Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  E170
 

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Edicion:
 
Biblia de Estudio Adventista

Nota:
 
Deseamos que tu estudio personal sea discernido espiritualmente por medio de la oracion y la reflexion,solo incluimos ocasionalmente notas explicativas cuando lo hemos considerado necesario

Estudios Tematicos Sugeridos:
                                                           SubtemaS: 161.170

 

El poder del Cielo a nuestro Alcance.161

El Don de Lenguas.162

La puraverdad acerca de los Muertos.163

Que ocurre cuando una persona Muere.164

Propiedad de Dios.165

Actitud hacia la Verdad.166

Sana Doctrina.167

Esperanza en Dios.168

Los caminos de Dios.169

Que es Pecado.170


El poder del cielo a Nuestro Alcance:
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El poder del cielo a nuestro alcance

INTRODUCCIÓN

Se cuenta el caso de una pobre anciana escocesa que fue a ver al pastor de su iglesia para contarle en qué extrema necesidad se encontraba. El ministro le preguntó bondadosamente si no tenía algún pariente o amigo que pudiera ayudarla o sostenerla.

La mujer respondió que tenía un hijo querido radicado en la India, trabajando al servicio del gobierno. “¿Y no le escribe?’, preguntó el pastor. “¡Oh, si!, respondió la anciana. Me

escribe a menudo cartas muy cariñosas, y me manda hermosas laminas en ellas. Pero no me atrevo a decirle cuán pobre me encuentro. Además, no pretendo que me envíe dinero”. “¿Por qué no me muestra algunas de esas laminas?”, solicitó intrigado el

ministro. La mujer echo mano a su Biblia, que había llevado consigo, y de entre sus hojas extrajo una cantidad de billetes de banco, que había colocado en ellas con sumo cuidado. “Estas son las laminas”, le dijo mientras se las alcanzaba. El pastor sonrió y le

dijo: “Señora, usted. Es más rica que yo. Estas ‘láminas” son billetes que representan dinero, y con ellas usted. Hubiera podido comprar todo lo que necesitaba. Sin saberlo tenía usted. Una fortuna en la mano”.

¡Cuán cierto es que todos tenemos recursos infinitos a nuestro alcance! Y, sin embargo lo ignoramus, o no los aprovechamos. Cristo ha puesto su Santo Espíritu a nuestra disposición para suplir toda carencia spiritual. Y a pesar de tener a nuestro

alcance el poder infinito del cielo, muchos podecemos necesidad por no recurrir a ese tesoro, y por no echar mano de los derechos que nos corresponden. “¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?”, pregunta el apóstol.

Si utilizáramos el poder que el cielo puede poner dentro de nosotros, y si nos apoyáramos en el nombre de Jesús y en las promesas de Dios, no volveríamos a caer.

Marcharíamos de victoria en victoria, exclamando “¡A Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús!”

1. ¿A quién prometió Jesús enviar a la iglesia como representante suyo?

ESTÁ ESCRITO:

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (juan 14:16).

“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda

palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26).

2. ¿Cuál sería otra de las tareas que realizaría el Espíritu Santo?

ESTÁ ESCRITO:

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí” (Juan 15:26).

3. ¿Cómo procede el Espíritu en sus esfuerzos por persuadir a los hombres a aceptar a Cristo como Salvador?

ESTÁ ESCRITO:

Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”

(Juan 16:8).

4. ¿Por qué muchas personas no reciben el Espíritu Santo?

ESTÁ ESCRITO:

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros

para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le

ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en

vosotros” (Juan 14:16, 17).

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,

¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

(Lucas 11:13).

5. ¿Quiénes únicamente pueden reclamar la presencia del Espíritu Santo en su

vida?

ESTÁ ESCRITO:

“Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el

cual ha dado Dios a los que le obedecen” (Hechos 5:32).

6. Cuando el Espíritu Santo mora en nosotros ¿hacia dónde nos lleva?

ESTÁ ESCRITO:

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;

porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará

saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13).

7. ¿Hacia qué verdad nos guía el Espíritu Santo?

ESTÁ ESCRITO:

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17).

“Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad” (Salmo 119:142).

8. ¿Cuál será el terrible fin de todos quienes no hayan permitido que el Espíritu

Santo los guiara hacia la verdad?

ESTÁ ESCRITO:

“Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les

envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados

todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2

Tesalonicenses 2:10-12).

9. ¿De qué manera nuestra actitud hacia el Espíritu Santo afecta nuestro destino

eterno?

ESTÁ ESCRITO:

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para

el día de la redención” (Efesios 4:30).

CONCLUSIÓN

Era plena primavera, y era de mañana. Para el encorvado anciano que hacía

sus labores muy temprano no había hora más apropiada en todo el día. El sol, como

inmensa bola de fuego, trémolo, acababa de avistarse por encima de las montañas

distantes. El cielo estaba sin nubes, y parecía que nunca había estado tan azul. El aire

era fresco, vigorizante y rebosante de vida con los cantos de los pájaros…

En su camino hacia la pastura del ganado, el campesino se detuvo para disfrutar

de aquella belleza. Aquel mundo maravilloso de valles y colinas era tan grande, tan

nuevo, tan vivo, tan vibrante, que inspiraba el deseo de vivir en él y formar parte de él.

Cada árbol, arbusto y planta estaba recién vestido de tiernas hojas verdes. Y en el

campo, el rocío ponía un polvo luminoso de plata sobre aquel verdor. ¡Rocío en el

trébol naciente! ¡Qué milagro! ¡Tan simple, y tal complejo! ¡Tan común y tan

frecuentemente repetido; y sin embargo, tan fundamental! Formándose

despaciosamente en el sosiego de la noche y condensándose con infinita paciencia,

aunque no es nada más que agua sobre la hierba, ¡cómo revive, refresca y alimenta

cada tallito que crece! ¡Y cómo se enciende gloriosamente al ser tocado por los rayos

oblicuos del sol de la mañana!

¡Cuán semejante a la caída del rocío es la labor del Espíritu! Quieta, sin

obstáculos, aunque evidentemente impresionante, el poder transformador de Dios

desciende sobre nuestra vida no regenerada y la transforma al punto de darle el

encanto y el esplendor de un templo. Nada de huracanes rugientes; ni resplandor de

relámpagos ni rugidos de truenos; ni temblores de tierra, ni la violencia del fuego.

Solamente la voz suave del Espíritu, llamando al arrepentimiento, dirigiendo nuestros

pasos hacia la santidad.

¿No nos rendiremos hoy al influjo de este poder maravilloso?

MI DECISIÓN PERSONAL

Siedo que el Espíritu Santo morará sólo en aquellos que obedecen a Dios, es

mi deseo ser obediente para que yo también pueda reclamar su presencia.

Deseo que el Espíritu Santo me dirija a toda la verdad.

 

Derechos Reservados © Está Escrito Televisión


El don de Lenguas o Glosolalia:
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EL DON DE LENGUAS o GLOSOLALIA

INTRODUCCIÓN

La gente está ansiosa en estos días de encontrar la vedadera fuente de la

felicidad. Se sienten frustrados en sus iglesias. Están listos para asirse de cualquier

cosa espectacular o excitante para resolver sus problemas y encontrar una respuesta a

sus incertidumbres.

Por eso, el ocultismo y las actividades psíquicas son tan populares, esto explica

el por qué el tipo de religión emocional ofrecido por fenómenos carismáticos parece

satisfacer a la gente que no tiene una verdadera experiencia con Dios.

Existe gran similitud entre los fenómenos carismáticos y los espiritistas. Se valen

de la confusión y la sed espiritual y de la frialdad de las religiones.

El padre de mentira está interesado en que todo el sistema erróneo esté

compuesto en su mayor parte de verdad, y ha ideado una religión emocional que

pretende ser una renovación espiritual. Sabe que le queda poco tiempo.

EL AUTÉNTICO DON

Está mencionado 3 veces en la Biblia:

1. Hechos 2:4. Pentecostés. Propósito: evangelizar a los que hablaban otros

idiomas (versículos 5-8), había 16 naciones representadas.

2. Hechos 10:45, 46. Pedro y Cornelio en Cesarea. Propósito: testificar

(versículos 42, 43).

3. Hechos 19:5, 6. Pablo en Efeso. Propósito: predicar y persuadir (versículos 8-

10).

Lo necesitaban para predicar a todo el mundo, en diferentes idiomas

(Lucas 16:17)

Fue el cumplimiento de una profecía de Jesús con un propósito:

evangelizar (Hechos 1:8; Marcos 16:17; Joel 2:28-32; Apocalipsis 14:6).

Lenguas (glossa) - glosa

La Versión de los LXX (Septuaginta), Biblia que usaban Marcos y Pablo, usa

esta palabra para referirse a idiomas de otros pueblos (Daniel 1:4; 3:4, 7, 29; Génesis

11:7; 10:5, 20; Isaías 66:18; Jeremías 5:15; Eze. 3:5, 6; Daniel 5:19; 6:25; 7:14;

Zacarías 8:23).

Pablo enumera la lista de lenguas (Hechos 2:9-11) "en su propia lengua" (te idia

dialecto) (versículo 6) (dialecto o idioma).

"Un dialecto es una modalidad del lenguaje que exhibe el carácter peculiar de

una localidad o raza. Lo griegos decían que entre ellos se hablaban 5 dialectos: ático,

jónico, dórico eólico y común; y que los innumerables idiomas (fonas - fonas) de los

bárbaros no se llaman dialectos sino lenguas (glossas - glosas)". Clemente, Ante-

Nicene Fathers, tomo 2, pag. 332.

1 CORINTIOS 12-14

Pablo dedica 3 capítulos enteros para contrarestar un falso don de lenguas que

los hermanos practicaban y los amonesta a apartarse de ese espectáculo que

desacreditaba la iglesia.

Corinto era una ciudad cosmopolita, establecida en un centro de paganismo y

vicio.

Solamente en el templo de Venus (Afrodita) había 1000 sacerdotizas prostitutas

(hiérulas) que servían a los adoradores.

La epístola menciona una serie de pecados y debilidades que Pablo quería

corregir.

Entre los males de la iglesia de Corinto estaban las manifestaciones de una

falsificación del don de lenguas (de otra manera Pablo no los hubiera

reprendido).

Estaban acostumbrados a escenas donde una sacerdotiza pagana, trabajando

para un oráculo específico era consultada por muchos clientes (aún grandes

personajes) para recibir consejo y saber el futuro. La mujer entraba en un trance

satánico muy similar al estado de los mediums espiritistas modernos, y emitia

una serie de sonidos incoherentes y confusos. A partir de ellos, el sacerdote

interpretaba aquella lengua desconocida al cliente. Esta práctica entró a la

iglesia y los miembros se gloriaban por ese "don".

Las religiones paganas griegas y romanas estaban saturadas de espiritismo en

su forma primitiva (magia, adivinación, oráculos, etc.).

Consideraciones

El Espíritu Santo otorga los dones como le place, no depende de la voluntad o

pedido del individuo (12:11). Ejemplo, nadie puede elegir ser profeta, es un don

que Dios concede.

El blanco de los dones es la salud espiritual de la iglesia como un cuerpo (12:12-

27).

No todos pueden tener el don de lenguas (12:29, 30). La iglesia es un cuerpo, no

todo es lengua (12:17). Si fuese indispensable para todo cristiano, el Nuevo

Testamento estaría lleno de esos incidentes. Hay hombres de Dios cuyas

actividades evangélicas atestiguan haber recibido el bautismo del Espíritu Santo

y no hablaron en lenguas:

1. Felipe, Dorcas, Timoteo, Bernabé, Santiago, Esteban, etc.

2. Los 3000 (Hechos 2:41,4 7).

3. Los 5000 (Hechos 8:15-17).

4. Los samaritanos (Hechos 8:15-47).

5. Simeón (Lucas 2:25).

6. Zacarías (Lucas 1:67).

7. Elizabeth (Lucas 1:41).

8. Pablo cuando fue elegido y salió a testificar (Hechos 9:17, 20)

9. Jesús recibió el Espíritu Santo sin medida y no habló en lenguas

(Juan 3:34).

Las lenguas no son una prueba del Espíritu Santo (13:1). Ni un versículo dice

que es una se al para recibir el Espíritu Santo.

Lengua es el menor de todos los dones, no es el principal (12:8-10, 29-31).

Efesios 4:18-15 no incluye a las lenguas. Fue escrito en el a o 62, 5 a 7 a os

después del incidente de 1 Corintios 12-14.

Evidentemente tal como estaba siendo utilizado, el don de lenguas no estaba

edificando a la iglesia. Corinto le trajo muchos problemas a Pablo.

Efesios 5:9 es un resumen de las instrucciones más importantes a los gentiles y

no menciona el don de lenguas.

Hay un camino más excelente (12:31-13; Gálatas 5:22-25).

Si no se tienen los frutos es la mayor se al que no han recibido el Espíritu Santo,

pese a la glosolalia.

El don de profecía es superior al de lenguas (14:1-5).

La profecía caracteriza al pueblo de Dios de los últimos días (Apocalipsis 12:17;

19:10).

El apóstol se esfuerza por disminuir la importancia de esa actividad de la cual se

jactaba la iglesia.

Si alguno usaba idioma extraño, debía interpretarlo, o que alguien lo hiciera. Si

no lo encontraba debía callar (14:6-19, 27, 28).

No más de dos o tres.

Por turno y no simultáneamente (14:27).

Condena el balbuceo, porque así lo hacían las sibilinas o hechiceras (14:7-9).

Pablo condena a los corintios y los amonesta a suspender ese espectáculo de

hablar simultáneamente.

Producía confusión y desacreditaba la iglesia.

Distorsionaba la principal función: predicar el Evangelio y respaldar su

autenticidad (14:20-26).

Última consideración de Pablo (14:33, 40).

FALSIFICACIÓN

1 Juan 4:1. La falsificación no es fácil de distinguir. Ejemplo, un billete. Para que

la imitación sea eficaz tiene que ser parecida a lo auténtico (Mateo 24:5, 11; 2

Tes. 2:9, 10).

Isaías 8:20.

Ir en contra de la Ley, es señal de origen espúrio (Romanos 7:12; Mateo 5:17-

19). Todo movimiento no relacionado claramente con la verdad, y no en armonía

con la Biblia, es falsedad.

El Espíritu Santo guía "a toda la verdad" (Juan 14:17;15:26); "tu palabra es la

verdad" (Juan 17:17); toda la Biblia es la verdad (2 Timoteo 3:16, 17); los 10

Mandamientos son la verdad (Salmos 119:142).

Se manifiesta en la iglesia verdadera, pura, solamente (Apocalipsis 12:1; 21:9),

sin mezcla de error, la verdad. El movimiento carismático se ve en muchas

iglesias sin relación con la verdad bíblica. Es interesante que el falso don de

lenguas se manifiesta aún en iglesias no cristianas, tales como musulmanes,

hindúes, shintoistas, etc.

Muchos cristianos piensan que al hablar en lenguas, han llegado a la cumbre

máxima, no necesitan más, no serán movidos. Muchos aún reclaman que no

necesitan el bautismo por agua, contradiciendo la orden de Jesús (Juan 3:1-8;

Marcos 16:16).

El Espíritu Santo es dado solamente a los que obedecen las leyes de Dios

(Ezequiel 36:27; Hechos 5:32; 1 Pedro 1:2; Juan 14:15, 16) "Hay tan sólo dos

clases de personas en el mundo hoy día, y tan sólo dos clases serán

reconocidas en el día del juicio: la que viola la Ley de Dios, y la que la obedece".

Lecciones Prácticas del Gran Maestro, pág. 259 (ver Hebreos 8:10; Apocalipsis

14:12).

Según Mateo 7:15,16, no hay otorgamiento de dones a quien no tenga primero

los frutos del Espíritu (1 Corintios 13; Gálatas 5:22-25 (ver el contraste con los

frutos de la carne).

Cristo es dejado fuera del cuadro. Lo más importante son las lenguas y nada

más.

Hace que la gente se sienta superior, e inferior al que no lo tiene. Eso trae

división.

Sume al individuo en una falsa seguridad, ya son "santos y salvos", aún sin

vencer vicios y pecados.

Por eso hay 3 capítulos en la Biblia para prevenir eso (1 Corintios 12-14).

Van por la senda ancha (Romanos 8:4-13).

El Espíritu Santo convence de pecado (Juan 16:8); transforma la vida (Juan 3:3;

Isaías 30:21).

El estado de éxtasis, "a sí mismo se edifica", significa "sólo él entiende lo que

dice".

Si estuviese en éxtasis, ni el mismo entendería.

Muchos al entrar en estas prácticas de hablar en lenguas y auto hipnotismo

jamás recuperan su equilibrio.

Fuimos creados a imagen de Dios con conciencia y responsabilidad, y si

renunciamos de alguna manera a esos atributos que nos asemejan al Creador,

nuestros pies resbalarán de la plataforma de la verdad y caeremos en terreno

del enemigo, entregando la ciudadela del alma, sin defensa.

¿Acaso los otros dones se ejercitan en forma de éxtasis?

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

El bautismo del Espíritu Santo, ¿ocurre en una atmósfera de ruido y

emocionalismo, movimientos y jeringoza?

¿Entra el Espíritu Santo en una vida sin tomar en cuenta si existe una plena

conversión manifestada en frutos de obediencia a la Ley?

No es en base a sentimientos o emociones como el cristiano recibe el Espíritu

Santo, sino por la comunión privada, obediencia y entrega.

De esa manera el Señor Jesús recibía todos los días el don del Espíritu Santo

después de pasar las primeras horas del día a solas con Dios.

Ver 1 Reyes 19:11, 12; Isaías 30:15.

CONCLUSION

Separadas de la verdad del Evangelio, las lenguas son sólo un “bronce que

resuena y címbalo que retiñe”. La fe, la esperanza y el amor, son las gracias

salvadoras de Dios.

Satanás sabe bien que antes que los juicios de Dios caigan sobre la tierra, habrá

un gran reavivamiento; y buscará por todos los medios de falsificar el verdadero

derramamiento del Espíritu Santo.

"Hay una gran obra que hacer. El mundo no se convertirá por el don de

lenguas o por la operación de milagros, sino por la predicación de Cristo

crucificado". Testimonios para los Ministros, pág 424

Ver 1 Corintios15:1-4, lo que dice Pablo después de haber hablado en contra del

falso don de lenguas.

Dios decidirá si es necesario que vuelva a aparecer este don.

En Marcos 16:17, Jesús prometió que los protegería de las serpientes y

hablarían nuevas lenguas. Nadie se acercaría a una serpiente presuntuosamente para

ver si se cumple la promesa. Así no debiéramos reclamar el don de lenguas basados

en esta promesa.

Los dones del Espíritu son precisamente eso: dones y no derechos que se

pueden exigir (1 Corintios 12:11).

 

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La pura Verdad acerca de los Muertos:
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La pura verdad acerca de los muertos

INTRODUCCIÓN

“No está aquí; porque ha resucitado”. Estas fueron las palabras con que el ángel

informó a las piadosas mujeres acerca de la resurrección de Cristo. El Maestro lo había

anunciado así, y ahora llegaba el momento del glorioso cumplimiento. Estas son las

nuevas que el mundo entero necesita escuchar hoy, precisamente hoy cuando tanto se

habla de un Dios muerto. La tumba de Cristo es una tumba vacía. Estuvo allí, pero ya

no está porque ha resucitado.

La tumba de Mahoma se encuentra en Medina, Arabia, y no está vacía. La

tumba de Confucio está cerca de Kufow, China, y no está vacía. Buda está sepultado

en muchas tumbas, o mejor dicho, partes de su cuerpo han sido encerradas en

sagrarios y relicarios en diferentes puntos del Oriente. Pero la tumba de Cristo es una

tumba vacía. “No está aquí porque ha resucitado”.

Antes de los días de Colón, los escudos españoles llevaban la inscripción “Non

Plus Ultra”, que quería decir “No más allá”. España gobernaba los últimos límites de la

tierra. Más allá de las columnas de Hércules, más allá de las grises Azores, se extendía

el océano misterioso y temible hasta la orilla del mundo. No había nada más allá, tan

sólo caos, la noche y lo desconocido. Pero después que los viajes de Colón y otros

navegantes hubieron extendido el imperio de España por el hemisferio occidental hasta

el océano Pacífico, el lema de sus monedas cambió orgullosamente de “Non Plus Ultra”

a “Plus Ultra”, esto es, ya no la expresión “No más allá”, sino la otra: “Más allá”.

Así también en la mañana de la resurrección de Cristo pudo la humanidad borrar

la palabra “No” del clamor de las edades, y leer la grata promesa de esperanza eterna:

“Más allá”. Aunque el hombre muere, volverá a vivir, porque Cristo resucitó; su tumba

está vacía. Hay algo más allá, más aun de lo que hemos soñado jamás.

1. Según la Palabra de Dios, ¿qué diferencia hay entre los vivos y los muertos?

ESTÁ ESCRITO:

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben,

ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido” (Eclesiastés 9:5).

2. ¿Puede la mente seguir funcionando después que el hombre muere?

“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda

palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

ESTÁ ESCRITO:

“Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus

pensamientos” (Salmos 146:4).

3. ¿Qué sucede con los sentimientos de una persona que ha muerto?

ESTÁ ESCRITO:

También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán

parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:6).

4. Según la Palabra de Dios, ¿a dónde van los muertos?

ESTÁ ESCRITO:

“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en

el sepulcro, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (Eclesiatés

9:10).

5. El rey David era un hombre bueno que agradó a Dios; pero, ¿subió al cielo

después de su muerte y entierro?

ESTÁ ESCRITO:

“Porque David no subió a los cielos. . . Murió y fue sepultado, y su sepulcro

está con nosotros hasta el día de hoy” (Hechos 2:34, 29).

6. ¿Adoran a Dios las almas de los muertos?

ESTÁ ESCRITO:

No alabarán los muertos a JAH (Jehová), ni cuantos descienden al silencio”

(Salmos 115:17).

7. ¿A qué actividad humana comparó nuestro Señor Jesucristo la muerte, cuando

la explicó a sus discípulos?

ESTÁ ESCRITO:

“Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme. . . Pero Jesús

decía esto de la muerte de Lázaro” (Juan 11:11-13).

8. ¿Qué ocure con el alma al morir?

ESTÁ ESCRITO:

“El alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4).

9. ¿Quién es el autor de la teoría de que el alma es inmortal?

ESTÁ ESCRITO:

“Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis” (Génesis 3:4).

10. ¿Quién es el único que tiene inmortalidad hoy?

ESTÁ ESCRITO:

“El bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el

único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible” (1 Timoteo 6:14).

11. ¿Qué dice Dios acerca de los que consultan a los muertos?

ESTÁ ESCRITO:

No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni

quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni

adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos” (Deuteronomio 18:10).

“Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran

hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los

muertos por los vivos? (Isaías 8:19).

12. ¿Cuándo volverán a vivir los que hayan aceptado a Cristo como su Salvador?

ESTÁ ESCRITO:

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán

vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que

son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:22, 23).

13. ¿Cuál es el propósito maravilloso de la resurrección de los buenos?

ESTÁ ESCRITO:

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta

de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego

nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados

juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos

siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16, 17).

CONCLUSIÓN

En Noruega existe una vieja iglesia que tiene en su torre la escultura de un

cordero. Cuenta la tradición que cuando se estaba construyendo la torre de esa iglesia,

uno de los obreros constructores se cayó del andamio. Sus aterrorizados compañeros

bajaron apresuradamente esperando encontrar el cuerpo del hombre despedazado

sobre las rocas. Cuando llegaron a la base se maravillaron al ver que el hombre estaba

vivo. Pero encontraron un cordero muerto a sus pies. La trágica muerte del hombre

había sido interrumpida por un cordero que había estado pastando inocentemente al

pie de esa misma torre. El cordero murió a consecuencia del impacto, pero salvó la

vida del hombre. Así sucedió con Jesucristo; nuestra caída le ocasionó la muerte al

Cordero de Dios.

“Ciertamente, dijo el profeta Isaías, llevó él nuestras enfermedades, y sufrió

nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas

él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de

nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos

descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él

el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca: como cordero

fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no

abrió su boca” (Isaías 53:4-7).

En busca de un ser amado, tú y yo, ¡tal es el cuadro de Cristo cuando vino a

este mundo! Fue una misión muy personal, y hemos de considerarla de esa manera si

deseamos que sea verdaderamente significativa para nosotros.

No es suficiente decir: “Cirsto murió por el mundo”. Debemos exclamar: “¡Cristo

murió por mí!” No basta decir: “Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores”.

Debemos decir: “¡Cristo vino al mundo para salvarme a mí!”

MI DECISIÓN PERSONAL

___ Creo que nuestra única esperanza radica en la aparición del Dador de la vida,

en Jesucristo

 

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Que ocurre cuando una persona Muere:
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¿QUÉ OCURRE CUANDO UNA PERSONA MUERE?

La muerte de un ser querido nos sacude. La pregunta que nos persigue es:

“¿Puedo encontrar esperanza más allá de la tumba?” ¿Has mirado a la muerte de

frente y te has preguntado, “¿qué ocurre cinco minutos después de la muerte?” ¿Será

el cielo, el infierno o la nada? Es confuso, hay tantas creencias variadas sobre el tema

de la muerte. Supongamos que hacemos una encuesta con una sola pregunta: ¿Qué

pasa cuando uno muere? Los hindúes dicen que tu alma inmortal es reencarnada en

otra cosa, una vaca, un siervo, un hombre rico de negocios, o un insecto, dependiendo

de como viviste tu vida aquí. Los católicos pueden decir que hay un alma inmortal que

deja el cuerpo y asciende al cielo si eres bueno, o al purgatorio si no eres tan bueno, o

al infierno si eres realmente malo. Los protestantes pueden decir algo similar pero

dejan fuera la idea del purgatorio. Los humanistas seculars pueden decir que la muerte

es el fin, punto. Otros Cristianos creyentes en la Biblia creen que la muerte es

simplemente un sueño hasta el día de la resurrección cuando Cristo venga. Pregúntale

a diez personas acerca de la muerte, y tendrás once respuestas diferentes!

Pero hay respuestas sólidas como la roca. La Biblia provee información sana y

sensible revelando no sólo lo que ocurre cuando morimos pero también cómo enfrentar

la muerte con esperanza y confianza. Apocalipsis 1:18 nos introduce a Jesucristo,

quien dice: “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los

siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. Jesús tiene la llave que abre

la puerta de la muerte.

Apocalipsis 20:6 dice, “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera

resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos”. La primera

resurrección es la resurrección de los justos. La segunda muerte se refiere a la muerte

final, la muerte eterna. En otras palabras, esta es una resurrección que lleva a la vida

eterna. Dios promete en Apocalipsis 21:4: “No habrá más muerte”. Dios llevará a cabo

una solución permanente y final. Esa es la gran esperanza del libro de Apocalipsis.

Veamos exactamente en qué se basa esta esperanza, ¡y en qué no se basa! Es vital

que comprendamos lo que la Biblia enseña sobre este tema.

ALMA es la palabra clave. En Génesis 2:7, leemos: “Entonces Jehová Dios

formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el

hombre un ser viviente” (o alma viviente). No dice que Dios puso un alma dentro del

hombre, sino que el hombre fue un alma viviente, un ser viviente, una persona viviente,

como los traductores modernos lo ponen, porque eso es lo que el texto quiere decir. La

Biblia nunca dice que una persona “tiene” un alma, como si fuese una entidad separada

que poseemos. Yo no tengo un alma, yo soy un alma, una criatura viviente, una

persona, y también lo eres tú.

Pero alguien puede decir, “¡Un momento, yo no quiero confundirme con

términos! Sólo contéstame una cosa: nuestros cuerpos físicos mueren, pero nuestras

almas nunca pueden morir, ¿verdad”? Bueno, Ezequiel 18:4 dice muy claramente que

sí pueden, y sí mueren: “El alma que pecare, ésa morirá”, repetido para dar más

énfasis en el versículo 20.

Alma también puede significar “vida”. Por ejemplo, Jesús enseñó que “todo el

que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la

hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su

alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Mateo 16:25, 26, traducido en

forma similar en Marcos 8:35-37. Aquí Mateo escribió la misma palabra griega psuché

cuatro veces, pero los traductores dos veces la tradujeron como “vida” y dos veces

como “alma”. Las dos palabras son intercambiables. Nota también: “vida” no es algo

irrevocablemente nuestro, podemos perderla, porque no somos inherentemente

inmortales.

Sólo Dios es inmortal. La palabra mortal significal “sujeto a muerte”, e inmortal

significa lo opuesto, inperecedero. ¡No encontramos el término “alma inmortal” o

“inmortalidad del alma” ni siquiera una vez en toda la Biblia! La Palabra de Dios no

enseña ese concepto. La Biblia con frecuencia usa las expresiones “alma” y “espíritu”

pero nunca agrega la palabra “inmortal” a ninguna de las dos palabras. Tenemos la

promesa de inmortalidad, un regalo otorgado cuando Jesús regrese. 1 Corintios 15:51-

53 dice, “seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final

trompeta; porque se tocará la trompeta... y esto mortal se vista de inmortalidad”. Así

que no somos por naturaleza inmortales ahora. Es más, la misma palabra inmortal es

usada sólo una vez en las Escrituras, y esa sola instancia, 1 Timoteo 1:17, se aplica no

a un hombre sino al único que es “inmortal”. La misma epístola prueba el punto en 1

Timoteo 6:15, 16, donde el inspirado teólogo Pablo explícitamente declara: “Rey de

reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad”.

Espíritu es una palabra clave: Cuando Dios hizo a Adan, él sopló aliento de

vida en sus narices, y se convirtió en un alma o ser viviente. Eclesiastés 12:7 dice que

justamente lo opuesto ocurre cuando morimos: “el polvo vuelva a la tierra, como era, y

el espíritu vuelva a Dios que lo dio”. ¿Qué regresa a Dios? El espíritu o aliento. La

Biblia nunca dice que el alma regresa a Dios. Y los espíritus, alientos o soplos de vida

de toda la humanidad, buenos o malos, santos o pecadores, Hitler o Madre Teresa,

regresan a Dios en el proceso de la muerte.

La palabra “espíritu” viene de la misma raíz que las otras palabras

pertenecientes a “aliento” o “respiración” tales como inspirar or respiración. La palabra

griega para “espíritu” es pneuma, de donde viene la palabra pneumonía, la enfermedad

de la respiración, y pneumático, las ruedas que llenamos de aire. Job 27:3 nos dice

donde está el espíritu: “Que todo el tiempo que mi alma esté en mí, y haya hálito de

Dios en mis narices”. Cuando el hombre muere, el aliento de Dios, o el poder de Dios,

esa chispa de vida, regresa a él. Santiago 2:26 dice, “el cuerpo sin espíritu está

muerto”. Aún hoy en día cuando decimos “él está muerto”, decimos “expiró” o “respiró

su último aliento”. El cuerpo sin el aliento de vida de Dios está muerto, porque al morir

el espíritu de Dios, o su aliento, regresa a él.

Los muertos no pueden pensar: Pero ese aliento no es una entidad pensante,

consciente que sobrevive la muerte. Siendo que el polvo regresa a la tierra “de donde

era”, ciertamente el aliento o espíritu regresa a Dios “de donde era”. El aliento de Adán

no estaba consciente antes de la creación, ¿por qué asumir que está consciente luego

de su muerte? La palabra de Dios no hace posible la idea de una conciencia o

pensamiento después de la muerte. Salmos 146:4 dice que cuando el hombre muere,

“sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos”. Así

que, ¿puede un hombre muerto pensar? ¡No! El día que muere, sus pensamiento

perecen! Eclesiastés 9:5, 6 “Porque los que viven saben que han de morir; pero los

muertos nada saben... También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya”.

¡Amigo/a, no importa lo que se nos haya enseñado en el pasado, no importa lo que el

Diablo le haya dicho a Eva en esa primera mentira, los muertos nada saben!

La muerte es un dormir sin sueños: La Biblia enseña que la muerte es un

sueño que dura hasta la Segunda Venida de Cristo. Más de cincuenta veces, los

escritores bíblicos consistentemente describen la muerte como un sueño. En Salmos

13:3 David oró a Dios no sea que “duerma de muerte”. Más tarde, 1 Reyes 2:1, 10 dice:

“Llegaron los días en que David había de morir... Y durmió David con sus padres, y fue

sepultado”. Jesús mismo habló de la muerte como un sueño. Cuando su amado amigo

Lázaro enfermó en un pueblo cercano, el Maestro dijo en Juan 11:11-14, “Nuestro

amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle... Entonces Jesús les dijo claramente:

Lázaro ha muerto”. Salmos 115:17 no podría ser más claro: “No alabarán los muertos a

JAH, ni cuantos descienden al silencio”. Sin embargo, si tú murieses y fueses

directamente al cielo, alabarías al Señor, ¿no es así? La Biblia dice, “Los muertos nada

saben”. La Biblia dice, “Los muertos no alaban al Señor”. La muerte no es el fin del

camino, es un dormir sin soñar en los brazos de Jesús

Juan 11:11-14 - Jesús compara la muerte con un sueño. La Biblia compara la

muerte con él.

1 Tesalonicenses 4:15, 16 - Aquellos que duermen en Jesús se levantarán en su

Segunda Venida.

Juan 5: 28, 29 - Hay dos resurrecciones, una para vida y otra para condenación.

(Daniel 12:2)

Génesis 2:7 - “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló

en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”, un alma viviente, una

persona viviente, como dicen versiones modernas. Dios no puso un alma dentro del

hombre.

Eclesiastés 12:7 - El cuerpo vuelve polvo, y el espíritu regresa a Dios. La Biblia no

dice que el alma regresa a Dios, sino el espíritu.

Job 27:3 - El espíritu es lo mismo que el aliento de Dios o su poder.

Salmo 146:3, 4 - Cuando el aliento o el espíritu regresa a Dios, los pensamientos

perecen”.

1 Timoteo 6:16 - Los seres humanos NO tienen inmortalidad ahora, sólo Dios la

tiene.

Romanos 2:7 - Nosotros “buscamos” la inmortalidad, porque no la tenemos ahora.

La Biblia usa la palabra “alma” 1,600 veces, pero nunca habla de un “alma inmortal”.

Ezequiel 18:4, 20 - El alma, que significa ser o persona (1 Pedro 3:20, por ejemplo),

no es inmortal, sino que puede morir. Ezequiel repite: “el alma (persona) que

pecare, ésa morirá”.

1 Corintios 15:51-54 - Nosotros recibiremos la inmortalidad por primera vez cuando

Cristo regrese otra vez.

Hechos 2:29 & 34 - David está “muerto y enterrado”. El no ascendió al cielo al

morir, pero espera la venida de Jesús y la primera resurrección.

Salmos 115:17 - “Los muertos no alaban al Señor”.

Salmos 6:5 - “Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el Seol, ¿quién te

alabará?”

Eclesiastés 9:5 - “Los vivos saben que han de morir, pero los muertos nada saben”.

Job 7:9, 10; 14:10, 12, 21 - La Biblia dice que los muertos no regresan a sus casas

ni observan o se comunican con seres amados. (2 Samuel 12:22, 23).

Job 19:25-27 - Los justos serán resucitados para ver a Dios en el día final.

Romanos 6:23 - “La paga del pecado es muerte”, y no vida en algún otro lugar.

Muerte es la aucencia de vida. La dádiva de Dios es vida eterna —que él nos dará

cuando venga.

2 Timoteo 4:7, 8 - El apóstol Pablo espera el regreso del Señor para su recompensa

final.

Apocalipsis 22:12 - Cuando Jesús venga, su recompensa de vida eterna vendrá con

él.

PREGUNTAS COMUNES ACERCA DE LA MUERTE

¿No fue al paraíso el ladrón crucificado con Cristo el mismo día que murió?

La Biblia dice que no. De hecho, el domingo de mañana Cristo le dijo a María:

“Aún no he subido a mi Padre” (Juan 20:17). Esto demuestra que Cristo no fue al cielo

en ocasión de su muerte. Las palabras originales griegas del pasaje dicen

textualmente, “Y dijo él a Jesús: De cierto te digo a ti hoy conmigo estarás en el

paraíso” (Lucas 24:43). Siendo que en el texto original no había puntuación, este

admite, además de la traducción que aparece en nuestras Biblias comunes, esta otra:

“De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso”. Esto está en perfecta armonía

con la declaración de Cristo que el domingo no había subido a su Padre todavía. El

reino de Cristo será establecido en su segunda venida. (Mateo 35:21), cuando los

justos de todos los tiempos entrarán en él (1 Tesalonisenses 4:15-17), y no en ocasión

de la muerte. Por otro lado, la palabra “que” mencionada en algunas versiones bíblicas

protestantes, no está en los originales griegos, fue agregada posteriormente para hacer

coincidir la idea pre concebida de que una persona va al cielo al momento de morir. El

mismo ladrón le pidió a Jesús que le reservara un lugar “cuando vengas en tu reino”

(tiempo futuro). Aún el ladrón tenía la teología correcta.

En ocasión de la muerte el cuerpo vuelve al polvo, y el espíritu (o aliento) vuelve

a Dios. ¿Pero a dónde va el alma?

El alma no va a ninguna parte. Sencillamente deja de existir. Dos cosas

necesitan combinarse para hacer un alma: el cuerpo y el aliento. Cuando el aliento se

va, el alma deja de existir porque es una combinación de las dos cosas. Cuando usted

apagas la luz, ¿hacia dónde va la luz? No va a ninguna parte, sencillamente deja de

existir. Dos cosas deben combinarse para hacer una luz: el bulbo o foco y la

electricidad. Sin esa combinación la luz es imposible. Así ocurre con el alma, a menos

que se combinen o reúnan el cuerpo y el aliento, no puede haber alma. Alma es

sinónimo de persona viva. No existe tal cosa como alma sin cuerpo.

¿Es el alma inmortal?

La Biblia utiliza la palabra “alma” aproximadamente 1,600 veces, y nunca usa ni

siquiera una vez la expresión “alma inmortal”. La palabra mortal significa sujeto a

muerte. La palabra inmortal significa no sujeto a muerte. La Biblia declara: “El alma que

pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4). Jesús afirmó que el cuerpo y el alma podían ser

destruídos en el infierno (Mateo 10:28). La inmortalidad es un atributo de la divinidad.

Sólo Dios es naturalmente inmortal (1 Timoteo 6:15, 16). La primera mentira de

Satanás en el Jardín del Edén tenía que ver con la muerte. El maligno aseguró que el

efecto de la desobediencia no era la muerte sino la vida. Dijo: “No moriréis” (Génesis

3:4). La palabra de Dios dice: “Ciertamente moriréis” (Génesis 2:17), y murieron. Desde

entonces, “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). La muerte es la ausencia

de la vida. El pecado no trae vida eterna en el infierno, sino un destierro total y absoluto

de la presencia de Dios por medio de la aniquilación total. La Biblia es clara al declarar

que el hombre es mortal (Eclesiastés 9:5). El hombre perdió su derecho a la vida

eterna, o sea la inmortalidad, por causa del pecado (Romanos 6:23). Desde entonces

tiene el privilegio de buscarla de nuevo (Romanos 2:7), y solamente le será devuelta

por Jesucristo “el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el

evangelio (2 Timoteo 1:10). Esa inmortalidad será finalmente recibida por los justos

como un don del Señor en su segunda venida (1 Corintios 15:51-54). Los pecadores

también recibirán su recompensa eterna (Santiago 1:15; Mateo 25:41).

¿No enseñan Filipenses 1:20-25 y 2 Corintios 5:6-8 que el alma va a Dios cuando

la persona muere?

Aparente mente eso es lo que dicen estos textos. Pero el apóstol Pablo no indica

cuándo sucederá el encuentro con el Señor. Pero sí nos lo dice en otros lugares de sus

escritos (1 Tesalonisenses 4:13-18; 2 Timoteo 4:7, 8; Mateo 16:27). ¿Cuándo seremos

revestidos de nuestra habitación celestial o inmortalidad? En la segunda venida de

Cristo (1 Corintios 15:51-54).

¿Qué quiere decir Pablo con la expresión “ausentes del cuerpo, y presentes en el

Señor” (2 Corintios 5:6, ?

Pablo contrasta el cuerpo terrenal y corruptible, sujeto a la enfermedad y a la

muerte, con el cuerpo glorioso, eterno e inmortal que Dios ha preparado para nosotros

en el cielo. La expresión “ausentes del cuerpo”, significa ausentes del cuerpo mortal

con sus debilidades terrenales. La expresión “presentes en el Señor” significa

presentes en el glorioso cuerpo inmortal que se recibirá cuando Cristo regrese. 2

Corintios 5:4 nos lo indica así cuando el apóstol desea que “lo mortal sea absorbido por

la vida”. Estas palabras repiten lo que Pablo escribió antes en 1 Corintios 15:51-54: “Es

necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de

inmortalidad”. En 2 Corintios 5 a la vez que en 1 Corintios 15, Pablo anhela la

inmortalidad que será conferida en la segunda venida de Jesús (2 Timoteo 4:6-8).

Si los muertos están durmiendo, ¿cómo es que la hechicera de Endor pudo traer

al profeta Samuel de los muertos para hablar con el rey Saúl (1 Samuel 28:15)?

Hay tres detalles importantes en este incidente:

1. La orden clara de Dios a través de todo el Antiguo Testamento fue que los

espiritistas fuesen echados de la tierra de Israel y ejecutados. La Palabra de Dios

desenmascara todo espiritualismo como la obra de fuerzas satánicas (Deuteronomio

18:10-15; Isaías 47:13, 14).

2. Saúl había rechazado el consejo del profeta Samuel. Había inquirido consejo

de Dios y no había recibido respuesta (1 Samuel 28:6). La razón específica por la cual

Saúl buscó a la pitonisa de Endor fue porque no recibió respuesta del Señor. Lo que vio

Saúl no fue a Samuel. Fíjate que la Biblia dice que la hechicera vio a “dioses que

suben de la tierra” (versículo 13), y Saúl “entendió” que vio a Samuel (1 Samuel 28:14).

Dado que “los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5), Satanás toma la forma de seres

amados difuntos e imita su apariencia y su voz (Apocalipsis 16:14).

3. El resultado final de la visita de Saúl a la pitonisa de Endor no fue el

arrepentimiento, la confesión de pecado ni una nueva vida, sino la desesperación, el

desánimo y la muerte (1 Samuel 28:16, 20, 21; 31:3, 4, 9, 10). Engañado por Satanás

rindió su alma a los demonios.

¿Acaso Pablo no sugiere que un individuo va directamente al cielo cuando

muere, al decir que el desea “partir y estar con Cristo” y “el morir es ganancia”

(Filipenses 1:21, 23)?

La Biblia no se contradice a sí misma. Pablo no dice algo en un lugar y otra cosa

en otro lugar. El apóstol es claro. En ocasión de la segunda venida, los justos muertos

son resucitados para recibir su recompensa eterna (1 Tesalonisenses 4:16, 17; 1

Corintios 15:51-54). En Filipenses 3:20, 21, el apstol señala que “nuestra ciudadanía

está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo, el

cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al

cuerpo de la gloria suya”. Su esperanza se coloca nuevamente en la segunda venida.

Cuando le escribe a su amigo Timoteo, el apóstol declara desde la misma prisión

romana: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo

demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en

aquel día; y no sólo a mí, sino también todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:7,

8). Pablo anhelaba el regreso de Jesús, cuando pudiera ver a su Señor cara a cara y

recibir la vida eterna. ¡Sí, la muerte es ganancia! Para el apóstol significaba libertad del

dolor del cuerpo cansado; liberación del yugo de una prisión romana, y protección de

las tentaciones de Satanás. Para Pablo, la muerte era un sueño sin el paso del tiempo.

El próximo evento después de cerrar sus ojos en el sueño de la muerte era “partir y

estar con Cristo”. Dado que no tendría conciencia del transcurso del tiempo desde el

momento de la muerte hasta la segunda venida, para Pablo la muerte significaba

dormir y despertarse para estar con su Señor.

¿Qué significa Apocalipsis 6:9-11 cuando describe las almas debajo del altar

clamando en alta voz “¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y

vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”

La personificación es un método bíblico común para describir situaciones con un

lenguaje simbólico. Después que Caín mató a Abel, el Señor le dijo: “La voz de la

sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” (Génesis 4:10). ¿Habla literalmente

la voz de Abel? No literalmente. La expresión idiomática comunica el afecto fiel de Dios

por el mártir Abel y la responsabilidad de Caín por su acto pecaminoso. De acuerdo a

Hebreos 12:24, “la sangre rociada [de Jesús]... habla mejor que la de Abel”. Comunica

perdón, misericordia y redención. Es cierto que la sangre de Cristo no habla

literalmente. El idioma expresa el mensaje redentor de Dios. En Apocalipsis 6, Dios

claramente comunica que no ha olvidado a sus mártires a lo largo de los siglos. La

sangre de ellos simbólicamente clama a Dios para que administre justicia a sus

perseguidores y recompense a sus fieles con la eternidad. En la Biblia la palabra “alma”

con frecuencia significa “persona o pueblo” (Romanos 13:1; Ezequiel 18:4; Hechos

27:37). También significa “vida” (Hebreos 13:17; 1 Pedro 4:19; Mateo 10:28).

Apocalipsis 6:9 podría entenderse así: “Las vidas de aquellos que han muerto por

causa de Jesús, en forma simbólica, como la sangre de Abel, claman desde la tierra

por justicia”. Habrá un juicio fianal y Dios mismo arreglará todas las cosas.

¿Qué quiere decir Pedro cuando habla acerca de Jesús y de éste predicando a

los espíritus encarcelados (1 Pedro 3:19)?

Para entender este texto es necesario leer el pasaje completo (1 Pedro 3:18-22).

El versículo 18 revela que Jesús el divino Hijo de Dios, quien fue muerto por nuestro

pecados, fue “vivificado” por el poder del Espíritu Santo. El versículo 19 hace una

transición y declara que fue por medio de este mismo Espíritu que Cristo habló a los

espíritus encarcelados.¿Cuándo les predicó? ¿Quiénes son estos espíritus

encarcelados? El versículo 20 lo dice. En los días de Noé los corazones de hombres y

mujeres estaban inclinados de continuo hacia al mal. Estaban encarcelados por

espíritus malignos quienes estaban muertos espiritualmente en los días de Noé, para

traerlos a la vida espiritual. El Espíritu de Cristo habló a través del profeta que

predicaba el Evangelio a hombres y mujeres atrapados en cárceles espirituales (1

Pedro 1:10-12). ¿Por qué dice “espíritus” y no “personas”? La palabra griega pneuma

que se traduce como “aliento”, “soplo de vida” también en ocasiones es usada para

referirse a personas. El apóstol se refirió a su persona como “mi espíritu” (1 Corintios

16:18) y a la persona de Timoteo como “tu espíritu” (2 Timoteo 4:22). El extraordinario

poder del Espíritu abre la cárcel del pecado para que los cautivos queden libres (Isaías

61:1). 1 Pedro 3:21 aclara aún más la ilustración. La experiencia del diluvio se compara

al bautismo. De la misma manera en que el Espíritu Santo levantó a Jesús de muerte a

vida, al igual que condujo a la familia de Noé al arca, protegiéndolos de la muerte y

conduciéndolos a la vida eterna, así el Espíritu Santo obra para despertar a la vida

espiritual, convenciendo a hombres y mujeres de pecado, brindándoles poder para

transformar su vida, y llevándolos a las aguas del bautismo. En los días previos al

diluvio, El Espíritu utilizó a Noé al igual que todos los profetas de Dios que “hablaron

siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21). El Espíritu condujo a hombres y

mujeres de la muerte a la vida. Hoy el Espíritu libra a hombres y mujeres de cárceles

espirituales para llevarlos de muerte a vida: todo gracias al grandioso poder del Cristo

resucitado (Juan 8:32; Romanos 6:18, 22). “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los

muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús

vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”

(Romanos 8:11).

En la parábola del rico y Lázaro, el hombre rico va inmediatamente al infierno y

Lázaro al cielo. ¿Cómo se explica esta parábola si los muertos están durmiendo

(Lucas 16:19-31)?

Esta es una parábola solamente, no es algo que sucedió. Es la quinta de una

serie (la oveja perdida, la moneda perdida, el hijo pródigo y el mayordomo infiel, Lucas

15-16:1-11). Las parábolas están diseñadas para enseñar grandes principios morales.

Cada detalle de la parábola no ha de tomarse literalmente. Por ejemplo, no tenemos

lana ni cuatro patas como una oveja. No somos de metal como una moneda. Lo

importante de cada parábola es la gran enseñanza moral que incluye. Nos metemos en

serios problemas si intentamos tomar cada detalle literalmente en vez de buscar la

lección que Jesús está tratando de enseñar. Pensemos por un instante que la parábola

del rico y Lázaro es un relato literal. ¿Será que las personas podrán hablar entre el

cielo y el infierno? ¿Pueden los que están en el cielo ver a aquellos que se queman en

e infierno? ¿Podrán escuchar sus clamores? ¿Tienen las almas dedos y lenguas como

se las describe en la parábola? ¿Tiene Abrahám un pecho tan grande como para

acoger en él a todos los individuos que van al cielo? Además, la Biblia es clara al

mencionar que Abrahám no fue al cielo (Hebreos 11:819, 39, 40).

Los judíos tenían una tradición que describía la muerte como una travesía por

medio de un valle de oscuridad para luego escapar a la seguridad del seno de

Abrahám, mientras que la perdición eterna equivalía a la destrucción. Los judíos creían

que las riquezas eran una señal del favor de Dios y que la pobreza era una señal de su

desagrado. Jesús invirtió el resultado esperado. En la parábola el hombre rico termina

en el infierno y el pobre ingresa al cielo. Jesús usó esta historia que nunca ocurrió, una

historia ficticia o fábula de la tradición judía para enseñar tres lecciones:

1. Las riquezas ganadas por la avaricia, la deshonestidad o la opresión de los

pobres, no son de ninguna manera señal del favor de Dios.

2. La parábola de Cristo claramente comunica que no hay una segunda

oportunidad después de la muerte. La decisión tomada en esta vida determina nuestro

destino eterno.

3. Jesús señala que si los fariseos rechazaban las claras enseñanzas de la

palabra de Dios acerca de la savación, también rechazarían un espectáculo tan

poderoso y sobrenatural como la resurrección de un ser humano. Y así ocurrió, como

está registrado en Juan 11:11-14, 43, 44 y Lucas 16:31.

¿A qué se refiere Jesús cuando dice en Mateo 10:29 “el alma no pueden matar;

temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”?

La palabra “alma” ha sido traducida de la palabra griega “psuché, es la misma

que en otros lugares se traduce por “vida” o “vidas” (Mateo 6:25; 16:25, etc.). Varias

veces por “persona” o “personas” (Hechos 7:14, 27:37, Romanos 13:1; 1 Pedro 3:20,

etc). Y aún otras veces por pronombres (Mateo 12:18), o las emociones (Marcos

14:34), o la mente, o el corazón (Efesios 6:6). Pero nunca se refiere a una entidad

separada del cuerpo que sobrevive a la persona al morir. La idea de un infierno eterno

es un concepto heredado de la mitología pagana, cargada de dioses tiranos vengativos

y crueles. Lamentablemente esa idea equivocada paulatinamente comenzó a

introducirse y ser adoptada por el cristianismo. Cuando se comenzó a traducir la Biblia

a diferentes idiomas, las palabras hebreas y griegas que se refieren al sepulcro o lugar

donde descansan los muertos; en muchas ocasiones fueron traducidas por “infierno”, lo

cual es un error que confunde al estudiante bíblico. La palabra “infierno” fue traducida

de la palabra griega “gehenna”, y que es la transliteración de la palabra hebrea

“ge’hinnom”, o sea el “valle de Hinnom”, que era un valle al suroeste de Jerusalén,

donde se echaba la basura de la ciudad, los animales muertos y aún los cuerpos de los

criminales ajusticiados, y donde el fuego se mantenía encendido a fin de evitar la

contaminación del ambiente. Quizá por eso llegó a ser un símbolo del fuego final. En el

versículo 16, Jesús advierte a sus seguidores acerca de las severas persecuciones a

las que iban a ser sometidos, que para muchos significaría el martirio. En efecto así

sucedió con todos, excepto con Juan. Para alentar a sus discípulos les recordó que no

necesitaban temer a los que mataban el cuerpo, porque el “alma”, o sea la vida, no

puede ser destruída por el hombre. En cambio, convenía confiar definidamente en

quien no solamente puede destruir el cuerpo, sino también el “alma” o la “persona”, lo

cual significaría la pérdida de la vida eterna prometida por el dador de la vida (Juan 1:4;

3:16). Este acontecimiento trágico ocurrirá el día cuando los no creyentes serán

echados al “fuego preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41). Ese será el

“gehenna” o infierno donde serán destruídos para siempre los que rechazaron la

inmortalidad ofrecida por el Evangelio. De hecho, todos los mártires que murieron por la

fe, su “cuerpo” fue destruído, pero no para siempre, pues recibirán de nuevo la vida el

en día de la resurrección (1 Corintios 15:51-55).

¿A qué se refiere la Biblia cuando menciona el “fuego eterno” (Mateo 25:41) y el

“fuego que nunca se apagará” (Mateo 3:12)?

La palabra griega correspondiente a eterno es aionios. Equivale a la duración del

sujeto al cual se refiere. La expresión “para siempre” se usa 56 veces en la Biblia. En

Jonás 2:6 significa “tres días con sus noches” (ver Jonás 1:17). En Deuteronomio 23:3

significa diez generaciones. En el caso del hombre, significa “todo el tiempo de su vida,

o “hasta que muera” (1 Samuel 1:22, 28; Exodo 21:6; Salmo 48:14). En el caso de

Tiberio César, su “mandato eterno” (aionios) duró 23 años, desde que subió al trono

hasta su muerte. En Judas 7 dice que Sodoma, Gomorra y las ciudades vecinas

“fueron puestas como ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”. El fuego no está

ardiendo todavía, sin embargo sus resultados fueron eternos, reduciéndolas a cenizas.

De mismo modo sucederá con el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles

(Mateo 25:41). Es un fuego eterno en sus resultados. En Jeremías 17:27 se advierte

que Dios haría “descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de

Jerusalén, y no se apagará”. El cumplimiento lo encontramos en 2 Crónicas 36:19-21.

En verdad el fuego no pudo ser apagado hasta que consumió todo. Dejó de quemar

cuando cumplió su obra. Del mismo modo nadie podrá apagar el fuego final. Sólo se

extinguirá cuando haya terminado de destruir el pecado. Apocalipsis 20:10 menciona

“serán atormentados por los siglos de los siglos”. Al mismo tiempo el versículo 9 dice

“de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió”. Esta expresión al igual que “fuego

eterno” y “fuego que nunca se apagará” son similares. Se trata de un fuego que

cumplirá su misión de destruir para siempre el pecado y a los que lo amaron. Arderá

hasta no dejar “ni raíz ni rama”, hasta que sean “ceniza”, hasta que sean “consumidos”.

Entonces el fuego se apagará solo, como se apagó el “fuego eterno” que consumió a

Sodoma y Gomorra. La enseñanza del tormento eterno ha inducido a más personas al

ateísmo y la locura que ninguna otra invención del diablo. Es una calumnia para el

carácter amoroso de un Dios tierno, lleno de compasión y gracia, y ha hecho un daño

indecible a la causa cristiana.

¿Qué enseña la Biblia acerca de la reencarnación?

La reencarnación está basada en dos asertos falsos. El primero: que los seres

humanos se purifican a sí mismos por medio de sus propios hechos meritorios. El

segundo: que hay un alma inmortal que sobrevive a la muerte del cuerpo. La Biblia

enseña que la salvación es a través de la fe en Cristo (Efesios 2:8; Romanos 3:24-31).

La muerte es un sueño que dura hasta la gloriosa resurrección (1 Tesalonicenses 4:15,

16; 1 Corintios 15:51, 54). No hay una segunda oportunidad después de la muerte

(Hebreos 9:27). Desde la cruz vivimos con nuestra segunda y última oportunidad.

Ahora es el tiempo de salvación (2 Corintios 6:2).

¿QUE ES EL INFIERNO Y DONDE ESTA?

Definición de infierno.

Viene del latín "infernus" (inferior, debajo de, sepulcro, sepultura, profundo, abismo,

fosa, pozo, etc.). Se ha traducido como "infierno" a las siguientes palabras:

Antiguo Testamento (hebreo).

o "Sheol" = sepulcro. Aparece 65 veces en el Antiguo Testamento (Job

17:13; Salmos 31:17; etc.).

Nuevo Testamento (griego).

o "Hades". Sepultura, tumba. No significa un lugar caliente.

o "Gehenna", o Valle de Hinom. Lugar situado al sur de Jerusalén, donde

los israelitas sacrificaron una vez a sus hijos en los brazos del ardiente

Moloc. Esta práctica fue abolida por el rey Josías (2 Reyes 23:10). Los

judíos odiaban tanto ese lugar que lo emplearon para arrojar allí los

residuos de la ciudad, animales muertos y criminales ejecutados. Los

gusanos pululaban en ese lugar (Mateo 9:43,44). Para evitar una

pestilencia mantenían ardiendo un fuego que consumía esos deshechos y

despojos. Debido al fuego que siempre ardía allí, llegó a llamarse

"Gehenna del fuego". Asociando las ideas de criminales y fuego, fue

fácil adoptar el concepto de un castigo para los malos. La palabra

"Gehenna" se usa 12 veces en el Nuevo Testamento.

o "Tartaroo". En la mitología griega es un lugar más profundo y oscuro que

el "Hades". Se utiliza sólo en 2 Pedro 2:4.

El infierno en la actualidad: una doctrina no bíblica.

Se basa en la primera mentira (Génesis 3:4), de que hay algo que sigue viviendo

después de la muerte.

Es un esfuerzo de Satanás para hacer dudar a los hombres del amor de Dios.

Esta idea surgió en la Edad Media, una epoca cuando se prohibió el estudio de

la Biblia, y fue utilizada como una poderosa arma para aterrorizar a la gente y

así inducirla a Dios por temor. Lo triste es que la gente llega a odiar a quienes

torturan.

Consideraciones sobre el infierno ardiente según la Biblia.

Está en el futuro, no cuando una persona muere.

Estará sobre la tierra, no debajo (Apocalipsis 20:7-9). Nadie cae en el infierno,

el infierno cae sobre él.

Los malos no arderán eternamente. Se volverán cenizas (Malaquías 4:1-3).

Está aún en el futuro, varias cosas deben ocurrir antes:

- La terminación de la predicación del Evangelio a todo el mundo.

- El fin del tiempo de gracia.

- Las siete postreras plagas.

- El jucio y el veredicto.

- La Segunda Venida de Cristo.

- El milenio.

- El descenso de la Nueva Jerusalén.

- La resurrección de los impíos. (Apocalipsis 20:1-3, 7-10).

Si estuviese ardiendo actualmente, Dios sería injusto al estar quemando algunos

por miles de años, mientras que a otros más pecadores, hace poco tiempo.

El infierno arderá en el fin del mundo (Mateo 13:40-42).

Dios no castiga inmediatamente. Primero viene un juicio (2 Pedro 2:9).

El encargado del infierno es Cristo y sus ángeles, no el diablo (Apocalipsis

14:9,10).

El mismo diablo y sus ángeles serán quemados en ese infierno (Mateo 25:41;

Apocalipsis 20:10).

Arderá hasta consumir, después todo será ceniza (Malaquías 4:1-3).

La pura verdad acerca de los muertos – Página 15

Las expresiones "para siempre jamás", "por los siglos de los siglos", "fuego

eterno", etc. quieren decir:

Mientras viva (1 Samuel 1:22-28).

Hasta que se consuman (Apocalipsis 14:11).

Resultados de destrucción completa, de consecuencias eternas, no de duración

eterna.

Sodoma y Gomorra, hoy no están ardiendo, aunque dice "fuego eterno" (Judas

7; 2 Pedro 2:6).

Edom no está humeando, aunque habla de "humo eterno" (Isaías 34:5-11)

Es lo mismo que las siguientes expresiones:

- "evangelio eterno" (Apocalipsis 14:6), de resultados eternos.

- "eterna redención" (Hebreos 9:12), de resultados eternos.

- "juicio eterno" (Hebreos 6:2), de resultados eternos.

La vida eterna la tendrán sólo los salvos, los impíos serán destruídos y no vivirán

eternamente, como dicen los que creen en el infierno eterno (Romanos 6:23).

La idea de un tormento eterno inmortalizaría el pecado, estaría en contradicción

con Apocalipsis 21:4.

Hace aparecer a Dios con una ira que nunca se apacigua, lo cual está en

oposición al amor, bondad y misericordia del carácter de Dios.

Si una persona ya ha recibido su recompensa al morir, el juicio de Dios no

tendría sentido, ni tampoco su Segunda Venida, como así la mayoría de las

doctrinas.

Job 14:10-14.

 

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Propiedad de Dios:
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Propietario:

1 Corintios 10:26
10:26 porque del Señor es la tierra y su plenitud....
Salmo 24:1 
24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud;El mundo, y los que en él habita.....
Fundador:
Job 38:4 
38:4 ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia;....
Salmo 102:25 
102:25 Desde el principio tú fundaste la tierra,Y los cielos son obra de tus manos.....
Salmo 89:11 
89:11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra;El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.....

Solo somos inquilinos:
Exodo 9:29
 
9:29 Y le respondió Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra......
Levitico 25:23 
25:23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo......

Herencia de los Santos:
Exodo 19:5 
19:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. ....


Actitud hacia la Verdad:
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Los que la Reciben

 Juan 8:31,32

Capacitacion

Juan 17:17

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad

Desechandola

Proverbios 28:9

Siguiendo la Voluntad Divina

Juan 7:17

Salmo 25:1

A ti, oh Jehová, levantaré mi alma

Juan 8:12

Eleccion Equivocada

2 Tesalonisenses 2:10-12

Mateo 1:14

A los Fieles

Isaias 26:2

Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades

Apocalipsis 22:14

 


Sana Doctrina:
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Importancia

2 Tesalonisenses 2:13

Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 

Necesidad

Josué 24:14,15

Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 
Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová

Su Estudio

1 Timoteo 4:13,16

2 Timoteo 4:1,2

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 
que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina


Esperanza en Dios:
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Fe y Esperanza

Hebreos 11:1

Fe y Revelacion

Romanos 15:4

Esperanza y Confianza

Job 11:18

Esperanza y Convicción

Salmo 91:2,9

Esperanza y Muerte

Proverbios 14:32

Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza

Esperanza y Transformación

1Juan 3:3


Los Caminos de Dios:
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Hebreos 12:6

Deuterenomi0 23:5

Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba

Tito 3:5,6

Efesios 2:4-6

Jeremias 31:3

Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.


Que es Pecado?:
0170

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Infraccion

1 Juan 3:4

Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

Concupiscencia

Santiago 1:15

Omision

Santiago 4:17

Muerte

1 Corintios 15:56

Romanos 7:13


 


 
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