Hechos 22:16 “Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre”.
Vívelo
Aprenderemos tres lecciones de este pasaje
. 1. Levántate.
Cuando una persona decide bautizarse, su vida comienza a subir. Sus relaciones mejoran. Su salud mejora. Sus finanzas mejoran. Su
comunión con Dios mejora. El camino hacia Jerusalén siempre es hacia arriba. Cuando tomamos esa maravillosa decisión se levanta nuestra estima.
2. Lávate.
Cualquier persona que ha estado por más de un par de días sin poderse bañar, puede asegurar que cuando finalmente tiene la oportunidad de hacerlo, ¡qué bien se siente! Otra bendición de seguir a Jesús es la oportunidad de lavar nuestro pasado y dejarlo atrás. La limpieza que siente una persona que se entrega a Jesús es
incomparable.
Permite que los asistentes opinen
3. Invoca.
Cuando invocamos a Dios, estamos entrando en el ámbito de la oración. Una decisión que va acompañada de oración, es una decisión
segura y confiable. ¿A quién vas cuando tienes problemas? ¿En quién confías cuando tienes que desahogarte? Decide invocar el nombre de
Jesús en este momento, su paz inundará tu corazón como nunca antes.
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Comienza a ayunar por todos los que se bautizarán en la campaña.
Mi oración de hoy:
Por las personas que tienen que tomar
decisiones difíciles en esta campaña.
1. Ora para que Dios les ayude a sobreponerse a cualquier obstáculo.
2. Ora para que ellos puedan colocar a Dios en primer lugar
Conocen nuestro sitio 623632 visitantes (2161697 clics a subpáginas) ¡Que nuestro Dios ensanche tu Territorio!