Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Genesis A28
 

Capitulo 28

Gén 28:1  Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó:—No te cases con ninguna mujer de aquí de Canaán.
Gén 28:2  Vete ahora mismo a Padán Aram, a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y cásate allí con una de las hijas de tu tío Labán.
Gén 28:3  Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones.
Gén 28:4  Que también te dé, a ti y a tu descendencia, la bendición de Abraham, para que puedas poseer esta tierra donde ahora vives como extranjero, esta tierra que Dios le prometió a Abraham.
Gén 28:5  Así envió Isaac a Jacob a Padán Aram, a la casa de Labán, quien era hijo de Betuel el arameo, y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú.
Gén 28:6  Esaú supo que Isaac había bendecido a Jacob, y que lo había enviado a Padán Aram para casarse allí. También se enteró de que, al bendecirlo, le dio la orden de no casarse con ninguna cananea,
Gén 28:7  y de que Jacob había partido hacia Padán Aram en obediencia a su padre y a su madre.
Gén 28:8  Entonces Esaú se dio cuenta de la antipatía de su padre por las cananeas.
Gén 28:9  Por eso, aunque ya tenía otras esposas cananeas, Esaú fue hasta donde vivía Ismael hijo de Abraham y se casó con su hija Majalat, que era hermana de Nebayot.
Gén 28:10  Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán.
Gén 28:11  Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar.
Gén 28:12  Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.
Gén 28:13  En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia os daré la tierra sobre la que estás acostado.
Gén 28:14  Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.
Gén 28:15  Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido.»
Gén 28:16  Al despertar Jacob de su sueño, pensó: «En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta.»
Gén 28:17  Y con mucho temor, añadió: «¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!»
Gén 28:18  A la mañana siguiente Jacob se levantó temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la erigió como una estela y derramó aceite sobre ella.
Gén 28:19  En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.
Gén 28:20  Luego Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, y si me da alimento y ropa para vestirme,
Gén 28:21  y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.
Gén 28:22  Y esta piedra que yo erigí como pilar será casa de Dios, y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte.»

Gén 28:1  Y llamó Isaac a Jacob, y bendíjole y mandóle, diciendo:»No tomarás mujer de las hijas de Canaán.
Gén 28:2  Alzando corre a Mesopotamia de Siria, a casa de Batuel, padre de tu madre, y tómate de allí mujer de las hijas de Labán, el hermano de tu madre.
Gén 28:3  Y Dios omnipotente te bendecirá, y acrecentará y multiplicará, que seas muchedumbres de pueblos;
Gén 28:4  y te dé la bendición de Abrahán, tu padre, a ti y a tu simiente, después de ti, para que heredes la tierra de tu peregrinación, que ha dado Dios a Abrahán».
Gén 28:5  Y despidió Isaac a Jacob; y partió a Mesopotamia, a Labán el hijo de Batuel, el siro, al hermano de Rebeca, la madre de Jacob y Esaú.
Gén 28:6  Y vio Esaú que bendijo Isaac a Jacob y le envió a Mesopotamia de Siria, a tomarse mujer, bendiciéndole y mandándole, diciendo: «No tomarás mujer de las hijas de Canaán».
Gén 28:7  Y que Jacob oyó a su padre y a su madre; y partió a Siria.
Gén 28:8  Y vio Esaú que malas eran las hijas de Canaán a faz de Isaac, su padre;
Gén 28:9  y fue Esaú a Ismael, y tomó a Mahelet, hija de Ismael, hijo de Abrahán, hermano de Nabayot, con sus mujeres para mujer.
Gén 28:10  Y salió Jacob de Bersabé y fue a Harán.
Gén 28:11  Y llegó a un lugar y durmió allí; porque se había puesto el sol; y tomó una de las piedras del lugar; y púsole debajo de su cabeza y durmió en aquel lugar.
Gén 28:12  Y soñó; y he aquí una escala afianzada en la tierra y su cabeza tocaba el cielo; y he aquí ángeles de Dios ascendían y descendían por ella.
Gén 28:13  Y he aquí el Señor estaba apoyado en ella; y dijo: «Yo el Señor el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac: la tierra en que duermes, te daré y a tu simiente.
Gén 28:14  Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y te delatarás hacia la mañana y la tarde, y la medianoche y el mediodía; y benditas serán en ti todas las tribus de la tierra, y en la simiente tuya.
Gén 28:15  Y he aquí yo contigo, guardándote, en todo camino que anduvieres, y te retornaré a esta tierra; pues no te abandonaré hasta hacer yo todo lo que he hablado».
Gén 28:16  Y despertó Jacob del sueño y dijo: «Verdaderamente, está Señor en este lugar, y yo no lo sabía».
Gén 28:17  Y temió y dijo: «¡Cuán terrible es este lugar! No es esto sino casa de Dios, y ésta la puerta del cielo».
Gén 28:18  Y levantóse Jacob al alba, y tomó la piedra que pusiera debajo de su cabeza, y erigióla en columna(a)  y vertió aceite encima de ella.
Gén 28:19  Y llamó el nombre de aquel lugar: Betel(b) ; pero Luza era el nombre de la ciudad antes.
Gén 28:20  Y votó Jacob voto, diciendo: «Si fuere Dios conmigo y me guardare en este camino que ando y me diere pan que comer y vestido que ponerme;
Gén 28:21  y me devolviere con salud a casa de mi padre: me será Señor para Dios(c) ,
Gén 28:22  y esta piedra que he erigido en columna, será para mí una casa de Dios; y todo lo que me dieres diezmárelo para ti.»


Gén 28:1  Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán.
Gén 28:2  Levántate, vé a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.
Gén 28:3  Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos;
Gén 28:4  y te dé la bendición de Abraham,(A) y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.
Gén 28:5  Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob y de Esaú.
Gén 28:6  Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán;
Gén 28:7  y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.
Gén 28:8  Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre;
Gén 28:9  y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.

Dios se aparece a Jacob en Bet-el
 
Gén 28:10  Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán.
Gén 28:11  Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
Gén 28:12  Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.(B)
Gén 28:13  Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.(C)
Gén 28:14  Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.(D)
Gén 28:15  He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Gén 28:16  Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.
Gén 28:17  Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.
Gén 28:18  Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
Gén 28:19  Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el,[a] aunque Luz[b] era el nombre de la ciudad primero.
Gén 28:20  E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
Gén 28:21  y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
Gén 28:22  Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.


Gén 28:1  Entonces Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó:
–No te cases con ninguna mujer de esta tierra de Canaán.
Gén 28:2  Vete a Padán-aram,[a] a la casa de tu abuelo Betuel, y cásate allá con una de las hijas de tu tío Labán.
Gén 28:3  Que el Dios todopoderoso[b] te bendiga y te dé muchos descendientes, para que de ti salgan muchas naciones.
Gén 28:4  Que te dé a ti, y también a tus descendientes, la bendición que prometió a Abraham,[c] para que sean dueños de esta tierra donde ahora vivimos como extranjeros, pues él se la prometió a Abraham.
Gén 28:5  Así fue como Isaac envió a Jacob a Padán-aram. Y Jacob llegó a casa de Labán, que era hijo de Betuel el arameo y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y Esaú.

Matrimonio de Esaú con Mahalat
Gén 28:6  Esaú había visto cómo Isaac daba su bendición a Jacob y lo enviaba a Padán-aram para casarse allá. También se fijó en que su padre, al bendecirlo, le ordenó que no se casara con ninguna mujer de Canaán,
Gén 28:7  y que Jacob se fue a Padán-aram como su padre y su madre le habían dicho.
Gén 28:8  De esa manera, Esaú comprendió que a su padre no le agradaban las mujeres de Canaán;
Gén 28:9  por eso fue a ver a Ismael, hijo de Abraham, y tomó por esposa a su hija Mahalat, que era hermana de Nebaiot, además de las esposas cananeas que ya tenía.[d]

Dios se aparece a Jacob en Betel
Gén 28:10  Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán.
Gén 28:11  Llegó a cierto lugar, donde se quedó a pasar la noche porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir.
Gén 28:12  Y tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.[e]
Gén 28:13  También veía al Señor, que estaba de pie junto a él y le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes os daré la tierra donde estás acostado.
Gén 28:14  Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes.[f]
Gén 28:15  Yo estoy contigo:[g] te cuidaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré sin cumplir lo que te he prometido.”
Gén 28:16  Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: “En verdad el Señor está en este lugar, pero yo no lo sabía.”
Gén 28:17  Tuvo miedo, y dijo: “Este lugar es muy sagrado. ¡Esta es la casa de Dios[h] y la puerta del cielo!”
Gén 28:18  Al día siguiente se levantó Jacob muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar y la consagró derramando aceite sobre ella.[i]
Gén 28:19  En aquel lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz,[j] pero Jacob le cambió este nombre por el de Betel.[k]
Gén 28:20  Allí Jacob hizo esta promesa: “Si Dios me acompaña y me cuida en el viaje que estoy haciendo; si me da comida y vestido,
Gén 28:21  y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.
Gén 28:22  Esta piedra que he puesto como pilar será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des.”[l]


Gén 28:1  Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán.
Gén 28:2  Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma de allí para ti mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.
Gén 28:3  Y el Dios omnipotente te bendiga y te haga fructificar, y te multiplique, hasta venir a ser congregación de pueblos;
Gén 28:4  y te dé la bendición de Abraham, y a tu simiente contigo, para que heredes la tierra de tus peregrinaciones, que Dios dio a Abraham.
Gén 28:5  Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán, hijo de Betuel, el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú.
Gén 28:6  Y vio Esaú como Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado, diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán;
Gén 28:7  y que Jacob había escuchado a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.
Gén 28:8  Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre;
Gén 28:9  y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalet, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.
Gén 28:10  Y salió Jacob de Beerseba, y fue a Harán;
Gén 28:11  y se encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel lugar y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
Gén 28:12  Y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su cabeza tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.
Gén 28:13  Y he aquí, el SEÑOR estaba encima de ella, el cual dijo: Yo soy el SEÑOR Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu simiente.
Gén 28:14  Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y te multiplicarás al occidente, y al oriente, y al aquilón, y al mediodía; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
Gén 28:15  Y he aquí, yo soy contigo, y yo te guardaré por dondequiera que fueres, y yo te volveré a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho.
Gén 28:16  Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente el SEÑOR está en este lugar, y yo no lo sabía.
Gén 28:17  Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán espantoso es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.
Gén 28:18  Y madrugó Jacob por la mañana, y tomó la piedra que había puesto a su cabecera, y la puso por título, y derramó aceite encima de ella.
Gén 28:19  Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.
Gén 28:20  E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje donde voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
Gén 28:21  y si tornare en paz a casa de mi padre, el SEÑOR será mi Dios,
Gén 28:22  y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, la décima parte lo he de apartar para ti.

Gén 28:1  Por consiguiente, Isaac llamó a Jacob y lo bendijo y le mandó y le dijo: “No debes tomar esposa de las hijas de Canaán.
Gén 28:2  Levántate, ve a Padán-aram, a la casa de Betuel, padre de tu madre, y de allí tómate una esposa de las hijas de Labán el hermano de tu madre.
Gén 28:3  Y Dios Todopoderoso te bendecirá y te hará fructífero y te multiplicará, y ciertamente llegarás a ser una congregación de pueblos.
Gén 28:4  Y a ti te dará la bendición de Abrahán, a ti y a tu descendencia contigo, para que tomes posesión de la tierra de tus residencias como forastero, que Dios ha dado a Abrahán”.
Gén 28:5  De modo que Isaac envió a Jacob, y este partió para Padán-aram, hacia Labán hijo de Betuel el sirio, hermano de Rebeca, madre de Jacob y Esaú.
Gén 28:6  Cuando Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán-aram para que se tomara esposa de allá, y que cuando lo bendijo le impuso el mandato, diciendo: “No tomes esposa de las hijas de Canaán”;
Gén 28:7  y que Jacob estaba obedeciendo a su padre y a su madre y estaba yendo a Padán-aram;
Gén 28:8  entonces vio Esaú que las hijas de Canaán eran desagradables a los ojos de Isaac su padre.
Gén 28:9  Por lo tanto Esaú fue a Ismael y tomó por esposa a Mahalat la hija de Ismael el hijo de Abrahán, la hermana de Nebayot, además de sus otras esposas.
Gén 28:10  Y Jacob continuó su salida de Beer-seba y siguió encaminándose hacia Harán.
Gén 28:11  Con el tiempo llegó a un lugar y se puso a pasar la noche allí porque se había puesto el sol. De modo que tomó una de las piedras del lugar y la puso como apoyo para su cabeza, y se acostó en aquel lugar.
Gén 28:12  Y empezó a soñar, y, ¡mire!, allí estaba una escalera situada sobre la tierra, y su parte superior alcanzaba hasta los cielos; y, ¡mire!, allí estaban los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo por ella.
Gén 28:13  Y, ¡mire!, allí estaba Jehová apostado por encima de ella, y procedió a decir: “Yo soy Jehová el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac. La tierra sobre la cual estás acostado, a ti te la voy a dar, y a tu descendencia.
Gén 28:14  Y tu descendencia ciertamente llegará a ser como las partículas de polvo de la tierra, y ciertamente te extenderás hacia el oeste y hacia el este y hacia el norte y hacia el sur, y por medio de ti y por medio de tu descendencia todas las familias del suelo ciertamente se bendecirán.
Gén 28:15  Y aquí estoy yo contigo y ciertamente te guardaré en todo el camino por el cual estás yendo, y ciertamente te haré volver a este suelo, porque no voy a dejarte hasta que realmente haya hecho lo que te he hablado”.
Gén 28:16  Entonces Jacob despertó de su sueño y dijo: “Verdaderamente Jehová está en este lugar, y yo mismo no lo sabía”.
Gén 28:17  Y se llenó de temor, y añadió: “¡Cuán inspirador de temor es este lugar! Esta no es otra cosa sino la casa de Dios, y esta es la puerta de los cielos”.
Gén 28:18  Así que Jacob se levantó muy de mañana y tomó la piedra que estaba allí como apoyo de su cabeza y la erigió como columna y derramó aceite sobre la parte superior de ella.
Gén 28:19  Además, llamó a aquel lugar por nombre Betel; pero, de hecho, Luz era el nombre de la ciudad anteriormente.
Gén 28:20  Y Jacob pasó a hacer un voto, diciendo: “Si continúa Dios conmigo y con certeza me guarda en este camino por el cual estoy yendo, y con certeza me da pan que comer y prendas de vestir que ponerme,
Gén 28:21  y con certeza vuelvo en paz a la casa de mi padre, entonces Jehová habrá resultado ser mi Dios.
Gén 28:22  Y esta piedra que he erigido como columna llegará a ser casa de Dios, y en cuanto a todo lo que me des, sin falta te daré la décima parte de ello”.

Gén 28:1  Isaac mandó a llamar a Jacob, y después de bendecirlo, le ordenó: «No tomes por esposa a una cananea.
Gén 28:2  Mejor vete a Padán-aram, a la casa de tu abuelo Betuel, y cásate con alguna de tus primas, hijas de tu tío Labán.
Gén 28:3  Mi deseo es que el Dios todopoderoso te bendiga y te dé muchos, muchos hijos. Deseo también que te conviertas en una gran nación.
Gén 28:4  Que Dios te bendiga a ti y a tus descendientes, como bendijo a Abraham. Así llegarás a ser el dueño de la tierra donde ahora vives como extranjero, pues Dios se la dio a Abraham».
Gén 28:5  Después de esto, Isaac despidió a Jacob, y éste se fue a Padán-aram a vivir con la familia de su madre.
Gén 28:6  Cuando Esaú se enteró de todo lo que su padre le había dicho a Jacob, y de que este se había ido a Padán-aram, comprendió que las mujeres de Canaán no eran del agrado de su padre.
Gén 28:9  Por eso, además de las mujeres que ya tenía, se casó con una de las hijas de Ismael hijo de Abraham, la cual se llamaba Mahalat, hermana de Nebaiot.
Gén 28:10  Jacob salió de Beerseba y se fue hacia Harán.
Gén 28:11  Cuando llegó a cierto lugar, se quedó allí para pasar la noche, pues ya había oscurecido. Tomó una de las piedras que allí había, recostó su cabeza sobre ella y se acostó a dormir.
Gén 28:12  Esa noche tuvo un sueño. En ese sueño vio una escalera que llegaba hasta el cielo, y por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.
Gén 28:13  Desde la parte más alta de la escalera, Dios le decía: «Yo soy el Dios de Abraham y de Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra donde ahora estás acostado.
Gén 28:14  ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Y habitarán todo este gran país. Por ti y por tus descendientes, todos los pueblos de la tierra serán bendecidos.
Gén 28:15  Yo estaré contigo, y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra».
Gén 28:16  Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo muy asustado: «¡Qué lugar tan terrible es este! De veras que Dios está aquí, y yo no lo sabía. ¡Esta es la casa de Dios! ¡Esta es la puerta del cielo!»
Gén 28:18  A la mañana siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado para recostar su cabeza, y se la dedicó a Dios, echándole aceite encima.
Gén 28:19  Y aunque al principio la ciudad donde estaba la piedra se llamaba Almendro, Jacob le puso por nombre Betel, que significa Casa de Dios.
Gén 28:20  Después Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje, y me da comida y ropa,
Gén 28:21  y me hace volver sano y salvo a la casa de mi padre, entonces será mi Dios.
Gén 28:22  Esta piedra que he levantado como una columna marcará el lugar a donde todos vendrán a adorar a Dios, y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte».

Gén 28:1  Llamó, pues, Isaac a Jacob, le bendijo y le dio esta orden: «No tomes mujer de las hijas de Canaán.
Gén 28:2  Levántate y ve a Paddán Aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre.
Gén 28:3  Que El Sadday te bendiga, te haga fecundo y te acreciente, y que te conviertas en asamblea de pueblos.
Gén 28:4  Que te dé la bendición de Abraham a ti y a tu descendencia, para que te hagas dueño de la tierra donde has vivido y que Dios ha dado a Abraham.»
Gén 28:5  Y despidió Isaac a Jacob, el cual se fue a Paddán Aram, a casa de Labán, hijo de Betuel el arameo, hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú.
Gén 28:6  Vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob, y le enviaba a Paddán Aram a tomarse mujer allí, y que al bendecirle le había dado esta orden: «No tomes mujer de las hijas de Canaán»,
Gén 28:7  y Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, había marchado a Paddán Aram.
Gén 28:8  Vio, pues, Esaú que las hijas de Canaán eran mal vistas de su padre Isaac,
Gén 28:9  y acudiendo Esaú a Ismael, tomóse por mujer, además de las que tenía, a Majlat, hija de Ismael, el hijo de Abraham, y hermana de Nebayot.
Gén 28:10  Jacob salió de Berseba y fue a Jarán.
Gén 28:11  Llegando a cierto lugar, se dispuso a hacer noche allí, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso por cabezal, y acostóse en aquel lugar.
Gén 28:12  Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella.
Gén 28:13  Y vio que Yahveh estaba sobre ella, y que le dijo: «Yo soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en que estás acostado te la doy para ti y tu descendencia.
Gén 28:14  Tu descendencia será como el polvo de la tierra y te extenderás al poniente y al oriente, al norte y al mediodía; y por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra; y por tu descendencia.
Gén 28:15  Mira que yo estoy contigo; te guardaré por doquiera que vayas y te devolveré a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.»
Gén 28:16  Despertó Jacob de su sueño y dijo: «¡Así pues, está Yahveh en este lugar y yo no lo sabía!»
Gén 28:17  Y asustado dijo: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!»
Gén 28:18  Levantóse Jacob de madrugada, y tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y derramó aceite sobre ella.
Gén 28:19  Y llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre primitivo de la ciudad era Luz.
Gén 28:20  Jacob hizo un voto, diciendo: «Si Dios me asiste y me guarda en este camino que recorro, y me da pan que comer y ropa con que vestirme,
Gén 28:21  y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces Yahveh será mi Dios;
Gén 28:22  y esta piedra que he erigido como estela será Casa de Dios; y de todo lo que me dieres, te pagaré el diezmo.»

Gén 28:1  Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó: No te cases con ninguna mujer de aquí de Canaán.
Gén 28:2  Vete ahora mismo a Padán Aram, [1] a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y cásate allá con una de las hijas de tu tío Labán.
Gén 28:3  Que el Dios *Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones.
Gén 28:4  Que también te dé, a ti y a tu descendencia, la bendición de Abraham, para que puedan poseer esta tierra donde ahora vives como extranjero, esta tierra que Dios le prometió a Abraham.
Gén 28:5  Así envió Isaac a Jacob a Padán Aram, a la casa de Labán, quien era hijo de Betuel el *arameo, y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú.
Gén 28:6  Esaú supo que Isaac había bendecido a Jacob, y que lo había enviado a Padán Aram para casarse allá. También se enteró de que, al bendecirlo, le dio la orden de no casarse con ninguna cananea,
Gén 28:7  y de que Jacob había partido hacia Padán Aram en obediencia a su padre y a su madre.
Gén 28:8  Entonces Esaú se dio cuenta de la antipatía de su padre por las cananeas.
Gén 28:9  Por eso, aunque ya tenía otras esposas cananeas, Esaú fue hasta donde vivía Ismael hijo de Abraham y se casó con su hija Majalat, que era hermana de Nebayot.
Gén 28:10  Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán.
Gén 28:11  Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar.
Gén 28:12  Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.
Gén 28:13  En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado.
Gén 28:14  Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.
Gén 28:15  Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido."
Gén 28:16  Al despertar Jacob de su sueño, pensó: "En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta."
Gén 28:17  Y con mucho temor, añadió: "¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!"
Gén 28:18  A la mañana siguiente Jacob se levantó temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la erigió como una *estela y derramó aceite sobre ella.
Gén 28:19  En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el *nombre y le puso Betel. [2]
Gén 28:20  Luego Jacob hizo esta promesa: "Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, y si me da alimento y ropa para vestirme,
Gén 28:21  y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.
Gén 28:22  Y esta piedra que yo erigí como pilar será casa de Dios, y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte."

Gén 28:1  Por eso, Isaac llamó a Jacob, lo bendijo, y le ordenó: "No te cases con una mujer cananea.
Gén 28:2  Ve ahora mismo a Padán Aram, a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y elige para ti una mujer entre las hijas de Labán, el hermano de tu madre.
Gén 28:3  Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te dé una descendencia numerosa, para que seas el padre de una asamblea de pueblos.
Gén 28:4  Que él te dé, a ti y a tu descendencia, la bendición de Abraham, para que puedas tomar posesión de la tierra donde ahora vives como extranjero, esa tierra que Dios concedió a Abraham".
Gén 28:5  Luego Isaac despidió a Jacob, y ese se fue a Padán Aram, a casa de Labán, hijo de Betuel, el arameo, y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú.
Gén 28:6  Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán Aram para que se buscara allí una esposa. Vio, asimismo, que al bendecirlo le había dado esta orden: "No te cases con una mujer cananea",
Gén 28:7  y que Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, se había ido a Padán Aram.
Gén 28:8  Entonces comprendió cuánto disgustaban a su padre Isaac las mujeres cananeas.
Gén 28:9  Por eso acudió a Ismael, el hijo de Abraham, y tomó por esposa -además de las que ya tenía- a Majalat, hija de Ismael y hermana de Nebaiot.
Gén 28:10  Jacob partió de Berseba y se dirigió hacia Jarán.
Gén 28:11  De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó allí.
Gén 28:12  Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por ella subían y bajaban ángeles de Dios.
Gén 28:13  Y el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás acostado.
Gén 28:14  Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra.
Gén 28:15  Yo estoy contigo: te protegeré dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta haber cumplido todo lo que te prometo".
Gén 28:16  Jacob se despertó de su sueño y exclamó" "¡Verdaderamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía!".
Gén 28:17  Y lleno de temor, añadió: "¡Qué temible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo".
Gén 28:18  A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la piedra que la había servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y derramó aceite sobre ella.
Gén 28:19  Y a ese lugar, que antes se llamaba luz, lo llamó Betel, que significa "Casa de Dios".
Gén 28:20  Luego Jacob hizo este voto: "Si Dios me acompaña y me protege durante el viaje que estoy realizando, si me da pan para comer y ropa para vestirme,
Gén 28:21  y si puedo regresar sano y salvo a la casa de mi padre, el Señor será mi Dios.
Gén 28:22  Y esta piedra conmemorativa que acabo de erigir, será la casa de Dios. Además, le pagaré el diezmo de todo lo que me dé".

Gén 28:1  Isaac mandó a llamar a Jacob, y después de bendecirlo, le ordenó: «No tomes por esposa a una cananea.
Gén 28:2  Mejor vete a Padán-aram, a la casa de tu abuelo Betuel, y cásate con alguna de tus primas, hijas de tu tío Labán.
Gén 28:3  Mi deseo es que el Dios todopoderoso te bendiga y te dé muchos, muchos hijos. Deseo también que te conviertas en una gran nación.
Gén 28:4  Que Dios te bendiga a ti y a tus descendientes, como bendijo a Abraham. Así llegarás a ser el dueño de la tierra donde ahora vives como extranjero, pues Dios se la dio a Abraham».
Gén 28:5  Después de esto, Isaac despidió a Jacob, y éste se fue a Padán-aram a vivir con la familia de su madre.
Gén 28:6  Cuando Esaú se enteró de todo lo que su padre le había dicho a Jacob, y de que este se había ido a Padán-aram, comprendió que las mujeres de Canaán no eran del agrado de su padre.
Gén 28:9  Por eso, además de las mujeres que ya tenía, se casó con una de las hijas de Ismael hijo de Abraham, la cual se llamaba Mahalat, hermana de Nebaiot.
Gén 28:10  Jacob salió de Beerseba y se fue hacia Harán.
Gén 28:11  Cuando llegó a cierto lugar, se quedó allí para pasar la noche, pues ya había oscurecido. Tomó una de las piedras que allí había, recostó su cabeza sobre ella y se acostó a dormir.
Gén 28:12  Esa noche tuvo un sueño. En ese sueño vio una escalera que llegaba hasta el cielo, y por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.
Gén 28:13  Desde la parte más alta de la escalera, Dios le decía: «Yo soy el Dios de Abraham y de Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra donde ahora estás acostado.
Gén 28:14  ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Y habitarán todo este gran país. Por ti y por tus descendientes, todos los pueblos de la tierra serán bendecidos.
Gén 28:15  Yo estaré contigo, y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra».
Gén 28:16  Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo muy asustado: «¡Qué lugar tan terrible es este! De veras que Dios está aquí, y yo no lo sabía. ¡Esta es la casa de Dios! ¡Esta es la puerta del cielo!»
Gén 28:18  A la mañana siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado para recostar su cabeza, y se la dedicó a Dios, echándole aceite encima.
Gén 28:19  Y aunque al principio la ciudad donde estaba la piedra se llamaba Almendro, Jacob le puso por nombre Betel, que significa Casa de Dios.
Gén 28:20  Después Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje, y me da comida y ropa,
Gén 28:21  y me hace volver sano y salvo a la casa de mi padre, entonces será mi Dios.
Gén 28:22  Esta piedra que he levantado como una columna marcará el lugar a donde todos vendrán a adorar a Dios, y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte».

Gén 28:1  Así que Yitzjak llamó a Ya'akov, y, después de bendecirlo, le ordenó: "No escogerás una esposa de entre las mujeres Hitti.
Gén 28:2  Ve a la casa de Betuel el padre de tu madre, y escoge una mujer allí de las hijas de Lavan el hermano de tu madre.
Gén 28:3  Que El Shaddai te bendiga, te haga fructífero y multiplique tu zera, hasta que se hagan una total asamblea de naciones [Gentiles].
Gén 28:4  Y que El te dé la bendición la cual dio a Avraham, a ti y a tu zera contigo, para que así poseas la tierra por la cual viajarás, La Tierra que Elohim dio a Avraham.[86]"
Gén 28:5  Así que Yitzjak despidió a Ya'akov; y él fue a Paddan-Aram, a Lavan, hijo de Betuel el Arami, el hermano de Rivkah, la madre de Ya'akov y de Esav.
Gén 28:6  Ahora Esav vio que Yitzjak había bendecido a Ya'akov y lo había despedido hacia Paddan-Aram para escoger una esposa de allí, y que mientras lo bendijo, le ordenó: "No escogerás una mujer Kenaani como tu esposa,"
Gén 28:7  y que Ya'akov había escuchado a su padre y madre y se había ido a Paddan-Aram
Gén 28:8  Esav también vio que las mujeres Kenaani eran malditas delante de su padre Yitzjak.
Gén 28:9  Así que Esav fue a Yishmael y tomó, aparte de las mujeres que ya tenía, a Majalat [Bashemat] la hija de Yishmael el hijo de Avraham, la hermana de Nevayot, para ser su esposa.[87]
Gén 28:10  Ya'akov salió de Beer-Sheva y viajó hacia Haran.
Gén 28:11  El llegó a cierto lugar y se quedó allí la noche, porque el sol se había puesto. Tomó una piedra del lugar, la puso debajo de su cabeza y se acostó allí a dormir.
Gén 28:12  Soñó que allí delante de él había una escalera descansando en la tie rra y con su extremo llegaba al cielo, y los malajim de YAHWEH subían y bajaban por ella.[88]
Gén 28:13  Entonces de repente YAHWEH estaba parado allí junto a él; y El dijo: "Yo soy YAHWEH el Elohim de Avraham tu padre [abuelo] y el Elohim de Yitzjak. No temas, La Tierra sobre la cual estás acostado Yo la daré a ti y a tu zera.
Gén 28:14  Tu zera será tan numerosa como los granos de arena en la tierra. Te expandirás hacia el oeste y hacia el este, hacia el norte y hacia el sur. Por ti y tu zera todas las tribus de la tierra serán bendecidas.
Gén 28:15  Mira, Yo estoy contigo. Yo te guardaré dondequiera que vayas, y Yo te traeré de regreso a esta tierra, porque no te dejaré hasta que Yo haya hecho lo que te he prometido.[89]"
Gén 28:16  Ya'akov se despertó de su sueño, y dijo: "Ciertamente YAHWEH está en este lugar – ¡y yo no lo sabía!"
Gén 28:17  Entonces tuvo temor, y dijo: "¡Este lugar es temeroso! ¡Esta tiene que ser la casa de Elohim! ¡Esta es la puerta del cielo!"
Gén 28:18  Ya'akov se levantó temprano en la mañana, tomó la piedra que tenía debajo de la cabeza, la puso como piedra de señal, derramó aceite de oliva sobre ella
Gén 28:19  y llamó al lugar Beit-El [casa de Elohim]; pero el pueblo se había llamado originalmente Luz.
Gén 28:20  Ya'akov hizo este voto: "Si YAHWEH Elohim está conmigo y me guarda en este camino que estoy viajando, dándome pan para comer y ropa para vestir,
Gén 28:21  para que regrese a la casa de mi padre en Shalom, entonces YAHWEH será mi Elohim;
Gén 28:22  y esta piedra, que he puesto como piedra de señal, será la casa de Elohim; y de todo lo que Tú me des, yo fielmente regresaré una décima parte a ti."

Gén 28:1  Entonces Isaac llamó a su hijo Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: "No te cases con ninguna mujer cananea.
Gén 28:2  Ponte en camino y vete a Padán-Aram, a la casa de Batuel, el padre de tu madre, y elige allí una mujer para ti de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre.
Gén 28:3  Que el Dios de las Alturas te bendiga, te multiplique y de ti salgan muchas naciones.
Gén 28:4  Que Dios te conceda la bendición de Abrahán, a ti y a tu descendencia, para que te hagas dueño de la tierra en que ahora vives, y que Dios dio a Abrahán."
Gén 28:5  Isaac despidió a Jacob, que se dirigió a Padán-Aram, a la casa de Labán, hijo de Betuel el arameo, hermano de Rebeca.
Gén 28:6  Esaú vio que su padre había bendecido a Jacob y lo enviaba a Padán-Aram para que allí se buscara una mujer. Escuchó también que, después de haberlo bendecido, le había ordenado: "No te cases con ninguna mujer cananea",
Gén 28:7  y que Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, se había ido a Padán-Aram.
Gén 28:8  Comprendió, pues, que las mujeres cananeas no agradaban a su padre Isaac.
Gén 28:9  Se dirigió a Ismael y tomó por esposa, además de las que tenía, a Majalat, hija de Ismael, hijo de Abrahán, y hermana de Nebayot.
Gén 28:10  Jacob dejó Bersebá y se dirigió hacia Jarán.
Gén 28:11  Al llegar a un cierto lugar, se dispuso a pasar allí la noche pues el sol se había ya puesto. Escogió una de las piedras del lugar, la usó de cabecera, y se acostó en ese lugar.
Gén 28:12  Mientras dormía, tuvo un sueño. Vio una escalera que estaba apoyada en la tierra, y que tocaba el cielo con la otra punta, y por ella subían y bajaban ángeles de Dios.
Gén 28:13  Yavé estaba allí a su lado, de pie, y le dijo: "Yo soy Yavé, el Dios de tu padre Abrahán y de Isaac. Te daré a ti y a tus descendientes la tierra en que descansas.
Gén 28:14  Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra y te extenderás por oriente y occidente, por el norte y por el sur. A través de ti y de tus descendientes serán bendecidas todas las naciones de la tierra.
Gén 28:15  Yo estoy contigo; te protegeré a dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra, pues no te abandonaré hasta que no haya cumplido todo lo que te he dicho."
Gén 28:16  Se despertó Jacob de su sueño y dijo: "Verdaderamente Yavé estaba en este lugar y yo no me di cuenta."
Gén 28:17  Sintió miedo y dijo: "¡Cuán digno de todo respeto es este lugar! ¡Es nada menos que una Casa de Dios! ¡Esta es la Puerta del Cielo!"
Gén 28:18  Se levantó Jacob muy temprano, tomó la piedra que había usado de cabecera, la puso de pie y derramó aceite sobre ella.
Gén 28:19  Jacob llamó a ese lugar Betel, pues antes aquella ciudad era llamada Luz.
Gén 28:20  Entonces Jacob hizo una promesa: "Si Dios me acompaña y me protege durante este viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer y ropa para vestirme,
Gén 28:21  y si logro volver sano y salvo a la casa de mi padre, Yavé será mi Dios.
Gén 28:22  Esta piedra que he puesto de pie como un pilar será Casa de Dios y, de todo lo que me des, yo te devolveré la décima parte."

Gén 28:1  Luego Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó: «No te cases con una mujer cananea.
Gén 28:2  Vete inmediatamente a Padán Aram, donde vive Betuel, tu abuelo materno. El hermano de tu mamá, Labán, vive allá, cásate con una de sus hijas.
Gén 28:3  Que el Dios Todopoderoso te bendiga y te dé muchos hijos para que así te conviertas en padre de muchos pueblos.
Gén 28:4  Que los bendiga a ti y a tus hijos como bendijo a Abraham y que te conviertas en el dueño de la tierra donde tú viviste como extranjero, la cual Dios le dio a Abraham».
Gén 28:5  Entonces Isaac envió a Jacob a Padán Aram donde vivía Labán, hijo de Betuel el arameo. Labán era el hermano de Rebeca, la mamá de Jacob y Esaú.
Gén 28:6  Esaú se enteró de que Isaac había bendecido a Jacob y de que lo había enviado a Padán Aram a casarse con una mujer de allá. También supo que Isaac le había ordenado que no se casara con una mujer de Canaán.
Gén 28:7  Además se enteró de que Jacob les había obedecido a sus padres y se había ido a Padán Aram.
Gén 28:8  Esaú se dio cuenta de que a su papá, Isaac, no le gustaban las mujeres de Canaán.
Gén 28:9  Aunque Esaú ya tenía dos esposas, fue a donde estaba Ismael, hijo de Abraham, y se casó con su hija Majalat, hermana de Nebayot.
Gén 28:10  Jacob se fue de Berseba hacia Jarán.
Gén 28:11  Llegó a cierto lugar y allí pasó la noche porque ya había oscurecido. Tomó una piedra de ese lugar y la puso bajo su cabeza para acostarse a dormir.
Gén 28:12  En sueños vio una escalera que tenía un extremo en la tierra y el otro en el cielo, y había ángeles de Dios subiendo y bajando por ella.
Gén 28:13  Vio que el Señor estaba parado a su lado y que le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu antepasado Abraham y Dios de Isaac. Le daré a tus hijos la tierra en la que ahora estás acostado.
Gén 28:14  Tendrás más descendientes que partículas de polvo hay sobre la tierra. Se esparcirán por el norte, el sur, el oriente y el occidente, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.
Gén 28:15  Mira, estoy contigo, te protegeré dondequiera que vayas y te volveré a traer a esta tierra. No te abandonaré y cumpliré lo que te acabo de decir».
Gén 28:16  Después Jacob se despertó y dijo: «El Señor está en este lugar y no me había dado cuenta».
Gén 28:17  Jacob estaba asustado y dijo: «¡Que lugar tan aterrador es este! Esta debe ser la casa de Dios y puerta del cielo».
Gén 28:18  A la mañana siguiente, Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había puesto bajo su cabeza, la colocó a manera de recordatorio y derramó aceite sobre ella para dedicársela a Dios.
Gén 28:19  Esa ciudad se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.
Gén 28:20  Luego Jacob prometió: «Si Dios va a estar conmigo, me va a proteger en este viaje, me va a dar comida, vestido
Gén 28:21  y me va a traer sano y salvo de regreso a la casa de mi papá, entonces el Señor será mi Dios.
Gén 28:22  Esta piedra que puse como recordatorio será casa de Dios y le daré a Dios una décima parte de todo lo que él me dé».

Gén 28:1  Llamando, pues, Isaac a Jacob , le dio su bendición, y le mandó diciendo: No quieras tomar mujer de la raza de Canaán.
Gén 28:2  Mas ve, y pasa a la Mesopotamia de Siria, a casa de Batuel padre de tu madre, y escógete allí mujer de las hijas de Labán, tu tío materno.
Gén 28:3  Y el Dios todopoderoso te bendiga, y te aumente y multiplique, de suerte que vengas a ser padre de numerosos pueblos.
Gén 28:4  Y te conceda las bendiciones de Abrahán, así como a tu descendencia después de ti; para que poseas como propia la tierra en que estás ahora como peregrino, la cual tiene prometida a tu abuelo.
Gén 28:5  Despedido así de Isaac, partió a Mesopotamia de Siria, y se fue a casa de Labán, hijo de Batuel siro, hermano de Rebeca su madre.
Gén 28:6  Entretanto Esaú viendo que su padre, bendiciendo a Jacob , le había enviado a Mesopotamia de Siria, para que tomase de allí mujer; y cómo después de la bendición le había mandado, diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán;
Gén 28:7  y que Jacob obedeciendo a sus padres, había marchado a la Siria;
Gén 28:8  experimentando por otra parte que las hijas de Canaán no eran del agrado de su padre,
Gén 28:9  se fue a casa de Ismael, y tomó por mujer, sobre las que ya tenía a Mahelet, hija de Ismael, hijo de Abrahán, hermana de Nabaiot.
Gén 28:10  Jacob , pues, habiendo partido de Bersabee, proseguía su camino hacia Harán.
Gén 28:11  Y llegado a cierto lugar, queriendo descansar en él después de puesto el sol, tomó una de las piedras que allí había, y poniéndosela por cabecera, durmió en aquel sitio.
Gén 28:12  Y vio en sueños una escala fija en la tierra, cuyo remate tocaba en el cielo, y ángeles de Dios que subían y bajaban por ella,
Gén 28:13  y al Señor apoyado sobre la escala, que le decía: Yo soy el Señor Dios de Abrahán tu padre, y el Dios de Isaac. La tierra, en que duermes, te la daré a ti y a tu descendencia.
Gén 28:14  Y será tu posteridad tan numerosa como los granitos del polvo de la tierra: extenderte has al Occidente, y al Oriente, y al Septentrión, y al Mediodía: y SERAN BENDITAS EN TI y en el que saldrá o descenderá de ti todas las tribus o familias de la tierra.
Gén 28:15  Yo seré tu guarda o custodio doquiera que fueres, y te restituiré a esta tierra; y no te dejaré de mi mano hasta que cumpla todas las cosas que tengo dichas.
Gén 28:16  Despertado Jacob del sueño, dijo: Verdaderamente que el Señor habita en este lugar, y yo no lo sabía.
Gén 28:17  Y todo despavorido, añadió: ¡Cuán terrible es este lugar! Verdaderamente ésta es la casa de Dios, y la puerta del cielo.
Gén 28:18  Levantándose, pues, Jacob al amanecer, cogió la piedra que se había puesto por cabecera, y la erigió como un monumento de la visión, derramando óleo encima.
Gén 28:19  Y puso por nombre Betel a la ciudad, que antes se llamaba Luza.
Gén 28:20  Hizo además este voto, diciendo: Si el Señor estuviere conmigo, y me amparare en el viaje que llevo, y me diere pan que comer, y vestido con que cubrirme,
Gén 28:21  y volviere yo felizmente a la casa de mi padre, el Señor será mi Dios,
Gén 28:22  y esta piedra, que dejo erigida en monumento, llamarse ha Casa de Dios: y de todo lo que me dieres, te ofreceré, ¡oh Señor!, el diezmo.

Gén 28:1  Llamó, pues, Isaac a Jacob, y le bendijo, y le mandó: “No tomes mujer de entre las hijas de Canaán.
Gén 28:2  Anda y vete a Padán Aram, a casa de Batuel, el padre de tu madre, y toma allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre;"
Gén 28:3  el Dios omnipotente te bendecirá, te hará crecer, y te multiplicará, y te hará muchedumbre de pueblos,
Gén 28:4  y te dará la bendición de Abraham a ti y a tu descendencia contigo, para que poseas la tierra en que como extranjero habitas, que dio Dios a Abraham.”
Gén 28:5  Despidió, pues, Isaac a Jacob, que se fue a Padán Aram, a Labán, hijo de Batuel, arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y Esaú.
Gén 28:6  Viendo Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y que, al bendecirle, le había mandado irse a Padán Aram para tomar mujer de allí, diciéndole: No tomes mujer de entre las hijas de Canaán,
Gén 28:7  y que, obedeciendo a su padre y a su madre, se había ido Jacob a Padán Aram,
Gén 28:8  conoció Esaú que disgustaban a Isaac, su padre, las hijas de Canaán,
Gén 28:9  y se fue a Ismael y, sobre las que ya tenía, tomó por mujer a Majalat, hermana de Nebayot, hija de Ismael, hijo de Abraham.
Gén 28:10  Salió, pues, Jacob de Bersebá, para dirigirse a Jarrán.
Gén 28:11  Llegó a un lugar donde se dispuso a pasar la noche, pues el sol se ponía ya, y, tomando una de las piedras que en el lugar había, la puso de cabecera y se acostó.
Gén 28:12  Tuvo un sueño. Veía una escala apoyándose en la tierra, y bajaban los ángeles de Dios.
Gén 28:13  Junto a él estaba Yahvé, que le dijo: “Yo soy Yahvé, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra sobre la cual estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia."
Gén 28:14  Será ésta como el polvo de la tierra, y te ensancharás a occidente y a oriente, a norte y a mediodía, y en ti y en tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra.
Gén 28:15  Yo estoy contigo, y te bendeciré adondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra, y no te abandonaré hasta cumplir lo que te digo.”
Gén 28:16  Despertó Jacob de su sueño, y se dijo: “Ciertamente está Yahvé en este lugar, y yo no lo sabía”;"
Gén 28:17  y, atemorizado, añadió: “¡Qué terrible es este lugar! No es sino la casa de Dios y la puerta de los cielos.”
Gén 28:18  Levantóse Jacob bien de mañana, y, tomando la piedra que había tenido por cabecera, la alzó como memoria y vertió óleo sobre ella.
Gén 28:19  Llamó a este lugar Betel, aunque la ciudad se llamó primero Luz.
Gén 28:20  E hizo Jacob voto diciendo: “Si Yahvé está conmigo, y me protege en mi viaje, y me da pan que comer y vestidos que vestir,
Gén 28:21  y retorno en paz a la casa de mi padre, Yahvé será mi Dios;"
Gén 28:22  esta piedra que he alzado como memoria será casa de Dios, y de todo cuanto a mí me dieres, te daré el diezmo.”

 

 

 
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