Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  Genesis A18
 

Capitulo 18

Gén 18:1  El Señor se le apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, cuando Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda, a la hora más calurosa del día.
Gén 18:2  Abraham alzó la vista, y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Inclinándose hasta el suelo,
Gén 18:3  dijo:—Mi señor, si este tu siervo cuenta con tu favor, te ruego que no pases de largo.
Gén 18:4  Haré que os traigan un poco de agua para que vosotros os lavéis los pies, y luego podréis descansar bajo el árbol.
Gén 18:5  Ya que habéis pasado por donde está vuestro siervo, déjadme traeros algo de comer para que os sintáis mejor antes de seguir vuestro camino.—¡Está bien —respondieron ellos—, hazlo así!
Gén 18:6  Abraham fue rápidamente a la tienda donde estaba Sara, y le dijo:—¡Date prisa! Toma unos veinte kilos de harina fina, amásalos y haz unos panes.
Gén 18:7  Después Abraham fue corriendo adonde estaba el ganado, eligió un ternero bueno y tierno, y se lo dio a su sirviente, quien a toda prisa se puso a prepararlo.
Gén 18:8  Luego les sirvió requesón y leche con el ternero que estaba preparado. Mientras comían, Abraham se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol.
Gén 18:9  Entonces ellos le preguntaron:—¿Dónde está Sara, tu esposa?—Allí en la tienda —les respondió.
Gén 18:10  —Dentro de un año volveré a verte —dijo uno de ellos—, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo.Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, a espaldas del que hablaba.
Gén 18:11  Abraham y Sara eran ya bastante ancianos, y Sara ya había dejado de menstruar.
Gén 18:12  Por eso, Sara se rió y pensó: «¿Acaso voy a tener este placer, ahora que ya estoy consumida y mi esposo es tan viejo?»
Gén 18:13  Pero el Señor le dijo a Abraham:—¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que podrá tener un hijo en su vejez?
Gén 18:14  ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? El año que viene volveré a visitarte en esta fecha, y para entonces Sara habrá tenido un hijo.
Gén 18:15  Sara, por su parte, tuvo miedo y mintió al decirle:—Yo no me estaba riendo.Pero el Señor le replicó:—Sí te reíste.
Gén 18:16  Luego aquellos visitantes se levantaron y partieron de allí en dirección a Sodoma. Abraham los acompañó para despedirlos.
Gén 18:17  Pero el Señor estaba pensando: «¿Le ocultaré a Abraham lo que voy a hacer?
Gén 18:18  Es un hecho que Abraham se convertirá en una nación grande y poderosa, y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra.
Gén 18:19  Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido.»
Gén 18:20  Entonces el Señor le dijo a Abraham:—El clamor contra Sodoma y Gomorra resulta ya insoportable, y su pecado es gravísimo.
Gén 18:21  Por eso bajaré, a ver si realmente sus acciones son tan malas como el clamor contra ellas me lo indica; y si no, he de saberlo.
Gén 18:22  Dos de los visitantes partieron de allí y se encaminaron a Sodoma, pero Abraham se quedó de pie frente al Señor.
Gén 18:23  Entonces se acercó al Señor y le dijo:—¿De veras vas a exterminar al justo junto con el malvado?
Gén 18:24  Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Exterminarás a todos, y no perdonarás a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allí hay?
Gén 18:25  ¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?
Gén 18:26  El Señor le respondió:—Si encuentro cincuenta justos en Sodoma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.
Gén 18:27  Abraham le dijo:—Reconozco que he sido muy atrevido al dirigirme a mi Señor, yo, que apenas soy polvo y ceniza.
Gén 18:28  Pero tal vez falten cinco justos para completar los cincuenta. ¿Destruirás toda la ciudad si faltan esos cinco?—Si encuentro cuarenta y cinco justos no la destruiré —contestó el Señor.
Gén 18:29  Pero Abraham insistió:—Tal vez se encuentren sólo cuarenta.—Por esos cuarenta justos, no destruiré la ciudad —respondió el Señor.
Gén 18:30  Abraham volvió a insistir:—No se enoje mi Señor, pero permítame seguir hablando. Tal vez se encuentren sólo treinta.—No lo haré si encuentro allí a esos treinta —contestó el Señor.
Gén 18:31  Abraham siguió insistiendo:—Sé que he sido muy atrevido en hablarle así a mi Señor, pero tal vez se encuentren sólo veinte.—Por esos veinte no la destruiré.
Gén 18:32  Abraham volvió a decir:—No se enoje mi Señor, pero permítame hablar una vez más. Tal vez se encuentren sólo diez…—Aun por esos diez no la destruiré —respondió el Señor por última vez.
Gén 18:33  Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí, y Abraham regresó a su tienda.

Gén 18:1  Y aparecióle el Señor en el valle de Mambré, sentado él ante la puerta de su tienda al mediodía.
Gén 18:2  Y, levantando los ojos, miró, y he aquí tres varones estaban parados cerca de él. Y viéndoles, corrió a su encuentro, y adoró sobre la tierra.
Gén 18:3  Y dijo: «Señor»(a) , si he hallado gracia en tus ojos, no pases de tu siervo.
Gén 18:4  Tráigase un poco de agua, para que lavéis vuestros pies; y refrigeráos debajo del árbol.
Gén 18:5  Y pondré un bocado de pan; y confortad vuestro corazón; y, después de esto, proseguiréis vuestro camino, ya que habéis pasado a vuestro siervo». Y dijeron: «Así haz cual has dicho».
Gén 18:6  Y Abrahán corrió a la tienda, a Sara, y dijo: «Apresúrate y amasa tres satos(b)  de harina y haz tortas».
Gén 18:7  Y a las vacas corrió Abrahán, y tomó de allí un becerro tierno y hermoso y diólo al niño, éste apresuróse a aderezarlo.
Gén 18:8  Y tomó nata y leche y el becerro que había aderezado, y puso delante de ellos y comieron; y él asistíales debajo del árbol.
Gén 18:9  Y dijéronle: «¿Dónde está Sara tu mujer?» Y él, respondiendo, dijo: «He aquí en la tienda».
Gén 18:10  Y dijo: «Volviendo vendré a ti reviviendo este tiempo, y tendrá un hijo Sara tu mujer». Y Sara oyó tras la puerta de la tienda.
Gén 18:11  Y Abrahán y Sara eran ancianos, avanzados en días; y habían cesado a Sara de venirle las cosas mujeriles.
Gén 18:12  Y rió Sara dentro de sí, diciendo: «Después de envejecer ¿tendría yo aún gozo?, y también mi señor viejo está».
Gén 18:13  Y dijo Señor a Abrahán: ¿Por qué se rió Sara, diciendo: «¿Con que verdaderamente pariré; y estoy vieja?
Gén 18:14  ¿Acaso para Dios algo es imposible? Reviviendo este mismo determinado tiempo, volveré y tendrá Sara un hijo».
Gén 18:15  Y negó Sara diciendo: «No me reí», pues temía. Y dijo: «Que no; sino que te reíste».
Gén 18:16  Y, levantándose de allí los varones, miraron a faz de Sodoma y Gomorra; y Abrahán iba juntamente, acompañándoles.
Gén 18:17  Y dijo el Señor: «¿Acaso podré ocultar a Abrahán(c) , lo que he de hacer?»
Gén 18:18  Puesto que él será en gente mucha y grande, y en él han de ser benditas todas las gentes de la tierra?
Gén 18:19  Pues sé que ha de mandar a sus hijos y a su casa, después de él, que guarden el camino de Señor a hacer juicio y justicia, para que traiga Señor sobre Abrahán todo lo que le ha hablado».
Gén 18:20  Y dijo Señor: «El clamor de Sodoma y Gomorra hase multiplicado, y el pecado de ellos grande es sobremanera.
Gén 18:21  Descendiendo, pues, veré si el clamor que ha venido a mí han consumado; y si no, —para saberlo(d) ».
Gén 18:22  Y, volviéndose de allí, fueron a Sodoma, y Abrahán parado estaba aún delante de Señor.
Gén 18:23  Y, acercándose, dijo: «¿Acaso perderás a justo con impío?»
Gén 18:24  Si hubiere cincuenta justos en la ciudad ¿perecerán juntamente? ¿y no perdonarás a aquel lugar por cincuenta justos, si los hubiese en él?
Gén 18:25  ¡Lejos de ti hacer esto: que mates a justo con impío, y llegue a ser el justo como el impío! Lejos esto de ti. El que juzgas toda la tierra, nunca harás este juicio».
Gén 18:26  Y dijo Señor: «Si hallare yo en Sodoma cincuenta justos, en la ciudad, perdonaré a todo el lugar por ellos».
Gén 18:27  Y, respondiendo Abrahán, dijo: «Ahora he comenzado a hablar al Señor, y yo soy polvo y ceniza:
Gén 18:28  ¿acaso, si faltaren de los cincuenta justos cinco, perderás, por los cuarenta y cinco(e) , toda la ciudad?». Y dijo: «No perderé no, si hallare allí cuarenta y cinco».
Gén 18:29  Y prosiguió hablándole, y dijo: «Y si se hallaren allí cuarenta ¿qué harás?» Dijo: «No perderé, por los cuarenta».
Gén 18:30  Y dijo:»No te aíres, Señor, si hablo: ¿que si se hallaren treinta?»
Gén 18:31  Y dijo: «He aquí he empezado a hablar a mi Señor: ¿qué, si allí se hallaran veinte?» Dijo: «No perderé por los veinte».
Gén 18:32  Dijo: «No te aíres, Señor, si hablo todavía una vez: ¿qué si se hallaren allí diez?» Y dijo: «No perderé, por los diez».
Gén 18:33  Y fuése el Señor, cuando cesó de hablar a Abrahán; y Abrahán volvió a su lugar.


Gén 18:1 

Promesa del nacimiento de Isaac
  Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Gén 18:2  Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Gén 18:3  y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Gén 18:4  Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
Gén 18:5  y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Gén 18:6  Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
Gén 18:7  Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
Gén 18:8  Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
Gén 18:9  Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
Gén 18:10  Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.(A) Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
Gén 18:11  Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
Gén 18:12  Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor(B) ya viejo?
Gén 18:13  Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Gén 18:14  ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?(C) Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Gén 18:15  Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.

Abraham intercede por Sodoma
 
Gén 18:16  Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos.
Gén 18:17  Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
Gén 18:18  habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
Gén 18:19  Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Gén 18:20  Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
Gén 18:21  descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
Gén 18:22  Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.
Gén 18:23  Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Gén 18:24  Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
Gén 18:25  Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
Gén 18:26  Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
Gén 18:27  Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.
Gén 18:28  Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
Gén 18:29  Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta.
Gén 18:30  Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.
Gén 18:31  Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.
Gén 18:32  Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
Gén 18:33  Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.


Gén 18:1 
Dios promete un hijo a Abraham
El Señor se apareció a Abraham en el encinar de Mamré,[a] mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía.
Gén 18:2  Abraham alzó la mirada y vio a tres hombres[b] que estaban de pie frente a él. Al verlos, se levantó rápidamente a recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente
Gén 18:3  y dijo:
–Mi señor, por favor te suplico que no te vayas en seguida.
Gén 18:4  Si te parece bien, haré traer un poco de agua para que os lavéis los pies, y luego descansad un rato bajo la sombra del árbol.
Gén 18:5  Ya que habéis pasado por donde vive este servidor vuestro, os traeré algo de comer para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir vuestro camino.
–Bueno, está bien –contestaron ellos.
Gén 18:6  Abraham entró en su tienda de campaña y dijo a Sara:
–¡Date prisa! Toma unos veinte kilos de la mejor harina y haz unos panes.
Gén 18:7  Luego Abraham corrió a donde estaba el ganado, escogió el mejor de los becerros y se lo dio a uno de sus sirvientes, quien lo preparó inmediatamente para la comida.
Gén 18:8  Además del becerro, Abraham les ofreció cuajada y leche, y estuvo atento a servirles mientras ellos comían debajo del árbol.[c]
Gén 18:9  Al terminar de comer, los visitantes preguntaron a Abraham:
–¿Dónde está tu esposa Sara?
–Allí, en la tienda de campaña –respondió.
Gén 18:10  Entonces uno de ellos dijo:
–El año próximo[d] volveré a visitarte, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo.
Mientras tanto, Sara estaba escuchando toda la conversación a espaldas de Abraham, a la entrada de la tienda.
Gén 18:11  Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus periodos de menstruación.
Gén 18:12  Por eso Sara no pudo contener la risa, y pensó: “¿Cómo voy a tener ese gusto, ahora que mi esposo[e] y yo somos tan viejos?”
Gén 18:13  Pero el Señor dijo a Abraham:
–¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que puede tener un hijo a pesar de su edad?
Gén 18:14  ¿Hay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.[f]
Gén 18:15  Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso negar. Por eso dijo:
–Yo no me estaba riendo.
Pero el Señor le contestó:
–Yo sé que te reíste.[g]

Abraham intercede por Sodoma[h]
Gén 18:16  Después los visitantes se levantaron y echaron a andar hacia la ciudad de Sodoma. Abraham los acompañaba, para despedirse de ellos.
Gén 18:17  Entonces el Señor pensó: “Debo decirle a Abraham lo que voy a hacer,
Gén 18:18  ya que él va a ser el padre de una nación grande y fuerte. Le he prometido bendecir por medio de él a todas las naciones del mundo.
Gén 18:19  Yo le he escogido para que mande a sus hijos y descendientes que obedezcan mis enseñanzas y hagan todo lo que es bueno y correcto, para que yo cumpla todo lo que le he prometido.”
Gén 18:20  Así que el Señor le dijo:
–La gente de Sodoma y Gomorra tiene tan mala fama, y su pecado es tan grave,[i]
Gén 18:21  que ahora voy allá para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me ha dicho. Así lo sabré.[j]
Gén 18:22  Dos de los visitantes se fueron de allí a Sodoma, pero Abraham se quedó todavía ante el Señor.
Gén 18:23  Se acercó un poco más a él y le preguntó:
–¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables?
Gén 18:24  Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. Y siendo así, ¿destruirás la ciudad, y no la perdonarás por esos cincuenta?
Gén 18:25  ¡No es posible que hagas morir al inocente junto con el culpable, como si ambos hubieran cometido los mismos pecados! ¡No hagas eso! Tú, que eres el Juez supremo de todo el mundo, ¿no harás justicia?[k]
Gén 18:26  Entonces el Señor le contestó:
–Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí.
Gén 18:27  Pero Abraham volvió a decirle:
–Perdona que sea tan atrevido al hablarte así, pues tú eres Dios y yo sólo soy un simple hombre;
Gén 18:28  pero tal vez falten cinco inocentes para completar los cincuenta. ¿Sólo por faltar esos cinco vas a destruir toda la ciudad?
Y el Señor contestó:
–Si encuentro cuarenta y cinco inocentes, no la destruiré.
Gén 18:29  –Tal vez haya solo cuarenta inocentes... –insistió Abraham.
–Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad –dijo el Señor.
Gén 18:30  Pero Abraham volvió a suplicar:
–Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta.
El Señor volvió a decirle:
–Aun por esos treinta, perdonaré a la ciudad.
Gén 18:31  Abraham siguió insistiendo:
–Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero, ¿qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes?
Y el Señor respondió:
–Por esos veinte, no destruiré la ciudad.
Gén 18:32  Todavía insistió Abraham:
–Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo: hablaré tan sólo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente diez?
El Señor le dijo:
–Incluso por esos diez, no destruiré la ciudad.
Gén 18:33  Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña.


Gén 18:1  Y se le apareció el SEÑOR en el alcornocal de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda, cuando comenzaba el calor del día.
Gén 18:2  Y alzó sus ojos, y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la tierra,
Gén 18:3  Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Gén 18:4  Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
Gén 18:5  y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis, porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Gén 18:6  Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo de la ceniza.
Gén 18:7  Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al joven, y éste se dio prisa a aderezarlo.
Gén 18:8  Tomó también manteca y leche, y el becerro que había aderezado, y lo puso delante de ellos; y él estaba junto a ellos debajo del árbol; y comieron.
Gén 18:9  Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
Gén 18:10  Entonces dijo: De cierto volveré a ti según el tiempo de la vida, y he aquí, que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, y Abraham estaba detrás de él.
Gén 18:11  Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
Gén 18:12  Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite? Así mismo mi señor es ya viejo.
Gén 18:13  Entonces el SEÑOR dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Gén 18:14  ¿Por ventura hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.
Gén 18:15  Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, porque te reíste.
Gén 18:16  Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos.
Gén 18:17  Y el SEÑOR dijo: ¿Encubro yo a Abraham lo que hago,
Gén 18:18  habiendo de ser Abraham en gran gente y fuerte, y habiendo de ser benditos en él todos los gentiles de la tierra?
Gén 18:19  Porque yo lo he conocido, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino del SEÑOR, haciendo justicia y juicio, para que haga venir el SEÑOR sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Gén 18:20  Entonces el SEÑOR le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se ha engrandecido, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
Gén 18:21  descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
Gén 18:22  Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; mas Abraham estaba aún delante del SEÑOR.
Gén 18:23  Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Gén 18:24  Por ventura hay cincuenta justos dentro de la ciudad, ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él?
Gén 18:25  Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer derecho?
Gén 18:26  Entonces respondió el SEÑOR: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor de ellos.
Gén 18:27  Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza;
Gén 18:28  por ventura faltarán de cincuenta justos, cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
Gén 18:29  Y volvió a hablarle, y dijo: Por ventura se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor de los cuarenta.
Gén 18:30  Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: Por ventura se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.
Gén 18:31  Y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor: Por ventura se hallarán allí veinte. Respondió, no la destruiré, por veinte.
Gén 18:32  Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: Por ventura se hallarán allí diez. Respondió, No la destruiré, por diez.
Gén 18:33  Y se fue el SEÑOR, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham se volvió a su lugar.

Gén 18:1  Después Jehová se le apareció entre los árboles grandes de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su tienda como al calor del día.
Gén 18:2  Cuando él alzó los ojos, entonces miró y allí estaban tres hombres de pie a alguna distancia de él. Cuando alcanzó a verlos, echó a correr a su encuentro desde la entrada de la tienda y procedió a inclinarse a tierra.
Gén 18:3  Entonces dijo: “Ah, Jehová, si he hallado favor a tus ojos, sírvete no pasar de largo a tu siervo.
Gén 18:4  Que se traiga un poco de agua, por favor, y se les tiene que lavar los pies. Entonces recuéstense debajo del árbol.
Gén 18:5  Y permítaseme traer un pedazo de pan, y refresquen sus corazones. Después de eso pueden pasar adelante, porque por eso han pasado por este camino a donde su siervo”. A lo cual dijeron: “Está bien. Puedes hacer tal como has hablado”.
Gén 18:6  De modo que Abrahán fue apresurándose a la tienda a donde Sara y dijo: “¡Apresúrate! Toma tres medidas de sea de flor de harina, amásala y haz tortas redondas”.
Gén 18:7  Luego Abrahán corrió a la vacada y procedió a tomar un toro joven, tierno y bueno, y a darlo al servidor, y este fue apresurándose a aderezarlo.
Gén 18:8  Tomó entonces mantequilla y leche y el toro joven que había aderezado y lo puso delante de ellos. Entonces él mismo se quedó de pie al lado de ellos debajo del árbol mientras ellos comían.
Gén 18:9  Ahora ellos le dijeron: “¿Dónde está Sara tu esposa?”. A lo cual él dijo: “¡Aquí en la tienda!”.
Gén 18:10  De modo que continuó él: “De seguro volveré a ti el año próximo por este tiempo, y, ¡mira!, Sara tu esposa tendrá un hijo”. Ahora bien, Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, y esta estaba detrás del hombre.
Gén 18:11  Y Abrahán y Sara eran viejos, avanzados en años. A Sara le había cesado la menstruación.
Gén 18:12  Por eso Sara empezó a reírse dentro de sí, diciendo: “Después que estoy gastada, ¿verdaderamente tendré placer, siendo, además, viejo mi señor?”.
Gén 18:13  Entonces Jehová dijo a Abrahán: “¿Por qué se rió Sara, y dijo: ‘¿Es que de veras y ciertamente daré a luz, aunque he envejecido?’?
Gén 18:14  ¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová? Al tiempo señalado volveré a ti, el año próximo por este tiempo, y Sara tendrá un hijo”.
Gén 18:15  Pero Sara empezó a negarlo, diciendo: “¡No me reí!”. Pues tenía miedo. A lo cual dijo él: “¡No!, pero sí te reíste”.
Gén 18:16  Más tarde los hombres se levantaron de allí y miraron abajo hacia Sodoma, y Abrahán iba andando con ellos para acompañarlos.
Gén 18:17  Y Jehová dijo: “¿Estoy yo manteniendo encubierto de Abrahán lo que voy a hacer?
Gén 18:18  Pues Abrahán de seguro llegará a ser una nación grande y poderosa, y todas las naciones de la tierra tendrán que bendecirse por medio de él.
Gén 18:19  Porque he llegado a conocerlo a fin de que dé mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guarden el camino de Jehová para hacer justicia y juicio; a fin de que Jehová ciertamente haga venir sobre Abrahán lo que ha hablado acerca de él”.
Gén 18:20  Por consiguiente, Jehová dijo: “El clamor de queja acerca de Sodoma y Gomorra es ciertamente fuerte, y su pecado es ciertamente muy grave.
Gén 18:21  Estoy completamente resuelto a bajar para ver si obran del todo conforme al clamor que acerca de ello ha llegado a mí, y, si no, podré llegar a saberlo”.
Gén 18:22  Entonces los hombres se volvieron de allí y procedieron a irse a Sodoma; pero en cuanto a Jehová, él todavía estaba de pie delante de Abrahán.
Gén 18:23  Entonces Abrahán se aproximó y empezó a decir: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo?
Gén 18:24  Supongamos que haya cincuenta hombres justos en medio de la ciudad. ¿Los barrerás, pues, y no perdonarás el lugar por causa de los cincuenta justos que estén en él?
Gén 18:25  ¡Es inconcebible de ti el que vayas a obrar de esta manera para dar muerte al justo con el inicuo, de modo que tenga que ocurrirle al justo lo mismo que le ocurre al inicuo! Es inconcebible de ti. ¿El Juez de toda la tierra no va a hacer lo que es recto?”.
Gén 18:26  Entonces dijo Jehová: “Si hallo en Sodoma cincuenta hombres justos en medio de la ciudad, ciertamente perdonaré a todo el lugar por causa de ellos”.
Gén 18:27  Pero Abrahán pasó a contestar y decir: “Por favor, mira que he tomado a mi cargo hablar a Jehová, cuando soy polvo y ceniza.
Gén 18:28  Supongamos que de los cincuenta justos faltaran cinco. ¿Arruinarás por los cinco a toda la ciudad?”. A lo cual él dijo: “No la arruinaré si hallo allí cuarenta y cinco”.
Gén 18:29  Pero volvió a hablarle de nuevo, y dijo: “Supongamos que se hallen allí cuarenta”. A su vez, él dijo: “No lo haré por causa de los cuarenta”.
Gén 18:30  Pero continuó: “Que Jehová, por favor, no se enardezca de cólera, sino que se me permita seguir hablando: Supongamos que se hallen allí treinta”. A su vez, él dijo: “No lo haré si hallo allí treinta”.
Gén 18:31  Pero continuó: “Por favor, mira que he tomado a mi cargo hablar a Jehová: Supongamos que se hallen allí veinte”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los veinte”.
Gén 18:32  Por fin dijo: “Que Jehová, por favor, no se enardezca de cólera, sino que se me permita hablar esta sola vez: Supongamos que se hallen allí diez”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los diez”.
Gén 18:33  Entonces Jehová procedió a irse cuando hubo acabado de hablar a Abrahán, y Abrahán se volvió a su lugar.

Gén 18:1  Esta es la historia del día en que Dios se le apareció a Abraham cerca del bosque de Mamré. Ese día hacía tanto calor que Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña.
Gén 18:2  De pronto, levantó la vista y vio a tres hombres cerca de donde él estaba. Enseguida corrió a su encuentro, y se inclinó ante ellos en señal de respeto,
Gén 18:3  y les dijo: —Señores, estoy para servirles. Si creen que merezco su visita, no se vayan. Quédense aquí un rato.
Gén 18:4  Voy a ordenar que traigan un poco de agua, para que se laven los pies y puedan descansar bajo este árbol.
Gén 18:5  Voy a traerles también un poco de pan, para que recobren las fuerzas y puedan seguir su camino. ¡Esta es su casa, y estoy para servirles! Los tres visitantes le contestaron: —Está muy bien. Haz todo lo que dijiste.
Gén 18:6  Abraham entró corriendo a la tienda donde estaba Sara, y le dijo: «¡Date prisa! Toma unos veinte kilos de la mejor harina, y ponte a hacer pan».
Gén 18:7  Luego fue al corral, tomó el más gordo de sus terneros, y se lo dio a un sirviente para que lo preparara enseguida.
Gén 18:8  Además del ternero, Abraham les ofreció a sus invitados mantequilla y leche. Mientras ellos comían, Abraham se quedó de pie bajo un árbol, atento para servirles.
Gén 18:9  Los visitantes le preguntaron: —¿Y dónde está tu esposa? Abraham les respondió: —Está dentro de la tienda.
Gén 18:10  Uno de ellos le dijo: —El año que viene volveré a visitarte, y para entonces tu esposa ya será madre de un hijo. Sara estaba a la entrada de la tienda, detrás de Abraham, escuchando lo que decían.
Gén 18:11  Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara no estaba ya en edad de tener hijos,
Gén 18:12  así que ella se rió y dijo entre dientes: «Eso sería muy bonito, pero mi esposo y yo estamos muy viejos para tener un hijo».
Gén 18:13  Entonces Dios le dijo a Abraham: —¿De qué se ríe Sara? ¿Acaso no cree que puede ser madre, a pesar de su edad?
Gén 18:14  ¿Hay algo que yo no pueda hacer? El año que viene, por estos días, volveré a visitarte, y para entonces Sara ya será madre.
Gén 18:15  Al oír esto, Sara sintió miedo. Por eso mintió y aseguró: —No me estaba riendo. Sin embargo, Dios le dijo: —Yo sé bien que te reíste.
Gén 18:16  Los visitantes se levantaron para seguir su camino a la ciudad de Sodoma. Abraham los acompañó por un rato para despedirlos.
Gén 18:17  Pero Dios pensó: «No puedo ocultarle a Abraham lo que voy a hacer,
Gén 18:18  porque sus descendientes formarán una nación grande y poderosa. Por medio de ellos todas las naciones de la tierra van a ser bendecidas.
Gén 18:19  Para eso lo elegí, para que les ordene a sus hijos y a toda su familia que me obedezcan, y que hagan lo que es bueno y justo. Si Abraham lo hace así, yo cumpliré con todo lo que le he prometido».
Gén 18:20  Entonces Dios le dijo a Abraham: —Ya son muchas las quejas que hay en contra de Sodoma y Gomorra. Ya es mucho lo que han pecado.
Gén 18:21  Iré allá y veré con mis propios ojos si es verdad todo lo que me han dicho.
Gén 18:22  Los visitantes de Abraham se apartaron de allí y se fueron a Sodoma. Sin embargo, Abraham se quedó ante Dios,
Gén 18:23  y acercándose a él le dijo: —No me digas que vas a matar a los buenos junto con los malos.
Gén 18:24  Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. ¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven?
Gén 18:25  ¡Tú eres el juez de toda la tierra! ¡Tú no puedes matar a los que hacen lo bueno junto con los que hacen lo malo! ¡Tú eres un Dios justo!
Gén 18:26  Y Dios le contestó: —Si encuentro en Sodoma cincuenta personas buenas, por ellas perdonaré a toda la ciudad.
Gén 18:27  Pero Abraham volvió a decir: —Dios mío, perdona mi atrevimiento de hablar contigo, pues ante ti no soy nada.
Gén 18:28  Pero, ¿qué pasará si en toda la ciudad sólo hay cuarenta y cinco personas buenas? ¿Destruirás de todos modos la ciudad? Dios respondió: —Si encuentro esas cuarenta y cinco personas, no la destruiré.
Gén 18:29  Una vez más, Abraham dijo: —¿Y qué tal si sólo encuentras cuarenta? Dios le aseguró: —Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad.
Gén 18:30  Pero Abraham insistió: —Dios mío, no te enojes conmigo si sigo hablando; pero, ¿qué pasará si no hay más que treinta personas buenas? Y Dios le dijo: —Si encuentro esas treinta personas, no destruiré la ciudad.
Gén 18:31  Abraham volvió a insistir: —Dios mío, realmente soy muy atrevido, pero ¿si sólo se encuentran veinte? Dios respondió: —Hasta por esos veinte, no destruiré la ciudad.
Gén 18:32  De nuevo dijo Abraham: —Yo te ruego, Dios mío, que no te enojes conmigo, pero sólo insistiré una vez más. ¿Y qué tal si sólo se encuentran diez? Y Dios le aseguró: —Por esos diez, no destruiré la ciudad.
Gén 18:33  Luego de hablar con Abraham, Dios se fue de allí. Abraham, por su parte, regresó a su tienda de campaña.

Gén 18:1  Apareciósele Yahveh en la encina de Mambré estando él sentado a la puerta de su tienda en lo más caluroso del día.
Gén 18:2  Levantó los ojos y he aquí que había tres individuos parados a sur vera. Como los vio acudió desde la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Gén 18:3  y dijo: «Señor mío, si te he caído en gracia, ea, no pases de largo cerca de tu servidor.
Gén 18:4  Ea, que traigan un poco de agua y lavaos los pies y recostaos bajo este árbol,
Gén 18:5  que yo iré a traer un bocado de pan, y repondréis fuerzas. Luego pasaréis adelante, que para eso habéis acertado a pasar a la vera de este servidor vuestro.» Dijeron ellos: «Hazlo como has dicho.»
Gén 18:6  Abraham se dirigió presuroso a la tienda, a donde Sara, y le dijo: «Apresta tres arrobas de harina de sémola, amasa y haz unas tortas.»
Gén 18:7  Abraham, por su parte, acudió a la vacada y apartó un becerro tierno y hermoso, y se lo entregó al mozo, el cual se apresuró a aderezarlo.
Gén 18:8  Luego tomó cuajada y leche, junto con el becerro que había aderezado, y se lo presentó, manteniéndose en pie delante de ellos bajo el árbol. Así que hubieron comido
Gén 18:9  dijéronle: «¿Dónde está tu mujer Sara?» - «Ahí, en la tienda», contestó.
Gén 18:10  Dijo entonces aquél: «Volveré sin falta a ti pasado el tiempo de un embarazo, y para entonces tu mujer Sara tendrá un hijo.» Sara lo estaba oyendo a la entrada de la tienda, a sus espaldas.
Gén 18:11  Abraham y Sara eran viejos, entrados en años, y a Sara se le había retirado la regla de las mujeres.
Gén 18:12  Así que Sara rió para sus adentros y dijo: «Ahora que estoy pasada, ¿sentiré el placer, y además con mi marido viejo?».
Gén 18:13  Dijo Yahveh a Abraham. «¿Cómo así se ha reído Sara, diciendo: “¡Seguro que voy a parir ahora de vieja!”?
Gén 18:14  ¿Es que hay nada milagroso para Yahveh? En el plazo fijado volveré, al término de un embarazo, y Sara tendrá un hijo.»
Gén 18:15  Sara negó: «No me he reído», y es que tuvo miedo. Pero aquél dijo: «No digas eso, que sí te has reído.»
Gén 18:16  Levantáronse de allí aquellos hombres y tomaron hacia Sodoma, y Abraham les acompañaba de despedida.
Gén 18:17  Dijo entonces Yahveh: «¿Por ventura voy a ocultarle a Abraham lo que hago,
Gén 18:18  siendo así que Abraham ha de ser un pueblo grande y poderoso, y se bendecirán por él los pueblos todos de la tierra?
Gén 18:19  Porque yo le conozco y sé que mandará a sus hijos y a su descendencia que guarden el camino de Yahveh, practicando la justicia y el derecho, de modo que pueda concederle Yahveh a Abraham lo que le tiene apalabrado.»
Gén 18:20  Dijo, pues, Yahveh: «El clamor de Sodoma y de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo.
Gén 18:21  Ea, voy a bajar personalmente, a ver si lo que han hecho responde en todo al clamor que ha llegado hasta mí, y si no, he de saberlo.»
Gén 18:22  Y marcharon desde allí aquellos individuos camino de Sodoma, en tanto que Abraham permanecía parado delante de Yahveh.
Gén 18:23  Abordóle Abraham y dijo: «¿Así que vas a borrar al justo con el malvado?
Gén 18:24  Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Es que vas a borrarlos, y no perdonarás a aquel lugar por los cincuenta justos que hubiere dentro?
Gén 18:25  Tú no puedes hacer tal cosa: dejar morir al justo con el malvado, y que corran parejas el uno con el otro. Tú no puedes. El juez de toda la tierra ¿va a fallar una injusticia?»
Gén 18:26  Dijo Yahveh: «Si encuentro en Sodoma a cincuenta justos en la ciudad perdonaré a todo el lugar por amor de aquéllos.
Gén 18:27  Replicó Abraham: «¡Mira que soy atrevido de interpelar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza!
Gén 18:28  Supón que los cincuenta justos fallen por cinco. ¿Destruirías por los cinco a toda la ciudad?» Dijo: «No la destruiré, si encuentro allí a 45.»
Gén 18:29  Insistió todavía: «Supón que se encuentran allí cuarenta.» Respondió: «Tampoco lo haría, en atención de esos cuarenta.»
Gén 18:30  Insistió: «No se enfade mi Señor si le digo: “Tal vez se encuentren allí treinta”.» Respondió: «No lo haré si encuentro allí a esos treinta.»
Gén 18:31  Díjole. «¡Cuidado que soy atrevido de interpelar a mi Señor! ¿Y si se hallaren allí veinte?»
Gén 18:32  Respondió: Tampoco haría destrucción en gracia de los veinte.» Insistió: «Vaya, no se enfade mi Señor, que ya sólo hablaré esta vez: “¿Y si se encuentran allí diez?”» Dijo: «Tampoco haría destrucción, en gracia de los diez.»
Gén 18:33  Partió Yahveh así que hubo acabado de conversar con Abraham, y éste se volvió a su lugar.

Gén 18:1  El Señor se le apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, cuando Abraham estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora más calurosa del día.
Gén 18:2  Abraham alzó la vista, y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la carpa a saludarlos. Inclinándose hasta el suelo,
Gén 18:3  dijo: Mi señor, si este servidor suyo cuenta con su favor, le ruego que no me pase de largo.
Gén 18:4  Haré que les traigan un poco de agua para que ustedes se laven los pies, y luego podrán descansar bajo el árbol.
Gén 18:5  Ya que han pasado por donde está su servidor, déjenme traerles algo de comer para que se sientan mejor antes de seguir su camino. ¡Está bien respondieron ellos, hazlo así!
Gén 18:6  Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba Sara, y le dijo: ¡Date prisa! Toma unos veinte kilos [1] de harina fina, amásalos y haz unos panes.
Gén 18:7  Después Abraham fue corriendo adonde estaba el ganado, eligió un ternero bueno y tierno, y se lo dio a su sirviente, quien a toda prisa se puso a prepararlo.
Gén 18:8  Luego les sirvió requesón y leche con el ternero que estaba preparado. Mientras comían, Abraham se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol.
Gén 18:9  Entonces ellos le preguntaron: ¿Dónde está Sara, tu esposa? Allí en la carpa les respondió.
Gén 18:10  Dentro de un año volveré a verte dijo uno de ellos, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo. Sara estaba escuchando a la entrada de la carpa, a espaldas del que hablaba.
Gén 18:11  Abraham y Sara eran ya bastante ancianos, y Sara ya había dejado de menstruar.
Gén 18:12  Por eso, Sara se rió y pensó: "¿Acaso voy a tener este placer, ahora que ya estoy consumida y mi esposo es tan viejo?"
Gén 18:13  Pero el Señor le dijo a Abraham: ¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que podrá tener un hijo en su vejez?
Gén 18:14  ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? El año que viene volveré a visitarte en esta fecha, y para entonces Sara habrá tenido un hijo.
Gén 18:15  Sara, por su parte, tuvo miedo y mintió al decirle: Yo no me estaba riendo. Pero el Señor le replicó: Sí te reíste.
Gén 18:16  Luego aquellos visitantes se levantaron y partieron de allí en dirección a Sodoma. Abraham los acompañó para despedirlos.
Gén 18:17  Pero el Señor estaba pensando: "¿Le ocultaré a Abraham lo que estoy por hacer?
Gén 18:18  Es un hecho que Abraham se convertirá en una nación grande y poderosa, y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra.
Gén 18:19  Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el *camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido."
Gén 18:20  Entonces el Señor le dijo a Abraham: El clamor contra Sodoma y Gomorra resulta ya insoportable, y su pecado es gravísimo.
Gén 18:21  Por eso bajaré, a ver si realmente sus acciones son tan malas como el clamor contra ellas me lo indica; y si no, he de saberlo.
Gén 18:22  Dos de los visitantes partieron de allí y se encaminaron a Sodoma, pero Abraham se quedó de pie frente al Señor.
Gén 18:23  Entonces se acercó al Señor y le dijo: ¿De veras vas a exterminar al justo junto con el malvado?
Gén 18:24  Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Exterminarás a todos, y no perdonarás a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allí hay?
Gén 18:25  ¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?
Gén 18:26  El Señor le respondió: Si encuentro cincuenta justos en Sodoma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.
Gén 18:27  Abraham le dijo: Reconozco que he sido muy atrevido al dirigirme a mi Señor, yo, que apenas soy polvo y ceniza.
Gén 18:28  Pero tal vez falten cinco justos para completar los cincuenta. ¿Destruirás a toda la ciudad si faltan esos cinco? Si encuentro cuarenta y cinco justos no la destruiré contestó el Señor.
Gén 18:29  Pero Abraham insistió: Tal vez se encuentren sólo cuarenta. Por esos cuarenta justos, no destruiré la ciudad respondió el Señor.
Gén 18:30  Abraham volvió a insistir: No se enoje mi Señor, pero permítame seguir hablando. Tal vez se encuentren sólo treinta. No lo haré si encuentro allí a esos treinta contestó el Señor.
Gén 18:31  Abraham siguió insistiendo: Sé que he sido muy atrevido en hablarle así a mi Señor, pero tal vez se encuentren sólo veinte. Por esos veinte no la destruiré.
Gén 18:32  Abraham volvió a decir: No se enoje mi Señor, pero permítame hablar una vez más. Tal vez se encuentren sólo diez... Aun por esos diez no la destruiré respondió el Señor por última vez.
Gén 18:33  Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí, y Abraham regresó a su carpa.

Gén 18:1  El Señor se apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora de más calor.
Gén 18:2  Alzando los ojos, divisó a tres hombres que estaban parados cerca de él. Apenas los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la carpa y se inclinó hasta el suelo.
Gén 18:3  diciendo: "Señor mío, si quieres hacerme un favor, te ruego que no pases de largo delante de tu servidor.
Gén 18:4  Yo haré que les traigan un poco de agua. Lávense los pies y descansen a la sombra del árbol.
Gén 18:5  Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado junto a su servidor!". Ellos respondieron: "Está bien. Puedes hacer lo que dijiste".
Gén 18:6  Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba Sara y le dijo: "¡Pronto! Toma tres medidas de la mejor harina, amásalas y prepara unas tortas".
Gén 18:7  Después fue corriendo hasta el corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su sirviente, que de inmediato se puso a prepararlo.
Gén 18:8  Luego tomó cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió. Mientras comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol.
Gén 18:9  Ellos le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?". "Ahí en la carpa", les respondió.
Gén 18:10  Entonces uno de ellos le dijo: "Volveré a verte sin falta en el año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo". Mientras tanto, Sara había estado escuchando a la entrada de la carpa, que estaba justo detrás de él.
Gén 18:11  Abraham y Sara eran ancianos de edad avanzada, y los períodos de Sara ya habían cesado.
Gén 18:12  Por eso, ella rió en su interior, pensando: "Con lo vieja que soy, ¿volveré a experimentar el placer? Además, ¡mi marido es tan viejo!".
Gén 18:13  Pero el Señor dijo a Abraham: "¿Por qué se ha reído Sara, pensando que no podrá dar a luz, siendo tan vieja?
Gén 18:14  ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo".
Gén 18:15  Ella tuvo miedo, y trató de engañarlo, diciendo: "No, no me he reído". Pero él le respondió: "Sí, te has reído".
Gén 18:16  Después, los hombres salieron de allí y se dirigieron hacia Sodoma, y Abraham los acompañó para despedirlos.
Gén 18:17  Mientras tanto, el Señor pensaba: "¿Dejaré que Abraham ignore lo que ahora voy a realizar,
Gén 18:18  siendo así que él llegará a convertirse en una nación grande y poderosa, y que por él se bendecirán todas las naciones de la tierra?
Gén 18:19  Porque yo lo he elegido para que enseñe a sus hijos, y a su familia después de él, que se mantengan en el camino del Señor, practicando lo que es justo y recto. Así el Señor hará por Abraham lo que ha predicho acerca de él".
Gén 18:20  Luego el Señor añadió: "El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave,
Gén 18:21  que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré".
Gén 18:22  Dos de esos hombres partieron de allí y se fueron hacia Sodoma, pero el Señor se quedó de pie frente a Abraham.
Gén 18:23  Entonces Abraham se le acercó y le dijo: "¿Así que vas a exterminar al justo junto con el culpable?
Gén 18:24  Tal vez haya en la ciudad cincuenta justos. ¿Y tú vas a arrasar ese lugar, en vez de perdonarlo por amor a los cincuenta justos que hay en él?
Gén 18:25  ¡Lejos de ti hacer semejante cosa! ¡Matar al justo juntamente con el culpable, haciendo que los dos corran la misma suerte! ¡Lejos de ti! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no va a hacer justicia?".
Gén 18:26  El Señor respondió: "Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de Sodoma, perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos".
Gén 18:27  Entonces Abraham dijo: "Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor.
Gén 18:28  Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?". "No la destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco", respondió el Señor.
Gén 18:29  Pero Abraham volvió a insistir: "Quizá no sean más de cuarenta". Y el Señor respondió: "No lo haré por amor a esos cuarenta".
Gén 18:30  "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente treinta". Y el Señor respondió: "No lo haré si encuentro allí a esos treinta".
Gén 18:31  Abraham insistió: "Una vez más, me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Tal vez no sean más que veinte". "No la destruiré en atención a esos veinte", declaró el Señor.
Gén 18:32  "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no se enoje si hablo por última vez. Quizá sean solamente diez". "En atención a esos diez, respondió, no la destruiré".
Gén 18:33  Apenas terminó de hablar con él, el Señor se fue, y Abraham regresó a su casa.

Gén 18:1  Esta es la historia del día en que Dios se le apareció a Abraham cerca del bosque de Mamré. Ese día hacía tanto calor que Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña.
Gén 18:2  De pronto, levantó la vista y vio a tres hombres cerca de donde él estaba. Enseguida corrió a su encuentro, y se inclinó ante ellos en señal de respeto,
Gén 18:3  y les dijo: —Señores, estoy para servirles. Si creen que merezco su visita, no se vayan. Quédense aquí un rato.
Gén 18:4  Voy a ordenar que traigan un poco de agua, para que se laven los pies y puedan descansar bajo este árbol.
Gén 18:5  Voy a traerles también un poco de pan, para que recobren las fuerzas y puedan seguir su camino. ¡Esta es su casa, y estoy para servirles! Los tres visitantes le contestaron: —Está muy bien. Haz todo lo que dijiste.
Gén 18:6  Abraham entró corriendo a la tienda donde estaba Sara, y le dijo: «¡Date prisa! Toma unos veinte kilos de la mejor harina, y ponte a hacer pan».
Gén 18:7  Luego fue al corral, tomó el más gordo de sus terneros, y se lo dio a un sirviente para que lo preparara enseguida.
Gén 18:8  Además del ternero, Abraham les ofreció a sus invitados mantequilla y leche. Mientras ellos comían, Abraham se quedó de pie bajo un árbol, atento para servirles.
Gén 18:9  Los visitantes le preguntaron: —¿Y dónde está tu esposa? Abraham les respondió: —Está dentro de la tienda.
Gén 18:10  Uno de ellos le dijo: —El año que viene volveré a visitarte, y para entonces tu esposa ya será madre de un hijo. Sara estaba a la entrada de la tienda, detrás de Abraham, escuchando lo que decían.
Gén 18:11  Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara no estaba ya en edad de tener hijos,
Gén 18:12  así que ella se rió y dijo entre dientes: «Eso sería muy bonito, pero mi esposo y yo estamos muy viejos para tener un hijo».
Gén 18:13  Entonces Dios le dijo a Abraham: —¿De qué se ríe Sara? ¿Acaso no cree que puede ser madre, a pesar de su edad?
Gén 18:14  ¿Hay algo que yo no pueda hacer? El año que viene, por estos días, volveré a visitarte, y para entonces Sara ya será madre.
Gén 18:15  Al oír esto, Sara sintió miedo. Por eso mintió y aseguró: —No me estaba riendo. Sin embargo, Dios le dijo: —Yo sé bien que te reíste.
Gén 18:16  Los visitantes se levantaron para seguir su camino a la ciudad de Sodoma. Abraham los acompañó por un rato para despedirlos.
Gén 18:17  Pero Dios pensó: «No puedo ocultarle a Abraham lo que voy a hacer,
Gén 18:18  porque sus descendientes formarán una nación grande y poderosa. Por medio de ellos todas las naciones de la tierra van a ser bendecidas.
Gén 18:19  Para eso lo elegí, para que les ordene a sus hijos y a toda su familia que me obedezcan, y que hagan lo que es bueno y justo. Si Abraham lo hace así, yo cumpliré con todo lo que le he prometido».
Gén 18:20  Entonces Dios le dijo a Abraham: —Ya son muchas las quejas que hay en contra de Sodoma y Gomorra. Ya es mucho lo que han pecado.
Gén 18:21  Iré allá y veré con mis propios ojos si es verdad todo lo que me han dicho.
Gén 18:22  Los visitantes de Abraham se apartaron de allí y se fueron a Sodoma. Sin embargo, Abraham se quedó ante Dios,
Gén 18:23  y acercándose a él le dijo: —No me digas que vas a matar a los buenos junto con los malos.
Gén 18:24  Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. ¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven?
Gén 18:25  ¡Tú eres el juez de toda la tierra! ¡Tú no puedes matar a los que hacen lo bueno junto con los que hacen lo malo! ¡Tú eres un Dios justo!
Gén 18:26  Y Dios le contestó: —Si encuentro en Sodoma cincuenta personas buenas, por ellas perdonaré a toda la ciudad.
Gén 18:27  Pero Abraham volvió a decir: —Dios mío, perdona mi atrevimiento de hablar contigo, pues ante ti no soy nada.
Gén 18:28  Pero, ¿qué pasará si en toda la ciudad sólo hay cuarenta y cinco personas buenas? ¿Destruirás de todos modos la ciudad? Dios respondió: —Si encuentro esas cuarenta y cinco personas, no la destruiré.
Gén 18:29  Una vez más, Abraham dijo: —¿Y qué tal si sólo encuentras cuarenta? Dios le aseguró: —Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad.
Gén 18:30  Pero Abraham insistió: —Dios mío, no te enojes conmigo si sigo hablando; pero, ¿qué pasará si no hay más que treinta personas buenas? Y Dios le dijo: —Si encuentro esas treinta personas, no destruiré la ciudad.
Gén 18:31  Abraham volvió a insistir: —Dios mío, realmente soy muy atrevido, pero ¿si sólo se encuentran veinte? Dios respondió: —Hasta por esos veinte, no destruiré la ciudad.
Gén 18:32  De nuevo dijo Abraham: —Yo te ruego, Dios mío, que no te enojes conmigo, pero sólo insistiré una vez más. ¿Y qué tal si sólo se encuentran diez? Y Dios le aseguró: —Por esos diez, no destruiré la ciudad.
Gén 18:33  Luego de hablar con Abraham, Dios se fue de allí. Abraham, por su parte, regresó a su tienda de campaña.

Gén 18:1  YAHWEH se le apareció a Avraham por los Cedros de Mamre mientras él se sentaba a la entrada de la tienda en el calor del día.
Gén 18:2  El alzó sus ojos y miró, y allí delante de él había tres hombres[66]. Al verlos, él corrió desde la puerta de la tienda para recibirlos, se postró en la tierra,
Gén 18:3  y dijo: "Mi Adón, si he encontrado favor a tu vista, por favor no dejes a tu siervo.
Gén 18:4  Por favor déjame mandar a traer un poco de agua, y deja que ellos les laven los pies entonces refrésquense debajo del árbol,
Gén 18:5  y yo traeré pan y ustedes comerán. Después de esto ustedes seguirán su jornada, a causa de lo cual se han vuelto a su siervo." "Muy bien," ellos respondieron, "haz lo que has dicho."
Gén 18:6  Avraham se apresuró a ir dentro de la tienda a Sarah, y dijo: "Deprisa, ¡tres medidas de la mejor harina! Amásala y haz panes."
Gén 18:7  Avraham corrió hacia la manada y cogió un becerro bueno y tierno, y se lo dio al sirviente, quien se apresuró a prepararlo.
Gén 18:8  Luego tomó cuajada, leche y el becerro el cual había preparado, y lo puso todo delante de los hombres, y se estuvo con ellos debajo del árbol mientras ellos comían[67].
Gén 18:9  Ellos le dijeron: "¿Dónde está Sarah tu esposa? " El dijo: "Allí, en la tienda."
Gén 18:10  El dijo: "Yo de cierto regresaré a ti alrededor de este tiempo el año que viene, y Sarah tu esposa tendrá un hijo." Sarah le oyó desde la entrada a la tienda, detrás de él.
Gén 18:11  Avraham y Sarah eran viejos, de edad avanzada; Sarah le había pasado la edad de concebir.
Gén 18:12  Y Sarah se rió dentro de sí misma, diciendo: "La cosa aún no me ha pasado, aún hasta ahora, y mi señor está viejo."
Gén 18:13  YAHWEH le dijo a Avraham: "¿Por qué Sarah se rió, y preguntó: 'Voy yo en verdad a parir cuando estoy tan vieja? "
Gén 18:14  ¿Hay algo muy difícil para YAHWEH? En el tiempo estipulado, en esta temporada el año que viene, Yo regresaré a ti; y Sarah tendrá un hijo."
Gén 18:15  Sarah lo negó, diciendo: "Yo no me reí," porque ella tenía miedo. El dijo: "No es así – tu sí te reíste."
Gén 18:16  Los hombres salieron de allí y miraron hacia Sedom y Amora, y Avraham fue con ellos atendiéndolos en su jornada.
Gén 18:17  YAHWEH dijo: ¿Debía Yo esconder de Avraham mi siervo lo que estoy por hacer,
Gén 18:18  puesto que Avraham ciertamente se convertirá en una nación grande y fuerte, y todas las naciones de la tierra serán bendecidas por él?
Gén 18:19  Pues Yo me he dado a conocer a él, para que él dé órdenes a sus hijos y a su casa después de él para que guarden el camino de YAHWEH y para que hagan lo que es recto y justo, para que YAHWEH haga suceder para Avraham lo que El le ha prometido.[68]"
Gén 18:20  YAHWEH dijo: "El grito de clamor contra Sedom[69] y Amora[70] es tan grande y el pecado de ellos tan serio
Gén 18:21  que Yo descenderé ahora y veré si sus obras merecen el clamor que ha llegado hasta mí; si no, Yo lo sabré."
Gén 18:22  Los hombres se volvieron de allí y fueron hacia Sedom, pero Avraham permaneció parado delante de YAHWEH.
Gén 18:23  Avraham se acercó, y dijo: ¿Destruirás tú a los justos con los perversos? "¿Y serán los justos como los perversos?
Gén 18:24  Quizás haya cincuenta justos en la ciudad; ¿en verdad barrerás la ciudad, y no la perdonarás por amor a los cincuenta justos que están allí?
Gén 18:25  ¡Lejos esté de ti hacer tal cosa – matar a los justos junto con los perversos, así los justos y los perversos son tratados por igual! ¡Lejos esté de ti! ¿No debe el juez de toda la tierra hacer lo que es justo? "
Gén 18:26  YAHWEH dijo: "Si Yo encuentro en Sedom cincuenta que son justos, entonces perdonaré a todo el lugar por amor a ellos."
Gén 18:27  Avraham dijo: "Ahora bien, yo, que soy sólo polvo y cenizas, lo he tomado sobre mi persona hablar a YAHWEH.
Gén 18:28  ¿Qué si hay cinco menos que cincuenta justos? " El dijo: "No la destruiré si encuentro cuarenta y cinco allí."
Gén 18:29  El le habló aun de nuevo: "¿Qué si cuarenta son encontrados allí? " El dijo: "Por amor a los cuarenta no lo haré."
Gén 18:30  Y él dijo: "¿Habrá algo contra mí, YAHWEH si yo hablo? ¿Qué si treinta son encontrados allí? El dijo: "No la destruiré si encuentro treinta allí."
Gén 18:31  El dijo: "Ahora bien, lo he tomado sobre mi persona hablar a YAHWEH. ¿Qué si veinte son encontrados allí? " El dijo: "Por amor a los veinte no la destruiré."
Gén 18:32  El dijo: "¿Habrá algo contra mí, YAHWEH si hablo sólo una vez más. ¿Qué si diez son encontrados allí? " El dijo: "Por amor a los diez no la destruiré."
Gén 18:33  YAHWEH siguió por su camino después de acabar de hablar con Avraham, y Avraham regresó a su lugar.

Gén 18:1  Yavé se presentó a Abrahán junto a los árboles de Mambré mientras estaba sentado a la entrada de su tienda, a la hora más calurosa del día.
Gén 18:2  Al levantar sus ojos, Abrahán vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra,
Gén 18:3  diciendo: "Señor mío, si me haces el favor, te ruego que no pases al lado de tu servidor sin detenerte.
Gén 18:4  Les haré traer un poco de agua para que se laven los pies y descansen bajo estos árboles.
Gén 18:5  Les haré traer un poco de pan para que recuperen sus fuerzas, antes de proseguir su viaje, pues creo que para esto pasaron ustedes por mi casa." Ellos respondieron: "Haz como has dicho."
Gén 18:6  Abrahán fue rápidamente a la tienda, donde estaba Sara, y le dijo: "¡De prisa, tres medidas de harina! amásala y haz unas tortas."
Gén 18:7  Luego él mismo corrió al potrero, tomó un ternero tierno y bueno y se lo entregó a un muchacho para que lo preparara inmediatamente.
Gén 18:8  Después tomó mantequilla, leche y el ternero ya cocinado y se lo presentó a ellos. El se quedó de pie a su lado, bajo el árbol, mientras comían.
Gén 18:9  Entonces le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu esposa?" El les respondió: "Está dentro, en la tienda."
Gén 18:10  El otro le dijo: "Dentro de un año volveré por aquí, y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo."
 Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, a la espalda del que hablaba.
Gén 18:11  Abrahán y Sara eran ancianos, bien entrados en años, y ella no tenía ya lo que le pasa ordinariamente a las mujeres.
Gén 18:12  Sara se rió, mientras pensaba: "Ahora que soy anciana, ¿haré el amor con mi marido que es tan viejo?"
Gén 18:13  Pero Yavé dijo a Abrahán: "¿Por qué se ha reído Sara? ¿Por qué ha dicho: Cómo voy a tener un hijo ahora que soy vieja?
Gén 18:14  ¿Hay acaso algo imposible para Yavé? Pues bien, volveré a visitarte dentro de un año, y para entonces Sara tendrá un hijo."
Gén 18:15  Sara trató de defenderse, pues tuvo miedo, y dijo: "Yo no me he reído." Pero él contestó: "Cierto que te has reído."
Gén 18:16  Los hombres se levantaron y marcharon en dirección de Sodoma, mientras Abrahán los acompañaba para indicarles el camino.
Gén 18:17  Y Yavé se preguntó: "¿Ocultaré a Abrahán lo que voy a hacer,
Gén 18:18  cuando justamente quiero que salga de él una nación grande y poderosa, y que a través de él sean bendecidas todas las naciones de la tierra?
Gén 18:19  Pues lo he escogido para que ordene a sus hijos y a los de su raza después de él, que guarden el camino de Yavé y vivan según la justicia y haciendo el bien, para que Yavé cumpla con Abrahán todo lo que le ha prometido."
Gén 18:20  Dijo entonces Yavé: "Las quejas contra Sodoma y Gomorra son enormes, y su pecado es en verdad muy grande.
Gén 18:21  Voy a visitarlos, y comprobaré si han actuado según esas quejas que han llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré."
Gén 18:22  Los hombres partieron y se dirigieron a Sodoma, mientras Yavé se quedaba de pie delante de Abrahán.
Gén 18:23  Se acercó entonces Abrahán y le dijo: "¿Es cierto que vas a exterminar al justo junto con el malvado?
Gén 18:24  Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿es cierto que vas a acabar con todos y no perdonar el lugar en atención a esos cincuenta justos?
Gén 18:25  ¡Tú no vas a hacer algo semejante, permitir que el bueno sea tratado igual que el malvado! ¿O es que el juez de toda la tierra no aceptará lo que es justo?"
Gén 18:26  Yavé le dijo: "Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar en atención a ellos."
Gén 18:27  Abrahán volvió a hablar: "Sé que a lo mejor es un atrevimiento hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza,
Gén 18:28  pero si faltan cinco justos para llegar a los cincuenta, ¿destruirás la ciudad por esos cinco que faltan?" Yavé respondió: "No habrá destrucción si encuentro allí cuarenta y cinco hombres justos."
Gén 18:29  Abrahán insistió: "Pero a lo mejor se encuentran allí sólo cuarenta justos." Yavé contestó: "En atención a esos cuarenta, no lo haré."
Gén 18:30  Abrahán continuó todavía: "No se enoje mi Señor si sigo hablando, pero tal vez no se encuentren más que treinta justos." Yavé contestó: "No lo haré si encuentro allí treinta justos."
Gén 18:31  Abrahán insistió: "Sé que es una osadía por mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran allí solamente veinte justos?" Yavé contestó: "No destruiré el lugar, en atención a esos veinte."
Gén 18:32  Abrahán dijo: "Vaya, no se enoje mi Señor, y hablaré por última vez. Puede ser que se encuentren allí sólo diez." Yavé dijo: "En atención a esos diez, no destruiré la ciudad."
Gén 18:33  Cuando Yavé terminó de hablar con Abrahán se fue, mientras Abrahán volvió a su casa.

Gén 18:1  El Señor se le apareció a Abraham al lado de los robles de Mamré mientras estaba sentado en la entrada de su carpa a la hora más calurosa del día.
Gén 18:2  Levantó los ojos y vio a tres hombres de pie frente a él. Cuando los vio, corrió desde la entrada de su carpa para encontrarse con ellos, se postró rostro en tierra
Gén 18:3  y dijo: —Señor, si he merecido su aprobación, por favor quédese conmigo. Yo soy su siervo.
Gén 18:4  Permítanme traerles un poco de agua. Luego laven sus pies y descansen bajo un árbol.
Gén 18:5  Traeré un poco de pan para que repongan sus fuerzas. Después podrán continuar su camino. Permítanme hacer esto ya que han venido hasta aquí, donde está su siervo. Entonces ellos dijeron: —Haz lo que has dicho.
Gén 18:6  Inmediatamente Abraham corrió a su carpa, donde estaba Sara, y le dijo: —Rápido, saca tres medidas de harina fina, amásala y prepara pan.
Gén 18:7  Luego Abraham corrió hacia el rebaño y tomó un cordero bueno y tierno, y se lo dio a su siervo quien se fue rápidamente a prepararlo.
Gén 18:8  Después tomó unas cuajadas, leche y el cordero que había preparado y los colocó ante ellos. Abraham se quedó de pie al lado de ellos mientras comían, listo para atenderlos.
Gén 18:9  Entonces ellos le dijeron: —¿Dónde está tu esposa Sara? Y él les respondió: —Ahí en la carpa.
Gén 18:10  Uno de ellos dijo: —Te aseguro que regresaré el próximo año por este mismo tiempo y tu esposa Sara tendrá un hijo. Sara estaba escuchando la conversación a la entrada de la carpa que estaba detrás de él.
Gén 18:11  Tanto Abraham como Sara ya eran muy viejos, y a Sara ya no le venía el período menstrual.
Gén 18:12  Así que se rió silenciosamente y dijo: «Estando yo tan vieja y acabada, y siendo mi esposo un anciano, ¿aún sentiré placer sexual?»
Gén 18:13  Luego el Señor le preguntó a Abraham: —¿Por qué Sara se rió y dijo: “Será posible que yo tenga un hijo siendo tan vieja”?
Gén 18:14  ¿Acaso existe algo imposible para el Señor? Regresaré por este mismo tiempo, en la primavera del próximo año, y Sara tendrá un hijo.
Gén 18:15  Pero Sara se asustó y lo negó diciendo: —Yo no me reí. Y el Señor le dijo: —Sí, tú te reíste.
Gén 18:16  Luego los tres hombres se fueron de allí, miraron hacia Sodoma y se fueron en esa dirección. Abraham los acompañó para despedirlos.
Gén 18:17  El Señor dijo: «No le voy a ocultar a Abraham lo que voy a hacer.
Gén 18:18  Se convertirá en una nación grande y poderosa y todas las demás naciones del mundo encontrarán bendición en él.
Gén 18:19  Lo elegí a él para que enseñe a sus hijos y a su gente a vivir de la manera que el Señor quiere que vivan, haciendo lo que es bueno y justo. Si les enseña a vivir así, le daré a Abraham lo que le he prometido».
Gén 18:20  Luego el Señor dijo: —Existen tantas quejas en contra de Sodoma y Gomorra, y sus pecados son tan grandes,
Gén 18:21  que he decidido bajar a ver si en realidad han hecho todas las cosas malas que me han dicho. Y si no las han hecho, yo lo sabré.
Gén 18:22  Finalmente los hombres se marcharon de ahí y caminaron hacia Sodoma. Pero Abraham se quedó de pie ante el Señor.
Gén 18:23  Se le acercó y le dijo: —¿En realidad vas a destruir a los justos junto con los perversos?
Gén 18:24  Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Aun así la destruirías? ¿No perdonarías a toda la ciudad por esos cincuenta justos que viven en ella?
Gén 18:25  Tú no harías algo así: matar a la gente justa junto con la perversa. Si así fuera, el justo sería tratado de la misma manera que el perverso. Ni se te ocurra. ¿Acaso el Juez del mundo no debe hacer justicia?
Gén 18:26  Luego el Señor dijo: —Si llego a encontrar cincuenta justos en Sodoma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.
Gén 18:27  Entonces Abraham dijo: —Ya que me he atrevido a hablarte así, aunque no soy más que polvo y cenizas,
Gén 18:28  ¿qué pasará si sólo hay cuarenta y cinco justos? ¿Acaso destruirás a toda la ciudad sólo porque faltan cinco? Y el Señor dijo: —No destruiré la ciudad si llego a encontrar cuarenta y cinco justos.
Gén 18:29  Entonces Abraham volvió a rogar: —¿Qué pasará si sólo encuentras a cuarenta justos? Y el Señor le dijo: —No la destruiré si hay cuarenta justos.
Gén 18:30  Abraham volvió a hablarle al Señor y le dijo: —Señor, por favor no te enfurezcas conmigo si te vuelvo a hablar. Tal vez sólo haya treinta justos. Y el Señor le respondió: —No lo haré si encuentro a treinta justos.
Gén 18:31  Entonces Abraham dijo: —He sido demasiado atrevido al hablarle al Señor, pero ¿qué pasará si sólo hay veinte justos? Y el Señor dijo: —Si hay veinte justos no la destruiré.
Gén 18:32  Finalmente Abraham dijo: —Señor, por favor no te enojes conmigo por hablar tan sólo una vez más, ¿qué pasará si sólo encuentras diez justos? Y el Señor dijo: —No la destruiré para salvar a esos diez.
Gén 18:33  Cuando terminó de hablar con Abraham, el Señor se fue y Abraham volvió a su casa.

Gén 18:1  Le apareció de nuevo el Señor en el valle o encinar de Mambre estando él sentado a la puerta de su tienda en el mayor calor del día.
Gén 18:2  Sucedió, pues, que alzando los ojos, vio cerca de sí parados a tres personajes: y luego que los vio, corrió a su encuentro desde la puerta del pabellón, y les hizo reverencia inclinándose hasta el suelo.
Gén 18:3  Y dijo: Señor, si yo, siervo tuyo, he hallado gracia en tu presencia, no pases de largo;
Gén 18:4  mas yo traeré un poco de agua, y lavaréis vuestros pies, y descansaréis a la sombra de este árbol.
Gén 18:5  Y os pondré un bocado de pan, para que reparéis vuestras fuerzas: después pasaréis adelante: pues que tal vez por esto os habéis dirigido hacia vuestro siervo. Ellos respondieron: Bien, haz como has dicho.
Gén 18:6  Abrahán entró corriendo en el pabellón de Sara, y le dijo: Ve pronto, amasa tres satos o celemines de harina de flor, y cuece unos panes en el rescoldo.
Gén 18:7  Y él mismo fue corriendo a la vacada, y cogió de ella el ternerillo más tierno y gordo, y le dio a un criado: que luego le tuvo aderezado.
Gén 18:8  Tomó también manteca y leche, y con el ternerillo cocido, se lo presentó: mientras tanto estaba en pie junto a ellos debajo del árbol.
Gén 18:9  Habiendo comido, le preguntaron: ¿En dónde está Sara tu esposa? Ahí está, respondió, dentro de la tienda.
Gén 18:10  Le dijo uno de ellos: Yo volveré a ti sin falta dentro de un año por este mismo tiempo, si Dios quiere, y Sara tu mujer tendrá un hijo. Al oír esto Sara se rió detrás de la puerta de la tienda.
Gén 18:11  Es de considerar que ambos eran viejos y de avanzada edad, y a Sara le había faltado ya la costumbre de las mujeres.
Gén 18:12  Se rió, pues, secretamente, diciendo para consigo: ¿Conque después que ya estoy vieja, y mi señor lo está más, pensaré en usar del matrimonio ?
Gén 18:13  Y dijo el Señor a Abrahán: ¿Por qué se ha reído Sara, diciendo: Si será verdad que yo he de parir siendo tan vieja?
Gén 18:14  Pues qué ¿hay para Dios cosa difícil? Al plazo prometido volveré a visitarte por este mismo tiempo, si Dios quiere, y Sara tendrá un hijo.
Gén 18:15  Negó Sara y dijo llena de temor: No me he reído. Mas el Señor replicó: No es así: sino que te has reído.
 
Gén 18:16  Levantados de allí aquellos tres varones, dirigieron su vista y sus pasos hacia Sodoma: y Abrahán los iba acompañando, hasta despedirlos.
Gén 18:17  Y dijo el Señor: ¿Cómo es posible que yo encubra a Abrahán lo que voy a ejecutar,
Gén 18:18  habiendo él de ser cabeza de una nación grande, y tan fuerte, y BENDITAS en él todas las naciones de la tierra?
Gén 18:19  Pues bien sé que ha de mandar a sus hijos y a su familia después de sí, que guarden el camino del Señor, y obren según rectitud y justicia: para que cumpla el Señor por amor de Abrahán todas las cosas que le tiene prometidas.
Gén 18:20  Le dijo, pues, el Señor: El clamor de Sodoma y de Gomorra se aumenta más y más, y la gravedad de su pecado ha subido hasta lo sumo.
Gén 18:21  Quiero ir a ver si sus obras igualan al clamor que ha llegado a mis oídos, para saber si es así o no.
Gén 18:22  Y partiendo de allí, dos de ellos tomaron el camino de Sodoma: Abrahán, se mantenía aún en pie delante del Señor.
Gén 18:23  Y arrimándose le dijo: ¿Por ventura destruirás al justo con el impío?
Gén 18:24  Si se hallaren cincuenta justos en aquella ciudad, ¿han de perecer ellos también?; ¿y no perdonarás a todo el pueblo por amor de los cincuenta justos, si se hallaren en él?
Gén 18:25  Lejos de ti tal cosa, que tú mates al justo con el impío, y sea aquél tratado como éste, no es eso propio de ti: tú que eres el que juzgas toda la tierra, de ningún modo harás tal juicio.
Gén 18:26  Y le dijo el Señor: Si yo hallare en medio de la ciudad de Sodoma cincuenta justos, perdonaré a todo el pueblo por amor de ellos.
Gén 18:27  E instando Abrahán, dijo: Ya que una vez he comenzado, hablaré a mi Señor, aunque sea yo polvo y ceniza.
Gén 18:28  ¿Y qué, si faltaren cinco justos al número de cincuenta, destruirás la ciudad toda entera, porque no son más que cuarenta y cinco? Y respondió: No la destruiré, si hallare en ella cuarenta y cinco.
Gén 18:29  Le replicó de nuevo: Y si se encontraran en ella cuarenta, ¿qué harás? No la castigaré, respondió, por amor de los cuarenta.
Gén 18:30  Te suplico, Señor, le dijo, que no te enojes si prosigo hablando: ¿Y qué, si se hallaren allí treinta? Respondió: No lo haré, si hallare allí los treinta.
Gén 18:31  Ya que he empezado una vez, dijo, hablaré a mi Señor: ¿Y si allí se hallaren veinte? No la destruiré, respondió, por amor de los veinte.
Gén 18:32  Te ruego, Señor, prosiguió, no te irrites, si aún hablare esta sola vez: ¿Y si se hallaren allí diez? A lo que respondió: No la destruiré por amor de los diez.
Gén 18:33  Y se fue o desapareció el Señor, luego que acabó de hablar con Abrahán; el cual se volvió a su casa.

Gén 18:1  Aparecióse Yahvé un día en el encinar de Mambré. Estaba sentado a la puerta de la tienda, a la hora del calor,
Gén 18:2  y, alzando los ojos, vio parados cerca de él a tres varones. En cuanto los vio, salióles al encuentro desde la puerta de la tienda, y se postró en tierra,
Gén 18:3  diciéndoles: “Señor mío, si he hallado gracia a tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo;"
Gén 18:4  haré traer un poco de agua para lavar vuestros pies, y descansaréis debajo del árbol,
Gén 18:5  y os traeré un bocado de pan y os confortaréis; después seguiréis, pues por eso habéis pasado junto a vuestro siervo.” Ellos contestaron: “Haz como has dicho.”
Gén 18:6  y se apresuró Abraham a llegarse a la tienda donde estaba Sara, y le dijo: “Date prisa; amasa tres “seas” de flor de harina y cuece en el rescoldo unas hogazas.”
Gén 18:7  Corrió al ganado y tomó un ternero recental y bueno y se lo dio a un mozo, que se apresuró a prepararlo;"
Gén 18:8  y, tomando leche cuajada y leche recién ordeñada y el ternero ya dispuesto, se lo puso todo delante, y él se quedó junto a ellos debajo del árbol mientras comían.
Gén 18:9  Dijéronle: “¿Dónde está Sara, tu mujer?” “En la tienda está,” contestó él.
Gén 18:10  Y dijo uno de ellos: “A otro año por este tiempo volveré sin falta, y ya tendrá un hijo Sara, tu mujer.” Sara oía desde la puerta de la tienda, que estaba a espaldas del que hablaba.
Gén 18:11  Eran ya Abraham y Sara ancianos, muy entrados en años, y había cesado ya a Sara la menstruación.
Gén 18:12  Rióse, pues, Sara dentro, diciendo: “¿Cuando estoy ya consumida, voy a remocear, siendo ya también viejo mi señor?”
Gén 18:13  Y dijo Yahvé a Abraham: “¿Por qué se ha reído Sara, diciéndose: De veras voy a parir, siendo tan vieja?
Gén 18:14  ¿Hay algo imposible para Yahvé? A otro año por este tiempo volveré, y Sara tendrá ya un hijo.”
Gén 18:15  Temerosa, Sara negó haberse reído, diciendo: “No me he reído”; pero El le dijo: “Sí, te has reído.”
Gén 18:16  Levantáronse los tres varones y se dirigieron hacia Sodoma, y Abraham iba con ellos para despedirlos.
Gén 18:17  Yahvé dijo: “¿Voy a encubrir yo a Abraham lo que voy a hacer,
Gén 18:18  habiendo él de ser, como será, un pueblo grande y fuerte y habiendo de bendecirle todos los pueblos de la tierra?
Gén 18:19  Pues bien sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden los caminos de Yahvé y hagan justicia y juicio, para que cumpla Yahvé a Abraham cuanto le ha dicho.”
Gén 18:20  Y prosiguió Yahvé: “El clamor de Sodoma y Gomorra ha crecido mucho, y su pecado se ha agravado en extremo;"
Gén 18:21  voy a bajar a ver si sus obras han llegado a ser como el clamor que ha venido hasta mí, y si no, lo sabré.”
Gén 18:22  Y partiéndose de allí dos de los varones, se encaminaron a Sodoma. Abraham siguió estando con Yahvé.
Gén 18:23  Acercósele, pues, y le dijo: “¿Pero vas a exterminar juntamente al justo con el malvado?
Gén 18:24  Si hubiera cincuenta justos en la ciudad, ¿los exterminarías acaso y no perdonarías al lugar por los cincuenta justos?
Gén 18:25  Lejos de ti obrar así, matar al justo con el malvado y que sea el justo como el malvado; lejos eso de ti; el juez de la tierra toda, ¿no va a hacer justicia?”
Gén 18:26  Y le dijo Yahvé: “Si hallare en Sodoma cincuenta justos, perdonaría por ellos a todo el lugar.”
Gén 18:27  Prosiguió Abraham y dijo: “Mira, te ruego, ya que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza:
Gén 18:28  Si de los cincuenta justos faltaren cinco, ¿destruirías por los cinco a toda la ciudad?” Y le contestó: “No la destruiría si hallase allí cuarenta y cinco justo.”
Gén 18:29  Insistió Abraham todavía, y dijo: “¿Y si se hallasen allí cuarenta?” Contestóle: “También por los cuarenta lo haría.”
Gén 18:30  Volvió a insistir Abraham: “No te incomodes, Señor, si hablo todavía: ¿Y si se hallasen allí treinta justos?” Repuso: “Tampoco lo haría si se hallasen treinta.”
Gén 18:31  Volvió a insistir: “Señor, ya que comencé; ¿y si se hallasen allí veinte justos?” Y contestó: “No la destruiría por los veinte.”
Gén 18:32  Todavía Abraham: “Perdona, Señor, sólo una sola vez más: ¿Y si se hallasen diez?” Y le contestó: “Por los diez no la destruiría.”
Gén 18:33  Fuese Yahvé después de haber hablado así a Abraham, y éste se volvió a su lugar.

 

 

 
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