Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Genesis A32
 

Capitulo 32

Gén 32:1  Jacob también siguió su camino, pero unos ángeles de Dios salieron a su encuentro.
Gén 32:2  Al verlos, exclamó: «¡Éste es el campamento de Dios!» Por eso llamó a ese lugar Majanayin.
Gén 32:3  Luego Jacob envió mensajeros a su hermano Esaú, que estaba en la tierra de Seír, en la región de Edom.
Gén 32:4  Y les ordenó que le dijeran: «Mi señor Esaú, tu siervo Jacob nos ha enviado a decirte que él ha vivido en la casa de Labán todo este tiempo,
Gén 32:5  y que ahora tiene vacas, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Te manda este mensaje, con la esperanza de ganarse tu favor.»
Gén 32:6  Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a Jacob: «Fuimos a hablar con tu hermano Esaú, y ahora viene a tu encuentro, acompañado de cuatrocientos hombres.»
Gén 32:7  Jacob sintió mucho miedo, y se puso muy angustiado. Por eso dividió en dos grupos a la gente que lo acompañaba, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos,
Gén 32:8  pues pensó: «Si Esaú ataca a un grupo, el otro grupo podrá escapar.»
Gén 32:9  Entonces Jacob se puso a orar: «Señor, Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac, que me dijiste que regresara a mi tierra y a mis familiares, y que me harías prosperar:
Gén 32:10  realmente yo, tu siervo, no soy digno de la bondad y fidelidad con que me has privilegiado. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora he llegado a formar dos campamentos.
Gén 32:11  ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños!
Gén 32:12  Tú mismo afirmaste que me harías prosperar, y que mis descendientes serían tan numerosos como la arena del mar, que no se puede contar.»
Gén 32:13  Jacob pasó la noche en aquel lugar, y de lo que tenía consigo escogió, como regalo para su hermano Esaú,
Gén 32:14  doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez novillos, veinte asnas y diez asnos.
Gén 32:16  Luego los puso a cargo de sus siervos, cada manada por separado, y les dijo: «Id delante, pero dejad un buen espacio entre manada y manada.»
Gén 32:17  Al que iba al frente, le ordenó: «Cuando te encuentres con mi hermano Esaú y te pregunte de quién eres, a dónde te diriges y de quién es el ganado que llevas,
Gén 32:18  le contestarás: “Es un regalo para mi señor Esaú, que de sus ganados te manda tu siervo Jacob. Además, él mismo viene detrás de nosotros.” »
Gén 32:19  Jacob les dio la misma orden al segundo y al tercer grupo, y a todos los demás que iban detrás del ganado. Les dijo: «Cuando os encontréis con Esaú, le diréis todo esto,
Gén 32:20  y añadiréis: “Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros.” »Jacob pensaba: «Lo apaciguaré con los regalos que le llegarán primero, y luego me presentaré ante él; tal vez así me reciba bien.»
Gén 32:21  De esta manera los regalos le precedieron, pero Jacob se quedó esa noche en el campamento.
Gén 32:22  Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos esclavas y a sus once hijos, y cruzó el vado del río Jaboc.
Gén 32:23  Una vez que lo habían cruzado, hizo pasar también todas sus posesiones,
Gén 32:24  quedándose solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer.
Gén 32:25  Cuando ese hombre se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera, y ésta se le dislocó mientras luchaban.
Gén 32:26  Entonces el hombre le dijo:—¡Suéltame, que ya está por amanecer!—¡No te soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob.
Gén 32:27  —¿Cómo te llamas? —le preguntó el hombre.—Me llamo Jacob —respondió.
Gén 32:28  Entonces el hombre le dijo:—Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29  —Y tú, ¿cómo te llamas? —le preguntó Jacob.—¿Por qué preguntas cómo me llamo? —le respondió el hombre.Y en ese mismo lugar lo bendijo.
Gén 32:30  Jacob llamó a ese lugar Penuel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida.»
Gén 32:31  Cruzaba Jacob por el lugar llamado Penuel, cuando salió el sol. A causa de su cadera dislocada iba rengueando.
Gén 32:32  Por esta razón los israelitas no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque a Jacob se le tocó en dicho tendón.

Gén 32:1  Y Jacob fue por su camino, viniéronle al encuentro ángeles.
Gén 32:2  Y dijo Jacob al verles: «Campamento de Dios es éste», y llamó el nombre de aquel lugar: Mahanaim(a)  (esto es: Campamentos).
Gén 32:3  Y envió Jacob mensajeros delante de sí, a Esaú, su hermano, a la tierra de Seír, a la región de Edom;
Gén 32:4  y preceptuóles, diciendo: «Así diréis a mi señor Esaú: «Así dice tu hermano(b)  Jacob: Cerca de Labán he peregrinado y permanecido hasta ahora,
Gén 32:5  y adquirí bueyes, y asnos, y ovejas; y niños y niñas; y he enviado a anunciarlo a mi señor Esaú, para que tu niño halle gracia delante de ti».
Gén 32:6  Y volvieron los mensajeros a Jacob, diciendo: «Hemos venido a tu hermano Esaú; y viene a tu encuentro y cuatrocientos varones con él».
Gén 32:7  Y temió Jacob sobremanera y vaciló; y dividió el pueblo el con él, y las ovejas y los bueyes y camellos en dos campamentos,
Gén 32:8  y dijo: «Si viniere Esaú a uno de los campamentos y lo destrozare, será el campamento el segundo para que se salve».
Gén 32:9  Y dijo Jacob: «El Dios de mi padre Abrahán y el Dios de mi padre Isaac, Señor que me dijiste: «Vuelve a tu tierra y al lugar de tu nacimiento y yo te haré bien».
Gén 32:10  Menor soy que toda gracia y toda verdad(c)  que has hecho a tu siervo; pues con mi báculo pasé este Jordán; y ahora heme hecho dos campamentos.
Gén 32:11  Líbrame de la mano de mi hermano Esaú; que le temo, no sea que venga y me hiera, a madre con hijos.
Gén 32:12  Y tú has dicho: «Bien te haré, y pondré tu simiente como la arena del mar que no se contará por lo mucha».
Gén 32:13  Y durmió allí aquella noche y tomó de lo que llevaba, un presente para su hermano Esaú:
Gén 32:14  cabras doscientas, cabríos veinte; ovejas doscientas y carneros diez;
Gén 32:15  camellas paridas con sus crías, treinta; vacas cuarenta y toros veinte(d) ; asnas veinte y diez pollinos.
Gén 32:16  Y diólos en mano de sus siervos: manada por manada; y dijo a sus siervos: «Adelantaos a mí, y espacio haced entre manada y manada.
Gén 32:17  Y mandó al primero, diciendo: «Si te encontrare Esaú, mi hermano, y te preguntare: «¿Cuyo eres»? o: «¿Adónde vas?» o: «¿Para quién es eso que va delante de ti?»;
Gén 32:18  responderás: «De tu niño Jacob: presentes ha enviado a mi señor Esaú, y he ahí a él mismo detrás de nosotros».
Gén 32:19  Y mandó al segundo y al tercero y a todos los que se iban adelantando, detrás de las manadas, diciendo: «Según estas palabras hablaréis a Esaú hallándole, y diréis:
Gén 32:20  He aquí tu niño Jacob viene en pos de nosotros». Pues dijo: «Propiciaré su rostro con los presentes que me preceden; y después veré su rostro: acaso aceptará el rostro mío».
Gén 32:21  Y precedían los presentes ante su faz; y él durmió aquella noche en el campamento.
Gén 32:22  Y levantóse con noche, tomó sus dos mujeres y las dos servidoras y sus once niñitos y pasó el vado del Jaboc.
Gén 32:23  Y tomóles y pasó el torrente, y pasó todo lo suyo.
Gén 32:24  Y quedó solo, y luchó con él un hombre(e)  hasta el amanecer.
Gén 32:25  Y vio que no podía contra él, y tocó la cavidad de su muslo, y se paralizó la cavidad del muslo de Jacob; al luchar con él.
Gén 32:26  Y díjole: «Déjame, que ha subido la aurora(f) . Y él dijo: «No te he de dejar, si no me bendijeres».
Gén 32:27  Y díjole: «¿Cuál es tu nombre?» Y díjole: «Jacob».
Gén 32:28  Y díjole: «No se denominará ya tu nombre: Jacob, sino Israel(g) ; porque has prevalecido contra Dios; también contra hombre poderoso(h) ».
Gén 32:29  Y preguntó Jacob y dijo: «Anúnciame tu nombre». Y dijo: «¿Por qué preguntas mi nombre?»(i)  Y bendíjole allí.
Gén 32:30  Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar: Fanuel(j) »: pues he visto a Dios faz a faz, y salvóse mi alma».(k) 
Gén 32:31  Y salióle el sol, cuando pasó de Fanuel, y cojeaba de su muslo.
Gén 32:32  Por esto no han de comer los hijos de Israel, el nervio que se paralizó el que está en la cavidad del muslo, hasta el día de hoy; pues tocó en la cavidad del muslo de Jacob, en el nervio.


Gén 32:1 

Jacob se prepara para el encuentro con Esaú
  Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Gén 32:2  Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.[a]
Gén 32:3  Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.
Gén 32:4  Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;
Gén 32:5  y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos.
Gén 32:6  Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
Gén 32:7  Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.
Gén 32:8  Y dijo: Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará.
Gén 32:9  Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;
Gén 32:10  menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.
Gén 32:11  Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.
Gén 32:12  Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar,(A) que no se puede contar por la multitud.
Gén 32:13  Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú:
Gén 32:14  doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
Gén 32:16  Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada.
Gén 32:17  Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?
Gén 32:18  entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
Gén 32:19  Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis.
Gén 32:20  Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto.
Gén 32:21  Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.

Jacob lucha con el ángel en Peniel
 
Gén 32:22  Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.
Gén 32:23  Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
Gén 32:24  Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Gén 32:25  Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Gén 32:26  Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
Gén 32:27  Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Gén 32:28  Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob,(B) sino Israel;[b] porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29  Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
Gén 32:30  Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel;[c] porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
Gén 32:31  Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.
Gén 32:32  Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.


Gén 32:21  Así pues, los regalos fueron delante, y él se quedó a pasar la noche en su campamento.

Jacob lucha con un ángel[d]
Gén 32:22  Jacob se levantó aquella misma noche, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc,[e]
Gén 32:23  junto con todo lo que tenía.
Gén 32:24  Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él[f] hasta el amanecer;
Gén 32:25  pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, le golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le dislocó a Jacob mientras luchaba.
Gén 32:26  Entonces el hombre le dijo:
–Suéltame, porque ya está amaneciendo.
–Si no me bendices, no te soltaré[g] –contestó Jacob.
Gén 32:27  –¿Cómo te llamas? –preguntó aquel hombre.
–Me llamo Jacob –respondió él.
Gén 32:28  Entonces el hombre le dijo:
–Ya no te llamarás Jacob.[h] Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.[i]
Gén 32:29  –Ahora dime cómo te llamas tú –preguntó Jacob.
Pero el hombre contestó:
–¿Para qué me preguntas mi nombre?[j]
Luego el hombre le bendijo allí mismo.
Gén 32:30  Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel,[k] porque dijo: “He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.”[l]
Gén 32:31  Ya Jacob estaba pasando Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando.
Gén 32:32  Por eso, aun en el día de hoy, los descendientes de Israel no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque Jacob fue golpeado en esa parte.


Gén 32:1  Y Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Gén 32:2  Y dijo Jacob cuando los vio: El campamento de Dios es éste; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.
Gén 32:3  Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.
Gén 32:4  Y les mandó diciendo: Así diréis a mí señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;
Gén 32:5  y tengo vacas, y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, por hallar gracia en tus ojos.
Gén 32:6  Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
Gén 32:7  Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y partió el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos cuadrillas;
Gén 32:8  y dijo: Si viniere Esaú a una cuadrilla y la hiriere, la otra cuadrilla escapará.
Gén 32:9  Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, el SEÑOR, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu natural, y yo te haré bien.
Gén 32:10  Menor soy que todas las misericordias, y que toda la verdad que has hecho con tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.
Gén 32:11  Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; que por ventura no venga, y me hiera, la madre con los hijos.
Gén 32:12  Y tú has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.
Gén 32:13  Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú.
Gén 32:14  Doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:15  Treinta camellas paridas, con sus hijos, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
Gén 32:16  Y lo entregó en mano de sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada.
Gén 32:17  Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para quién es esto que llevas delante de ti?
Gén 32:18  Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
Gén 32:19  Y mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis.
Gén 32:20  Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; por ventura le seré acepto.
Gén 32:21  Y pasó el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el real.
Gén 32:22  Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.
Gén 32:23  Los tomó, pues , y los pasó el arroyo, y pasó lo que tenía.
Gén 32:24  Y se quedó Jacob solo, y luchó con él un varón, hasta que el alba subía.
Gén 32:25  Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó la palma de su anca, la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él.
Gén 32:26  Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.
Gén 32:27  Y él le dijo: ¿Cómo es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Gén 32:28  Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29  Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
Gén 32:30  Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel; porque vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
Gén 32:31  Y le salió el sol cuando pasaba a Peniel; y cojeaba de su anca.
Gén 32:32  Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en la palma del anca; porque tocó a la palma del anca de Jacob en el tendón que se contrajo.

Gén 32:1  Y en cuanto a Jacob, él se puso en camino, y ahora los ángeles de Dios se encontraron con él.
Gén 32:2  Inmediatamente dijo Jacob, cuando los vio: “¡El campamento de Dios es este!”. Por lo tanto llamó a aquel lugar por nombre Mahanaim.
Gén 32:3  Entonces envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seír, al campo de Edom,
Gén 32:4  y les dio orden, diciendo: “Esto es lo que dirán a mi señor, a Esaú: ‘Esto es lo que ha dicho tu siervo Jacob: “Con Labán he residido como forastero y me he quedado por largo tiempo hasta ahora.
Gén 32:5  Y he llegado a tener toros y asnos, ovejas, y siervos y siervas, y quisiera enviar a notificar a mi señor, para hallar favor a tus ojos”’”.
Gén 32:6  Con el tiempo los mensajeros volvieron a Jacob, y dijeron: “Llegamos a tu hermano Esaú, y él también viene a tu encuentro, y cuatrocientos hombres con él”.
Gén 32:7  Y a Jacob le dio mucho miedo, y se inquietó. De modo que dividió a la gente que venía con él, y los rebaños y el ganado vacuno y los camellos, en dos campamentos,
Gén 32:8  y dijo: “Si viniera Esaú al primer campamento y lo asaltara, entonces de seguro habrá un campamento que quede para escapar”.
Gén 32:9  Después de eso dijo Jacob: “Oh Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac, oh Jehová, tú que me estás diciendo: ‘Vuélvete a tu tierra y a tus parientes y yo ciertamente te trataré bien’,
Gén 32:10  indigno soy de todas las bondades amorosas y de toda la fidelidad que has ejercido para con tu siervo, porque con solo mi bastón crucé este Jordán y ahora he llegado a ser dos campamentos.
Gén 32:11  Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque tengo miedo de él, que venga y ciertamente me asalte, a madre juntamente con hijos.
Gén 32:12  Y tú, tú has dicho: ‘Indisputablemente te trataré bien y con certeza constituiré tu descendencia como los granos de arena del mar, que no pueden contarse por su multitud’”.
Gén 32:13  Y se quedó alojado allí aquella noche. Y de lo que venía a su mano procedió a tomar un regalo para Esaú su hermano:
Gén 32:14  doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas que estaban dando de mamar y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez asnos adultos.
Gén 32:16  Entonces entregó a sus siervos un hato tras otro por separado y dijo repetidas veces a sus siervos: “Crucen delante de mí, y han de fijar un intervalo entre hato y hato”.
Gén 32:17  Además dio orden al primero, y dijo: “En caso de que te encuentre Esaú mi hermano y te pregunte, diciendo: ‘¿A quién perteneces, y adónde vas y a quién pertenecen estos delante de ti?’,
Gén 32:18  entonces tienes que decir: ‘A tu siervo, a Jacob. Un regalo es, enviado a mi señor, a Esaú, y ¡mira!, él mismo también está detrás de nosotros’”.
Gén 32:19  Y pasó a dar orden también al segundo, también al tercero, también a todos los que venían siguiendo a los hatos, diciendo: “Según esta palabra han de hablar a Esaú al encontrarlo.
Gén 32:20  Y también tienen que decir: ‘Aquí está tu siervo Jacob detrás de nosotros’”. Porque se decía a sí mismo: “Quizás lo aplaque mediante el regalo que va delante de mí, y después veré su rostro. Tal vez él dé una acogida afable”.
Gén 32:21  Así que el regalo fue cruzando delante de él, pero él mismo se alojó aquella noche en el campamento.
Gén 32:22  Más tarde durante aquella noche se levantó y tomó a sus dos esposas y a sus dos siervas y a sus once hijos jóvenes y cruzó el vado de Jaboq.
Gén 32:23  De modo que los tomó y los hizo pasar al otro lado del valle torrencial, e hizo pasar al otro lado lo que tenía.
Gén 32:24  Por fin Jacob quedó solo. Entonces un hombre se puso a forcejear con él hasta ascender el alba.
Gén 32:25  Cuando llegó a ver que no había prevalecido contra él, entonces tocó el hueco de la coyuntura de su muslo; y el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob se salió de su lugar mientras forcejeaba con él.
Gén 32:26  Después de eso él dijo: “Suéltame, porque ha ascendido el alba”. A lo cual dijo él: “No te voy a soltar hasta que me bendigas”.
Gén 32:27  De modo que le dijo: “¿Cuál es tu nombre?”, a lo cual dijo: “Jacob”.
Gén 32:28  Entonces él dijo: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel, porque has contendido con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste”.
Gén 32:29  A su vez, Jacob preguntó y dijo: “Declárame, por favor, tu nombre”. Sin embargo, él dijo: “¿Por qué preguntas por mi nombre?”. Con eso lo bendijo allí.
Gén 32:30  Por eso Jacob llamó al lugar por nombre Peniel, porque, dijo él: “He visto a Dios cara a cara y, no obstante, mi alma fue librada”.
Gén 32:31  Y el sol empezó a fulgurar sobre él tan pronto como pasó por Penuel, pero él iba cojeando sobre su muslo.
Gén 32:32  Por eso los hijos de Israel no acostumbran comer el tendón del nervio del muslo, que está en el hueco de la coyuntura del muslo, hasta el día de hoy, porque él tocó el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob cerca del tendón del nervio del muslo.

Gén 32:1  Jacob continuó su viaje, y en el camino unos ángeles de Dios salieron a su encuentro.
Gén 32:2  Cuando Jacob los vio, dijo: «¡Pero si aquí también acampa Dios!» Por eso llamó a ese lugar «Dos campamentos».
Gén 32:3  Después de eso, Jacob envió unos mensajeros a su hermano Esaú, que vivía en la región de Edom. Los mensajeros tenían instrucciones de decirle a Esaú: «Su hermano Jacob se pone a sus órdenes y le hace saber que todo este tiempo ha estado viviendo con su tío Labán.
Gén 32:5  Ahora es dueño de vacas, burros, ovejas y cabras, y además tiene esclavos y esclavas. También le suplica que usted lo reciba con bondad».
Gén 32:6  Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a Jacob: «Fuimos y hablamos con su hermano Esaú, y él mismo viene a recibirlo, al frente de cuatrocientos hombres».
Gén 32:7  Jacob se asustó mucho, así que dividió a su gente y a su ganado en dos grupos,
Gén 32:8  pues pensó: «Si Esaú llega y ataca a uno de los grupos, al menos el otro grupo podrá escapar».
Gén 32:9  Y Jacob hizo esta oración: «Dios mío, tú eres el Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac. Tú me ordenaste regresar a mi tierra, con mis parientes, y me prometiste tu ayuda.
Gén 32:10  Siempre me tratas con mucha bondad, aunque no lo merezco, pues soy yo quien debe servirte. Cuando crucé el río Jordán, sólo tenía un palo para defenderme, pero ahora tengo gente y ganado para formar dos grupos.
Gén 32:11  Tú me prometiste que me iría bien, y que mis descendientes llegarían a ser como la arena del mar, que no se puede contar. ¡Líbrame ahora de mi hermano Esaú! Tengo miedo de que venga y nos ataque a todos».
Gén 32:13  Esa noche Jacob durmió en aquel lugar. De los animales que tenía, apartó para regalarle a su hermano
Gén 32:14  doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez toros, veinte burras y diez burros.
Gén 32:16  Entregó a sus sirvientes cada manada por separado, y les ordenó adelantarse y mantenerse a distancia unos de los otros.
Gén 32:17  Al guía de la primera manada le ordenó: «Cuando te encuentres con mi hermano Esaú, y él te pregunte quién eres y a dónde vas, y de quién son todos estos animales,
Gén 32:18  le dirás que son míos, pero que yo se los regalo. Dile también que yo vengo detrás de ti».
Gén 32:19  Estas mismas instrucciones les dio al segundo y al tercer guía, y a los que iban tras las manadas. A todos ellos los obligó
Gén 32:20  a decir que él venía siguiéndolos. Y es que Jacob pensaba: «Voy a calmar a Esaú con estos regalos, y así, cuando me vea, me recibirá bien».
Gén 32:21  Luego de enviar esos regalos, Jacob se quedó a pasar la noche en el campamento.
Gén 32:22  Esa misma noche Jacob se levantó, tomó todas sus posesiones, y junto con su familia cruzó el arroyo Jaboc.
Gén 32:24  Y luego él solo regresó al otro lado y allí luchó con un desconocido hasta que el sol salió.
Gén 32:25  Cuando el desconocido se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la cadera, y se la zafó.
Gén 32:26  Entonces el desconocido le dijo: —¡Suéltame! ¡Ya salió el sol! Pero Jacob le respondió: —No te suelto si no me bendices.
Gén 32:27  El desconocido le preguntó: —¿Cómo te llamas? Cuando Jacob le dio su nombre,
Gén 32:28  el desconocido dijo: —Ya no te vas a llamar Jacob. Ahora vas a llamarte Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29  Entonces Jacob le dijo: —Ahora te toca decirme cómo te llamas. Pero el desconocido respondió: —¡Pues ya debieras saberlo! Luego bendijo a Jacob,
Gén 32:30  y por eso Jacob llamó a ese lugar Penuel, pues dijo: «¡He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida!»
Gén 32:31  Cuando el sol salió, Jacob se fue de Penuel, pero iba cojeando.
Gén 32:32  Por eso hasta el día de hoy los israelitas no comen del músculo que cubre la cadera de ningún animal, porque fue allí donde Jacob fue golpeado.

Gén 32:1  A la mañana siguiente, Labán besó a sus hijos e hijas, les bendijo y se volvió a su lugar.
Gén 32:2  Jacob se fue por su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Gén 32:3  Al verlos, dijo Jacob: «Este es el campamento de Dios»; y llamó a aquel lugar Majanáyim.
Gén 32:4  Jacob envió mensajeros por delante hacia su hermano Esaú, al país de Seír, la estepa de Edom,
Gén 32:5  encargándoles: «Diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Fui a pasar una temporada con Labán, y me he demorado hasta hoy.
Gén 32:6  Me hice con bueyes, asnos, ovejas, siervos y siervas; y ahora mando a avisar a mi señor, para hallar gracia a sus ojos.»
Gén 32:7  Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: «Hemos ido donde tu hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres.»
Gén 32:8  Jacob se asustó mucho y se llenó de angustia; dividió a sus gentes, las ovejas, vacas y camellos, en dos campamentos,
Gén 32:9  y dijo: «Si llega Esaú a uno de los campamentos y lo ataca, se salvará el otro.»
Gén 32:10  Y dijo Jacob: «¡Oh Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Yahveh, que me dijiste: “Vuelve a tu tierra y a tu patria, que yo seré bueno contigo”,
Gén 32:11  qué poco merecía yo todas las mercedes y toda la confianza que has dado a tu siervo! Pues con solo mi cayado pasé este Jordán y ahora he venido a formar dos campamentos.
Gén 32:12  Líbrame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo, no sea que venga y nos ataque, a la madre junto con los hijos.
Gén 32:13  Que fuiste tú quien dijiste: “Yo seré bueno de veras contigo y haré tu descendencia como la arena del mar, que no se puede contar de tanta como hay.”»
Gén 32:14  Y Jacob pasó allí aquella noche. Tomó de lo que tenía a mano un regalo para su hermano Esaú,
Gén 32:15  consistente en doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:16  treinta camellas criando, junto con sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez garañones,
Gén 32:17  y repartiéndolo en manadas independientes, los confió a sus siervos y les dijo: «Pasad delante de mí, dejando espacio entre manada y manada.»
Gén 32:18  Y al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano Esaú y te pregunte “de quién eres y adónde vas, y para quién es eso que va delante de ti”,
Gén 32:19  dices: “De tu siervo Jacob; es un regalo enviado para mi señor Esaú. Precisamente, él mismo viene detrás de nosotros.”»
Gén 32:20  El mismo encargo hizo también al segundo, como asimismo al tercero y a todos los que iban tras las manadas diciendo: «En estos términos hablaréis a Esaú cuando le encontréis,
Gén 32:21  añadiendo: “Precisamente, tu siervo Jacob viene detrás de nosotros.”» Pues se decía: «Voy a ganármelo con el regalo que me precede, tras de lo cual me entrevistaré con él; tal vez me haga buena cara.»
Gén 32:22  Así, pues, mandó el regalo por delante, y él pasó aquella noche en el campamento.
Gén 32:23  Aquella noche se levantó, tomó a sus dos mujeres con sus dos siervas y a sus once hijos y cruzó el vado de Yabboq.
Gén 32:24  Les tomó y les hizo pasar el río, e hizo pasar también todo lo que tenía.
Gén 32:25  Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él hasta rayar el alba.
Gén 32:26  Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquél.
Gén 32:27  Este le dijo: «Suéltame, que ha rayado el alba.» Jacob respondió: «No te suelto hasta que no me hayas bendecido.»
Gén 32:28  Dijo el otro: «¿Cuál es tu nombre?» - «Jacob.» -
Gén 32:29  «En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido.»
Gén 32:30  Jacob le preguntó: «Dime por favor tu nombre.» - «¿ Para qué preguntas por mi nombre?» Y le bendijo allí mismo.
Gén 32:31  Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): «He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva.»
Gén 32:32  El sol salió así que hubo pasado Penuel, pero él cojeaba del muslo.
Gén 32:33  Por eso los israelitas no comen, hasta la fecha, el nervio ciático, que está sobre la articulación del muslo, por haber sido tocado Jacob en la articulación femoral, en el nervio ciático.

Gén 32:1  Jacob también siguió su camino, pero unos ángeles de Dios salieron a su encuentro.
Gén 32:2  Al verlos, exclamó: "¡Éste es el campamento de Dios!" Por eso llamó a ese lugar Majanayin. [1]
Gén 32:3  Luego Jacob envió mensajeros a su hermano Esaú, que estaba en la tierra de Seír, en la región de Edom.
Gén 32:4  Y les ordenó que le dijeran: "Mi señor Esaú, su siervo Jacob nos ha enviado a decirle que él ha vivido en la casa de Labán todo este tiempo,
Gén 32:5  y que ahora tiene vacas, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Le manda este mensaje, con la esperanza de ganarse su favor."
Gén 32:6  Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a Jacob: "Fuimos a hablar con su hermano Esaú, y ahora viene al encuentro de usted, acompañado de cuatrocientos hombres."
Gén 32:7  Jacob sintió mucho miedo, y se puso muy angustiado. Por eso dividió en dos grupos a la gente que lo acompañaba, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos,
Gén 32:8  pues pensó: "Si Esaú ataca a un grupo, el otro grupo podrá escapar."
Gén 32:9  Entonces Jacob se puso a orar: "Señor, Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac, que me dijiste que regresara a mi tierra y a mis familiares, y que me harías prosperar:
Gén 32:10  realmente yo, tu siervo, no soy digno de la bondad y fidelidad con que me has privilegiado. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora he llegado a formar dos campamentos.
Gén 32:11  ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños!
Gén 32:12  Tú mismo afirmaste que me harías prosperar, y que mis descendientes serían tan numerosos como la arena del mar, que no se puede contar."
Gén 32:13  Jacob pasó la noche en aquel lugar, y de lo que tenía consigo escogió, como regalo para su hermano Esaú,
Gén 32:14  doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez novillos, veinte asnas y diez asnos.
Gén 32:16  Luego los puso a cargo de sus siervos, cada manada por separado, y les dijo: "Vayan adelante, pero dejen un buen espacio entre manada y manada."
Gén 32:17  Al que iba al frente, le ordenó: "Cuando te encuentres con mi hermano Esaú y te pregunte de quién eres, a dónde te diriges y de quién es el ganado que llevas,
Gén 32:18  le contestarás: Es un regalo para usted, mi señor Esaú, que de sus ganados le manda su siervo Jacob. Además, él mismo viene detrás de nosotros. "
Gén 32:19  Jacob les dio la misma orden al segundo y al tercer grupo, y a todos los demás que iban detrás del ganado. Les dijo: "Cuando se encuentren con Esaú, le dirán todo esto,
Gén 32:20  y añadirán: Su siervo Jacob viene detrás de nosotros. " Jacob pensaba: "Lo apaciguaré con los regalos que le llegarán primero, y luego me presentaré ante él; tal vez así me reciba bien."
Gén 32:21  De esta manera los regalos lo precedieron, pero Jacob se quedó esa noche en el campamento.
Gén 32:22  Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos esclavas y a sus once hijos, y cruzó el vado del río Jaboc.
Gén 32:23  Una vez que lo habían cruzado, hizo pasar también todas sus posesiones,
Gén 32:24  quedándose solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer.
Gén 32:25  Cuando ese hombre se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera, y ésta se le dislocó mientras luchaban.
Gén 32:26  Entonces el hombre le dijo: ¡Suéltame, que ya está por amanecer! ¡No te soltaré hasta que me bendigas! respondió Jacob.
Gén 32:27  ¿Cómo te llamas? le preguntó el hombre. Me llamo Jacob respondió.
Gén 32:28  Entonces el hombre le dijo: Ya no te llamarás Jacob, sino Israel [2] , porque has luchado con Dios y con los *hombres, y has vencido.
Gén 32:29  Y tú, ¿cómo te llamas? le preguntó Jacob. ¿Por qué preguntas cómo me llamo? le respondió el hombre. Y en ese mismo lugar lo bendijo.
Gén 32:30  Jacob llamó a ese lugar Penuel, [3] porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con *vida."
Gén 32:31  Cruzaba Jacob por el lugar llamado Penuel, cuando salió el sol. A causa de su cadera dislocada iba rengueando.
Gén 32:32  Por esta razón los israelitas no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque a Jacob se le tocó en dicho tendón.

Gén 32:1  A la madrugada del día siguiente, Labán abrazó a sus nietos y a sus hijas, los bendijo, y regresó a su casa,
Gén 32:2  mientras que Jacob prosiguió su camino. De pronto, le salieron al paso unos ángeles de Dios.
Gén 32:3  Al verlos, Jacob exclamó: "Este es un campamento de Dios". Por eso dio a ese lugar el nombre de Majanaim.
Gén 32:4  Después Jacob envió unos mensajeros a su hermano Esaú -que vivía en la región de Seír, en las estepas de Edom-
Gén 32:5  dándoles esta orden: "Digan a mi señor Esaú: Así habla tu servidor Jacob: Fui a pasar un tiempo a la casa de Labán, y me quedé allí hasta ahora.
Gén 32:6  Poseo bueyes, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Mando a informar de esto a mi señor, con la esperanza de que me reciba amigablemente.
Gén 32:7  Pero los mensajeros regresaron con esta noticia: "Fuimos a ver a tu hermano Esaú, y ahora viene a tu encuentro acompañado de cuatrocientos hombres".
Gén 32:8  Jacob sintió un gran temor y se llenó de angustia. Entonces dividió a la gente que lo acompañaba en dos grupos, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos,
Gén 32:9  porque pensó: "Si Esaú acomete, contra uno de los grupos y lo destruye, el otro quedará a salvo".
Gén 32:10  Después pronunció esta oración: "Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, Señor, que me dijiste: "Regresa a tu tierra natal y seré bondadoso contigo",
Gén 32:11  yo soy indigno de las gracias con que has favorecido constantemente a tu servidor. Porque cuando crucé el Jordán, no tenía nada más que mi bastón, y ahora he podido formar dos campamentos.
Gén 32:12  Te ruego que me libres de la amenaza de mi hermano Esaú, porque tengo miedo de que él venga y nos destruya, sin perdonar a nadie.
Gén 32:13  Tú mismo has afirmado: "Yo seré bondadoso contigo y haré que tu descendencia sea una multitud incontable como la arena del mar".
Gén 32:14  Después de pasar la noche en aquel lugar, Jacob tomó una parte de los bienes que tenía a mano, para enviarlos como obsequio a su hermano Esaú.
Gén 32:15  Eran doscientas cabras y veinte chivos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:16  treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez asnos.
Gén 32:17  Luego confió a sus servidores cada manada por separado, y les dijo: Sigan adelante, pero dejen un espacio libre entre una manada y la otra:.
Gén 32:18  Y al que iba al frente le dio esta orden: "Cuando mi hermano Esaú te salga al paso y te pregunte: "¿Quién es tu patrón? ¿Adónde vas? ¿Y quién es el dueño de todo eso que está delante de ti?",
Gén 32:19  tú le responderás: "Todo esto pertenece a tu servidor Jacob: es un regalo que él envía a mi señor Esaú. Detrás de nosotros viene él personalmente".
Gén 32:20  Jacob dio esa misma orden al segundo, y al tercero, y a todos los demás que iban detrás de las manadas diciéndoles: "Cuando se encuentren con mi hermano Esaú, díganle todo esto.
Gén 32:21  Y tengan cuidado de añadir: "Detrás de nosotros viene tu servidor Jacob personalmente". Porque pensaba: "Lo aplacaré con los regalos que me preceden y después me presentaré yo; tal vez así me reciba bien".
Gén 32:22  Y aquella noche Jacob permaneció en el campamento, mientras sus regalos iban delante de él.
Gén 32:23  Aquella noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Iaboc.
Gén 32:24  Después que los hizo cruzar el torrente, pasó también todas sus posesiones.
Gén 32:25  Entonces se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba.
Gén 32:26  Al ver que no podía dominar a Jacob, lo golpeó en la articulación del fémur, y el fémur de Jacob se dislocó mientras luchaban.
Gén 32:27  Luego dijo: "Déjame partir, porque ya está amaneciendo:. Pero Jacob replicó: "No te soltaré si antes no me bendices".
Gén 32:28  El otro le preguntó: "¿Cómo te llamas?", "Jacob", respondió.
Gén 32:29  El añadió: "En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido".
Gén 32:30  Jacob le rogó: "Por favor, dime tu nombre". Pero él respondió: "¿Cómo te atreves a preguntar mi nombre?". Y allí mismo lo bendijo.
Gén 32:31  Jacob llamó a aquel lugar con el nombre de Peniel, porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, y he salido con vida".
Gén 32:32  Mientras atravesaba Peniel, el sol comenzó a brillar, y Jacob iba rengueando del muslo.
Gén 32:33  Por eso los israelitas no comen hasta el presente el nervio ciático que está en la articulación del fémur, porque Jacob fue tocado en la articulación del fémur, en el nervio ciático.

Gén 32:1  Jacob continuó su viaje, y en el camino unos ángeles de Dios salieron a su encuentro.
Gén 32:2  Cuando Jacob los vio, dijo: «¡Pero si aquí también acampa Dios!» Por eso llamó a ese lugar «Dos campamentos».
Gén 32:3  Después de eso, Jacob envió unos mensajeros a su hermano Esaú, que vivía en la región de Edom. Los mensajeros tenían instrucciones de decirle a Esaú: «Su hermano Jacob se pone a sus órdenes y le hace saber que todo este tiempo ha estado viviendo con su tío Labán.
Gén 32:5  Ahora es dueño de vacas, burros, ovejas y cabras, y además tiene esclavos y esclavas. También le suplica que usted lo reciba con bondad».
Gén 32:6  Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a Jacob: «Fuimos y hablamos con su hermano Esaú, y él mismo viene a recibirlo, al frente de cuatrocientos hombres».
Gén 32:7  Jacob se asustó mucho, así que dividió a su gente y a su ganado en dos grupos,
Gén 32:8  pues pensó: «Si Esaú llega y ataca a uno de los grupos, al menos el otro grupo podrá escapar».
Gén 32:9  Y Jacob hizo esta oración: «Dios mío, tú eres el Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac. Tú me ordenaste regresar a mi tierra, con mis parientes, y me prometiste tu ayuda.
Gén 32:10  Siempre me tratas con mucha bondad, aunque no lo merezco, pues soy yo quien debe servirte. Cuando crucé el río Jordán, sólo tenía un palo para defenderme, pero ahora tengo gente y ganado para formar dos grupos.
Gén 32:11  Tú me prometiste que me iría bien, y que mis descendientes llegarían a ser como la arena del mar, que no se puede contar. ¡Líbrame ahora de mi hermano Esaú! Tengo miedo de que venga y nos ataque a todos».
Gén 32:13  Esa noche Jacob durmió en aquel lugar. De los animales que tenía, apartó para regalarle a su hermano
Gén 32:14  doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez toros, veinte burras y diez burros.
Gén 32:16  Entregó a sus sirvientes cada manada por separado, y les ordenó adelantarse y mantenerse a distancia unos de los otros.
Gén 32:17  Al guía de la primera manada le ordenó: «Cuando te encuentres con mi hermano Esaú, y él te pregunte quién eres y a dónde vas, y de quién son todos estos animales,
Gén 32:18  le dirás que son míos, pero que yo se los regalo. Dile también que yo vengo detrás de ti».
Gén 32:19  Estas mismas instrucciones les dio al segundo y al tercer guía, y a los que iban tras las manadas. A todos ellos los obligó
Gén 32:20  a decir que él venía siguiéndolos. Y es que Jacob pensaba: «Voy a calmar a Esaú con estos regalos, y así, cuando me vea, me recibirá bien».
Gén 32:21  Luego de enviar esos regalos, Jacob se quedó a pasar la noche en el campamento.
Gén 32:22  Esa misma noche Jacob se levantó, tomó todas sus posesiones, y junto con su familia cruzó el arroyo Jaboc.
Gén 32:24  Y luego él solo regresó al otro lado y allí luchó con un desconocido hasta que el sol salió.
Gén 32:25  Cuando el desconocido se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la cadera, y se la zafó.
Gén 32:26  Entonces el desconocido le dijo: —¡Suéltame! ¡Ya salió el sol! Pero Jacob le respondió: —No te suelto si no me bendices.
Gén 32:27  El desconocido le preguntó: —¿Cómo te llamas? Cuando Jacob le dio su nombre,
Gén 32:28  el desconocido dijo: —Ya no te vas a llamar Jacob. Ahora vas a llamarte Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29  Entonces Jacob le dijo: —Ahora te toca decirme cómo te llamas. Pero el desconocido respondió: —¡Pues ya debieras saberlo! Luego bendijo a Jacob,
Gén 32:30  y por eso Jacob llamó a ese lugar Penuel, pues dijo: «¡He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida!»
Gén 32:31  Cuando el sol salió, Jacob se fue de Penuel, pero iba cojeando.
Gén 32:32  Por eso hasta el día de hoy los israelitas no comen del músculo que cubre la cadera de ningún animal, porque fue allí donde Jacob fue golpeado. 

Gén 32:1  Y Ya'akov salió a su viaje, y miró hacia arriba, y vio al ejército de Elohim acampado;
Gén 32:2  y los malajim de Elohim salieron a su encue ntro. Y Ya'akov, cuando los vio, dijo: "Este es el Campamento de Elohim," y llamó a ese lugar Majanayim [campamentos].
Gén 32:3  Ya'akov envió mensajeros delante de él a Esav su hermano hacia la tierra de Seir, el país de Edom,
Gén 32:4  con estas instrucciones: "Aquí está lo que tienen que decir a mi señor Esav: 'Tu sirviente Ya'akov dice: 'Yo he estado viviendo con Lavan y me he quedado hasta ahora.
Gén 32:5  Tengo ganado, asnos y rebaños, y esclavos y esclavas. Estoy enviando a decir esta noticia a mi señor, para poder ganar tu favor.'"
Gén 32:6  Los mensajeros regresaron a Ya'akov diciendo: "Fuimos a tu hermano Esav, él está viniendo a recibirte; con él hay cuatrocientos hombres."
Gén 32:7  Ya'akov se puso muy temeroso y afligido. El dividió la gente, rebaños, ganado y los camellos con él en dos campamentos,[94]
Gén 32:8  diciendo: "Si Esav viene a un campamento y lo ataca, por lo menos el campamento que queda escapará."
Gén 32:9  Entonces Ya'akov dijo: "Elohim de mi padre Avraham y Elohim de mi padre Yitzjak, YAHWEH, quien me dijo: 'Regresa deprisa a la tierra de tu nacimiento y Yo te haré bien.'
Gén 32:10  Que haya para mí una suficiencia de toda la justicia y verdad que Tú has mostrado a tu siervo, desde que crucé el Yarden con sólo mi cetro. Pero ahora me he hecho dos campamentos.
Gén 32:11  ¡Por favor! ¡Rescátame de mi hermano Esav! Yo le temo a él, temo que regrese y me ataque, sin consideración por madres o niños.[95]
Gén 32:12  Tú dijiste: 'Yo ciertamente te haré bien y haré tu zera tan numerosa como los granos de arena junto al mar, que son tantos que no se pueden contar.'"
Gén 32:13  El se quedó allí esa noche; entonces escogió entre sus posesiones lo s siguientes como regalos para Esav su hermano:
Gén 32:14  doscientas cabras y veinte carneros, doscientas ovejas y veinte corderos,
Gén 32:15  treinta camellas lecheras y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez potros.
Gén 32:16  El se los entregó a sus sirvientes, cada manada de por sí, y dijo a sus sirvientes: "Crucen delante de mí, y mantengan espacio entre cada manada y la próxima."
Gén 32:17  El instruyó al sirviente al frente: "Cuando Esav mi hermano se encuentre contigo, y te pregunte: '¿De quién eres tú el sirviente? ¿Adónde vas? Y ¿De quién son estos animales?
Gén 32:18  Entonces le dirás: 'Ellos pertenecen a tu siervo Ya'akov, y son un regalo que él ha mandado a mi señor Esav; y el mismo Ya'akov está justo detrás de nosotros.'"
Gén 32:19  El instruyó al primer sirviente, al segundo, y al tercero, y a todos los que seguían las manadas: "Cuando se encuentren con Esav, hablarán con él de la misma forma,
Gén 32:20  y tienen que añadir: 'Y allí justo detrás de nosotros, está tu sirviente Ya'akov.'" Porque él dijo: "Yo lo apaciguaré primero con los regalos que van delante de su presencia, después de eso, yo mismo veré su rostro – y quizá él sea amistoso hacia mí."
Gén 32:21  Así que el regalo cruzó delante de él, y él mismo se quedó esa noche en el campamento.
Gén 32:22  El se levantó esa noche, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas, y a sus once hijos, y cruzó el Yabok.
Gén 32:23  Los tomó y los mandó a cruzar el arroyo, y después mandó a cruzar sus posesiones;
Gén 32:24  y Ya'akov se quedó solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el alba.
Gén 32:25  Cuando él vio que no había vencido a Ya'akov, golpeó a Ya'akov en el encaje de la cadera, así su cadera fue dislocada mientras luchaba con él.
Gén 32:26  El hombre dijo: "Déjame ir, porque ya rompe el día." Pero Ya'akov respondió: "No te dejaré ir si no me bendices."
Gén 32:27  El hombre preguntó: "¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: "Ya'akov."
Gén 32:28  Entonces el hombre dijo: "Desde ahora en adelante ya no te llamarás Ya'akov, sino Yisra'el;[96] porque has mostrado tu fuerza a ambos Elohim y a los hombres y has prevalecido."
Gén 32:29  Ya'akov le pidió: "Por favor, dime tu nombre." Pero él respondió: "¿Por qué estás preguntando mi nombre? "[97] Y lo bendijo allí.
Gén 32:30  Ya'akov llamó al lugar Peni- El [Rostro de Elohim], "porque he visto a Elohim cara a cara, aun mi vida fue perdonada."
Gén 32:31  Mientras el sol salió sobre él pasó Peni- El, cojeando de la cadera.[98]
Gén 32:32  Por está razón, hasta este día, los hijos de Yisra'el no comen el músculo del muslo que pasa por el encaje de la cadera – porque el hombre golpeó a Ya'akov en el encaje de la cadera.

Gén 32:1  Labán se levantó muy temprano, besó a sus hijos y a sus hijas, los bendijo y se fue. Así volvió Labán a su lugar.
Gén 32:2  Jacob, por su parte, siguió su camino y le salieron al encuentro Angeles de Dios.
Gén 32:3  Al verlos dijo Jacob: "Este es un campamento de Dios", y por eso llamó a aquel lugar Majanaim.
Gén 32:4  Jacob mandó a avisar de su llegada a su hermano Esaú, en Seír, en los campos de Edom;
Gén 32:5  los mensajeros recibieron las instrucciones siguientes: "Digan a mi señor, a Esaú, de parte de su servidor Jacob: He vivido con Labán y con él he permanecido hasta hoy.
Gén 32:6  He adquirido bueyes, burros, rebaños, mozos y sirvientas. Y ahora quiero avisarte, esperando que me recibirás bien."
Gén 32:7  Volvieron los mensajeros y dijeron a Jacob: "Hemos estado con tu hermano Esaú, y él mismo viene ahora a tu encuentro con cuatrocientos hombres."
Gén 32:8  Jacob se llenó de miedo y se desesperó. Dividió en dos campamentos a la gente que estaba con él, y lo mismo hizo con el ganado, las ovejas y los camellos,
Gén 32:9  pues pensaba: "Si Esaú ataca a un campamento, el otro podrá salvarse."
Gén 32:10  Luego oró así: "Yavé, Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac, tú me dijiste: Vuelve a tu patria, a la tierra de tus padres que yo seré bueno contigo.
Gén 32:11  Yo no soy digno de todos los favores que me has hecho, ni de la gran bondad que has tenido conmigo. Porque al partir, cuando atravesé el Jordán, no tenía más que mi bastón. Pero ahora, al volver, tengo suficiente como para hacer dos campamentos.
Gén 32:12  Líbrame de las manos de mi hermano, de las manos de Esaú; no sea que que venga y mate a todos, a la madre con sus hijos.
Gén 32:13  Pero eres tú quien me dijo: Te colmaré de bienes y tu descendencia será como la arena del mar, que nadie puede contar."
Gén 32:14  Y pasó allí aquella noche.
 Echó mano a lo que traía consigo para enviar un regalo a su hermano Esaú:
Gén 32:15  doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:16  treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte mulas y diez burros.
Gén 32:17  Luego los dividió en varios grupos y confió cada uno de ellos a un servidor, con esta orden: "Vayan delante de mí, y mantengan cierta distancia entre un grupo y otro."
Gén 32:18  Al del primer grupo le recomendó: "Cuando te encuentre mi hermano Esaú y te pregunte quién eres, a dónde vas, y de quién es el rebaño que vas guiando,
Gén 32:19  le contestarás: "Todo pertenece a tu siervo Jacob, y todo es un regalo que él envía a mi señor Esaú. El mismo viene detrás de nosotros."
Gén 32:20  Jacob dio las mismas instrucciones al segundo, al tercero y a todos los demás que guiaban los rebaños. Y les dijo:
Gén 32:21  Así han de hablar a Esaú cuando lo encuentren. Y también le dirán: "Tu siervo Jacob ya viene detrás de nosotros."
 Pues Jacob pensaba: "Lo aplacaré con los regalos que le envío delante, y cuando después me encuentre frente a él, quizá me reciba sin enojo."
Gén 32:22  Envió, pues, los regalos por delante, y él se quedó aquella noche en el campamento.
Gén 32:23  Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y los hizo cruzar el vado de Yaboc.
Gén 32:24  A todos los hizo pasar al otro lado del torrente, y también hizo pasar todo lo que traía con él.
Gén 32:25  Y Jacob se quedó solo.
 Entonces alguien luchó con él hasta el amanecer.
Gén 32:26  Este, viendo que no lo podía vencer, tocó a Jacob en la ingle, y se dislocó la cadera de Jacob mientras luchaba con él.
Gén 32:27  El otro le dijo: "Déjame ir, pues ya está amaneciendo." Y él le contestó: "No te dejaré marchar hasta que no me des tu bendición."
Gén 32:28  El otro, pues, le preguntó: "¿Cómo te llamas?" El respondió: "Jacob."
Gén 32:29  Y el otro le dijo: "En adelante ya no te llamarás Jacob, sino Israel, o sea Fuerza de Dios, porque has luchado con Dios y con los hombres y has salido vencedor."
Gén 32:30  Entonces Jacob le hizo la pregunta: "Dame a conocer tu nombre" Él le contestó: "¿Mi nombre? ¿Para qué esta pregunta?" Y allí mismo lo bendijo.
Gén 32:31  Jacob llamó a aquel lugar Panuel, o sea Cara de Dios, pues dijo: "He visto a Dios cara a cara y aún estoy vivo."
Gén 32:32  El sol empezaba a dar fuerte cuando cruzó Penuel, y él iba cojeando a causa de su cadera.
Gén 32:33  Por esta razón los hijos de Israel no comen, hasta el día de hoy, el nervio del muslo, porque tocó a Jacob en la ingle, sobre el nervio del muslo. 

Gén 32:1  Jacob continuó su camino y se encontró con unos ángeles de Dios.
Gén 32:2  Cuando los vio, les dijo: «¡Este es el campamento de Dios!» Por esa razón llamó a ese sitio Majanayin.
Gén 32:3  Esaú, el hermano de Jacob, estaba viviendo en el área llamada Seír que quedaba en la región montañosa de Edom. Jacob mandó unos mensajeros a donde estaba Esaú.
Gén 32:4  Les dijo: «Díganle esto a mi señor Esaú: “Su siervo Jacob le manda decir: He vivido con Labán todos estos años.
Gén 32:5  Tengo ganado, burros, ovejas, esclavos y esclavas. Mi señor, te mando este mensaje para pedir que nos aceptes”».
Gén 32:6  Los mensajeros volvieron a donde estaba Jacob y le dijeron: —Fuimos a donde estaba tu hermano Esaú. Él y cuatrocientos hombres más saldrán a recibirte.
Gén 32:7  Jacob se preocupó mucho. Dividió a su gente, a los rebaños, al ganado y a los camellos en dos grupos.
Gén 32:8  Pensó: «Si Esaú viene y ataca al primer grupo y lo destruye, entonces el otro podrá escapar».
Gén 32:9  Entonces Jacob dijo: «¡Dios de mi abuelo Abraham! ¡Dios de mi papá Isaac! Señor, tú que me dijiste: “Regresa a tu país, al lugar donde naciste, y te haré prosperar”.
Gén 32:10  No soy digno de todas las muestras de bondad y lealtad que has tenido conmigo, tu siervo. La primera vez que crucé el río Jordán sólo llevaba mi bastón. Ahora tengo tantas cosas, que me pude separar en dos grupos.
Gén 32:11  Por favor protégeme del gran poder de mi hermano Esaú. Tengo miedo de que venga a destruirme y a matar incluso, a las madres con sus hijos.
Gén 32:12  Tú me dijiste: “Te haré el bien y haré que tengas tantos descendientes como arena hay en el mar. Habrán tantos que no se podrán contar”».
Gén 32:13  Jacob pasó la noche allí. Después eligió entre lo que tenía un regalo para su hermano Esaú.
Gén 32:14  Tomó doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas y veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez toros, veinte burras y diez burros.
Gén 32:16  Puso cada rebaño por separado a cargo de uno de sus esclavos. Después les dijo a sus esclavos: —Vayan delante de mí y dejen un espacio entre cada rebaño.
Gén 32:17  Jacob le ordenó al primer esclavo: —Cuando te encuentres con mi hermano Esaú y te pregunte: “¿A quién le perteneces? ¿A dónde vas? ¿De quién son los animales que llevas ahí?”
Gén 32:18  Tú le responderás: “Pertenecen a su siervo Jacob, son un regalo que él le envía. Mire, ahí viene él detrás de mí”.
Gén 32:19  Después les ordenó al segundo, al tercero y a todos los esclavos que llevaban cada rebaño: —Todos le dirán eso mismo a Esaú cuando se encuentren con él.
Gén 32:20  También le dirán: “Mire, ahí viene su siervo Jacob detrás de nosotros”. Jacob pensó: «Voy a calmarlo con los regalos que le mando por delante, así se portará amable conmigo cuando me vea».
Gén 32:21  De manera que envió los regalos antes que él y pasó la noche allí en su campamento.
Gén 32:22  Esa noche Jacob se levantó, llevó a sus esposas, a sus esclavas y a sus once hijos, y los hizo atravesar el río Jaboc por el cruce.
Gén 32:23  Después de que los hizo atravesar el río, mandó también con ellos todas sus posesiones.
Gén 32:24  Jacob se quedó solo y entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer.
Gén 32:25  Cuando el hombre se dio cuenta de que no podía derrotar a Jacob, lo golpeó en la unión de la pierna con la cadera, y esa parte se le dislocó.
Gén 32:26  Luego el hombre le dijo: —Déjame ir, que ya está amaneciendo. Pero Jacob dijo: —No te dejaré ir a menos que me des tu bendición.
Gén 32:27  El hombre le pregunto: —¿Cómo te llamas? Y Jacob respondió: —Jacob.
Gén 32:28  Después el hombre dijo: —De ahora en adelante no te llamarás Jacob sino Israel, ya que has luchado contra Dios y contra seres humanos, y has ganado.
Gén 32:29  Entonces Jacob preguntó: —Por favor dime cómo te llamas. Pero el hombre le preguntó: —¿Por qué me preguntas cómo me llamo? Y en ese momento el hombre bendijo a Jacob.
Gén 32:30  Jacob llamó a ese sitio Penuel y dijo: «Aquí vi a Dios cara a cara y sin embargo, aún estoy vivo».
Gén 32:31  Jacob estaba cojeando por su cadera dislocada y, mientras pasaba por Penuel amaneció.
Gén 32:32  Entonces, hoy en día el pueblo de Israel no come el tendón que está en la unión de la cadera, porque Jacob fue golpeado en esa parte.

Gén 32:1  Jacob entonces prosiguió el viaje comenzado, y le salieron al encuentro ángeles de Dios,
Gén 32:2  vistos los cuales, dijo: He aquí los campamentos de Dios; y llamó a aquel lugar Mahanaim, esto es, Campamentos.
Gén 32:3  De aquí también despachó mensajeros delante de sí a su hermano Esaú a tierra de Seir, en la Idumea,
Gén 32:4  dándoles esta orden: Hablaréis de esta manera a mi señor Esaú: Jacob tu hermano te envía a decir lo siguiente: Me fui peregrinando a casa de Labán, y en ella he estado hasta el día presente.
Gén 32:5  Tengo bueyes, y asnos, y ovejas, y esclavos, y esclavas; y ahora envío estos mensajeros a mi señor, con deseo de hallar gracia en su presencia.
Gén 32:6  Los enviados volvieron a Jacob , diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú; y él mismo viene presuroso a tu encuentro con cuatrocientos hombres.
Gén 32:7  Concibió Jacob grandísimo miedo; y lleno de terror, dividió la gente que tenía consigo, junto con los ganados de ovejas, y de bueyes, y de camellos, en dos bandas,
Gén 32:8  diciendo: Si Esaú acometiere una banda y la destrozare, la otra banda que resta se salvará.
Gén 32:9  Dijo después Jacob : ¡Oh Dios de mi padre Abrahán, y Dios de mi padre Isaac!, ¡tú, Señor, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra, y al lugar de tu nacimiento , que yo te colmaré de beneficios!
Gén 32:10  Yo soy indigno de todas tus misericordias, y de la fidelidad con que has cumplido a tu siervo las promesas que le hiciste; sólo con mi simple cayado pasé este río Jordán, y ahora vuelvo con dos cuadrillas de gentes y ganados.
Gén 32:11  Líbrame, te ruego, porque le temo mucho; no sea que arremetiendo, acabe con madres e hijos.
Gén 32:12  Tú has prometido hacerme mil bienes, y dilatar mi descendencia como las arenas del mar, que por la muchedumbre no pueden contarse.
Gén 32:13  Habiendo, pues, dormido allí aquella noche, separó de todo lo que tenía, lo que había destinado para regalar a su hermano Esaú,
Gén 32:14  es a saber, doscientas cabras, veinte machos de cabrío, doscientas ovejas, y veinte carneros,
Gén 32:15  treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas, veinte toros, y veinte asnas, con diez de sus pollinos;
Gén 32:16  y envío por medio de sus criados cada manada de éstas de por sí, y dijo a los mozos: Id delante de mí, dejando algún trecho entre manada y manada.
Gén 32:17  Y dio esta orden al primero: Si encontrares a mi hermano Esaú, y te preguntare: ¿De quién eres? o ¿a dónde vas? o ¿de quién es eso que conduces?
Gén 32:18  has de responder: Es un regalo de tu siervo Jacob , que le envía a mi señor Esaú, y él mismo en persona viene detrás de nosotros.
Gén 32:19  Las mismas órdenes dio al segundo, y al tercero, y a todos los demás que iban detrás de aquellas manadas, diciendo: En los mismos términos habéis de hablar a Esaú, cuando le encontréis.
Gén 32:20  Y no dejéis de añadir: Tu siervo Jacob en persona, viene siguiendo detrás de nosotros; porque dijo: Le aplacaré con los regalos que preceden, y después me presentaré a él, quizá se me mostrará propicio.
Gén 32:21  Remitió, pues, los dones por delante, y él pasó aquella noche en el campamento.
 
Gén 32:22  Y levantándose muy temprano, tomó sus dos mujeres, y las dos criadas con los once hijos, y pasó el vado de Jaboc.
Gén 32:23  Y después de haber hecho pasar todo lo que le pertenecía,
Gén 32:24  se quedó solo, y he aquí que se le apareció un personaje, que comenzó a luchar con él hasta la mañana.
Gén 32:25  Este varón respetable, viendo que no podía sobrepujar a Jacob , le tocó el tendón del muslo, que al instante se secó.
Gén 32:26  Y le dijo: Déjame ir, que ya raya el alba. Jacob respondió: No te dejaré ir, si antes no me das la bendición.
Gén 32:27  ¿Cómo te llamas?, le preguntó el ángel. El respondió: Jacob .
Gén 32:28  No ha de ser ya tu nombre Jacob , dijo entonces el ángel, sino Israel, porque si con el mismo Dios te has mostrado fuerte, ¿cuánto más prevalecerás contra todos los hombres?
Gén 32:29  Le preguntó Jacob : Dime, ahora, ¿cuál es tu nombre? Respondió: ¿Por qué quieres saber mi nombre? Y allí mismo le dio su bendición.
Gén 32:30  Por donde Jacob llamó aquel lugar Fanuel, diciendo: Yo he visto a Dios cara a cara, y mi vida ha quedado a salvo.
Gén 32:31  Al punto que partió de Fanuel, le salió el sol; mas él iba cojeando de un pie.
Gén 32:32  Por este motivo los hijos de Israel, hasta el día de hoy, no comen del nervio de los animales, correspondiente al que se secó en el muslo de Jacob ; en memoria de que habiendo tocado el ángel dicho nervio, quedó éste sin movimiento.

Gén 32:1  Al día siguiente se levantó Labán de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas y los bendijo. Después se marchó para volverse a su lugar.
Gén 32:2  Jacob prosiguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Gén 32:3  Al verlos, dijo Jacob: “Este es el campamento de Dios”; y por eso llamó a aquel lugar Majanayim."
Gén 32:4  Envió Jacob ante sí mensajeros a Esaú, su hermano, a tierras de Seir, en los campos de Edom, mandándoles:
Gén 32:5  “Así habéis de decir a mi señor Esaú: He aquí lo que dice Jacob, tu siervo: He estado con Labán y he morado con él hasta ahora.
Gén 32:6  Tengo bueyes y asnos, ovejas, siervos y siervas, y quiero hacérselo saber a mi señor, para hallar gracia a sus ojos.”
Gén 32:7  Los mensajeros volvieron, diciendo a Jacob: “Hemos ido a ver a tu hermano Esaú, y viene él a tu encuentro con cuatrocientos hombres.”
Gén 32:8  Jacob se atemorizó grandemente y se angustió; dividió en dos partes a los que le acompañaban, los rebaños, los ganados y los camellos, diciéndose:"
Gén 32:9  “Si encuentra Esaú una parte y la destroza, quizá pueda salvarse la otra”;"
Gén 32:10  y dijo: “Dios de mi padre Abraham, Dios de mi padre Isaac, Yahvé, que me dijiste: Vuelve a tu tierra, al lugar de tu nacimiento, que yo te favoreceré,
Gén 32:11  Muy poco soy para todas las gracias que a tu siervo has hecho, y toda la fidelidad que con él has tenido, pues pasé este río Jordán llevando sólo mi cayado, y vuelvo ahora con dos escuadras.
Gén 32:12  Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, pues le temo, no sea que venga a matarnos a todos, la madre con sus hijos.
Gén 32:13  Tú me has dicho: Yo te favoreceré grandemente y haré tu descendencia como las arenas del mar, que por lo numerosas no pueden contarse.”
Gén 32:14  Pasó allí Jacob aquella noche, y de cuanto tenía tomó para hacer presentes a Esaú, su hermano: doscientas cabras y veinte machos;"
Gén 32:15  doscientas ovejas y veinte carneros;"
Gén 32:16  treinta camellas criando, con sus crías; cuarenta vacas y diez toros; veinte asnas y diez asnos,"
Gén 32:17  y, poniendo en manos de sus siervos cada uno de los hatos separadamente, les dijo: “Id delante de mí, dejando un espacio entre hato y hato.”
Gén 32:18  Al primero le dio esta orden: “Si te encuentra Esaú, mi hermano, y te pregunta: ¿De quién eres, adonde vas y de quién es eso que llevas?,
Gén 32:19  le responderás: De tu siervo Jacob; es un presente que envía a mi señor, a Esaú, y él viene también detrás de nosotros.”
Gén 32:20  La misma orden dio al segundo y al tercero, y a todos cuantos llevaban el ganado, diciéndoles: “Así habéis de hablar a Esaú cuando le encontréis.
Gén 32:21  Le diréis: He aquí que tu siervo Jacob viene detrás de nosotros.” Pues se decía: Le aplacaré con los presentes que van delante y luego le veré; quizá me acoja bien."
Gén 32:22  Los presentes pasaron delante de él, y él se quedó allí aquella noche en el campamento;"
Gén 32:23  y levantándose todavía de noche y tomando a sus dos mujeres, a sus dos siervas y sus once hijos, les hizo pasar el vado de Yaboq.
Gén 32:24  Pasó también después cuanto tenía.
Gén 32:25  Quedóse Jacob solo, y hasta rayar la aurora estuvo luchando con él un hombre, el cual,
Gén 32:26  viendo que no le podía, le dio un golpe en la articulación del muslo, y se relajó el tendón del muslo de Jacob luchando con él.
Gén 32:27  El hombre dijo a Jacob: “Déjame ya que me vaya, que sale la aurora.” Pero Jacob respondió: “No te dejaré ir si no me bendices.”
Gén 32:28  El le preguntó: “¿Cuál es tu nombre?” “Jacob,” contestó éste.
Gén 32:29  Y él le dijo: “No te llamarás ya en adelante Jacob, sino Israel, pues has luchado con Dios y con hombres y has vencido.”
Gén 32:30  Rogóle Jacob: “Dame, por favor, a conocer tu nombre”; pero él le contestó: “¿Para qué preguntas por mi nombre?”; y le bendijo allí."
Gén 32:31  Jacob llamó a aquel lugar Peniel, pues dijo: “He visto a Dios cara a cara y ha quedado a salvo mi vida.”
Gén 32:32  Salía el sol cuando pasó de Panuel, e iba cojeando del muslo.
Gén 32:33  Por eso los hijos de Israel no comen, todavía hoy, el tendón femoral de la articulación del muslo, por haber sido herido en él Jacob.

 

 

 
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