajéronle los dones que tenían en sus manos a la casa, y adoráronle de rostro sobre la tierra.
Gén 43:27  Y preguntóles: «¿Cómo estáis?» Y díjoles: «¿Está bien vuestro padre el anciano que decíais? ¿Aún vive?
Gén 43:28  Y ellos dijeron: «Está bien el niño tuyo, nuestro padre; aún vive». Y dijo: «Bendito aquel hombre por Dios»(c) . E inclinándose, adoraron.
Gén 43:29  Y, levantando los ojos José,(d)  vio a Benjamín su hermano, el hijo de su madre, y díjoles: «¿Ese es vuestro hermano el menor que me decíais? Y dijo: «Dios apiádese de ti, hijo mío».
Gén 43:30  Y turbóse José, y conmoviéronse sus entrañas sobre su hermano; y buscaba dónde llorar; y, entrando en la cámara, lloró allí.
Gén 43:31  Y lavóse el rostro, y salió fuera, y dominóse y dijo: «Poned panes».
Gén 43:32  Y pusieron para él solo; y para ellos aparte; y para los egipcios que comían con él, aparte; pues no pueden los egipcios comer con los hebreos pan; que abominación es para los egipcios todo pastor de ovejas.(e) 
Gén 43:33  Y sentáronse en frente de él: el primogénito, según su primogenitura, y el menor, según su menoría; y asombráronse los hombres cada uno con su hermano.
Gén 43:34  Y lleváronse presentes de él a ellos; y excedía el presente de Benjamín los presentes de todos cinco veces. Y bebieron y embriagáronse con él.(f) 


Gén 43:1 

Los hermanos de José regresan con Benjamín
  El hambre era grande en la tierra;
Gén 43:2  y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Gén 43:3  Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
Gén 43:4  Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
Gén 43:5  Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
Gén 43:6  Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
Gén 43:7  Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro hermano?
Gén 43:8  Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
Gén 43:9  Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre;
Gén 43:10  pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.
Gén 43:11  Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
Gén 43:12  Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación.
Gén 43:13  Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón.
Gén 43:14  Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
Gén 43:15  Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.
Gén 43:16  Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.
Gén 43:17  E hizo el hombre como José dijo, y llevó a los hombres a casa de José.
Gén 43:18  Entonces aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de José, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
Gén 43:19  Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa.
Gén 43:20  Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos.
Gén 43:21  Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.
Gén 43:22  Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
Gén 43:23  El les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos.
Gén 43:24  Y llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
Gén 43:25  Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José a mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan.
Gén 43:26  Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra.
Gén 43:27  Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía?
Gén 43:28  Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
Gén 43:29  Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
Gén 43:30  Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.
Gén 43:31  Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Poned pan.
Gén 43:32  Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.
Gén 43:33  Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
Gén 43:34  Y José tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.


Gén 43:1 
Benjamín, llevado a Egipto
El hambre aumentaba en el país,
Gén 43:2  así que cuando Jacob y sus hijos se comieron lo que les quedaba del trigo que habían llevado de Egipto, Jacob les dijo:
–Id otra vez a comprar un poco de trigo para nosotros.
Gén 43:3  Pero Judá le contestó:
–Aquel hombre nos dijo bien claro: ‘Si no traéis aquí a vuestro hermano menor, no vengáis a verme.’
Gén 43:4  Así pues, si le dejas ir con nosotros, iremos a comprarte trigo;
Gén 43:5  pero si no le dejas ir, no iremos. Aquel hombre nos dijo: ‘Si no traéis aquí a vuestro hermano menor, no vengáis a verme.’
Gén 43:6  Entonces dijo Israel:
–¿Por qué me habéis hecho tanto daño? ¿Por qué le dijisteis a ese hombre que tenéis otro hermano?
Gén 43:7  Ellos contestaron:
–Porque él nos preguntaba mucho acerca de nosotros y de nuestra familia. Nos dijo: ‘¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano?’ Y nosotros no hicimos más que contestar a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a saber que nos diría: ‘Traed a vuestro hermano’?
Gén 43:8  Judá dijo a su padre Israel:
–Si queremos vivir, deja que vaya el muchacho bajo mi cuidado, y nos iremos en seguida. Así no moriremos ni tú, ni nosotros, ni nuestros hijos.
Gén 43:9  Yo te respondo de él; a mí me pedirás cuentas de lo que le pase. Si no te lo devuelvo en este mismo lugar, seré el culpable delante de ti para toda la vida.
Gén 43:10  Si no nos hubiéramos demorado tanto aquí, ¡ya habríamos ido y venido dos veces!
Gén 43:11  Entonces su padre les contestó:
–Puesto que no hay otro remedio, haced esto: llevad en vuestros costales un regalo para ese hombre. Llevadle de lo mejor que el país produce: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nueces y almendras.
Gén 43:12  Llevad también el doble del dinero y entregad personalmente el dinero que os devolvieron; tal vez fue un error.
Gén 43:13  ¡Vamos!, tomad a vuestro hermano e id otra vez a ver a ese hombre.
Gén 43:14  Que el Dios todopoderoso[a] le haga tener compasión de vosotros para que deje libre a vuestro otro hermano y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de quedarme sin hijos, ¡pues me quedaré sin hijos!
Gén 43:15  Los hijos de Jacob tomaron los regalos, el doble del dinero, y a Benjamín, y se fueron a Egipto. Cuando llegaron ante José,
Gén 43:16  y José vio que Benjamín estaba con ellos, dijo al mayordomo de su casa:
–Lleva a estos hombres a mi casa, y mata una vaca y prepárala, porque ellos comerán conmigo hoy al mediodía.
Gén 43:17  El mayordomo hizo tal y como José le ordenó, y los llevó personalmente;
Gén 43:18  pero ellos se asustaron porque los llevaban a la casa de José, y se dijeron:
–¡Esto es un pretexto! Nos han traído aquí por el dinero que nos devolvieron la vez pasada. Van a atacarnos y hacernos trabajar como esclavos, junto con nuestros animales.
Gén 43:19  Así que, al llegar a la puerta de la casa, se acercaron al mayordomo para hablar con él,
Gén 43:20  y le dijeron:
–¡Ay, señor! La otra vez vinimos de veras a comprar trigo,
Gén 43:21  pero cuando llegamos al lugar donde íbamos a pasar la noche, abrimos nuestros costales, y ahí, en la boca de cada costal, estaba el dinero de cada uno de nosotros. El dinero estaba completo. Ahora lo hemos traído para devolverlo,
Gén 43:22  y también trajimos más dinero para comprar trigo. Pero no sabemos quién puso nuestro primer dinero en los costales.
Gén 43:23  El mayordomo contestó:
–Calmaos, no tengáis miedo. El Dios vuestro y de vuestro padre debe de haber puesto ese dinero en vuestros costales, pues yo recibí el dinero que habíais pagado.
El mayordomo sacó a Simeón y lo llevó a donde estaban ellos;
Gén 43:24  luego llevó a todos a la casa de José, les dio agua para que se lavaran los pies, y también dio de comer a sus asnos.
Gén 43:25  Ellos prepararon los regalos y esperaron a que José llegara al mediodía, pues habían sabido que allí iban a comer.
Gén 43:26  Cuando José llegó a la casa, le dieron los regalos que habían traído y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente.
Gén 43:27  José les preguntó cómo estaban, y también preguntó:
–¿Cómo está vuestro padre, el anciano del cual me hablasteis? ¿Vive todavía?
Gén 43:28  Ellos hicieron una reverencia, y dijeron:
–Nuestro padre, vuestro servidor, está bien. Todavía vive.
Gén 43:29  José miró a su alrededor, y vio a Benjamín, su hermano de padre y madre, y dijo:
–¿Es este vuestro hermano menor, del cual me hablasteis? ¡Que Dios te bendiga, hijo mío!
Al decir esto,
Gén 43:30  José se sintió tan emocionado de ver a su hermano, que le dieron ganas de llorar. Apresuradamente entró en su cuarto y se echó a llorar.
Gén 43:31  Cuando pudo contener el llanto, se lavó la cara y salió, y dijo: “¡Servid ya la comida!”
Gén 43:32  A José le sirvieron en una mesa, a los hijos de Jacob en otra,[b] y en otra distinta a los egipcios que comían con José; porque los egipcios tenían prohibido comer junto con los hebreos.
Gén 43:33  Los hermanos de José se sentaron, cuando José se lo indicó, por orden de edad, del mayor al menor; y estaban muy sorprendidos y mirándose unos a otros.
Gén 43:34  José les dio de comer de lo que él tenía en su propia mesa, y a Benjamín le dio mucho más[c] que a los otros. José y sus hermanos bebieron y se alegraron juntos.

Gén 43:1  Y el hambre era grande en la tierra.
Gén 43:2  Y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Gén 43:3  Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros.
Gén 43:4  Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:
Gén 43:5  Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros.
Gén 43:6  Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
Gén 43:7  Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra parentela, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Haced venir a vuestro hermano?
Gén 43:8  Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
Gén 43:9  Yo lo fío; a mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere delante de ti, seré para ti el culpable todos los días;
Gén 43:10  que si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces.
Gén 43:11  Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
Gén 43:12  Y tomad en vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; por ventura fue yerro.
Gén 43:13  Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón.
Gén 43:14  Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
Gén 43:15  Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doblado dinero, y a Benjamín; y se levantaron, y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.
Gén 43:16  Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Mete a aquellos varones en casa, y degüella víctima, y aderézala; porque estos varones comerán conmigo al mediodía.
Gén 43:17  Y el varón hizo como José dijo; y metió aquel varón a los hombres en casa de José.
Gén 43:18  Y aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de José, y decían: Por el dinero que fue vuelto en nuestros costales la primera vez nos han metido aquí, para revolver sobre nosotros, y dar sobre nosotros, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
Gén 43:19  Y se llegaron a aquel varón que presidía en la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa.
Gén 43:20  Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros descendimos al principio a comprar alimentos;
Gén 43:21  y aconteció que cuando vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí que el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer en nuestras manos.
Gén 43:22  Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
Gén 43:23  Y él respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; vuestro dinero vino a mí. Y sacó a Simeón a ellos.
Gén 43:24  Y metió aquel varón a aquellos hombres en casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies; y dio de comer a sus asnos.
Gén 43:25  Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José al mediodía, porque habían oído que allí habían de comer pan.
Gén 43:26  Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron a él hasta tierra.
Gén 43:27  Entonces les preguntó de la paz, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, tiene paz? ¿Vive todavía? 4
Gén 43:28  Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
Gén 43:29  Y alzando él sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
Gén 43:30  Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y procuró dónde llorar: y entró en su cámara, y lloró allí.
Gén 43:31  Y lavó su rostro, y salió fuera, y se esforzó, y dijo: Poned pan.
Gén 43:32  Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los Egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.
Gén 43:33  Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su mayoría, y el menor conforme a su menoría; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
Gén 43:34  Y él tomó presentes de delante de sí para ellos; mas el presente de Benjamín era aumentado más que los presentes de todos ellos en cinco partes; y ellos bebieron, y se embriagaron con él.

Gén 43:1  Y el hambre se hizo grave en el país.
Gén 43:2  Y aconteció que tan pronto como ellos hubieron acabado de comer los cereales que habían traído de Egipto, su padre procedió a decirles: “Vuelvan, cómprennos un poco de alimento”.
Gén 43:3  Entonces Judá le dijo: “Terminantemente nos testificó el hombre, diciendo: ‘No deben volver a ver mi rostro a menos que esté su hermano con ustedes’.
Gén 43:4  Si vas a enviar a nuestro hermano con nosotros, estamos dispuestos a bajar y a comprarte alimento.
Gén 43:5  Pero si no lo vas a enviar, no bajaremos, porque de veras nos dijo el hombre: ‘No deben volver a ver mi rostro a menos que su hermano esté con ustedes’”.
Gén 43:6  E Israel exclamó: “¿Por qué tuvieron que hacerme daño declarándole al hombre que tenían otro hermano?”.
Gén 43:7  A lo cual dijeron ellos: “El hombre inquirió precisamente acerca de nosotros y de nuestros parientes, diciendo: ‘¿Todavía está vivo su padre? ¿Tienen otro hermano?’, y proseguimos informándole conforme a estos hechos. ¿Cómo podíamos saber de seguro que él diría: ‘Hagan bajar a su hermano’?”.
Gén 43:8  Por fin Judá dijo a Israel su padre: “Envía al muchacho conmigo, para que nos levantemos y vayamos y para que nos mantengamos vivos y no muramos, tanto nosotros como tú y nuestros niñitos.
Gén 43:9  Yo seré fianza por él. De mi mano podrás exigir la penalidad por él. Si no te lo traigo y te lo presento, entonces habré pecado contra ti para siempre.
Gén 43:10  Pero si no nos hubiéramos demorado, ya habríamos ido allá y vuelto estas dos veces”.
Gén 43:11  De modo que les dijo Israel su padre: “Si ese, pues, es el caso, hagan esto: Tomen en sus receptáculos los productos más finos del país y llévenlos al hombre como regalo: un poco de bálsamo, y un poco de miel, ládano y cáscara resinosa, pistachos y almendras.
Gén 43:12  También, lleven en la mano el doble de dinero; y el dinero que fue devuelto en la boca de sus costales lo llevarán de vuelta en su mano. Tal vez fue equivocación.
Gén 43:13  Y tomen a su hermano y levántense, vuelvan al hombre.
Gén 43:14  Y déles Dios Todopoderoso piedad delante del hombre, para que ciertamente les suelte a su otro hermano y a Benjamín. ¡Pero yo, en caso de que tenga que ser privado de hijos, ciertamente seré privado de hijos!”.
Gén 43:15  Por consiguiente, los hombres tomaron este regalo, y tomaron el doble de dinero en su mano, y a Benjamín. Entonces se levantaron y se pusieron a bajar a Egipto, y llegaron a estar de pie delante de José.
Gén 43:16  Cuando José vio a Benjamín con ellos, dijo en seguida al hombre que estaba sobre su casa: “Lleva a los hombres a la casa y degüella animales y haz los preparativos, porque los hombres han de comer conmigo al mediodía”.
Gén 43:17  Inmediatamente el hombre hizo tal como había dicho José. Así que el hombre llevó a los hombres a casa de José.
Gén 43:18  Pero a los hombres les dio miedo porque los habían llevado a casa de José, y empezaron a decir: “¡Es por motivo del dinero que volvió con nosotros en nuestros costales al comienzo por lo que se nos está trayendo acá, para caer sobre nosotros y asaltarnos y para tomarnos como esclavos, y también nuestros asnos!”.
Gén 43:19  Por lo tanto se acercaron al hombre que estaba sobre la casa de José y le hablaron a la entrada de la casa,
Gén 43:20  y dijeron: “¡Dispénsanos, señor mío! Por cierto, vinimos al principio para comprar alimento.
Gén 43:21  Pero lo que sucedió fue que cuando llegamos al lugar de alojamiento y empezamos a abrir nuestros costales, pues, ¡mira!, el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su peso completo. De modo que quisiéramos devolverlo con nuestras propias manos.
Gén 43:22  Y hemos traído más dinero en nuestras manos para comprar alimento. Ciertamente no sabemos quién colocó nuestro dinero en nuestros costales”.
Gén 43:23  Entonces él dijo: “Todo está bien en cuanto a ustedes. No tengan miedo. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les dio tesoro en sus costales. Su dinero llegó primero a mí”. Después de eso les sacó a Simeón.
Gén 43:24  Entonces el hombre introdujo a los hombres en casa de José y dio agua para que les lavaran los pies, y dio pienso para sus asnos.
Gén 43:25  Y ellos se pusieron a alistar el regalo para la venida de José al mediodía, porque habían oído que era allí donde iban a comer pan.
Gén 43:26  Cuando José venía entrando en la casa, entonces el regalo que tenían en la mano se lo llevaron a él en la casa, y se postraron ante él en tierra.
Gén 43:27  Después de esto él les preguntó si les iba bien, y dijo: “¿Le va bien a su padre, el hombre de edad de quien han hablado? ¿Todavía está vivo?”.
Gén 43:28  A lo cual dijeron: “Le va bien a tu siervo nuestro padre. Todavía está vivo”. Entonces se inclinaron y se postraron.
Gén 43:29  Cuando él alzó los ojos y vio a Benjamín su hermano, el hijo de su madre, pasó a decir: “¿Es este su hermano, el menor de quien me han hablado?”. Y añadió: “Que Dios te muestre su favor, hijo mío”.
Gén 43:30  José ahora tenía prisa, porque se le habían excitado sus emociones internas para con su hermano, de modo que buscó [un lugar donde] llorar, y entró en un cuarto interior y allí cedió a las lágrimas.
Gén 43:31  Después se lavó el rostro y salió y se contuvo y dijo: “Sirvan la comida”.
Gén 43:32  Y procedieron a servírsela a él aparte y a ellos aparte y a los egipcios que estaban comiendo con él aparte; puesto que los egipcios no podían comer una comida con los hebreos, porque eso es cosa detestable a los egipcios.
Gén 43:33  Y fueron sentados delante de él, el primogénito según su derecho como primogénito, y el más joven según su juventud; y los hombres se miraban unos a otros con asombro.
Gén 43:34  Y él hacía que les llevaran porciones de delante de sí, pero aumentaba la porción de Benjamín a cinco veces el tamaño de las porciones de todos los demás. De manera que ellos continuaron banqueteando y bebiendo con él a satisfacción.

Gén 43:1  En todo Canaán el hambre seguía aumentando,
Gén 43:2  así que cuando se acabó el trigo que habían traído de Egipto, su padre les dijo: —Vuelvan a Egipto y compren más trigo para que tengamos comida.
Gén 43:3  Pero Judá le dijo: —El gobernador de Egipto claramente nos dijo que no va a recibirnos si no llevamos a nuestro hermano. Así que iremos a comprar trigo sólo si dejas que él nos acompañe.
Gén 43:6  Su padre les dijo: —¿Y para qué le dijeron que tenían otro hermano? ¿Por qué me causan tantos problemas?
Gén 43:7  Ellos le respondieron: —Es que ese hombre nos hacía muchas preguntas acerca de nosotros y de nuestra familia. Que si todavía vivías, que si teníamos algún otro hermano. Nosotros no hicimos más que responderle. Jamás nos imaginamos que nos pediría llevar a nuestro hermano.
Gén 43:8  Por su parte, Judá le dijo a su padre: —Si queremos seguir con vida, Benjamín tiene que venir con nosotros. Déjalo ir, y nos iremos enseguida.
Gén 43:9  Yo me hago responsable por él. Si no te lo devuelvo aquí mismo, toda mi vida cargaré con la culpa.
Gén 43:10  Francamente, si no hubiéramos dejado pasar tanto tiempo, ¡ya hubiéramos ido y vuelto dos veces!
Gén 43:11  Ante esto, su padre no tuvo más remedio que aceptar: —Pues si no hay otra solución, llévense a su hermano y vuelvan ya a donde está ese hombre. Pero hagan lo siguiente: Llenen sus sacos con los mejores productos de nuestro país para regalárselos. Llévenle bálsamo, un poco de miel, algunas especias, y mirra, pistachos y almendras. Lleven también una doble cantidad de dinero, pues tienen que entregar el que les devolvieron en sus sacos. Tal vez lo pusieron allí por error.
Gén 43:14  Que el Dios todopoderoso haga que ese hombre les tenga compasión, y deje que Benjamín y su otro hermano regresen con ustedes. En cuanto a mí, si he de perder a todos mis hijos, tendré que aceptarlo.
Gén 43:15  Los hijos de Jacob tomaron los regalos, una doble cantidad de dinero, y a Benjamín, y a toda prisa se fueron a Egipto. Al llegar, se presentaron ante José,
Gén 43:16  y cuando José vio a Benjamín con ellos, le dijo al mayordomo de su palacio: «Lleva a esos hombres a mi casa, y prepara la comida. Mata un animal, porque al mediodía van a almorzar conmigo».
Gén 43:17  El mayordomo cumplió con sus órdenes y llevó a la casa de José a sus hermanos;
Gén 43:18  pero ellos se asustaron mucho y pensaron: «Este hombre nos ha traído a su casa por el dinero que se nos devolvió en el primer viaje. Lo que quiere es atacarnos, hacernos sus esclavos y quedarse con nuestros burros».
Gén 43:19  Por eso, al llegar a la entrada de la casa se acercaron al mayordomo de José y le dijeron:
Gén 43:20  —Señor, como usted sabe, la vez pasada vinimos a comprar trigo.
Gén 43:21  Y resulta que cuando paramos para pasar la noche, al abrir nuestros sacos cada uno de nosotros encontró allí su dinero. ¡No faltaba nada! Pero no sabemos quién lo haya puesto allí. Aquí lo traemos con nosotros, y también traemos más dinero para comprar más trigo.
Gén 43:23  El mayordomo los tranquilizó: —No se preocupen, que todo está en orden. Yo recibí el dinero que ustedes pagaron. Tal vez el Dios de ustedes y de su padre les puso en sus sacos ese regalo. Entonces sacó a Simeón
Gén 43:24  y a todos ellos los invitó a entrar en la casa de José; luego les dio agua para que se bañaran, y les dio de comer a sus burros.
Gén 43:25  Y como ellos ya sabían que José iba a comer con ellos al mediodía, prepararon los regalos para cuando él llegara.
Gén 43:26  Cuando José llegó a su casa, ellos se inclinaron delante de él y le entregaron los regalos que le habían llevado. Luego de saludarlos, José les preguntó si su padre aún vivía. Ellos le respondieron: —Así es, nuestro padre todavía vive, está bien de salud y listo para servirle.
Gén 43:29  José miró a su alrededor, y cuando vio a Benjamín, su hermano de padre y madre, les preguntó: —¿Es este su hermano menor, del que me hablaron? ¡Que Dios te bendiga, hijo mío!
Gén 43:30  Tan conmovido quedó José al ver a su hermano, que salió de prisa, entró en su cuarto y se echó a llorar.
Gén 43:31  Luego se lavó la cara y, controlando sus emociones, salió y dijo: —¡Sirvan ya la comida!
Gén 43:32  A José le sirvieron de comer aparte, porque los egipcios no comen con los hebreos, pues los consideran gente repugnante.
Gén 43:33  Los hermanos de José se sentaron frente a él según su edad, del mayor al menor, y unos a otros se miraban sin salir de su asombro.
Gén 43:34  Cuando les sirvieron de lo que José tenía en su mesa, a Benjamín le sirvieron cinco veces más que a los otros. Y bebieron con José y estuvieron muy alegres.

Gén 43:1  El hambre seguía abrumando la tierra.
Gén 43:2  Así pues, en cuanto acabaron de consumir el grano traído de Egipto, les dijo su padre: «Volved y compradnos algo de comer.»
Gén 43:3  Judá le dijo: «Bien claro nos dio a entender aquel hombre que no veríamos su rostro si no estaba con nosotros nuestro hermano.
Gén 43:4  Si mandas a nuestro hermano con nosotros, bajaremos y te compraremos víveres;
Gén 43:5  pero si no le mandas, no bajamos, porque aquel hombre nos dijo: “No os presentéis a mí si no está vuestro hermano con vosotros.”»
Gén 43:6  Dijo Israel: «¿Por qué para desgracia mía hicisteis saber a ese hombre que teníais otro hermano?»
Gén 43:7  Dijeron: «!Él empezó preguntándonos por nuestra familia, diciéndonos: ¿Tenéis aún padre? ¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis algún otro hermano? Y nosotros nos limitamos a responder a sus palabras. ¿Podíamos saber que iba a decirnos: Bajad a vuestro hermano?»
Gén 43:8  Dijo Judá a su padre Israel: «Deja ir al chico conmigo; deja que vayamos para vivir y no morir ni nosotros, ni tú, ni nuestros pequeños.
Gén 43:9  Yo respondo de él, de mi mano lo exigirás si no lo trajere aquí y te lo presentare, y estaría yo en falta contigo a perpetuidad.
Gén 43:10  Que lo que es, si no nos hubiéramos entretenido, para estas horas ya estaríamos de vuelta.»
Gén 43:11  Díjoles su padre Israel: «Siendo así, hacedlo; llevaos de lo más fino del país en vuestras cestas, y bajad a aquel hombre un regalo, un poco de sandácara, un poco de miel, almáciga y ládano, pistachos y almendras.
Gén 43:12  Tomáis también con vosotros el doble de plata y devolvéis personalmente la plata devuelta en la boca de vuestras talegas, por si se trata de un error.
Gén 43:13  Tomad, pues, a vuestro hermano y volved inmediatamente donde ese hombre;
Gén 43:14  que El Sadday os haga hallar misericordia ante ese hombre, y que él os despache y suelte a vuestro otro hermano, y a Benjamín. Por mi parte, si he de perder a mis hijos, qué le vamos a hacer.»
Gén 43:15  Ellos tomaron dicho regalo y el doble de plata consigo, y asimismo a Benjamín, y poniéndose en marcha bajaron a Egipto y se presentaron a José.
Gén 43:16  José vio con ellos a Benjamin, y dijo a su mayordomo: «Lleva a esos hombres a casa, mata algún animal y lo preparas, porque esos hombres van a comer conmigo a mediodía.»
Gén 43:17  El hombre hizo como le había dicho José, y llevó a los hombres a casa de José.
Gén 43:18  Ellos se asustaron porque se les llevaba a casa de José, y dijeron: «Es por lo de la plata devuelta en nuestros sacos la otra vez, por lo que se nos trae acá, para ponernos alguna trampa, caer sobre nosotros y reducirnos a esclavitud, junto con nuestros asnos.»
Gén 43:19  Y acercándose al mayordomo de José le dijeron a la puerta de la casa:
Gén 43:20  «Por favor, señor, nosotros bajamos anteriormente a comprar víveres.
Gén 43:21  Pero resultó que cuando fuimos a hacer noche y abrimos nuestras talegas de grano, nos encontramos con que la plata de cada uno estaba en la boca de su talega, nuestra plata bien pesada, y la hemos devuelto con nosotros,
Gén 43:22  y además traemos con nosotros más plata para comprar víveres. Ignoramos quién puso nuestra plata en nuestras talegas.»
Gén 43:23  Díjoles: «La paz sea con vosotros, no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os puso ese tesoro en las talegas. Vuestra plata ya me llegó.» Y les sacó a Simeón.
Gén 43:24  Luego los introdujo en casa de José, les dio agua y se lavaron los pies, y les dio pienso para sus asnos.
Gén 43:25  Entonces ellos prepararon el regalo, mientras llegaba José a mediodía, pues oyeron que iban a comer allí.
Gén 43:26  Al entrar José en casa, le presentaron el regalo que llevaban consigo y se inclinaron hasta el suelo.
Gén 43:27  El les saludó y les preguntó: «Vuestro anciano padre de quien me hablasteis, ¿vive aún?»
Gén 43:28  Y le dijeron: «Está bien tu siervo, nuestro padre: todavía vive.» Y postrándose se inclinaron.
Gén 43:29  Entonces José volvió los ojos y vio a Benjamín, su hermano de madre, y dijo: «¿Este es vuestro hermano menor, de quien me hablasteis?» Y añadió: «Dios te guarde, hijo mío.»
Gén 43:30  José tuvo que darse prisa, porque le daban ganas de llorar de emoción por su hermano, y entrando en el cuarto lloró allí.
Gén 43:31  Luego se lavó la cara, salió y conteniéndose dijo: «Servid la comida.»
Gén 43:32  Y le sirvieron a él aparte, aparte a ellos, y aparte a los egipcios que comían con él, porque los egipcios no soportan comer con los hebreos, cosa detestable para ellos.
Gén 43:33  Sentáronse, pues, delante de él por orden de antigüedad, de mayor a menor, y unos a otros se daban muestras de asombro.
Gén 43:34  El fue tomando de delante de sí raciones para ellos, y la ración de Benjamín era cinco veces mayor que la de todos los demás. Ellos bebieron y se alegraron en su compañía.

Gén 43:1  El hambre seguía aumentando en aquel país.
Gén 43:2  Llegó el momento en que se les acabó el alimento que habían llevado de Egipto. Entonces su padre les dijo: Vuelvan a Egipto y compren un poco más de alimento para nosotros.
Gén 43:3  Pero Judá le recordó: Aquel hombre nos advirtió claramente que no nos presentáramos ante él, a menos que lo hiciéramos con nuestro hermano menor.
Gén 43:4  Si tú nos permites llevar a nuestro hermano menor, iremos a comprarte alimento.
Gén 43:5  De lo contrario, no tiene objeto que vayamos. Aquel hombre fue muy claro en cuanto a no presentarnos ante él sin nuestro hermano menor.
Gén 43:6  ¿Por qué me han causado este mal? inquirió Israel. ¿Por qué le dijeron a ese hombre que tenían otro hermano?
Gén 43:7  Porque aquel hombre nos preguntó específicamente acerca de nuestra familia respondieron ellos. ¿Vive todavía el padre de ustedes? nos preguntó. ¿Tienen algún otro hermano? Lo único que hicimos fue responder a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a saber que nos pediría llevar a nuestro hermano menor?
Gén 43:8  Judá le dijo a su padre Israel: Bajo mi responsabilidad, envía al muchacho y nos iremos ahora mismo, para que nosotros y nuestros hijos podamos seguir viviendo.
Gén 43:9  Yo te respondo por su seguridad; a mí me pedirás cuentas. Si no te lo devuelvo sano y salvo, yo seré el culpable ante ti para toda la vida.
Gén 43:10  Si no nos hubiéramos demorado tanto, ¡ya habríamos ido y vuelto dos veces!
Gén 43:11  Entonces Israel, su padre, les dijo: Ya que no hay más remedio, hagan lo siguiente: Echen en sus costales los mejores productos de esta región, y llévenselos de regalo a ese hombre: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nueces, almendras.
Gén 43:12  Lleven también el doble del dinero, pues deben devolver el que estaba en sus bolsas, ya que seguramente fue un error.
Gén 43:13  Vayan con su hermano menor y preséntense ante ese hombre.
Gén 43:14  ¡Que el Dios *Todopoderoso permita que ese hombre les tenga compasión y deje libre a su otro hermano, y además vuelvan con Benjamín! En cuanto a mí, si he de perder a mis hijos, ¡qué le voy a hacer! ¡Los perderé!
Gén 43:15  Ellos tomaron los regalos, el doble del dinero, y a Benjamín, y emprendieron el viaje a Egipto. Allí se presentaron ante José.
Gén 43:16  Cuando éste vio a Benjamín con ellos, le dijo a su mayordomo: "Lleva a estos hombres a mi casa. Luego, mata un animal y prepáralo, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía."
Gén 43:17  El mayordomo cumplió la orden y los llevó a la casa de José.
Gén 43:18  Al ver ellos que los llevaban a la casa de José, se asustaron mucho y se dijeron: "Nos llevan por causa del dinero que se puso en nuestras bolsas la vez pasada. Ahora nos atacarán, nos acusarán, y hasta nos harán sus esclavos, con nuestros animales y todo."
Gén 43:19  Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de José, y antes de entrar le dijeron:
Gén 43:20  Perdón, señor: nosotros ya vinimos antes para comprar alimento;
Gén 43:21  pero a nuestro regreso, cuando acampamos para pasar la noche, descubrimos que en cada una de nuestras bolsas estaba el dinero que habíamos pagado. ¡Pero lo hemos traído para devolverlo!
Gén 43:22  También hemos traído más dinero para comprar alimento. ¡No sabemos quién pudo haber puesto el dinero de vuelta en nuestras bolsas!
Gén 43:23  Está bien, no tengan miedo contestó aquel hombre. El Dios de ustedes y de su padre habrá puesto ese tesoro en sus bolsas. A mí me consta que recibí el dinero que ustedes pagaron. El mayordomo les llevó a Simeón,
Gén 43:24  y a todos los hizo pasar a la casa de José. Allí les dio agua para que se lavaran los pies, y les dio de comer a sus asnos.
Gén 43:25  Ellos, por su parte, prepararon los regalos, mientras esperaban que José llegara al mediodía, pues habían oído que comerían allí.
Gén 43:26  Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que le habían llevado, y rostro en tierra se postraron ante él.
Gén 43:27  José les preguntó cómo estaban, y añadió: ¿Cómo está su padre, el anciano del cual me hablaron? ¿Vive todavía?
Gén 43:28  Nuestro padre, su siervo, se encuentra bien, y todavía vive respondieron ellos. Y en seguida le hicieron una reverencia para honrarlo.
Gén 43:29  José miró a su alrededor y, al ver a Benjamín, su hermano de padre y madre, les preguntó: ¿Es éste su hermano menor, del cual me habían hablado? ¡Que Dios te guarde, hijo mío!
Gén 43:30  Conmovido por la presencia de su hermano, y no pudiendo contener el llanto, José salió de prisa. Entró en su habitación, y allí se echó a llorar desconsoladamente.
Gén 43:31  Después se lavó la cara y, ya más calmado, salió y ordenó: "¡Sirvan la comida!"
Gén 43:32  A José le sirvieron en un sector, a los hermanos en otro, y en otro más a los egipcios que comían con José. Los egipcios no comían con los hebreos porque, para los habitantes de Egipto, era una abominación.
Gén 43:33  Los hermanos de José estaban sentados frente a él, de mayor a menor, y unos a otros se miraban con asombro.
Gén 43:34  Las porciones les eran servidas desde la mesa de José, pero a Benjamín se le servían porciones mucho más grandes que a los demás. En compañía de José, todos bebieron y se alegraron.

Gén 43:1  El hambre continuaba asolando el país.
Gén 43:2  Y cuando se agotaron los víveres que habían traído de Egipto, su padre les dijo: "Regresen a Egipto a comprarnos un poco de comida".
Gén 43:3  Pero Judá le respondió: "Aquel hombre nos advirtió expresamente que no nos presentáramos delante de él, si nuestro hermano no nos acompañaba.
Gén 43:4  Si tú dejas partir a nuestro hermano con nosotros, bajaremos a comprarte comida;
Gén 43:5  pero si no lo dejas, no podremos ir, porque el hombre nos dijo: "No vengan a verme si su hermano no los acompaña".
Gén 43:6  Entonces Israel dijo: "¿Por qué me han causado este dolor, diciendo a este hombre que tenían otro hermano?".
Gén 43:7  Ellos respondieron: "El comenzó a hacernos preguntas sobre nosotros y sobre nuestra familia. "El padre de ustedes ¿vive todavía? ¿Tienen otro hermano?". Nosotros nos limitamos a responder a sus preguntas. ¿Cómo nos íbamos a imaginar que él nos diría: "Traigan aquí a su hermano"?".
Gén 43:8  Entonces Judá dijo a su padre Israel: "Envía al muchacho bajo mi responsabilidad, y ahora mismo nos pondremos en camino para poder sobrevivir. De lo contrario moriremos nosotros, tú y nuestros niños.
Gén 43:9  Yo respondo por él, y tendrás que pedirme cuentas a mí. Si no te lo traigo y lo pongo delante de tus ojos, seré culpable ante ti todo el resto de mi vida.
Gén 43:10  Ya estaríamos de vuelta dos veces, si no nos hubiéramos entretenido tanto".
Gén 43:11  Ya que tiene que ser así, continuó diciendo Israel, hagan lo siguiente: Pongan en sus equipajes los mejores productos del país, y regalen a aquel hombre un poco de bálsamo y un poco de miel, goma tragacanto, mirra, nueces y almendras.
Gén 43:12  Tomen además una doble cantidad de dinero, porque ustedes tendrán que restituir la suma que les pusieron junto a la abertura de la bolsa. Tal vez se trate de una equivocación.
Gén 43:13  Lleven también a su hermano, y vuelvan cuanto antes a ver a ese hombre.
Gén 43:14  Que el Dios Todopoderoso lo mueva a compadecerse de ustedes, y él les permita traer a su hermano, lo mismo que a Benjamín. Yo, por mi parte, si tengo que verme privado de mis hijos, estoy dispuesto a soportarlo".
Gén 43:15  Ellos recogieron los regalos, tomaron una doble cantidad de dinero, y bajaron a Egipto llevándose a Benjamín. En seguida fueron a presentarse delante de José,
Gén 43:16  y cuando este vio que venían con Benjamín, dijo a su mayordomo: "Lleva a estos hombres a casa. Mata un animal y prepáralo, porque hoy al mediodía comerán conmigo".
Gén 43:17  El mayordomo hizo lo que José le había ordenado y los condujo hasta la casa.
Gén 43:18  Pero ellos, al ser llevados a la casa de José, se llenaron de temor y dijeron: "Nos traen aquí a causa del dinero que fue puesto en nuestras bolsas la vez anterior. No es más que un pretexto para atacarnos y convertirnos en esclavos, junto con nuestros animales".
Gén 43:19  Entonces se acercaron al mayordomo de José y le hablaron a la entrada de la casa,
Gén 43:20  diciéndole: "Perdón, señor, nosotros ya estuvimos aquí una vez para abastecernos de víveres.
Gén 43:21  Pero cuando acampamos para pasar la noche, abrimos nuestras bolsas y resultó que el dinero de cada uno estaba junto a la abertura de su bolsa. Era exactamente la misma cantidad que habíamos pagado. Ahora tenemos esa suma aquí con nosotros,
Gén 43:22  y además hemos traído dinero para adquirir nuevas provisiones. No sabemos quién puso el dinero en nuestras bolsas".
Gén 43:23  Pero él respondió: "Quédense tranquilos, no teman. Su Dios y el Dios de su padre les puso ese dinero en las bolsas. La suma que ustedes pagaron está en mi poder". Y en seguida les presentó a Simeón.
Gén 43:24  El mayordomo introdujo a los hombres en la casa de José, les trajo agua para que se lavaran los pies y les dio pasto para los animales.
Gén 43:25  Ellos prepararon los regalos, esperando la llegada de José al mediodía, porque ya les había avisado que comería allí.
Gén 43:26  Cuando José entró en la casa, le presentaron los regalos que traían y se postraron ante él con el rostro en tierra.
Gén 43:27  José los saludó y les dijo: "El anciano padre de que me hablaron, ¿vive todavía? ¿Cómo está?".
Gén 43:28  "Nuestro padre, tu servidor, vive todavía y goza de buena salud", le respondieron; e inclinándose, se postraron.
Gén 43:29  Al levantar los ojos, José vio a Benjamín, el hijo de su misma madre, y preguntó: "¿Es este el hermano menor de que me habían hablado?". Y añadió: "Que Dios te favorezca, hijo mío".
Gén 43:30  José salió precipitadamente porque se conmovió a la vista de su hermano y no podía contener las lágrimas. Entró en una habitación y lloró.
Gén 43:31  Después se lavó la cara, volvió y, tratando de dominarse, ordenó que sirvieran la comida.
Gén 43:32  Sirvieron en mesas separadas a José, a sus hermanos, y a los egipcios que comían con él, porque los egipcios no pueden comer con los hebreos: es una abominación para ellos.
Gén 43:33  Cuando se sentaron frente a José, por orden de edad, de mayor a menor, sus hermanos se miraron con asombro unos a otros.
Gén 43:34  El les hizo servir de su misma mesa, y la porción de Benjamín era varias veces mayor que la de los demás. Todos bebieron y se alegraron con él.

Gén 43:1  En todo Canaán el hambre seguía aumentando,
Gén 43:2  así que cuando se acabó el trigo que habían traído de Egipto, su padre les dijo: —Vuelvan a Egipto y compren más trigo para que tengamos comida.
Gén 43:3  Pero Judá le dijo: —El gobernador de Egipto claramente nos dijo que no va a recibirnos si no llevamos a nuestro hermano. Así que iremos a comprar trigo sólo si dejas que él nos acompañe.
Gén 43:6  Su padre les dijo: —¿Y para qué le dijeron que tenían otro hermano? ¿Por qué me causan tantos problemas?
Gén 43:7  Ellos le respondieron: —Es que ese hombre nos hacía muchas preguntas acerca de nosotros y de nuestra familia. Que si todavía vivías, que si teníamos algún otro hermano. Nosotros no hicimos más que responderle. Jamás nos imaginamos que nos pediría llevar a nuestro hermano.
Gén 43:8  Por su parte, Judá le dijo a su padre: —Si queremos seguir con vida, Benjamín tiene que venir con nosotros. Déjalo ir, y nos iremos enseguida.
Gén 43:9  Yo me hago responsable por él. Si no te lo devuelvo aquí mismo, toda mi vida cargaré con la culpa.
Gén 43:10  Francamente, si no hubiéramos dejado pasar tanto tiempo, ¡ya hubiéramos ido y vuelto dos veces!
Gén 43:11  Ante esto, su padre no tuvo más remedio que aceptar: —Pues si no hay otra solución, llévense a su hermano y vuelvan ya a donde está ese hombre. Pero hagan lo siguiente: Llenen sus sacos con los mejores productos de nuestro país para regalárselos. Llévenle bálsamo, un poco de miel, algunas especias, y mirra, pistachos y almendras. Lleven también una doble cantidad de dinero, pues tienen que entregar el que les devolvieron en sus sacos. Tal vez lo pusieron allí por error.
Gén 43:14  Que el Dios todopoderoso haga que ese hombre les tenga compasión, y deje que Benjamín y su otro hermano regresen con ustedes. En cuanto a mí, si he de perder a todos mis hijos, tendré que aceptarlo.
Gén 43:15  Los hijos de Jacob tomaron los regalos, una doble cantidad de dinero, y a Benjamín, y a toda prisa se fueron a Egipto. Al llegar, se presentaron ante José,
Gén 43:16  y cuando José vio a Benjamín con ellos, le dijo al mayordomo de su palacio: «Lleva a esos hombres a mi casa, y prepara la comida. Mata un animal, porque al mediodía van a almorzar conmigo».
Gén 43:17  El mayordomo cumplió con sus órdenes y llevó a la casa de José a sus hermanos;
Gén 43:18  pero ellos se asustaron mucho y pensaron: «Este hombre nos ha traído a su casa por el dinero que se nos devolvió en el primer viaje. Lo que quiere es atacarnos, hacernos sus esclavos y quedarse con nuestros burros».
Gén 43:19  Por eso, al llegar a la entrada de la casa se acercaron al mayordomo de José y le dijeron:
Gén 43:20  —Señor, como usted sabe, la vez pasada vinimos a comprar trigo.
Gén 43:21  Y resulta que cuando paramos para pasar la noche, al abrir nuestros sacos cada uno de nosotros encontró allí su dinero. ¡No faltaba nada! Pero no sabemos quién lo haya puesto allí. Aquí lo traemos con nosotros, y también traemos más dinero para comprar más trigo.
Gén 43:23  El mayordomo los tranquilizó: —No se preocupen, que todo está en orden. Yo recibí el dinero que ustedes pagaron. Tal vez el Dios de ustedes y de su padre les puso en sus sacos ese regalo. Entonces sacó a Simeón
Gén 43:24  y a todos ellos los invitó a entrar en la casa de José; luego les dio agua para que se bañaran, y les dio de comer a sus burros.
Gén 43:25  Y como ellos ya sabían que José iba a comer con ellos al mediodía, prepararon los regalos para cuando él llegara.
Gén 43:26  Cuando José llegó a su casa, ellos se inclinaron delante de él y le entregaron los regalos que le habían llevado. Luego de saludarlos, José les preguntó si su padre aún vivía. Ellos le respondieron: —Así es, nuestro padre todavía vive, está bien de salud y listo para servirle.
Gén 43:29  José miró a su alrededor, y cuando vio a Benjamín, su hermano de padre y madre, les preguntó: —¿Es este su hermano menor, del que me hablaron? ¡Que Dios te bendiga, hijo mío!
Gén 43:30  Tan conmovido quedó José al ver a su hermano, que salió de prisa, entró en su cuarto y se echó a llorar.
Gén 43:31  Luego se lavó la cara y, controlando sus emociones, salió y dijo: —¡Sirvan ya la comida!
Gén 43:32  A José le sirvieron de comer aparte, porque los egipcios no comen con los hebreos, pues los consideran gente repugnante.
Gén 43:33  Los hermanos de José se sentaron frente a él según su edad, del mayor al menor, y unos a otros se miraban sin salir de su asombro.
Gén 43:34  Cuando les sirvieron de lo que José tenía en su mesa, a Benjamín le sirvieron cinco veces más que a los otros. Y bebieron con José y estuvieron muy alegres.

Gén 43:1  Pero la hambruna era severa en la tierra;
Gén 43:2  así que cuando se habían comido el grano cual habían traído de Mitzrayim, su padre les dijo a ellos: "Vayan de nuevo, compren un poco de alimentos."
Gén 43:3  Yahudáh le dijo: "El hombre expresamente nos advirtió: "Ustedes no verán mi rostro si su hermano no está con ustedes.'
Gén 43:4  Si mandas a nuestro hermano con nosotros, nosotros descenderemos y te compraremos alimentos;
Gén 43:5  pero si no lo envías, nosotros no descenderemos; pues el hombre nos dijo: 'Ustedes no verán mi rostro si su hermano no está con ustedes.'"
Gén 43:6  Yisra'el dijo: "¿Por qué trajeron tal problema por mi camino por decir al hombre que tenían otro hermano? "
Gén 43:7  Ellos respondieron: "El hombre seguía cuestionándonos acerca de nosotros y nuestros parientes. También él preguntó: '¿Está el padre de ustedes aun vivo? ' '¿Tienen ustedes otro hermano? ' Y nosotros respondimos de acuerdo al sentido literal de sus preguntas. ¿Cómo podríamos saber que él iba a decir: 'Traigan a su hermano'? "
Gén 43:8  Yahudáh dijo a Yisra'el su padre: "Manda al muchacho conmigo; y haremos preparaciones y saldremos; para que permanezcamos vivos y no muramos, ambos nosotros y tú, y también nuestro almacén.
Gén 43:9  Yo mismo garantizo su seguridad, me puedes hacer responsable. Si no lo traigo a ti y lo presento a tu rostro, déjame llevar la culpa para siempre.
Gén 43:10  Si no nos hubiéramos demorado tanto, ya ahora estuviéramos allí."
Gén 43:11  El padre de ellos, Yisra'el, les dijo a ellos: "Si así es como es, ha gan esto: tomen en sus sacos algunos de los mejores productos de La Tierra, y lleven un regalo al hombre – alguna resina curativa, un poco de miel, resina aromática, opio, nueces de pistacho y almendras.
Gén 43:12  Lleven el doble de dinero con ustedes y devuelvan el dinero que vino de regreso con ustedes en sus sacos – pudo haber sido un descuido.
Gén 43:13  Sí, y lleven a su hermano también; y alístense, y vayan de nuevo al hombre.
Gén 43:14  Que El Shaddai les dé favor a los ojos del hombre, para que libere a ustedes a su otro hermano tal como a Binyamin. En cuanto a mí, si tengo que perder mis hijos, los perderé."
Gén 43:15  Los hombres tomaron el regalo, y llevaron el doble del dinero con ellos, y a Binyamin; entonces ellos, preparados, descendieron a Mitzrayim y se presentaron delante de Yosef.
Gén 43:16  Cuando Yosef los vio a ellos y a su hermano Binyamin, nacido de la misma madre, él dijo al mayordomo de su casa: "Lleva los hombres dentro de la casa, mata los animales y prepara la carne. Estos hombres comerán conmigo al mediodía."
Gén 43:17  El hombre hizo como Yosef le había ordenado y trajo los hombres dentro de la casa de Yosef.
Gén 43:18  Al ser llevados dentro de la casa de Yosef los hombres se pusieron temerosos. Ellos dijeron: "Es a causa del dinero que fue devuelto la primera vez en nuestros sacos que hemos sido traídos dentro – para que él pueda usarlo como excusa para atacarnos, tomarnos como esclavos, y echar manos a nuestros asnos también."
Gén 43:19  Así que se acercaron al mayordomo de la casa de Yosef y le hablaron en la entrada de la casa
Gén 43:20  "Por favor, mi señor, la primera vez nosotros ciertamente vinimos a comprar alimentos;
Gén 43:21  pero cuando llegamos al campamento, abrimos nuestros sacos, y allí dentro de nuestros sacos estaba el dinero de cada uno, la cantidad completa. La hemos traído de regreso con nosotros;
Gén 43:22  además, hemos traído otro dinero para comprar alimentos. Nosotros no tenemos idea quién puso el dinero en nuestros sacos."
Gén 43:23  "Dejen de preocuparse," él respondió, "no tengan temor. El Elohim de ustedes y el Elohim de su padre puso el tesoro en sus sacos. En cuanto al dinero de ustedes – yo fui el que lo recibió." Entonces él sacó a Shimeon y lo llevó a ellos.
Gén 43:24  El hombre trajo a los hombres a la casa de Yosef y les dio agua, y ellos lavaron sus pies, y les dio forraje para sus asnos.
Gén 43:25  Entonces ellos prepararon el regalo para cuando Yosef llegara al mediodía, porque ellos habían oído que iban a comer allí.
Gén 43:26  Cuando Yosef llegó a la casa, ellos entraron en la casa y le presentaron con el regalo que habían traído con ellos, entonces se postraron delante de él en la tierra.
Gén 43:27  El les preguntó cómo estaban e inquirió: "¿Está el padre de ustedes bien, el anciano de quien hablaron? ¿Aún vive? "
Gén 43:28  Ellos respondieron: "Tu sirviente nuestro padre está bien; sí, aún vive." Y él dijo: "Que ese homb re sea bendecido por Elohim"; y ellos se inclinaron, y le hicieron reverencia.
Gén 43:29  El alzó su mirada y vio a Binyamin su hermano, el hijo de su madre, y dijo: "¿Es éste el hermano menor de ustedes, de quien me hablaron? " y añadió, "Elohim sea bueno contigo, hijo mío."
Gén 43:30  Entonces Yosef se apresuró a ir fuera, porque sus sentimientos hacia su hermano eran tan fuertes que quería llorar; él fue a su cuarto y allí lloró.
Gén 43:31  Entonces se lavó la cara y salió, pero se controló según dio la orden de servir la comida.
Gén 43:32  Ellos le sirvieron aparte, los hermanos aparte, y los Mitzrayimim incluidos en la comida aparte – los Mitzrayimim no comen con los Hebreos, porque eso es abominación para ellos.[117]
Gén 43:33  Así que ellos se sentaron enfrente de él, el primogénito en el lugar de honor, el menor en el último lugar; y los hombres expresaron su asombro el uno al otro.
Gén 43:34  Cada uno le fue dada su porción allí delante de él, pero la porción de Binyamin era cinco veces mayor que la de ninguno de ellos, Así que ellos bebieron y disfrutaron con él.

Gén 43:1  La escasez de alimentos seguía muy grande en el país,
Gén 43:2  y cuando se acabó el trigo que habían traído de Egipto, su padre les dijo: "Vuelvan a comprarnos un poco de comida."
Gén 43:3  Judá le contestó: "Aquel hombre nos dijo bien claro que no nos admitiría en su presencia si no iba con nosotros nuestro hermano.
Gén 43:4  Si mandas a Benjamín con nosotros, entonces iremos a buscar provisiones,
Gén 43:5  pero si no lo mandas, no bajaremos, porque aquel hombre nos dijo: "No verán mi cara si no está con ustedes su hermano el más pequeño."
Gén 43:6  Dijo entonces Israel: "¿Por qué, para desgracia mía, le dijeron a ese hombre que tenían otro hermano?"
Gén 43:7  Ellos contestaron: "Aquel hombre nos interrogó con tanta insistencia sobre nosotros y nuestra familia: ¿Vive todavía el padre de ustedes? ¿Tienen algún otro hermano? Y nosotros contestamos a esas preguntas. ¿Cómo ibamos a imaginar que nos diría: Tráiganme a su hermano?"
Gén 43:8  Entonces Judá dijo a su padre Israel: "Deja que el muchacho venga conmigo, para que podamos partir. Sólo así podremos seguir viviendo nosotros y nuestros hijos, en vez de morir.
Gén 43:9  Yo respondo por él, pídeme cuenta de él. Si no te lo traigo de vuelta y no te lo muestro de nuevo, no me perdones jamás esta falta.
Gén 43:10  Si no nos hubiéramos demorado tanto, a estas horas ya hubiéramos vuelto dos veces."
Gén 43:11  Israel, su padre, les dijo: "Ya que no queda más remedio, hagan lo siguiente. Echen en sus bolsas algo de los productos del país: tragacanto, miel, goma, láudano, pistacho y almendras, y llévenselo como regalo a ese hombre.
Gén 43:12  Tomen doble cantidad de plata y devuelvan el dinero que apareció en la boca de sus bolsas, tal vez se deba a una equivocación.
Gén 43:13  Y tomen a su hermano menor para volver donde aquel hombre.
Gén 43:14  Que el Dios de las Alturas les haga hallar misericordia ante ese hombre para que les devuelva a su otro hermano, y a Benjamín. En cuanto a mí, si pierdo a mis hijos, es que tenía que perderlos."
Gén 43:15  Tomaron entonces los regalos y doble cantidad de dinero, y también a Benjamín, y bajaron a Egipto. Se presentaron ante José.
Gén 43:16  Cuando José vio que Benjamín estaba con ellos, dijo a su mayordomo: "Lleva a casa a estos hombres, haz matar algún animal y que se prepare un banquete, porque estos hombres comerán conmigo a mediodía."
Gén 43:17  El mayordomo hizo como José le ordenó, y llevó estos hombres a la casa de José.
Gén 43:18  Ellos se asustaron porque los llevaban a la casa de José, y comentaban entre sí: "Seguramente nos traen aquí a causa del dinero que nos fue devuelto la primera vez. Nos están preparando una trampa y nos van a asaltar; nos tomarán como esclavos y se apoderarán de nuestros burros."
Gén 43:19  Por eso, estando ya para pasar la puerta, se acercaron al mayordomo de José y le dijeron:
Gén 43:20  Perdón, mi señor, pero ya vinimos una vez a comprar grano,
Gén 43:21  y cuando en la posada abrimos nuestras bolsas, el dinero de cada uno estaba en la boca de las bolsas. Contamos bien la plata y ahora la traemos aquí para devolverla.
Gén 43:22  Y traemos además plata para comprar más comida. No sabemos quién puso el dinero en nuestras bolsas."
Gén 43:23  El mayordomo les dijo: "Quédense tranquilos y no tengan miedo. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha puesto ese tesoro en sus bolsas, pues yo recibí toda su plata." Y en seguida les devolvió a Simeón.
Gén 43:24  El hombre los hizo entrar en la casa de José y les dio agua para que se lavaran los pies, y mandó dar forraje a sus burros.
Gén 43:25  Ellos prepararon el regalo y esperaron a que José llegara al mediodía, porque habían oído decir que comería allí.
Gén 43:26  Al entrar José en la casa, le ofrecieron el regalo y lo saludaron inclinándose hasta el suelo.
Gén 43:27  El les preguntó cómo estaban; les dijo: "¿Está bien el padre de ustedes, aquel anciano de quien me hablaron? ¿Vive todavía?"
Gén 43:28  Ellos respondieron: "Tu siervo, nuestro padre, está bien y vive todavía." Y se arrodillaron, inclinándose hasta el suelo.
Gén 43:29  Entonces José, levantando la vista vio a su hermano Benjamín, hijo de su misma madre, y dijo: "¿Es éste el hermano menor del cual me hablaron?" Y le dijo: "¡Dios te bendiga, hijo mío!"
Gén 43:30  José tuvo que salir rápidamente, porque se sintió muy conmovido por la presencia de su hermano y le vinieron ganas de llorar. Apenas entró en su habitación se puso a llorar.
Gén 43:31  Después se lavó la cara y volvió. Tratando de dominarse, ordenó: "Sirvan la comida."
Gén 43:32  Se la sirvieron por separado: a él aparte, también aparte a ellos, y a los egipcios que comían con él también les sirvieron aparte. Es que los egipcios no pueden comer con los hebreos: de hacerlo, Egipto se tendría por deshonrado.
Gén 43:33  Se sentaron, pues, frente a él, el mayor en el primer asiento y el menor en el último, mirándose el uno al otro con asombro.
Gén 43:34  Después separó para ellos partes de lo que se le ponía en su mesa, y la porción de Benjamín era cinco veces más grande que la de los demás. Bebieron con él y se sintieron muy alegres.

Gén 43:1  La hambruna era muy grave en la tierra.
Gén 43:2  Cuando se terminaron de comer todo el trigo que habían traído de Egipto, Jacob les dijo a sus hijos: —Vuelvan allá y cómprenos más comida para todos.
Gén 43:3  Pero Judá le dijo: —Pero el gobernador de ese país nos advirtió: “No volverán a ver mi cara a menos que su hermano esté con ustedes”.
Gén 43:4  Sólo iremos a comprarte más trigo si mandas a nuestro hermano con nosotros.
Gén 43:5  Pero si no lo mandas, no iremos allá. Ese hombre nos advirtió que no regresáramos sin él.
Gén 43:6  Entonces Israel dijo: —¿Por qué le dijeron a ese hombre que ustedes tenían otro hermano? ¿Por qué me hicieron ese mal?
Gén 43:7  Ellos respondieron: —Ese hombre nos interrogó sobre nuestra vida y nuestra familia. Nos preguntó: “¿Su papá todavía vive? ¿Tienen otro hermano?” Nosotros sólo le respondimos sus preguntas. ¿Como íbamos a saber que nos iba a pedir que trajéramos a nuestro hermano?
Gén 43:8  Después Judá le dijo a su papá, Israel: —Manda al muchacho conmigo, déjanos ir de una vez para que así tú, nosotros y nuestros hijos, sobrevivamos.
Gén 43:9  Yo mismo te garantizo que estará a salvo. Puedes hacerme responsable de él. Si no te lo traigo de regreso, me puedes culpar toda la vida.
Gén 43:10  Si no nos hubieras retrasado ya habríamos hecho dos viajes.
Gén 43:11  Luego Israel, el papá, les dijo: —Si así es como debe ser, entonces hagan esto: tomen de los mejores productos de nuestra tierra, empáquenlos en sus costales y llévenselos de regalo a ese hombre. Empaquen un bálsamo, miel, perfume, mirra, pistachos y almendras.
Gén 43:12  Lleven el doble de dinero, vuelvan a llevar el dinero que encontraron en sus costales. Probablemente fue un error.
Gén 43:13  Lleven a su hermano y váyanse inmediatamente a ver a ese hombre.
Gén 43:14  Que el Dios Todopoderoso permita que ese hombre sea bueno con ustedes y los deje regresar con Simeón y Benjamín. De lo contrario me invadirá la tristeza por haber perdido a mi hijo.
Gén 43:15  Los hombres tomaron sus regalos, el doble del dinero y a Benjamín. Se fueron para Egipto y se presentaron ante José.
Gén 43:16  Cuando José vio que Benjamín estaba con ellos, le dijo al siervo que estaba encargado de su casa: —Lleva a esos hombres a mi casa, mata un animal y prepara una comida porque ellos van a comer conmigo al mediodía.
Gén 43:17  Entonces el hombre hizo todo lo que se le dijo y llevó a los hombres a la casa de José.
Gén 43:18  Los hombres se asustaron porque los llevaron a la casa de José, y dijeron: —Nos trajeron aquí por culpa del dinero que nos volvieron a meter en nuestros costales la primera vez. Él quiere atacarnos y atraparnos, nos va a convertir en sus esclavos y se va a quedar con nuestros burros.
Gén 43:19  Entonces ellos se acercaron al esclavo encargado de la casa de José y le hablaron en la entrada de la casa.
Gén 43:20  Le dijeron: —Señor, nosotros vinimos la primera vez a comprar comida.
Gén 43:21  Pero, cuando llegamos al sitio donde íbamos a dormir, abrimos nuestros costales y nos dimos cuenta de que todos teníamos todo nuestro dinero en el tope del costal. Ahora lo trajimos para devolverlo.
Gén 43:22  El otro dinero que trajimos es para comprar comida. No sabemos quién nos volvió a meter el dinero en nuestros costales.
Gén 43:23  Entonces el siervo les dijo: —Cálmense. No se asusten. Su Dios, el Dios de su papá, les debe haber metido el dinero en sus costales. Yo mismo recibí su dinero la vez pasada. Luego el siervo trajo a Simeón ante ellos.
Gén 43:24  Después los hizo seguir a la casa de José, les dio agua y les lavó los pies. También les dio comida a los burros.
Gén 43:25  Los hermanos se enteraron de que iban a comer con José, y alistaron los regalos.
Gén 43:26  Cuando José llegó a la casa, sus hermanos le llevaron los regalos que le habían traído y se postraron rostro en tierra ante él.
Gén 43:27  José les preguntó cómo estaban y también preguntó: —¿Cómo está su papá, el anciano del cual me hablaron? ¿Todavía vive?
Gén 43:28  Los hermanos respondieron: —Nuestro papá, su siervo, está bien, aún vive. Luego le hicieron reverencia.
Gén 43:29  Cuando levantó sus ojos, vio a su hermano Benjamín, el hijo de su propia mamá, y dijo: —¿Es este el hermano menor del que me hablaron? Después le dijo a Benjamín: —Dios te bendiga, hijo mío.
Gén 43:30  Al ver a su hermano, José sintió ganas de llorar. Entonces se fue rápidamente, se metió en su cuarto y allí se puso a llorar.
Gén 43:31  Luego se lavó la cara y salió. Se controló y dijo: «Sirvan la comida».
Gén 43:32  Los siervos le sirvieron a José en una mesa solo, a los hermanos aparte en otra mesa y a los otros egipcios que estaban comiendo con ellos, les sirvieron en otra mesa. Los sentaron separados porque los egipcios detestan comer con hebreos.
Gén 43:33  Los hermanos se sentaron en una mesa frente a José. Se sentaron en orden de edad, desde el mayor hasta el menor. Unos a otros se miraban asombrados.
Gén 43:34  Luego José les ordenó a sus siervos que les llevaran comida a sus hermanos, pero la porción de Benjamín era cinco veces más grande que la de los otros. Entonces ellos festejaron y bebieron con él.

Gén 43:1  Entretanto el hambre afligía cruelmente la tierra toda.
Gén 43:2  Y consumidos los víveres traídos de Egipto, Jacob dijo a sus hijos: Volved a comprar algunos víveres.
Gén 43:3  Respondió Judá: Aquel señor que manda allí, nos intimó con protesta de juramento diciendo: No veréis mi cara si no traéis con vosotros a vuestro hermano menor.
Gén 43:4  En este supuesto, si quieres enviarle con nosotros, marcharemos juntos y te traeremos lo necesario;
Gén 43:5  pero si no te determinas a enviarle, no iremos; porque el señor aquel, como tantas veces hemos dicho, nos declaró con palabras formales que no esperásemos ver su cara sin llevar nuestro hermano más mozo.
Gén 43:6  Les dijo Israel: Para desdicha mía le hicisteis saber que todavía teníais otro hermano.
Gén 43:7  Mas ellos respondieron: Nos examinó aquel señor punto por punto acerca de nuestra familia, si el padre vivía, si teníamos otro hermano; y nosotros le respondimos consiguientemente según el interrogatorio que nos hizo. ¿De dónde podíamos saber que nos hubiese de decir: Traedme con vosotros a vuestro hermano?
Gén 43:8  Judá dijo también a su padre. Envía conmigo el chico, para que podamos ponernos luego en camino, y conservar la vida y no perezcamos nosotros y nuestros niños.
Gén 43:9  Yo respondo del muchacho; pídeme a mí cuenta de él; si no te lo volviere a traer y pusiere en tus manos, consiento en que jamás me perdones ese pecado.
Gén 43:10  Si no fuera por esta demora, estaríamos ya otra vez de vuelta.
Gén 43:11  Al fin Israel su padre les dijo: Si así es preciso, haced lo que quisiereis. Tomad en vuestras vasijas de los frutos más exquisitos de esta tierra, para ofrecer presentes a aquel señor: un poco de resina o bálsamo, y de miel, y de estoraque, y de lágrimas de mirra y de terebinto y almendras.
Gén 43:12  Llevad también doblada cantidad de dinero, y volved aquel otro que hallasteis en los sacos; no sea que haya sucedido eso por equivocación.
Gén 43:13  En fin, llevaos a vuestro hermano, e id a aquel señor.
Gén 43:14  Ojalá el Dios mío todopoderoso os le depare propicio, y deje volver con vosotros a vuestro hermano que tiene allí preso, y a este mi Benjamín. Y entretanto yo quedaré como huérfano sin hijos.
Gén 43:15  Tomaron, pues, éstos los regalos y doble dinero, y a Benjamín, y bajaron a Egipto, y se presentaron a José.
Gén 43:16  El cual luego que los vio, y a Benjamín con ellos, dio esta orden a su mayordomo: Mete esos hombres en mi casa, y degüella víctimas, y dispón un convite, porque a mediodía han de comer conmigo.
Gén 43:17  El mayordomo ejecutó lo que se le había mandado, y los hizo entrar en casa.
Gén 43:18  Ellos con eso atemorizados, se decían uno al otro: Por el dinero que nos hallamos la otra vez en nuestros costales, nos meten aquí, con el fin de hacer caer más sobre nosotros la calumnia, y sujetarnos a la esclavitud, y apoderarse de nuestros jumentos.
Gén 43:19  Por lo cual, en la misma puerta, llegándose al mayordomo de la casa,
Gén 43:20  le dijeron: Te suplicamos, señor, que nos escuches. Ya otra vez hemos venido a comprar granos,
Gén 43:21  y después de comprados, así que llegamos al mesón, abrimos nuestros costales y encontramos el dinero en la boca de los sacos, el cual devolvemos ahora del mismo peso o valor.
Gén 43:22  Además de éste traemos otro para comprar lo que necesitamos; no hemos podido saber quién le metió en nuestras bolsas.
Gén 43:23  A lo que respondió el mayordomo: Estad tranquilos; no tenéis que temer; vuestro Dios, y el Dios de vuestro padre, os ha puesto esos tesoros en vuestros sacos; pues el dinero que me disteis, lo tengo ya abonado, y me doy por satisfecho. Dicho esto, les presentó libre a Simeón.
Gén 43:24  Y después de introducidos en casa, les trajo agua con que lavaron sus pies, y dispuso que se diese pienso a los jumentos.
Gén 43:25  Ellos, por su parte, disponían los presentes para cuando entrase José al mediodía; porque habían oído que tenían que comer allí.
Gén 43:26  Entró, pues, José en su casa, y le ofrecieron los presentes, teniéndolos en sus manos, y le adoraron postrados en tierra.
Gén 43:27  Pero él, resaludándolos con afabilidad, les preguntó: ¿Goza de salud vuestro anciano padre, de quien me hablasteis? ¿Vive todavía?
Gén 43:28  A lo que respondieron: Salud goza vuestro siervo, nuestro padre; aún vive. Y otra vez inclinados le adoraron.
Gén 43:29  En esto, alzando José los ojos, vio a Benjamín, su hermano uterino, y dijo: ¿Es ése vuestro hermano el pequeño, de quien me hablasteis? E inmediatamente añadió: Dios te dé su gracia, hijo mío y te bendiga.
Gén 43:30  Y se retiró a toda prisa, porque se le conmovieron las entrañas a causa de su hermano, y se le saltaban las lágrimas; y entrando en su gabinete, prorrumpió en llanto.
Gén 43:31  Y saliendo fuera otra vez, después de haberse lavado la cara, se reprimió y dijo a sus criados: Traednos de comer.
Gén 43:32  Puestas, pues, separadamente las mesas, una para José, otra para sus hermanos, y la tercera para los egipcios también convidados, (pues no es lícito a los egipcios comer con los hebreos, y tienen por profano semejante banquete)
Gén 43:33  se sentaron en presencia de José, primero el primogénito según su mayoría, y últimamente el más pequeño según su edad. Y estaban en extremo maravillados,
Gén 43:34  al ver que de las porciones que habían recibido de él, cupo la mayor a Benjamín, por manera que era cinco veces mayor que la de los oros. Y bebieron, y se alegraron en su compañía.

Gén 43:1  Pero el hambre era ya muy grande en la tierra,
Gén 43:2  y, cuando se acabaron las provisiones que habían traído de Egipto, les dijo su padre: “Volved a comprarnos algo que comer.”
Gén 43:3  Pero Judá le contestó: “Aquel hombre nos dijo terminantemente: No me veréis si no traéis con vosotros a vuestro hermano menor.
Gén 43:4  Si mandas con nosotros a nuestro hermano, bajaremos y te compraremos provisiones;"
Gén 43:5  pero, si no, no bajaremos, pues el hombre aquel nos dijo: No veréis mi rostro a no ser que vuelva con vosotros vuestro hermano.”
Gén 43:6  Y dijo Israel: “¿Por qué me habéis hecho este mal, de dar a conocer a aquel hombre que teníais otro hermano?”
Gén 43:7  Y le contestaron: “Aquel hombre nos preguntó insistentemente sobre nosotros y sobre nuestra familia, y nos dijo: ¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis algún otro hermano?” Y nosotros contestamos según las preguntas. ¿Sabíamos acaso que iba a decirnos: “Traed a vuestro hermano”?
Gén 43:8  Y Judá dijo a Israel, su padre: “Deja ir al niño conmigo, para que podamos ponernos en camino y podamos vivir y no muramos nosotros, tú y nuestros pequeños.
Gén 43:9  Yo te respondo de él; tú le reclamarás de mi mano, y si no te lo vuelvo a traer y te lo pongo delante, seré reo ante ti para siempre."
Gén 43:10  Si no nos hubiéramos retrasado tanto, estaríamos ya dos veces de vuelta,”
Gén 43:11  Israel, su padre, les dijo: “Si es así, haced esto: tomad de los mejores productos de esta tierra en vuestro equipaje y bajádselos al hombre aquel como presente: un poco de tragacanto, un poco de miel, astrágalo, láudano, alfósigos y almendras.
Gén 43:12  Tomad plata de nuevo, y lo que hallasteis en la boca de vuestro saco devolvedlo, pues quizá ha sido un error.
Gén 43:13  Tomad a vuestro hermano e id y volved a ver a aquel hombre.
Gén 43:14  Que el Dios omnipotente os haga hallar gracia ante ese hombre para que deje volver a vuestro hermano y a Benjamín. Cuanto a mí, si he de verme privado de mis hijos, sea.”
Gén 43:15  Tomaron ellos el presente y el dinero doble y a Benjamín, y bajaron a Egipto y se presentaron a José.
Gén 43:16  Apenas vio José con ellos a Benjamín, dijo a su mayordomo: “Haz entrar en casa a esas gentes, y mata mucho y prepáralo, pues esas gentes comerán conmigo al mediodía.”
Gén 43:17  El mayordomo hizo lo que le ordenó José, e introdujo a aquellas gentes en casa.
Gén 43:18  Mientras los llevaba a casa de José llenos de temor, se decían: “Es por lo del dinero que volvió en nuestros sacos por lo que nos traen aquí: para asaltarnos, caer sobre nosotros y hacernos esclavos con nuestros asnos,”
Gén 43:19  Acercándose al mayordomo, le dijeron:
Gén 43:20  “Perdone, mi señor. Nosotros vinimos ya una vez a comprar víveres.
Gén 43:21  Al llegar al lugar donde a la vuelta pasamos la noche, abrimos los sacos y vimos que el dinero de cada uno de nosotros estaba justo a la boca de nuestros sacos.
Gén 43:22  Hemos vuelto a traerlo con nosotros, y traemos al mismo tiempo otra cantidad para comprar provisiones. Nosotros no sabemos quién puso nuestro dinero en los sacos.”
Gén 43:23  “Que sea la paz con vosotros — les dijo el mayordomo; no temáis. Ha sido vuestro Dios, el Dios de vuestro padre, el que os puso ese tesoro en los sacos. Yo recibí vuestro dinero.” Y les sacó a Simeón."
Gén 43:24  Después de hacerlos entrar en la casa, les dio agua para que se lavaran los pies, y dio también pienso a los asnos.
Gén 43:25  Ellos prepararon su presente, esperando que viniera José a mediodía, pues habían sido advertidos de que comerían allí.
Gén 43:26  Vino José a casa, y le presentaron el regalo que habían traído con ellos, postrándose ante él rostro a tierra.
Gén 43:27  El les preguntó si estaban buenos y les dijo: “Vuestro anciano padre, de quien me hablasteis, ¿vive todavía?”
Gén 43:28  Ellos le respondieron: “Tu siervo, nuestro padre, está bien, vive todavía,” y se inclinaron profundamente.
Gén 43:29  José alzó los ojos y vio a Benjamín, su hermano, hijo de su madre, y dijo: “¿Es este vuestro hermano pequeño, de quien me habéis hablado?”; y añadió: “Que Dios te bendiga, hijo mío.”
Gén 43:30  Apresuróse José a buscar dónde llorar, pues se conmovieron sus entrañas a la vista de su hermano; entró en su cámara y allí lloró."
Gén 43:31  Salió después de haberse lavado la cara, y, haciendo esfuerzos por contenerse, dijo: “Servid la comida.”
Gén 43:32  Sirvieron a José aparte, aparte a sus hermanos y aparte también a los egipcios que comían con él, pues los egipcios no pueden comer con los hebreos, por ser esto para ellos cosa abominable.
Gén 43:33  Pusieron a los hermanos de José frente a él: el primogénito según su primogenitura, y el más joven según su edad, y se miraban atónitos unos a otros.
Gén 43:34  Cuando les pusieron delante las porciones, la de Benjamín era cinco veces mayor que la de cada uno de los otros, y bebieron y estuvieron muy alegres en compañía suya.

 

 

 
  Conocen nuestro sitio 596744 visitantes (2108868 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis