Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Genesis A33
 

Capitulo 33

Gén 33:1  Cuando Jacob alzó la vista y vio que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lea, Raquel y las dos esclavas.
Gén 33:2  Al frente de todos colocó a las criadas con sus hijos, luego a Lea con sus hijos, y por último a Raquel con José.
Gén 33:3  Jacob, por su parte, se adelantó a ellos, inclinándose hasta el suelo siete veces mientras se iba acercando a su hermano.
Gén 33:4  Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar.
Gén 33:5  Luego Esaú alzó la vista y, al ver a las mujeres y a los niños, preguntó:—¿Quiénes son estos que te acompañan?—Son los hijos que Dios le ha concedido a tu siervo —respondió Jacob.
Gén 33:6  Las esclavas y sus hijos se acercaron y se inclinaron ante Esaú.
Gén 33:7  Luego, Lea y sus hijos hicieron lo mismo y, por último, también se inclinaron José y Raquel.
Gén 33:8  —¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? —preguntó Esaú.—Intentaba con ellas ganarme tu confianza —contestó Jacob.
Gén 33:9  —Hermano mío —repuso Esaú—, yo tengo más que suficiente. Quédate con lo que te pertenece.
Gén 33:10  —No, por favor —insistió Jacob—; si me he ganado tu confianza, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!
Gén 33:11  Acéptame el regalo que te he traído. Dios ha sido muy bueno conmigo, y tengo más de lo que necesito.Fue tanta la insistencia de Jacob que, finalmente, Esaú aceptó.
Gén 33:12  Más tarde, Esaú le dijo:—Sigamos nuestro viaje; yo te acompañaré.
Gén 33:13  Pero Jacob se disculpó:—Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño.
Gén 33:14  Es mejor que mi señor se adelante a su siervo, que yo seguiré al paso de la manada y de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.
Gén 33:15  —Está bien —accedió Esaú—, pero permíteme dejarte algunos de mis hombres para que te acompañen.—¿Para qué te vas a molestar? —contestó Jacob—. Lo importante es que me he ganado tu confianza.
Gén 33:16  Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.
Gén 33:17  Jacob, en cambio, se fue hacia Sucot, y allí se hizo una casa para él y cobertizos para su ganado. Por eso a ese lugar se le llamó Sucot.
Gén 33:18  Cuando Jacob volvió de Padán Aram, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en Canaán, y acampó frente a ella.
Gén 33:19  Luego, por cien monedas de plata les compró una parcela a los hijos de Jamor, el padre de Siquén, y allí instaló su tienda.
Gén 33:20  También construyó un altar, y lo llamó El Elohé Israel.

Gén 33:1  Y alzó Jacob sus ojos y vio, y he aquí Esaú su hermano venía, él y cuatrocientos hombres con él; y dividió a los niñitos con Lía y con Raquel y las dos servidoras;
Gén 33:2  y puso a las dos servidoras y los hijos de ellas adelante, y a Lía y sus niñitos, detrás; y a Raquel y José los últimos.
Gén 33:3  Y él mismo adelantóse a ellos y adoró(a)  sobre la tierra siete veces, hasta acercarse a su hermano.
Gén 33:4  Y corrió Esaú a su encuentro, y abrazóle, y le besó y echóse sobre su cuello; y lloró(b) 
Gén 33:5  Y alzó los ojos, y vio las mujeres y los niñitos y dijo: «¿Qué?» ¿éstos son tuyos? Y dijo: «Los niñitos, con que Dios se apiadó del niño tuyo».
Gén 33:6  Y llegáronse las servidoras y los niñitos de ellas y adoraron.
Gén 33:7  Y llegóse Lía y los hijos de ella, y adoraron; y, después de esto llegóse José y Raquel(c) , y adoraron.
Gén 33:8  Y dijo: «¿Qué? ¿esto tuyo es: todos estos campamentos que he encontrado?». Y el dijo: «Para hallar el niño tuyo gracia en los ojos de mi señor».
Gén 33:9  Y dijo Esaú: «Tengo mucho, hermano: sea tuyo lo tuyo».
Gén 33:10  Y dijo Jacob: «No tal; sino que, si he hallado gracia en tus ojos, recibe los dones de mis manos; puesto que he visto en tu rostro, como se ve el rostro de Dios(d) ; y me complacerás:
Gén 33:11  toma las bendiciones que te he traído, porque Dios se ha apiadado de mí; y tengo todo».Y obligóle y aceptó.
Gén 33:12  Y dijo: «Levantémonos y caminemos e iré a tu lado».
Gén 33:13  Y díjole: «Mi señor sabe que los niñitos son tiernos; y las ovejas y las vacas paridas, conmigo; y si las apurare un día, morirá todo el ganado.
Gén 33:14  Adelántese mi señor a su niño; y yo seguiré, según la lentitud de mi marcha(e) , al paso de los niñitos, hasta venir a mi señor, a Seír».
Gén 33:15  Y dijo Esaú: «Dejaré contigo del pueblo el conmigo». Y él dijo: «¿A qué esto? Basta haber hallado gracia en tus ojos, señor».
Gén 33:16  Y volvió Esaú en aquel día a su camino hacia Seír.
Gén 33:17  Y Jacob levantóse a Sucot; e hízose allí casa y a su ganado hizo tiendas; por esto se llamó el nombre del lugar: Sucot (esto es: Tiendas).
Gén 33:18  Y vino Jacob a Salem, ciudad de síquimos; la que está en tierra de Canaán, cuando vino de Mesopotamia de Siria; y establecióse a faz de la ciudad.
Gén 33:19  Y compró una parte del campo donde había fijado su tienda, de Hemor padre de Siquem, en cien corderos.
Gén 33:20  Y erigió allí altar y le llamó: «Dios es el Dios de Israel».


Gén 33:1 

Reconciliación entre Jacob y Esaú
  Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.
Gén 33:2  Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos.
Gén 33:3  Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.
Gén 33:4  Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Gén 33:5  Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo.
Gén 33:6  Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.
Gén 33:7  Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.
Gén 33:8  Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.
Gén 33:9  Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
Gén 33:10  Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido.
Gén 33:11  Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó.
Gén 33:12  Y Esaú dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti.
Gén 33:13  Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
Gén 33:14  Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.
Gén 33:15  Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Jacob dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.
Gén 33:16  Así volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.
Gén 33:17  Y Jacob fue a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sucot.[a]
Gén 33:18  Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.
Gén 33:19  Y compró una parte del campo,(A) donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas.[b]
Gén 33:20  Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.[c]


Gén 33:1 
Reconciliación de Jacob y Esaú
Cuando Jacob vio que Esaú venía acompañado de cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas.[a]
Gén 33:2  Situó primero a las esclavas con sus hijos, luego a Lía con sus hijos, y por último a Raquel y José.
Gén 33:3  Luego se adelantó a ellos, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente siete veces,[b] hasta que estuvo cerca de su hermano.
Gén 33:4  Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, le abrazó y le besó. Los dos lloraron.
Gén 33:5  Después Esaú se fijó en las mujeres y los niños, y preguntó:
–Y estos, ¿quiénes son?
–Son los hijos que Dios ha dado a tu servidor –dijo Jacob.
Gén 33:6  Entonces las esclavas y sus hijos se acercaron, y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente;
Gén 33:7  luego se acercaron Lía y sus hijos, y se inclinaron de la misma manera; y por último se acercaron José y Raquel, y también se inclinaron.
Gén 33:8  Y preguntó Esaú:
–¿Qué piensas hacer con todos esos rebaños que he venido encontrando?
–Ganarme tu buena voluntad–respondió Jacob.
Gén 33:9  –No, hermano mío, yo tengo suficiente. Quédate con lo que es tuyo –dijo Esaú.
Gén 33:10  Pero Jacob insistió:
–No, por favor. Si me he ganado tu buena voluntad, acepta este regalo, pues verte en persona es como ver a Dios mismo,[c] ya que tú me has recibido muy bien.
Gén 33:11  Te ruego que aceptes el regalo que te he traído, pues Dios me ha hecho rico, y nada me falta.
Tanto insistió Jacob, que al fin Esaú aceptó el regalo;
Gén 33:12  pero dijo:
–Bueno, vámonos de aquí. Yo iré delante de ti.
Gén 33:13  Y Jacob respondió:
–Querido hermano, tú sabes que los niños son débiles, y que debo pensar en las ovejas y en las vacas paridas; si se las cansa, en un solo día pueden morir todas las ovejas.
Gén 33:14  Es mejor que tú te adelantes a este servidor tuyo; yo iré poco a poco, al paso de los animales que van delante de mí, y al paso de los niños, hasta reunirme contigo en Seír.[d]
Gén 33:15  –Bueno –dijo Esaú–, permíteme dejarte algunos hombres de los que vienen conmigo.
Pero Jacob contestó:
–¡No, por favor! ¿Para qué te molestas?
Gén 33:16  Aquel mismo día regresó Esaú a Seír.
Gén 33:17  Jacob, en cambio, se fue a Sucot, donde hizo una casa para él y unas enramadas para sus animales. Por eso, a aquel lugar lo llamó Sucot.[e]
Gén 33:18  Cuando Jacob vino de Padán-aram, llegó sano y salvo a Canaán y acampó frente a la ciudad de Siquem.[f]
Gén 33:19  Por cien monedas[g] compró un terreno a los hijos de Hamor, el padre de Siquem, y allí montó su campamento.
Gén 33:20  Después construyó un altar, y lo llamó El-elohé-israel.[h]

Gén 33:1  Y alzando Jacob sus ojos miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.
Gén 33:2  Y puso las siervas y sus niños delante; luego a Lea y a sus niños; y a Raquel y a José los postreros.
Gén 33:3  Y él pasó delante de ellos, y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.
Gén 33:4  Y Esaú corrió a su encuentro, y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Gén 33:5  Y alzó sus ojos, y vio las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo.
Gén 33:6  Y se llegaron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.
Gén 33:7  Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.
Gén 33:8  Y él dijo: ¿Qué te propones con todas estas cuadrillas que he encontrado? Y él respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.
Gén 33:9  Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
Gén 33:10  Y dijo Jacob: No, yo te ruego, si he hallado ahora gracia en tus ojos, toma mi presente de mi mano, que por eso he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios; y hazme placer.
Gén 33:11  Toma, te ruego, mi bendición que te es traída; porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. Y porfió con él, y la tomó.
Gén 33:12  Y dijo: Anda, y vamos; y yo iré delante de ti.
Gén 33:13  Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
Gén 33:14  Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso de la hacienda que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.
Gén 33:15  Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y él dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.
Gén 33:16  Así se volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.
Gén 33:17  Y Jacob partió a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto llamó el nombre de aquel lugar Sucot.
Gén 33:18  Y vino Jacob sano a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y se asentó delante de la ciudad.
Gén 33:19  Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien piezas de moneda.
Gén 33:20  Y asentó allí un altar, y lo llamó: El Fuerte Dios de Israel.

Gén 33:1  Con el tiempo Jacob alzó los ojos y miró, y aquí venía Esaú, y con él cuatrocientos hombres. Por consiguiente, procedió a repartir los hijos a Lea y a Raquel y a las dos siervas,
Gén 33:2  y puso a las siervas y sus hijos en el primer lugar, y a Lea y sus hijos después de ellos, y a Raquel y José detrás de ellos.
Gén 33:3  Y él mismo se adelantó a ellos y procedió a inclinarse a tierra siete veces hasta que llegó cerca de su hermano.
Gén 33:4  Y Esaú fue corriendo a su encuentro, y empezó a abrazarlo y a caer sobre su cuello y besarlo, y prorrumpieron en lágrimas.
Gén 33:5  Entonces alzó los ojos y vio a las mujeres y a los niños y dijo: “¿Quiénes son estos [que están] contigo?”, a lo cual él dijo: “Los hijos con quienes Dios ha favorecido a tu siervo”.
Gén 33:6  En esto se presentaron las siervas, ellas y sus hijos, y se inclinaron;
Gén 33:7  y se presentó también Lea, y sus hijos, y se inclinaron, y después se presentó José, y Raquel, y se inclinaron.
Gén 33:8  Ahora dijo él: “¿Qué quieres decir con todo este campamento de viajeros que he encontrado?”. A lo cual él dijo: “A fin de hallar favor a los ojos de mi señor”.
Gén 33:9  Entonces dijo Esaú: “Tengo muchísimo, hermano mío. Continúe tuyo lo que es tuyo”.
Gén 33:10  Sin embargo, Jacob dijo: “No, por favor. Si he hallado favor a tus ojos, pues, entonces tienes que aceptar mi regalo de mi mano, porque en armonía con su propósito he visto tu rostro como si viera el rostro de Dios, puesto que me recibiste con placer.
Gén 33:11  Toma, por favor, el regalo que te fue traído que encierra mi bendición, porque Dios me ha favorecido y porque yo lo tengo todo”. Y continuó instándolo, de modo que lo tomó.
Gén 33:12  Más tarde dijo: “Partamos y vámonos, y déjame ir delante de ti”.
Gén 33:13  Pero él le dijo: “Mi señor se da cuenta de que los niños son delicados y que ovejas y ganado vacuno que están dando de mamar están a mi cargo, y si los arrean con demasiada prisa un solo día, entonces todo el rebaño ciertamente morirá.
Gén 33:14  Pase mi señor, por favor, delante de su siervo, pero que yo mismo continúe el viaje a mi comodidad, según el paso del ganado que va delante de mí y según el paso de los niños, hasta que llegue a mi señor en Seír”.
Gén 33:15  Entonces dijo Esaú: “Déjame, por favor, poner a disposición tuya parte de la gente que viene conmigo”. A lo cual dijo él: “¿Para qué esto? Halle yo favor a los ojos de mi señor”.
Gén 33:16  Así que en aquel día Esaú se volvió por su camino a Seír.
Gén 33:17  Y Jacob partió para Sucot, y procedió a edificarse una casa, y para su manada hizo cabañas. Por eso llamó el lugar por nombre Sucot.
Gén 33:18  Con el tiempo Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padán-aram; y asentó campamento enfrente de la ciudad.
Gén 33:19  Entonces adquirió una porción del campo donde asentó su tienda, de la mano de los hijos de Hamor el padre de Siquem, por cien piezas de moneda.
Gén 33:20  Después de eso erigió allí un altar y lo llamó Dios el Dios de Israel.

Gén 33:1  Cuando Jacob vio a lo lejos que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas.
Gén 33:2  Al frente de todos puso a las esclavas y a sus hijos; detrás de ellos puso a Lía y a sus hijos, y hasta atrás puso a Raquel y a José;
Gén 33:3  luego se adelantó y, mientras iba acercándose a su hermano, se inclinó hasta el suelo siete veces en señal de respeto.
Gén 33:4  Esaú, por su parte, corrió al encuentro de Jacob y, abrazándolo, lo besó. Y los dos se echaron a llorar.
Gén 33:5  Luego, al ver Esaú a las mujeres y a los niños, preguntó: —¿Quiénes son todos estos? Jacob le contestó: —Dios ha sido bueno conmigo y me ha dado todos estos hijos.
Gén 33:6  Las esclavas y sus hijos se acercaron, y se inclinaron hasta el suelo.
Gén 33:7  Lo mismo hicieron Lía y sus hijos, y también José y Raquel.
Gén 33:8  Entonces preguntó Esaú: —¿Por qué me enviaste todos esos animales que he encontrado en el camino? —Con ellos espero que me perdones y me trates bien —contestó Jacob.
Gén 33:9  Pero Esaú dijo: —¡Quédate con lo que es tuyo, hermano mío, que yo ya tengo bastante!
Gén 33:10  Jacob insistió: —Por favor, te ruego que aceptes este regalo. Nos has recibido con mucha amabilidad, y verte cara a cara ¡es como ver el rostro de Dios!
Gén 33:11  Ten la bondad de aceptarme este regalo. Te lo traigo porque Dios me ha dado mucho, y tengo todo lo que necesito. Ante la insistencia de Jacob, Esaú lo aceptó.
Gén 33:12  Luego dijo: —Sigamos nuestro camino. Yo voy a acompañarte.
Gén 33:13  Pero Jacob le dijo: —De ningún modo, hermano mío. Tú sabes que los niños se cansan rápido. Además, debo tener cuidado con las ovejas y las vacas que están criando. Si las hago caminar un día más, todas ellas se morirán.
Gén 33:14  Es mejor que te adelantes y me dejes ir despacio, al paso de los niños y de mis animales, hasta que te alcance en Edom.
Gén 33:15  Esaú le sugirió: —Permíteme dejarte algunos de mis hombres. Pero Jacob le contestó: —¿Para qué vas a hacer eso? ¡Ya es bastante con que me hayas recibido bien!
Gén 33:16  Entonces Esaú regresó a Edom ese mismo día.
Gén 33:17  Jacob, por su parte, se dirigió a Sucot, lugar que se llamó así porque hizo unos cobertizos para su ganado. Allí también construyó su casa.
Gén 33:18  Cuando Jacob regresó de Padán-aram, llegó sano y salvo al pueblo de un hombre llamado Siquem, que era hijo de Jamor. El pueblo estaba en la región de Canaán, y Jacob le compró en cien monedas de plata un terreno que era de los hijos de Jamor, y que estaba frente al pueblo. Allí plantó Jacob su tienda de campaña y construyó un altar, al cual llamó Dios de Israel.

Gén 33:1  Jacob levantó los ojos y al ver que venía Esaú con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía y Raquel y las dos siervas.
Gén 33:2  Puso a las siervas y sus niños al frente; después a Lía y sus niños, y a Raquel y José en la zaga,
Gén 33:3  y él se les adelantó y se inclinó en tierra siete veces, hasta llegar donde su hermano.
Gén 33:4  Esaú, a su vez, corrió a su encuentro, le abrazó, se le echó al cuello, le besó y lloró.
Gén 33:5  Levantó luego los ojos, y al ver a las mujeres y a los niños, dijo: «¿Qué son de ti éstos?» - «Son los hijos que ha otorgado Dios a tu siervo.»
Gén 33:6  Entonces se acercaron las siervas con sus niños, y se inclinaron.
Gén 33:7  Acercóse también Lía con sus niños, y se inclinaron. Y por último se acercaron José y Raquel y se inclinaron.
Gén 33:8  Dijo Esaú: «¿Qué pretendes con toda esta caravana que acabo de encontrar?» - «Es para hallar gracias a los ojos de mi señor.»
Gén 33:9  Dijo Esaú: «Tengo bastante, hermano mío; sea para ti lo tuyo.»
Gén 33:10  Replicó Jacob: «De ninguna manera. Si he hallado gracias a tus ojos, toma mi regalo de mi mano, ya que he visto tu rostro como quien ve el rostro de Dios, y me has mostrado simpatía.
Gén 33:11  Acepta, pues, el obsequio que te he traído; pues Dios me ha favorecido y tengo de todo.» E instóle tanto que aceptó.
Gén 33:12  Dijo Esaú: «Vámonos de aquí, y yo te daré escolta.»
Gén 33:13  El le dijo: «Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo conmigo ovejas y vacas criando; un día de ajetreo bastaría para que muriese todo el rebaño.
Gén 33:14  Adelántese, pues, mi señor a su siervo, que yo avanzaré despacito, al paso del ganado que llevo delante, y al paso de los niños, hasta que llegue donde mi señor, a Seír.»
Gén 33:15  Dijo Esaú: «Entonces voy a destacar contigo a parte de la gente que me acompaña.» - «¿Para qué tal? Con que halle yo gracia a los ojos de mi señor...»
Gén 33:16  Rehízo, pues, Esaú aquel mismo día su camino rumbo a Seír,
Gén 33:17  y Jacob partió para Sukkot donde edificó para sí una casa y para su ganado hizo cabañas. Por donde se llamó aquel lugar Sukkot.
Gén 33:18  Jacob llegó sin novedad a la ciudad de Siquem, que está en el territorio cananeo, viniendo de Paddán Aram, y acampó frente a la ciudad.
Gén 33:19  Compró a los hijos de Jamor, padre de Siquem, por cien agnos la parcela de campo donde había desplegado su tienda,
Gén 33:20  erigió allí un altar, y lo llamó de «El», Dios de Israel.

Gén 33:1  Cuando Jacob alzó la vista y vio que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lea, Raquel y las dos esclavas.
Gén 33:2  Al frente de todos colocó a las criadas con sus hijos, luego a Lea con sus hijos, y por último a Raquel con José.
Gén 33:3  Jacob, por su parte, se adelantó a ellos, inclinándose hasta el suelo siete veces mientras se iba acercando a su hermano.
Gén 33:4  Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar.
Gén 33:5  Luego Esaú alzó la vista y, al ver a las mujeres y a los niños, preguntó: ¿Quiénes son estos que te acompañan? Son los hijos que Dios le ha concedido a tu siervo respondió Jacob.
Gén 33:6  Las esclavas y sus hijos se acercaron y se inclinaron ante Esaú.
Gén 33:7  Luego, Lea y sus hijos hicieron lo mismo y, por último, también se inclinaron José y Raquel.
Gén 33:8  ¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? preguntó Esaú. Intentaba con ellas ganarme tu confianza contestó Jacob.
Gén 33:9  Hermano mío repuso Esaú, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo que te pertenece.
Gén 33:10  No, por favor insistió Jacob; si me he ganado tu confianza, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!
Gén 33:11  Acéptame el regalo que te he traído. Dios ha sido muy bueno conmigo, y tengo más de lo que necesito. Fue tanta la insistencia de Jacob que, finalmente, Esaú aceptó.
Gén 33:12  Más tarde, Esaú le dijo: Sigamos nuestro viaje; yo te acompañaré.
Gén 33:13  Pero Jacob se disculpó: Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño.
Gén 33:14  Es mejor que mi señor se adelante a su siervo, que yo seguiré al paso de la manada y de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.
Gén 33:15  Está bien accedió Esaú, pero permíteme dejarte algunos de mis hombres para que te acompañen. ¿Para qué te vas a molestar? contestó Jacob. Lo importante es que me he ganado tu confianza.
Gén 33:16  Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.
Gén 33:17  Jacob, en cambio, se fue hacia Sucot, y allí se hizo una casa para él y cobertizos para su ganado. Por eso a ese lugar se le llamó Sucot. [1]
Gén 33:18  Cuando Jacob volvió de Padán Aram, [2] llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en Canaán, y acampó frente a ella.
Gén 33:19  Luego, por cien monedas de plata les compró una parcela a los hijos de Jamor, el padre de Siquén, y allí instaló su carpa.
Gén 33:20  También construyó un altar, y lo llamó El Elohé Israel. [3]

Gén 33:1  Jacob alzó los ojos, y al ver que Esaú venía acompañado de cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas.
Gén 33:2  Puso al frente a las esclavas con sus niños, luego a Lía y a sus hijos, y por último a Raquel y a José.
Gén 33:3  Después se adelantó él personalmente, y antes de enfrentarse con su hermano, se postró en tierra siete veces.
Gén 33:4  Pero Esaú corrió a su encuentro, lo estrechó entre sus brazos, y lo besó llorando.
Gén 33:5  Luego dirigió una mirada a su alrededor, y al ver a las mujeres y a los niños, preguntó: "¿Quiénes son estos que están contigo?". "Son los hijos que Dios ha concedido a tu servidor", respondió Jacob.
Gén 33:6  Entonces se le acercaron las esclavas con sus hijos y se postraron ante él.
Gén 33:7  Inmediatamente vino Lía con sus hijos, y también se postraron. Por último se adelantaron José y Raquel, e hicieron lo mismo.
Gén 33:8  Esaú preguntó: "¿Qué intentabas hacer con todo ese ganado que me salió al paso?". "Lograr que mi señor me diera la bienvenida", respondió Jacob.
Gén 33:9  Pero Esaú añadió: "Ya tengo bastante, querido hermano. Quédate con lo que es tuyo".
Gén 33:10  "No, le dijo Jacob; si quieres hacerme un favor, acepta el regalo que te ofrezco, porque ver tu rostro ha sido lo mismo que ver el rostro de Dios, ya que me has recibido tan afectuosamente.
Gén 33:11  Toma el obsequio que te ha sido presentado, porque Dios me ha favorecido y yo tengo todo lo necesario". Y ante tanta insistencia, Esaú aceptó.
Gén 33:12  Después Esaú continuó diciendo: "Vámonos de aquí, y yo te serviré de escolta".
Gén 33:13  Pero Jacob respondió: "Mi señor sabe que los niños son delicados. Además, las ovejas y las vacas han tenido cría, y yo debo velar por ellas. Bastará con exigirles un solo día de marcha forzada, para que muera todo el rebaño.
Gén 33:14  Tú sigue adelante, mientras yo avanzo lentamente, al paso de la caravana que me va precediendo, y al paso de los niños. Luego te alcanzaré en Seír".
Gén 33:15  Esaú dijo entonces: "Permíteme al menos que ponga a tu disposición una parte de los hombres que me acompañan". "¿Para qué?", respondió Jacob. "Basta que seas benévolo conmigo".
Gén 33:16  Aquel mismo día, Esaú emprendió el camino de regreso a Seír,
Gén 33:17  mientras que Jacob siguió avanzando hasta Sucot. Allí edificó una casa para él, y chozas para el ganado. Fue por eso que se dio a ese lugar el nombre de Sucot, que significa "Chozas".
Gén 33:18  A su regreso de Padán Aram, Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, y acampó a la vista de la ciudad.
Gén 33:19  Después compró a los hijos de Jamor, el padre de Siquem, por cien monedas de plata, la parcela de campo donde había instalado su campamento.
Gén 33:20  Allí erigió un altar, al que llamó "Dios, Dios de Israel".

Gén 33:1  Cuando Jacob vio a lo lejos que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas.
Gén 33:2  Al frente de todos puso a las esclavas y a sus hijos; detrás de ellos puso a Lía y a sus hijos, y hasta atrás puso a Raquel y a José;
Gén 33:3  luego se adelantó y, mientras iba acercándose a su hermano, se inclinó hasta el suelo siete veces en señal de respeto.
Gén 33:4  Esaú, por su parte, corrió al encuentro de Jacob y, abrazándolo, lo besó. Y los dos se echaron a llorar.
Gén 33:5  Luego, al ver Esaú a las mujeres y a los niños, preguntó: —¿Quiénes son todos estos? Jacob le contestó: —Dios ha sido bueno conmigo y me ha dado todos estos hijos.
Gén 33:6  Las esclavas y sus hijos se acercaron, y se inclinaron hasta el suelo.
Gén 33:7  Lo mismo hicieron Lía y sus hijos, y también José y Raquel.
Gén 33:8  Entonces preguntó Esaú: —¿Por qué me enviaste todos esos animales que he encontrado en el camino? —Con ellos espero que me perdones y me trates bien —contestó Jacob.
Gén 33:9  Pero Esaú dijo: —¡Quédate con lo que es tuyo, hermano mío, que yo ya tengo bastante!
Gén 33:10  Jacob insistió: —Por favor, te ruego que aceptes este regalo. Nos has recibido con mucha amabilidad, y verte cara a cara ¡es como ver el rostro de Dios!
Gén 33:11  Ten la bondad de aceptarme este regalo. Te lo traigo porque Dios me ha dado mucho, y tengo todo lo que necesito. Ante la insistencia de Jacob, Esaú lo aceptó.
Gén 33:12  Luego dijo: —Sigamos nuestro camino. Yo voy a acompañarte.
Gén 33:13  Pero Jacob le dijo: —De ningún modo, hermano mío. Tú sabes que los niños se cansan rápido. Además, debo tener cuidado con las ovejas y las vacas que están criando. Si las hago caminar un día más, todas ellas se morirán.
Gén 33:14  Es mejor que te adelantes y me dejes ir despacio, al paso de los niños y de mis animales, hasta que te alcance en Edom.
Gén 33:15  Esaú le sugirió: —Permíteme dejarte algunos de mis hombres. Pero Jacob le contestó: —¿Para qué vas a hacer eso? ¡Ya es bastante con que me hayas recibido bien!
Gén 33:16  Entonces Esaú regresó a Edom ese mismo día.
Gén 33:17  Jacob, por su parte, se dirigió a Sucot, lugar que se llamó así porque hizo unos cobertizos para su ganado. Allí también construyó su casa.
Gén 33:18  Cuando Jacob regresó de Padán-aram, llegó sano y salvo al pueblo de un hombre llamado Siquem, que era hijo de Jamor. El pueblo estaba en la región de Canaán, y Jacob le compró en cien monedas de plata un terreno que era de los hijos de Jamor, y que estaba frente al pueblo. Allí plantó Jacob su tienda de campaña y construyó un altar, al cual llamó Dios de Israel.

Gén 33:1  Ya'akov levantó sus ojos y miró; y allí estaba Esav viniendo, y cuatrocientos hombres con él. Así que Ya'akov dividió los niños entre Leah, Rajel y las dos esclavas,
Gén 33:2  poniendo a las esclavas y sus hijos primero, Leah y sus hijos segundos, y a Rajel y Yosef últimos.
Gén 33:3  Entonces él mismo pasó delante de ellos y se postró en la tierra siete veces antes de acercarse a su hermano.
Gén 33:4  Esav corrió a encontrarse con él, lo abrazó, se echó sobre su cuello y lo besó; y ellos lloraron.
Gén 33:5  Esav levantó la vista; al ver las mujeres y los niños, preguntó: "¿Quiénes son estos contigo? " Ya'akov respondió: "Los hijos que Elohim con gracia ha dado a tu sirviente."
Gén 33:6  Entonces las esclavas se acercaron con sus hijos, y ellas se postraron;
Gén 33:7  Leah y sus hijos también se acercaron y se postraron; y por último vinieron Yosef y Rajel, y ellos se postraron.
Gén 33:8  Esav preguntó: "¿Cuál fue el significado de está procesión de manadas que encontré? " Y él respondió: "Fue para ganar el favor de mi señor."
Gén 33:9  Esav respondió: "Ya yo tengo suficiente, mi hermano, quédate con tus posesiones para ti."
Gén 33:10  Ya'akov dijo: "¡No, por favor! Si ahora he ganado tu favor, entonces acepta las bendiciones. Solo ver tu rostro ha sido como ver el rostro de Elohim, ahora que me has recibido.
Gén 33:11  Así que por favor acepta el regalo que te he traído, pues Elohim ha tratado bondadosamente conmigo y tengo suficiente." Así que él le insistió, hasta que lo aceptó.
Gén 33:12  Esav dijo: "Vamos a recoger el campamento y en marcha. Yo iré primero."
Gén 33:13  Ya'akov le dijo a él: "Mi señor sabe que los niños son muy tiernos, y las ovejas y el ganado amamantando a sus crías me preocupan, porque si los fatigo aun por un día, todos los rebaños morirán.
Gén 33:14  En cambio, por favor, mi señor, ve delante de tu sirviente. Yo viajaré más despacio, al paso del ganado delante de mí y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor en Seir."
Gén 33:15  Esav respondió: "Entonces déjame dejar contigo alguna de la gente que tengo conmigo." Pero Ya'akov dijo: "No hay necesidad para que mi señor sea tan bondadoso para conmigo."
Gén 33:16  Así que Esav se fue ese día para regresar a Seir.
Gén 33:17  Ya'akov siguió hacia Sukkot, donde se edificó una casa y puso cabañas para el ganado. Por esto el lugar es llamado Sukkot[Tabernáculos, Cabañas].
Gén 33:18  Habiendo viajado desde Paddan-Aram, Ya'akov arribó seguro a la ciudad de Shejem, en Kenaan, y acampó cerca de la ciudad.
Gén 33:19  De los hijos de Hamor el padre de Shejem él compró por cien ovejas la parcela de tierra donde había plantado su tienda.
Gén 33:20  Allí erigió un altar, el cual llamó El-Elohei-Yisra'el [Elohim, el Elohim de Yisra'el].

Gén 33:1  En cierto momento, Jacob vio algo: era Esaú que se acercaba con los cuatrocientos hombres. Distribuyó entonces a los hijos entre Lía, Raquel y las dos siervas.
Gén 33:2  Situó a las dos siervas con sus hijos por delante; detrás colocó a Lía con sus hijos, después a Raquel y a José.
Gén 33:3  El mismo pasó delante de todos, y se inclinó siete veces hasta el suelo antes de alcanzar a su hermano.
Gén 33:4  Esaú corrió al encuentro de su hermano y lo abrazó; echándose sobre su cuello lo besó, y los dos rompieron a llorar.
Gén 33:5  Levantó después la vista, y al ver a las mujeres y a sus hijos preguntó: "¿Qué tienen que ver todos estos contigo?" Jacob le respondió: "Son los hijos que Dios ha dado a tu siervo."
Gén 33:6  Entonces se acercaron las siervas de Jacob con sus hijos, e hicieron profunda reverencia;
Gén 33:7  se acercó también Lía con sus hijos, y se postraron; por último se acercaron José y Raquel y se postraron.
Gén 33:8  Le preguntó Esaú: "¿Qué significan todos aquellos grupos con los que me he encontrado?" Respondió Jacob: "Esos eran para ganarme tu favor."
Gén 33:9  Le dijo Esaú: "Hermano, yo tengo de todo, guarda lo que es tuyo."
Gén 33:10  Pero Jacob contestó: "No, por favor. Si realmente me quieres, acepta el regalo que te ofrezco, pues me he presentado ante ti como ante Dios, y tú me has acogido.
Gén 33:11  Acepta, pues, el regalo que te he traído, ya que Dios me ha favorecido, y tengo de todo." Jacob insistió tanto, que Esaú aceptó.
Gén 33:12  Vamos -dijo después Esaú-, pongámonos en marcha, que yo iré delante de ti.
Gén 33:13  Jacob le dijo: "Mi señor sabe bien que los niños son delicados, y tengo ovejas y vacas paridas, que si las hago andar muy apuradas, en un solo día todo el ganado menor morirá.
Gén 33:14  Vaya mi señor delante de su siervo, y yo caminaré con calma al paso del ganado que viene detrás de mí y al paso de los niños, hasta que nos encontremos en Seír."
Gén 33:15  Respondió Esaú: "Por lo menos acepta que se queden contigo algunos de los hombres que me acompañan.". Jacob replicó: "No es necesario si tengo paz contigo."
Gén 33:16  Aquel mismo día regresó Esaú a Seír,
Gén 33:17  y Jacob se dirigió a Sucot, donde se construyó una casa e hizo chozas para sus rebaños; a esto se debió que aquel lugar fuese llamado Sucot (o sea, chozas).
Gén 33:18  Regresando de Padán-Aram, Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, en el país de Canaán, y acampó frente a la ciudad.
Gén 33:19  Compró por cien monedas de plata a los hijos de Hamor, que era padre de Siquem, el pedazo de tierra en que había instalado sus tiendas.
Gén 33:20  Allí construyó un altar, llamando a este lugar: "El, el Dios de Israel."

Gén 33:1  Jacob levantó sus ojos y vio que venía Esaú con cuatrocientos hombres. Entonces dividió a los niños entre Lea, Raquel y las dos siervas.
Gén 33:2  Primero puso a las siervas y sus hijos, después a Lea y sus hijos, y finalmente puso a Raquel y sus hijos.
Gén 33:3  Jacob se puso al frente de todos y se inclinó hasta el suelo siete veces, hasta que estuvo cerca de su hermano.
Gén 33:4  Pero Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó. Le lanzó sus brazos alrededor del cuello y lo besó. Los dos lloraron.
Gén 33:5  Después Esaú vio a las mujeres y los niños, y preguntó: —¿Quiénes son los que están contigo? Jacob respondió: —Estos son los hijos que Dios me ha dado a mí, tu siervo.
Gén 33:6  Entonces las siervas y sus hijos se acercaron y se inclinaron.
Gén 33:7  Lea y sus hijos también se acercaron y se inclinaron. Después se acercaron Raquel y José, y se inclinaron.
Gén 33:8  Esaú preguntó: —¿Qué sentido tenía mandar todos esos grupos con los que me encontré? Jacob respondió: —Esos eran para que me aceptaras, mi señor.
Gén 33:9  Entonces Esaú dijo: —¡Hermano, yo ya tengo suficiente! Quédate con tus cosas.
Gén 33:10  Pero Jacob dijo: —¡No! Por favor, si en verdad me aceptas, recibe mis regalos. Para mí verte es como ver la cara de Dios. Estoy feliz de que me hayas aceptado.
Gén 33:11  Te ruego que aceptes mi bendición que te traigo. Dios ha sido bueno conmigo, y yo tengo todo lo que necesito. Entonces Jacob le rogó y Esaú aceptó.
Gén 33:12  Después Esaú dijo: —Continúa tu camino y yo iré a tu lado.
Gén 33:13  Pero Jacob le dijo: —Tú sabes, mi señor, que mis hijos están débiles y debo cuidar de mis animales y sus crías. Si los hago caminar mucho en un día, se mueren.
Gén 33:14  Ve tú, mi señor, adelante de mí. Yo te seguiré al paso de las crías y de los niños hasta que encuentre a mi señor en Seír.
Gén 33:15  Entonces Esaú dijo: —Entonces te voy a dejar algunos de mis hombres para que te ayuden. Pero Jacob dijo: —¿Por qué tiene que ser tan amable conmigo, mi señor?
Gén 33:16  Entonces ese día Esaú emprendió su viaje de regreso a Seír.
Gén 33:17  Pero Jacob se fue a Sucot y ahí construyó una casa y establos para sus animales. Por esta razón llamó a ese lugar Sucot.
Gén 33:18  Finalmente Jacob terminó a salvo su viaje desde Padán Aram, y llegó a Siquén en la tierra de Canaán. Montó su campamento cerca de la ciudad.
Gén 33:19  Le compró por cien monedas a la familia de Jamor, el papá de Siquén, el terreno donde había acampado.
Gén 33:20  Construyó ahí un altar y lo llamó «Dios, el Dios de Israel».

Gén 33:1  Y alzando después Jacob los ojos, vio venir a Esaú, y con él los cuatrocientos hombres; y dividió los hijos de Lía, y los de Raquel, y de las dos siervas,
Gén 33:2  y puso delante a las dos esclavas y a sus hijos, a Lía y a los suyos en medio; pero a Raquel y a José los postreros.
Gén 33:3  El mismo, adelantándose, se postró siete veces en tierra, haciendo reverencia, mientras se acercaba su hermano.
Gén 33:4  Entonces Esaú, corriendo al encuentro de su hermano, le abrazó, y estrechándose con su cuello y besándole, echó a llorar.
Gén 33:5  Levantando en seguida los ojos, vio a las mujeres y a sus niños, y preguntó: ¿Quiénes son éstos?; ¿son por ventura tuyos? Respondió Jacob : Son los niños que ha dado Dios a tu siervo.
Gén 33:6  Y llegando las esclavas con sus hijos, le hicieron profunda reverencia.
Gén 33:7  Se acercó también Lía con sus niños; y habiendo practicado lo mismo; por último José y Raquel hicieron su acatamiento.
Gén 33:8  Preguntó asimismo Esaú: ¿Qué significan aquellas cuadrillas que he encontrado? Respondió Jacob : El deseo de hallar gracia en presencia de mi señor.
Gén 33:9  A lo que dijo él: Tengo yo muchísimos bienes; retén para ti, hermano mío, los tuyos.
Gén 33:10  Replicó Jacob : No hagas tal, te suplico; antes bien, si es que yo he hallado gracia en tus ojos, recibe de mis manos ese pequeño regalo; ya que viendo tu semblante, me ha parecido ver el semblante de Dios: hazme este favor,
Gén 33:11  y acepta esta bendición que te he ofrecido, y que yo he recibido de Dios, que da todas las cosas. Le aceptó Esaú a duras penas, importunado del hermano,
Gén 33:12  y le dijo: Vamos juntos, y te acompañaré en el viaje.
Gén 33:13  Respondió Jacob : Bien ves, señor mío, que tengo conmigo niños tiernos, y ovejas, y vacas preñadas; que si las fatigares sacándolas de su paso, morirán todas en un día.
Gén 33:14  Vaya mi señor delante de su siervo: yo seguiré poquito a poco sus pisadas, según viere que pueden aguantar mis niños, hasta tanto que llegue a verme con mi señor en Seir.
Gén 33:15  Replicó Esaú: Te ruego que por lo menos quede alguna de la gente que viene conmigo, para acompañarte en el camino. No es me-nester, dijo Jacob : lo que únicamente necesito, señor mío, es que me conserves en tu gracia.
Gén 33:16  Se volvió, pues, Esaú aquel mismo día a Seir, por el camino que había traído.
Gén 33:17  Jacob entretanto llegó a Socot; y habiendo edificado allí una casa y plantado todas las tiendas de campaña, llamó aquel lugar Socot, esto es, Pabellones.
Gén 33:18  Y al cabo de algún tiempo de su retorno de Mesopotamia de Siria, pasó a Salem, ciudad de los siquemitas, en la tierra de Canaán, y habitó cerca de la población.
Gén 33:19  Y compró la parte del campo en que había fijado sus tiendas de campaña, a los hijos de Hemor, padre de Siquem, por cien corderos.
Gén 33:20  Y erigido allí un altar, invocó delante de él al fortísimo Dios de Israel.

Gén 33:1  Alzó Jacob los ojos, y vio venir hacia él a Esaú con cuatrocientos hombres. Había repartido sus hijos entre Lía, Raquel y las dos siervas,
Gén 33:2  poniendo en cabeza a estas dos con sus hijos; después a Lía con los suyos, y en último lugar a Raquel con José."
Gén 33:3  El se puso delante de todos y se postró en tierra siete veces antes de llegar su hermano.
Gén 33:4  Esaú corrió a su encuentro, le abrazó, cayó sobre su cuello y le besó. Ambos lloraban.
Gén 33:5  Luego, alzando los ojos, vio Esaú a las mujeres y a los niños, y preguntó: “¿Quiénes son estos que traes contigo?” Jacob le contestó: “Son los hijos que Dios ha dado a tu siervo.”
Gén 33:6  Aproximáronse las siervas con sus hijos, y se postraron.
Gén 33:7  Luego se acercaron José y Raquel, y se postraron.
Gén 33:8  Esaú les preguntó: “¿Qué pretendes con todos estos hatos que he ido encontrando?” “Hallar gracia a los ojos de mi señor.”
Gén 33:9  Contestóle Esaú: “Tengo mucho, hermano mío; sea lo tuyo para ti.”
Gén 33:10  “No, te ruego — respondió Jacob ; si es que he hallado gracia a tus ojos, acepta de mi mano el presente, ya que he visto tu faz como si viera la de Dios, y me has acogido favorablemente,"
Gén 33:11  Acepta, pues, el presente que te hago, pues Dios me ha favorecido y tengo de todo.” Tanto le instó, que aceptó Esaú.
Gén 33:12  Este le dijo: “Pongámonos en marcha; yo iré delante de ti.”
Gén 33:13  Jacob le respondió: “Bien ve mi señor que hay niños tiernos y que llevo ovejas y vacas que están criando, y si durante un día se les hiciera marchar apresuradamente, todo el ganado moriría.
Gén 33:14  Pase, pues, mi señor delante de su siervo, y yo seguiré lentamente al paso de los rebaños que llevo delante y al paso de los niños, hasta llegar a Seir, a mi señor.”
Gén 33:15  Dijo Esaú: “Dejaré, pues, detrás de mí una parte de la gente que llevo.” Pero Jacob respondió: “¿Y para qué eso, si hallo gracia a los ojos de mi señor?”
Gén 33:16  Volvióse, pues, a Seir Esaú aquel mismo día.
Gén 33:17  Jacob partió para Sucot, y se hizo allí una casa y apriscos para ganados; por eso se llamó Sucot aquel lugar."
Gén 33:18  Llegó Jacob en paz a la ciudad de Siquem, en tierra de Canaán, de vuelta de Padán Aram, y acampó frente a la ciudad.
Gén 33:19  Compró a los hijos de Jamor, padre de Siquem, el trozo de tierra donde había asentado sus tiendas por cien “quesitas,”
Gén 33:20  y alzó allí un altar, que llamó “El-Elohe-Israel.”

 

 

 
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