Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  CR7
 
¿Cómo Vivió Cristo?
Dennis E. Priebe
 

 

7.- ¿Cómo Venció Cristo?

 Jesús venció por dependencia en el poder de su Padre, por medio de la comunión con su Padre. “Su divinidad fue escondida. El venció en la naturaleza humana, dependiendo de Dios para poder vencer” Youth´s Instructor, 25 de Abril de 1901. “Con la misma ayuda que puede obtener el hombre, él resistió las tentaciones de Satanás así como el hombre debe resistirlas” 1MS: 295. “Y no ejerció en favor suyo poder alguno que no nos sea ofrecido generosamente. Como hombre hizo frente a la tentación y venció en la fuerza que Dios le daba” DTG: 16.
 
Acuérdense que el poder de la naturaleza sin pecado de Adán no nos es ofrecido. Eso sería un poder tremendo en la batalla contra el pecado. Para Adán era natural hacer el bien. Para nosotros es natural hacer el mal. Los impulsos son totalmente diferentes. Si el poder de la naturaleza de Adán hubiese sido ejercitado por Jesús, ese hubiera sido un poder maravilloso no ofrecido libremente a nosotros. “Si Cristo hubiera tenido un poder especial, que el hombre no tiene el privilegio de poseer, Satanás se hubiera valido de este argumento” 2MS: 157.

 “En nuestras conclusiones, hacemos muchos errores por nuestros puntos de vista erróneos sobre la naturaleza humana de nuestro Señor. Cuando le damos a su naturaleza humana un poder que no es posible que el hombre tenga en sus conflictos con Satanás, destruimos la plenitud de su humanidad” 7 Comentario Bíblico Adventista: 929. Sencillamente no tenemos el poder de la naturaleza de Adán a nuestra disposición. La advertencia es clara que por darle a la naturaleza humana de Jesús un poder que no podemos tener, destruimos la plenitud de su humanidad. “El Señor ahora pide que cada hijo e hija de Adán ... lo sirva a él en la naturaleza humana que tenemos ahora ... Jesús ... solamente podía guardar los mandamientos de Dios en la misma forma en que la humanidad los puede guardar” Comentario Bíblico Adventista: 929.
 
¿Cómo podemos guardarlos? Ciertamente no en la naturaleza de Adán. Solamente podemos guardarlos en la naturaleza que ahora tenemos, la naturaleza caída. Y Jesús guardó los mandamientos de Dios en la misma manera como nosotros hemos de guardarlos. Jesús venció como nosotros debemos vencer.

 La victoria de Jesús fue la victoria de dependencia de su Padre. Él venció por medio de la entrega diaria y oración. Véase DTG: 104, 704. “Dependía enteramente de Dios y en el lugar secreto de oración, buscaba fuerza divina, a fin de salir fortalecido para hacer frente a los deberes y pruebas” DTG: 330.

 “Como hombre, suplicaba al trono de Dios, hasta que su humanidad se cargaba de una corriente celestial que conectaba a la humanidad con la divinidad. Por medio de la comunión continua, recibía vida de Dios a fin de impartir al mundo. Su experiencia ha de ser la nuestra” DTG: 330.
 Cuando Jesús vino a esta tierra, él aceptó la naturaleza humana con todas sus debilidades, pero él era controlado diariamente por el Espíritu Santo. Él estaba lleno de poder de arriba que dirigía cada paso de su vida y cada acto y palabra. Él vivió su vida totalmente en armonía con la voluntad de Dios.

 Obviamente, este entendimiento de la naturaleza de Cristo, tiene implicaciones definitivas para nosotros. “Hemos de vencer nosotros como Cristo venció” DTG: 354. “En su humanidad, él tomó la divinidad de Dios; y cada miembro de la familia humana tiene el privilegio de hacer esto, Cristo no hizo nada que la naturaleza humana no pueda hacer, si participa de la naturaleza divina” Signs of the Time, 17 de Junio de 1897. Cada miembro de la familia humana puede participar de la divinidad de Dios así como Cristo lo hizo. Él no hizo algo que nosotros no podemos hacer.

 “Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en él. Su perfecta humanidad es lo que sus seguidores pueden poseer si quieren vivir en sujeción a Dios como él vivió” DTG: 619-620. “La obediencia de Cristo a su Padre fue la misma obediencia que requiere del hombre ... Él no vino a nuestro mundo a dar la obediencia de un Dios menor a un Dios mayor, sino como un hombre a obedecer la Santa ley de Dios y en esta forma es nuestro ejemplo. El Señor Jesús vino a nuestro mundo, no a revelar lo que un Dios debía hacer, sino lo que un hombre puede a través de la fe en el poder de Dios para ayudar en cualquier emergencia” 7 Comentario Bíblico Adventista: 929.

 “Cristo vino a vivir la ley en su carácter humano en la misma forma en que todos pueden vivir la ley en la naturaleza humana si ellos hacen como Cristo hizo” Boletín Conferencia General: 481.
 “Se ha hecho abundante provisión para que el hombre finito y caído pueda relacionarse de tal manera con Dios que, gracias a la misma fuente por la cual Cristo venció en su naturaleza humana, el hombre pueda resistir firmemente toda tentación como lo hizo Cristo.” 3MS: 146. 

 Cristo “se aferró del trono de Dios y no hay hombre ni mujer que no pueda tener acceso a la misma ayuda mediante la fe en Dios. El hombre puede llegar a ser participante de la naturaleza divina. La divinidad y la humanidad estaban combinadas en Cristo” 1MS: 478.

 “Es el privilegio de cada creyente en Cristo poseer la naturaleza de Cristo, una naturaleza muy por encima de aquella que Adán perdió por transgresión” The Upward Look: 180.

 “Cristo ... vino a esta tierra a vivir la vida de obediencia que Dios pide que vivamos” Boletín Conferencia General: 1901.
 
Nuestro Salvador y Señor es nuestro sustituto y nuestro ejemplo. Él nos da la seguridad del perdón y poder para vivir sin pecado. Se ha demostrado que no necesitamos seguir viviendo en rebelión. Jesús comprobó que con Dios lo imposible es posible. La encarnación fue el riesgo más grande de Dios, y su victoria lo más grande en la controversia cósmica con Satanás. Por ella nuestro futuro brilla con esperanza.
 
Gracias a la victoria de Cristo en nuestra naturaleza caída, el camino está preparado para que Dios haga lo imposible en nosotros, que compartimos la naturaleza caída de toda la humanidad. Lo que es totalmente imposible desde una perspectiva humana, puede ser sencillamente la oportunidad de Dios para llevar a cabo lo imposible una vez más.

 

 

 

Autor: Dennis E. Priebe 

 

 



 
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