Biblia Adventista - Biblia de Estudio
  CH41
 

  


Características deseables en el
Predicador.


Tomás Hawkings, escritor cristiano de “Homilética Practica” sugiere 7 características importantes que deben predominar en la vida íntima de cada predicador, partiendo del principio que dice “Lo que el predicador ES, habla más fuerte que LO QUE DICE”.

1.- Verdadera aceptación de Cristo como Salvador:

Uno debe examinarse con la ayuda de Dios para estar seguro si aceptó de todo corazón y con fe a Jesucristo con Señor y Salvador personal, o si tan solo lo aceptó como una verdad que Jesús es el Salvador.

2.- Consagración:

Entendamos que es la consagración, es llevar una vida que sea dirigida por Dios, donde todas y cada una de nuestras actitudes y acciones estén validadas con la Palabra de Dios, esto significa que todo lo que hagamos sea hecho en el nombre de Dios y para Dios. Para lograrlo, es indispensable conocer la Biblia y esto implica estar alimentados de la Santa Palabra, ya que de esa forma podemos validar nuestras acciones. (2 Timoteo 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”, la consagración a Cristo debe ser día a día, o sea que cada mañana al despertar, lo primero que debemos hacer es clamar a Dios y consagrarnos a Él (Salmo 5:3: “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”), nadie puede vivir una vida de consagración por sus propias fuerzas, esto debe ser en la fortaleza de Dios, y durante el día, es necesario orar y ratificar nuestra consagración a Dios, y antes de dormir por la noche, debemos consagrar nuestra vida al Señor. En resumen podemos decir que: La consagración a Cristo, es un acto íntimo y absolutamente personal, que se refleja con la vida misma.

3.- Buena voluntad:

Debe ser y mostrarse amigable con todos, aun con aquellos a quienes no les agrade, y no sentirse superior a nadie.

4.- Consideración:

Debe desarrollar un sentimiento de actitud o delicadeza y cortesía para los demás en todo momento, evitar palabras o modales bruscos que neutralizan todo lo dicho por él en la predicación.

5.- Compasión:

Procure comprender a cada oyente; sus puntos débiles y fuertes, sus pruebas, sus tentaciones, sus sufrimientos, sus limitaciones, sus anhelos, sus capacidades. Y como consecuencia de esta comprensión, debe tratarles con bondad, con amor, con suavidad, mostrando de esta manera el espíritu de Cristo mismo.

6.- Sabiduría:

En la Biblia esta palabra significa “saber como obrar acertadamente, bajo todas las circunstancias y en toda situación que nos enfrente”, el predicador tiene que saber hablar con sabiduría. Pero también tiene que saber actuar con sabiduría frente a cualquier situación inesperada que se le presente mientras esté hablando.

7.- Dominio de sí mismo:

Necesita esto para vencer el temor que es más o menos natural al presentarse para hablar en público. Luego se necesita para dominar cualquier falla especial que uno tenga, como por ejemplo, el tartamudear. Además se precisa para dominar la voz al hablar de tal manera que todos comprendan cada palabra, y que las palabras expresen sus sentimientos. Y de tal manera especial se necesita frente a situaciones desconcertantes que inesperadamente se le presenten.

Manos a la obra.

a.- Elige el tema: Pide a Dios sabiduría y sea Él quien te indique lo que debes predicar.

b.- Busca los versículos adecuados

c.- Desarrolla la idea distribuyéndolo en los apartados ya mencionados: Introducción, Mensaje, Aplicación y Conclusión.

d.- Presenta tu exposición a ti mismo, a un interlocutor, a la Iglesia :
 
 

 
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